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Tribunal: Cámara Nacional de Apelaciones en lo Civil Sala L
Autos: Mezaib Karima c/ Las Artes Endurance Country Club
Fecha: 19/07/2007
Sumario: La excepción de arraigo debe interpretarse con criterio
restrictivo, a fin de no afectar el derecho de acceder a la justicia y
de defensa en juicio. Acudir ante los órganos jurisdiccionales a los
fines de defender sus intereses constituye un derecho inalienable del
hombre, por lo que cabe interpretar que la excepción de arraigo no
resulta procedente cuando el actor se ve obligado a demandar ante un
juez determinado, que no es el de su domicilio, o bien cuando el
sometimiento a una determinada jurisdicción le es impuesto por la ley.
En este caso a la actora no le cabía otra posibilidad que demandar
ante los tribunales del lugar del hecho o del domicilio de los
demandados en concordancia con el art. 5° inc. 3 del CPCC.
Asimismo es dable destacar que la propia demandada sostiene que la
contraria tiene derecho a peticionar y obtener el beneficio de litigar
sin gastos, en condiciones de igualdad con los residentes en nuestro
país y, en tal caso, no debe exigirse el arraigo.
Vocablos: DEMANDA – ACTOR – EXCEPCION DE ARRAIGO – ACCESO A LA
JUSTICIA – DEFENSA EN JUICIO – JURISDICCION – DERECHO A LA
JURISDICCION – EXCEPCION
2ª Instancia. — Buenos Aires, julio 19 de 2007.
Autos y vistos: Contra la resolución de fs. 174/177 sostiene su
recurso la parte demandada mediante los escritos de fs. 200/205 y 206.
El pertinente traslado no fue contestado.
El art. 17 de la Convención de La Haya sobre Procedimiento Civil
aprobada mediante la ley 23.502, que impide la imposición de caución
fundada en la falta de domicilio o de residencia en el país, no
implica la inaplicabilidad del art. 348 del Código Procesal respecto
de los nacionales de los países signatarios, sino la prohibición de
exigir el arraigo debido a esa única circunstancia. La mencionada
norma establece que no podrá imponerse ninguna caución o depósito a la
parte por su condición de extranjero o por el solo hecho de no tener
su domicilio o residencia en uno de los estados contratantes, sin
entrar a considerar la cuestión relativa a los bienes inmuebles. Para
la admisión de la excepción de arraigo se requiere la falta de ambos
requisitos en forma simultánea.
La nacionalidad o el domicilio de la parte actora no inciden por sí
solos sobre la viabilidad de la excepción de arraigo, sino el hecho de
que la acción es entablada por una persona que, además de estar
domiciliada en el extranjero, no tiene bienes inmuebles en nuestro
país, no existiendo en dicha norma trato distinto para nacionales y
extranjeros.
El hecho de revestir la calidad de nacional de un estado miembro del
acuerdo aprobado por la ley 23.502, a quien se debe otorgar un trato
no menos favorable que a un nacional, carece de trascendencia a los
fines que aquí interesan, pues la obligación de arraigar surge de la
carencia de domicilio y bienes inmuebles en la República, y no de su
calidad de extranjero. Esto lleva a sostener que, aun siendo nacional,
si se configura la situación descripta por el art. 348 del Código
Procesal, la excepción de arraigo es pertinente. De lo que se infiere
que el trato dispensado a un extranjero como a un nacional es idéntico
y no existe discriminación alguna en perjuicio del primero.
Pero aun así cabe señalar que la excepción de arraigo debe
interpretarse con criterio restrictivo, a fin de no afectar el derecho
de acceder a la justicia y de defensa en juicio. Acudir ante los
órganos jurisdiccionales a los fines de defender sus intereses
constituye un derecho inalienable del hombre, por lo que cabe
interpretar que la excepción de arraigo no resulta procedente cuando
el actor se ve obligado a demandar ante un juez determinado, que no es
el de su domicilio, o bien cuando el sometimiento a una determinada
jurisdicción le es impuesto por la ley. En este caso a la actora no le
cabía otra posibilidad que demandar ante los tribunales del lugar del
hecho o del domicilio de los demandados en concordancia con el art. 5°
inc. 3 del CPCC.
Asimismo es dable destacar que la propia demandada sostiene que la
contraria tiene derecho a peticionar y obtener el beneficio de litigar
sin gastos, en condiciones de igualdad con los residentes en nuestro
país y, en tal caso, no debe exigirse el arraigo. La actora ha
solicitado que se le otorgue tal franquicia mediante expediente n°
95361/06. Las circunstancias de que no se haya corrido traslado al
demandado y de que éste considere operada la caducidad, no obstan a la
desestimación del arraigo, toda vez que aún se mantiene viva la
instancia y teniendo en consideración lo que establece el art. 84 del
CPCC en sus dos últimos párrafos.
Por ello el Tribunal resuelve: Confirmar por estos fundamentos la
resolución de fs. 174/177. Con costas de la Alzada por su orden,
atento las particularidades del caso.
Regístrese y devuélvase. — Marcela Pérez Pardo. — Víctor Fernando
Liberman. — O. Hilario Rebaudi Basavilbaso.
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