Raquel García Ordóñez D.N.I.74915485-T DISCAPACIDAD MENTAL En este artículo se clarifica el término de discapacitado/a mental, especificando la evolución del concepto, sus causas, clasificación, evaluación y tratamiento, además de recomendaciones para padres y profesionales de la educación. Esta publicación se dirige a todo el profesional docente perteneciente al ámbito de la Educación Especial, además de a las familias que tienen hijos con discapacidad, y estudiantes que en un futuro serán educadores de este tipo de alumnos/as. 1.- EVOLUCIÓN CONCEPTUAL. A lo largo de la historia de la Psicología, las diferentes corrientes o Escuelas, desde sus planteamientos psicológicos básicos, han considerado el retraso mental desde distintos enfoques: • La orientación psicométrica: arranca de la determinación del concepto de normalidad mediante la aplicación de pruebas psicológicas, estableciendo un retraso mental como una desviación significativa de los resultados medios de tales pruebas, a la vez que intenta describir las diferencias intelectuales que caracterizan a los sujetos retrasados con respecto a los considerados normales. • La corriente psicoanalítica: al estudiar al individuo, incide más en el desarrollo de la personalidad y no tanto en lo cognitivo. Considera que la deficiencia mental como un síntoma de un problema previo que se ha gestado en la evolución de una persona concreta. No descarta que exista problemas orgánicos que determinan o faciliten el retraso mental, pero que argumente que, aún dentro de estos casos, existe gran variabilidad que no es explicable por fallos en determinados genes o alteraciones neurológicas. • La escuela de Ginebra: parte de que en el desarrollo intelectual, se pasa por una serie de estadios que son iguales para todos los individuos. El desarrollo del retraso mental sigue el mismo proceso, de tal manera que “las desviaciones no desembocan en estructuras intelectuales distintas a las normales, sino que imposibilitan su aparición. (Inheler y Piaget, 1971). • Los seguidores de la psicología soviética, fundamentalmente Luria, adopta un enfoque neurofisiológico, explicando las limitaciones cognitivas de los deficientes desde alteraciones en la estructura y funcionamiento del sistema nervioso central. • Dentro del Procesamiento de la Información, el retraso mental es una manifestación que es analizable como resultado de un conjunto de disfunciones de los procesos cognitivos en diferentes momentos del procesamiento humano de la información (percepción, memoria, formación de conceptos…). El retraso sería producto de un déficit del procesamiento, y, tal vez una limitación estructural en la capacidad del sistema. 1 Raquel García Ordóñez D.N.I.74915485-T Actualmente, podemos destacar que: La OMS en su décima revisión dice: "La Deficiencia Mental es un trastorno definido por la presencia de un desarrollo mental incompleto o detenido, caracterizado principalmente por el deterioro de las funciones concretas de cada época del desarrollo y que contribuyen al nivel global de inteligencia, tales como las funciones cognitivas, las del lenguaje, las motrices y la socialización. La adaptación al ambiente está siempre afectada. La determinación del grado de desarrollo del nivel intelectual debe basarse en toda la información disponible incluyendo las manifestaciones clínicas, el comportamiento adaptativo del medio cultural del individuo y los hallazgos psicométricos". 2.- CAUSAS. Las causas que originan discapacidad mental pueden ser: • Genéticas: Se pueden trasmitir de padres a hijos. Se deben a anomalías en genes heredados de los padres, errores en la combinación genética u otros desórdenes genéticos, como el síndrome de Down y el síndrome del cromosoma “X” Frágil. También influye el factor edad de la pareja. Existe cierta prevalencia que origina discapacidad mental en parejas muy jóvenes o de edad madura. • Congénitas: Se refiere a las características o rasgos con los que nace un individuo y que no dependen sólo de factores hereditarios, sino que son adquiridos durante la gestación. El consumo de alcohol y drogas durante el embarazo aumenta las probabilidades de deficiencia en el área mental. Asimismo, la mala nutrición de la madre, la exposición a contaminantes ambientales y enfermedades como la rubéola son factores de riesgo en esta etapa. Del mismo modo, el bajo peso al nacer y los partos prematuros. También se incluyen algunas enfermedades metabólicas como el hipotiroidismo congénito y la fenilcetonuria. • Adquiridas: Son las ocasionadas por algún accidente o enfermedad después del nacimiento. Enfermedades que pueden terminar en una encefalitis o meningitis, accidentes como golpes en la cabeza, asfixia por inmersión y la exposición a toxinas como plomo y mercurio pueden provocar graves e irreparables daños en el cerebro y al sistema nervioso central. 3.- CLASIFICACIÓN: TIPOS Y GRADOS. Los enfoques que han abordado históricamente la discapacidad mental han transitado por variados y complejos procesos. Los intentos por conceptualizarla y clasificarla han sido motivo de constante insatisfacción por parte de los especialistas y familiares puesto que no logran la precisión que se requiere sin subestimar a la persona ni ser demasiado técnico. A continuación se propone una clasificación básica 2 Raquel García Ordóñez D.N.I.74915485-T de la discapacidad mental según el coeficiente intelectual: Leve, moderada, severa y profunda. De acuerdo a esta clasificación y a modo de referencia, se pueden reconocer las siguientes características: • Leve: Se trata de personas capaces de mantener una conversación sencilla. La persona alcanza la independencia para el cuidado personal (comer, asearse, vestirse, controlar esfínter, etc.).Desarrolla habilidades sociales y de comunicación desde edades tempranas. Suele presentar dificultades de aprendizaje generalizado. • Moderada: Hay lentitud en el desarrollo de la comprensión y el uso del lenguaje. La capacidad de cuidado personal y las funciones motrices están en desventaja. La persona logra un desarrollo adecuado de la capacidad social en cuanto a relacionarse con personas próximas de su entorno y a participar en actividades sociales simples. • Severa: Se observa un desarrollo psicomotor muy limitado. La articulación es defectuosa. La persona suele reconocer algunos signos y símbolos. Puede adquirir alguna destreza necesaria para la vida diaria, pero resulta difícil generalizarlo. Suele tener alguna patología asociada, que implique una atención especializada. • Profunda: En general, la persona presenta movilidad restringida o inexistente. Habitualmente, no controla esfínter. Requiere supervisión y ayuda constantemente, ya que suele presentar patologías asociadas. El grado de discapacidad que presente la persona determinará su autonomía y capacidad de integración. Aquellas personas con necesidades de dependencia requerirán de atención especial y protegida. Los esfuerzos en estos casos apuntan a mejorar al máximo su calidad de vida y espacios de dignidad humana. 4.- DIAGNÓSTICO Y EVALUACIÓN. El Diagnóstico diferencial del retraso mental debe realizarlo personal especializado en el uso de técnicas psicometricas estandarizadas; por lo tanto el docente deberá hacer la consulta a un centro de salud mental o directamente a un psicopedagogo. Actualmente las técnicas psicometricas más utilizadas y que presentan actualizaciones en sus tabulaciones son: WISC en niños de escolaridad primaria, y GIPSY en niños de jardín de niños Otra técnica también factible de usar especialmente en niños con trastornos del lenguaje o dificultades motoras gruesas es el Raven infantil, y en casos severos se puede utilizar Terman Merril. 3 Raquel García Ordóñez D.N.I.74915485-T El WISC o GIPSI evalúan los aspectos cuantitativos (cocientes intelectuales) y cualitativos (edades de desarrollo intelectual equivalentes y funciones intelectuales); en dos áreas verbal y ejecutivo –concreto. Los datos que aportan estas técnicas son útiles para el docente en cuanto a la conformación de su grupo de trabajo, agrupando cocientes intelectuales y edades cronológicas y, dentro de estos, clasificar las edades mentales y las áreas de mayor compromiso; facilita de este modo la implementación de tareas específicas y pautadas. 5.- TRATAMIENTO. El tratamiento para el deficiente mental tiene que ir encaminado a una ayuda para el progreso del niño tanto de las habilidades cognitivas como de la personalidad y a su integración social y laboral. A su vez la colaboración y orientación de la familia es muy importante, ya que la ayuda y comprensión familiar ocupa un papel fundamental en la adquisición de destrezas. En muchos casos el tratamiento médico es importante. Cabe destacar que no se ha comprobado que los medicamentos mejoren las capacidades cognitivas; pero por otro lado los tranquilizantes si pueden mejorar conductas agresivas y la ansiedad. El tratamiento psicológico, está indicado para la mejora de la inteligencia mediante técnicas de psicomotricidad general, la adquisición de los conceptos básicos espacio-temporales, coordinación y equilibrio. Este tratamiento trabaja con programas para la adquisición de aptitudes perceptivas, atención, memoria y razonamiento. Además tiene unas técnicas de modificación de conducta que están indicadas para la adquisición de hábitos: control de esfínteres, autoalimentación, higiene, juego, verbalización, comprensión, etc.... El tratamiento pedagógico va dirigido a la creación de programas de desarrollo individual en el que se da un seguimiento individual mediante tablas de observación y su evaluación continua. Se han creado diferentes programas para la mejora de la inteligencia, uno de ellos es el “entrenamiento cognitivo-comportamental de Meichenbaum”. El “programa de enriquecimiento instrumental de Reuven Feuerstein” es otro de ellos. El nacimiento de un deficiente mental influye en la familia, por lo que debemos orientar a los padres para que la integración del deficiente en la familia sea lo menos traumática posible manteniendo un equilibrio: ni manifestar un rechazo ni una superprotección. El equipo psicopedagógico deberá orientar a la familia. La educación de estos niños deberá hacerse dependiendo del grado de deficiencia, bien en centros ordinarios o bien en centros especializados. 4 Raquel García Ordóñez D.N.I.74915485-T Conviene tener en cuenta la integración sociolaboral del deficiente y evaluar las posibilidades de realizar en el futuro determinados tipos de trabajos. La capacitación laboral del deficiente debe comenzar a los inicios de su escolarización. 6.- RECOMENDACIONES PARA PADRES Y PROFESORES. • Aprenda más sobre la discapacidad mental. Mientras más sepa, más puede ayudarse a sí mismo y a la persona que lo necesite. • Anime a su niño a ser independiente. Por ejemplo, ayúdele a aprender las destrezas para el cuidado diario tales como vestirse, comer sólo, usar el baño o afeitarse si ya es varón adolescente. • Déle tareas a su niño. Tenga en mente su edad, su capacidad para mantener atención y sus habilidades. Divida las tareas en pasos pequeños. Por ejemplo, si la tarea de su niño es poner la mesa, pídale primero que saque la cantidad apropiada de servilletas. Después pídale que ponga una servilleta en el lugar de cada miembro de la familia en la mesa. Haga lo mismo con el servicio, uno por uno. Explíquele lo que debe hacer, paso por paso, hasta que termine el trabajo. Demuestre cómo hacer el trabajo. Ayúdele cuando lo necesite. • Averigüe cuáles son las destrezas que está aprendiendo su niño en la escuela. Busque maneras de aplicar aquellas destrezas en casa. Por ejemplo, si el maestro está repasando una lección sobre el dinero, lleve a su niño al supermercado. Ayúdele a contar el dinero para pagar la cuenta en la caja. Ayúdele a contar el cambio. • Busque oportunidades dentro de su comunidad para actividades sociales tales como clubes deportivos, de pesca o cualquier otra actividad. Esto ayudará a su niño a desarrollar destrezas sociales y a divertirse. • Hable con otros padres cuyos niños tienen discapacidad mental. Los padres pueden compartir consejos prácticos y apoyo emocional. 7.- CONCLUSIONES. • • • • Las causas que pueden originar la Discapacidad Mental son: genéticas, congénitas y adquiridas. La clasificación básica de la discapacidad mental según el coeficiente intelectual es: Leve, moderada, severa y profunda. Las técnicas psicométricas más utilizadas son: WISC y GIPSI. El tratamiento para el deficiente mental tiene que ir encaminado a una ayuda para el progreso del niño tanto de las habilidades cognitivas como de la personalidad y a su integración social y laboral. 5 Raquel García Ordóñez D.N.I.74915485-T BIBLIOGRAFÍA LIBROS: FIERRO, A. (1990): Los niños con retraso mental”. En Marchesi, Coll y Palacios (comps.): Desarrollo psicológico y educación, vol 3. Madrid: Alianza. GARRIDO, J. (1984): Deficiencia Mental. Madrid CEPE. PÁGINAS WEB: http://www.mesadiscapacidad.cl/pdf/ManualCap%204.pdf. http://html.rincondelvago.com/deficiencia-mental_2.html. http://www.psicopedagogia.com/retraso-mental. http://www.espaciologopedico.com/recursos/glosariodet.php?Id=29. http://www.institutoides.com/informacion.htm. 6