Efectos del control cambiario en la actividad turística. Caso

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EFECTOS DEL CONTROL CAMBIARIO EN LA ACTIVIDAD
TURÍSTICA. CASO VENEZUELA
Mercedes Anato1, María Alejandra González Agra2
E-mail: manato@cantv.net1; ramasi@wanadoo.es2
Universidad Simón Bolívar, Departamento de Tecnología de Servicios, Caracas, Venezuela1;
Universidad de Oriente, Departamento de Turismo, Isla Margarita, Venezuela2
ABSTRACT
En Venezuela se viene aplicando el control de cambios desde 1983. El 2 de diciembre de 2002, las
reservas internacionales del país se ubicaban en US$ 12.447 millones, cayendo a US$ 11.873
millones el 31 de diciembre. La situación se agudizó en enero de 2005, cuando las reservas cayeron
US$ 771 millones más. El Ministerio de Finanzas en representación del Gobierno y el Banco Central
de Venezuela, establece un régimen de control cambiario y se crea la Comisión de Administración de
Divisas (CADIVI), cuya misión es administrar el mercado cambiario nacional. El tipo de cambio
oficial se fijó en 1.600 bolívares por dólar y ha sufrido dos devaluaciones hasta ubicarse en 2.150
bolívares por dólar. El monto para la venta de boletos aéreos corresponde al tipo de cambio oficial,
el mismo que se aplica al uso de las tarjetas de crédito en el exterior; sin embargo otras operaciones
vinculadas con la actividad consideran el cambio no oficial que fija el << mercado negro>>,
alrededor de los 2.800 bolívares por dólar. El objetivo general del trabajo es el estudio de los efectos
del control cambiario en el sector turístico en Venezuela, considerando, en particular, aquellos
relacionados con el gasto turístico y los consumos de nacionales en el exterior.
Palabras clave: Control Cambiario; CADIVI; Tipo de Cambio Oficial; Mercado Negro de Divisas;
Gasto Turístico, Consumos en el Exterior.
1. INTRODUCCIÓN
El mercado de divisas es aquel que regula la compra y venta de éstas y permite, además, que exista un
flujo normal de moneda extranjera. En Venezuela el tipo de cambio y la forma como se venden las
divisas lo determina el Banco Central junto con el Ejecutivo Nacional. Una de estas modalidades es el
control de cambio que consiste en la intervención por parte del Estado en este mercado, quedando
restringida la oferta y la demanda de divisas dentro de un marco de reglamentaciones administrativas,
es decir, el control de cambio va acompañado de medidas que inciden sobre las transacciones que dan
origen a la oferta y la demanda de dólares.
Existen varios tipos de control cambiario entre los que destacan, el rígido, el parcial y el total. En
Venezuela se han aplicado estas medidas desde 1983 cuando el Estado reconoció un déficit enorme y
se vio obligado en cierta forma a implementar los controles. Así pues, surge el Régimen de Cambio
Diferencial, mejor conocido como RECADI, cuya aplicación dio mucho de que hablar y se convirtió
en el caso de corrupción más grande en la historia económica de Venezuela.
El 2 de diciembre de 2002, las reservas internacionales del país se ubicaban en US$ 12.447 millones,
cayendo a US$ 11.873 millones al 31 de diciembre. Es decir, el país sufrió una perdida de reservas de
US$ 574 millones, equivalentes a un promedio de US$ 28,7 millones cada día. La situación se agudizó
en enero, cuando en los últimos 13 días hábiles, las reservas cayeron US$ 771 millones más,
promediando una perdida de reservas de casi US$ 60 millones diarios.
1
En vista de esta situación, el Ministerio de Finanzas en representación del Gobierno y el Banco
Central de Venezuela, establecen un régimen de control cambiario y mediante decreto presidencial es
creado el 5 de febrero de 2003 la Comisión de Administración de Divisas (CADIVI), cuya misión es
administrar bajo criterios técnicos, el mercado cambiario nacional para el logro de la estabilidad
económica.. El tipo de cambio oficial para la fecha del decreto presidencial se fijó en 1.600 bolívares
por dólar y actualmente el monto asciende a 1.920 bolívares por dólar.
El otorgamiento de divisas por parte de Cadivi queda sujeta a un orden de prioridades de la siguiente
manera: 1. Los productos alimentarios, suministros médicos o medicinas y, en general, aquellos bienes
que se consideran básicos para el bienestar de la ciudadanía; 2. Las remesas de dólares con las que
cuentan los estudiantes venezolanos en el exterior, tanto los becarios como los que pagan sus estudios
con recursos privados; 3. Los fondos necesarios para cancelar los compromisos crediticios de la
nación en el exterior. También la deuda privada, siempre que haya sido adquirida antes de la
aprobación del control cambiario; 4. Los recursos necesarios para adquirir insumos o equipos que no
suministre el mercado local para la operación de la industria petrolera nacional; 4. Las divisas que se
requieran para viajes y turismo en el exterior; 5. Los bienes y servicios de lujo no imprescindibles.
Respecto al otorgamiento de divisas para viajes y turismo en el exterior, la Providencia Nº 051
publicada en la Gaceta Oficial Nº 37.873 de fecha 05/02/2004, establece un cupo máximo de 2.000
US$ para compras con tarjetas de crédito en el exterior durante el período 01-01-2004 y el 31-122004. El gobierno central implementa como política la flexibilización del control cambiario y es así
como la Providencia Nº 054 publicada en la Gaceta Oficial Nº 37.969 de fecha 29/06/2004 considera
el aumento del cupo a US$ 3.000 para el mismo período. Asimismo, Cadivi, anunció, antes de
finalizar el año 2004, el aumento del cupo de dólares de 3000 a 4000 dólares para el período antes
señalado.
El monto estimado para la venta de boletos aéreos corresponde al tipo de cambio oficial, siendo de
1.920 bolívares por dólar hasta febrero 2005 y 2.150 bolívares por dólar a partir de marzo 2005
cuando ocurre una nueva devaluación del 12%; sin embargo la venta de paquetes turísticos para el
exterior, por parte de las empresas operadoras considera el cambio no oficial o establecido en el
mercado negro de divisas que se sitúa alrededor de los 2.700 bolívares por dólar para abril de 2005.
El objetivo general del presente trabajo es el estudio de los efectos del control cambiario en el sector
turístico en Venezuela, considerando, en particular, aquellos relacionados con el gasto turístico y los
consumos de nacionales en el exterior. La metodología empleada es de tipo descriptiva y
documental, debido a que la fuente de información principal la constituyeron la información de prensa
escrita, de las páginas de Internet referentes al tema de estudio, informes técnicos e información
estadística oficial. Asimismo, se realizaron entrevistas estructuradas a diferentes actores vinculados al
sector público y sector privado con la finalidad de establecer una matriz de opinión en torno a los
efectos que ha tenido el control cambiario en los distintos subsectores que integran el sistema turístico
de Venezuela. Los resultados de estas entrevistas constituyen una aproximación a un segundo estudio,
que considera la aplicación de una encuesta a muestras representativas de cada subsector: agencias de
viaje; operadores turísticos; mayoristas de turismo; líneas aéreas; empresas de transporte turístico
terrestre; y empresas de cruceros que operan en Venezuela.
Resulta difícil tener una conclusión definitiva o análisis profundo acerca de las verdaderas
consecuencias o efectos de la aplicación del control cambiario sobre la actividad turística en
Venezuela, hasta tanto se restablezcan las actividades cambiarias de manera normal, lo cual constituye
una limitante al presente trabajo. Sin embargo, los datos suministrados por los organismos oficiales
señalan una variación porcentual negativa de 15,82% en el gasto turístico de los visitantes
internacionales de Venezuela al exterior para el primer trimestre del período 2002-2003, mientras que
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para el mismo trimestre del período 2003-2004 se sitúa en 11,72%, una vez implementada la medida
relativa al uso de tarjetas de crédito en el exterior a partir del primer semestre del año 2005.
1.1. Antecedentes
En Venezuela se han implementado diferentes controles de cambio a lo largo de la historia como una
medida de política tendente a frenar la libre remesa de fondos al exterior en los casos en que no
existiera una contrapartida en bienes y servicios. Antes del control de cambio establecido a partir del
6 de febrero de 2003, habían existido en Venezuela tres regímenes de control de cambio, que
comprendieron los períodos 1960-1964; 1983-1989 y 1994- 1996 según se explica a continuación:
Período 1960-1964
El primer control de cambio se establece en 1960 mediante decreto Nº 360 como resultado del
violento proceso de drenaje de las reservas internacionales que ocurre a partir del año 1958. Al
finalizar el año 1957 las Reservas Internacionales de Venezuela alcanzan a 1.396 millones de dólares y
para 1962 las reservas internacionales se habían ubicado en apenas 583 millones de dólares. Luego de
verificar que la medida de control de cambio no dio los resultados esperados, en 1961 se aplican
mecanismos más severos de regulación y en 1962 re registró una mejoría significativa en la Balanza
de Pagos. En 1964 se levanta la medida, y se formaliza la devaluación del bolívar y la fijación de un
tipo de cambio libre de 4,50 bolívares por dólar. El crecimiento económico venezolano era positivo y
llegó a alcanzar los 7,8% en 1.976. Casi dos décadas más tarde la inflación se incrementó y las
exportaciones petroleras descendieron de 19,3 millardos de dólares en 1.981 a 13,5 millardos en 1983.
Período1983-1989
El 18 de febrero de 1983, último día hábil de libre convertibilidad del bolívar frente al dólar
norteamericano, los egresos directos de divisas al exterior alcanzaron aproximadamente los 22.700
millones de dólares. De esta cifra, una pequeña parte (2.500 millones de dólares aproximadamente)
correspondía a obligaciones del Banco Central de Venezuela, mientras que el resto se relacionó con
operaciones realizadas por particulares en los tres meses precedentes.
En enero de 1983, el BCV disminuyó sus egresos directos significativamente, en tanto que desde la
banca comercial se registraron operaciones de venta de divisas al exterior por 6.733 millones de
dólares. La salida totalizó 7.464 millones de dólares ese mes. En febrero, el mes crítico, las
transferencias directas del Banco Central volvieron a disminuir a 703 millones de dólares, mientras
que las colocaciones de particulares se redujeron a un nivel no menos preocupante de 5.315 millones
de dólares, para un total en el mes de febrero de 6.018 millones de dólares.
La salida de divisas adquirió un promedio de venta diaria de unos 200 millones de dólares y,
específicamente, el “Viernes Negro” o 18 de febrero, la venta de divisas alcanzó la cifra de 160
millones de dólares.
La situación descrita coincidió con otros hechos importantes en el contexto internacional, que
evidenciaron de una manera violenta los llamados desequilibrios estructurales “encubiertos” de la
economía venezolana. El liderazgo de Venezuela en el seno de la OPEP se vino a menos en las
reuniones celebradas en enero de ese año en Viena y Ginebra, donde no se pudo concertar una
estrategia de defensa de los niveles de precio y producción, frente a la acción de acumular inventarios
en los países industrializados. Particularmente, en México la devaluación era muy abrupta, situación
que demostraba el nivel de endeudamiento acentuado que existía en los países de América Latina,
pues en ésta región se aplicaban políticas económicas similares.
La banca acreedora, en los meses previos a febrero 1983, había solicitado al gobierno de Luis Herrera
Camping, el pago inmediato de unos 13.000 millones de dólares en créditos con vencimiento en el
corto plazo, para lo cual las autoridades monetarias y financieras del momento negociaban la
obtención de un crédito de 2.500 millones de dólares para empezar a enfrentar el problema.
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El año 1983, era el último del gobierno de Luis Herrera Campíns y las elecciones nacionales, que
luego ganó Jaime Lusinchi, se celebrarían en el mes de diciembre. Leopoldo Díaz Bruzual y Arturo
Sosa protagonizaban, como presidente del BCV y por segunda vez Ministro de Hacienda,
respectivamente, uno de los enfrentamientos más notorios de la historia monetaria, financiera y
económica del país sobre la manera de enfrentar la crisis.
En febrero de 1988 con motivo de cumplirse cinco años del “Viernes Negro”, El Nacional publicó
varios artículos referidos al tema. En uno de estos artículos, Luis Herrera Campins, Arturo Sosa y
Leopoldo Díaz Bruzual, principales protagonistas de las medidas y hechos económicos ocurridos
ofrecieron sus declaraciones.
Sosa expresó que al encargarse por segunda vez del Ministerio de Hacienda le correspondió enfrentar
tres problemas clave: 1) una reducción sustancial en los precios del petróleo de 38 dólares el barril a
28 dólares el barril, con tendencia a seguir bajando; 2) el fracaso en la obtención de un crédito por
2.500 millones de dólares con el que se pretendía pagar parte de la deuda externa a corto plazo; 3) la
fuga de capitales que, en diciembre de 1982, marcaba un nivel de 9.213 millones de dólares
mensuales. En la misma entrevista, Sosa resaltó que a finales de enero de 1983 había sugerido la
necesidad de implantar una fórmula de control cambiario; sin embargo tal sugerencia fue rechaza tanto
por el Presidente Herrera Camping y Díaz Bruzual. La crisis continuaba así que Sosa y Díaz Bruzual
plantearon soluciones. Se manejaron dos escenarios: (i) un sistema de control de cambios
diferenciales que repitiera la experiencia de los años sesenta, cuando se autorizaron dólares
preferenciales para la deuda externa pública y privada, importaciones esenciales y servicios de los
poderes en el exterior; y otro esquema paralelo libre, para la compra de bienes suntuarios y cubrir las
necesidades de los particulares. (ii) una devaluación lineal que buscaba restablecer la paridad
cambiaria entre 6,50 y 8 bolívares por dólar. Mientras tanto se suspendieron las operaciones de compra
y venta de divisas en dos oportunidades y por espacio de una semana, para buscar un acuerdo final (El
Nacional, 1988 citado en Galea y Velásquez, 2004).
De igual manera, El Nacional entrevistó al ex-presidente del Banco Central de Venezuela, Leopoldo
Díaz Bruzual, quien reactualizó, cinco años después, su análisis. En esa oportunidad, Díaz Bruzual
señaló que fueron tres las causas que provocaron esa situación en febrero de 1983: 1) la
sobrevaluación del bolívar frente al dólar norteamericano en el orden de 35%; 2) el cobro de 13.000
millones de dólares de deuda ilegal externa por parte de la banca acreedora; y 3) la caída de los precios
del petróleo de 32 dólares el barril a 25 dólares el barril.
Reiteró Díaz Bruzual, que en febrero de 1983 le planteó al presidente Herrera Campíns una
devaluación lineal, un tipo de cambio único de Bs/US$ 6,50, más un régimen de control de cambios
flexible, que asegurara el abastecimiento al consumo e industria del país. Sin embargo, debido a
múltiples presiones hechas sobre el gobierno de Herrera, provenientes del propio partido de gobierno
(Copei), de las más diversas fuerzas económicas interesadas en sostener un dólar privilegiado a 4,30
bolívares y del partido Acción Democrática en la oposición, el lunes 28 de febrero, luego del cierre del
mercado cambiario, se adoptó el sistema propuesto por Arturo Sosa, Ministro de Hacienda (El
Nacional, 1988 citado en Galea y Velásquez, 2004).
El control de cambios se basó en la definición de dos tipos preferenciales: 1) Bs/US$ 4,30 y Bs/US$
6,00 y 2) una tasa de cambio libre. Las dos primeras tasas cubrían las importaciones calificadas como
esenciales y el servicio de deuda externa, mientras que a la tasa del mercado libre tenían lugar el resto
de las transacciones de la economía.
A finales de 1986, en virtud de una caída de 47% en los ingresos petroleros, la tasa referencial pasó de
Bs/US$ 7,50 hasta Bs/US$ 14,50 y se trasladaron hacia esa cotización las importaciones que
anteriormente se transaban a la tasa de Bs/US$7,50. Los efectos de la corrección del tipo de cambio en
diciembre de 1986 se expresaron en 1987 al triplicarse la inflación. Luego, la concurrencia de un
déficit fiscal de 7,8% del PIB y de cuenta corriente equivalente a 9,1% del PIB, conjuntamente con la
ampliación del diferencial cambiario hasta 132%, permitieron anticipar un colapso de balanza de
pagos a finales de 1988 con el consecuente cambio de régimen cambiario (El Nacional, 2004). Este
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cambio se materializó en febrero de 1989 con el nuevo gobierno para el período 1989-1993. Así pues,
se eliminó la oficina de Recadi y se dio paso a una liberación de los precios del dólar.
Para el momento de entrar en vigencia el nuevo esquema cambiario, se determina una paridad nominal
del orden de Bs/US$ 39,60 que era exactamente la paridad del mercado libre para el día en que se
eliminó el control de cambios, esto implicaba una fuerte devaluación, si se le compara con el tipo de
cambio preferencial que estaba vigente de Recadi, fijado en Bs/US$ 14,50 desde diciembre de 1986.
La eliminación del régimen de cambio diferencial tuvo la virtud de acabar con una de las mayores
fuentes de corrupción que había existido en el país. Por otra parte, el nuevo esquema cambiario tuvo
un fuerte impacto en el nivel de los precios, ya que al suprimirse el tipo de cambio preferencial, todos
los bienes tendrían que importarse al cambio vigente en el mercado, ello se tradujo, como es natural,
en una aguda inflación de costos en los inicios del programa de ajustes del segundo gobierno de Carlos
Andrés Pérez.
Período 1994-1996
La continua pérdida de reservas internacionales durante el mes de junio de 1994 motivó el cierre del
mercado cambiario entre el 27 de junio y el 9 de julio, una vez agotados los esfuerzos por detener las
salidas de capital en el contexto del esquema de minidevaluaciones. Se instrumentó un control de
cambios integral según el cual todas las transacciones, tanto corrientes como financieras, estaban
cubiertas por una tasa de cambio única de 170 bolívares por dólar; lo que significó una devaluación de
23% respecto al tipo de cambio promedio de mayo de 1994 y la asignación de las divisas quedó a
cargo de una junta donde participaban el BCV y el Gobierno Nacional.
No se contempló la posibilidad de un mercado de cambios paralelo, aunque efectivamente un mercado
negro absorbió las distorsiones del mercado, que llegó a reflejar un diferencial de 92% en noviembre
de 1995 entre el cambio real y el declarado por el BCV. Una vez que los demandantes de divisas se
fueron ajustando a los requerimientos administrativos que exigía la Junta de Administración
Cambiaria, las reservas comenzaron a disminuir lo que determinó que las autoridades devaluaran el
tipo de cambio oficial en 70% el 11 de diciembre de 1995, hasta Bs/US$ 290.
El deterioro de la cuenta corriente a partir del segundo trimestre de 1995 y el decrecimiento de la
economía refleja que estaban operando importantes salidas de capital encubiertas a través de las
transacciones comerciales, al tiempo que había un fuerte incentivo a importar dado la sobrevaluación
de la tasa de cambio oficial y el considerable diferencial cambiario lo cual hacía suponer que la tasa de
cambio paralela expresaba un valor de la divisa más cercano a las verdaderas condiciones del
mercado.
A comienzos de 1996 se hizo evidente que el sistema de control de cambios se había agotado y que la
economía estaba en una situación igual o peor que cuando el mismo se instrumentó. En abril se
anunciaron un conjunto de medidas de política económica entre las cuales estaba el desmantelamiento
del control de cambios y la adopción de un esquema de flotación entre bandas.
Bandas Cambiarias 1996 –2002 y Control Cambiario 2003
Antes de implementar el sistema de bandas cambiarias en julio de 1996. Venezuela tuvo un momento
de transición (abril – julio 1996), en el cual, el bolívar flotó libremente. El dólar saltó de bolívares 290
a 470. Hasta el 12 de febrero del 2002, Venezuela mantuvo sus bandas cambiarias y el dólar se cotizó
a 793 bolívares para la venta.
El 13 de febrero de 2002, entró en vigencia un esquema de flotación, el cual produjo el cierre de la
divisa estadounidense para ese día en 980 Bs/US$ para la compra y 981 Bs/US$ para la venta, según
el Banco Central de Venezuela. Para el 31/12/2002 el tipo de cambio referencial, según el BCV se
situaba en 1.399,50 Bs/US$ para la compra y 1.403 Bs/US$ para la venta. El 5 de febrero del año 2003
cuando el gobierno decretó un nuevo control de cambios, quedaron atrás los esquemas de bandas, cuya
duración fue de casi 6 años, y de libre flotación, que no pudo superar el año de existencia. Desde ese
momento y hasta nuevo aviso, el mercado cambiario se regirá por un sistema que se ha implementado
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en tres ocasiones en los últimos 20 años y que fijó, en principio, el tipo de cambio en 1.596 Bs/US$
para la compra y Bs/US$ 1.600 para la venta. Dos devaluaciones han ocurrido hasta la fecha: una en
febrero de 2004 cuando la tasa de cambio oficial se estableció en Bs/US$ 1.920 para la venta y
Bs/US$ 1.916 para la compra; y otra en marzo de 2005 a una tasa oficial de Bs/US$ 2.144,60. La
implementación del nuevo sistema cambiario trajo consigo, desde finales de marzo de 2003, un
mercado paralelo al que acuden empresarios y particulares que necesitan divisas para cubrir las
necesidades no satisfechas por Cadivi.
1.2 Objetivos de la investigación
Objetivo general
Estudiar los efectos del control de cambios en la actividad turística en Venezuela, considerando, en
particular, aquellos relacionados con el gasto turístico y los consumos de nacionales en el exterior.
Objetivos específicos
-
Realizar un análisis del comportamiento de la actividad turística en Venezuela a partir del
control de cambios del año 2003, considerando las variaciones a partir de las dos devaluaciones
y los procesos de flexibilización para la adquisición de divisas.
-
Realizar un análisis del gasto turístico del turismo emisor según modalidad de pago.
-
Identificar las normativas para la adquisición de divisas para viajeros destinadas al pago de
consumos en el exterior, así como las sanciones establecidas para las operaciones fraudulentas
y sus consecuencias para la actividad turística en general.
2. ESTADO DE LA CUESTIÓN
2.1 Características del control de cambio
Según se explica en la pagina Web de Cadivi (http://www.cadivi.gov.ve/) en su sección “biblioteca”,
un control de cambio es un instrumento de política cambiaria que consiste en regular oficialmente la
compra y venta de divisas en un país. De esta manera, el Gobierno interviene directamente en el
mercado de moneda extranjera, controlando las entradas o salidas de capital.
Crespo et al. (2003), en su artículo sobre el tema señalan que algunos autores definen el control de
cambio como cualquier intervención oficial en el comercio de divisas o en su disposición. Así, por
ejemplo, la fijación de un tipo de cambio por la autoridad, aunque se deje libre la demanda, pero
centralizando la oferta en totalidad o en parte, puede interpretarse como una forma de control y en
efecto lo es; pero los mecanismos del mercado siguen operando en lo sustancial. Si la autoridad no
centraliza una porción sustancial de la oferta le es difícil sostener un determinado tipo de cambio (la
alternativa puede ser un fondo de estabilización suficiente), ya que se efectuarían operaciones a
diferentes tipos de acuerdo con las situaciones del mercado. Otros autores sostienen que el control de
cambio existe cuando se reglamenta, restringe y fiscaliza el uso o aplicación de las divisas compradas
por los particulares.
El control de cambios lo puede ocasionar, por lo general, ciertas situaciones de alta inestabilidad que
amenacen la seguridad económica de una nación, siendo algunas de ellas: (i) Una fuerte pérdida de
reservas internacionales; (ii) Una aceleración de la devaluación de la moneda nacional, producto de
una precipitada salida de capitales y de movimientos especulativos; (iii) Una crisis bancaria o
financiera; (iv) Una situación de conmoción política y social que amenace la estabilidad del país,
como por ejemplo una declaratoria de guerra.
Así pues, se establece, entre otras razones, para evitar la fuga de capitales al exterior, y por tanto
impedir la disminución de las reservas internacionales; evitar el aumento de los precios, producto de la
devaluación de la moneda nacional; defender el valor de la moneda frente a ataques especulativos;
6
ejercer un control sobre cierto tipo de importaciones, que podrían considerarse no prioritarias; evitar
una demanda excesiva de divisas que sobrepase las necesidades reales de la economía nacional.
Algunos de los beneficios en su aplicación pueden estar asociados a:
-
Se garantiza la provisión de dólares para los bienes de consumo básico (medicinas, alimentos)
e importaciones esenciales, lo cual permite regular su precio y evitar alzas especulativas.
-
Se evita un colapso en las relaciones económicas del país con el extranjero, al enviar el
mensaje de que el Gobierno busca mecanismos para mantenerse solvente y cumplir con sus
compromisos, por ejemplo, el pago de la deuda externa.
-
Se induce una estabilización y reducción de las tasas de interés en el país.
-
La producción nacional es favorecida, ya que con las restricciones a la importación y a la
salida de capitales, los productores nacionales tienen más oportunidad de colocar sus bienes en
el mercado interno, supliendo así la demanda de aquellos productos que originalmente eran
importados.
Asimismo, pueden existir algunos costos dentro de los cuales se pueden mencionar:
-
Ciertos bienes y servicios importados, como productos de lujo o muy específicos, pueden
encarecerse o escasear. Esto debe ser particularmente tomado en cuenta debido al alto
componente de productos importados en algunas economías.
-
Se pueden generar ciertas molestias debido al proceso administrativo para el otorgamiento de
divisas.
-
Un control de cambio exige ajustes difíciles de política económica, por ejemplo, reducciones
al presupuesto nacional.
-
Las actividades controladas podrían desviarse hacia el mercado negro, reorientándose hacia un
mercado no controlado.
Crespo et al. (2003) y Galea y Veláquez (2004) consideran cuatro variables en el momento de definir
las características del control de cambio, a saber:
-
La fijación de un tipo de cambio por autoridad del Estado: El mercado cambiario puede estar
regulado por la autoridad monetaria del país, el cual posee el control sobre la oferta de divisas,
y puede intervenir en el mercado para fijar el tipo de cambio o para controlar sus
fluctuaciones; la demanda puede ser restringida por el mismo ente, o puede ser libre, y variará
según el tipo o tipos de cambio fijados por la autoridad monetaria.
-
Los mecanismos normales de oferta y demanda quedan fuera de operación: Los mercados de
divisas se determinan por las leyes de oferta y demanda que rigen los diversos mercados
económicos, siendo el tipo de cambio el punto de intersección entre las cantidades de divisas
necesarias para las importaciones y la oferta de moneda extranjera proveniente de las
exportaciones. Las variaciones en la demanda y en la oferta de divisas conllevan a alteraciones
en el tipo de cambio; sin embargo, hay un tipo de cambio normal o de equilibrio en torno al
cual se efectúan las variaciones y que debe corresponder al equilibrio de los pagos
internacionales. El control de cambios es una intervención oficial del mercado de divisas, de
tal manera que los mecanismos normales de oferta y demanda quedan total o parcialmente
fuera de operación y en su lugar se aplica una reglamentación administrativa sobre compra y
venta de divisas, que implica generalmente un conjunto de restricciones cuantitativas y/o
cualitativas de la entrada y salida de cambio extranjero.
-
La reglamentación administrativa para su control es aplicada por el Estado: Debido a que los
mecanismos normales de oferta y demanda quedan fuera de operación, se imponen una serie
de procedimientos administrativos para la compra y venta de divisas diseñados y aplicados por
parte de los entes competentes.
7
-
Restricción de la entrada y salida de divisas: Control de cambio significa toda norma jurídica
dirigida a restringir o regular el acceso de un sujeto a los mercados internacionales de divisas,
por razón de su nacionalidad o domicilio. Los sistemas de control de cambio a veces se dirigen
no solo a los nacionales o residentes de un país, sino igualmente a una moneda determinada,
restringiendo la libre negociación tanto a los nacionales como a los extranjeros. El efecto de
un control de cambio es el de vigilar, controlar o monopolizar la libre oferta y demanda de una
moneda en los mercados de cambio.
2.2 Tipos de cambio
El tipo de cambio es el precio o valor que tiene una moneda respecto a otra. Este concepto
básicamente expresa la cantidad de moneda local necesaria para comprar una moneda extranjera, es
decir, cuantos bolívares, en este caso, se necesitan para comprar un dólar. El tipo de cambio refleja la
fortaleza de una moneda, y por lo tanto de la economía de un país. Es fijado, entre otros factores, por
la ley de oferta y demanda de divisas (Ministerio de Finanzas et al., 2003 citado por Cadivi, 2004).
Crespo et al. (2003) definen las modalidades de tipo de cambio: (i) Tipo de cambio rígido y flexible;
(ii) Tipo de cambio fijo y variable; (iii) Tipo de cambio único y múltiple.
El tipo de cambio rígido es aquel cuyas fluctuaciones están contenidas dentro de un margen
determinado. Este es el caso de patrón oro, en que los tipos de cambio pueden oscilar entre los
llamados puntos o límites de exportación e importación de oro, por arriba o por debajo de la paridad.
Si los tipos de cambio excedieran de dichos límites ocurrirían movimientos de oro que harían volver
las cotizaciones al margen determinado. Su funcionamiento exige la posibilidad concreta de dichos
movimientos de oro y se asegura, además, mediante un mecanismo operativo de movimientos de
capital a corto plazo, ligados a una relación entre los tipos de cambio y las tasas monetarias de interés.
El tipo de cambio flexible es aquel cuyas fluctuaciones no tienen límites precisamente determinados,
lo que no significa que tales fluctuaciones sean ilimitadas o infinitas. Este es el caso del patrón de
cambio puro y del papel moneda inconvertible. Son los propios mecanismos del mercado cambiario y,
en general, la dinámica de las transacciones internacionales del país, los que, bajo la condición
esencial de la flexibilidad, permiten una relativa estabilidad de los cambios, dadas las elasticidades de
oferta y demanda de los diversos componentes de la balanza de pago.
Los sistemas de cambios fijos son una forma de controlar la paridad de cambio de una moneda con
otra. Bajo este sistema, la paridad de cambio de una moneda e un acto oficial de la autoridad
monetaria central. Cuando un país está sujeto a un sistema de cambio fijo, la tasa de cambio no va a
depender de la libre oferta y demanda de la moneda en los mercados internacionales, si no de la
política del Estado, la cual deberá estar influenciada por razones fundamentalistas, inclusive la balanza
de pagos del país, perspectivas económicas entre otras.
El tipo de cambio único, como su nombre lo indica, es aquel que rige para todas las operaciones
cambiarias, cualquiera que sea su naturaleza o magnitud. Se tolera cierta diferencia entre los tipos de
compra y de venta de la divisa como margen operativo para los cambistas en cuanto a sus gastos de
administración y operación y beneficio normal. El ideal del Fondo Monetario Internacional (FMI) es
el sistema de cambios únicos, que no admite discriminación en cuanto a las fuentes de origen de las
divisas ni en cuanto a las aplicaciones de las mismas en los pagos internacionales. De modo distinto,
los tipos de cambio múltiples o diferenciales permiten la discriminación entre vendedores y entre
compradores de divisas, de acuerdo con los objetivos de la política monetaria, fiscal o económica en
general. Mediante este sistema puede favorecerse determinadas exportaciones (con tipos de cambio de
preferencia que proporcionen más moneda nacional por unidad de moneda extranjera a los respectivos
exportadores), determinadas entradas de capital, o restringirse determinadas importaciones o salidas de
capital y otras transacciones internacionales. Es un sistema frecuentemente utilizado por los países no
desarrollados como un instrumento auxiliar de la política de crecimiento económico.
8
3. DESCRIPCIÓN DE LA METODOLOGÍA
3.1 Fases de la investigación
El trabajo se ha estructurado en las siguientes fases:
-
Fase I: Revisión teórica y fundamentación a través de diversas fuentes de información que
incluyen: prensa, informes de investigación, libros, bases de datos o fuentes de información
estadística e información en Internet o, en páginas world wide web.
-
Fase II: Aplicación de métodos cualitativos a través de la realización de entrevistas
estructuradas
-
Fase III: Análisis y procesamiento de la información
-
Fase IV: Presentación de los resultados
3.2 Métodos para la obtención de información
De acuerdo con el tipo de la investigación y sus objetivos, se consideró el uso de una metodología de
carácter cuantitativo y cualitativo. En primer lugar, la investigación se basa en el análisis de la
información estadística (fuentes secundarias de información), suministrada por los entes
gubernamentales encargados de la recolección y procesamientos de datos estadísticos relevantes al
presente estudio: Banco Central de Venezuela (BCV), Viceministerio de Turismo, Instituto Nacional
de Estadística (INE) y Comisión de Administración de Divisas (CADIVI).
Atendiendo al tipo de información las fuentes de información estadísticas relacionada con el sector
turístico pueden clasificarse en tres categorías: 1. Registros administrativos; 2. Encuestas y 3. Censos
(OMT, 2001). En el caso de Venezuela existe un Sistema Estadístico Nacional (SEN), conformado por
el conjunto de principios, órganos, funciones y recursos interrelacionados por medio de los cuales las
ramas del Poder Público Nacional, Estadal y Municipal producen información estadística de interés
nacional. La definición contempla también a los organismos desconcentrados del Poder Público
Nacional, las empresas del estado venezolano y a cualesquiera entidades con autonomía funcional que
ejerzan la función estadística (INE). Así pues, la Tabla 1 presenta las distintas fuentes y los
organismos e institutos responsables.
Tabla 1. Fuentes de información estadística sobre el sector turístico en Venezuela
Organismos e institutos nacionales
Banco Central de Venezuela (BCV)
Viceministerio de Turismo (adscrito al Ministerio de
Producción y Comercio)
Instituto Nacional de Estadística (INE)
CADIVI
Fuentes de información
- Indicadores macroeconómicos, control de
cambios 1983-1988
- Indicadores macroeconómicos, control de
cambios 1994-1996
- Reservas internacionales
- Turistas llegados a Venezuela
- Salidas de venezolanos al exterior
- Encuesta de Turismo Receptivo
- Encuesta de Turismo Emisivo
- Empresas y divisas liquidadas por el BCV 20032004
- Resumen mensual de solicitudes aprobadas
(Cantidad de Solicitudes) 2004-2005
- Resumen mensual de solicitudes aprobadas
(Monto en US$ de las Solicitudes) 2004-2005
Fuente: Elaboración propia
Asimismo, se aplicó el método cualitativo considerando la opinión de expertos debido a la necesidad
de ampliar la información cuantitativa disponible y a las propias exigencias del tema de investigación.
9
En general, las razones que justifican la aplicación del método son: (i) no se dispone de información
histórica que documente la investigación; (ii) la investigación propuesta está enmarcada en un entorno
económico muy cambiante; (iii) no está definido el horizonte temporal de la aplicación de la medida
de control cambiario en Venezuela y por lo tanto existe una gran incertidumbre.
Así, se diseño una guía de entrevista para ser aplicada a representantes y agentes de las cámaras y
asociaciones que agrupan a las empresas del sector turístico en Venezuela vinculadas a las agencias de
viaje, operadores turísticos, líneas aéreas y otras transportistas; así como a funcionarios de CADIVI,
quienes emitieron su opinión respecto a las siguientes variables: (i) el impacto que ha causado la
medida en las ventas de productos y servicios; (ii) la flexibilización del control de cambio; (iii) los
efectos de las dos devaluaciones de la moneda en el período 2003-2005; y (iv) la normativa
establecida para el otorgamiento de divisas.
4. PRESENTACIÓN DE RESULTADOS
4.1 Situación actual del control de cambio en Venezuela
La paralización de actividades de la industria petrolera1 produjo una fuerte caída en la entrada de
divisas al Banco Central a partir del mes de diciembre de 2002. Entre el día 13 de ese mes y el 21 de
enero de 2003 las reservas internacionales cayeron en USD 1.917 millones, es decir 12,16% en 39 días
(25 días de operaciones cambiarias). Esto representa una caída neta de reservas en promedio de USD
76,7 millones diarios. Paralelamente, la conflictividad política contribuyó a presionar el tipo de
cambio al alza y a principios de enero comenzó a depreciarse aceleradamente. Entre el 31 de
diciembre de 2002 y el 23 de enero de 2003 el tipo de cambio nominal se depreció en 32%; mientras
que la depreciación mensual promedio (hasta el 20 de diciembre) del año 2002 había sido 5,5%.
El 21 de enero el mercado cambiario fue suspendido y el 6 de febrero fue anunciada la
implementación de un control de cambios. Como se evidencia en el Gráfico 1, la presión sobre las
reservas y el tipo de cambio fue significativa. El informe presentado por la Oficina de Asesoría
Económica de la Asamblea Nacional (2003) considera que, definitivamente, la situación merecía la
aplicación de alguna medida de política económica por parte del gobierno y el BCV; sin embargo
dicho informe intenta analizar la medida que se adoptó a la luz de las alternativas que tenía disponibles
la Nación, sin hacer ninguna interpretación sobre la paralización de la industria petrolera. Se limita a
considerar las consecuencias para el mercado cambiario del hecho que la industria petrolera dejara de
producir divisas para el Estado durante casi dos meses.
Gráfico 1. Reservas Internacionales (MM USD) y TCN (Bs/USD) desde noviembre 2002
2000
1800
1600
1400
1200
1000
800
600
400
200
0
Reservas Internacionales
(MMUSD)
T ipo de cambio (Bs/USD)
21/02/03
07/02/03
24/01/03
10/01/03
27/12/02
13/12/02
29/11/02
15/11/02
01/11/02
16500
16000
15500
15000
14500
14000
13500
13000
12500
Fuente: Banco Central de Venezuela
10
Posterior al decreto de creación de Cadivi, se publicaron 2 nuevos decretos en Gaceta Oficial Nº
37.625 y 37.627 en los cuales se establecía la fijación del tipo de cambio en Bs. 1.596 por dólar para la
compra y Bs. 1.600 por dólar para la venta y Bs. 1.600 por dólar para el pago de la deuda pública
externa.
El 09 de febrero de 2004, se concretó la devaluación de la moneda en 20%, pasando el tipo de cambio
de Bs/US$ 1.600 a Bs/US$ 1.920. Sin embargo, el verdadero marcador de la economía es el tipo de
cambio del mercado paralelo, que para febrero de 2004 se ubicó en Bs/US$ 3.248,79 por lo que
ocurrió una maxidevaluación de 103% (López Hernández, 2004).
A comienzos de marzo de 2005 ocurre una nueva devaluación del bolívar del 12% prevista en el
presupuesto del año 2005. La medida fue publicada en la Gaceta Oficial de la República Bolivariana
de Venezuela N° 38.138 de fecha 2 de marzo de 2005. Esta vez el ente oficial fija el tipo de cambio en
2.144,60 bolívares por dólar para la compra y en 2.150 bolívares por dólar para la venta. En esta
oportunidad el mercado negro, obviamente, también hará sus ajustes. Así, el día 04 de marzo el dólar
oscilo durante por sobre los Bs. 2.700 y anteriormente se cotizaba en Bs. 2.500 por dólar.
Muchas fueron las reacciones adversas a la nueva devaluación por considerarse, una vez más, que no
se justifica pues las reservas internacionales se han recuperado en 78% durante control de cambio
gestionado por Cadivi, según el Informe de Gestión del mes de marzo de 2005 que fue entregado por
ese organismo al Vicepresidente Ejecutivo, José Vicente Rangel. En ese informe se indica que entre
los años 2001 y 2002 la fuga de capitales mermó las reservas internacionales en más de 7 mil millones
de dólares. Sin embargo, la recuperación ha llevado a las reservas de 13.898 millones de dólares en
enero del año 2003 a 24.786 millones de dólares en febrero de 2005. En cuanto al Riesgo País, registra
récord de 379,6 puntos básicos al cierre de 2004 en comparación al registrado en enero del año 2003
cuando se ubicó en 1.110 puntos básicos (Prensa de la Vicepresidencia, 2005).
Por su parte el economista Orlando Ochoa en una entrevista a El Nacional, argumenta que el énfasis
manifiesto por parte del gobierno en bajar la inflación y un aumento previsible en los precios del
petróleo hacían pensar que la devaluación podía postergarse. Por supuesto, devaluar significa tener un
impacto sobre los precios de los productos importados y en último caso, sobre toda la economía
venezolana. El gobierno aparentemente tiene un enorme gasto fiscal y por lo tanto, ese pareciera ser el
principal motivo para la devaluación (López, 2005). En una conferencia en la Confederación de
Trabajadores de Venezuela, el economista Gustavo García señaló que la devaluación de 12% va a
impactar sobre la inflación por encima de la corrección cambiaria. Hizo mención que la devaluación
sólo tiene su explicación en la voracidad fiscal ya que las perspectivas petroleras indican que la cesta
petrolera venezolana se ubicará por encima de los 33,5 dólares alcanzados en 2004 (Correo del Caroní,
2005). Sin embargo, el actual ministro de Finanzas Nelson Merentes, descartó otra devaluación para
este año, al señalar que el gobierno está implementando un plan progresivo para lograr una mayor
estabilidad y controlar la inflación que no debe sobrepasar el 15% este año (El Nacional, 2005).
Respecto al otorgamiento de divisas el Informe de Gestión presentado por Cadivi en marzo de 2005,
enfatiza en que ha liquidado cerca de dos millardos de dólares al cierre de febrero 2005, siendo el
promedio diario de autorización de divisas de 67 millones de dólares. Destacan los rubros de
alimentación y salud como los de mayor prioridad en la asignación de divisas. Asimismo, señala que
las importaciones venezolanas concentran el 64% de la asignación en lo que va de 2005, equivalente a
un total de 1.179,41 millones de dólares. Además, destaca la aprobación de 299,33 millones de dólares
para la deuda externa privada; 136,15 millones de dólares para inversiones extranjeras; 105,24
millones de dólares para tarjetas de crédito; 46,70 millones de dólares para líneas aéreas; 21,40
millones dólares asignados al sector estudiantil; 19,68 millones de dólares para verificadoras
internacionales; 14,23 millones de dólares para seguros y reaseguros; 9,34 millones de dólares para
remesas familiares; 6,41 millones de dólares para casos especiales; 2,53 millones de dólares para
jubilados; 1,92 millones de dólares en efectivo para viajes; 1,58 millones de dólares para consulados y
embajadas y, 0,38 millones de dólares para el convenio ALADI, lo que suma un total de 1.844,30
millones de dólares al cierre de febrero de 2005 (Prensa de la Vicepresidencia, 2005).
11
La flexibilización en materia cambiaria entró en vigencia en febrero 2004 con la autorización de
consumos en el exterior a través del uso de tarjetas de crédito. Sin embargo, la medida no significa de
ningún modo su eliminación definitiva. Así lo aseguró el presidente del organismo para esa fecha,
Edgar Hernández Behrens, en una rueda de negocios entre empresarios brasileños y venezolanos en
Sao Paulo. Con relación a la permanencia del control cambiario Hernández Behrens ratificó a la
Agencia EFE en Sao Paulo, que la medida cambiaria estará de manera permanente en Venezuela
porque ha resultado beneficioso para el país, tal y como lo mantiene Brasil desde hace 30 años,
Colombia desde hace 28 años o Chile desde hace tiempo. Asimismo, aseguró que los beneficios del
control se han manifestado en una “mejoría histórica de los indicadores macroeconómicos del país.
Las reservas internacionales del país están actualmente en un nivel récord de 24.000 millones de
dólares y que la liquidez monetaria es de 33 billones de bolívares (unos 17.187 millones de dólares),
casi el doble de lo que estaba cuando se introdujo el control cambiario”. A su vez, el representante de
Cadivi recalcó la importancia del control cambiario y de su objetivo de “satisfacer las necesidades de
divisas de personas naturales y empresas, para que no tengan que buscar dólares en el mercado negro”
(Cantv.net, 2004).
El control cambiario ha producido algunos efectos en la economía. El diario El Nacional preparó en
febrero de 2004, el trabajo periodístico “Un año de control cambiario”. A continuación se hace
referencia a estos efectos:
-
Mercado paralelo: El 21 de enero de 2003, cuando se suspendieron las operaciones cambiarias,
el Ministerio de Finanzas, Tobías Nóbrega, prohibió cualquier tipo de negociación con la
moneda norteamericana, incluyendo la conversión de los títulos de la Bolsa de Caracas que
tuviesen la posibilidad de ser canjeados por Recibos de Depósito Americanos (ADR en sus
siglas en inglés), que son papeles que se negocian en la Bolsa de Nueva York y están
denominados en divisas. Sin embargo, cuando entró en vigencia el decreto que dispuso la
aplicación de un régimen de control de cambio -el 6 de febrero de 2003- no se restringió la
posibilidad de convertir las acciones que cotizan en el corro capitalino a sus similares en
Estados Unidos, como es el caso de las acciones de la Compañía Anónima Nacional Teléfonos
de Venezuela (CANTV). Con esta fisura en el esquema cambiario, se estableció desde finales
de marzo de 2003 un mercado paralelo al que acuden algunos empresarios que necesitan
divisas para mantener sus negocios a flote. Los socios de CANTV tienen la posibilidad de
"empaquetar" grupos de siete de sus acciones y canjearlos por un ADR a través de las
instituciones financieras que sirven de agentes de traspaso, como el Bank of New York y el
Banco Venezolano de Crédito. Esto significa que por cada 7 acciones se puede obtener un
ADR de la telefónica. La cotización del dólar en este mercado superó la barrera de los Bs.
3.000 a finales del año 2003. Esta actividad generó que la Bolsa de Valores de Caracas haya
registrado el mayor rendimiento del mundo en el año 2003, al subir aproximadamente 300%.
-
Reservas internacionales: Según los voceros del Poder Ejecutivo, el objetivo principal del
torniquete cambiario era detener la caída vertiginosa de las reservas internacionales, que se
aceleró desde el segundo semestre del año 2002. Esta tarea se cumplió de sobra. La meta
revelada en mayo de 2003 por el entonces viceministro de Producción y Comercio, Víctor
Álvarez, señalaba que al alcanzar los 18.000 millones de dólares se revisaría el esquema
cambiario. Eso sucedió en agosto, pero el control siguió y las reservas para el mes de febrero
de 2004 superaban los 21.000 millones, duplicando el monto registrado en febrero de 2003.
Las múltiples ofertas de flexibilización pronunciadas por el ministro de Finanzas no se habían
traducido en hechos concretos.
-
Inflación: Paralelamente al control de cambio implementado desde el 6 de febrero de 2003, el
Poder Ejecutivo activó un control de precios a varios bienes y servicios de primera necesidad.
Sin embargo, estas medidas no fueron barrera suficiente para detener en 2003 el aumento del
costo de la vida. Según las cifras del BCV, la inflación al cierre del año se ubicó en 27.1%,
porque los bienes y servicios no sujetos a algún control aumentaron 38.4% de precio. La única
12
buena noticia que trajo para los consumidores el primer informe del BCV de ese año, es que
los aumentos fueron menores que los de hace un año. Al cierre de 2002, la inflación se ubicó
en 31.2%, cuatro puntos por encima del aumento del costo de la vida en 2003.
4.2 Marco Legal: Convenio Cambiario, Creación de CADIVI y Ley Habilitante
El 5 de febrero de 2003 fue publicado en Gaceta Oficial Nº 37.625 un decreto de convenio cambiario a
través del cual el Ejecutivo Nacional considerando:
-
Que la disminución de oferta de divisas de origen petrolero y la demanda extraordinaria de
divisas, ha afectado negativamente el nivel de las reservas internacionales y el tipo de cambio,
lo cual podría poner en peligro el normal desenvolvimiento de la actividad económica en el
país y el cumplimiento de los compromisos internacionales de la República Bolivariana de
Venezuela.
-
Que se ha evidenciado una sustancial reducción de las exportaciones de la industria petrolera
nacional, lo cual ha afectado significativamente las cuentas de la nación.
-
Que es necesario adoptar medidas destinadas a lograr la estabilidad de la moneda, asegurar la
continuidad de los pagos internacionales del país y contrarrestar movimientos inconvenientes
de capital.
-
Que corresponde al Banco Central de Venezuela administrar las reservas internacionales y
participar, conjuntamente con el Ejecutivo Nacional, en el diseño y ejecución de la política
cambiaria.
Se convino en establecer un régimen para la administración de divisas en cuyo articulado se decretaron
las siguientes disposiciones generales:
1. El Banco Central de Venezuela centralizará la compra y venta de divisas en el país.
2. La coordinación, administración, control y establecimiento de requisitos, procedimientos y
restricciones que requieran la ejecución del convenio cambiario corresponde a la Comisión de
Administración de Divisas (CADIVI), la cual fue creada por el Ejecutivo Nacional mediante
decreto Nْ 2.032 de la Gaceta Oficial Nº 37.625. La Comisión de Administración de Divisas
está integrada por cinco miembros nombrados por el Presidente de la República, entre los
cuales se encuentra un miembro seleccionado por una terna presentada por el Directorio del
Banco Central de Venezuela.
3. Las atribuciones de la Comisión de Administración de Divisas son ejercidas sin perjuicio de
las facultades de ejecución de la política cambiaria que corresponde al Banco Central de
Venezuela y sus decisiones agotan la vía administrativa.
4. La Comisión de Administración de Divisas ajustará su actuación, de acuerdo a lo establecido
en el artículo 141 de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, a los
principios de honestidad, participación, eficacia, eficiencia, transparencia, rendición de
cuentas y responsabilidad en el ejercicio de sus funciones, en los términos que se establecen
en la ley.
5. Los bancos e instituciones financieras, las casas de cambio y los demás operadores cambiarios
autorizados para actuar en el mercado de divisas quedan sujetos al cumplimiento del convenio
cambiario.
6. El Banco Central de Venezuela fijará de común acuerdo con el Ejecutivo Nacional el tipo de
cambio para la compra y venta de divisas.
7. El Banco Central de Venezuela con aplicación de sus propios mecanismos aprobará el
presupuesto nacional de divisas que regirá el convenio cambiario. Para determinar el monto
disponible de divisas, el Banco Central de Venezuela deberá tomar en consideración las
13
condiciones monetarias, crediticias y cambiarias relacionadas con la estabilidad de la moneda
y el desarrollo ordenado en la economía, así como los niveles de reservas internacionales.
8. El Banco Central de Venezuela fijará, mediante resolución, el monto a partir del cual deberá
declararse exportación e importación de moneda metálica, billetes de bancos y cheques
bancarios al portador, realizada conforme al régimen cambiario previsto en el convenio
cambiario.
9. Las normas y compromisos internacionales suscritos por la República y establecidos en los
acuerdos y tratados bilaterales, multilaterales y de integración serán de aplicación preferente a
las disposiciones del convenio cambiario.
10. Las organizaciones internacionales con las cuales la República Bolivariana de Venezuela haya
suscrito acuerdos o convenios internacionales, podrán efectuar operaciones de cambio
directamente ante el Banco Central de Venezuela, sin necesidad de autorización alguna.
En general, el marco legal que rige el control cambiario (Cadivi, 2005) contempla los siguientes
instrumentos promulgados el 10 de febrero de 2003:
-
Acuerdos que suspende la venta de divisas por cinco días, establece que la suspensión no se
aplica a ciertas operaciones.
-
Decretos: N° 2.278 (autoriza al Ejecutivo Nacional para convenir con el Banco Central
limitaciones a las operaciones en divisas) (21-01-03); Nº 2302 (Creación CADIVI) (05-022003); Nº 2303 (Miembros CADIVI) (05-02-2003); Nº 2.330 (Reforma parcial del decreto
2.302) (06-03-2003); 2.320 (Lineamientos generales para la distribución de divisas) (06-032003); Nº 2.379 (adquisición de divisas destinadas al financiamiento de importaciones de
bienes embarcados hacia puertos venezolanos o nacionalizados en el periodo comprendido
entre el dos (2) de diciembre 2002 y el 21 de enero de 2003 (290-4-2003)
-
Convenios Cambiarios: N°1 (Régimen Cambiario) (05-02-2003); N° 2 (Tasa de cambio) (0502-2003); N° 3 (Tipo de Cambio Deuda pública Externa) (07-02-2003).
-
Providencias: Operadores Cambiarios; Registro de Usuarios; Seguros y Reaseguros; Compra
de Divisas; Importaciones; Exportaciones; Estudiantes; Casos Especiales; Representaciones
Diplomáticas y Consulares; Remesas; Líneas Aéreas; Deuda Externa Privada; Inversiones
Extranjeras; Tarjetas de Crédito.
Sin embargo, la decisión del Tribunal Supremo de Justicia, adoptada en Noviembre de 2001, que
declaró con lugar el recurso de nulidad que se introdujo contra algunas disposiciones del régimen de
control de cambios que rigió entre 1994 y 1996, significaba una traba legal para el Ejecutivo Nacional
en el establecimiento del presente control de cambios.
El litigio comenzó en 1995, cuando un grupo de abogados introdujo un recurso de nulidad contra la
Ley de Régimen Cambiario que se aprobó durante el segundo gobierno de Rafael Caldera,
principalmente porque se incluían artículos que según criterio de estos juristas violaban garantías de
legalidad en materia de sanciones. Además el dictamen de la Sala Constitucional no se limitó sólo a
los aspectos que fueron objetados por los abogados, sino que amplió sus reflexiones al señalar que si el
Ejecutivo quiere establecer un control cambiario, debe hacerlo mediante una Ley Habilitante que
apruebe la Asamblea Nacional. En tal sentido, según lo dispuesto por el Tribunal Supremo de Justicia,
el Gobierno Nacional debería contar con la autorización legal de la Asamblea Nacional, la cual, como
lo dice el texto constitucional en su artículo 203, requiere que sea aprobada con las tres quintas partes
de los diputados.
Otra vía legal para que se apruebe un control de cambios es que el Ejecutivo Nacional declare un
estado de excepción alegando emergencia económica, el cual debe ser decretado por el Presidente de
la República en consejo de ministros, debe ser aprobado por la Asamblea Nacional, la Sala
Constitucional del Tribunal Supremo de Justicia debe pronunciarse sobre su constitucionalidad, y la
14
vigencia es de noventa días, pudiendo ser prorrogable hasta por noventa días más, todo esto según lo
establecido en los artículos 337, 338 y 339 de la Constitución de la República Bolivariana de
Venezuela.
Respecto a las sanciones a los delitos cambiarios, en la actualidad no existe una Ley que regule los
actos ilícitos correspondientes al régimen cambiario. Sin embargo, existe, un anteproyecto de Ley
presentado en la Asamblea Nacional que tiene como finalidad disciplinar las operaciones que se
puedan derivar de la aplicación de este régimen, denominada Ley de Delitos Cambiarios.
4.3. Actividad turística en Venezuela a partir del control de cambio y sus efectos
La afluencia de viajeros hacia Venezuela luego de experimentar un crecimiento durante el período
1995-1997, ha registrado una disminución para los últimos años, debido a la sobrevaluación registrada
por la moneda nacional durante varios años y a los profundos cambios políticos que han tenido lugar,
y que han significado un período de incertidumbre en el ámbito económico y en el ámbito social
(CONAPRI, 2002). En el período 1997-2003 se evidencia una variación negativa de (52,50%) en la
cifra de turistas que llegaron a Venezuela (Ver Gráfico 2). La disminución en las llegadas de turistas
que se registra en los años 2002 y 2003 son atribuibles, nuevamente, a circunstancias de orden
político. Venezuela sufrió en el 2002 un descenso del 42% en la llegada de turistas respecto al año
2001, como consecuencia del conflicto político interno del país y de la crisis mundial desde los
atentados de Nueva York (Mur, 2003). El prolongado paro cívico que afectó el país entre diciembre de
2002 y febrero 2003 fue un factor determinante en una nueva disminución en las cifras de llegadas.
(P)2003
2.002
2.001
2.000
1.999
1.998
800.000
700.000
600.000
500.000
400.000
300.000
200.000
100.000
0
1.997
Turistas
Gráfico 2. Turistas llegados a Venezuela., 1997-2003
Años
(P): Cifras provisionales
Fuente: Viceministerio de Turismo; INE
Tradicionalmente el mercado más importante en Venezuela ha sido el europeo, especialmente
Alemania, Italia, España, Francia, Holanda, Portugal, Suiza y el Reino Unido. Aproximadamente la
mitad de los turistas que llegan a Venezuela provienen de ese continente. No obstante, el turismo
latinoamericano hacia el país ha registrado un crecimiento substancial, particularmente los turistas
provenientes de Colombia, Argentina, Brasil y Chile. Los visitantes provenientes de Norteamérica son
los que representan la mayor parte de los turistas que ingresan a Venezuela pero no han registrado una
mayor tasa de crecimiento.
Por otra parte, el turismo interno ha tenido un considerable incremento, lo cual obviamente está
asociado a la disminución en la capacidad de la población venezolana para viajar al exterior como
consecuencia de los problemas económicos del país durante los últimos años. Por ejemplo, los flujos
15
domésticos movilizaron alrededor de 10 millones de personas durante el año 1999, quienes
mayoritariamente viajan hacia los estados andinos y la zona costera del nororiente del país, en especial
hacia la Isla de Margarita, el destino más demandado (CONAPRI, 2002).
Respecto al turismo emisor, el venezolano se ha caracterizado por una tendencia a salir al exterior a
pesar de las distintas crisis económicas a lo largo de más de veinte años, así como de la situación de
conflictividad política que vive Venezuela en los actuales momentos. Según se observa en el Gráfico
3, luego de un descenso en el período 1997-1999 se inicia una recuperación en el año 2000, para luego
disminuir muy ligeramente en los años 2002 y 2003, debido al control cambiario que limitó
temporalmente el acceso a la compra de divisas para viajes.
Gráfico 3. Salida de venezolanos al exterior, 1999-2003
Salida de venezolanos
1.200.000
1.000.000
800.000
600.000
400.000
200.000
2.003
2.002
2.001
2.000
1.999
1.998
1.997
0
Años
Fuente: Vich ministerio de Turismo; INE
En la Tabla 2, se observa, según datos suministrados por el INE para el primer trimestre 2002-2003,
una variación porcentual negativa respecto a las variables visitantes internacionales al exterior
(35,71%) y el gasto turístico según modalidad de pago (15,82%); siendo el pago en efectivo/tarjeta de
crédito la modalidad donde se observa el mayor impacto del control cambiario para el primer trimestre
2003. Se advierte, asimismo, en el 2004 un aumento del 87,91% en el gasto turístico en efectivo
respecto al año 2002.
Tabla 2. Visitantes internacionales de Venezuela al exterior y gasto turístico,
según modalidad de pago I trimestre 2002-2003
Modalidad de pago
Gasto turístico
Visitantes internacionales
2003
230.405
148.120
(35,71)
176,8
148,9
(15,82)
Efectivo
99.834
131.697
31,92
64,5
121,2
87,91
Efectivo/tarjeta de crédito
84.094
9.080
(89,20)
67,5
12,8
(80,99)
Efectivo/cheque de viajero
4.921
1.970
(59,97)
5,5
1,9
(65,03)
26.777
3.398
(87,31)
23,8
9,4
(60,70)
1.685
-
-
1,7
-
-
Cheque de viajero
3.366
1.535
(54,40)
4,4
1,9
(56,70)
Efectivo/tarjeta de crédito/cheq.
de viajero
Fuente: INE, 2004
9.728
440
(95,48)
9,4
1,7
(81,98)
Total
Tarjeta de crédito
Tarjeta de crédito / cheque de
viajero
Variación (%)
2002
(MMLL US$)
2003 Variación (%)
2002
16
En un intento del gobierno de flexibilizar el control cambiario, se establece la Providencia N° 051,
publicada en Gaceta Nº 37.873 de fecha 05-02-2004, mediante la cual se establecen los requisitos,
controles y trámite para la autorización de consumos en divisas con tarjetas de crédito a las personas
naturales con ocasión de sus viajes al exterior. Así pues, en la Tabla 3, se observa, según datos
suministrados por el INE para el primer trimestre 2002-2003, una variación porcentual positiva
respecto a las variables visitantes internacionales al exterior (22,53%) y el gasto turístico según
modalidad de pago (11,72%); siendo el pago en efectivo/tarjeta de crédito la modalidad donde se
observa el mayor impacto del control cambiario para el primer trimestre 2003. Se advierte, asimismo,
en el 2004 un aumento del 258,71% en los visitantes al exterior que realizan sus consumos a través de
la modalidad tarjeta de crédito, mientras que el gasto turístico muestra señales de recuperación en las
modalidades: efectivo/tarjeta de crédito, efectivo/cheque de viajero, y tarjeta de crédito.
Tabla 3. Visitantes internacionales de Venezuela al exterior y gasto turístico,
según modalidad de pago I trimestre 2002-2003
Modalidad de pago
Total
Visitantes internacionales
Variación
2003
2004
(%)
Gasto turístico (Millones US$)
Variación
2003
2004
(%)
148.120
181.495
22,53
148,9
166,4
11,72
131.697
155.124
17,79
121,2
126,6
4,46
Efectivo/tarjeta de crédito
9.080
10.951
20,61
12,8
16,6
28,98
Efectivo/cheque de viajero
1.970
1.257
(36,19)
1,9
2,2
13,10
Tarjeta de crédito
Tarjeta de crédito/cheque de
viajero
3.398
12.189
258,71
9,4
10,6
12,98
-
360
-
-
0,5
-
Cheque de viajero
Efectivo/tarjeta de crédito/cheq.
de viajero
Fuente: INE, 2004
1.535
1.255
(18)
1,9
9,2
383
440
359
(18)
1,7
0,8
(53)
Efectivo
Posteriormente, el gobierno central da un paso más hacia la flexibilización del control cambiario
cuando se estableció desde el 21 de junio de 2004 un cupo máximo de US$ 1.500 para compras por
Internet y US$ 2.000 en el caso de pagos en el exterior con tarjetas de crédito. A partir del mes de julio
de 2004 se aprobaron nuevas medidas para permitir el uso de la divisa para venezolanos en el exterior,
cuando se autoriza el consumo de US$ 3.000 y luego de US$ 4.000 al año con el dinero plástico. Otras
providencias entraron en vigencia en enero y marzo de 2005 relacionadas con las sanciones a quienes
se hayan excedido del cupo, así como la autorización para la entrega de US$ 400 en efectivo antes del
viaje.
Según un artículo publicado en El Nacional, los expertos consultados por El Miami Herald señalan
que los venezolanos gastaron 1 millardo de dólares en Miami durante el año 2004. Agregan que tanto
partidarios del gobierno del presidente Hugo Chávez como opositores están haciendo importantes
negocios en el sur del estado de Florida, especialmente relacionados con carga y exportaciones de
mercancía. Asimismo, al cierre de 2004 las cifras del condado de Miami Dade señalan la visita de
300.000 venezolanos, la tercera cifra más importante después de canadienses y brasileños. En los años
70, debido a la súbita multiplicación por cuatro de los precios del petróleo, Venezuela vivió un auge
financiero que se tradujo en una corriente inmigratoria a Miami, deseosa de adquirir bienes y servicios.
El mismo fenómeno estaría ocurriendo ahora. Se calcula que el nuevo auge venezolano es
consecuencia de los altos precios internacionales del crudo, que ha puesto considerables sumas de
dinero en circulación en la economía venezolana, estimulado las compras en el exterior, a pesar de
estar vigente un control de divisas. Victoria Azpúrua, presidenta de la Cámara Venezolano-Americana
de la Florida, considera que la situación política ha sido otro factor que ha impulsado a muchos
pequeños y medianos empresarios a buscar nuevos horizontes y los han encontrado en la Florida.
17
La información mensual suministrada por Cadivi (2005) para el período marzo 2004- marzo 2005,
refleja un total de 8.168 solicitudes para retiro de efectivo y uso tarjetas de crédito en el exterior;
mientras que el monto aprobado corresponde a más de US$ 700 millones para el mismo período.
Al ser consultado el presidente de la Cámara Venezolana de Operadores de Turismo Receptivo
(COPTUR) con relación a los efectos del control de cambio en la actividad turística, manifestó que la
venta de productos y servicios aumentó entre 30%-40% en el año 2003 y entre el 10%-20% en el año
2004. A pesar que las salidas de venezolanos al exterior en le primer trimestre del año 2003 disminuyó
en 19% respecto al mismo período del año 2002, la disminución en las salidas entre un año y otro fue
de apenas el 5%. Asimismo, el presidente de Asociación Venezolana de Viajes (Avavit), Elías Rajbe,
informó que a pesar que todavía no cuentan con cifras de viajeros que se desplazaron hacia el exterior,
en lo que va del año 2005, en venta de paquetes turísticos se han generado US$ 20 millones mientras
que durante todo el 2004 se generaron apenas US$ 36 millones (Barreiro, 2005).
En general, los representantes de las cámaras que agrupan a las agencias de viajes y turismo,
operadores de turismo receptivo y mayoristas consideran que la medida constituye una traba para sus
negocios, por cuanto no está considerada la figura legal que les permita acceder al cupo de divisas
asignado por Cadivi para mantener cuentas en dólares dentro de Venezuela; es decir que un particular
puede pagar un paquete o tour para el exterior con el cupo asignado a su tarjeta de crédito. Dicho
consumo lo hace efectivo un operador en el extranjero y sólo cancela al operador en Venezuela una
comisión por la venta. Las transacciones que se realicen en efectivo deben considerar el valor del dólar
en el mercado paralelo. Cuando se entrevistó al funcionario de Cadivi sobre el caso, manifestó que
dentro del proceso de flexibilización podría pensarse en negociar ciertas ventajas para este tipo de
empresas, sin embargo existe mucha resistencia por parte del ente oficial debido a la negativa de las
empresas en reportar las transacciones realizadas.
Por su parte, las líneas aéreas son favorecidas con la Providencia N° 023 de fecha 07/04/2003, para la
adquisición de divisas en el país por parte de las empresas de Transporte Aéreo Internacional. Por
consiguiente, la venta de boletos aéreos se realizan al tipo de cambio oficial de 2.150 bolívares por
dólar. Así, para el período 2003-2004 que se ha otorgado a las líneas aéreas un monto total de US$
443 millones y en el primer trimestre del año 2005 más de US$ 46 millones.
Finalmente, cabe destacar como parte de los efectos del control cambiario en la actividad turística, que
estas medidas de política monetaria no han estado exentas en Venezuela de actos de corrupción y
fraude. Dentro del proceso de flexibilización que incluye el uso de tarjetas de crédito se aprobó la
modalidad de tarjetas prepago para adquirir dólares y poder realizar consumos en el exterior, medida
destinada a favorecer a aquellas personas que no eran titulares de tarjetas de crédito; no obstante se
han detectado algunas irregularidades relacionadas con la devolución de boletos aéreos. La actual
presidenta de Cadivi Mary Espinoza de Robles, señaló que la mayoría de las irregularidades se han
detectado con uso de tarjetas prepago en el exterior y al mismo tiempo advirtió que los usuarios que
hayan hecho uso ilícito de las divisas se les suspenderá del registro ante CADIVI para solicitud de
divisas y se pasarán los casos a la Fiscalía General de la República para que establezca las sanciones a
que haya lugar. En la prevención y detección de delitos participa la Asociación de Líneas Aéreas en
Venezuela (ALAV), a través del cruce de la información que maneja sobre boletos anulados por
agencias de viajes y la base de datos de la Oficina Nacional de Identificación y Extranjería (Onidex)
(El Universal, 2005).
CONCLUSIONES
En Venezuela se han implementado diferentes controles de cambio a lo largo de la historia como una
medida de política monetaria tendente a frenar violentos procesos de drenaje de las reservas
internacionales que ocurren a partir del año 1958. La revisión documental permitió comprobar que la
medida se ha tomado en momentos precedidos por una fuerte conflictividad política o producto de una
18
disminución importante de los ingresos petroleros, principal fuente de recursos fiscales para el país. El
efecto de esta decisión, salvo cuando se encaminan a corregir desequilibrios de muy corto plazo, es
negativo. Los desequilibrios en la balanza de pagos tienden a hacerse crónicos por la distorsión en la
asignación de precios. La experiencia señala que tras largos períodos de control de cambio se impone
una macro devaluación, con lo que se producen bruscos aumentos en los precios internos.
En el ámbito interno, el control de cambio actual podría traer las mismas consecuencias que los
controles de los años 1994 y 1996, a saber: distorsión de la distribución, ineficiencia en la asignación
de recursos y la constitución de un mercado paralelo. En el ámbito externo, el anuncio de suspensión
de venta de divisas incrementa el riesgo país, el cual está determinado por el riesgo político, el riesgo
social elevado (porque puede ser detonado por factores políticos y económicos), el riesgo económico
ligado a la viabilidad económica y financiera, el riesgo de transferencia que consiste en el riesgo de
liquidez monetaria internacional, asociado a la balanza de pagos, la disponibilidad de reservas
internacionales, de los ingresos por exportaciones, de inversiones extranjeras y movimiento de
capitales a corto plazo. El control cambiario causa distorsiones al incidir en la conformación de un
mercado negro o paralelo cuando empresarios y particulares deben acudir para satisfacer una serie de
necesidades en el exterior.
La revisión de las fuentes documentales, hemerográficas y estadísticas, así como las entrevistas
realizadas a los representantes de las cámaras y asociaciones que agrupan a las agencias de viajes y
turismo, operadores de turismo receptivo y líneas aéreas permite concluir que el turismo como
actividad productiva se ha visto afectada en los primeros meses de aplicada la medida, cuando aún no
existía la normativa que establece la adquisición de divisas para los viajes. No obstante, a pesar de no
contar con información histórica sobre el comportamiento en las ventas de productos y servicios
vinculados a los rubros señalados, se informó, en el caso de COPTUR, un aumento en las ventas en el
año 2003, a pesar de no haber entrado en vigencia la flexibilización del control cambiario que
considera la adquisición de divisas destinadas al pago de consumos en el exterior a través del uso de
tarjetas de créditos. Sin embargo, esta medida no favorece el negocio de la venta de paquetes para el
exterior cuando el consumo se realiza con la tarjeta de crédito, por cuanto el empresario no percibe el
beneficio.
Pareciera, entonces, que los efectos más perniciosos de la medida de control cambiario en la actividad
turística en Venezuela, se observa, como en otras oportunidades, en el uso indebido de las divisas por
parte de los consumidores. En esta ocasión, se han detectado prácticas ilícitas relacionadas con las
solicitudes de dinero en efectivo para viajes y el uso de tarjetas de crédito en el exterior. Por otra parte,
se incentiva el mercado paralelo cuando se deben cubrir los compromisos de ventas de productos y
servicios hacia el exterior. Respecto al gasto turístico, la información refleja una variación porcentual
negativa en el primer trimestre 2003 respecto al primer trimestre 2002, precisamente cuando entra en
vigencia el control cambiario.
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