4 Calentamiento Las palmas de las manos irán golpeando nuestro cuerpo para ir entrando en calor. - Caderas: para liberar las articulaciones. Son giros de cadera, no de cintura. Separar las piernas algo más que la anchura de los hombros, las palmas de las manos en los riñones, la espalda recta y la cintura siempre al frente, y la pelvis ligeramente adelantada. Hacer 7 giros circulares a izquierda y luego a la derecha (“como el aro”) sin forzar. La cabeza del fémur gira en toda su cavidad. Debemos notar cómo nos tiran los tendones de la parte interior de los muslos. - Rodillas: para reforzarlas. Frotamos con fuerza las palmas de las manos para entrar en calor y las apoyamos en las rodillas. a) Separados los pies la anchura de los hombros, hacer 7 giros de las rodillas al interior y luego hacia fuera. b) Juntamos los tobillos y las rodillas, y realizamos juntas 7 giros a la izquierda y luego a la derecha. Las rodillas no deben sobrepasar la puntera de los pies. - Tobillos: para reforzar el equilibrio. Con las manos apoyadas en los riñones, apoyar la puntera del pie izquierdo al lado del derecho. Hacer con el talón, 10 giros circulares hacia el interior y 10 hacia el exterior. Repetir con el pie derecho. - Dedos del pie: para desarrollar la estabilidad. Abrir y estrechar 7 veces, los dedos del pie izquierdo y luego el derecho. ESTIRAMIENTO MUSCULAR Dos tipos de ejercicios propuestos: 1) Costal: Desde la posición de apertura elevamos los brazos hacia el cielo inspirando. Con la mano izquierda cogemos la muñeca derecha y nos inclinamos hacia la izquierda expirando. Inspiramos para subir y bajamos los brazos expirando. Calentamiento 1 CALENTAMIENTO Introducción. El calentamiento siempre es necesario realizarlo antes de cualquier sesión de ejercicios. Algo que nos tiene que quedar muy bien grabado en la memoria es que “cada cosa requiere su tiempo”, y de esto tenemos que aprender mucho de la cultura oriental. En occidente, “vamos al grano”, a lo que consideramos más importante, e infravaloramos todo aquello que no se ajusta a este criterio. Hay que recrearse en cada cosa que se hace y no pensar que no hay tiempo que perder. Su duración es variable, entre 5 y 10 minutos (si dura 15 minutos, mejor). Es muy importante, ya que tiene una función sobre todo preventiva y preparatoria. Recuerda: “El que mucho corre, pronto para”. Las prisas no son buenas para nada, dedícale a cada asunto su tiempo. “Lo bueno del viaje no es solo llegar al destino, sino también disfrutar del camino”. Disfrutemos del Tai Chi y de los beneficios que se derivan de su práctica, de la actitud mental y predisposición. Un calentamiento adecuado presenta beneficios a nivel físico y psíquico: - Desentumece el cuerpo. - Ayuda a prevenir posibles lesiones. - Y nos prepara mentalmente para la actividad que se llevará a cabo tras su realización. Partes. Ejercicios de movilidad articular: Se realiza unos ejercicios físicos concretos, para cada parte, que buscan “desengrasar” las bisagras de nuestro cuerpo. Consisten en movilizar las principales articulaciones en direcciones variadas. Ejercicios de estiramiento muscular: Son ejercicios que elongan la longitud de los músculos de manera controlada. Con ellos pretendemos preparar a los principales grupos musculares para el esfuerzo y así evitar posibles lesiones. Ejercicios energéticos-respiratorios. Se realizan dos tipos de ejercicios: 2 Calentamiento - De masaje (tui na): frotacciones, cacheteos y pequeños golpeos por todo el cuerpo. - Chi Kung: Ejercicios de respiración lenta acompañados con movimiento globales de brazos y tronco con la finalidad de equilibrarnos a nivel energético y mental. Este tipo de ejercicios nos ayudan a aumentar el nivel de energía disponible para llevar a cabo diversas tareas. PRINCIPIOS: A la hora de realizar los ejercicios de calentamiento debemos tener en cuenta los siguientes principios: Ejecución lenta y coordinada, con una respiración lenta y pausada. Y seguir un orden. Primero realizamos los ejercicios de movilidad articular, después los estiramientos y finalmente los energéticos-respiratorios. Repetir cada ejercicio entre 7 y 10 veces, realizarlo en varias direcciones y con ambas partes del cuerpo. Calentar más tiempo si hace frío y algo menos si hace calor y con más cuidado y mayor dedicación aquellas zonas corporales que lo necesitan. Jamás forzar más de la cuenta “controlando”, no vaya a ser que en vez de prevenir resulte finalmente lesivo por pasarnos. Un consejo y una sugerencia. El consejo: Si un día se va a practicar Tai Chi y por el motivo que sea, se tiene el tiempo muy ajustado, plantearse sino será mejor que se deje para el día siguiente, tal vez sea mejor salir a correr un rato para desestresarse. Ir con el tiempo justo genera, ya de antemano, prisa e intranquilidad. Justo lo contrario de lo que pretende realizar el Tai Chi: tranquilizarnos y darnos un respiro, dedicando parte de la jornada a nuestro cuidado y atención. Si se va con prisas, se empieza mal, mejor déjalo para otro día. Recordar esto, hay un dicho popular que dice: “Lo que bien empieza, bien acaba”. La sugerencia: Recordar que tan importante como practicar Tai Chi a diario es hacerlo con la actitud mental adecuada. “Disfrutar comiendo puede ser tan placentero como preparar la comida”, si la actitud es la correcta. Calentamiento 3 MOVILIDAD ARTICULAR Liberar las Articulaciones En lo que se refiere al esqueleto, todas las articulaciones deben abrirse, aflojarse y estar bien alineadas. Los ejercicios externos tienen por objeto recalentar cada parte del cuerpo: - Cuello: para aflojar esta zona. Los movimientos se realizan, desde la posición de apertura, en distintas direcciones con suavidad. Bajando la barbilla al pecho, inclinando la cabeza hacia atrás, girando a la izquierda y luego a la derecha, como mirando por encima del hombro, inclinándola de costado, en diagonal… Siempre pasando por el frente. - Muñecas y Dedos: para facilitar el movimiento de espirales y hacer circular la energía hasta el final de los dedos. Estirar los brazos al frente y describir lentamente 7 círculos de 360º a derecha y 7 a la izquierda. (“como quien desenrolla una madeja de lana”) Ofrecer la mano, con la palma hacia arriba, cerrar el puño empezando por el dedo pulgar y luego los demás por encima hasta llegar al meñique. Y volver a abrirlos. Recoger los brazos. - Codos: para bajarlos y facilitar las curvas de los brazos. Subir las manos hasta el nivel de los hombros y dejarlas caer a la altura de las caderas con la intención de aflojar los codos. - Hombros: para bajarlos y facilitar la propagación de la energía de la espalda hacia los miembros. Con la punta de los dedos recogidos, llevamos las manos a la altura de los hombros. Los codos hacia el centro del pecho. Hacemos 7 giros hacia dentro con los codos y 7 giros hacia fuera. Estos movimientos darán suavidad al espacio de la cabeza del húmero, movilidad a las vértebras superiores de la columna y al abrir y cerrar el esternón masajeará el corazón. - Columna y cintura. Para soltar las vértebras de la columna. La cadera siempre al frente. Se realiza un movimiento de giro con los hombros, sobre el eje vertical, y con los brazos sueltos. (“como una camisa que gira colgada de una percha”) 8 Calentamiento Calentamiento 5 Repetimos con la mano derecha cogiendo la muñeca izquierda. Estiramos los músculos costales al máximo pero con suavidad. 2) Variación del primer ejercicio de las 8 joyas del Brocado de seda. Este ejercicio efectúa un estiramiento del tejido conjuntivo que sujeta a los órganos internos, que reciben una masaje suave, y de los tendones y músculos externos, y notamos como se liberan los bloqueos producidos por la tensión acumulada, gracias a la acción integral de huesos, tendones, músculos y órganos. Las personas que tengan dificultad en sostener el equilibrio no deberían elevarse más que en la medida en que puedan mantener el equilibrio. Esto ayudará a que lo desarrollen. Al finalizar notaremos que entramos en calor. Desde la “Posición de Apertura”: - Los dedos de las manos entrelazados con las palmas hacia arriba. - Con la mirada siguiendo las manos, inspiramos elevándolas hasta la altura de las clavículas. Giramos las palmas de las manos hacia nosotros y hacia afuera y expirando, las elevamos al máximo (codos rectos) como si empujáramos el cielo. Miramos al frente y elevamos los talones, expiramos. - Inspiramos y bajamos los talones, a la vez que bajamos las manos lateralmente con un amplio círculo hasta volverlas a dejar en la posición inicial. - Hacemos una inspiración y expiración profunda y repetimos el ejercicio dos veces más. - La respiración nunca debe ser forzada por lo que la velocidad del ejercicio dependerá de la respiración y no lo contrario. Nota: puede añadirse otros ejercicios que sean aconsejables. (Ver tabla de imágenes) 6 Calentamiento EJERCICIO ENERGÉTICO: Abrazar el árbol El ejercicio de abrazar el árbol, es un ejercicio de Chi Kung estático muy apreciado por su gran poder sobre cuerpo, mente y espíritu. Una vez dominado todos los detalles de la posición, se tendrá que permanecer en ella el tiempo que uno quiera establecer de antemano. Cómo realizar el abrazo del árbol. El ejercicio, logra ser efectivo a partir de mantener la postura durante varios minutos, para desarrollar la sensibilidad corporal y la autoconciencia de la estructura del cuerpo. El objetivo es tomar conciencia y control sobre músculos que de manera habitual, no son movilizados voluntariamente. Por tal motivo, tiene además del componente físico un importante componente mental. Su práctica constante permite establecer conexiones entre estos músculos y el cerebro, que enriquecen la capacidad de respuesta. Realización: Separar los pies hasta la anchura de los hombros y afírmalos en el piso. Imaginar que echan raíces en el suelo. Flexionar levemente las rodillas y colocar los brazos y los codos ligeramente más bajos que los hombros y las manos. Curvar la espalda de modo tal, que forme una bóveda con los brazos e imaginar que abrazamos el tronco de un árbol con ellos. Centra la respiración en el Tan Tien, esto dará conciencia del centro de gravedad y mejorará el nivel energético. Si la práctica es adecuada, el ritmo cardíaco se acelerará, mientras la respiración apenas variará. Aumentará el flujo circulatorio y la oxigenación, lo que determinará que se incremente la temperatura y se produzca sudoración, a pesar de permanecer inmóvil. (figura 1) La espalda debe estar derecha y la columna relajada. El cuerpo debe mantener una línea recta vertical entre orejas, hombros, caderas y talones. ¿Y por qué queremos esta línea recta? Porque ella va a mantener nuestro equilibrio. De esta manera no tendremos que usar la musculatura que rodea al Dan Tien. Así, el Dan Tien podrá permanecer relajado, lo cual permitirá que el Qi circule por los órganos internos. Calentamiento 7 Después, el Qi circulará desde los órganos internos hacia el Dan Tien. Si siente que su pecho está suelto y relajado, y su Dan Tien lleno de energía, sepa que esta es la sensación correcta. Y se puede sentir un leve calor en el área del Dan Tien y de los riñones. El Dan Tien se llena y el cuerpo entero es energizado. La barbilla debe estar ligeramente metida. Cierre la boca, y coloque la punta de la lengua en el paladar. (figura 2) Los pies deben estar paralelos. La distancia entre los pies debe ser la del ancho de los hombros, excepto para el practicante que permanece en posturas muy bajas. Sin embargo, la postura recomendada para los principiantes es alta, con las rodillas ligeramente dobladas. Hacerlo de manera natural debe ser el principio guía. No permitir que las rodillas se extiendan más allá de los dedos de los pies. Los codos se doblan y las muñecas se relajan. La altura y ancho de los brazos depende de la fuerza del practicante. Recordar que el progreso debe ser lento y gradual. Comenzar con una postura alta, de 1 a 3 minutos diarios. A medida que pasen los meses, puede ir incrementando poco a poco el tiempo y el grado de flexión. Respetar la condición física y edad. Para finalizar la sesión, bajar lentamente los brazos, colocándolos a ambos lados del cuerpo de manera natural, sin perder la sensación que teníamos durante la realización del ejercicio. Colocar una mano sobre la otra, cubriendo el Dan Tien. (A la posición de concentración) Permanecer unos segundos con las manos sobre el Dan Tien hasta sentirse relajado.