caso pinochet

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TÍTULO DEL TRABAJO: ESTRATEGIAS COMUNICATIVAS DE LOS
MEDIOS ESPAÑOLES EN EL “CASO PINOCHET”
AUTORA: ANA ALMANSA MARTÍNEZ
-
PROFESORA
EN
LA
FACULTAD
DE
CIENCIAS
DE
LA
COMUNICACIÓN.- UNIVERSIDAD DE MÁLAGA- (ESPAÑA)
- LICENCIADA EN CIENCIAS DE LA COMUNICACIÓN POR LA
UNIVERSIDAD AUTÓNOMA DE BARCELONA (ESPAÑA)
- SUFICIENCIA INVESTIGADORA POR LA UNIVERSIDAD DE MÁLAGA
(ESPAÑA)
DIRECCIÓN: Facultad de Ciencias de la Comunicación, Campus de Teatinos s/n
29071 MÁLAGA ESPAÑA
CORREO ELECTRÓNICO: anaalmansa@uma.es
ó acastilloe@uma.es
TELÉFONOS: 952 278761 y 610 878254
RESUMEN:
Con la investigación que ahora se presenta estudiamos la repercusión que ha
tenido el “caso Pinochet” en los medios de comunicación españoles, especialmente en
los diarios El País y ABC. Asimismo, nos planteamos las razones por las que el caso ha
despertado tal interés, las diferentes posturas adoptadas por cada medio y las estrategias
comunicativas seguidas.
PALABRAS CLAVE: Comunicación Política, gabinete de comunicación y medios de
comunicación.
1
Cuando el 16 de octubre de 1.998, el senador vitalicio y ex dictador chileno
Augusto Pinochet era detenido en una clínica de Londres por orden del juez español
Baltasar Garzón, muy pocos, posiblemente ni el propio detenido, podían sospechan el
largo proceso jurídico, político, social y económico que se iniciaba en ese momento.
Tampoco se conocía el final de la orden de detención de Garzón contra Pinochet. Un
desenlace que tendría lugar el 3 de marzo de 2.000 con la marcha del ex dictador a
Chile, después de que el Gobierno británico lo autorizara.
Se desconocía la envergadura y final de la detención, pero lo que sí estaba claro
es que el asunto levantaba pasiones y movía masas, tanto a favor de la detención como
en contra. Desde aquellos primeros instantes diversos colectivos se manifestaron
abiertamente contrarios o favorables a que el Reino Unido accediera a la extradición de
Pinochet que se pedía desde España. Para los partidarios del ex dictador (militares
chilenos, la Fundación Pinochet o la misma ex primera ministra británica Margaret
Thatcher, etc.) se estaba ante un caso de secuestro ideológico o político y ante la
invasión, una vez más, de los países de América Latina por los más desarrollados. En
paralelo, los que piden que se juzgue al que durante casi dos décadas marcó los
designios de Chile (organizaciones humanitarias, partidos de izquierda, víctimas y
familiares de éstas durante la dictadura, etc.) entendieron desde el principio que se
trataba de una oportunidad única para que ningún asesino o torturador quedara impune
en el futuro y para que, de una vez por todas, se hiciera justicia con las víctimas de la
dictadura chilena (una justicia que venían reivindicando desde hace años).
Durante los 503 días que el ex dictador permaneció retenido en la capital
británica, el llamado “caso Pinochet” fue centro de atención a nivel mundial. Desde el
punto de vista jurídico se calificaba de precedente para juzgar a quienes abusan de su
poder en detrimento de otras personas, de la implantación de una justicia internacional.
Desde el punto de vista político, pocos fueron los países y partidos políticos que no se
implicaron de una u otra forma en el proceso y, al final, fue una decisión política la que
puso fin a la retención de Pinochet en Londres. Desde el punto de vista social,
especialmente Chile aunque también otros países (entre ellos, España), se vieron de
alguna forma divididos entre quienes estaban a favor del enjuiciamiento y quienes
estaban en contra, teniendo lugar numerosas manifestaciones, algunas no ausentes de
violencia. Y desde el punto de vista económico, en varios momentos de ese casi año y
medio que Pinochet estuvo detenido en Gran Bretaña, se cuestionó el futuro de encargos
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chilenos a España y Reino Unido, así como el de las empresas españolas afincadas en el
país andino.
Un fenómeno de estas características no podía pasar desapercibido en los medios
de comunicación de todo el mundo y, por supuesto, tampoco de nuestro país. En España
han sido muchos los minutos que se han dedicado al caso Pinochet en radio y televisión
y millares las páginas que se han escrito en prensa. Un asunto, objeto de debate, que ha
protagonizado portadas en los periódicos en múltiples ocasiones, ocupado a los más
conocidos articulistas y columnistas en el ámbito nacional, así como a los contertulios
más habituales de los medios audiovisuales.
El espíritu de esta investigación es profundizar en este caso que tanto interés
mediático ha despertado, en el tratamiento que, concretamente desde los diarios
españoles, se ha dado a la información sobre la detención, la posibilidad de ser
extraditado a España y el devenir en general del proceso. Queremos comprobar si un
tema que ha despertado tal interés y controversia en el ámbito político, jurídico y social
ha sido tratado con la rigurosa neutralidad u objetividad por la que debe regirse la
información periodística o, por el contrario, los medios de comunicación se han dejado
llevar por una u otra corriente (a favor o en contra).
OBJE TIVOS
El principal objetivo de la investigación es estudiar cómo se ha tratado
comunicativamente un mismo fenómeno, para poder llegar a conclusiones que permitan
diferenciar los diversos aspectos perceptivos en España, según sea la política
empresarial de los medios comunicativos. Es decir, queremos analizar la forma cómo
incide esa política empresarial en el producto que finalmente sale publicado. En
consecuencia a este planteamiento global, perseguimos:
a)
Discernir tendencias y cambios en el contenido de la comunicación
elaborada por los medios a partir de sus postulados empresariales.
b)
Averiguar la evolución de los intereses de cada medio durante el periodo
estudiado (desde la detención de Pinochet en Londres hasta su regreso a Chile), si es
que se producen tales transformaciones.
3
c)
Realizar comparaciones entre los diferentes medios de comunicación,
concretamente entre los diarios ABC y El País. Unas comparaciones que posiblemente
nos arrojen sustanciales diferencias, dadas las características generales que a priori
conocemos de los dos periódicos.
d)
Analizar el contenido de la comunicación (tanto información como opinión)
en términos de sus objetivos implícitos y explícitos, deteniéndonos en aquellos aspectos
que muestren la tendencia del diario, para poder extraer conclusiones a partir de ellos.
e)
Relacionar las características propias de cada medio analizado.
f)
Revelar que los postulados editoriales de los medios analizados influye y
condiciona, en cierta medida, el contenido redaccional –informaciones, reportajes,
cómics, entrevistas- elaborado por cada medio. Por lo tanto, averiguar si la política
empresarial condicionan las rutinas productivas de los trabajadores de los medios de
comunicación.
HIPÓTESIS
La investigación que llevaremos a cabo nos la planteamos partiendo de las
siguientes hipótesis:
-
los diarios han mantenido un tratamiento objetivo en información, mientras que las
tendencias se han acentuado en interpretación y, más explícitamente aún, en opinión,
-
los periódicos “conservadores” han mantenido una actitud menos visceral que los
considerados de “izquierdas”, cuyas opiniones han sido marcadamente contrarias al
senador chileno y a favor de que sea juzgado por los presuntos delitos que se le
imputan. En cualquier caso, ni unos ni otros han mantenido la actitud neutral que debe
caracterizar al trabajo periodístico,
-
al tratarse de un tema de gran interés social, la cobertura informativa del asunto ha
sido muy amplia, especialmente en los periódicos menos conservadores,
4
-
el caso Pinochet se ha extralimitado de los ámbitos internacional y judicial en los
que se originó,
-
la política empresarial de los medios de comunicación y su línea editorial influyen
en el contenido informativo de los mismos y en las rutinas productivas de los
periodistas o comunicadores en general.
METODOLOGÍA
El método utilizado en esta investigación es el Análisis de Contenido, por ser
uno de los más eficientes en cuanto a medios de comunicación se refiere. El presente
estudio utiliza este método de investigación como instrumento que posibilita, entre otras
cuestiones, la observación y el análisis de documentos escritos (los diarios El País y
ABC), por lo que se ha de combinar tanto la observación como el análisis documental.
Esta técnica investigadora ha sido definida de diversas maneras, que van desde
la clásica de Berelson (1952: 18) como una “técnica de investigación para la
descripción objetiva, sistemática y cuantitativa del contenido manifiesto de la
comunicación”, llegando hasta la de Krippendorf (1990: 28), definida como “una
técnica de investigación destinada a formular, a partir de ciertos datos, inferencias
reproducibles y válidas que puedan aplicarse a su contexto”.
La mayoría de los autores hablan del Análisis de Contenido como un método
meramente cuantitativo. Sin menospreciar su gran valor en este tipo de estudios, no
sería justo limitarle. Sobre todo porque su aportación cualitativa también debe ser tenida
en cuenta. En este sentido, Bardin (1986: 87) profundiza un poco más y asegura que “la
aproximación cuantitativa está fundada en la frecuencia de aparición de ciertos
elementos del mensaje. La aproximación no cuantitativa recurre a indicadores no
frecuenciales susceptibles de permitir inferencias; por ejemplo, la presencia (o la
ausencia) puede ser un índice tan fructífero (o más) que la frecuencia de aparición”.
Esta misma idea defiende Bericat (1998: 35-36) al afirmar que “la lógica de la
distinción (cuantitativo y cualitativo) está siendo sustituida, por primera vez, por una
nueva lógica y que, tras la naturalización de esta convivencia, se detectan intensos
flujos de integración tanto en el plano metateórico como en el empírico. Es, por tanto,
en este contexto donde se plantean las posibilidades de integración metodológica.
Posibilidades que no sólo deben ser fácticas, sino también científicamente legítimas”.
5
Así, desde una perspectiva cuantitativa y cualitativa, desarrollaremos nuestro
estudio en diarios de tirada nacional, concretamente en El País y ABC. Hemos
seleccionado estos dos periódicos al considerar que ambos son diarios arraigados en
nuestro país (además, son dos de los periódicos nacionales de mayor tirada desde hace
años) y que cada uno llega a sectores sociales bien diferenciados. El primero,
considerado un periódico de referencia, está más próximo a grupos de izquierdas,
mientras el segundo está relacionado con sectores conservadores. Se ha seguido el
criterio de selección sobre la base de lo que son las líneas editoriales de cada uno de los
diarios, ya que son lo suficientemente divergentes como para ejemplificar dos
concepciones diferentes de los contextos político, social, económico, etc.
La investigación se centra en el tiempo que el ex dictador chileno Augusto
Pinochet permanece retenido en Londres. Es decir, desde la noche que fue detenido por
orden del juez Baltasar Garzón en la clínica donde estaba ingresado (16 de octubre de
1.998) hasta el momento de su regreso a Chile (3 de marzo de 2.000), tras la liberación
ordenada por el Ejecutivo británico.
En cada uno de los diarios analizaremos tanto las noticias como los reportajes,
crónicas, entrevistas, editoriales y artículos que publiquen sobre el caso Pinochet, es
decir, contemplamos los tres géneros: información, opinión e interpretación. No
queremos limitar la investigación a la información, ya que creemos que será
precisamente de la opinión (especialmente de los editoriales) de donde podremos
extraer mayores conclusiones de carácter cualitativo.
Con cada día y diario elaboraremos una ficha para, posteriormente, comparar la
actitud entre ABC y El País, analizar las diferencias que pueda haber en el seno de cada
periódico en cuanto a tratamiento de la información y la opinión se refiere. Asimismo,
comprobaremos si se han producido cambios de esta actitud periodística durante las
fases que ha vivido el caso. El modelo de ficha es el que ha continuación se incluye.
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FICHA DE ANALISIS DE CONTENIDO
FECHA:
DIARIO:
TITULARES MÁS SIGNIFICATIVOS:
ASUNTOS:
-Inf.Política
-Inf. Jurídica
-Inf. Colectivos
-Inf. Económica
GÉNERO:
-Información
-Interpretación
-Opinión
SECCIÓN:
PÁGINA:
SITUACIÓN:
Pag.
Nº Col.
Pag.
Pag.
Pag.
Pag.
Nº Col.
Nº Col.
Nº Col.
Nº Col.
INFORMACIÓN GRÁFICA:
FOTOGRAFÍA  COMIC 
DIBUJO 
Pag.
Nº Col.
GRÁFICO 
CONTENIDO (respecto a la extradición):
FAVORABLE

DESFAVORABLE 
NEUTRA

OBSERVACIONES:
7
VALORACIONES Y CONCLUSIONES
1.- El caso Pinochet ha despertado un gran interés en los medios de
comunicación, en general, y en El País y ABC, en particular. Prueba de ello es que de
los 503 días que el general permaneció retenido en Londres, en más de 300 jornadas
tuvo repercusión en los dos diarios. También nos lo confirma el número de páginas
dedicadas, muy cercana a las 800 en ambos casos, siendo la mayoría de ellas impares
(las que ocupan los asuntos de mayor interés al ser las más fácilmente leídas por el
público).
2.- El caso se ha extralimitado de sus ámbitos originarios. Por su naturaleza,
estamos ante un asunto jurídico e internacional. Sin embargo, ha tenido eco en los
ámbitos político o económico, entre otros, y han sido muy diversos los colectivos
sociales que se han visto implicados en el proceso y han intervenido en él de una u otra
forma. Debido a que ha tenido repercusión en otras esferas, hemos comprobado que
aparecía publicado en secciones como Opinión, España, Economía, etc. O sea, estamos
ante una claro ejemplo de extralimitación temática.
3.- Ni ABC ni El País han mantenido una actitud objetiva ante el caso Pinochet,
a pesar de ser ésta uno de los pilares básicos de la información y, por lo tanto, que debía
regir su actividad. El primero se manifiesta neutral desde el comienzo del proceso y
defiende que sea la justicia la que decida si el ex dictador puede o no ser juzgado en
España. Sin embargo, con su quehacer diario demuestra que estamos ante una
neutralidad aparente, ya que toma partida a favor de que el general no pise suelo
español. Por su parte, El País expresa desde el principio, con claridad y sin tapujos, su
punto de vista sobre el caso, que es totalmente favorable a la extradición. ¿Cuál de los
dos periódicos mantiene una postura más objetiva?. Realmente ninguno de los dos actúa
de forma neutral y, por lo tanto, ninguno de los dos podemos decir que hagan un trabajo
periodístico objetivo, sino más bien marcado por su política empresarial y línea
editorial. Ahora bien, El País expone abiertamente su verdadera actitud, lo que no le
exculpa, pero sí hace que tenga una postura menos engañosa ante el público.
Para llegar a la conclusión de que ninguno de los dos diarios ha sido objetivo,
nos basamos en:
a)
En casi la totalidad de los días en que aparece alguna publicación en El País
sobre el caso Pinochet, la actitud global del periódico es favorable a que sea juzgado, a
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ser posible en España. Por el contrario, en ABC nos encontramos con que la mayoría de
los días mantiene una postura desfavorable a la extradición. Muy curioso es que ABC le
dedique quince páginas al caso Pinochet (el mayor volumen) justo el día que fue puesto
en libertad, el 3 de marzo de 2.000.
b)
Los dos diarios se ocupan de informaciones facilitadas por partidarios de
Pinochet (la defensa, abogados, amigos, familiares, Fundación Pinochet, grupos
políticos afines, familiares, etc.) y por contrarios (organizaciones humanitarias, partidos
de izquierdas, víctimas de la dictadura y familiares de éstas, etc.). Sin embargo, cada
uno lo hace de forma diferente. El País ofrece mayor volumen de información (y la
destaca en portada, etc.) a favor de la extradición y apoya a quienes quieren que
Pinochet sea juzgado, al tiempo que da menos datos y se critica a quienes defienden al
ex dictador o mantienen lo que el diario califica de actitud “ambigua” (caso del
Gobierno español). Por su parte, ABC arremete contra quienes defienden la extradición,
especialmente contra el Partido Socialista Obrero Español (PSOE) y el juez Baltasar
Garzón. En contraposición, deja siempre en excelente lugar (defiende sus tesis y
acciones) al Gobierno del Partido Popular (PP), cuya actuación en el caso es muy
cuestionada por otros diarios, entre ellos El País. ABC también ofrece mayor volumen
de información de los partidarios de Pinochet y se destacan sus manifestaciones, en
detrimento de las de quienes defienden que se celebre el juicio.
c)
Los dos diarios publican editoriales que definen su postura. Así, El País se
manifiesta favorable a la extradición en la mayoría de los casos, mientras que ABC
ofrece 12 editoriales contrarios al juicio de Pinochet en España y 20 neutros. En este
último periódico es significativo el espacio y asiduidad de los editoriales, ya que cuando
las noticias que llegan desde Londres son que se ha detenido al general, el diario publica
un editorial de apenas un párrafo, mientras que cuando la Corte de Londres considera
ilegal esta detención le dedica casi 2 columnas en el editorial de ese día, por poner
algunos ejemplos. Asimismo, se publican más editoriales cuando los acontecimientos
que se producen son menos favorables a la extradición.
d)
La mayoría de los artículos publicados por los dos periódicos están en
consonancia con su línea editorial. Más de 70 publica ABC contra el proceso abierto y
casi 80 El País a favor de la extradición a España. Así, en El País suelen aparecer
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artículos de personas poco cercanas a Pinochet, como los escritores Ariel Dorfmann,
Jorge Edwards, Luis Sepúlveda o el consultor de Naciones Unidas Prudencio García,
entre otros. ABC utiliza como una de sus armas más poderosas para actuar de forma
desfavorable a la extradición la selección y publicación de artículos. La mayoría de los
publicados son contrarios al proceso, entre ellos los de Jaime Campmany y José María
Carrascal.
e)
En cuanto a las entrevistas, los dos periódicos publican algunas hechas a
personalidades favorables o contrarias a la extradición. Sin embargo, la diferencia está
en que ABC hace más entrevistas a partidarios del ex dictador y cuando se trata de
alguna persona favorable a que se someta a juicio las preguntas son más duras. Por su
parte, El País entrevista más a los defensores del juicio y cuando habla con los
partidarios de Pinochet la actitud ante el entrevistado es más dura.
f)
Los cómics también merecen comentario aparte. En el caso de El País son
una clara muestra de su actitud favorable a la extradición, mientras que ABC da la
sensación de querer justificar a Pinochet e intentar defenderle, escondiéndose en el
humor.
g)
A pesar de que los dos diarios publican más noticias, ambos apuestan por la
interpretación, concretamente por las crónicas, ya que permite mayores líneas
expresivas (mayores posibilidades de dar el punto de vista del medio). La elección del
cronista siguió parámetros diferentes en los dos casos. Mientras que ABC se sirvió de la
información que le enviaba su corresponsal en Londres (José Manuel Costa), El País
elegía a Ernesto Ekáizer como enviado especial, un profesional que forma parte de su
equipo de investigación y con profundas raíces en América Latina. El nombramiento de
cronista condiciona lo que saldrá publicado, ya que El País, por ejemplo, conocía de
antemano el punto de vista de Ekáizer que, por otro lado, coincidía plenamente con la
línea editorial del diario.
h)
Los dos periódicos recurren a la tematización, aunque cada uno insiste en
temas diferentes. El País destaca cada vez que alguien pide justicia contra Pinochet, se
pone insistentemente de relieve que los partidarios del ex dictador amenazan los
intereses españoles, nos relata la parte más oscura de la dictadura, se defiende en
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múltiples ocasiones que el enjuiciamiento a Pinochet no pone en peligro la transición
chilena, se pone de relieve que en Chile no podrá juzgársele y, cuando todo parece
indicar que Pinochet será puesto en libertad, este diario insiste entonces en que el
proceso no ha sido en balde, que ha abierto la brecha para que los dictadores no queden
impunes y que el chileno ya está, moralmente, derrotado. ABC defiende la versión de
los militares chilenos, se destaca que en el país andino se está juzgando a responsables
de la dictadura y que, por tanto, también allí se podrá enjuiciar a Pinochet, se compara
el caso chileno con el cubano, habla una y otra vez de las razones humanitarias, del
estado de salud del ex dictador, se contemplan todas las posibilidades para que el
general sea puesto en libertad y se reitera que las relaciones con Chile están en peligro
por el caso Pinochet.
4.- Cabe preguntarse la forma cómo la política empresarial y la línea editorial
incide en las rutinas productivas de cada medio, de sus trabajadores. Es decir, ¿hasta
qué punto los comunicadores que escriben para un diario coinciden con la idea que
publican o, por el contrario, se autocensuran o interiorizan ciertos valores a favor de los
intereses del medio?.
Ya hemos comprobado, al hablar de los cronistas, que la selección de personal
no es casual, sino que cada diario los elige en relación con su ideología previa.
Siguiendo con los datos arrojados por la investigación sobre el “caso Pinochet”,
comprobamos que la elección de Ernesto Ekáizer por El País es un ejemplo claro. Sin
embargo, no siempre se puede predeterminar una situación y, por ejemplo, el
corresponsal en Londres de ABC difícilmente podría haber adivinado a priori que un día
se produciría la detención y que tendría que informar sobre ella, como tampoco lo debía
imaginar el medio. Pero, a pesar de no estar previsto el proceso, este corresponsal
también suele opinar en sus crónicas en la misma línea que su cabecera. ¿Estamos ante
una coincidencia fruto del azar o ante un caso de interiorización de valores o realmente
el diario da órdenes precisas para que sean seguidas, sin interferencias posibles?.
Este tipo de coincidencias no son para nada extrañas en los medios de
comunicación en general. Ello da pie a pensar que son demasiadas casualidades y que
deben existir detrás una serie de presiones más o menos explícitas que, desde luego, son
totalmente desconocidas para la ciudadanía. Estas presiones podrán ser, efectivamente,
desde órdenes tajantes, coercitivas e incluso amenazantes, a meras invitaciones de lo
que es mejor para los intereses económicos, políticos y sociales de la empresa y de sus
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trabajadores. Claro que en muchas ocasiones ya no será necesario hacer ninguna
observación, pues los comunicadores acaban interiorizando los valores predominantes
en su entorno.
Así, la empresa que quiera condicionar la información deberá incidir sobre los
profesionales de la comunicación de dos formas: conminando imperativamente a esa
adecuación o estableciendo en el medio el ambiente que haga comprender a los
trabajadores los límites de la información. Lo primero se manifiesta de forma violenta,
coactiva, se trata de una imposición. La segunda abarca una interiorización pacífica y
socializante en el seno de la empresa de la adecuación de informar de determinada
forma, pasando los comunicadores a defender a su empresa frente al exterior.
La acción más practicada es aquella que facilita la interiorización de la política
comunicativa de la empresa entre los periodistas. Comparativamente, sería el
equivalente periodístico al sociológico proceso de socialización.
Pero también pueden existir otras presiones o “invitaciones” empresariales, ante
las que el profesional de la comunicación poco o nada puede hacer. A pesar de que
existe la cláusula de conciencia y unas leyes que regulan las situaciones laborales, la
precariedad en el trabajo tan extendida en la profesión hace que el comunicador soporte
hechos inconcebibles en otros ámbitos laborales, pues sabe que siempre habrá muchas
otras personas dispuestas a ocupar su puesto.
En cualquier caso, el debate debe abrirse, ya que se viene a confirmar, una vez
más, que quienes tienen el poder en materia de comunicación no son los ciudadanos, ni
tan siquiera los periodistas o comunicadores, sino la empresa mediática, que es la que
marca la línea editorial y es el verdadero centro de decisión. Es indiscutible que
defiende los intereses propios y empresariales, sin que se conozca en la mayoría de los
casos la identidad de quienes están detrás de cada medio. Y cuando más grande sea la
influencia de un medio, podrá ejercer el poder y su función política de mejor manera,
sin que se sepa en muchos casos, insistimos, la composición del accionariado.
Todo esto hace que se exhiba la visión de unos medios como instrumentos de los
grupos económicos e ideológicos pero que, con la multiplicidad de medios se
equilibran, como hemos podido comprobar con el caso Pinochet, ante el que El País y
ABC han mantenido posturas opuestas. Los lectores han podido tener una u otra versión
y elegir libremente la que más acertada les parecía.
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Sin embargo, no deja de ser lamentable que, frente a todas las declaraciones de
principios que postulan que la libertad de información es un derecho de los ciudadanos
y no de los empresarios y los periodistas, la realidad nos muestra que la información se
asienta en los editores y, en menor medida, en los periodistas o comunicadores.
5.- Por todo lo anteriormente expuesto, estamos en condiciones de confirmar o
rechazar las hipótesis con las que partía esta investigación:
a)
Desmentimos que los diarios han mantenido un tratamiento objetivo en
información, mientras que las tendencias se han acentuado en interpretación y, más
explícitamente aún, en opinión. Ni en información, ni interpretación, ni opinión los dos
diarios han sido neutrales.
b)
Confirmamos que los periódicos “conservadores” (caso ABC) han mantenido
una actitud menos visceral que los considerados de “izquierdas” (caso El País), cuyas
opiniones han sido marcadamente contrarias al senador chileno y a favor de que sea
juzgado por los presuntos delitos que se le imputan. En cualquier caso, ni unos ni otros
han mantenido la actitud neutral que debe caracterizar al trabajo periodístico.
c)
Confirmamos que, al tratarse de un tema de gran interés social, la cobertura
informativa del asunto ha sido muy amplia, especialmente en los periódicos menos
conservadores (como El País), aunque también ha sido destacada en ABC.
d)
Confirmamos que el caso Pinochet se ha extralimitado de los ámbitos
internacional y judicial en los que se originó, tal como ya hemos explicado
anteriormente.
e)
Confirmamos que la política empresarial de los medios de comunicación y su
línea editorial influyen en el contenido informativo de los mismos y en las rutinas
productivas de los periodistas o comunicadores en general.
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