Identifica y explica el significado del siguiente fragmento en la obra a la que pertenece. Una noche le preguntó lo que le ocurría y ella, abrazándose a su cuello, le hizo tímidamente la confesión de lo que le pasaba. Era lo que temía Andrés. La tristeza de no tener el hijo, la sospecha de que su marido no quería tenerlo, le hacía llorar a lágrima viva, con el corazón hinchado por la pena. ¿Qué actitud tomar ante un dolor semejante? ¿Cómo decir a aquella mujer que él se consideraba como un producto envenenado y podrido, que no debía tener descendencia? Andrés intentó consolarla, explicarse... Era imposible. Lulú lloraba, le abrazaba, le besaba con la cara llena de lágrimas. —¡Sea lo que sea! —murmuró Andrés. Al levantarse Andrés al día siguiente, ya no tenía la serenidad de costumbre. COMENTARIO Este fragmento de “El árbol de la ciencia” de Pío Baroja pertenece a la séptima y última parte de la novela (“La experiencia del hijo”). Andrés, que tras casarse con Lulú ha conocido por fin una “vida nueva”, llena de paz y serenidad, empieza a notar al cabo de un año la infelicidad de su mujer. Ella le confiesa que desea tener un hijo, pero esta idea es algo que Andrés ha llegado a rechazar por convicciones intelectuales. Finalmente Andrés cede a los deseos de Lulú (“¡Sea lo que sea!”), pero esta cesión le hace perder de nuevo la serenidad. La ACCIÓN se narra cronológicamente y está insertada cronológicamente en los otros hechos de la novela. Esta sigue, en efecto, una ESTRUCTURA lineal, sin anticipaciones ni regresiones. Nos encontramos cerca del desenlace, en el que la trágica muerte de Lulú y el recién nacido llevará a Andrés al suicidio. Los únicos PERSONAJES del fragmento son precisamente Andrés y Lulú, que se han conocido en la ciudad de Madrid (el ESPACIO tiene en este fragmento una función secundaria) y, tras años de verse ocasionalmente, deciden hacerse novios y por fin casarse. Andrés es un ser apático y antisocial, y sus conversaciones con su tío Iturrioz le han llevado a pensar que es un acto egoísta tener hijos si, por la condición física y social de los podres, los hijos no van a ser sanos ni felices (“la fecundidad no puede ser un ideal social”, afirma Iturrioz en otro fragmento). Como se ve, el TEMA del fragmento es el amor, relacionado aquí con la paternidad, que va a ser un motivo de dolor y de alejamiento entre Andrés y Lulú. A partir de este episodio Andrés dejará de hallar en el amor la respuesta a sus inquietudes, y caerá definitivamente en la angustia existencial. Solo en la muerte va a encontrar la ansiada serenidad perdida. De esta manera el amor, asociado con el dolor y la frustración, nos lleva al que es el tema fundamental de “El árbol de la ciencia”: el sinsentido de la existencia humana, que le conducirá a la angustia y el aislamiento y, finalmente, al suicidio. Este tema es característico de la Generación del 98. Para narrar estos hechos, el autor ha elegido un NARRADOR en tercera persona no omnisciente, sino parcial, que tiene un PUNTO DE VISTA cargado de subjetividad y situado en el personaje de Andrés (“Era lo que temía Andrés”). Las interrogaciones del tercer párrafo (“¿Qué actitud tomar ante un dolor semejante?”), aunque sean dichas por el narrador, son en realidad los pensamientos del personaje. Por último, el ESTILO del fragmento responde muy bien al gusto barojiano por la naturalidad y la espontaneidad. La prosa empleada es clara y sencilla, sin concesiones a la retórica, con preferencia por la frase corta y el empleo abundante de la coordinación y la yuxtaposición. Todo ello muy del gusto de la generación del 98. -1-