Escuela Libre de Derecho From the SelectedWorks of Fernando Villaseñor Rodríguez Winter March 9, 2010 Reporteros: Información y opinión Fernando Villaseñor Rodríguez, Escuela Libre de Derecho Available at: http://works.bepress.com/fernando_villasenor_rodriguez/10/ Reporteros: Información y opinión El pasado viernes 12 de marzo el periódico argentino “El Clarín” publicó un artículo sobre un nuevo programa computacional desarrollado por la Universidad Northwestern llamado “Statsmonkey”. Este programa hace un acopio de estadísticas de beisbol desde los sitios deportivos en línea, luego consigue reconstruir el partido a partir de esta información y, usando una serie de construcciones gramaticales comúnmente aceptadas, “redacta” una crónica del partido que puede ser incluido en la siguiente edición del periódico que contrate estos servicios. Lo anterior, sin poner un pie en el estadio, sin ver siquiera el partido y, sobre todo, sin la intervención de un reportero y sólo, si acaso, aprovechando un administrador del programa. La pregunta obligada pareciera ser: ¿Hasta dónde la labor del reportero (y si vamos más allá, del académico, del escritor o, en fin, del pensador especializado) puede ser sustituida por un sistema electrónico? No obstante, este es sólo el efecto que busca quien escribe el anterior artículo, la pregunta real es: ¿la labor del reportero es principalmente informar u opinar? Este cuestionamiento no es menor, por un lado, vemos cómo actualmente se busca transparentar la información gubernamental, proteger la privada y facilitar el acceso a más particulares a la pública. También resulta evidente que contrario al eslogan de los noventas “la información (per se) no es poder” sino que requiere del criterio y la habilidad para usar y procesar ésta. ¿Un programa de computación puede ser el enclave entre las dos premisas anteriores? Ahora, respecto de la opinión: ¿debe formarse dentro cada uno de nosotros a partir de la información cruda o debe mediar alguna opinión anterior? Una segunda pregunta sería: ¿no es la opinión esencialmente parcial y por tanto limita nuestro acceso a la información? Por último, ¿debería de regularse la opinión o queda ilimitadamente protegida por nuestro artículo sexto constitucional? Para muestra y cierre: una opinión. Considero que se ha sobredimensionado la importancia de la información y se ha subvaluado o malinterpretado la de nuestra prerrogativa (en el sentido exacto de deber y facultad) para opinar. Opinar debe ser reflexionar primero (debemos adquirir información pero sobre todo, procesarla) y exteriorizar después. Además, la opinión debe partir de la conciencia de que nuestra opinión tiene un efecto sobre nosotros (como proyección) y sobre los demás (como influencia). Hasta que un programa computacional no pueda hacer todo esto, que ya a nosotros nos resulta difícil, el multicitado artículo del Clarín no será más que una pieza de información que no dejará a ningún reportero sin oficio pero que, con la ayuda de todos ustedes, dará lugar a un intercambio de opinión. Fernando Villaseñor Rodríguez