EUCARISTÍA DEL 50 ANIVERSARIO DE NUESTRO COLEGIO SANTA RAFAELA MARÍA CANTO DE ENTRADA Dios esta aquí. Tan cierto como el aire que respiro. Tan cierto como la mañana se levanta. Tan cierto como que este canto lo puedes oír. Lo puedes sentir moviéndose entre las butacas. Lo puedes oír cantando con nosotros aquí. Lo puedes gritar cuando por esa puerta salgas. Lo puedes guardar para siempre en tu corazón. MONICIÓN DE ENTRADA El Señor ha estado grande con nosotros y estamos alegres” Iniciamos esta Eucaristía con estas palabras de las Sagradas Escrituras porque expresan muy bien el motivo de nuestra celebración: los 50 años de vida de nuestro colegio. Queremos, en esta fiesta, dar gracias al Señor por tanto bien recibido a lo largo de estos años a través de todas las personas: familias, Esclavas, alumnos, profesores, PAS, Adoradoras, Monitores de los grupos ACI que han dado lo mejor de sí mismo para que este colegio siga viviendo y educando. El empeño de todos ha hecho posible pasar de una generación a otra el deseo de Santa Rafaela María de que “todos conozcan a Jesús y lo amen” a través de una educación desde el corazón, transmitiéndoles valores que nos hacen ser personas de paz y fiesta, personas de Dios. Pero esta celebración nos invita al compromiso. Tenemos que seguir mirando al futuro en nuestra tarea educadora sabiéndonos herederos del carisma de Santa Rafaela Mª expresado en una frase tan sencilla y a la vez tan profunda: “Educar es Amar”. Este es el centro de nuestro ser, la pedagogía del corazón por eso le pedimos a Dios que quienes hemos cogido el relevo sepamos transmitir a los jóvenes y niños el deseo de ser los hombres y mujeres del mañana que hagan de este mundo el hogar donde todos podemos vivir en PAZ PETICIONES DE PERDÓN En este día tan especial, Señor, también queremos recordar las veces que no mostramos lo mejor de nosotros mismos, que no nos manifestamos como las estupendas personas que Tú sabes que somos. Sabemos que a ti te duele que rebajemos nuestras posibilidades y que nos olvidemos de tus hijos que más sufren. Por eso, te queremos pedir perdón: PERDÓNANOS, SEÑOR, PORQUE NOS FALTA: CERCANÍA: En ocasiones pasamos de los problemas de los demás, vivimos como si nada tuviéramos que ver unos con otros. Somos indiferentes a las penas y problemas que nos afectan directamente y apartamos nuestra mirada de aquello que nos duele, que no nos gusta o no queremos ver. PERDONANOS SEÑOR. GENEROSIDAD: Algunas veces nos dicen que somos egoístas. En ocasiones no es cierto, pero otras muchas veces tienen razón: vivimos insensibles en nuestro mundo, nuestras cosas, nuestros intereses, nuestros juegos… PERDÓNANOS, SEÑOR. PETICIONES RESPONSABILIDAD: Las notas no son siempre buenas. A veces gastamos nuestras energías y nuestro tiempo en salir, jugar todo el tiempo… y tenemos pereza para hacer los deberes y estudiar, que es el trabajo que tenemos ahora para ganarnos el pan. PERDONANOS, SEÑOR. ALEGRÍA: Tú nos regalas la alegría y quieres que siempre estemos alegres. Porque a veces soñamos con las cosas que no tenemos y nos entristecemos, en vez de acoger todo lo que recibimos cada día como regalo y disfrutar de ello, compartiéndolo con otros. PERDONANOS, SEÑOR. ACOGIDA: Porque a veces nos fijamos más en lo que nos diferencia y nos separa que en lo que nos une y nos asemeja unos a otros. Porque a veces consideramos a los otros, rivales o enemigos en vez de amigos y hermanos. PERDÓNANOS, SEÑOR. AGRADECIMIENTO: Nos duele no ser agradecidos contigo que tanto nos quieres. Sabemos que te encanta que hablemos contigo. Por eso te pedimos perdón por las veces que buscamos la felicidad en las cosas materiales y no nos acordamos de Ti, de contarte nuestras cosas y pedir tu ayuda. De agradecerte todo lo que nos regalas y adorarte por cuidar de nosotros. SOLIDARIDAD: Finalmente, te pedimos perdón porque a veces dejamos que se haga pequeño nuestro corazón y no nos implicamos en las tareas de solidaridad y de preocupación universal. Porque nos duelen poco los inmigrantes que mueren, como los de Lampedusa, y tampoco la tierra tan maltratada, contaminada, herida, TE PEDIMOS PERDÓN, SEÑOR. MONICIÓN A LA 1º LECTURA Pablo comienza saludando a los filipenses en su carta y no lo escribe como una mera formalidad o cortesía (no son palabras huecas). Después de saludarles, Pablo da gracias a Dios por la fe y la comunión de los filipenses con él en el evangelio. Les habla libremente de su cariño por ellos, y de sus oraciones por su crecimiento. Pablo tuvo una experiencia muy amarga en Filipos pero en lugar de recordarla con resentimiento él prefería recordar el amor, la fidelidad y la comunión de la iglesia. ¡Qué bueno sería si este mismo espíritu de apoyo, ternura, ánimo y hermandad existiera hoy en día entre todos nosotros! Por último en esta carta aparecen las palabras "gozo" y "regocijo" entre seis y diez veces. Esos quieren ser nuestros sentimientos hoy: agradecimiento, fidelidad, comunión, gozo, regocijo… por todo lo vivido en estos 50 años. 1º LECTURA Flp 1, 3-­‐ 11 Doy gracias a mi Dios cada vez que me acuerdo de vosotros, rogando siempre y en todas mis oraciones con alegría por todos vosotros a causa de la colaboración que habéis prestado al Evangelio, desde el primer día hasta hoy; firmemente convencido de que, quien inició en vosotros la buena obra, la irá consumando hasta el Día de Cristo Jesús. Y es justo que yo sienta así de todos vosotros, pues os llevo en mi corazón, partícipes como sois todos de mi gracia, tanto en mis cadenas como en la defensa y consolidación del Evangelio. Pues testigo me es Dios de cuánto os quiero a todos vosotros en el corazón de Cristo Jesús. Y lo que pido en mi oración es que vuestro amor siga creciendo cada vez más para que sepáis apreciar lo que vale más. Así llegaréis limpios y sin tropiezo al día de Cristo, cargados con el fruto de la honradez que procura Cristo Jesús, para gloria y alabanza de Dios. SACERDOTE: PALABRA DE DIOS TODOS: TE ALABAMOS SEÑOR SALMO RRESPONSORIAL ESPONSORIAL SALMO EL SEÑOR ES MI LUZ Y MI SALVACIÓN Una sola cosa he pedido al Señor, y esto es lo que quiero: vivir en la Casa del Señor todos los días de mi vida, para gozar de la dulzura del Señor y contemplar su Templo. ¡Escucha, Señor, yo te invoco en alta voz, apiádate de mí y respóndeme! REPETIMOS: EL SEÑOR ES MI LUZ Y MI SALVACIÓN Mi corazón sabe que dijiste: «Buscad mi rostro». Yo busco tu rostro, Señor, no lo apartes de mí. No alejes con ira a tu servidor, tú, que eres mi ayuda; no me dejes ni me abandones, mi Dios y mi salvador. REPETIMOS: EL SEÑOR ES MI LUZ Y MI SALVACIÓN Indícame, Señor, tu camino y guíame por un sendero llano, Yo creo que contemplaré la bondad del Señor en la tierra de los vivientes. Espera en el Señor y sé fuerte; ten valor y espera en el Señor. REPETIMOS: EL SEÑOR ES MI LUZ Y MI SALVACIÓN MONICIÓN AL EVANGELIO Mateo nos presenta a los apóstoles postrados ante el Señor. Aunque algunos titubeaban, éstos reconocen a Cristo como Señor que les envía a anunciar la Buena Nueva asegurándoles su permanente presencia. En este encuentro final entre Jesús y sus discípulos, es entonces cuando Él les confía la ardua tarea de hacer discípulos de entre todos los pueblos. El Evangelio de Mateo nos muestra una de las apariciones en Galilea y las palabras de Jesús constituyen su testamento para todos sus seguidores, no solo para los Apóstoles. Muchas personas así nos lo han transmitido durante estos 50 años y también nosotros hoy hemos de llevar su palabra allá donde estemos. Recibamos este mensaje con la aclamación del Aleluya. ALELUYA CANTARÁ QUIÉN SEMBRÓ LA ESPERANZA Y LA TIERRA SONREIRÁ ALELUYA EVANGELIO 28, 16-­‐ 20 EVANGELIO MM t 2t 8, 16-­‐ 20 Los once discípulos fueron a Galilea, al monte que les había indicado Jesús. Al verlo, se postraron, pero algunos dudaron. Jesús se acercó y les habló: ---Me han concedido plena autoridad en cielo y tierra. Por tanto, id a hacer discípulos entre todos los pueblos, bautizadlos consagrándolos al Padre y al Hijo y al Espíritu Santo, y enseñadles a cumplir cuanto os he mandado. Yo estaré con vosotros siempre, hasta el fin del mundo. SACERDOTE: PALABRA DEL SEÑOR TODOS: GLORIA A TI, SEÑOR PETICIONES SACERDOTE: Dios nos ha ido acompañando durante estos 50 años y ha dado cohesión a este caminar conjunto que realizamos en este colegio. Su Espíritu nos ayuda a saber pedir los que nos conviene al Padre para que en su infinita misericordia las acoja y atienda. Decimos: R.- ATIENDE LAS NECESIDADES DE TU PUEBLO. 1.- Por el Papa Francisco, para que el Espíritu que lo eligió, le acompañe constantemente en sus obras y palabras y se extienda así el Reino de Dios por el mundo. OREMOS 2.- Por los sacerdotes, diáconos, catequistas y demás miembros de las parroquias de nuestras diócesis que se dedican a la predicación, para que nunca les falte una palabra de aliento para este mundo que busca pero no encuentra. OREMOS 3.- Por todos los miembros de la comunidad educativa de nuestro colegio para que Dios ilumine su trabajo y sepan transmitir el mensaje de Santa Rafaela María que todos lo conozcan y lo amen. PETICIONES 4.- Por todos los que sufren las consecuencias de la crisis; por los que viven en condiciones infrahumanas, los que no saben cómo solucionar sus problemas en la vida; para que encuentren personas comprometidas que de verdad vivan el mandamiento de Amor. OREMOS 5.- Padre te pedimos por las familias de nuestro colegio, por los padres, por los hijos, los abuelos y los hermanos, para que todos vivan pendientes de los demás y sea el servicio y el amor las guías de sus acciones. OREMOS 6.- Por todos, los alejados de la Iglesia y aquellos que no han recibido la Buena Nueva, para que el Espíritu avive en ellos la llama del Amor. OREMOS 7.- Por todos los que nos hemos reunido en esta fiesta del 50 aniversario de nuestro colegio, para que al agradecer todo lo que hemos recibido sepamos ser testigos de tu amor y de tu ternura entre todos los que nos rodean. OREMOS 8.- Por todas las Esclavas para que sigan acompañando nuestro caminar y nos alienten en nuestra vida, en nuestra tarea educadora y así nos ayuden a dar la vida por la juventud. OREMOS OFERTORIO CORAZÓN Sta Rafaela decía “amar siempre” Con este corazón queremos recordar sus palabras y queremos tener presente que es la mejor manera de hacer un mundo más humano LUZ Con esta luz queremos ofrecerte nuestros deseos de ser luz y esperanza para los que nos rodean. FOTOS : En estas fotos está reflejada la vida del colegio desde su comienzo hasta hoy. Muchos somos los que hemos compartido unos valores que como una gran familia debemos estar dispuestos a transmitir para colaborar en la obra creadora de Dios y hacer un mundo más fraterno donde nadie se sienta rechazado. CAMPANA: Esta campana nos ha acompañado los 50 años en el colegio La ofrecemos como símbolo de la necesidad de estar despiertos y no distraídos para poder descubrir el sueño que Dios tiene para cada uno. PAN Y VINO Presentamos el pan y el vino, frutos que todos conocemos y que Jesús eligió para ser nuestro alimento y estar cerca, muy cerca de nosotros. Con este pan y este vino queremos también ofrecerte Señor nuestras ilusiones, esfuerzos, las dificultades y todos esos momentos en los que nos hemos sentido apoyados por Ti y por todos los que nos rodean. PLEGARÍA EUCARÍSTICA SACERDOTE: En verdad es justo y necesario, es nuestro deber y salvación darte gracias, Padre santo, siempre y en todo lugar, por Jesucristo, tu Hijo amado. Por él, que es tu Palabra, hiciste todas las cosas; tú nos lo enviaste para que, hecho hombre por obra del Espíritu Santo y nacido de María, la Virgen, fuera nuestro Salvador y Redentor. Él, en cumplimiento de tu voluntad, para destruir la muerte y manifestar la resurrección, extendió sus brazos en la cruz, y así adquirió para ti un pueblo santo. Por eso, con los ángeles y los santos, proclamamos tu gloria diciendo: SANTO: SANTO: Santo, Santo, Santo, Santo, Santo es el Señor, llenos están el cielo y tierra de su amor. (bis) Bendito el que viene en el nombre, el que viene en el nombre del Señor, del Señor… PLEGARIA EUCARÍSTICA. SACERDOTE: Te alabamos, Padre santo, porque eres grande y porque hiciste todas las cosas con sabiduría y amor. A imagen tuya creaste al hombre y le encomendaste el universo entero, para que, sirviéndote solo a ti, su Creador, dominara todo lo creado. Y cuando por desobediencia perdió tu amistad, no lo abandonaste al poder de la muerte, sino que, compadecido, tendiste la mano a todos, para que te encuentre el que te busca. Reiteraste, además tu alianza a los hombres; por los profetas los fuiste llevando con la esperanza de la salvación. Y tanto amaste al mundo, Padre Santo, que, al cumplirse la plenitud de los tiempos, nos enviaste como salvador a tu único Hijo. El cual se encarnó por obra del Espíritu Santo, nació de María, la Virgen, y así compartió en todo nuestra condición humana menos en el pecado; anunció la salvación a los pobres, la liberación a los oprimidos y a los afligidos el consuelo. Para cumplir tus designios, él mismo se entregó a la muerte, y, resucitando, destruyó la muerte y nos dio nueva vida. Y porque no vivamos ya para nosotros mismos, sino para él, que por nosotros murió y resucitó, envió, Padre, al Espíritu Santo como primicia para los creyentes, a fin de santificar todas las cosas, llevando a plenitud su obra en el mundo. PLEGARIA EUCARÍSTICA SACERDOTE: Por eso, Padre, te rogamos que este mismo Espíritu santifique estas ofrendas, para que sean Cuerpo y † Sangre de Jesucristo, nuestro Señor, y así aclamemos el gran misterio que nos dejó como alianza eterna. Porque él mismo, llegada la hora en que había de ser glorificado por ti, Padre Santo, habiendo amado a los suyos que estaban en el mundo, los amó hasta el extremo. Y, mientras cenaba con sus discípulos, tomó pan, lo bendijo, lo partió y se lo dio, diciendo: "Tomad y comed todos de él, porque esto es mi Cuerpo, que será entregado por vosotros". Del mismo modo, acabada la cena, tomó el cáliz y, dándote gracias de nuevo, lo pasó a sus discípulos, diciendo: "Tomad y bebed todos de él, porque este es el cáliz de mi Sangre, Sangre de la alianza nueva y eterna, que será derramada por vosotros y por todos los hombres para el perdón de los pecados. Haced esto en conmemoración mía". Este es el sacramento de nuestra fe. TODOS: ANUNCIAMOS TU MUERTE, PROCLAMAMOS TU RESURRECCIÓN. ¡VEN, SEÑOR JESÚS! PLEGARIA EUCARÍSTICA Por eso, Padre, al celebrar ahora el memorial de nuestra redención, recordamos la muerte de Cristo y su descenso al lugar de los muertos, proclamamos su resurrección y ascensión a tu derecha; y mientras esperamos su venida gloriosa, te ofrecemos su Cuerpo y su Sangre, sacrifico agradable a ti y salvación para todo el mundo. Dirige tu mirada sobre esta Víctima que tú mismo has preparado a tu Iglesia, y concede a cuantos compartimos este pan y este cáliz, que, congregados en un solo cuerpo por el Espíritu Santo, seamos en Cristo víctima viva para alabanza de tu gloria. Y ahora, Señor, acuérdate de todos aquellos por quienes te ofrecemos este sacrificio: de tu servidor el Papa Francisco, de nuestro Obispo Antonio Mª, de los presbíteros y diáconos, de los oferentes y de los aquí reunidos, de todo tu pueblo santo y de aquellos que te buscan con sincero corazón. Acuérdate también de los que murieron en la paz de Cristo y de todos los difuntos, de los difuntos de la comunidad educativa de nuestro colegio cuya fe sólo tu conociste. Padre de bondad, que todos tus hijos nos reunamos en la heredad de tu reino, con María, la Virgen Madre de Dios, con los apóstoles y los santos; y allí, junto con toda la creación libre ya del pecado y de la muerte, te glorifiquemos por Cristo, Señor nuestro, por quien concedes al mundo todos los bienes. Por Cristo, con él y en él, a ti, Dios Padre omnipotente, en la unidad del Espíritu Santo, todo honor y toda gloria por los siglos de los siglos. TODOS: AMÉN. RITO COMUNIÓN RITO DE DCE OMUNIÓN SACERDOTE: Fieles a la recomendación del Salvador y siguiendo su divina enseñanza, nos atrevemos a decir: TODOS: Padre nuestro, que estás en el cielo, santificado sea tu nombre; venga a nosotros tu reino; hágase tu voluntad en la tierra como en el cielo. Danos hoy nuestro pan de cada día; perdona nuestras ofensas, como también nosotros perdonamos a los que nos ofenden; no nos dejes caer en la tentación, y líbranos del mal. RITO DE COMUNIÓN SACERDOTE: Líbranos de todos los males, Señor, y concédenos la paz en nuestros días, para que, ayudados por tu misericordia, vivamos siempre libres de pecado y protegidos de toda perturbación, mientras esperamos la gloriosa venida de nuestro Salvador Jesucristo. TODOS: Tuyo es el reino, tuyo el poder y la gloria, por siempre, Señor. SACERDOTE: Señor Jesucristo, que dijiste a tus apóstoles: "La paz os dejo, mi paz os doy", no tengas en cuenta nuestros pecados, sino la fe de tu Iglesia y, conforme a tu palabra, concédele la paz y la unidad. Tú que vives y reinas por los siglos de los siglos TODOS: Amén. SACERDOTE: La paz del Señor éste siempre con ustedes. TODOS: Y con tu espíritu. SACERDOTE: Daos fraternalmente la paz. CANTO DE LA PAZ: Si mueves tú las manos traerás la paz, la paz que Dios nos quiere traer. / (2) TRAERÁS LA PAZ COMO EL SOL, DERRITE EL ODIO EL CALOR, OLVIDA EL MIEDO Y COMPARTE SIEMPRE PAZ. / (2) Si mueves tú los dedos... ESTRIBILLO. Si mueves la cabeza... ESTRIBILLO. Si mueves todo el cuerpo... ESTRIBILLO. RITO DE COMUNIÓN TODOS: Cordero de Dios, que quitas el pecado del mundo, ten piedad de nosotros. Cordero de Dios, que quitas el pecado del mundo, ten piedad de nosotros. Cordero de Dios, que quitas el pecado del mundo, danos la paz. SACERDOTE: Este es el cordero de Dios, que quita el pecado del mundo. Dichosos los invitados a la cena del Señor. TODOS: Señor, no soy digno de que entres en mi casa, pero una palabra tuya bastará para sanarme. CANTO DE COMUNIÓN: Reparar el corazón del mundo y adorar a Cristo porque se hace pan. Vivir sólo en Cristo, por él para él, hacernos sencillas, dejarle crecer. Y reconciliar a los hombres que andan escasos de amor, y estar cerca del hermano roto, llevar la alegría de la salvación. No ponerle límites a nuestro corazón, ser en todo el mundo, signos de su amor. Y Cristo presente en la comunión es para los pueblos el Dios y Señor, el Dios y Señor, y Cristo presente en la comunión, es para los pueblos el Dios y Señor. ACCIÓN DE GRACIAS: ESCLAVA: Gracias Señor, porque quisiste celebrar tu entrega, en torno a una mesa con tus amigos, para que fuesen una comunidad de amor. PROFESOR: Igual hoy nos hemos juntado nosotros Esclavas, profesores, personal de servicios, alumnos, familias, adoradoras, monitores de grupos ACI, …de ayer y de hoy que hemos vivido juntos y compartido numerosas celebraciones. PADRE: Gracias Señor, porque en la eucaristía nos haces UNO contigo, nos unes a tu vida en la medida en que estamos dispuestos a entregar la nuestra... ALUMNO: Gracias, Señor, porque aunque entre nosotros haya habido roces en algún momento que da la convivencia todos los días podemos volver a empezar..., y continuar nuestro camino de fraternidad con nuestros hermanos, y nuestro camino de transformación en ti... VIVIENDO PARA EDUCAR, EDUCANDO PARA VIVIR Un farolillo en el Barrio, una pequeña fogata. Así comenzó en Entrevías la Misión de las Esclavas. Una pequeña semilla, un cultivo cuidadoso. Así comenzó en Entrevías un camino prodigioso. Un fresquito manantial, una fuente de agua clara. Así comenzó en Entrevías El Colegio de las Esclavas. En medio de un descampado, lleno de ánimo el corazón, llegaron aquí las Esclavas del sagrado Corazón. Después de 50 años, lo que fue un tenue farolillo, se ha convertido hoy en día en una inmensa luminaria, llena de amor y alegría. Después de 50 años, lo que fue una pequeña semilla, se ha transformado en un campo lleno de enseñanza y sonrisas. Después de 50 años, lo que fue un fresquito manantial, es hoy un río caudaloso, que inunda Entrevías de educación y de paz,. Unas valientes Esclavas, y un puñado de jóvenes maestras han convertido Entrevías en vergeles de Rafaela. 50 años de entrega generosa, de trabajo y oración son la bandera de las Esclavas Del Sagrado Corazón. RITO DE CONCLUSIÓN SACERDOTE: El Señor esté con vosotros. TODOS: Y con tu espíritu. SACERDOTE: La bendición de Dios todopoderoso, Padre, Hijo † y Espíritu Santo, descienda sobre vosotros. TODOS: Amén. SACERDOTE: Podéis ir en paz. TODOS: Demos gracias a Dios. ENVÍO Y COMPROMISO Jesús no nos deja solos porque nos acompaña siempre presente en la Eucaristía y en nuestra vida. Nos corresponde prepararnos para continuar con la misión que Jesús nos ha encomendado. Él nos ayudará a reconocerla, nos dará la fortaleza para aceptarla y nos dará todos los dones y talentos que necesitamos para llevarla a cabo. CANTO FINAL: Viviré alabándote, adorándote y sirviéndote toda mi capacidad de amar es para ti (bis)