COLECCIÓN DE JUEGOS SOLITARIO Se atribuye la invención del solitario a un desafortunado aristócrata francés del siglo XVIII que, encerrado en la Bastilla, se entretuvo practicando, en su largas horas de soledad, el juego del zorro y las ocas e inventó durante ese tiempo un ingenioso juego para una sola persona. El juego se extendió a otros países y fue muy popular especialmente en Francia e Inglaterra. Posteriormente, cayó en el olvido y nos es hasta la segunda mitad del siglo XX, cuando comienza a difundirse de nuevo, experimentando un nuevo renacimiento, haciéndose muy popular como juego de entretenimiento entre los ejecutivos, siendo muy frecuente encontrar los tableros de solitarios en despachos de trabajo bien equipados La manera más sencilla para jugar al solitario, es ocupar con las clavijas todos los agujeros del tablero, excepto el agujero del centro. Una clavija puede saltar por encima de otra, hacia adelante, hacia atrás, pero nunca en diagonal. La clavija por encima de la que se ha saltado, se retira del tablero. El juego debe terminar con la última clavija, situada en el agujero central. Se requiere para resolver el juego, concentración, lógica y mucha paciencia. Existen varios libros en el mercado, donde se explican los pasos a seguir para conseguir terminar el juego. MUSEO DEL JUEGO MUSEO DEL JUEGO