los publicados por botánicos insignes c u y o s nombres no es preciso recordar, puesto que así los testifican W i l c h o n m y c u a n t o s cooperan á ilustrar y completar el inventario de nuestra interesantísima llora Ibérica. Más el Sr. Pardo y Sastrón coautor de la laureada Serie imperfecta del inolvidable Lóseos, y á este asociado d u r a n t e tantos a ñ o s de convivencia científica, ha publicado m u y pocos escritos con su solo nombre, siendo el m á s extenso y completo de todos el que sirve para imprimir el Catálogo de Torrecilla de Álcañiz, de c u y a presente edición v a m o s á dar brevísima cuenta. Le presentó el a u t o r sin firmarle, aspirando á u n modestísim o premio instituido por La Farmacia Moderna y motivó la carta que reproducimos como apéndice á este prólogo; m á s con ser m u c h o el valor de dicho d o c u m e n t o , por la alta significación del J u r a d o que le suscribe, todavía nos pareció q u e por nuestra parte no correspondíamos suficientemente á la singular modestia y singularísimos merecimientos del respetable compañero y le ofrecimos algo que pudiera satisfacerle cual era: editar su Catálogo en la Farmacia Moderna, como h a b í a m o s editado la Memoria premiada. Bien á pesar nuestro no h e m o s podido cumplirle tan expontáneo ofrecimiento; lo h a n impedido dificultades insuperables para nuestra modesta empresa y el Sr. Pardo lo ha reconocido así, con u n a bondad que deja m á s obligada la respetuosa c u a n t o acendrada simpatía que nos inspira. El Catálogo de. Torrecilla de Alcañiz se imprime pues y se publica por cuenta del autor, quien, al realizar este nuevo sacrificio, dá u n a prueba más de s u s purísimas devociones científicas. Cansado de saber por costosa experiencia de otras empresas, que nada puede prometerse de las colectividades regionales á quienes tanto debiera importar; después de haber sufrido tantas contrariedades, luchado con t a n t a s escaseces y capitulado con tan desconsoladoras impotencias, he aquí u n período que copio de su correspondencia particular. Ahora, me dice, estoy deseando la impresión del Catálogo, y le ofreceré al A y u n t a m i e n t o de mi pueblo, como último servicio que pienso hacerle para que le conserve en su Biblioteca popular. El bondadoso anciano temiendo u n a emboscada de la