IDEAS GENERALES PARA LA REFLEXION CULTURA1 (DOCUMENTO DE TRABAJO) EN EL CONSEJO VASCO DE LA INDICE PRIMERA PARTE: UN CUADRO GENERAL DE PROBLEMATICAS DE LA CULTURA VASCA 1. La cultura como relación social y recurso: problemas 2. Identidades y globalización 3. No solo la dimensión externa 4. Redefinir el concepto de cultura vasca 4.1 Cinco vectores 4.2. Criterios derivados 5. Identidad e identidades 6. Espacio cultural y comunicativo vasco (o vasco-navarro) 7. Algunas conclusiones SEGUNDA PARTE: LA PRODUCCION CULTURAL INDUSTRIAL 8. La producción cultural industrial: estructura general 9. Diagnóstico sobre los medios de comunicación 9.1. Una estructura comunicativa propia 9. 2. El lugar deficitario del euskera en los medios TERCERA PARTE: USOS DEL SISTEMA COMUNICATIVO, LA SOCIEDAD DE LA INFORMACION Y LA RECENTRALIZACION EN MADRID. RETOS PARA EUSKADI 10. Usos de los media 10.1. El uso vasco-navarro de la información 10.2. La controvertida relación entre consumos, usos e ideologías. 11. La Sociedad de la Información 11.1. Tendencias sociales en los usos de los media 11.2. Cambios y preguntas en las funciones de los medias 12. Recentralización cultural e informacional en Madrid 13. Retos para Euskadi. 1 Con la pretensión de suscitar debates y reflexiones se contienen aquí un mix resumido, actualizado y reordenado de algunas ideas incluidas en R. Zallo Políticas culturales territoriales en España en E. Bustamante (coord.) "Comunicación y cultura en la era digital: industrias, mercados y diversidad en España". Fundación Alternativas. Madrid a publicar 2002; en otros textos del autor; en I. Lasagabaster, F. Letamendia, M. Gomez Uranga y R. Zallo (coords)Propuestas para un nuevo escenario. Democracia, cultura y cohesión social en Euskal Herria. Fundación Robles-Arangiz, 1999; de otro trabajo colectivo R. Zallo (dir) Industrias y políticas culturales en España y País Vasco. Servicio de Publicaciones de la UPV-EHU, 1995; algunas pocas páginas de un material de P. Azpillaga, J.C de Miguel y R. Zallo a publicar en euskera por Alberdania en fechas próximas bajo el título 2002 y que, amablemente, ha autorizado a su inclusión en este documento de trabajo que no es para publicación ni es reproducible. 1 CUARTA PARTE: CUESTIONES DE POLITICA CULTURAL Y COMUNICATIVA 14. Evolución de los modelos dominantes en política cultural. 15. Políticas culturales territoriales en Europa: acentos 16. Algunas tendencias en política cultural territorial 16. Algunas tendencias en política cultural territorial en el Estado Español NB. Este no es un documento para su aprobación, ni siquiera para su debate como tal, ni representa la posición de la Consejería. Solo se trata de un material que pretende aportar alguna información y suscitar un debate totalmente abierto sobre perspectivas y herramientas para la futura formulación da planes estratégicos de la cultura vasca por parte del Consejo. PRIMERA PARTE UN CUADRO GENERAL DE PROBLEMATICAS DE LA CULTURA VASCA Nuestra comunidad vive una fase delicada de su historia. No hay aún un proyecto común cultural o político en un momento de encrucijada de caminos. No hemos optado por una dirección, pero aún lo podemos hacer, aunque no en cualquier dirección, puesto que geoculturamente estamos plenamente inmersos en los grandes vectores de la cultura-mundo. El puro preservacionismo, está condenado al fracaso y, además, sería negativo para una cultura que necesita fortalecerse para poder interiorizar adecuadamente influencias como cultura abierta y comunicable que pretende ser. Pero no alimentar nuestra especificidad y flotar en los vientos de los mercados o de las culturas mayoritarias sería suicida. Tenemos un problema, pero también una oportunidad si la sabemos aprovechar. Hay una distancia abismal entre, por un lado, las potencialidades creativas y productivas de un país culto, industrial, con importantes Universidades polivalentes, con una tradición artística moderna y, por otro, su actual productividad creativa cultural, su experimentación y su producción cultural de calidad. La tensión entre autonomía política y el conflicto político no se ha saldado con la eclosión de todas las energías disponibles, aunque se abre una oportunidad con las nuevas generaciones desprejuiciadas y formadas. En los últimos años hay cambios sociales significativos y positivos: el restablecimiento del prestigio social de la cultura vasca como un todo aunque los perfiles del concepto no sean unánimes; la irrupción de un concepto de cultura vasca como cultura mosaico, acorde a la expresión de distintos grupos sociales; cierta disponibilidad de medios en una sociedad que ha acabado con el descenso en picado de las señas de identidad históricas... Pero también ha habido elementos muy preucupantes. La violencia así como la polarización política de los distintos agentes sociales, culturales y políticos, han creado un clima social de desaliento y de desmovilización del mundo de la cultura con efectos desagregadores sobre distintos planos culturales (creación, producción, diálogo cultural y conocimiento, integración, apertura de mercados, sistema mediático equilibrado....). 2 1. La cultura como relación social y recurso: problemas Demasiadas veces se tiende a confundir la cultura en si con lo más diferencial de una cultura. Lo que sirve para marcar sus fronteras exteriores, no sirve para su función interna: la vertebración de una sociedad libre y comunicada, como condición misma de su identidad. Por una parte, lo tenemos peor que los Estados nacionales convencionales, que por decantación histórica han asentado una cultura diferencial y reconocida. Entendida como un dato dado, se asocia con el Estado nación mismo, contando con importantes mecanismos para preservarla y retroalimentarla a pesar de las condiciones de competencia y de presión exterior2. A Euskal Herria le ha tocado dar un salto en su cultura en una época en la que el cuestionamiento de algunas culturas, identidades y valores produce choques y conflictos son centrales en las agendas del mundo. Y es que, contrariamente a las tesis del fin de las ideologías y del posnacionalismo, ha resurgido con fuerza histórica el conflicto propiamente cultural. La indefensión de algunas culturas ante la cultura transnacional, el desajuste entre naciones culturales y naciones políticas y la búsqueda de una gestión cercana al ciudadano, han reabierto el conflicto sobre los referentes centrales de la sociabilidad (individuo-ciudadano-comunidad-clase) y de la relación entre territorio y poder. Es más, se alimenta de las respuestas en estos planos. Es una variable activa central en la configuración de las sociedades. Reguladora de los cambios, emerge hoy como motor de múltiples comportamientos, decisiones y conflictos. Por una parte, si hasta hace poco la cultura era concebida como un lujo -y el gasto público cultural como un índice de bienestar, sacrificable en épocas de austeridad- hoy la cultura es una necesidad central, y más aún en el caso de una cultura minorizada con problemas de cohesión y viabilidad. Es central porque la cultura es, ante todo, urdimbre de relaciones sociales vivas y un producto de esas relaciones sociales. La cultura vasca, entendida como la alquimia de la cultura étnica y la cultura de todos los vascos, es una cultura minoritaria dentro del Estado-nación y con un problema de viabilidad. Se trata de una cultura en construcción -desde un patrimonio y desde unas relaciones sociales vivas y actuales- y por ello mismo con problemas de delimitación e identificación social. En su ámbito se juega la integración social de Euskal-Herria, se construye la "comunidad" -un sujeto histórico, desde luego, también recorrido por clases sociales y hegemonías- e impacta en la construcción de la propia economía. Por otra parte, la cultura se convierte en la era de la Sociedad del Conocimiento y de la Información en un input productivo, además de un recurso fundamental de adaptación a los cambios acelerados en curso. El modo de creación y producción predominantemente industrial de la cultura no permite remitirse sólo a la cultura heredada, al patrimonio acumulado en la historia, y más aún cuando, como en caso de la cultura vasca, ha sido zarandeado por una historia difícil o represiva de minorización en relación a la lengua y al sistema educativo, lo que plantea a ese respecto dos actitudes que pareciendo contradictorias no lo son: recuperar el tiempo perdido y la memoria arrebatada pero saber que hay vacíos irremediables en ese pasado. En cualquier caso, apuestas de futuro y recuperaciones del pasado, apelan a la constante defensa y transformación de la propia cultura en un marco abierto a las influencias. La cultura en general -y más si hay un plus de preocupación identitaria - tiene, además de un efecto inmediato en el PIB, un efecto indirecto creativo estimulante y de servicio sobre todo el tejido 2 Esto lo explica muy bien X. Rubert de Ventós en Nacionalismos. El laberinto de la identidad. Espasa Calpe, Madrid 1994, y en De la identidad a la independencia: la nueva transición. Anagrama, Barcelona 1999. 3 económico y sobre las relaciones humanas y sociales. Aunque las cifras económicas europeas son significativas –4 a 8 % del gasto de la renta doméstica, 3 al 6% del PIB según los países- aún son más importantes sus impactos indirectos: insemina de formación y creatividad todo el sistema económico y social, genera condiciones de adaptación social a los cambios tecnológicos, económicos y sociales, alimenta a todo el sistema (las telecomunicaciones no serían posibles si no circularan ideas y programas por su interior) y crea condiciones atractivas para la inversión en tecnologías avanzadas. Si se estimara en un 8 % el peso relativo de la producción cultural vasco-navarra en el total cultural del estado español -lo que es ligeramente inferior a su peso en el PIB general del Estado Español- en 1997 el Valor Añadido Bruto cultural general a precios de mercado (salarios, rentas y excedentes brutos de explotación más impuestos) sería estimable en 448.750 millones de ptas. (2.700 millones de euros) lo que es un cifra apreciable. La cultura propia plantea algunas ventajas para la propia economía interna, tanto por las relaciones productivas que la proximidad y el conocimiento implica como porque la producción y niveles de consumo cultural -y más si hay un plus de preocupación identitaria- tienen un impacto directo en el PIB, y en todo el tejido económico y social. Hemos sido expertos en la economía de lo material, de lo sólido, del hierro. Ahora hay que pasar –y aún no hemos aprendido lo suficiente– a la economía de lo inmaterial: de los intangibles y saberes; de los valores añadidos y de los servicios; de los derechos y activos inmateriales -como los derechos audiovisuales o sobre patentes y tecnologías-; de los conocimientos y marcas; de la formación contínua; y también, ¡por qué no!, de lo efímero, lo caduco, las modas. Además de tener que hacerlo por pura adaptación, tiene la doble ventaja como imprescindible sector productivo de producción para el mercado interno y para el intercambio externo, de favorecer una nueva economía polivalente y, sobre todo, en ese viaje reconstruir nuestra cultura y comunidad. Eso significa gestionar el macrosector cultural, de comunicación e información, no como uno más, sino orientado por necesidades y prioridades culturales. Se trata de poner la cultura, los proyectos definidos colectivamente en el puesto de mando de este sector especial por una razón simple. Mientras la cultura de los estados nación es autorreproductiva y tienen bastante margen para confiarlo casi todo al mercado, a la economía misma, en las comunidades sin Estado y sin economías de escala la construcción cultural es un hecho de voluntad, de decisión colectiva, política, que para implementarse debe hacerse, naturalmente, desde la economía, como condición para generar mecanismos de autodesarrollo en el futuro. 2. Identidades y globalización La problemática de las identidades culturales es aún más relevante por la forma en que se está configurando el actual mundo globalizado. De los procesos culturales y comunicativos actuales salen reforzadas las culturas planetarias centrales, las culturas de los grandes idiomas, los países con una importante red comunicativa y cultural, las empresas de las grandes naciones con almacenes de datos, información, programas... para suministrarlo por la red a no importa qué parte del mundo. En esta época de mercantilización cultural hay culturas hegemónicas en Europa que tienen muchas más posibilidades que las minoritarias para expandir sus producciones y valores desde poderosas empresas transnacionales. Las propias iniciativas comunitarias de regionalización de las políticas culturales en la UE apenas si pueden paliar, más que de forma muy limitada, la fuerza expansiva de las grandes industrias culturales tanto americanas y europeas como las que tienen como base operativa el 4 Estado Español (grupos Telefónica, Prisa, Retevisión, Planeta o Correo..) y que han visto ampliarse su capacidad operativa y sus mercados. Las pequeñas culturas lo tienen difícil. Aunque los pequeños países también almacenan y elaboran información de uso propio, la memoria histórica y la agenda temática de cada cultura pueden llegar a ser parcialmente reconstruidas desde grandes empresas que forman Grupos poderosos en información, conocimiento, tecnología o cultura. El mayor peligro reside en el desplazamiento de intereses nacionales o locales por otros globales y gestionados por esos Grupos, en la standarización de temáticas, formatos, rutinas organizativas y decisionales, en la sustitución de puntos de vista, conceptos y enfoques. Es así evidente el riesgo de minorización, aún mayor, de las culturas no dominantes que no se inscriban ventajosamente en los circuitos tecnológicos, reticulares, creativos o productivos aprovechando sus propios recursos expresivos. Precisamente como producto y réplica de la globalización y la hipercomunicación, se generan mecanismos compensatorios desde las sociedades. Ante los riesgos notables de clonación cultural y aculturación masiva las comunidades buscan el sentido de la historia buceando también en su identidad histórica, lo que puede hacer de dos maneras distintas, desde un primordialismo o desde la concepción de la cultura como herramienta de una construcción comunitaria y social modernas. Los movimientos identitarios comunitarios no tienen todo el tiempo del mundo para disponer de los instrumentos políticos y económicos que les permitan asegurarse una plaza en el concierto de los pueblos organizados- y para desarrollar la propia cultura. Asumir ese reto desde la flexibilidad en un pequeño país apunta a que sean mucho más sensatas, incluso imprescindibles, las lógicas socioculturales y políticas que integren y sumen que las que, en aras del purismo o las esencias, resten. Sería como pelearse en medio de una inundación. La respuesta a la desigualdad cultural entre pueblos o países no puede ser la autorreclusión cultural o levantar muros de incomunicación. La respuesta es el levante de paredes de construcción de la propia identidad buscando un cierto reequilibrio de los flujos, con múltiples puertas y ventanas siempre abiertas que son las que permiten avanzar por impulso propio y ajeno. Se trata de seguir la máxima de Gandhi de dejar que todas las culturas del mundo se paseen por el interior de "mi casa, a condición de que no me echen de ella". El presente y futuro de las culturas minorizadas depende de su capacidad para representar y recrear con medios tecnológicos, industriales y creativos su propia identidad. Y eso significa, ante todo, inversión, formación, medios, calidad, sentido, competitividad y producción propia. Hay serios problemas para la inscripción cultural vasca en los nuevos escenarios mundo. Hay un notable desequilibrio entre los flujos y producciones culturales y comunicativos que se generan en el interior y los procedentes del exterior. Sin embargo, ese es el terreno de juego real. Sin abandonar la tensión por la igualación de las formas de vinculación entre países, las claves están en un esfuerzo cualitativo de preparación interna para los retos de la producción propia, de la cooperación y de la competencia. Sobre todo, porque nadie lo hará por nosotros. 3. No solo la dimensión externa Euskal Herria misma, nosotros mismos, somos parte del problema. La polarización política de los distintos agentes sociales, culturales y políticos del País Vasco y la incomunicación que dificulta 5 consensuar los ejes para un despegue cultural, conllevan un despilfarro de energías que no permite liberar fuerzas creativas sino ahuyentarlas. El conflicto cultural o las culturas de resistencia enriquecen las culturas asentadas. Limitan la linealidad de la cultura convencional y hacen aflorar las culturas soterradas. Pero en nuestro caso, con una cultura en construcción y un conflicto cultural como variable inmediatamente vinculada a un conflicto político con una doble dimensión externa e interna, lo cultural aparece muchas veces como mero vector legitimante de opciones políticas. El conflicto cultural se convierte en frente instrumental más de la confrontación política que hace imposible una dialéctica constructiva. Eso es simplemente destructivo en una comunidad pequeña. Otra cosa distinta es que sea imprescindible una política cultural, y que lo sea de la forma más consensuadamente posible dadas las condiciones de una cultura minoritaria. Como hay riesgos de que las fracturas políticas deriven en fracturas primero identitarias -entre identidades en incomunicación- y luego en fracturas sociales de comunidades que se impermeabilizan, hay que hacer un gran esfuerzo para que las identidades culturales internas no sean un problema sino, al contrario, un factor de autoidentificación colectiva. En ningún caso cabe jugar con fuego en tema tan sensible como este, siendo imprescindible construir lo identitario colectivo de forma activa pero abierta, y en perfecta comunión con la libertad personal y de proyectos. La flexibilidad y la necesidad del diálogo permanente se deriva de que se trata de un tema de alta sensibilidad en el que se discute de la propia identidad de grupos sociales e individuos. Lo adecuado en esas condiciones es hacer mínimas las obligatoriedades y que, cuando existan, se articulen, desde mayorías claras y dialogantes y de modo respetuoso, salvaguardando derechos personales y grupales pero no talantes corporativos. El riesgo, por ahora conjurado, en Euskal Herria de que las subcomunidades políticas cristalicen en comunidades sociales de obediencia cultural confrontada (dos comunidades) invita al cuidado exquisito de la gestión de la cultura como ámbito no directamente dependiente de la política. Se trata de evitar que haya una vinculación de la cultura-patrimonio a un sólo modo de entender la vida pública, lo que redundaría en el desestimiento cultural de sectores sociales enteros. 4. Redefinir el concepto de cultura vasca La cultura vasca, entendida como la alquimia de la cultura heredada y la cultura de todos los vascos, es una cultura minoritaria dentro del Estado-nación, con un problema patente de viabilidad. Se trata de una cultura en construcción y, por ello mismo, con problemas de delimitación e identificación social. En su espacio se construye, por un lado, la "comunidad", un sujeto histórico, y, por otro, –dado que la comunidad está recorrida por identidades varias, grupos sociales y hegemonías- también se juega la integración social de Euskal-Herria. Con todo, la comunidad, el pueblo, en los países desarrollados no se construyen sino desde la sociedad, desde la vertebración social en claves de ciudadanía y solidaridad como dice Petrella. Necesitamos ampliar la matriz explicativa tradicional de la cultura vasca. Estamos acostumbrados a entender la identidad cultural solo alrededor de los rasgos histórico-tradicionales diferenciadores que se han tejido alrededor del concepto de cultura-patrimonio heredado. 4.1 Cinco vectores En efecto, la cultura-herencia-herramienta-lengua es el elemento central en la construcción de las identidades de los individuos y los grupos sociales y, al mismo tiempo, el recurso básico de los actores 6 en la acción colectiva puesto que se trata, ante todo, de un sistema de símbolos que da significado a la acción y a los objetos mismos y permite la comunicación3. Cada comunidad reinterpreta desde su cultura vigente, produciendo el sentido de sus acciones, comportamientos y situaciones propias y ajenas. La cultura no sería tanto el suministro de fines o valores para la acción como, según Ann Swidler, una caja de herramientas (tool kit) compuesta por símbolos, relatos, ritos y visiones del mundo -incluyendo valores, pautas, creencias, mentalidades, ideologías, visión de si mismos y de su historia-, entendidos como componentes para la definición de estrategias de acción. Eso las habilita para asumir los cambios y no reproducir permanentemente el pasado. Cada lengua, además de su rol comunicacional, es el bagaje de una herencia de conocimientos acumulada. Este vector heredado está tejido de elementos objetivos (la lengua, la historia propia, las instituciones, el legado económico, las formas de trabajo, de relacionarse o de gestionarse, los rituales, los relatos, el nivel cultural) y subjetivos (la identidad, los valores al uso, los mitos, las creencias, las mentalidades, la mirada propia introspectiva y la mirada ajena identificatoria…). Ambos tipos de elementos nos hablan de un ámbito pretérito real, acontecido e inalterable pero subjetivamente interpretable y significante, donde historia rigurosa, mito y épica se mezclan, haciendo a cada cultura diferente. Desde ella se habilitan las condiciones para que cada individuo y cada grupo social con intereses diferenciados puedan plantearse estrategias y proyectos. Sin embargo, con ser este vector decisivo y diferenciador hay otros cuatro vectores imprescindibles para situar las identidades. Dos de ellos son generales y universales, presentes en todas las culturas. El primero de ellos, la cultura-humanidad, la cultura-especie, es prioritario porque es constitutivo de la naturaleza humana y de la vida en sociedad y tiene carácter universal. Está presente de la misma forma en todas las culturas porque nos habla de la humanidad misma, sin diferencia alguna entre culturas y que hace que ninguna pueda ni deba ser superior a otra. Es la resultante de la dialéctica entre gestión de la naturaleza mediante herramientas, vida social, lenguaje, pensamiento abstracto e interacción simbólica que todos los humanos y los pueblos han realizado a lo largo de los siglos. Estas facultades hacen iguales en dignidad y derechos a todas las culturas, independientemente de su grado de complejidad, indeopendientemente de puedan rechazarse prçácticas lesivas a la priopia dignidad humna4. El segundo de ellos es la cultura-intercambio. La constatación de la inevitable exposición al contacto, de todas las culturas modernas. Nos habla de ámbitos compartidos entre culturas e identidades distintas, de préstamos culturales, de evolución de las culturas que, consustancialmente, asumen la condición de abiertas. La cultura universal sería así, en sentido amplio, el conjunto de culturas en contacto. Ya no se puede hacer la evaluación de lo interno frente a lo externo, porque que lo externo ya es parte de lo interno como una variable más de la cultura propia. Se comparten planetariamente estilos, modas, ideas, estéticas, informaciones, valores, conocimientos, acontecimientos, lenguas francas, debates, preocupaciones, personajes, referentes, artes, mitos nuevos, agentes, líderes, moneda, mercados…5 3 Ver el interesante compendio de Antonio Ariño Sociología de la cultura. La constitución simbólica de la sociedad. Ariel. Barcelona 1997; y María Luz Morán Sociedad, cultura y política: continuidad y novedad en el análisis cultural. Zona Abierta 77/78. 1996/1997 4 Francisco Fernández Buey lo explica en Etica y filosofía politica. Bellaterra. 2000, 117 y ss. 5 Aunque esa cultura viene hoy muy mediada por el sistema educativo, las empresas transnacionales de la información, el ocio y el consumo, las comunicaciones planetarias y el nivel cultural permiten también vivir otras culturas o la producción cultural internacional (los ensayos o la literatura contenidos en la edición, las músicas omnipresentes en disco o radio, el acceso internacional simultáneo a las novedades cinematográficas o al cine clásico, las artes plásticas escénicas o musicales, los patrimonios culturales por la vía del conocimiento y el turismo…). Todo ello va conformando también los sedimentos de una cultura universal imprescindible, una trama cultural internacional y los repertorios de habilidades y conocimientos considerados como necesarios para los contactos entre las elites de cualquier parte del mundo. Con todo, las modas, valores, 7 El intercambio y la universalidad –con sus connotaciones positivas- no conviene confundirlos con otras nociones que reflejan el lado oscuro de la cultura cuando se teje con los hilos del poder y que configuran realidades patentes, algo así como el reverso de loa medalla. Por ejemplo, la noción de civilización/civilizaciones que, tantas veces, se han construido desde la hegemonía de una cultura sobre la mayoría de culturas; o la cultura global, transnacional, artificial, una cultura kitsch, sin memoria ni raíces, vinculada al consumo masivo y aireada por los media de manera planetaria que nos obliga a tomar decisiones contínuas de separación de la mena de la inmensa ganga. Pero además hay otros vectores internos, expresivos, identitarios. La cultura-relación socialadministración-institución- poder, la cultura de los que somos (pueblo, comunidad) un determinado país porque estamos en él (sociedad), y que refleja cómo nos organizamos en un cuadro de poder donde hay hegemonías, estructuras y políticas educativas, mediáticas y culturales. Este ámbito es cada vez más importante, además que es el más gestionable y en el que este Consejo Vasco de la Cultura puede tener más inmediatas iniciativas. La cultura de una colectividad no es homogénea. Se crea desde relaciones vivas múltiples, sumas y restas, consensos y disensos perceptivos, desniveles culturales, herencias diversas, subgrupos en contacto y con influencias desiguales, mitos fundadores, historias, prácticas culturales y subjetividades compartidas o en conflicto, hegemonías… Las culturas son interiormente heterogéneas. Están vinculadas a los distintos grupos sociales, permitiendo múltiples expresiones distintas de una misma cultura. La cultura sería menos un cuadro normativo de repertorios centrales para toda la colectividad como el resultado de la amalgama de todas esas expresiones, de la que pueden deducirse unos hilos comunes (lengua, valores más enaltecidos, formas de vida, símbolos reconocibles, mitos, instituciones de referencia..) y, todo ello, bañado por la subjetividad del sentido de pertenencia. Desde ese tejido nervioso entendido como un resultado, todo es diversidad en el interior de una comunidad. Si la cultura es el tejido nervioso de una sociedad, la sociedad modela las formas de la cultura. Y por último, el quinto vector, también interno, es la cultura-creatividad-individualidad. Puesto que la historia es también contribuciones individuales, una parte de ellas pasan en forma de hito o mito a la memoria colectiva. Cada cultura es la amalgama de ese conjunto de vectores, enfoque que permite redefinirla de forma adaptada a los tiempos y a una óptica integradora y constructiva. 4.2. Criterios derivados Considerar ese conjunto de vectores permite extraer una variedad de criterios que previenen respecto a los riesgos más comunes como son el de la abstracción universalista o, al contrario, el del narcisismo. Los criterios a extraer de esos vectores enunciados tienen por objeto generar actitudes sociales abiertas y permeables y políticas culturales, comunicativas y educativas más complejas. a). Del hecho cultural de la especie como un todo, cabe deducir que el universalismo no es el patrimonio de las culturas dominantes, a pesar de que lo utilicen como argumento frecuente frente a las culturas minoritarias. Más bien, es al revés. La solidaridad con todas las culturas, especialmente con las más amenazadas, la consideración de los derechos de toda la especie y la defensa de la diversidad y de la dignidad de cada una de sus culturas, incluso de las que son utilizadas6 por los símbolos, ideas, formatos, normas,… porque no pueden crear universos cognoscitivo, ,son asimilados y reinterpretados desde cada cultura y sus herramientas. 6 Las culturas no son rivales, pueden serlo los colectivos. No son las culturas las que sojuzgan, son los poderes. 8 poderes para ningunear a otras culturas, es más patrimonio de las pequeñas culturas que de las culturas con pretensiones civilizatorias. b) Desde la necesidad de los intercambios y desde la compatibilidad, traducibilidad y convertibilidad esencial de unos signos en otros cabe asumir la apuesta por una cultura vasca abierta y por el mestizaje, como ha ocurrido a lo largo de los siglos. Hay que precaverse y construir las identidades con carácter abierto, evitando que degeneren en un neotribalismo o en puro refugio frente a los flujos planetarios pero ante los flujos reales culturales se ha de propugnar un intercambio lo más igual, libre y de doble dirección posibles, apuntando la necesidad de establecer límites a los abusos de posiciones dominantes, así como reglas de protección y promoción de la cultura propia. c) Del patrimonio cultural propio cabe extraer múltiples criterios: el cuidado de lo propio sin renunciar a conocer mejor y desmitificar el pasado; la importancia de la lengua como factor especialmente comunicativo, distintivo, rico y como decantación de vivencias, modos de vida y percepciones; la salvaguarda de la herencia cultural como un legado irrepetible; su transmisión adaptada a los tiempos para que siga componiendo una caja de herramientas sociales útiles7; el orgullo legítimo por la propia identidad sin menosprecio de la ajena…. d) De la comprensión de la heterogeneidad y pluralidad cultural social, entendiendo que la cultura vasca no es un arquetipo previo sino el resultado de las dinámicas reales, gusten o no, cabe extraer criterios centrales como son: 1) la flexibilidad y el diálogo cultural; 2) disponer de proyectos con horizonte a largo plazo, una política cultural y una acción ciudadana que los concreten, a pesar de que aún no se hayan acordado las bases de la identidad vasca moderna; 3) un sistema educativo orientado; 4) y un sistema mediático y de producción cultural propios y en diálogo y contraste con otros. El esfuerzo de integración sin dejación de derechos, la disposición al mestizaje, la toma en consideración de las subculturas de los distintos grupos sociales, es una actitud moral que los vascos hemos echado de menos a lo largo de una historia agresiva para con nuestra cultura. Hay, además, una razón práctica. Puesto que los perfiles de los grupos sociales comunitarios no son precisos, las identidades y las lealtades tampoco son puras, sino mayoritariamente compartidas. El término de cultura en conformación significa huir de la asimilación. Lo cultural tiene un tempo absolutamente distinto y más largo que el político, e incluso el institucional, pues estamos hablando de la compleja malla de la interacciones sociales. La generación de solidaridades y sentimientos de pertenencia en una comunidad requiere un diálogo estable, aunque con una tensión inevitable en tanto pugnan proyectos culturales e identitarios distintos en busca de la hegemonía social. e) El desarrollo de las individualidades reclama varias condiciones: un clima propicio y de ayuda a la libertad creativa individual en todos los ámbitos tanto de la producción en euskera como en castellano tanto del mundo urbano como rural; el estímulo a la creatividad en ámbitos sociales abiertos; la ampliación del conocimiento colectivo para el disfrute de la cultura; la formación y promoción de autores y obras; la puesta en contacto de creadores…. 5. Identidad e identidades La cultura enlaza con la identidad colectiva de la comunidad (el nosotros respecto al otros), aportando sentido de pertenencia interna y subsumiendo, con mayor o menor éxito, otras identidades y subidentidades colectivas internas. Nuestro reto como país es hacer viable la cultura vasca en clave 7 La condición de permanencia de la cultura como herramienta es su transmisión especialmente desde el modelo educativo, como ámbito central de reproducción cultural. 9 moderna, con respuestas a los hombres y mujeres vascos actuales, y todo ello partiendo de la recuperación de la cultura histórica que compone nuestro legado. La identidad cultural es el componente subjetivo central de una comunidad que, además de territorio, grupos, individuos, patrimonio e instituciones, tiene un modo de verse a si misma y un modo de percibir a los otros. No es sólo la suma de símbolos, valores y mitos que los etnógrafos detectan en una comunidad, sino también la autopercepción, la mirada sobre si misma como comunidad y como agente. Cabe afirmar que existe una genérica identidad cultural vasca, una identidad resultado, que no se puede definir con un arquetipo, sino que es cambiante y multiforme, tensionada por muchas influencias y en cuyo interior conviven muchas subidentidades culturales. Esa identidad colectiva sería un resultado del diálogo y de la simbiosis entre las identidades culturales internas. Todavía en el País Vasco no hemos conformado un universo simbólico común suficiente de creencias y significaciones, que es algo que la mayoría de las culturas construidas tienen. Nuestra actual identidad colectiva está en construcción. Posiblemente tengamos la sociedad civil más potente, articulada, organizada y variada de Europa –pocos vascos no pertenecen a alguna asociación de algún tipo, somos pioneros en mundos imaginables como el antifranquismo de los 60 y 70, el antimilitarismo de los 80, el nivel de sindicalización del 25% de los 90 o que de forma suprapartidaria el 80% esté por el diálogo y la negociación política para salir del marasmo de la violencia- y, sin embargo nos falta aún vertebrar la comunidad en patrones culturales comunes suficientes. A ello hay añadir el problema de la territorialidad cultural, que siendo de una evidencia histórica incontestable, encuentra dificultades de tipo político para expresarse y vertebrarse en el plano estrictamente cultural tanto porque Euskal Herria se reparte entre dos Estados y tres Administraciones como por la hostilidad de la derecha navarra en relación al euskera o la cultura vasca -los identifica no como un patrimonio propio sino como arietes de un supuesto asimilacionismo vasquista- y por el jacobinismo francés. Es una identidad abierta a la que contribuyen, en primer lugar, las experiencias históricas de raíz étnica que es el núcleo fundador, central y referencial de la propia identidad; en segundo lugar, las experiencias colectivas contemporáneas; en tercer lugar, la aportación de la inmigración que fue muy importante desde finales del pasado siglo, y en cuarto lugar, la notoria influencia que en nuestras propias ideas e imágenes ha tenido la cultura dominante del Estado multinacional, así como la civilización y parcelas de culturas internacionales asimiladas a través del sistema de enseñanza, la literatura, la ciencia, el cine, la televisión.... El problema vasco, como se ve, no es un problema étnico. No cabe definir, ni sería deseable, una identidad vasca ideal. La vida y la historia, en la que influyen decisivamente las decisiones humanas, lo harán. Junto a los cambios y tendencias mundiales que afectan a todos los pueblos, el lazo entre pasado y futuro se tejerá, desde variables como el sistema comunicativo, la producción propia, la normalización lingüística, el nivel cultural y la modernización. En ello es clave la aceptación social general. Un hipotético intento de construir la cultura vasca en la lógica de la exclusión de una parte del "nosotros", tentación que siempre está presente, terminaría en fracaso, además de ser incompatible con la lógica del Estado de Derecho y la construcción de la ciudadanía. Otra cosa distinta es que en la construcción nacional inevitablemente se imponga un proyecto hegemónico que, de todos modos, debe legitimarse socialmente para reproducirse. Y, al contrario, un hipotético intento de concebir la cultura vasca como una cultura secundaria, subordinada, no integral es inaceptable. No ha hecho fortuna así la ideología de las dos comunidades. 10 El multipartidismo y la renuncia a una inculturación coactiva han ayudado a no estereotipar los sentidos comunitario y político, aun cuando quede mucho camino por delante en el proceso de integración social comunitaria. Sin embargo, electoralmente siguen expresándose subculturas políticas preocupantemente poco permeables. Aunque haya sectores que viven la identidad cultural, la identidad política, la participación social y la ideologia como una misma vivencia vital, las relaciones entre identidad, nacionalidad y ciudadanía son complejas. Como indica Luis Sanzo8, en la sociedad vasca hay un sentimiento compartido de ciudadanía vasca, compatible para muchos con la ciudadanía española, y hay además distintas identidades. Si todos los ciudadanos tuvieran derecho a elegir nacionalidad, y hubiera dentro de un territorio varias nacionalidades reconocidas, y eso se deslindara del acceso a la ciudadanía, que tendría base territorial por el hecho de la vecindad, lograríamos que las mayorías ciudadanas podrían sin riesgos de exclusión política, cultural o identitaria de nadie, gestionar los conceptos de pueblo, nación y sociedad, ensamblándolos con comodidad. El "ámbito propio de decisión" se sostendría precisamente en la pluralidad y el respeto a las distintas autopercepciones identitarias culturales y políticas, incluida su proyección pública, y se construiría, incluso para la inmigración no comunitaria, como una "ciudadanía inclusiva", tal y como lo sostiene Javier de Lucas. La construcción nacionalitaria se haría desde la heterogeneidad aceptada. Ello eliminaría las suspicacias sobre la integración cultural forzosa, tanto en una dirección como en la contraria. Ese sería el País Vasco del siglo XXI, propio y solidario. Lo tenemos más fácil que en Irlanda donde coexisten a la espera de la convivencia dos comunidades, dos pueblos, dos nacionalidades, dos naciones. En nuestro caso, se trata de una sola nacionalidad, de una sola nación vasca, de una sola nación ciudadana, y las discrepancias residen en la jerarquía de lealtades en esa graduación que pasa por el solo vasco, más vasco que español, tan vasco como español, mas español que vasco, o el testimonial sólo español, y todo ello con sus derivas culturales y políticas9. Hay quienes compatibilizan su lealtad con otra -por ejemplo, hacia la nación Estado– pero, a diferencia de Irlanda, es común en Euskadi la idea renaniana que funda las naciones en la voluntad de vivir juntos a pesar de los conflictos o los sentidos de pertenencia exclusivos o compartidos. Si a ello añadimos que la idea moderna de la multiculturalidad es asumida y se entiende que la cultura común es una decantación de las subculturas reales internas y de los proyectos culturales comunes asumidos, por ejemplo la discriminación positiva a favor de la parte identitaria que maltrató la historia, entonces tenemos vías de convivencia para un proyecto de convivencia politica y cultural, y no solo vías de coexistencia. 6. Espacio cultural y comunicativo vasco (o vasco-navarro) Aún no existe un universo simbólico común de valores, creencias, identificaciones y mitos que pudieran conformar una identidad colectiva, nacional, integrada, pero se está avanzando en la creación de una identidad colectiva con percepciones compartidas por la casi totalidad de la población, que permiten hablar de la posibilidad histórica de construir un espacio cultural y comunicativo vasco, como territorio simbólico y, sobre todo, como ámbito de autoafirmación y de relaciones compartidas, plurales y estables. 8 L. Sanzo El Pueblo Vacso y la Autodeterminación. Erein 2001. 9 Es en estos planos donde el muy valioso e imaginativo libro de Sanzo tiene algunas extrapolaciones. 11 El concepto de espacio, un concepto más light que el de estructura o sistema, remite al estudio de realidades más cambiantes, fluidas, flexibles e inestables. Ello supone una aproximación multifactorial a la cultura vasca y a su espacio de proyección. Aunque los vectores lingüístico -la existencia de una lengua diferenciada, el euskera- y sociolingüístico -su uso social- son elementos fundamentales en la configuración -y limitaciones- de ese espacio cultural vasco no puede tomarse en nuestro caso como referencia articuladora única del mismo. El limitado uso social del euskera –lo sabe el 37% de la población de la CAPV, lo sabe parcialmente otro 20% y lo usa asiduamente un porcentaje que ronda el 20%- vuelve más compleja la descripción de los contornos de ese espacio cultural y comunicativo identificable como Euskal Herria. Para los catalanes y gallegos el espacio comunicativo catalán o gallego es el espacio língüístico propio. Nosotros lo tenemos peor que Galizia o los Paisos Catalans -donde la inmensa mayoría conoce el idioma propio- para definir el espacio cultural vasco por el ámbito territorial de uso del idioma. Para nosotros el espacio cultural es, no puede ser, sino la voluntad colectiva de recrear la identidad viviendo juntos, planteándonos la normalización lingüística como una meta a largo plazo, eso sí, con etapas claras. Es el espacio de la construcción y reproducción de la identidad, el marco imaginario de las relaciones sociales en una comunidad vertebrada por una conciencia histórica de comunidad, de compartición de valores, claves simbólicas y experiencias comunes, generando un sentimiento de pertenencia y de diferencia, con un patrimonio cultural, una simbología y autovaloración identificatorias -recorridas por muchos mestizajes-, una institucionalización de referencia, una red de relaciones productivas, interpersonales e institucionales -que fundamentan el "nosotros" como un "todos"- y que requiere para su desarrollo una capacidad productiva cultural y un sistema de comunicación de masas propio10... Ni la cultura es una historia fosilizada ni tiene un destino inevitable. Es una realidad viva atravesada de múltiples influencias –el contexto internacional, la configuración del Estado, el desarrollo de la comunidad, la producción creativa, la práctica social cultural- y que puede cristalizar o no en un espacio cultural propio con suficiente autonomía e inercia como para preservarse para toda una fase histórica. En estas coordenadas, debemos generar un espacio cultural vasco con suficiente impulso de autodesarrollo. La política cultural en el País Vasco es así de gran trascendencia por su caracter estratégico en la formación de la identidad colectiva. El concepto de “espacio cultural y comunicativo” tiene así varias significaciones. Se asienta en un territorio de referencia, articulado de distintas formas a lo largo de su historia institucional y de relaciones. De todos modos, por su dependencia, no tiene perfiles precisos ni indiscutibles, y es también un ámbito de competencia, autoridad e influencia del Estado nación, solapándose sobre el espacio propio. Es un producto de la subjetividad, del sentimiento desigual de pertenencia desde unas comunicaciones simbólicas más o menos estables, que crean una percepción identificatoria, más o menos común, más o menos diferenciada. En una comunidad vertebrada por una conciencia histórica de haber vivido experiencias comunes, es el marco imaginario de las relaciones sociales. 10 Hay que volver a hacer una lectura cruzada de Voltaire, Rousseau y, sobre todo, Herder. En sus puntos de vista opuestos en una época predemocrática- se encuentran algunas claves para la interpretación de este tipo de aspectos de esta época postdemocrática. Voltaire "Essais sur les moeurs et l'esprit des nations"(1756). Bordas, Classiques Garnier. Paris 1990; J.-J. Rousseau "El contrato social"(1761), Edicomunicación, Barcelona 1994; Johann G. Herder "Otra filosofía de la Historia" en Obra Selecta. Alfaguara, Madrid 1982. 12 Se fundamenta en aspectos objetivos, aunque no necesariamente materiales: las instituciones jurídico/políticas y modos de producción que han configurado históricamente redes de relaciones productivas, interpersonales e institucionales y que permitieron identificar el "nosotros"; la historia real, aunque también la imaginada y la interpretable que se plasma en la “verdad narrativa“; el patrimonio idiomático y cultural heredado; la hibridación con otras culturas; la simbología cultural y perceptiva que atribuye un sentido a conceptos y comportamientos. Es el espacio de la identidad, un ámbito autoafirmativo –el nosotros-, proyectivo –de definición de futuros- y normativo –de definición de reglas de juego y de gestión cultural-, ámbitos en los que no hay percepciones unívocas. Es un espacio de conflictos internos por la hegemonía cultural. Por eso, al mismo tiempo, es expresión del hecho e identidad política nacionales y una variable activa que los recrea. Para reproducirse ese espacio requiere una capacidad productiva cultural y un sistema de comunicación de masas propio. Entre otros efectos, ese sistema comunicativo valida un ámbito de opinión pública propio que interpreta los acontecimientos, tanto internos como externos, desde claves internas de intereses. Con los anclajes de la historia, de la voluntad de permanencia, de las luchas y de la memoria, el espacio cultural y comunicativo vasco no puede ser sino el ámbito territorial, relacional y temático en el que se ejercita la voluntad colectiva de recrear la identidad viviendo juntos. En estas coordenadas, considerar el espacio cultural vasco como un hecho y construirlo, no son enfoques contradictorios sino prismas de una misma realidad que ha de tenerse en cuenta en la dialéctica inseparable de sus dos términos. Es decir, construir desde un proyecto cultural compartido y ser lo que la acción colectiva produzca como resultado. 7. Algunas conclusiones Cabría formular una sucinta conclusión. Los problemas principales de la identidad vasca son: la limitada autoproducción cultural, el limitado uso del euskera, la integración sociocultural y la democratización cultural. En mi opinión, esos cuatro problemas se pueden resumir en tres retos básicos de la cultura vasca. En primer lugar, la recreación de la cultura vasca como una cultura social e internacionalmente abierta e hibridada, con una discriminación positiva en beneficio de la parte étnica de la cultura, especialmente del euskera, puesto que nos fueron hurtadas tanto nuestra memoria histórica como el desarrollo normalizado de nuestra lengua. En segundo lugar, la modernización cultural que se expresa en una capacidad de creación y producción cultural en cantidad y calidad suficiente como para renovar nuestra simbología y darla a conocer e intercambiarla dentro y fuera de la comunidad. En tercer lugar, la democratización y extensión social de la cultura vasca. Se ha ido por el buen camino en el primer reto, se ha avanzado algo en el segundo y hace tiempo que no se aborda el tercer camino. En cualquier caso en los tres niveles hay déficits importantes. Aquí solo se abordará el segundo reto y, además, de forma limitada porque no se tocan más que tangencialmente cuestiones relativas a patrimonio y artes escénicas, plásticas o musicales. SEGUNDA PARTE LA PRODUCCION CULTURAL INDUSTRIAL 13 La aproximación al espacio cultural y comunicativo vasco exige partir de ejes materiales -la creación, producción y conservación de activos culturales- de las prácticas sociales culturales y comunicativas y, en lo posible, de las políticas culturales experimentadas. 8. La producción cultural industrial: estructura general Al mismo tiempo que se cuenta con creadores e intérpretes de éxito incluso internacional, en los campos de las artes plásticas, escénicas, musicales tanto clásicas como contemporáneas y folk, dirección e interpretación cinematográfica…hay, como no podía ser de otra manera, demanda para cantidades ingentes de creación y producción externa en toda clase de ámbitos que conforman la cultura universal. Aunque la vitalidad de una cultura se mide por su capacidad de integrar nuevos valores, especialmente los exógenos, también hay que señalar que para que eso ocurra la condición es que exista cierto equilibrio, aunque sea desigual. Y no es el caso. A pesar de los muy positivos cambios en los últimos veinticinco años, lo preocupante está, al contrario de lo que ocurre en otros sectores11, en los desequilibrios. Ahí hay una triple dependencia. Las prácticas culturales internas están tensionadas por la influencia de la cultura transnacional, que impone contenidos y formatos, de las culturas extranjeras y de la cultura centro del Estado-nación. A falta de una investigación más pormenorizada y pendiente de realizar, cabe decir -dejando fuera del análisis a las artes escénicas, plásticas y musicales asi como el Patrimonio, que la estructura de la industria cultural (edición, disco, cine, creación publicitaria y medios de comunicación propios) es inarticulada, insuficiente -con una limitada producción propia- y un predominio de las transnacionales en los contenidos consumidos, lo que hace que los flujos no sean equilibrados. O sea a pesar de los positivos cambios de los últimos veinte años, los flujos culturales y comunicativos revelan una dependencia en la fruición y consumo culturales respecto a producciones culturales foráneas. Si hubiera que seleccionar algunos rasgos definitorios de la estructura vasca de industrias culturales, y que incluye tanto a la producción cultural primaria (edición, disco, producción audiovisual, creación publicitaria), la estructura de medios de comunicación (prensa, radio, televisión) y los usos domésticos culturales de las nuevas redes señalaría los siguientes: En primer lugar, los mayores déficits se generan en los ámbitos de creación primaria cultural (libro, disco, audiovisual de ficción, informática creativa y publicidad) que, luego, difundirán los medios de comunicación. Lo mismo ocurre con el sistema de distribución, que es el mecanismo regulador de selección y peso de la oferta cultural y comunicativa: es especialmente dependiente en edición, cine y disco. Mientras se advierte un importante nivel en artes plásticas, un cierto y descendente prestigio en cine, un mantenimiento en animación y música, y una importante apuesta por la producción de todas clase de géneros propiamente televisivos, hay un pronunciado desequilibrio en cantidad y calidad en otras áreas de corte experimental (literatura, ensayo, producción publicitaria..). Además el importante capital humano existente contrasta con las oportunidades laborales, lo que está suponiendo una emigración de profesionales y técnicos cualificados a otras áreas del Estado. 11 La economía de la Comunidad Autónoma del País Vasco (CAPV) se ha hecho mas autosuficiente respecto a las importaciones en estos últimos 20 años, requiriendo menos proporción de recursos exteriores. Las importaciones desde otros territorios del Estado Español o desde el extranjero han pasado de representar el 89% de la demanda interior en 1981 al 64% en 1999. En cambio las exportaciones al resto del Estado y al extranjero –y que significan competitividad e inserción en la economía mundo- han pasado de suponer un 58% del PIB a un 72,5% en el año 2000. Al mismo tiempo han cambiado los mercados exteriores. En 1981 el resto del Estado recibía el 75% de las exportaciones de la CAPV, y en la actualidad solo el 54%, 21 puntos menos, mientras que la UE ya es el 31% de las exportaciones. 14 El resultado es que hay una industria cultural en proceso de crecimiento aunque insuficiente para los niveles de demanda internos y externos salvo en edición en euskera; una industria poco estructurada con una limitada pero significativa producción propia, con una incipiente producción para el exterior especialmente en el audiovisual y artes dramáticas y un predominio de las transnacionales en géneros y formatos consumidos así como en muchos contenidos (literatura, música, ficción...). Aunque algunas obras vascas, sean literarias, ensayos, piezas musicales, novelas o dibujos animados… van más allá de las fronteras del Estado español, lo cierto es que esas producciones normalmente han tenido que ser antes éxito en el mercado español para ser promovidos en el extranjero. En segundo lugar, la estructura de medios es muy aceptable en lo relativo a prensa diaria. Frente a la media española estimada por el EGM para el año 2000 en el 36,3% -sobre el universo de la población mayor de 14 años- el índice de lectura de diarios se situaba según esa misma fuente en el 60,2% en la CFN y en el 58,4% en la CAPV. Según CIES12 los índices son algo inferiores, si bien se mantienen en niveles altos: 57,4% en la CFN y 53,5% en la CAPV. En cuanto a la difusión, computando a quienes no están en OJD, daría para la prensa de información general una cifra sensiblemente superior a la habitualmente manejada, con 441.849 ejemplares diarios de información general para la CAPV y la CFN, según nuestra estimación. En el caso de la prensa, los ocho diarios propios de Euskadi Sur absorben el 80% de la difusión de la prensa en la CAV y Navarra, dejando el 10 % y 9% para la prensa de información general y deportiva centrales -periódicos de Madrid- respectivamente. El índice de difusión se acerca al 20 % -casi el doble de la media española, 10,7%-. Si se incluye la prensa especializada13, se alcanzarían casi los 500.000 ejemplares de difusión diaria, es decir, en torno a 192 ejemplares por mil habitantes, proporción relativamente cercana a la media europea, que se cifraba en 217 ejemplares en 1998, y superior a las medias de Francia (145,7) o Bélgica (157) en ese año. La situación es más desequilibrada en el campo de la radio y TV. La audiencia de radio está, también, por encima de la media española: 54,1% en la CFN y 59,1% en la CAPV, según el EGM de 2000, mientras que en España, el porcentaje de población que escucha la radio se situaba, según ese mismo estudio, en el 53,6%. Las estimaciones de CIES son nuevamente algo inferiores a las del EGM: 58,4% en el caso de la CAPV y 52% en la CFN.Sin embargo se sintoniza mayoritariamente -en un 70 % del total- con cadenas privadas y públicas que tienen su centro en Madrid aunque también practiquen desenganches horarios. Con todo, ese porcentaje es muy inferior a la media española. La radio autonómica -perteneciente al ente público EITB- captó en el 2001 343.000 oyentes, el 15 % de la audiencia de la CAPV, y las radios locales y provinciales privadas y municipales, otro 15%, porcentajes que siendo los más altos entre las CCAA del Estado, indican solo una relativa autonomía. La audiencia de televisión presenta, según EGM, rasgos algo diferentes en CFN y CAPV. En la CFN, con 91,2%, estaría por encima de la media española (89,2%) y, en cambio, la CAPV (con 87,5%) por debajo. Según CIES, en cambio, ambos índices estarían por debajo de la media española: 84,8% en Navarra y 82,3% en la CAPV. 12 Empresa que desde hace años evalúa las audiencias de medios en Hegoalde para distintos clientes, entre ellos EITB, y que tiene la particularidad de utilizar una muestra más amplia y desagregada para Navarra y el País Vasco que el EGM. 13 En el informe anterior de B. Diaz Nosty "Informe anual de la comunicación 1999-2000". Grupo Zeta 2000, p. 119 y 124, se evaluaban en 38.000 ejemplares la prensa deportiva y en 7.700 la prensa económica. 15 La televisión autónoma pública ETB con sus dos canales, en euskera y castellano, alcanza conjuntamente cerca del 23 % de la audiencia en el 200114. Se advierte que más del 70% de la audiencia se la reparten las cadenas públicas y privadas centrales, a las que hay que añadir las locales y de pago (5-6%). En tercer lugar, el euskera (ver supra) es también una lengua minoritaria en el ámbito comunicativo y cada vez más minoritaria en el ámbito audiovisual. En cuarto lugar, el consumo y demanda culturales tienen un nivel relativamente aceptable y propio de una zona desarrollada comparable en bastantes aspectos a la media europea (caso de prensa, radio y lectura de libros o audición de discos, asistencia al cine o visitas a museos) son sólo superiores a la media estatal aunque disten de ser satisfactorios. En cuanto a algunos equipamientos relacionados con la Sociedad de la Información, según la encuesta del servicio estadístico vasco, EUSTAT para el 2001, las familias con ordenador personal eran 43,5%, con teléfono móvil el 69% y con conexión a Internet el 24,1%. Los individuos usuarios de Internet eran el 29,2%, aún a distancia de la media europea (40%) pero en rápido crecimiento, mientras que disponían de vídeo el 78% y de servicios de televisión de pago el 13%. En quinto lugar, en telecomunicaciones se cuenta con una infraestructura de red televisiva propia desde el 84 con el nacimiento de EITB. Una interpretación extensiva del Estatuto -más allá de lo que decía la Ley de Ordenación de las Telecomunicaciones- permitió cierta iniciativa para la implantación de redes aunque con una lógica netamente industrial y alejada de las preocupaciones culturales. Euskaltel está asociada a Retevisión. La lógica cultural predominó en el lanzamiento a finales de 1996, junto con las televisiones catalana y gallega, del canal internacional Galeusca TV vía satélite para los sistemas de cable de América Latina. Actualmente tiene su propia emisión de satélite. Además de la atención a la diáspora hay una presencia ante la comunidad internacional -America y Europa- y el digital por satelite en España, con el Canal Vasco y ETB sat. Por último, se dan políticas públicas activas compensatorias en cultura15, I+D (el doble de inversión en relación al PIB que en el Estado Español), redes y promoción de nuevas tecnologías -una exitosa extensión del uso bajo el paraguas del programa subvencionador Konekta Zaitez (conéctate)- aunque aún insuficientes en el ámbito de los contenidos. 9. Diagnóstico sobre los medios de comunicación Los medios de comunicación no son solo medios de comunicación. También tienen varias funciones sociales: son un dispositivo de reproducción del sistema, de integración social, de ajuste político entre poderes, herramienta de la cultura dominante de nuestro tiempo y un subsector económico cada vez más relevante16. 14 En el primer trimestre de 2001, según Sofres A.M, TVE -1 y 2- tenía un share sobre las 24 horas de un 29,5%, seguido por el acumulado de ETB -1 y 2- de un 23,6% (20% en el acumulado del 2000), mientras que Tele 5 alcanzaba el 23,1% y Antena 3 el 18,9%. 15 Están pendientes, aunque en proyecto, un plan estratégico cultural, un Consejo del audiovisual y un instituto de industrias culturales similar a los de Quebec (Sodec) y Catalunya. 16 En primer lugar, son parte de la estructuración y autorregulación del sistema. Desde su función específica de difundir informaciones, proponen un modelo de organización social, legitiman el sistema como parte de un orden social natural, así como sus subsistemas e instituciones, participan en la regulación y satisfacción de las necesidades sociales, marcando pautas de consumo e incitando al mismo, mediante información y publicidad. Como no es totalitario permite subsistemas 16 El sistema comunicativo operativo en la CAPV y CFN puede verse como el resultado de distintos fenómenos. En primer lugar está la estructura mediática -pública y privada- vigente para todo el Estado-nación. Es la estructura dominante, especialmente en radio y televisión, y tiene una poderosa influencia en las identidades colectivas, tanto políticas como culturales, en la integración social y política, en la conformación del pensamiento social y en la evolución de la opinión pública vasco-navarra, sin hablar de la agenda. Que haya que relativizarla no debe significar ignorar su influencia. Sus delegaciones actúan, cuando existen, como terminales regionales específicas para la CAPV y la CFN, ejerciendo de antenas para sus centros y, en lo que no tiene alcance más general, elaborando información complementaria sobre temáticas regionales o locales para el entorno vasco. Esto es común a la prensa madrileña -especialmente El Mundo y El País-, las grandes cadenas españolas de radio y las cadenas generalistas de televisión. En segundo lugar, la tradición mediática privada vasca y navarra tiene un gran peso, especialmente en prensa. Como empresas con historia continuada, únicamente perduran el grupo Correo y el Diario de Navarra. Tratándose de una zona de temprana industrialización y, ya desde finales del XIX, de choque entre opciones de afinidad española y nacionalista vasca, así como entre élites conservadoras y una izquierda con peso en las clases trabajadoras, esta presencia siempre ha sido relevante17. En tercer lugar, es creciente la influencia –más en radiotelevisión que en prensa diaria o periódica– de los medios autóctonos que buscan configurar una opinión pública específica, tanto en el punto de vista como en las temáticas de la agenda. Esa apuesta ya se inició en los 70 y 80. comunicativos atípicos e incluso contestatarios en la periferia del sistema comunicativo público y privado, con un cierto nivel de influencia. En segundo lugar, tienen efectos sociales importantes. Son parte de los procedimientos de socialización e integración social en las distintas sociedades, en tanto mecanismo de percepción y representación del mundo, a través de una oferta de signos, imágenes y sonidos que ofrecen compañía, entretenimiento, información y cultura y, contribuyen sustancialmente a generar el vínculo social, la identidad (cultural, lingüística y política) y la opinión y espacio público de una comunidad, al tiempo que la preparan para los retos cambiantes de la modernidad y el intercambio cultural. Junto al sistema educativo -y con la ventaja de la actualidad, de la fascinación y la respuesta instantánea- son una herramienta esencial de formación y de construcción social. En tercer lugar, tienen un importante peso político. Son instituciones para la generación de consensos, dominación y hegemonía en el sistema democrático, siendo un poder en si mismos, un poder transversal, más que un cuarto poder, en las sociedades avanzadas. Son vehículo de legitimidad de los otros poderes más centrales (económicos, políticos, sociales) al mismo tiempo que tiene una cierta función de regulación entre los mismos y la sociedad porque desde su influencia, contrapesa y vigila disfuncionalidades. En cuarto lugar, organizan una parte sustancial de la cultura colectiva. Tienen una evidente funcionalidad para la sociedad en tanto satisfacen demandas culturales y de información, crean una cultura compartible de masas, y dependiendo de la exposición a las distintas muestras del sistema de medios asigna roles en las relaciones sociales y son símbolo de status social. Por ultimo, son una parte creciente de la economía. Son un subsector económico en si mismo, cada vez mas rentable y potente económicamente, de alto crecimiento y valor añadido, creador de empleo y atractivo para la entrada de capitales. 17 De todas formas, las tradiciones nacionalista y socialista desaparecieron del panorama mediático visible a lo largo de 40 años por razones obvias, revitalizándose a mediados de los 70 con mayor fortuna para el nacionalismo que para el socialismo en este aspecto. 17 Comandada por los nacionalismos, pero no sólo por ellos, la apuesta respondía, sobre la base de una diferencialidad histórica y cultural, a dos hechos: al hecho social de una experiencia y opinión colectivas específicas tejidas durante el franquismo que fue especialmente duro y traumático en el País Vasco y Navarra; y a la constatación de que no existía expresión mediática, autorreferencial -como diría M. Keating18- en el sistema de medios. Se consideran aquí, junto al surgimiento en la segunda mitad de los 70 de los diarios Deia y Egin bajo iniciativa privada, el nacimiento en 1982 de Euskal Irrati Telebista –EITB- desde el sector público y el desarrollo a principios de los 90 de Euskaldunon Egunkaria (diario en euskera) y de la parte principal del sistema de medios locales. Ya a finales de los 90 se creó Euskaltel, aunque su influencia se ciñe, hoy por hoy, a las telecomunicaciones. 9.1. Una estructura comunicativa propia El sistema resultante, principal modulador del espacio cultural vasco, presenta una serie de rasgos propios en varias cuestiones significativas: los volúmenes relativos de difusión, lectura y audiencias; la singular preferencia y uso de medios comunicativos propios con respecto a los que tienen como sede central la capital del Estado aunque hay una obvia y mayoritaria incidencia del sistema radiotelevisivo central; el peso de una prensa territorial y, en el futuro, un significativo peso de las radiotelevisiones provinciales; la utilización peculiar de los distintos medios escritos y audiovisuales; y de modo destacado, aunque sea muy deficitario, la presencia de las distintas lenguas, en nuestro caso el euskara. Preferencia por los medios de comunicación propios Destaca el lugar preferente que los medios propiamente vasco-navarros ocupan en los rankings. Es evidente en el caso de la prensa diaria, en la que existe una oferta claramente hegemónica y en la que destacan las cabeceras del grupo Correo –El Correo y El Diario Vasco- con 226.700 ejemplares de difusión en 1999 (OJD) y 805.000 lectores en el 2000 (CIES) y el Diario de Navarra con 63.000 compradores y 204.000 lectores en la CFN. Los diarios no autóctonos, aunque disponen de cuadernillos específicos, no alcanzan el 10% de los lectores de información general, y, además, se trata, sobre todo, de segundos periódicos19. En 25 años, han subido 5 puntos escasos cuando suponían en 1976 el 4,5. Las dos explicaciones para ese escaso éxito pueden estar en "las características políticas y lingüísticas que conforman un sentimiento de diferencialidad en un gran sector de la población y (...) en la pluralidad ideológica de la oferta informativa autóctona lo que hace innecesaria la presencia de periódicos centrales para defender una línea política nacional-estatal"20. La preferencia por los medios propios se repite, también, en radio y televisión, especialmente en la CAPV, si bien en un nivel muy inferior al de la prensa. Así al Grupo EITB se le adjudicaba, en el EGM del 2001, una audiencia de 1.453.000 (1.1441000 ETB y 312.000 las radios) mientras que el CIES le atribuía 1.181.000. Cuadro nº 1. Difusión y Lectura en CAPV y CFN PRENSA VASCA Difusión 99 Y NAVARRA (OJD) % Lectura (CIES) 2000 % 18 Michael Keating, "Naciones contra el Estado" Ariel, Barcelona, 1996, (p. 260). 19 Ha habido una caída espectacular de El Mundo del País Vasco en los últimos años. De vender 29.000 ejemplares cuando hizo la apuesta de una línea editorial propia rondará ahora la mitad. 20 Mikel Arriaga y J.L. Perez Soengas "La prensa diaria en Euskal Herria (1976-1981)". Serv. Edit. UPV-EHU 2000, (p. 65 y 95). 18 Correo 132.435 Diario Vasco** 94.316 Gara* 50.000** Deia*, 30.000 Egunkaria 13.831** Periódico de Alava 3.000 Diario de Navarra 63.893 Diario de Noticias 12.780 DV en Navarra Gara en Navarra Egunkaria en Navarra Subtotal 400.255 PRENSA CENTRAL en la CAPV y CFN El Mundo 19.168 País 13.515 ABC 2.537 El País en Navarra 3.151 *** El Mundo en Navarra 2.287*** ABC en Navarra 936** Subtotal 41.594 TOTAL 441.849 * Estimación. No están en OJD 1999. ** En la difusión esta ya incluida Navarra *** Datos de 1998 90,5 480.000 325.000 101.000 88.000 37.000 15.000 204.000 53.000 11.000 18.000 4.000 1.336.000 90,5 9,5 100 63.000 44.000 7.000 (aprox) 12.000 10.000 2.000 140.000 1.476.000 9,5 100 El alto nivel de audiencia de ETB tiene una doble y contradictoria significación: por un lado expresa una vinculación social con la televisión propia pero, por otro, esa audiencia aumenta en la medida que la programación tiende a la comercialidad sobre la base de un modelo de programación convencional, especialmente en los prime time -excepción hecha de los informativos y de ETB-1-. Podemos convenir que lo que es un éxito de público lo es, a la vez, a costa de algunos criterios de servicio público. Con los datos de CIES (cuadro nº 2) se confirman estas apreciaciones. Se advierte el peso mayoritario de los medios no autóctonos, pero la situación de liderato del grupo EITB en televisión y en radio convencional resulta llamativa aunque esté sujeta a vaivenes21. En el caso de Navarra, en el acumulado del 2000 de CIES, la suma de medios autóctonos –ETB y Canal 4 de Navarra– alcanzaba, los 148.000 espectadores, un 20% sobre la audiencia potencial total (estimada en 394.000). Cuadro nº2 Audiencia acumulada en radio y televisión en la Comunidad Autónoma del País Vasco, según CIES, en miles de oyentes alcanzados RADIO 1ª ola 2000 1ª ola 2001 EITB CONVENCIONAL 241 256 Euskadi Irratia 62 62 Radio Euskadi 160 180 Radio Vitoria 24 27 SER CONVENCIONAL 248 219 SER FORMULA 150 157 RNE CONVENC 115 113 Nervión-Gorbea (provincial) 100 112 COPE CONVENC. 116 83 ONDA CERO 59 80 RADIO POPULAR (prov.) 88 78 Cadena 100 (formula) 59 63 EITB FORMULA (E.Gaztea) 55 60 Total TELEVISION 1.079 1ª ola 2000 1.043 1ª ola 2001 21 Aunque la ola se hizo mes y medio antes de las elecciones del 13 de mayo, lo que en principio favorecía a los media autóctonos, lo cierto es que ese liderato con ascenso –a excepción de ETB 1– se producía en medio de un descenso del consumo global de medias en abril (en radio bajaban en 36.000 los oyentes y en televisión 63.000 los televidentes totales) y coincidiendo además con las altas audiencias de Gran Hermano 2. En setiembre se han repetido los resultados. 19 ETB ETB 1 ETB 2 TVE 1 y 2 T-5 A-3 Canal + TV local TV Digit Total Fuente: CIES abril 2001 705 210 495 692 561 409 86 105 40 1.519 713 187 526 654 604 378 68 99 36 1.456 En radio la situación es también favorable al ente público vasco en la CAPV. La cadena de radio convencional más escuchada, según CIES, era Radio Euskadi -la emisión convencional en castellano de EITB- con 24,9%, por encima de la SER convencional (23,9%). Por su parte, la audiencia acumulada de las cuatro emisoras de la cadena pública vasca en la CAPV alcanzó los 325.000 oyentes, de los que la mitad sintonizaron la programación matinal de Radio Euskadi. En cambio, en el caso navarro, y para una audiencia potencial de 241.000 (CIES) las proporciones se invierten, siendo anecdótica la presencia de las radios de la CAPV. Con todo hay una obvia hegemonía del sistema radiotelevisivo central tomado en su conjunto, no sólo como presencia sino, también, como influencia, a pesar de los lugares preferentes que en el ranking de audiencia ocupan los medios propios. Así, tres cuartas partes de las audiencias de la CAPV y un porcentaje aún superior en la CFN atienden a emisiones de cadenas de radio y televisión estatales cuyo nivel de descentralización es muy bajo, sobre todo en el caso de la televisión, pero también en el de la radio, especialmente en las horas de máxima audiencia de los magazines de los presentadores estrella y en las programaciones musicales especializadas. Sin embargo, esa hegemonía no se da en los informativos de radio y televisión donde las cifras de audiencia también se escoran significativamente hacia medios internos, como luego se verá. La territorialidad especialmente en prensa. Ahora bien, cada territorio vasco-navarro tiene su prensa propia, excepción hecha de Alava, donde la edición alavesa de El Correo arrasa. Los territorios constituyen la referencia informativa dominante de la prensa, meramente provincial en muchos aspectos –sociedad, cultura,...-, si bien en la información política son dominantes las perspectivas de cada comunidad o del conjunto de la Euskal-Herria peninsular, incluso en El Correo y El Diario Vasco22. Así, en Bizkaia es muy hegemónico El Correo, seguido de Deia, que prácticamente no vende fuera de ese territorio. El Diario Vasco lo es en Gipuzkoa, seguido de Gara; y El Diario de Navarra en Navarra, seguido de Diario de Noticias. En todos los casos, el porcentaje de la audiencia provincial que absorbe el diario más leído es superior al 60%, mientras que el segundo, sólo en el caso de Diario de Noticias en Navarra supera el 10%23. 22 J. Amezaga, E. Arana, “Euskal Herriaren irudia prentsan eta telebistan”, en NOR Ikerketa Taldea, “Hedabideak eta Euskal-Herria”. UEU. Bilbao 2000 (pgs. 103-154). 23 Varios periódicos con centro en la CAPV -Diario Vasco, Gara y Egunkaria-, algunos de ellos con vocación de prensa no provincial (Gara y Egunkaria), tienen una significativa aunque limitada entrada en Navarra, evaluable en unos 12.000 ejemplares, un 12% de la difusión en aquel territorio. Sin embargo, las cabeceras nacionalistas no han sido capaces de superar la fragmentación. Así, la difusión de Deia se ha ido circunscribiendo cada vez más a Bizkaia, y Gara, aunque presente en todo Hegoalde, únicamente es importante en Gipuzkoa. Algo similar le ocurre, también, a Euskaldunon Egunkaria. Tal vez por ello el nacionalismo moderado parece apostar por la configuración de un nuevo modelo más vinculado a los territorios provinciales sobre la base de la experiencia del Diario de Noticias y El Periódico de Alava. 20 El fenómeno también tiene su importancia en radios, que aun siendo locales o comarcales en origen tienen un peso provincial significativo (Radio Nervión, Radio Popular en Gipuzkoa y Bizkaia...) y en televisiones con vocación territorial (Canal Bizkaia, Tele Bilbao, Tele 7, Tele Donosti, Canal 4 de Irunea, Canal Gasteiz…). Una utilización peculiar de los medios escritos y audiovisuales Tanto la radio como, en menor medida, la televisión son utilizadas por la sociedad vasca, en mayor grado que la española, más como entretenimiento que como fuente de información, compartiendo ese papel con la prensa. Así, en la CAPV y Navarra la prensa es tan utilizada como la televisión para informarse, al menos sobre el conflicto vasco24. En el resto del Estado, en cambio, es la televisión la fuente de información principal25. 9. 2. El lugar deficitario del euskera en los medios Aunque muestra déficits significativos, el uso del euskera es territorial, y aparece como un rasgo distintivo de una serie de medios significativos pero minoritarios de Euskal Herria, y aparece en los medios del Estado nación. El euskera es una lengua minoritaria en el ámbito social, pero lo es aún más en lo comunicativo, donde se dan niveles de presencia y uso más bajos que la media sociolingüística euskaldun (vascohablante). Es verdad que la alfabetización y normalización con el euskara "batua" (unificado) dificulta el uso de los media de la población euskaldun adulta no alfabetizada y de hábitos dialectales, pero la preponderancia del castellano en los media es tal que no estimula –antes bien, inhibe– la socialización de los jóvenes alfabetizados en euskera. Una encuesta reciente referida al 2001, aunque solo para la CAPV, elevaba al 37% los hablantes, aunque conocimiento y uso real están aún muy distantes. El único diario que se publica en euskera actualmente -Euskaldunon Egunkaria- sólo supone el 2% del total de la difusión de prensa, aunque con sus 20.000 a 25.000 lectores alcanza aproximadamente al 4% de los euskaldunes adultos alfabetizados y, aproximadamente, al 10% de los euskaldunes que leen prensa. A él hay que añadir las páginas y noticias en euskera que tiene Gara, así como la presencia de algunas paginas en euskera en Deia y Diario Vasco, el Zabalik de El Correo y las más testimoniales de otros diarios. En cambio hay muchas revistas en euskera, locales o culturales, en general de difusión mensual y limitada tirada, si se exceptúan algunas experiencias como las del Grupo Goiena. 24 En el trabajo dirigido por P. Idoyaga y Tx. Ramirez."Conflicto vasco: opinión pública y medios de comunicación" (Informe a la Comisión de Derechos Humanos de la Consejería de Justicia del Gobierno Vasco, marzo 2001) y que se publicará en el 2002 como "Conflicto e incomunicación" en Alberdania. en el que se hace por primera vez un estudio comparativo con el resto del Estado, con más de 3.000 entrevistas telefónicas, se obtiene el siguiente cuadro en relación al "tipo de medio que se utiliza en primer lugar para informarse sobre el conflicto vasco". Se advierte una importante diferencia: % horizontales Prensa radio TV CAPV +CFNavarra 38 22 39 Resto del Estado 25 14 60 25 Coincide con este diagnóstico otro estudio que indica que un 66,1% de la población dice recibir bastante o mucha información política a través de la prensa, mientras que el 63,5% lo afirma también para televisión y el 55,3% para la radio. O. Bezunartea y otros "La prensa y los electores. El mito de la influencia". Serv. Edit. UPV-EHU 2001, (p. 112). 21 La audiencia de radio en euskera no alcanza los 200.000 oyentes, 133.000 de Euskadi Irratia y Euskadi Gaztea, correspondiendo el resto a radios provinciales -como Herri Irratia de Gipuzkoa o Bizkaia Irratia-, radios comarcales y locales y radios libres, que han conocido en los últimos años un importante renacimiento. En bastantes casos la sintonía de las emisoras locales y libres tienen programación bilingüe. En la televisión, ETB-1, con un acumulado para el año 2000 de 223.000 teleespectadores (194.000 espectadores acumulados en la CAPV y 29.000 en Navarra), a los que sumando las audiencias de las televisiones locales en euskara, se alcanzarían unos 300.000 televidentes, lo que viene a suponer el 15,7% del acumulado, aunque un 6% de la audiencia regular26. ETB-1 en el último cuatrimestre de 1990 suponía el 12 % de la audiencia, en 1997 -por efecto del asentamiento de las privadas- sólo el 8 %, hasta caer alrededor del 5 % en los últimos años. En estos bajos datos de uso también influyen la limitada oferta mediática existente –resultado tanto de la estrechez del mercado euskaldun y de los limitados medios económicos públicos dirigidos a promover su implantación, salvando el caso de EITB-, como la inexistente regulación del mercado audiovisual desde criterios lingüísticos. Efectivamente, la política mediática del Gobierno Vasco al respecto se ha limitado durante años a la implantación y desarrollo de EITB, en cuya gestión, eso sí, ha ocupado un papel central la función de normalización lingüística. Sin embargo, ha sido muy limitada la promoción del uso del euskera en otros medios, lo cual ha quedado al albur de la voluntad y actividad social y de los criterios de mercado. Incluso el nacimiento y desarrollo del diario Euskaldunon Egunkaria estuvo condicionado por el contexto de enfrentamiento con el núcleo promotor, «Egunkaria Sortzen»27. A pesar de todo, el diario logró hacerse un pequeño hueco en el mercado y en 1994 firmó un acuerdo con el Gobierno Vasco que le ha permitido afrontar nuevos retos. En este sentido, y al margen de la renovación de aspectos relativos al diseño y la maquetación, ha desarrollado, también, especialmente durante los últimos años, una política de ampliación de contenidos a través de suplementos territoriales (uno semanal en Navarra -Nafarkaria- y, desde hace aproximadamente un año, otro diario en Bizkaia –en dialecto vizcaíno y con secciones comarcales-) y temáticos –diarios-, así como de implantación en Internet. Precisamente la progresiva ampliación de las ayudas públicas a los medios en euskera, especialmente desde el 200028, vino a demostrar que el mercado de la prensa euskaldun puede ser un mercado viable, como muestran, de forma específica en el ámbito comercial, la entrada del grupo Correo en este espacio, iniciando en el año 1999 la edición de una nueva revista semanal, Zabalik –compitiendo 26 Una excepción en este ámbito la constituye la programación infantil en ETB1. Esta cadena privilegia la programación infantil y juvenil en buena parte de su franja horaria y, coherentemente con los procesos de euskaldunización educativa, obtiene un notable éxito en ese público. Sus programas estrella (Barrebusa y Betizu) son seguidos por el 50% de los niños comprendidos entre 4 y 12 años. 27 Aglutinaba, junto a varios personas significativas del mundo del euskara a algunas empresas emblemáticas del mundo editorial vasco como Elkarlanean, principal editorial vasca, o Argia, editora de un semanario del mismo nombre y que aportó su experiencia y la estructura básica de la redacción- con el Gobierno Vasco, que disponía de un proyecto institucional alternativo. Éste, finalmente, no cuajó y Euskaldunon Egunkaria salió en 1990 con el apoyo del capital aportado por cientos de partícipes minoritarios. Pero el enfrentamiento lastró de forma importante las bases económicas del diario, ya que durante años no dispuso de apoyo financiero institucional significativo. 28 En el año 2000 se distribuyeron 622 millones de ptas. De ellos 275 se destinaron a Egunkaria, casi 40 a Argia y 35 a Zabalik, sumando así, entre ellos más de la mitad de la cantidad presupuestada. El resto se repartió entre diversas publicaciones periódicas y locales, radios y televisiones –principalmente locales- y servicios multimedia. El Gobierno Foral Navarro, por su parte destinó a la promoción del uso del euskera en los medios una cantidad de 49,5 millones de ptas. 22 con el ya clásico semanario Argia, vinculado a Euskaldunon Egunkaria– o de forma más general, el desarrollo de los medios locales. Efectivamente, el ámbito local ha mostrado en los últimos años un enorme dinamismo, habitualmente a partir de iniciativas sociales vinculadas a la promoción del uso del euskara. La información local ha tenido importancia tradicionalmente en la prensa vasca y ha sido, precisamente, uno de los bastiones del grupo Correo29. Un estudio exhaustivo sobre los medios locales30, cifraba para 1996 en 42 las revistas en euskara –7 semanales, 7 quincenales, 21 mensuales y 7 de periodicidad irregular- que publicaban un total de 122.000 ejemplares, con una audiencia conjunta de 427.000 lectores. Estas publicaciones parten fundamentalmente de asociaciones culturales creadas con el objeto de promover el uso del euskera en sus respectivas localidades y son, en su mayor parte, gratuitas31. Ultimamente se han producido, además, algunos desarrollos tanto desde el punto de vista empresarial como en la oferta comunicativa local32. La presencia de este tipo de iniciativas sociales en radio y televisión ha sido mucho menor. Fuera de los concursos para la concesión de emisoras de radio de FM33, no ha existido una regulación de criterios lingüísticos del sistema audiovisual desde el Gobierno Vasco, y mucho menos desde el Gobierno Foral Navarro. La falta de una política orientativa al respecto del Gobierno Vasco llevó a que las grandes cadenas centrales se apropiaran progresivamente de las concesiones de radio, dejando muy poco lugar a expresiones propias específicas, tanto en euskera como en castellano34. En Navarra, las últimas concesiones de licencias de FM analógicas de 1998 castigaron, precisamente, al euskera, en un proceso que se reveló irregular y fue denunciado por el propio Parlamento Foral35. Al contrario que las radios libres, las radios municipales tampoco han conocido un desarrollo significativo. 29 En este sentido, este grupo, además de la edicionalización local del diario ha desarrollado otra línea de publicaciones locales gratuitas –semanales- en diversas zonas de Bizkaia –Getxo, Durango,...- bajo diversas cabeceras (Vecinos, Nervión,...). 30 A. Aranguren, “Euskarazko komunikabide lokalak Euskal Herrian”, Tesis Doctoral, UPV/EHU, Servicio Editorial, Leioa 2000. 31 Se financian, fundamentalmente, con publicidad y con el apoyo institucional. De forma más marginal, por suscripción. 32 Destaca Goiena Komunikazio Zerbitzuak, un proyecto multimediático comarcal surgido de diversas iniciativas sociales locales y que por su entidad se analiza aparte. Se ha creado Topagunea, una federación de asociaciones y medios, que oferta a sus miembros asesoría e, incluso, contratación central de publicidad. Han aparecido nuevos modelos periodísticos como el de Hernani –se edita una publicación cuatro días a la semana de forma gratuita en los kioskos– o Gaztetxulo –mensual dirigido al público juvenil y que es un spin-off a partir de la publicación semanal local donostiarra (Irutxulo)–. 33 El Gobierno Navarro reguló en su día las radios municipales y las televisiones locales. Este último decreto, sin embargo, nunca ha tenido incidencia real debido a la falta de establecimiento de frecuencias de emisión por parte del Gobierno español. Más recientemente, en el 2000 y a principios de 2001 se han discutido diversos proyectos del PSN y del gobierno de UPN para regular el sistema audiovisual navarro y crear un Consejo Navarro del Audiovisual. El Gobierno Vasco sólo ha regulado las radios municipales. 34 Unicamente las emisoras vinculadas a la iglesia vasca tras su ruptura con la COPE (Radio Popular-Herri Irratia, Bizkaia Irratia, Loiola Irratia), y algunas pequeñas emisoras como Nervión-Gorbea, Segura, Arrate.... 35 No se le adjudicó licencia a Euskalerria Irratia, una radio que emite en euskera en la capital navarra desde 1988 lo que motivó la apertura de un proceso de investigación en el Parlamento navarro y finalizó con la orden a la Diputación Foral de Navarra de cancelar las concesiones realizadas. Esta orden nunca fue cumplida. No extraña, por tanto, que el director de esta emisora, denunciara este caso como una flagrante “desobediencia institucional” (“Euskalerria Irratia: 13 urte paperik gabe”, Euskaldunon Egunkaria, 7 de noviembre de 2000) 23 En televisión, a diferencia de la prensa local, ha tenido un desarrollo tardío y dominado por proyectos que responden más a modelos comerciales que sociales36. De las más de 20 televisiones locales activas, menos de la cuarta parte emite en euskera. Aunque los hábitos sociolingüísticos arraigados explican en parte el estado de los media en relación al euskera, también se advierte una situación de desequilibrio en el sistema de medios respecto a esos usos. Los media van por detrás de las realidades sociales e incluso ralentizan los avances sociolingüísticos y educativos. Si ciertamente es voluntaria la conexión o la compra de un diario, también es verdad que los medios en castellano tienen mucho más mercado, peso económico, economías de escala, tradición y condiciones para ofertar contenidos más variados para una población en la que el bilingüismo solo es un atributo de los euskaldunes37. TERCERA PARTE TERCERA PARTE: USOS DEL SISTEMA COMUNICATIVO, LA SOCIEDAD DE LA INFORMACION Y LA RECENTRALIZACION EN MADRID. RETOS PARA EUSKADI 10. Usos de los media 10.1. El uso vasco-navarro de la información El aserto de que la opinión pública vasca no se forma desde los mismos mimbres que la española, se basa en una estructura peculiar y, también, en un modo de acceso diferenciado a la información política. Los media no vascos sobre todo, han generado, por exceso, el efecto contrario al que pretendían sobre la opinión pública vasca: animar su autonomía. Esto relativiza en parte y en determinadas condiciones sociales, el supuesto carácter determinante de los media sobre la vida política, en comparación con otros factores como los grupos de pertenencia, las identidades, la educación, las ideologías o los partidos. Uso de cabeceras y emisoras propias para la información política Se advierten rasgos específicos en el interés y acceso a la información política, muy determinada tanto por la problemática de la pacificación (violencia de ETA y derechos humanos) como de la normalización (contencioso vasco) y el autogobierno. Cuadro nº 3. Ranking de uso de cabeceras y canales para informarse sobre el conflicto vasco. Medios más CAPV + Navarra % Resto de España utilizados Cabecera/ cadena Cabecera/ cadena Prensa diaria El Correo 35 El País Diario Vasco 21 El Mundo Diario de Navarra 12 La Vanguardia Deia 8 ABC Gara 7 El Periódico de Cat. Diario de Noticias 3 La Voz de Galicia % 15 6 5 4 4 4 36 De hecho se están produciendo importantes movimientos empresariales en torno a la Televisión local en las capitales. 37 Su público es toda la población, incluida la población euskaldun peninsular que es la única franja social bilingüe. En cambio, los medios en euskera por fuerza se dirigen -y además compitiendo con los medios en castellano- sólo a ese sector. 24 Cadenas de radio Cadenas de TV R.Euskadi +E.Irratia SER Cope RNE Onda cero ETB (1+2) TVE (1+2) Tele 5 Antena 3 22 18 7 7 5 44 25 14 9 SER RNE (1+5) Onda cero Cope Catalunya radio TVE(1+2) Tele5 Antena 3 TV 3 Canal Sur /Canal 9 20 13 10 9 3 40 22 19 6 2 Fuente: J.V. Idoyaga (op. cit.) El cuadro nº 3 denota la gran desconfianza –compartida, aunque en distinto grado, por el electorado nacionalista y no nacionalista- respecto al modo de informar de los medios públicos y privados no autóctonos. La influencia de los medios de comunicación centrales se está deteriorando en buena medida, tanto desde el lado cuantitativo (descenso relativo) como cualitativo (influencia decreciente de su universo ideológico). Esa creciente desafección conlleva, ya sea un fracaso del modelo informativo, ya sea un coste asumido y, en cualquier caso, una crisis de la credibilidad y del lugar social de la institución mediática en su conjunto38. En el caso vasco, el sistema mediático central se comporta, entonces, como un sistema comunicativo de tiempo de crisis. Es menos el reflejo interpretado del acontecer que un agente intencional de intervención y de adoctrinamiento, sin que los actores vascos más representativos sean llamados a participar en el proceso de los mensajes. La desmesura y la descalificación en tertulias y columnas, y el desequilibrio e intencionalidad en las informaciones son, no ya moneda corriente, sino dominante. Posiblemente el contraste entre la experiencia personal de la ciudadanía en los acontecimientos y la información sobre los mismos haya apuntalado esa desafección. El resultado es que hay una creciente distancia en las percepciones entre la opinión publica vasca y española. Las encuestas reflejan mentalidades y percepciones sociales sobre la vida pública muy diferenciadas, derivadas de experiencias colectivas cada vez más distantes. El predominio escrito del Grupo El Correo y el Diario de Navarra Por razones de tradición, mapa mediático, variedad de contenido, multiplicidad de ediciones y estilo informativo, más de las tres cuartas partes de la lectura de prensa en la CAPV va a los dos medios del grupo Correo -El Correo y Diario Vasco- cuyo punto de vista editorial no sólo no es nacionalista sino que, muchas veces, se sitúa en un ámbito abiertamente conservador y antinacionalista (curiosamente bastante más El Correo que el Diario Vasco) aunque no siempre lo perciban así sus lectores. Lo mismo ocurre en la CFN con el Diario de Navarra. Ver Cuadro nº 4. Cuadro nº 4. Difusión de la prensa por idearios PRENSA afín a PP y PSOE Difusión 99 OJD % 38 El informe "La opinión pública vasca y el proceso de pacificación" -enero de 2001 sobre encuestas de noviembre de 2000- del equipo Euskobarómetro, (que elabora Alfredo Retortillo y dirige Francisco Llera, miembros del Dpto. de Ciencia Política de la UPV-EHU), indica que 6 de cada 10 encuestados opina que los media, en general, no sólo no contribuyen al proceso de pacificación sino que lo perjudican, mientras otro 20% entiende que ni perjudican ni ayudan, y sólo un 13% estima que contribuyen. Estos resultados son casi los mismos que los de seis meses antes. Si entre los nacionalistas son 8 de cada 10 quienes opinan que perjudican, entre los no nacionalistas son casi la mitad quienes opinan lo mismo, y sólo dos de cada diez opinan que contribuyen. 25 Correo Diario Vasco** Diario de Navarra 132.435 94.316 63.893 Mundo 21.455 País 16.666 ABC 3.473 Subtotal 332.238 PRENSA no afín a PP y PSOE Gara* 50.000** Deia*, 30.000 Egunkaria 13.831** Diario de Noticias 12.780 Periódico de Alava 3.000 Subtotal 109.611 TOTAL 441.849 * Estimación. No están en OJD 1999. ** En la difusión esta ya incluida Navarra *** Datos de 1998 75 25 100 Errores y aciertos del nacionalismo en información Vistos los perfiles de las audiencias, es bastante obvio que el tipo de prensa por la que, erróneamente, optó el nacionalismo -excesivamente ideologizada y militante- no produce entusiasmo ni siquiera entre el electorado nacionalista -salvo en los sectores muy militantes-. En cambio la gestión de la información en las radios y televisiones públicas que ha realizado -y así es visto socialmente- se ha basado, de forma más acentuada que otros medios, en criterios de profesionalidad y de información para todas las sensibilidades. Ello es llamativo por tres razones: a) porque se aleja del modelo que ha practicado en prensa (de corte doctrinario); b) porque esa profesionalidad y distancia es, al menos, equiparable a la que atribuye el usuario medio a las cabeceras del Grupo Correo; y c) porque contrasta con la información excluyente, propagandística y sesgada del sistema central en lo que se refiere a información sobre el conflicto vasco, lo que resulta cierto incluso para la prensa de referencia como El País, en este plano poco ejemplar39. Cuadro nº 5 Valoración de los medios Euskadi Prensa Positiva Negativa Neutra Radio Positiva Negativa Neutra Televisión Positiva Negativa Neutra Fuente: J.V. Idoyaga y Tx. Ramírez, (op. cit.) % 14 38 19 Resto del Estado Positiva Negativa Neutra % 28 17 24 13 29 15 16 44 20 Positiva Negativa Neutra Positiva Negativa Neutra 30 11 21 41 17 29 En los informativos de radio y televisión las cifras de audiencia favorecen a los medios autóctonos, también en radio y televisión. El informativo de prime -time de ETB-2 (Teleberri 2, a las 21 horas) tiene un share medio en día laborable en la CAPV del 20 al 24%, al que habría que sumar el más testimonial Gaur Egun (informativo en euskera) que ronda entre el 2,5 y 5%, lo que significa que entre 39 Tras aplicar en un trabajo de campo la metodología convencional de la caracterización y la adjetivación, P. Idoyaga y Tx. Ramírez sostienen en sus conclusiones -"Política informativa de El País y ABC ante la nueva situación política del País Vasco (1998-2000)", Zer, nº 9, 2001, UPV-EHU- que ambos medios "en lugar de ser notarios de la realidad han sido en muchas ocasiones, propagandistas de la teoría gubernamental de la realidad (...) e identifican las reivindicaciones políticas nacionalistas con el terrorismo, en ocasiones como caldo de cultivo y en otras como sus impulsoras directas". Asimismo señalan que el Gobierno y el Ministerio del Interior aparecen como las fuentes informativas principales y sin verificaciones alternativas, mientras construyen actores e imagen desde un funcional "antiterrorismo mediático". 26 un 22,5 a 29% en días laborables se informa preferentemente en ETB40 en esa franja horaria. Cerca de la mitad de quienes ven informativos diarios en televisión lo hacen en ETB41. En radio, a su vez, la franja informativa de prime time y de tertulia -8 a 10 de la mañana- en la CAPV está liderada por Radio Euskadi, por delante del programa Hoy por Hoy de Iñaki Gabilondo. Una percepción colectiva crítica sobre la información La propia percepción sobre el papel de los media y el periodismo con relación al conflicto es distinta. Preguntados sobre si los medios en general tratan el problema vasco de forma adecuada para comprender lo que pasa -ver cuadro nº5– aparecen varias cuestiones: el importante número de "no sabe/no contesta" pero también de opiniones que indican que el usuario se interesa por la política y, además, le pide rigor a los media; la opinión negativa vasca sobre los media en general, en contraste con la satisfacción española con sus propios medios sobre una temática que no pueden cotejar con la experiencia personal más que en contadas ocasiones. Ello quizás se deba a que los vascos le piden distancia a los media y, en cambio, desde otras comunidades se acepte un papel instrumental en la política de Estado42. Con todo hay una percepción de la importancia de los media, bañada con un ligero halo de escepticismo43. Usuarios pluralmente informados Los usuarios de la comunicación, especialmente en la CAPV y ya sean nacionalistas o no, se informan desde múltiples fuentes, con líneas editoriales e informativas distintas y mucho más variadas que las de los usuarios españoles. Desde luego, al lector medio le llegan por múltiples canales los mensajes dominantes aunque el usuario vasco medio los toma como una versión más. El perfil medio de un ciudadano vasco informado de la CAPV, sea nacionalista o no, es que lee El Correo o el Diario Vasco, oye Radio Euskadi y la SER y ve los informativos de ETB. El caso de multilector más acentuado es el del lector habitual de Gara. 10.2. La controvertida relación entre consumos, usos e ideologías. Se pueden apuntar una serie de tesis e hipótesis. En primer lugar, los usuarios de la comunicación, especialmente en la CAPV se informan desde múltiples fuentes, con líneas editoriales e informativas distintas y mucho más variadas que en el resto. Cabe sugerir como hipótesis general que, al contrario de la credulidad acrítica de la opinión pública 40 La información de ETB no es solo regional. Versa sobre todos los temas de atención internacional, estatal o autonómica. 41 En O. Bezunartea (op. cit, p. 112,) se estima que la mitad de los televidentes vascos ve, en general, informativos. 42 En la citada encuesta de Idoyaga y Ramírez, la exigencia a los media de imparcialidad -un valor reconocido- a la hora de informar sobre el Gobierno, ETA o los nacionalismos es casi unánime (90%), pero es sintomático que a la pregunta de si los media "deben colaborar con la política informativa del Gobierno", el 67% de los encuestados españoles muestran su acuerdo, mientras que en el País Vasco sólo lo hace el 30%. Asimismo, sobre si los media "deben defender la unidad de España frente a los objetivos del nacionalismo vasco", en el resto del Estado el 62% de los encuestados se muestra de acuerdo, mientras que en el País Vasco sólo un 20%. Recordemos que el electorado no nacionalista es de un 50%. 43 En el informe de Euskobarómetro anteriormente citado, a la pregunta de si "la implicación de los media y la adopción de un código ético puede contribuir mucho, bastante o poco a un proceso de pacificación", los que opinan que "mucho" pasaron desde junio a noviembre del 2000 del 44% a 35%, mientras que el grupo de quienes opinan que "bastante" ha crecido a costa del anterior del 30 al 45%, y los que piensan que "poco" o "nada" o "no saben, no contestan", ha pasado del 26% a 20%. 27 española en sus media sobre temas de los que solo tienen ocasionalmente vivencias directas y, a veces, de forma dramática, la actitud del usuario vasco sobre la información es de cotejo y de compensación, mientras constata la falta de un sistema informativo equilibrado. Es decir, la mayoría de la sociedad vasca puede contrastar su multiinfomación con sus vivencias, en tanto que la mayoría de la opinión pública española se fragua desde menos referentes informativos, muy mediados, orientados, ideologizados y homogéneos en su enfoque. En segundo lugar, aunque no hay una fuerte correlación entre comportamiento político y lectura, sí hay una cierta correlación entre ambos, también en el País Vasco, aunque de perfil mucho más bajo que en España, ya que la mayoría fragua su opinión preferentemente todavía en los círculos sociales y comunitarios de una sociedad muy vertebrada ideológicamente. No obstante, el viejo modelo comunitarista en el que el nacionalismo tejió su influencia, va compartiendo influencia en la socialización y formación de la opinión pública con un modelo más convencional en la modernidad, y en el que el sistema mediático tiene un papel cada vez más importante. Como hipótesis cabe apuntar que la sociedad vasca se había acostumbrado a usar los media en claves de recepción epidérmica, lo que limitaba su función integradora y mediadora. Pero en la actualidad, además de la influencia a corto plazo, tanto en la agenda como en claves de confirmación o rechazo que determinados modelos comunicativos producen según grupos de pertenencia, hay influencia a largo plazo en el debate público sobre determinadas cuestiones (violencia, valores, reglas de juego, lenguaje) en un contexto de debilitamiento del poder articulador de los partidos. En tercer lugar, de la coexistencia entre la estabilidad de la ideología nacionalista y la persistencia de un modelo comunicativo dominante que se reconoce en la identidad política española, no cabe inferir una casi nula influencia de éste44. Al contrario, más bien habrá producido un efecto de freno sobre la influencia del nacionalismo que, posiblemente, hubiera sido mucho mayor con una estructura de medios similar al del cuadro de resultados electorales. De todos modos, en la coyuntura y vistos los resultados de las elecciones del 13 de mayo del 2001, los media generaron, por exceso, el efecto contrario al que pretendían sobre la opinión pública vasca. Esta se autonomizó de su influencia, en beneficio de otros factores como los grupos de pertenencia, las identidades, la educación, las ideologías o los partidos. En el mismo sentido, la acción de influencia que desde los poderes se ha realizado sobre el sistema mediático, no es explicable desde la tesis de la nula influencia de los media, ni desde la tesis del desinterés de la ciudadanía por la política, especialmente en un país como el vasco y navarro muy politizado, movilizado, sindicalizado (25%) e informado. La influencia mediática explica el hecho mismo de que el PP pudiera plantear la opción misma de la alternancia en la CAPV. En cuarto lugar, mientras en las elecciones las opciones ideológicas siguen siendo dominantes en el comportamiento del electorado -y en ello hay una influencia creciente de los media-, es llamativo que en determinados temas de calado como son los de paz, normalización, diálogo…, hay una mayoría social amplia, detectada pertinazmente por todas las encuestas, y que es bastante autónoma respecto a ideologías, partidos y medias. Cabe apuntar, también como hipótesis, la existencia de tres marcos de opinión. Hay un primer marco, sobre ciertos temas –diálogo, violencia, negociación para la paz...- en los que se expresa una opinión muy mayoritaria social específica, suprapartidaria. Un segundo marco, más global, ideológico e 44 Esa es la tesis de O. Bezunartea y otros (2000). 28 identitario y que fraguan los partidos, y se expresa, sobre todo, en las elecciones e ideologías. Un tercer ámbito, que tejen los media (a veces de forma más estratégica en ciertos temas que los partidos, más presionados por la coyuntura táctica) sobre valores vinculados a la modernidad o temas de agenda pegados a la coetaneidad. Finalmente, cabe sostener que el sistema mediático es crecientemente influyente y que una parte del mismo se comporta como un sistema comunicativo de tiempo de crisis. Es menos el reflejo interpretado del acontecer que un agente intencional y autoritario de intervención, sin que el conjunto de los agentes vascos representativos sean llamados a participar en el proceso de elaboración de sus mensajes. Curiosamente el espacio comunicativo y de las ideas esté siendo unos de los espacios principales de la batalla política, por encima del propio espacio político y de los contenidos, ya conocidos y estabilizados, de los proyectos políticos. Ello explica que la influencia de los medios de comunicación de los media con sede en Madrid y más alejados, se esté deteriorando por el lado cuantitativo (descenso relativo) como cualitativo (influencia decreciente de su universo ideológico). Esa creciente desafección conlleva, una crisis de credibilidad o un fracaso del modelo informativo y, genera una creciente distancia en las percepciones sobre la temática vinculada al País Vasco y al sistema político, entre la opinión pública vasca y la española. Esto que permite crear un universo propio también augura futuros de aún mayor incomprensión. 11. La Sociedad de la Información Los cambios tecnológicos de la "Sociedad de la Información"(SI) son fundamentalmente: -la digitalización e informacionalización de todo el sistema de signos, símbolos e imágenes, permitiendo homogeneizar el tratamiento de señales de cualquier contenido o lenguaje. -la apertura de una convergencia tecnológica (y también empresarial) en redes, aparatos y contenidos45. Estos últimos tenderían al multimedia. La combinación de dispositivos y redes permitiría, la conectividad de los sistemas tecnológicos, la interactividad, la accesibilidad y ubicuidad, entre otras características de las hasta veinte propiedades peculiares que Javier Echeverría detecta46. Aparentemente la SI es solo un modelo tecno-organizativo social por efecto de la aplicación de las tecnologías de la información y comunicación (TIC) en el sentido de captar, almacenar, procesar y compartir información, y que tenderían a resolver la lentitud, la escasez y accesos de la información. Pero es mucho más, en tanto los sistemas tecno-organizativos no están colgados en el aire sino insertos en sistemas económicos dados. Las funciones de la comunicación no son tecnológicas sino fundamentalmente de reedefinición de las relaciones (comunicativas, económicas, de poder..) intra e intersociedades. No es la tecnología la que crea el sistema o la sociedad, sino que son éstas las que crean tecnologías y las sitúan como recursos, como inputs que no son solo cachivaches o dispositivos sino también un conjunto de relaciones sociales predefinidas entre usuarios, empresas e instituciones47. 45 Si en la convergencia tecnológica se hubiera incluido el tratamiento de los contenidos como mero servicio de las redes con su consiguiente desregulación y eliminación de criterios de calidad, excepción cultural, servicio público o culturales hubiera quedado arrasado el audiovisual europeo. En julio del 2000, al menos y felizmente, ya se dio la definitiva separación del tratamiento regulador del audiovisual y de las infraestructuras y servicios asociados (López 2001: 257). 46 J. Echeverria Los Señores del aire: Telépolis y el Tercer Entorno. Destino 1999. Pgs 145 y ss. 29 Tras la erosión del Estado del Bienestar en los países centrales, la SI viene vinculada fundamentalmente a un modelo liberal, desrreglamentado y competitivo de relaciones internas e internacionales, y a unos procesos de expansión de los capitales financieros y operadores de telecomunicaciones, pero también de las empresas de contenidos culturales e informativos globales. El concepto de SI se ha institucionalizado aunque como tal resulte un concepto limitado y sesgado, cuando no una ideología, un proyecto social y un alibí del modelo de globalización. La idea de "Sociedad de la Información, la Comunicación y la Cultura”, hubiera respondido mejor a los retos en cursom además de representar mejor el hecho de que la Tecnología es parte de la cultura48. En cualquier caso, aquella expresión pone el acento en los ingentes efectos sociales, económicos, culturales y políticos derivados del desarrollo de las TIC, aplicados en todos los campos de la vida, la economía, la sociedad o los servicios. Por efecto de los cambios tecnológicos y económicos de SI en el contexto de la globalización se está produciendo una recalificación del propio lugar social y económico de los distintos territorios en el mundo, redistribuyéndose sus influencias, y sin que ello pase necesariamente por discusiones explícitas sobre soberanías. Es decir, está cambiando también lo político desde fuera de lo político. Lejos de producirse una igualación espacial, la implantación tecnológica tiende a la aglomeración en pocos puntos, en beneficio de unos territorios frente a otros, y jerarquizándolos. Las enormes potencialidades tecnológicas de las redes para la deslocalización de los agentes49 se evaporan en gran medida, cuando se advierte que concentración metropolitana y conexión con la red, son parte del mismo fenómeno de relocalización preferente en pocos centros neurálgicos mundiales. Estos polos (Nueva York, Los Angeles, Tokyo, Londres o Paris) se constituyen en centros decisionales estratégicos especialmente en ámbitos básicos de la Sociedad de la Información (finanzas, tecnologías, relaciones, saberes y contenidos). Aunque la era Internet ha sido anunciada como el fin de la geografía, no es verdad, lo cierto es que lo que redefine es la distancia. La geografía se reafirma y revaloriza, además de que se solapa una geografía propia de nuevas hegemonías tecnológicas y económicas50. 47 Son los cambios que se están dando en el sistema, en su dialéctica de conflicto entre poderes y dominados, el que para preservarse y desarrollarse ubica el lugar de los distintos dispositivos de la SI. Al final, la SI es parte de los grandes cambios que se producen en los subsistemas productivos, militares y financieros, desde la extensión del ideario del mercado y el cosmopolitismo que le acompaña, funcional a las culturas centrales. O sea, la SI también es ideología. Por eso decir como dice Don Tapscott que estamos en la "Era de la Inteligencia Interconectada", como si esta se repartiera por igual y sin dominaciones, o sostener como indican las profecías del neomilenarismo tecnologista que las angustias y las desigualdades humanas desaparecerán por puro efecto de las tecnologías, es simplemente falso. 48 Sin embargo, lo frecuente en el reparto funcional regional del ámbito de SI, es que se adscriba a Consejerías de Presidencia, Tecnología, Empleo o Ciencia y, en algunos casos, a Educación, un terreno ya más próximo a cultura. 49 No serían las nuevas tecnologías, con su elevada capacidad descentralizadora y de flexibilidad, las que están en la base de ese fenómeno, sino que son las fuerzas económicas y tecnológicas que están detrás de la globalización y de la integración de los mercados las que introducen, ahora como hace un siglo, esta fuerte tendencia. 50 Castells J. M.(La galaxia Internet. 2001) diferencia las distintas geografías. En primer lugar la técnica. En las líneas de telecomunicación hay predominio de los enrutadores y nodos estadounidenses que se basan en una gran red de banda ancha que conecta a los principales centros metropolitanos del mundo. En segundo lugar, la geografía de usuarios que sigue la distribución desigual de la infraestructura, la riqueza y la educación en el planeta. En tercer lugar, la geografía de la producción de internet, en lo relativo a fabricantes de internet y de software, está polarizado en centros tecnológicos selectivos y muy concentrados, con predominio norteamericano. En lo relativo a los proveedores de contenidos –rastreable por los dominios– ocurre lo mismo. La hegemonía americana es evaluable en un 50 por ciento del total de dominios, un 83 por ciento de las páginas más visitadas, una media de 25 dominios registrados por cada mil habitantes –mientras que los países nórdicos cuentan con 15, España con tres y Brasil con 0,5 por mil– lo que indica una asimetría creciente entre producción y consumo de contenidos de Internet. Además 17 de la 20 principales ciudades en el ranking de dominios están en USA, con una alta concentración espacial. 30 En el campo de la cultura y las comunicaciones, por SI no hay que entender solo el proceso de transformaciones de las nuevas TIC, sino también de las tradicionales. Las viejas pero reubicadas industrias culturales, algunos sobrepasando los 100 años de existencia, como las ondas, o los rollos de celuloide, o los discos, y ya no digamos la ya veterana imprenta, y que dieron lugar a los medios de comunicación tales como la prensa, radio o televisión, o por extensión, el cine, la fonografía o el sector editorial, siguen ahí, junto al teléfono por hilo de cobre o el telégrafo o las ondas electromagnéticas. Solo algunas de esas tecnologías son desplazadas pero los productos y los usos que consagraron encuentran nuevas formas de expresión: el libro electrónico, la televisión digital y por cable, la radio digital, la música en CD Rom, la radio por Internet, el DVD. Y es que las viejas industrias culturales, transformadas, van a seguir siendo mayoritarias durante bastante tiempo, aunque a su lado aparezcan nuevas expresiones comunicativas que tienen su importancia y la particularidad de servir no solo para la información y el entretenimiento, sino también para múltiples finalidades. Internet, la TV por satélite digital, el digital terrestre, el cable por fibra óptica, la telefonía móvil.. sobrepasan el campo de los media, para abarcar las telecomunicaciones, el acceso a las bases de datos, las órdenes a distancia, la información continua, la información de servicios, los automatismos, el comercio electrónico, el telepago51. Todo esto entra en el terreno de las potencialidades, o mejor de las posibilidades, per desde las potencialidades tecnológicas a los usos sociales suele haber un trecho, a veces abismal. No todo esta escrito sobre las aplicaciones y usos tecnológicos que se vayan a imponer y como terminarán por insertarse52. No es necesariamente la tecnología buena la que impone su ley sino que son las leyes de las empresas mas fuertes e influyentes las que tienen más facilidades para imponer sus modelos y formatos tecnológicos. Los cambios sociales no son el mero resultado de las tecnologías sino de su dialogo con la economía, el poder y la sociedad que son las que le indican su lugar social. Las sociedades, y aún más las pequeñas, tienen mucho que decir aunque tienen que elegir entre tres actitudes ante las tecnologías: -el papanatismo tecnológico de quienes (“turiferarios” los llama Wolton, 2000) no se paran a mirar la inserción y efectos sociales de cada una de las tecnologías y se convierten en meros acompañantes propagandistas de los vendedores de aparatos y servicios. La nueva ideología tecnologista sustituye a otros referentes históricos como el progreso, la religión o la política. -el nihilismo de los apocalípticos en sus tres versiones: la de quienes se resignan ante la oleada tecnologista y dicen que no hay nada que hacer; o los que piensan que no hay nada bueno que esperar 51 El reciente "Plan Edi en la SI" que ya es operativo indica multitud de usos como el acceso casi infinito a informaciones, bases de datos, páginas web, descargas de música y -cuando se generalizan las redes de Banda Ancha y el cableado-, imágenes en movimiento pudiendo verse el cine en casa por transmisión solicitada, en forma de vídeo a la demanda sobre un banco de imágenes. Internet la comunicación punto a punto sin fronteras o los menús personalizados de informaciones solicitadas. Con la combinación de ordenador con Televisor, DVD, telefonía móvil, cable e Internet las posibilidades son inimaginables. 52 Incluso para dar servicio y confianza a las élites que puedan acceder a estas muestras sofisticadas, están pendientes desarrollos múltiples vinculados a la compatibilización de intereses: patentes y formatos, tenencia de derechos audiovisuales, derecho a la privacidad y el respecto a los derechos individuales, la fiabilidad del comercio electrónico, homogeneización legislativa, sistema de precios racionales, salvaguarda de servicios públicos y universales vinculados a los derechos de acceso o a los derecho reconocidos a la cultura y a la información. 31 y se refugian en la pura naturaleza; o la de quienes pueden estar tentados por el puro sabotaje de corte luddita. -la crítica que busca gestionar los nuevos media desde valores y fines sociales, y no al revés: cambiando en lo necesario el sentido y no solo el uso de la tecnología; mirándola desde la libertad pero preservando los espacios comunes ante el riesgo de individualización excesiva; propugnando el derecho de acceso como un derecho universal; estableciendo obligaciones a los operadores; generalizando la educación sobre el uso de las TIC para finalidades sociales; cuidando la calidad de los contenidos para evitar que todo sea puro contacto sin contenidos de valor ni sentidos. 11.1. Tendencias sociales en los usos de los media No somos ajenos a las tendencias sociales en los usos de los medios. En primer lugar, la tendencia a la individualización comunicativa y cultural. Se tiende a ir desde la comunicación indistinta generalista, para públicos anónimos de masas (prensa, radio y TV) a la comunicación primero individualizada y, luego, tematizada o personalizada, que arriesga distanciar modos de percepción y temáticas comunes. Los usuarios estarían desperdigados o agrupados puntualmente en comunidades pequeñas de gustos acotados. La comunicación anónima de los medios de masas, no desaparece ni mucho menos pero es, poco a poco, desplazada aunque, puntualmente, puedan darse grandes aglomeraciones de masas sobre programas de éxito en la radio y televisiones generalistas53. Esa tendencia a la individualización plantea problemas respecto al viejo modelo. Los viejos medios llegaban simultáneamente a millones de personas y eran una herramienta de socialización, de imaginarios colectivos, de temas que estaban en boca de todos, de ideas dominantes. Si cada uno tiene, ahora, su menú particular de medios ¿dónde queda lo colectivo o la identidad cultural o las pautas desde las que mirar lo social?54. Esto es especialmente preocupante para una comunidad que tiene su identidad colectiva por definir. Una segunda tendencia es al pago antes circunscrito al mundo editorial a al cine en sala. Se da el salto creciente del servicio público o de la programación inmediatamente gratuita (financiada con publicidad) que continúan, a la comunicación de pago55 . 53 Los viejos creadores de opinión pública no abandonan el campo y para no perder influencia utilizan ya el método del producto comunicativo único adaptado para una multioferta en los distintos formatos del sistema comunicativo, de tal manera que, como especialistas en contenidos, toquen al usuario en algún moment. La prensa, las televisiones o la radio están en Internet. 54 Los medios públicos resolvían en claves igualadoras bastante bien ese dilema, pero tampoco se camina necesariamente al autismo social (ruptura con los valores colectivos). Internet, como red, permite la comunicación de muchos a muchos, en tiempo escogido y a escala global, como dice Castells. Junto al caso de programas que concitan el fervor de masas, también aparecen nuevas socialidades vinculadas a los media, con sus aspectos positivos (el contacto por la red no tiene las restricciones del desplazamiento físico y de la necesaria cercanía) o más dudosos (cabe construirse personalidades ficticias y no contrastables para los contactos en la red o dedicarse compulsivamente a comunicarse de modo intrascendente). También aparecen intervenciones en la red (la huelga de los internautas por la tarifa plana barata o la queja colectiva por las pretensiones de la SGAE) o intervenciones desde la red (las manifestaciones en Seatle o Génova o los encuentros mundiales de Porto Alegre, no habrían sido posible sin la Red. 55 Primero por cuota de abono para el derecho de acceso como en el satélite digital y, luego, por taquilla (fútbol de pago) o tiempo de uso (pago a las operadoras de telecomunicaciones por los minutos de acceso a la red) hasta llegar al Near Video on Demand (emisión secuenciada cada 30 minutos, por ejemplo) o al VOD sobre un auténtico banco de imágenes, de "vídeo a la demanda". 32 El resultado inmediato es la segmentación social, lo que tiene el lado positivo de la libertad y elegibilidad pero estratifica crecientemente el acceso y el conocimiento en función de capacidades económicas y destrezas comunicativas, desvalorizándose socialmente el gasto en servicios públicos de uso colectivo que aseguren mínimos de calidad y de contenidos accesibles para todos56. Una tercera tendencia, es que los monopolios públicos de RTV en los distintos países de Europa han dejado paso en tan solo unos años a oligopolios público-privados con tendencia al predominio del oligopolio privado en RTV, quedando en minoría la oferta pública. Y ese fenómeno ya se agiganta si miramos a la televisión temática, a las producciones, a los operadores de servicios de telecomunicaciones o a los portales centrales de la Red. Desde luego, el mejor modo de defender el Servicio Público en los nuevos tiempos de condiciones de competencia, es definir su espacio propio y diferenciado por sus misiones de interés colectivo en toda clase de géneros. Una cuarta tendencia es que el viejo predominio comunicativo espacial del Estado-nación tiende a ser, en partee, desplazado desde dos tendencias contrapuestas: Por una parte, la regionalización y localización comunicativa, en prensa, radio, televisión. Por ejemplo, la TV de proximidad aparece como un espacio relevante por su aprecio social. Es el caso de las autonómicas o de la microtelevisión de las locales. Por otra parte, el control transnacional cuando no planetario de productoras y distribuidoras multinacionales de programas asi como de operadores de telecomunicaciones que además de infraestructuras (redes, satélites) son gigantes de la informática o de la electrónica de consumo, y contra toda lógica de separación de actividades para evitar abusos de posición en los mercados- son, al mismo tiempo, operadores de servicios y programas, ostentan derechos de explotación sobre programas o controlan varios sistemas de medios, por ejemplo con cabeceras en prensa, radio, TV, TV de pago, exhibidoras de cine…. A escala planetaria están ahí TimeWarner-AOL, Bertelsman, Vodafone, Vivendi, Microsoft… El peso que ostentan es muy preocupante por su influencia en: redes, acceso controlado, contenidos, opinión pública, usos sesgados por intereses y organización de la vida social. Esos operadores privilegian el inglés y la cultura y valores anglosajones. Una quinta tendencia es que cambia el tipo de usuario. Aunque el usuario pasivo sigue estando ahí, ya aparece un usuario más activo y selectivo, ganan en importancia su implicación y vigilancia, hasta el punto de que ello anuncia el ámbito comunicativo como un ámbito de conflicto en relación a la libertad de acceder, el coste, los valores de gestión de la red….. El espacio comunicativo es también un espacio de conflicto por la libertad. Entre los usuarios globales que han creado la cultura de Internet estarían como dice Castells no solo las empresas sino también la tecnoélite científica y académica, los hacker, el comunitarismo virtual y la cultura emprendedora. El mismo fenómeno ocurre desde el punto de vista de la creación. Del modelo tradicional de las elites creativas pequeñas, especializadas y jerarquizadas por el prestigio, hoy la gran formación colectiva, universitaria o no, facilita que se extienda enormemente la base, los viveros desde los que se nutre el sistema, multiplicándose los contenidos hasta el punto de la polución y del exceso inabarcable, haciendo que las guías para encontrar lo útil se conviertan en los nuevos canalizadores de las ofertas 56 El mismo fenómeno pero más acentuado por la intensa liberalización se produce en las telecomunicaciones. Del servicio universal se pasa a las redes más caras de alta calidad (ADSL u otras), mientras que las obligaciones de los operadores se remiten a un genérico servicio de interés general que tiende a referirse solo a la telefonía tradicional, entendiendo que ahí acaban las obligaciones de servicio universal. Asistimos a una inmensa marea privatizadora en el acceso. Que ello no termine de impedir el acceso colectivo a nuevos servicios dependerá de que en la paleta reivindicativa se llegue, también, en estos temas propios de la SI a reclamar una sociedad igualitaria en información como parte de los derechos en las Sociedades del Bienestar. 33 más ajustadas a las demandas, encareciendo los productos, sustituyéndose la navegación errática por la petición de un encargo preciso. Claro que si miramos a los países usuarios, la brecha también va a ser mucho más gigantesca que antaño. Algunos países ni serán usuarios. Una sexta tendencia es la difuminación entre trabajo, ocio e información como corresponde a una sociedad productivista, basada en el trabajo muy cualificado y en formación continua. Finalmente, de ser los intangibles un sector de relativa importancia pasa a ser un sector central que redistribuye roles por todo el sistema productivo y está en la raíz de buena parte del PIB. Ello es válido incluso para el pequeño sector de comunicación y cultura, que ya en el Estado español supone un 4,5% del PIB. Si le sumáramos todas las actividades informacionales ….ese porcentaje sería enorme. 11.2. Cambios y preguntas en las funciones de los medias Revisando las cinco funciones tradicionales de los medios de comunicación se advierte que cambian los acentos: -La capacidad de estructuración y autorregulación del sistema va a dar un salto dada la potencia de los dispositivos de la SI. -Tendá efectos sociales importantes en el doble sentido de la ampliación de los referentes mentales y de la segmentación y del fraccionamiento social, con riesgos de sociedades paralelas e incomunicadas entre sí. -El poder político y las transnacionales tendrán una poderosa herramienta de gestión social pero, muchas veces, deberán pactar o pelearse con usuarios precavidos frente al control de la información. -Es más una amenaza que una oportunidad para las pequeñas culturas que quedan mucho más expuestas, pero no tienen más remedio que como el judoka servirse de la fuerza del oponente para sostener su cultura. -Económicamente la cultura y la comunicación se convierten en un sector estratégico de primera importancia de la que cuelga casi todo el sistema y su adaptación a los cambios. Visto todo este magma de tendencias bien distintas hay una serie de problemas centrales en el contexto descrito: -¿Cómo asegurar un lugar para una pequeña comunidad en construcción como la vasca en la SI? -¿Cómo generar una cultura propia con eficacia?. ¿Especializándose en algunos tipos de contenidos? -¿Cómo asegurar la democratización de la comunicación tanto en aparataje e infraestructuras como, en lo posible, en los contenidos? ¿Cómo se formula hoy el derecho democrático de acceso? -¿Y la apuesta por la calidad frente a la redundancia qué significa en recursos humanos? -¿No tendríamos que reanimar la democracia interna en cada país y en las redes para configurar una O Pública propia y autorreferenciada? -¿No habrá que establecer herramientas limitativas o equilibradoras del control de los poderes mediáticos excesivos? Todas estas preguntas genéricas requieren respuestas concretas y cambios de rumbo. Se quiera o no la SI no es una suma de cachivaches cada vez mas sofisticados y entrelazados, sino un nuevo y difícil 34 marco en el que reconducir y gestionar las cuestiones de siempre, pegadas a la naturaleza humana: cultura, democracia, libertad, solidaridad, poder, igualdad…. 12. Recentralización cultural e informacional en Madrid Un economista gallego, Antón Costas57, indicaba que asistimos a un nuevo modelo de crecimiento, con tendencia a la creación de un centro – región de Madrid- donde se concentran, cada vez más, las sedes decisionales y fiscales de organismos y empresas estratégicas, así como los servicios de alto valor añadido, y una periferia donde tenderían a localizarse solo empresas productoras y centros de decisión intermedios. Llamaba la atención sobre la redistribución del poder económico que se está produciendo en beneficio de la capital del Estado, y en perjuicio de hinterlands como los que nuclean Barcelona, Sevilla o Bilbao. En esa tendencia recentralizadora habrían influido poderosamente el modo en que se ha producido el proceso de liberalización -en particular, los servicios públicos, como la telefonía, la electricidad, el gas o los transportes- y la nueva economía de los servicios, de la que una parte decisiva son las comunicaciones, las telecomunicaciones y los servicios financieros58. Hasta aquí las acertadas tesis de Costas, corroboradas días después, por el informe del Ministerio de Economía por el que, en el primer semestre del 2001, el 71,6 por ciento de las inversiones de empresas extranjeras que no cotizan en Bolsa las absorbía Madrid, repartiéndose el otro 28,6 por ciento entre las 16 restantes CCAA59. Cabe apuntar algunas interpretaciones complementarias. Estos procesos de recentralización o desregionalización de las economías y del poder político toman impulso, fundamentalmente, desde variables económicas, determinadas por los procesos de globalización y solo subordinadamente desde decisiones de los poderes públicos que, en todo caso, las secundan o corrigen. En el caso español, las secundan y reafirman. Quizás haya una explicación de fondo para esta contratendencia respecto a las tendencias a la descentralización que se había producido en los últimos 40 años mediante el impulso de los desarrollos regionales. Posiblemente la configuración de unas pocas ciudades metropolitanas como Nueva York, Los Angeles, Londres, Berlin, Tokio o Paris como nodos estratégicos centrales de la mundialización, tienda a que otros centros –sean capitales de Estado o no- pretendan postularse como polos de interlocución de cara a las economías nacionales y supranacionales (la UE por ejemplo) y cuya importancia no cabe desdeñar60. O mejor, la mundialización por fuerza ha de contar con los ámbitos articulados por los Estados soberanos. Quizás sea ese el nuevo papel que quiera jugar Madrid, 57 El País 10-1-02. 58 No serían las nuevas tecnologías, con su elevada capacidad descentralizadora y de flexibilidad, las que estarían en la base de ese fenómeno, sino que serían las fuerzas económicas y tecnológicas que están detrás de la globalización y de la integración de los mercados las que introducirían, ahora como hace un siglo, esta fuerte tendencia. Como no hay una mano invisible ni un automatismo que hace que la tendencia a la concentración empresarial se traduzca en centralización espacial del poder económico, se trata de la expresión de un modo de gestión del poder económico y político, y por ello, también, estaría en manos de las Administraciones que se instrumenten políticas públicas para paliarlo. 59 El País 18-2-02. 60 En la época de la producción flexible, no teniendo tanta importancia las “economías de escala”, serían las economías de innovación y de aglomeración de recursos y las sinergias comerciales, financieras y de lobbying, las que animarían a esa centralización de recursos. La cercanía a otros poderes, las sinergias entre economía y política a través de las relaciones públicas y la influencia, la información privilegiada… apuntarían en el mismo sentido recentralizador. La concentración espacial tendería a dirigirse adonde se produce la aglomeración de sedes empresariales, constituidos en centros decisionales estratégicos especialmente en ámbitos básicos de la Sociedad de la Información (finanzas, tecnologías, relaciones, saberes y contenidos). 35 capital metropolitana, en el doble afán de gestionar los hilos estratégicos de la economía española y contar en la europea, como fase transitoria hacia el objetivo de formar parte del G-8. El Gobierno español, desde luego, colabora en la centralización económica con un triple impulso político: con una liberalización controlada en las cúpulas resultantes; ayudando a los grandes Grupos afines o disciplinando a los autónomos (caso BBV) y dando por finalizado el proceso de redistribución del poder autonómico, tal y como lo explica Jordi Solé Tura61, con la vuelta a lo que llama las “macroprovincias”. Si para afrontar la crisis del industrialismo fue funcional la descentralización y la emergencia de muchas PYMES y el crecimiento de las burguesías locales, en la nueva arquitectura del poder se trataría de restablecer hegemonías claras tanto económicas como políticas, estableciendo una nueva jerarquía entre burguesías globales, intermedias y locales, para lo que sería funcional un nuevo centralismo. Hay además un factor añadido de naturaleza más política. A medida que los Estados pierden soberanía hacia arriba -hacia la UE en Europa- parecen pretender compensar esa pérdida, reasumiendo funciones antes autonómicas y, desde luego, evitando la presencia regional en Europa. Pero si ello es cierto con carácter general en los sectores estratégicos, lo es aún más en los campos cultural e informacional. En primer lugar, la gran concentración de recursos culturales sobre todo privados pero también públicos que se produce en la Comunidad de Madrid, llega a suponer un 40 por ciento del total del PIB cultural español –y sigue creciendo- cuando su participación en el PIB general es del 17,09 por ciento. Se estiman en 251.000 los asalariados en el sector cultural madrileño62. Por una parte, la concentración de recursos audiovisuales y telecomunicativos en Madrid es descomunal, lo que le ha permitido un hiperdesarrollo del sector cultural industrial, una auténtica especialización productiva regional63. Ya en 1997 se estimaba ese sector en el 11,5 por ciento del PIB regional y el 17 por ciento de los asalariados de la región64. Por otra parte, buena parte de la demanda intermedia o final se genera en la capital española: televisiones, agencias publicitarias, la Administración central, la importante concentración –junto a Barcelona– de sedes empresariales (potenciales demandantes de productos audiovisuales), la inmensa mayoría de las distribuidoras cinematográficas extranjeras y españolas, gestoras de derechos, el 20 por ciento de las salas de exhibición. Todo ello hace que absorba buena parte de la facturación del sector audiovisual65. 61 El País 13-2-02 62 Ver Informe Gracia M.I. y otros Evolución de la industria de la cultura y el ocio en España por Comunidades Autónomas (1993-1997). SGAE- Datautor Madrid 2001, pgs. 135 y ss. 63 En oferta, Madrid–región es la sede de la mayor televisión pública y de las tres privadas de ámbito estatal así como de una autonómica, las de satélite digital y las digitales terrestres, lo que viene a suponer entre un 75 a 100 por ciento de la oferta televisiva para algunas zonas del Estado. A ello hay que añadir la prensa central y revistas, la aglomeración editorial -junto con Barcelona- y las grandes discográficas transnacionales; además acoge a numerosas productoras cinematográficas (60 por ciento), una buena parte de empresas videográficas (800 empresas, lo que equivaldría según Arpegio al 60 por ciento del subsector) así como de servicios a la producción en cine y vídeo (incluidos laboratorios y postproducción). 64 Ver Informe Gracia y otros. Ob. cit. pg. 135 y ss.; Marcos C. y Urraca A. 1992 y Quintana I, Martins C. A., 1992. 65Desde un principio los modelos de radio y televisión, públicos y privados, se configuraron con un concepto centralizador de emisión. La región de Madrid contaba con todas las condiciones económicas, sociales y administrativas para un hiperdesarrollo del sector cultural industrial. Además de formar parte del sistema europeo de metrópolis -lo que invita a un 36 El efecto de atracción que tiene sobre los recursos de todas las nacionalidades y regiones asi como que esos recursos regionales de Madrid, por su ubicación, amplifican el poder del Estado como tal y de los grupos privados centralizados. En segundo lugar, el peso mayoritario y centralizador de recursos (casi dos tercios, el 63,4 por ciento del total español) y de mano de obra (55 por ciento) culturales que se produce entre Madrid y Barcelona, aunque Madrid tiende a despegarse al especializarse –por economías de aglomeración e influencia- en producción cultural (nada menos que 11,5 por ciento de su PIB regional, el doble de lo que el sector supone en Catalunya). Con todo Catalunya suponía el 23 por ciento del PIB cultural español –17 puntos menos que Madridaunque solo el 5,5 por ciento de su propio PIB territorial –la mitad del de Madrid-. De todas formas, concentra la cuarta parte (24 por ciento) de los asalariados en cultura en todo el Estado Español y su empleo cultural es significativo en su territorio: el 11 por ciento del empleo catalán en 1997. En tercer lugar, hay un dinamismo general en términos de crecimiento de la Tasa de Variación anual media para el período 1993 a 1997 tanto en territorios potentes (Madrid) como menos desarrollados (Andalucía y Extremadura) en la medida que es un nicho importante de nuevos empleos66. Finalmente, están siendo muy explícitas las diferencias regionales. Mientras el PIB por habitante conoce una variación máxima de 1 a 2 entre, por ejemplo, Madrid y Extremadura, en cambio las diferencias son abismales en Ventas culturales por habitante (27 veces mas ventas a empresas, particulares y sector público en Madrid que en Extremadura) y VAB cultural por habitante (13 veces más). Quedan muy alejados de la media española productiva cultural (541 euros por habitante) incluso territorios en claro desarrollo económico, como la Comunidad Valenciana. Algunas consecuencias Una primera consecuencia que se deriva de este comportamiento territorial es que, habida cuenta que la cultura y la información son los recursos centrales de una sociedad avanzada, parece reproducirse de forma muy ampliada la distancia de los territorios que ya tenían ventaja en el modelo fordista o industrial. Llueve sobre mojado, porque los recursos inmateriales no son ajenos a los recursos e infraestructuras materiales que les han servido de pista de despegue para el desarrollo y de aterrizaje para la demanda cultural. Si en este ámbito hay mucha más desigualdad regional que en la renta, quiere decir que a medio plazo se ampliará la brecha también en la renta per cápita. Una segunda consecuencia es que si la función redistribuidora del parcial Estado del Bienestar español ha tenido algún éxito en mantener las diferencias de renta por habitante más o menos controladas, existen todos los indicios de que la especialización de algunos territorios en sectores punta de alto valor añadido (cultural e informacional) ya está aumentando la brecha entre territorios en el acceso y en la calidad de vida comunicacional. Una tercera consecuencia es que el Estado de las Autonomías ha podido contribuir a paliar las diferencias interterritoriales en el ámbito general para que no hubiera comunidades olvidadas pero, flujo permanente con otras metrópolis y le configura como un polo atractivo- disponía de toda una batería de recursos culturales que le situaban en un lugar preferencial. Ya en 1990 se calculaba en 1.202 millones de euros los recursos audiovisuales de la región -4 por ciento del PIB madrileñoy en 12.000 los trabajadores audiovisuales en sentido estricto residentes en Madrid, lo que suponía el 43 por ciento del total español, un 50 por ciento en TV y hasta un 62 por ciento en algunos subsectores (producción para cine y televisión) (Marcos C., Urraca A.,1992; Quintana y Martins 1992). 66 Ya en el Plan Delors se reconocía este ámbito como un yacimiento importante de empleo, un importante foco de nuevos empleos que se tejen alrededor de los media, las redes y la cultura. 37 curiosamente, la muy importante transferencia de competencias culturales no ha permitido que también eso ocurra en el sector cultural. Probablemente por distintos motivos. Pero no serán los menos importantes que la cultura de nuestro tiempo está condicionada por su grado de industrialización previo y por las herramientas de desarrollo económico regional de que dispongan y, en este plano, ha continuado una cierta centralización pública y privada hacia territorios exitosos. Por su parte las CCAA han cuidado más la cultura tradicional (han restaurado los patrimonios y emprendido acciones de prestigio) que emprendido una consideración de lo cultural e informacional como un sector estratégico, cuestión ésta en la que los analistas ya insistíamos hace diez años. En suma, los procesos de descentralización y regionalización pueden producir grandes efectos pero también pueden quedar sobrepasados por otras tendencias que reubicarían algunos roles de los centros decisionales regionales y que pueden convertir las autonomías en pálido reflejo de la estructura de poderes reales. Todo ello es aún más patente en el caso comunicativo y cultural. ¿Y las políticas regionales de Sociedad de la Información? ¿Pueden las políticas regionales de SI contrarrestar los crecientes desequilibrios interregionales en comunicación-cultura,?. No es posible saberlo, aunque hay indicios de que a pesar del esfuerzo de las CCAA por avanzar en ese campo con importantes inversiones hay una tendencia a la aglomeración. En Madrid tienen su sede el 41 por ciento de las empresas de tecnología de la información, se concentra el 45 por ciento de los gastos en I+D, y el 65 por ciento de los gastos informacionales de la Administración Central, según la D.G.de Investigación de la Comunidad de Madrid. Es difícil pensar en que se vaya a dar un equilibrio en este ámbito, habida cuenta que las CCAA tienden a repetir el modelo vigente, centrándose más en los continentes que en los contenidos. No parece, que desde la construcción de la "SI para todos" pueda paliarse la distancia que se está abriendo en cultura y comunicación entre los territorios, pero eso no debe desanimar la puesta en marcha de políticas tecnológicas, infraestructurales y culturales (contenidos, el auténtico valor añadido) para no perder, al menos, el tren que se perdería si no hubiera una apuesta consciente. Aun previendo las limitaciones, es una necesidad obvia la reafirmación del espacio cultural, tecnológico, económico y político propios, para configurar polos y redes relevantes hacia dentro y hacia afuera, que compensen mínimamente las tendencias adversas dominantes. 13. Retos para Euskadi. hubiera sido un proyecto estratégico de salto cualitativo en creatividad y producción de industrias culturales, y en especial en el audiovisual y Sociedad de Información, como forma de inserción activa y productiva, con mínimas garantías de éxito en la cultura mundo. pero en cambio no hay normativa lingüística para las concesiones y la gestión del espectro en radio y televisión local. CUARTA PARTE CUESTIONES DE POLITICA CULTURAL Y COMUNICATIVA 14. Evolución de los modelos dominantes en política cultural. 38 En la actualidad, se está produciendo un cambio en los modelos dominantes a lo largo de la breve historia de las políticas culturales. Hay indicios para pensar que nos encontramos en una fase de transición hacia un quinto modelo que, coexistiendo con los anteriores, empieza a apuntar algunos perfiles propios. En la historia de la intervención pública europea en la cultura se suelen reconocer siempre tres estadios doctrinales con efectos más o menos significativos sobre las políticas culturales al uso. Un primer estadio fue el mecenazgo -dominante desde el Renacimiento hasta el siglo XIX pasando por la Ilustración-. En ese paradigma, la interrelación entre política global y la parcela destinada a la cultura, más que una característica era una razón de ser. Había un vínculo directo entre el poder y los creadores, a los que asignaba renta y facilitaba protección y seguridad a cambio de obras poco problemáticas para el poder mismo. El mecenazgo moderno, con sus altibajos, hoy ha recuperado impulso. Tiene carácter complementario y es ejercido desde fundaciones y patrocinadores. El segundo modelo fue la democratización o extensión cultural que tenía como protagonista decisor al Estado, en clave paternalista, y como destinatario a la sociedad, cuyo nivel cultural se pretendía elevar, haciéndole accesibles tanto "las grandes obras de la humanidad" (Malraux) a traves de las grandes instituciones culturales, la definición de la cultura nacional y los sistemas públicos de radio y televisión para forjar una opinión pública, extender la cultura media y disponer de un instrumento de mediación del poder . Un tercer paradigma –nunca aplicado en puridad pero sí en parcelas y retazos– fue el de democracia cultural de los años 70 y 80, y cuyos agentes eran fundamentalmente los grupos sociales. La cultura se entiende como un "modo de vida". Se pretende modificar las pautas pasivas de consumo cultural de la sociedad mediante la participación; se acepta la validez y diversidad de toda clase de actividades creativas; y se busca el reconocimiento de la pluralidad de formas posibles de cultura y que cuenten con la adecuada financiación pública para su mantenimiento. Interculturalidad y multiculturalidad serían algunas de sus manifestaciones, así como el respeto y promoción de las identidades en un mundo global. Hoy está vigente un cuarto paradigma, el de la rentabilización de la cultura y que se deriva, como no podía ser menos, de la lógica política y económica dominantes. Con carácter general, en Europa, la crisis del Estado del bienestar ha afectado, en los años 90, al mundo de la cultura en forma de crisis del servicio público cultural y en forma de deterioro de las políticas culturales. De ahí el enfoque economicista. Por ello, las políticas culturales territoriales y municipales reales se han dibujado desde nuevas estrategias: políticas económicas regionales como vector orientador de la cultura y tendentes a la mera diversificación de la estructura económica territorial; reconstrucción de la imagen en las regiones en declive; consolidación de capitales culturales; política de prestigio de las ciudades para lograr un plus de imagen que atraigan inversiones; competencia entre ciudades y territorios; desarrollo de sectores económicos relacionados con la actividad cultural; nuevo urbanismo autoritario de valorización de espacios urbanísticos privilegiados, acaparados por capitales comerciales y financieros de las ciudades; o potenciación de los lazos entre las industrias culturales locales y la investigación avanzada de productos industriales (parques tecnológico- culturales). La cultura es entendida así de forma instrumental, como medio para la diversificación, reconstrucción, mantenimiento, consolidación o desarrollo de las ciudades, incluyendo a las industrias culturales locales. Claro está que esta aproximación no ha sido a contracorriente, habida cuenta que en la UE el sector de la cultura y el espectáculo emplea a unos 3 millones de personas. Una de las consecuencias de estos procesos ha sido la creciente importancia porcentual del gasto público cultural local y regional 39 en relación al gasto de las administraciones centrales, aunque ello no signifique necesariamente una mayor democratización. Este modelo, hoy vigente y predominante, se corresponde, por un lado, con el hecho de que los Estados fueron reduciendo desde finales de los 80 a finales de los 90 su función impulsora de la cultura sólo a la puesta en marcha de los grandes equipamientos –primero de las infraestructuras de exhibición y, luego, de las redes de comunicación– y a la subsidiaridad del poco rentable y, no obstante, imprescindible arte tradicional67. Y por otro lado, expresa la subordinación de las políticas de democratización cultural a los imperativos de la reproducción económica y social, al sustituirse la mirada hacia el lado cultural del desarrollo por la visión casi exclusiva del lado económico de la cultura68. El resultado de todo ello han sido algunos procesos indeseados en términos de reducción relativa, hasta fechas recientes, del gasto cultural público, de desplazamiento y crisis de los servicios públicos y de mayor estratificación cultural. Sin embargo, estas últimas tendencias conviven con algunos desarrollos conceptuales interesantes que parecen aflorar desde la sociedad civil, con nuevas exigencias hacia lo público, y que podrían dar lugar a un quinto modelo, híbrido entre el tercero y cuarto, en la medida que se supere la visión instrumental de la cultura que ha hecho furor en los 90 desde una visión más multidimensional. Esa visión más amplia y equilibrada significa que, junto a los valores atribuibles a la cultura en sí y al lado económico de la cultura, se le solapan otros puntos de vista: su carácter central para la identidad de un país, nación o región; su prestigioso papel como factor de integración social; su factor de imagen identificatoria en el ámbito internacional; y su combinación con políticas tecnológicas y de telecomunicaciones para las que la cultura es no solo un contenido, un valor añadido, sino un factor central para su propio desarrollo. El concepto de cultura se va ampliando hasta una noción amplia de recursos culturales, entendidos como tan escasos como los naturales y susceptibles de protección. La cultura ya no será una condición de bienestar sino un recurso necesario para hacer frente a los retos de la modernidad, de la memoria y de la experiencia popular. Además en unas sociedades en las que, contrariamente a las previsiones, lejos de homogeneizarse se complejizan, van ganando en importancia en la conciencia ciudadana, primero, la consideración de la cultura como una expresión plural vivida en lo cotidiano y concebida como un derecho de los ciudadanos concretos -que formaría parte de los así llamados derechos de tercera generación, junto a los derechos humanos, políticos y sociales- y, segundo, como una oportunidad diferenciadora en el concierto y pugna de las culturas en contacto. Es por ello que se empiezan a reclamar políticas culturales y comunicativas globales, que enmienden las políticas culturales al uso en un sentido democratizador, diversificador y de gestión mixta, con amplia participación de distintos sectores de la sociedad civil, buscando una evolución desde el modelo de subsidio al modelo de incitación y coparticipación. Paralelamente, se trataría de ayudar al 67 El quehacer unilateral de las administraciones en infraestructuras de exhibición en los primeros 90 (Grands Travaux, la Expo de Sevilla, Guggenheim, Ciudad de las Artes y las Ciencias de Valencia...) y de comunicación e informacionalización a finales de los 90, han sido en perjuicio de la creación, producción o difusión, áreas cuya promoción y gestión se encomiendan a los mercados. 68 Tiene un gran interés la percepción económica de la cultura y ha supuesto un innegable avance en la eficacia de la intervención pública en la cultura. Lo chocante es que la ha sustituido, convirtiéndose la cultura en la excusa de una intervención tendente a valorizar capitales o zonas. 40 espesor de la red comunicativa de la sociedad civil como condición misma para la asimilación colectiva de los cambios. También es llamativo que en los modelos más recientes, tanto de los 80 y 90 como en el que comienza a barruntarse, la regionalización cultural en Europa haya sido un referente estable. Además de haber constituido el espacio más innovador, ha sido y es una tendencia fuerte como la de la globalización, además de su contrapunto. En ese sentido, las comunidades territoriales parecen prepararse para una triple apuesta en tecnologías, redes propias y contenidos, aunque en estos planos no vayan siempre en la dirección más adecuada a las necesidades propias, al producirse en muchos casos un acrítico efecto imitación en lugar de una reapropiación69. Sin embargo, la liberalización iniciada a principios de los 90 en Europa, ha tenido una serie de rasgos que dificultan enormemente el discurso vigente de la "SI para todos" y la regionalización comunicativa, aspectos ambos que van juntos en un enfoque democratizador de las comunicaciones y que, a pesar de todo, no han influido centralmente en las grandes decisiones. La deriva en Europa con cargo a sus hipotéticos beneficios para la cultura, se ha instalado en un "determinismo económico centrado en la dinámica y las fuerzas del mercado (..) y una ecuación central: convergencia + mercado = cultura e identidad europeas"(Bustamante 1999). En efecto, la privatización de las grandes operadoras de los sistemas públicos de telecomunicaciones, la preeminencia del concepto de mercado único con competencia europea en el sector, la forma acelerada de emergencia de un sector privado de telecomunicaciones controlado por grandes capitales, el enfoque preferentemente mercantil de la liberalización aunque con obligaciones en lo relativo al servicio universal…. responden a grandes intereses privados y, en su beneficio, a un desmantelamiento parcial de lo público, sin que las obligaciones impuestas por los Estados o los organismos reguladores hayan hecho otra cosa que paliar algunos efectos indeseados y fijar algunas reglas para la competencia oligopólica70. En ese proceso de liberalización ha sido rara y excepcional la emergencia de operadores regionales integrales de telecomunicaciones, tipo Euskaltel. Bien al contrario, un modelo que se repite en Europa es el de pocos y grandes grupos por países e incluso a escala continental, lo que supone un salto cualitativo en los procesos de concentración privada. Se han generado así posiciones dominantes en régimen oligopólico, frente a un mercado ingente y remunerador pero muy atomizado, y con usuarios sin poder de mercado y en indefensión, que no tienen más remedio que asociarse ante la gran cantidad de problemas no resueltos suficientemente por los organismos reguladores. De ahí que tengan gran interés tanto las conformación de comunidades digitales como las propuestas de puesta en marcha de organismos reguladores regionales (por ejemplo, lo apuntaba el viejo Plan Plantel de la Comunidad Valenciana de 1996 o, más recientemente y para el campo de los dominios de Internet, Erik Iriarte, 2001). La regionalización no ha sido uno de los criterios para la conformación del sectorde SI, pero resulta imprescindible para la extensión de los mercados de las redes y servicios, tarea a la que se aplican las 69 Ver el concepto en Mattelart, 2002. Las regiones y países deben elegir entre la acumulación de tecnologías y redes, o su selección en función de necesidades propias predefinidas, a las que se ajustarían los medios más adecuados y cuidando de crear conexiones internas espesas y articuladoras, como condición de buen uso. En otro caso serán meras compradoras y receptoras de comunicaciones ajenas y globalizadas. 70 Y ello a pesar de que han sido numerosas las directivas armonizadoras sobre licencias, entorno abierto de red, reconocimiento mutuo de terminales, interconexión e interoperabilidad, definición del marco regulatorio en torno a los criterios de objetividad, trasparencia y no discriminación o la obligación de los operadores existentes de facilitar el acceso a terceros en condiciones aceptables. Ver Llorens 2001: 235 y ss. 41 autoridades comunitarias, gobiernos y regiones, procurando al mismo tiempo que, conforme a los principios de la UE, no se abra más la "divisoria digital". La UE financia solicitudes regionales para la implantación de la SI, ámbito que se privilegia, aun más apreciablemente, desde el Consejo Europeo extraordinario de Lisboa (20/24-3-2000) en el que se aprobó la iniciativa "e-Europe -una SI para todos". El despliegue de la SI en las regiones cuenta en la UE con numerosas organizaciones, iniciativas y redes opcionales de cooperación (ELNET, IRISI, ERNACT…), además de conferencias para la puesta en común y coordinación. Sin embargo la no intervención directa de la UE en las regiones -que pueden llegar a acumular sobre su retraso cultural el de equipamiento tecnológico, formación y uso de contenidos en el futuro– limita el alcance de las políticas de los Estados en la SI para todos71. Las nacionalidades y regiones deben elegir entre ser puro terminal en la red de los sistemas comunicativos u organizar un sistema comunicativo propio, con suficiente potencia de conexión y acceso a la red en busca de lo que interese y con capacidad de oferta de contenidos hacia dentro -y en parte hacia fuera- buscando una parcial autosuficiencia en aspectos sensibles. En este aspecto, las prioridades deberían dirigirse hacia la información estratégica, los informativos autocentrados y con interpretación propia, la generación de una opinión pública comunitaria particular, la capacidad de hacer alguna ficción, las series propias de televisión, algunas producciones en toda clase de géneros, el fomento de bases de datos de la memoria histórica… Tampoco hay que olvidar que la diferencialidad cultural es una ventaja comparativa de cada territorio, y que es reutilizable en los dispositivos de la SI. En suma, generar desde un impulso político potente un tejido comunicativo que permita que las comunidades -las naciones sin estado y las regiones- hagan su propia vida y escriban su propia historia. 15. Políticas culturales territoriales en Europa: acentos72 El inexorable proceso de decentralización supone una redistribución de los recursos económicos y una reasignación de funciones y responsabilidades en materia cultural que afectan a los Estados. Las temáticas tratadas pueden ser las mismas o distintas que las estatales, pero se comprueba que su incidencia en el desarrollo económico y en la cohesión social son más impactantes. En algunos países, y por encima del ámbito local en sentido estricto, ya concentra la mayor parte del gasto cultural, constituyendo un porcentaje significativo de los presupuestos públicos territoriales. Los motivos para la intervención en las regiones pueden ser de lo más variado: por la consideración objetiva de que la cultura se vive en territorios concretos; por la revalorización de lo local y regional, por el resurgimiento de las culturas minorizadas o de las identidades; o por el interés del Estado en distribuir competencias o de la ciudadanía en controlar la gestión de forma cercana (Bassand 1992). Las ventajas de la territorialización decisional en el ámbito cultural son obvias desde el punto de vista de los resultados y de la democracia. En principio crea más propensión a la eficacia ya que se conocen mejor y se pueden tratar con más facilidad los problemas, además de darse más sinergias en tanto se hacen más visibles y pueden valorizarse mejor las distintas energías territoriales. Por otra parte, es más democrática (como resultado de mayorías de proximidad) y fiscalizable (hay conocimiento sobre el terreno de la esfera pública, pudiendo ejercer una administración próxima al ciudadano que la experimenta y puede controlarla). 71 Para una crítica de las contradicciones del proyecto desde el lado del acceso y de los límites de la convergencia ver Becerra, 2001. 72 Se deja fuera de este resumen la política cultural y de SI regional de la UE, asi como las instituciones europeas con acciones regionales. Ver R. Zallo Políticas culturales regionales en Europa en E. Bustamante (coord.) 2º Tomo sobre cultura y comunicación internacional en la era digital. Sin título. Fundación Alternativas. Madrid, también a publicar en 2002. 42 Las contrapartidas pueden ser los clientelismos, las disparidades interterritoriales –según sea el nivel de iniciativa, preferencias o disponibilidades económicas–, el exceso de gasto –en el caso de que se dupliquen estructuras y el Estado no se descentralice de verdad– o la recentralización a pequeña escala en beneficio de ciudades o determinadas comarcas (casos holandés, austríaco o de la federación rusa) asfixiando las energías de base. Las preguntas sobre qué deben privilegiar o acentuar las políticas culturales son reiterativas desde los años 60, aunque las respuestas varíen por mor de los cambios en los Estados, la integración europea, la digitalización en curso o el resurgimiento de lo territorial. En la elección entre el presente y el pasado cultural: ¿hay que dar prioridad a la cultura patrimonio o a la cultura "relación social"; a la modernidad o a la memoria?. En la forma de construir la identidad: ¿se trata de reforzar las señas de identidad normalizadoras o los marcos de expresión plural?. ¿Se ha de privilegiar la cultura simbólica nacional, o la creatividad o la democratización?. En el tipo de cultura: ¿ha de tener más peso la alta cultura, la producción, la difusión, la cultura popular o la de los medios de comunicación?. Qué fase es la principal: ¿la creación, la producción o el consumo?. Las administraciones ¿sólo deben dedicarse a facilitar infraestructuras?. Desde qué concepto de sociedad deben actuar: ¿desde la prioridad de la libre circulación o, también, desde la protección sectorial en las culturas minorizadas?. ¿Qué mecanismos de protección y fomento hay que sostener y qué medios para lograr el derecho de acceso73, la participación colectiva y la elevación del nivel cultural?. Desde qué idea de Estado: ¿Con mucha o poca intervención pública; ¿desde qué enfoque e instancias mediadoras?; ¿desde qué nivel de descentralización? El libre juego de los mecanismos de mercado y las aportaciones fundacionales y de mecenazgo no pueden preservar por si mismas buena parte de las capacidades culturales de un país. Se requiere el concurso público para sostener la mayor parte de las infraestructuras de aprendizaje, animación, representación, interpretación, exhibición y acceso (como casas de cultura, conservatorios, escuelas de arte, auditorios, teatros, museos y bibliotecas) y el gasto corriente en ayudas y subvenciones para creación, producción y difusión, así como los servicios públicos con su exigible papel de agente orientador. En la doctrina europea y en los argumentos legitimadores actuales de la acción pública cultural, se advierten algunos acentos estratégicos. a) Se da más impulso a la construcción de identidades culturales modernas y de futuro (políticas sobre nuevas tecnologías o sobre el audiovisual, nuevos equipamientos públicos) que a otros objetivos, pero sin establecer prioridades perennes, tal y como se apuntó en el Forum de Bruselas. Sin embargo, hay un importante cuidado en la recuperación y recreación patrimonial y de legados históricos, entendidos como herencias intergeneracionales irrepetibles y aplicando, en ocasiones, nuevas tecnologías (restauración con nuevas técnicas, reconstrucción monumental con imágenes virtuales..). b) Sin embargo la acelerada implicación privada en el ámbito industrial, ha ido restringiendo hasta hace poco el ámbito público de actuación a lo artístico, mientras que dejaba lo comunicativo y masivo a la industria cultural. Como si la Administración debía ocuparse del caro pasado y de las artes, y la 73 Rifkin (2000) emplea el término en otro sentido. La era del acceso sería más un modo de inserción económica y social que una puerta, una barrera o un derecho vinculado al lugar social de las personas. De ahí que minusvalore la importancia de los procesos de acumulación de la propiedad en beneficio del más contingente de disponibilidad o acceso. 43 industria privada del rentable presente. Una notable división de funciones que empieza a dejar paso, ante la inmensidad de los retos, a una definición estratégica pilotada desde las instituciones públicas en interés de la cultura colectiva (Libros Blanco, Planes estratégicos…). c) Se considera a la cultura como un sector económico estratégico, con vocación territorialmente abierta, con el objetivo de que la cultura propia, autóctona, se desarrolle de forma combinada y en competencia para que esté a la altura de los retos del presente y de los gustos de la ciudadanía. Todo ello invita a una política cultural de corresponsabilidad pública y privada, evaluable en sus resultados. En la UE se entiende que se debe privilegiar a los operadores culturales en las acciones de ayuda por su capacidad de crear sinergias y efectos multiplicadores. d) Al menos retóricamente se resalta la expresión plural, la diversidad, frente a la normalización, la estandarización o la repetición de hallazgos estéticos o productivos ajenos. Sin embargo, a pesar de que la renovación de creaciones y producciones es la condición para la reproducción de los mercados, el resultado es un mayor empuje en la producción (reproducción, oficios no culturales) que en la creación74. e) Se promueve el trabajo colectivo de artistas, profesionales y creadores, en pequeños equipos que ponen en relación y en red sus saberes, especialmente en el campo de las industrias culturales. La creación individual sigue siendo la expresión dominante en las artes tradicionales. f) Se subraya la transversalidad, lo multimedia, la creación aplicada, el diseño, las nuevas formas de percepción, frente a las tradicionales creaciones monoindustria, pero estas son aún muy mayoritarias. En cualquier caso en el ámbito de la CE se entiende que los temas de cooperación cultural a privilegiar por su valor añadido comunitario son: movilidad de personas, circulación de obras, formación/perfeccionamiento, diálogo e intercambios interculturales hacia el interior y el exterior de la UE (Van der Pas, 2001). f) Se pone el peso en lo icónico frente a lo escrito, aunque éste cuenta con la gigantesca vía de la expresión informática. Lo escrito, aunque estancado (caso de la edición de ejemplares de libros aunque no en número de títulos que sigue aumentando en Europa) o en retroceso (caso de la prensa europea) es todavía un eje central de la cultura tanto en contenido como en valor económico. 16. Algunas tendencias en política cultural territorial en el Estado Español El gasto es un indicador eficaz pero limitado de las políticas culturales y comunicativas. Además de los gastos están las líneas preferentes de desarrollo que no son muy distintas de las predominantes en Europa, si se exceptúan las exigidas por la magnitud del patrimonio histórico peninsular, por el retraso en los equipamientos que supuso el franquismo y por el turismo. Infraestructuras de alta inversión. Una de las tendencias fuertes desde finales de los 80 fue la puesta en marcha de caras infraestructuras culturales con vocación de impacto a lo largo de la década pasada. De todos modos, a partir de 1993 los efectos de la recesión económica aplazaron algunos proyectos, y se introdujeron a lo largo del 74 Uno de los pocos países con una estadística cultural rigurosa es Canadá. En 1994-95, de los 609.787 empleos directos del sector cultural en sentido estricto sólo el 3,7% eran del ámbito creativo, mientras que el 79% eran de producción y 14,5% de ventas, quedando un 3% para fabricación. Ello se corresponde con el escaso impacto que tenía la creación en la contribución del sector de la cultura al PIB. Solo 0,68% de los 20.162 millones de dólares canadienses que suponía el sector de la cultura procedía de la creación, a pesar de ser la condición para toda la cadena productiva cultural, hoy demasiado dirigida a empaquetados múltiples. También indica el margen abierto a la mayor presencia de los oficios creativos y a su remuneración satisfactoria, siendo ambas condiciones para el impulso a largo plazo de sectores culturales potentes (McPhie, 2001: 256 y ss). 44 siguiente quinquenio reducciones de gasto público, criterios de gestión económica, búsqueda de financiaciones privadas o cobro por servicios a los usuarios. Esa tendencia tomó el relevo, aunque solo en parte, a la puesta en marcha de potentes sistemas de radiotelevisión autonómica que se produjo en los 80, y que ha continuado en los 90 con el nacimiento de nuevos entes y segundos canales autonómicos. Las inversiones culturales que rodearon a las grandes apuestas socialistas (Expo de Sevilla, Olimpíadas de Barcelona, Madrid Capital Cultural), tuvieron continuidad posterior en forma de gasto en infraestructuras más vinculadas a objetivos concretos de equipamiento y urbanísticos -es el caso de las grandes inversiones en equipamientos en Valencia que iniciadas por los socialistas continuó el PPy subieron un grado con la apuesta del Guggemheim Bilbao que, en lo museístico, se distanciaba del modelo que habían supuesto el IVAM de Valencia (un museo moderno especializado y con criterio) o el Reina Sofía de Madrid, para constituirse en equipamiento temático sucursalizado con fusión entre singularidad arquitectónica, emblematismo urbanístico, franquicia y enfoque comercial de la programación museística75. Todo ello responde al proceso de espectacularización, monumentalización e inflación de proyectos y macroproyectos de esa década76. En la actualidad afloran también proyectos con intenciones más productivas (Ciudad del Cine de Alicante, Andalucía Digital, Distrito 22@ en Poble Nou de Barcelona, Ciudad de la Cultura de Galicia). El descubrimiento de una parte del arte tradicional Hay un resurgimiento de la vocación pública por el arte tradicional en algunas administraciones77. La inversión en museos no es ajena al nuevo concepto actual y más dinámico tanto de la gestión de las colecciones propias como del acceso -mediante programaciones temporales- a colecciones ajenas o a muestras temáticas, y que ha animado a una parte del público a su contemplación. Si a ello se le añade el rescate del concepto de patrimonio cultural colectivo y la ubicación de los museos en circuitos culturales turísticos más amplios, se explicará el indudable éxito de los mismos frente a la irresuelta situación que adolecen otras infraestructuras tradicionales como son las bibliotecas y, parcialmente, el teatro y la música. Inversiones en nuevas tecnologías y su difusión No hay Comunidad Autónoma sin plan tecnológico o de la Sociedad de la información. La Comunidad del País Vasco un “Plan de Ciencia, Tecnología e Innovación” con 100.000 millones de ptas. (600 millones de euros) para el cuatrienio 2001–2004 –el peso de la inversión en I+D ya llega al 1,4 por ciento del PIB- y otros 72.000 millones de ptas.78 (433 millones de euros) para el quinquenio 200275 Fue también una opción de inscripción en los circuitos de exhibición internacionales sobre obra fundamentalmente ajena y universal; un punto de referencia en el selectivo circuito actual de la red global cultural y un enclave exógeno en las condiciones de la problemática cultural en la que se insertaba .La apuesta no fue por la producción cultural sino por los efectos inducidos del consumo de ciudad y cultural. 76 I. López de Aguileta, 2000, pgs 78 y ss., apunta como réplica, para una estrategia de acción cultural municipal otras metas generales para un municipio medio: un plan estratégico orientado hacia la terciarización, la centralidad intracomarcal y la imagen de la ciudad; la mejora de la oferta, servicios y demanda culturales; el estímulo de la creación cultural; la promoción de la cultura local, la identidad colectiva y, en su caso, la normalización lingüística; el fortalecimiento del tejido sociocultural; una red de infraestructuras y medios de comunicación locales suficientes; la igualación cultural social… 77 El gasto en Museos supone 30.000 millones de ptas. (180 millones de euros) -34 por ciento del gasto en cultura- del Ministerio de Educación, Cultura y Deporte, muy por encima de la asignación para el cine, que es de 6.764 millones (40,6 millones de euros). 78 La cuarta parte iba al programa de fuerte componente social “Internet para todos”, tras comprobar que el gasto público anterior en ese sentido ha permitido que en dos años 2000-2001, se pasó de un 6,5 por ciento a un 29 por ciento de hogares 45 2006, del Plan “Euskadi en la SI” y con los que se espera atraer otros 130 millones de infraestructura desde la iniciativa privada. También Navarra adoptaba el Plan Tecnológico 2000-2003 dotado con 20.000 millones de ptas., 120,2 millones de euros. Las CCAA no pueden desentenderse del despliegue de la economía y la cultura informacional, desde todos los puntos de vista: disposición de recursos culturales e informativos propios, acceso social, comunicaciones, servicios a la ciudadanía, desarrollo de un sector innovador y generador de empleo en la economía regional (CPLRE 1999), aunque sus resultados sean bien distintos, según se trate de zonas desarrolladas o no79. Tendencia al incremento presupuestario en Cultura En el último período y al calor de la mejoría económica, la parte cultural del presupuesto del Ministerio de Educación en el 2001 conoció un incremento del 11 por ciento Lo mismo ocurre en la generalidad de las CCAA. El de Catalunya, un incremento del 16,5 por ciento respecto año anterior. En el caso de la CA. del País Vasco en el 2000 el presupuesto cultural del Gobierno había crecido un 25 por ciento en dos años. Apuestas preferentes por el audiovisual De la apuesta de las Film Commissions informadoras o facilitadoras de rodajes en territorios dados (Castilla-León, Andalucía, Galicia, Barcelona o Canarias), se está pasando a proyectos más complejos. Así se advierte en los casos de la C. Valenciana (Instituto Valenciano de Cinematografía, Ciudad de la Luz de Alacant), Andalucía (380 empresas con 3.259 empleos que significan un incremento del 41 por ciento en tres años aunque muchos de ellos temporales) 80 o Galicia (Centro Galego de Arts da Imaxe, Galicia Film Commission, una activa Asociación de Productores independientes que ha podido concretar "100 medidas para el desarrollo del sector audiovisual", futuro Cluster - subsector- del Audiovisual…). Preocupaciones lingüísticas En la legislación en los territorios con lengua propia se da un cuidado especial por las cuestiones lingüísticas que se traduce en los canales televisivos o en el acceso a subvenciones complementarias al cine autóctono o al doblaje. En Galicia un 62 por ciento de las producciones se realizaba en gallego entre 1994 y 1996. En 1998 llegó al 70 por ciento. En la C.A. del País Vasco las ayudas al doblaje rondan los 100 millones de ptas. (0,6 millones de euros) anuales, En el caso de Catalunya, donde el uso sociolingüístico del catalán es bastante general, hay muchas normativas al respecto. Por ejemplo, en las licencias de televisión local de 1996, luego congeladas, se reservaban un 25 por ciento del tiempo de emisión a obras en catalán. En radio, y siguiendo el modelo francés, el Decreto de 21-10-98 establece un mínimo del 50 por ciento del tiempo de emisión y un mínimo del 25 por ciento de la programación musical. Asimismo, se estipularon –por Decreto de 27 de conectados a Internet, o que se superara la media europea en 6 puntos en equipamiento de ordenador en los hogares hasta llegar al 41,5 por ciento. 79 En efecto solo las primeras disponen de la capacidad de establecer relaciones sinérgicas -llámense "complementaridades dinámicas" o "fertilización cruzada"- entre sus propios recursos internos y de éstos con los foráneos, mientras que la segundas deben recurrir a soluciones imaginativas que mejoren sus servicios, sus recursos… lo que, por acumulación, podría posibilitar un salto cualitativo en su desarrollo o, al menos, reducir la brecha respecto a otras regiones. 80 Según la Fundación Audiovisual de Andalucía y el Instituto de Desarrollo Regional de la Universidad de Sevilla, 2001. 46 julio de 1999 y por aplicación de la Ley de Política lingüística– condiciones para el doblaje o subtitulación en catalán del 50 por ciento de los films distribuidos con más de 18 copias, debiendo destinar las salas un 25 por ciento de días al cine en catalán (doblado, sobre todo) 81. Las ayudas para el cine producido en catalán se han incrementado82. 17. Herramientas emergentes en políticas culturales Los destinos y herramientas normales de aplicación del dinero público se suelen dirigir a cubrir distintos y necesarios programas que responden a las funciones tradicionales de patrimonio, creación, producción y difusión83 y a los que, en las comunidades con lengua propia, se le añade la política lingüística no reglada, y en algunas comunidades la radiotelevisión pública autonómica. En esas herramientas tradicionales los dilemas se sitúan, normalmente, en la proporción de la financiación entre las actividades gestionadas por la propia administración y las ayudas destinadas a los distintos agentes y su distribución; entre infraestructuras y servicios; entre la creación, la producción y la difusión que subvencionan a distintos agentes de la cadena -artistas, grupos de espectáculos y empresas– o a la demanda -e indirectamente a creación y producción-. Asimismo, los distintos capítulos suelen ser reveladores del modo de hacer de cada Administración, ya que en un extremo se privilegia en exceso el gasto propio de la Administración porque tiene bajo sospecha a las iniciativas sociales o de agentes o, al contrario y en el otro extremo, cuando se inhibe de orientar, conformándose –con criterios mas o menos objetivos–con subvencionar las solicitudes que le lleguen84. De la misma forma, el peso del gasto público en el total de la Administración correspondiente y su variación interanual relativa informa también sobre la importancia que se otorga a la cultura. Pero junto a las herramientas tradicionales de política cultural aparecen otras que tienden a adaptarse a los requerimientos de la cultura en sociedades complejas, con la elaboración de Libros Blancos sobre el sector audiovisual o la cultura para la definición de estrategias sectoriales (C.Valenciana, Galicia, Catalunya) o más globales (C. del País Vasco), especialmente en comunidades que no han acumulado un conocimiento exhaustivo y regular sobre su sector cultural y se ven obligadas a una rápida definición de objetivos y estrategias85. Estos Libros Blancos serían el antecedente para la elaboración 81 La contestación que tuvo de las distribuidoras obligó a una cierta rectificación. El acuerdo entre Fedicine y Generalitat en mayo del 2000 definió algunas cuotas limitadas de doblaje -20 en el 2001-. Pero mas recientemente -con el caso Harry Potter- la Warner ha debido plegarse a las presiones de la sociedad catalana para que también pudiera visionarse dicha película, al menos subtitulada en catalán, y con compromisos futuros de doblaje. 82 Se dirigieron a 19 largometrajes y por una cantidad de 580 millones de ptas. (3,5 millones de euros) en el cuatrienio 19972000. Cine por la red 22-11-2001. 83 Básicamente, los programas suelen ser de patrimonio (mueble e inmueble, archivos, museos, bibliotecas..), equipamientos de infraestructuras e instalaciones (teatros, conservatorios, casas de cultura, locales varios..), ayudas para el aprendizaje (becas) y la creación (premios y becas a artistas, encargos, concursos…) o la difusión (financiación de espectáculos, giras, programas culturales, muestras, certámenes…), ayudas a fondo perdido o con reembolso o bonificaciones para préstamos ventajosos para la producción y las empresas. 84 El tamaño del capítulo 1 indicará el peso de los costes fijos de la propia administración en el presupuesto; el capítulo 2, nos hablará de los gastos corrientes de funcionamiento en forma de servicios estables también gestionados por la propia administración; el capítulo 4, de las subvenciones y ayudas para gasto corriente a los agentes que conforman parte de la sociedad civil (personas, familias o empresas) o a otras administraciones de inferior rango; el capítulo 6, indica las inversiones en patrimonio e infraestructuras; y el 7 las subvenciones para inversiones de capital a través de entidades o empresas de capital público o coparticipadas. 85 Catalunya y parcialmente Madrid, llevan un cierto adelanto al respecto. En efecto, Catalunya ya inició en los años 80 un seguimiento analítico regular de su sistema cultural y mediático -desde un organismo dependiente de la Generalitat, el CEDIC que dirigía W. Espina- lo que le ha permitido ser pionera en muchas cuestiones. Por su parte, la propia decisión de la 47 del Leyes sobre industrias culturales o sobre el Audiovisual, previstas en algunas CCAA. En algunos casos (Galicia, Catalunya, Navarra y Madrid)86 el mecanismo ha sido al revés, y cuentan ya con leyes sobre el Audiovisual o con un Consejo del Audiovisual. Otras herramientas serían la aprobación de planes plurianuales de infraestructuras o reservas presupuestarias para determinadas iniciativas culturales87, o la puesta en marcha de sociedades de capital riesgo y de fondos de garantía -desplazan el sistema de ayudas por el de compartición de riesgos- en el marco de una apuesta de amplio crédito para el audiovisual88, convenios de instituciones financieras públicas autonómicas con asociaciones de productores, tal y como ya ocurre en el ámbito español. En suma, aparecen estrategias o acciones concretas en las CCAA con apertura a criterios como la descentralización, el carácter mixto en la gestión o implementación de las decisiones, las llamadas a la participación, las sinergias, la gestión orientada por planes y opciones asumidas colectivamente tras debate, la interdepartamentalización de las decisiones de política cultural en lugar de la pura especialización de un solo Departamento, la especialización de organismos y sociedades transversales y ad hoc con capacidad decisional…. Aquí solo nos referiremos a unas pocas herramientas. 10.6.1 Planes estratégicos Las razones para un plan estratégico pueden ser múltiples: -El interés común en reforzar y modernizar la cultura de la nacionalidad o región en claves de identidad cultural en unos casos, de implicación en la cultura nacional en otros casos, o equilibrando en lo posible los intercambios y préstamos culturales, en cualquier caso. -El estímulo y orientación tanto de las energías creativas –en la educación artística y en las profesiones- como de las productivas del ámbito cultural. -La promoción y fomento de un “sector cultural” con acento en lo productivo, en claves de diversificación, integración y flexibilidad (industrial y tradicional) capaz de satisfacer demandas culturales internas, generar empleo, exportar producción cultural, actualizarse y aprovechar los cambios de la sociedad informacional. Comunidad de Madrid a finales de los 80, de poner en marcha una futura Ciudad de la Imagen se basó en informes sectoriales sobre las ventajas de la capital del Estado en el audiovisual. 86La Asamblea de Madrid, con los únicos votos del PP, aprobó el 5-4-01 la Ley de Contenidos Audiovisuales y Servicios Adicionales, siendo de aplicación al ente RTVM, a los dos programas de digital terrena adjudicados en 1999 y a los operadores de cable. La Ley incluye la puesta en marcha de un Consejo del Audiovisual con puras funciones de asesoramiento y arbitraje. 87 En el caso de la C. A. del País Vasco está previsto un programa extraordinario de 11.000 millones de ptas. (66,1 millones de euros) para el periodo 2000-2003 dentro del programa general “Euskadi 2000tres”. 42 millones de euros estarían destinados a la digitalización de EITB, 16,8 millones de euros a infraestructuras culturales y 7,2 millones de euros a introducir el euskera en el mundo de las tecnologías. Otra medida interesante es, por Decreto del 21-7-98 y orden del 19-299, la obligatoriedad de reserva presupuestaria del 1 por ciento en las obras públicas para Patrimonio cultural. 88 Artur Mas en el Festival de Sitges del 8-10-01 anunciaba que Catalunya abriría una línea de crédito para el audiovisual de 20.000 millones (120 millones de euros). Junto a los convenios con productoras con cargo al Institut Catalá de Finances (ICF) y encargos de series desde la CCRTV y el nuevo ICIC, destacan dos nuevas fórmulas añadidas: una sociedad de capital riesgo dotada con 2000 millones (12 millones de euros) y otra de garantía recíproca, a iniciativa de la ICF y el ICIC. 48 -La necesidad de orientar, con metas a largo plazo y concertadas, las políticas culturales del conjunto de instituciones regionales y establecer pautas para el comportamiento seguro de los agentes sociales y privados. Así por ejemplo, el nuevo Consejo Vasco de Cultura es un foro de participación y cooperación público-social-sectorial y de composición mixta89, que tiene como misión principal elaborar un plan general de la cultura para afrontar los retos de la estructuración del espacio cultural vasco, el enriquecimiento de la cultura desde la pluralidad, la adaptación a la era digital, la dinamización cultural mediante la preservación de las señas e identidad, el impulso de la producción propia y la incentivación de la demanda cultural; y, por último, la incorporación a las redes europeas e internacionales. Se trata de elaborar un proyecto a largo plazo que oriente los programas culturales más allá de las actuaciones a corto y de las coyunturas, en un horizonte de 10/15 años y que sea, además, una guía para los agentes privados sobre los propósitos de la Administración90. Los principios en que se basará, tal y como fueron definidos en el primer plenario del Consejo, serían: el derecho a la memoria histórica, la socialización de la cultura, la democracia cultural, la "excepción cultural", la interculturalidad y la vinculación entre cultura y desarrollo91. 10.6. 2. Organos globales mixtos Frente al modelo de gestión politizada (políticos o profesionales propuestos por los partidos y en proporción a su representatividad) y fiscalizada a posteriori, están apareciendo mecanismos de coparticipación y cogestión de los interesados en la acción cultural, logrando así un plus de legitimidad a las decisiones comunes, una orientación adecuada y sinérgica en tanto se aprovecha el conocimiento de los representantes sectoriales y agentes sociales y una eficiencia en las decisiones entendidas por todos como un marco común. Se trata de órganos de composición mixta, pública-privada. En el Consejo General del Instituto Catalán de Industrias Culturales, de un máximo de 25 miembros, 15 serían representantes públicos (los ámbitos administrativos de cultura, presidencia, industria, economía, universidades y Sociedad de la Información, CCRTV y entes locales), mientras que la representación privada sería de 10 (audiovisual, libro, artes escénicas, música, galerías, prensa, fonografía, sindical). En el Consejo de Administración la relación es peor: 10/3. En el Consejo Vasco de la Cultura que, de todos modos, no ostenta funciones ejecutivas, tendrían mayoría los representantes privados de las artes y de las industrias culturales (20 contra 15). Entre los 89 Decreto del Gobierno Vasco 219/2000 de 7 de noviembre del 2000. Un plan estratégico no puede ser sino concertado mediante un amplio consenso de la sociedad política y, sobre todo, de la sociedad civil que habría de participar activamente en la definición de criterios, objetivos y programas. 90 De hecho se trataría de elaborar tres subplanes o proyectos sectoriales para el medio plazo, elaborados desde comisiones especiales del propio Consejo (Patrimonio cultural; creación y expresión artística e industrias culturales). Se realizarían a través de distintas ponencias (política de apoyo a la cultura, cultura en la era digital, cultura en la educación y el euskera en la producción cultural; patrimonio, museos, archivos y bibliotecas; literatura, teatro, música, danza y artes visuales; industria audiovisual, industria discográfica, industria editorial, industrias multimedia e industrias artesanas). Unas serían transversales (las cuatro primeras) y las otras corresponden a los tres subsistemas definidos (patrimonial, artístico e industrial). 91 Con todo, a la elaboración del plan le podrían ayudar otras herramientas: una encuesta a agentes públicos y privados; un estudio bienal de actividades: cine, teatro, libro, disco, galerías, museos, prensa, radio, televisiones locales, bibliotecas, salas…, con el objetivo de conocer cuestiones como asistencias, aforos, metros cuadrados, número, clase y origen de producciones o espectáculos….; una encuesta esporádica de hábitos y prácticas culturales de la sociedad; un estudio cuatrianual o quinquenal del gasto público cultural de todas las Administraciones con objeto de conocer cantidades, destinos (programas), beneficiarios reales (administración, empresas, instituciones privadas prestigiosas o variadas, familias y creadores) y epígrafes en contabilidad pública (gastos corrientes, personal, inversiones y subvenciones) para alcanzar una evaluación interna y otra externa de la política cultural; un mapa de equipamientos, recursos y catálogo de agentes culturales; un Observatorio que permita elaborar una Memoria Bienal que diera cuenta de evoluciones y grado de cumplimiento del Plan Estratégico, operando como documento informativo cualitativo y como documento público de evaluación. 49 representantes públicos estarían las Consejerías de Cultura, Industria, Educación, Hacienda, las tres diputaciones, los tres Ayuntamientos de capitales y una representación del conjunto de municipios92. 10.6. 3. Organos mixtos especializados, en el audiovisual Es una herramienta especializada. La creación de un instituto o consorcio regional del audiovisual supone su consideración como sector industrial emergente, susceptible de apoyos sectoriales y horizontales, y que reclama la coordinación competencial de consejerías como Cultura, Industria, Educación y, caso de existir, Tecnología y Comunicaciones. No hay que olvidar que el núcleo duro del desarrollo industrial cultural lo conforman televisión, vídeo y nuevas tecnologías de productos audiovisuales y multimedia. Responde a una apuesta estratégica determinada, no siempre fácil de implementar, en tanto se requiere un mercado suficiente, una base de experiencia y recursos creativos, artísticos y empresariales y un grupo de empresas suficientes, activas y apoyadas, y una implicación institucional, de fundaciones y entidades financieras. Eso significa un acuerdo lo más amplio posible de todas las partes interpeladas, en forma de proyecto -abierto, flexible y adaptable- de política de articulación, lanzamiento y promoción sectorial del audiovisual. Hay varios casos. En abril del 2000 se aprobó el decreto andaluz de programa de apoyo al sector audiovisual en Andalucía y la creación del Consejo Superior del Audiovisual93. Sin embargo, con una composición mixta, con mayoría institucional (11 a 7), no pasa de ser un órgano consultivo, de estudio y encuentro, sin funciones regulatorias ni ejecutivas. Es más interesante el detalle del sistema de ayudas que consagra el decreto y cuya gestión corresponde a la Consejería. Básicamente se trata de ayudas (desarrollo de proyectos, producción y bonificaciones de intereses), coordinación de información, promoción, formación y acciones complementarias con carácter abierto94. Otro modelo distinto es el de Galicia95. En el 2002 se pondrá en marcha el Consorcio del Audiovisual de Galicia, a iniciativa de las Consejerías de Cultura y Economía de la Xunta, la Compañía de RTV de Galicia y las cuatro diputaciones con objeto de fomentar el sector, la producción, la distribución y el empleo y en el que participarían las organizaciones y entidades representativas del sector96. 10.6.4. Institutos o sociedades de apoyo a las industrias culturales territoriales 92Las funciones asignadas en esta fase son solo de asesoramiento, coordinación interinstitucional, evaluación, estudio y emisión de informes y especialmente la elaboración del Plan General de la Cultura. Una incógnita de futuro es si, una vez acabado su cometido, se convertiría en puro organismo asesor o caminaría en la dirección decisoria con recomendaciones de obligada consideración. 93 Boletín Oficial de la Junta de Andalucía (Boja) 28-4-2000. El organismo ha quedado muy por debajo del que se propuso con ese mismo nombre en las conclusiones de "Andalucía nuevo siglo" (1998) en su interesante capítulo 5.2 "Los medios de comunicación en la vertebración de Andalucía"(www.junta-andalucia.es). 94 Por otra parte, las resoluciones de ayudas para el desarrollo de proyectos, largometrajes, nuevos realizadores y documentales (13 y 14-2-2001) siguen las pautas convencionales de otras CCAA. 95 Ya en 1993 M. González Alvarez reclamaba la consideración del audiovisual como sector industrial y unas herramientas novedosas: infraestructuras de aprendizaje y promoción, talleres de imagen, convenios con empresas. Ver VVAA 1993, pg. 492. 96 Ello respondería a una dinámica ya abierta desde el sector. Según el Observatorio Do Audiovisual que dirige Margarita Ledo, en el bienio 1999-2000 la producción del sector audiovisual gallego se incrementó notablemente. Loa 107 productos producidos supusieron 45 millones de euros, con una inversión preferente en series de TV (68 por ciento del total). Las ayudas en 1994 fueron de 140 millones de ptas. (Ledo M. y otros 1998: 96) y, en cambio, en 1999 y el 2000, fueron de 422 millones de ptas. (2,5 millones de euros). En la Guía Audiovisual gallego. Empresas y recursos 2001, se indica la existencia de 233 empresas con 1.600 empleos, con una facturación en el 2000 de 10.000 millones, más del doble que 5 años antes. 50 Se trata de una herramienta intermedia entre la especialización sectorial (audiovisual..) y las más globales. El precedente más importante es la SODEC (Societé de Développement des Entreprises Culturelles) del Quebec, nacida en 1994 y que tiene como objeto promover y apoyar la implantación y desarrollo de las industrias culturales, incluidos los medias, así como contribuir a la calidad de los productos y servicios y su competitividad97. Catalunya ha adoptado también este modelo, si bien bajo la modalidad de entidad de derecho público aunque de composición mixta y con labores muy amplias de apoyo, fomento y promoción98, cuyo futuro depende menos de la ley de 29 de diciembre del 2000 y decreto de 3 de abril del 2001, que de la voluntad de la Generalitat por transferirle capacidad decisoria y medios propios. Además tendría que elaborar un Libro Blanco sobre las Industrias Culturales. Conformado mediante la absorción de servicios preexistentes y poco dotado con recursos propios -1.876 millones de ptas. para gestión (11,3 millones de euros)- dispuso, en cambio, de líneas de crédito por otros 8.325 millones (50 millones de euros) para el 2001, y una intervención sobre un total de 20.000 millones de ptas. (120 millones de euros) para 2002, incluido ahí el audiovisual. En todo caso, el instrumento legal tiene un contenido muy abierto que permitiría convertirlo en un organismo motor y de coordinación de todo el sistema cultural catalán. La filosofía del ICIC se resumiría en "agilidad administrativa, financiación de nuevos proyectos y ayuda a los que ya existen, promoción interior y exterior; alicientes para la competitividad, panorámica internacional, renovación y mejora del mercado y de sus productos"99. 10.6.5. Parques de industrias y servicios culturales Los parques industriales y de servicios culturales suponen nuevas experiencias de intervención pública en el sector cultural, una nueva herramienta de política cultural, territorial e industrial por aplicación de la teoría y práctica de los parques tecnológicos al ámbito cultural100. Aunque en la teoría y en algunos casos de Europa, estarían centrados en la promoción de la producción y el desarrollo de las actividades culturales y comunicativas industrializadas, lo cierto es que la deriva preferente se mueve entre dos extremos: su conformación como meros parques 97 La SODEC acuerda las ayudas financieras en forma de préstamos, de garantías de reembolso total o parcial, de inversiones, de subvenciones o ayudas reembolsables, pudiendo incluso excepcionalmente tomar acciones del capital de determinadas empresas. Ostenta un tercio de un Fondo de Capital riesgo (FICC) y participa en una sociedad (FIDEC) que ayuda a la financiación de productos para el mercado internacional (anticipos, adquisición de derechos, inversión en proyectos). Las ayudas se aprueban en el cuadro del plan anual de actividades de la SODEC aprobado por el Ministerio y de los programas de ayuda financiera de la propia SODEC. Esta tendrá en cuenta, las orientaciones y objetivos que la Ministra le dé. De hecho, es uno de 13 organismos y sociedades de Estado, tutelados por el Ministerio de Cultura y de las Comunicaciones. A su vez la SODEC cuenta con un Consejo de Administración, que aunque elegido por el Gobierno, es representativo de instancias culturales y con capacidad de decisión presupuestaria. Ese Consejo cuenta con siete comisiones nacionales consultivas (temáticas) y otras tantas direcciones generales de apoyo. 98 Las funciones de sus tres órganos, Consejo General, Consejo de Administración y Dirección serían (art. 3): establecer y gestionar programas de apoyo técnico a los sectores; fomento y ayuda a la implantación de empresas culturales; apoyo a la promoción empresarial de productos; facilitar la relación de empresas y administraciones e impulsar la colaboración con los creadores; hacer estudios, difundir información sobre ayudas; fomentar la formación; cumplir la normativa sobre normalización lingüística; promover la innovación creativa; promover cualquier actividad dirigida al desarrollo de las industrias culturales. El art. 4 señala que el Instituto "puede": establecer convenios con entidades públicas o privadas; constituir -con autorización- sociedades mercantiles para los fines del Instituto; participar en operaciones de capital riesgo; conceder subvenciones y facilitar el acceso a líneas de crédito blando; establecer líneas de colaboración con todas las administraciones. 99 Presentación del consejero Vilajoana el 21-12-2000. 100 Los proyectos europeos de los primeros 90 en Europa apuntaban a la constitución de áreas o centros de producción, exhibición y consumo cultural, comunicativo y/o tecnológico, articulados de distintas formas (P. Azpillaga, J.C. de Miguel y R. Zallo, 1995). 51 especializados en consumo cultural ya sea de atracciones (Port Aventura, Terra Mítica..) o temáticos, o como mera aglomeración de servicios culturales (cines y diversiones) que, junto a centros comerciales, se abren en muchas poblaciones cerca de núcleos urbanos importantes101. Los parques más propiamente culturales significan una cierta imbricación entre la política cultural y una política industrial y tecnológica, atenta sea a los problemas de la construcción de la identidad nacional o regional y/o al impulso creativo de la producción y uso social de la cultura. De todas formas la forma predominante de implantación en España está siendo cuádruple: 1 Un modelo más puro como el vigente de Ciudad de la Imagen de Madrid, o el aún más especializado previsto en la Ciudad de la Luz102 de Alacant, o el del Distrito 22@ en Poble Nou de Barcelona, como un distrito especializado en nuevas tecnologías y en el que están comprometidas inversiones públicas y privadas por 240 millones de euros. 2 Un modelo más globalmente cultural como es el previsto en la Ciudad de la Cultura de Galicia que, desde una arquitectura vanguardista y una inversión de 108 millones de euros, concentraría en Santiago de Compostela, la Biblioteca y la Hemeroteca de Galicia, el museo de la Historia de Galicia, un área de nuevas tecnologías, un Teatro de la Opera y un centro Multiusos. C) Un modelo mixto, en el que junto a servicios (centro comercial, oficinas, hotel) se añaden estructuras de exhibición y otras, como el previsto en Valladolid (proyección 3-D, Museo del cine, sede de RTVE y otros). A. Un modelo más convencional y modesto es la presencia de empresas audiovisuales o multimedias en los parques tecnológicos al uso (Zamudio en Bizkaia, Miramón en Gipuzkoa…) o la presencia de centros de producción y platós para grabación y rodajes (Media Park, o Estudios Gala en Barcelona; Colormatic Cine y Estudios Concorde en Valencia; K 2000 y el futuro centro de servicios para la producción audiovisual Zinealdea en Pasaia (Gipuzkoa) –proyecto del centro público de producción y formación en artes escénicas de Urnieta, Sarobe- en el País Vasco,. El parque pionero en España en los 90, La Ciudad de la Imagen de Madrid, se planteó como espacio para la implantación de actividades de producción y postproducción audiovisuales, complementada con áreas de servicios de oficinas, hotel y comercial, así como servicios institucionales, centro de formación, salas de cine y área de rodaje de exteriores103. El objetivo de la Ciudad de la Imagen era netamente industrial: la creación de un centro integrado de producción audiovisual en el que 101 Cada año nacen unos 20 centros de este tipo, promovidos por empresas como Riofisa, Chelverton, Assetalia, Eroski, Leclerc…Se estima que de los 240 proyectos conocidos en el 2001 solo la cuarta parte se ejecutarán. 102 La Ciudad del Cine en el interior de la Ciudad de la Luz en Aguamarga (Alacant) y cuyo Consejo de Administración preside Luis García Berlanga, es un proyecto en construcción que contará con un millón de metros cuadrados y cuatro espacios: de producción (9 platós equipados para rodajes, además de postproducción y salas de visionado), un Centro de Formación de Oficios Cinematográficos, un parque temático dedicado al cine y un museo de films, además de los consabidos servicios. 103 En la época, La Ciudad de la Imagen era parte de una Política Regional del Audiovisual que incluía, además, un programa de promoción de la industria audiovisual, la mejora de la imagen en el exterior ("Guía de recursos audiovisuales de la Comunidad de Madrid", "Film Commission" Muestra Infográfica), una oferta educativa técnico-profesional, el impulso de la difusión cultural mediante el apoyo a acontecimientos y festivales y Telemadrid. Ver Informe Arpegio 1991, Cohen S.S.1990. 52 convivieran el conjunto de fases del proceso productivo y reproductivo audiovisual, rompiendo así la dinámica de localización dispersa del sector104. Hoy aparecen sobre todo nuevos “parques de ocio” en forma de proliferación de centros comerciales y de ocio, desvinculados de la producción o la formación, y orientados al consumo. Ahí aparecen tres modalidades. 1) Parques temáticos vinculados a empresas USA, como Universal Port Aventura (con un facturación de 100 millones de euros y pérdidas de 2 millones de euros en el 2000), Terra Mítica (Paramount) y el proyecto Warner Bross Park Madrid, promovido por Arpegio en San Martín de la Vega. 2) Centros comerciales y de ocio que incluyen complejos cinematográficos (47 por ciento del total). 3) Centros de solo ocio (21 por ciento del total, según el informe Jones Lang La Salle)105. 10.6.6. Nuevas modalidades y misiones de las televisiones Las virtualidades de una televisión regional, según un estudio europeo106, son muy variadas. En el plano sociopolítico, permite presentar los acontecimientos de todo tipo desde claves propias de interpretación, visibilizando las relaciones sociales y facilitando la construcción de herramientas adecuadas para la participación política y la cohesión e integración social. En el plano cultural, permite reforzar la propia identidad cultural, a lo que habría que añadir el apoyo a las industrias culturales del entorno, configurando el ámbito cultural como un sector integrado, sinérgico, con potencialidad propia. En el plano económico, una televisión propia ha de tener viabilidad en varios sentidos: sus costes -siempre altos- deben ser realmente compensados por sus beneficios sociales y políticos. Ello quiere decir que debe ser asumida como tal por el conjunto de una comunidad y debe ser capaz de generar una dinamización económica regional. En el plano tecnológico, un espacio audiovisual propio facilita la participación regional en el gran reto de la gestión de las telecomunicaciones –definición de las redes, programas y contenidos- más adecuadas a las necesidades regionales. En otro caso, otros -las grandes corporaciones- las definirán desde sus propias estrategias de expansión. A todo ello habría que añadir dos cuestiones: su papel tractor sobre el audiovisual regional siguiendo la estela de las grandes cadenas sobre la industria audiovisual en general107 ; y el cambio que se producirá cuando las CCAA puedan concretar su acción sobre las televisiones locales -pendientes de reglamento- incorporándolas a las directrices generales regionales sobre su propio sistema audiovisual (público y privado). En este último aspecto quizás ya lleguen tarde por la ocupación que los grandes grupos están haciendo del ámbito local. En cualquier caso, hay nuevas misiones y funciones de las televisiones públicas 108; nuevas formas de gestión109 y de conexión (acuerdo Extremadura–Andalucía de desconexión). También se dan 104 Este tipo de centros regionales con vocación centralizadora existen en otros países: Pinewood (Reino Unido), Billancort, Quatre Vingt Onze o la Victorine (Francia), Cinecittá (Italia), Babelsberg (Alemania). En USA el fenómeno es al revés, un proceso de descentralización desde la tradicional Los Angeles, eso sí en forma de proyectos regionales integrados. Es el caso de Nueva York (Kaufman-Astoria, Silvercup), Estado de Florida (en Orlando y Miami, la Universal y Metro/Disney). Ver Cohen S.S. 1992. 105 Cine por la red 4-4-01. 106 M. Moragas, C. Garitaonaindía y otros, 1994. 107 Por ejemplo, TVE tiene previsto invertir en el audiovisual unos 7000 millones de ptas. (42 millones de euros) cada año entre 2001 a 2004. 108 Se trataría tanto de redefinir el servicio público como de ubicar los privados. Informe CAC (2001), y Moragas M y Prado E., (2000). Por ejemplo, el Plan Estratégico de EITB aprobado en el año 2000, aunque plantea actualizaciones en el terreno de los principios (servicio público, proximidad, calidad) que completarían las contenidas en la Ley de Creación del Ente EITB de 1983 (promoción del euskera, pluralidad, participación, integración social, generalismo, producción propia y vertebración comunitaria) se centra en los rasgos económicos empresariales: la consideración de Grupo -un concepto empresarial y multiproducto-; la redefinición del concepto de servicio público en consonancia con el protocolo de 53 nuevas ofertas (la emisión para satélites internacionales, o de programas para las redes de cable o de satélite digital, o la apuesta por abrir portales en Internet) y se utilizan como plataforma para irrumpir en el campo de las telecomunicaciones110. 10.7. Por una política cultural vasca progresista y eficaz Para los ideólogos liberales es el poder de mercado el que tiene la función de guiar los destinos sociales. Quienes no pensamos igual tenemos poderosas razones para sostener lo contrario, entendiendo que es la colectividad quien, desde el principio de libertad, debe enmarcar los destinos sociales. Los análisis por fuerza se suelen hacer desde algún referente. Los utilizados aquí se remiten a varias vertientes: la democracia cultural; la concepción de la cultura como derecho cívico y social básico; la dignificación de los servicios públicos; el impulso a la creatividad de los actores sociales; el estímulo de la integración cultural o multicultural y de una vida cultural intensas; la descentralización de las comunicaciones; la promoción de las culturas minoritarias; la fluidez comunicativa entre culturas; la limitación a los procesos de concentración de capital; la autonomía de los creadores y comunicadores; la autoorganización de los usuarios de la comunicación; la expresión regular de los disensos y de la diversidad cultural social; la diferenciación entre servicio público y brazo informativo del Estado; la consideración del sector cultural como un sector estratégico; la transferencia y experimentación con tecnologías dúctiles; la educación social en el uso funcional de las nuevas tecnologías.... Estos objetivos loablemente sociales no pueden asegurarlos los mercados. En todo caso enmarcándolo pueden contribuir a ellos. Desde ese enfoque se requieren acciones y políticas culturales activas que puedan ir en múltiples direcciones: definir prioridades para orientar a los agentes; corregir las tendencias no deseables del mercado; facilitar el acceso a medios y servicios; la mejora de equipamientos históricos; asegurar las producciones y valores culturales de mérito que siendo de interés el mercado no valora; educar y ayudar a nuevos consumos culturales que no entran en el circuito de los consumos del “mínimo cultural” (televisión, radio y revistas); promover la creación, la producción, la formación, y los consumos propios; la dotación suficiente para unos medios públicos bien administrados; el impulso a las pequeñas y medianas empresas creadoras y productoras; arbitrar en los conflictos de intereses; Amsterdam; la autodefinición como “de proximidad”, por razones culturales y políticas; el propósito de ser el primer referente y con agenda propia de la información de y sobre el País Vasco; el papel de catalizador y motor de la industria audiovisual y la producción propia; la optimización de la difusión de la programación en claves de multioferta; una estrategia internacional especializada y de coproducción; la presencia en los nuevos soportes y contenidos; la autoevaluación; la polifuncionalidad profesional adaptada a cada medio del Grupo para lo que se habilitarían planes de formación (Plan Estratégico de EITB 2000). 109 El Ente Público de RTV Canaria dio paso a una televisión con un "contrato de suministro con un operador privado" que no funcionó bien, ni en calidad ni audiencia (7 por ciento en el 2000) y que se pretende enderezar sin cuestionar la fórmula pero sí su orientación y coste. Para lograrlo se han redefinido los papeles de cada cual. En el futuro, "la parte pública es el cliente, proyecta y encarga", y desde ese enfoque, "define los porcentajes de programación que deben dedicarse a informativos, entretenimiento, divulgación y servicio público; en función de las disponibilidades presupuestarias y del rating, cuantifica el coste de parrilla por franjas horarias. Así se establece una relación más adecuada entre coste y rentabilidad, y así sabe la productora lo que puede gastar por franjas; coordina una estructura cruzada de responsabilidades mutuas que evite duplicidades". En cambio, la parte privada sería el proveedor; adquiere, ejecuta y produce, teniendo las misiones de "producción de contenidos, producción de ideas y formatos, adquisición de derechos y tenedor de bodega" (Presentación del nuevo director). 110 Unas veces en calidad de agente de promoción de una variedad de servicios de telecomunicaciones adaptadas. Es el caso de Sandetel de Andalucía. Otras veces en calidad de socio menor (EITB en la operadora de telecomunicaciones Euskaltel). 54 asignar reglas de juego; acciones financieras compensatorias para corregir desigualdades en el acceso; la promoción del turismo cultural; la mejora de la imagen de un territorio…111 El horizonte en que ha de moverse una política cultural es primero de modestia (sabiendo que los retos de la digitalización hacen pequeños los marcos nacionales y hay límites para su eficacia) y, después, de inteligencia, de aprovechamiento local aplicado y adaptativo de las nuevas tecnologías a la solución de los problemas previamente detectados, y no una mera asimilación de toda clase de ofertas. En el universo digital siguen siendo indispensables la regulación y la reglamentación. Apoyar y regular en los niveles adecuados ayudará a que las oportunidades superen a los riesgos; proteger la autoría, dictar reglas deontológicas (protección de consumidores, de menores, de valores…) y evitar los abusos de posición dominante, facilitarán que no todo se deje al dictamen de mercados controlados.. El horizonte en que ha de moverse una política cultural territorial es primero de modestia (sabiendo que los retos de la digitalización hacen pequeños los marcos nacionales y hay límites para su eficacia) y, después, de inteligencia, de aprovechamiento local aplicado y adaptativo de las nuevas tecnologías a la solución de los problemas previamente detectados, y no una mera asimilación de toda clase de ofertas. En el universo digital siguen siendo indispensables la regulación y la reglamentación. Apoyar y regular en los niveles adecuados ayudará a que las oportunidades superen a los riesgos; proteger la autoría, dictar reglas deontológicas (protección de consumidores, de menores, de valores…) y evitar los abusos de posición dominante, facilitarán que no todo se deje al dictamen de los mercados. Para ello se deben diversificar los mecanismos de financiación al uso con nuevas fórmulas como, por ejemplo, la aplicación de tasas o canon parafiscales sobre los nuevos modos de difusión digital, de tal modo que los nuevos soportes contribuyan a la financiación de la producción; reformas legislativas que orienten a los capitales operativos a la inversión en producción propia - un canon en taquilla sobre toda la recaudación para dotar un fondo de inversión en el cine propio-; recurrir preferentemente a vías de fomento a la producción mediante capital semilla y ayudas a la inversión, así como a los sistemas de desgravación; poner un nuevo acento en las ayudas a la distribución y difusión; financiación suficiente de los servicios públicos de televisión; fondos de capital riesgo para empresas de contenidos; acento de la financiación más para las empresas que para los productos; sostenerlo públicamente como sector estratégico sujeto a ayudas preferentes de tipo sectorial y horizontal, organizando un cluster para un seguimiento participativo. En suma, con las viejas y nuevas herramientas, las culturas regionales han de ser conscientes que su futuro depende de su capacidad para representar y recrear con medios tecnológicos, industriales y creativos su propio espacio. Y eso significa, ante todo, objetivos, inversión, formación, medios, calidad, competitividad y producción propia, desde una política cultural definida con unas metas sobre todo culturales precisas. 10.7. Retos e ideas estratégicas en el caso vasco En el caso vasco el futuro está lleno de incertidumbres. En lo cultural lograremos crear un espacio propio con suficiente inercia como para que se autodesarrolle?. Además de receptores ¿seremos productores de cultura?. En lo económico ¿lograremos ser una euro-región o, sólo otra zona 111 Por su parte López de Aguileta (ob.cit. pg 53 y ss) sugiere algunas actitudes que las propias Administraciones deberían exhibir: considerarse un agente entre otros; concebir su acción como subsidiaria pero relevante en las políticas públicas; realizar una acción global; tener la libertad cultural como horizonte; fomentar la identidad y el mestizaje; el equilibrio entre sectores culturales; la realización de una política cultural para todos, atractiva y mediante un trabajo de base. 55 transformadora invertebrada más?. En lo político, y en la tensión entre lo deseable y lo posible ¿vamos a un modelo federal asimétrico, confederal o a la independencia?. Lo que es seguro es que no nos anclaremos en la autonomía. En cualquier caso deberemos aprender a movernos entre incertidumbres. Ordenación integrada del territorio La cultura ha estado ausente de la política de Ordenación Territorial como si la comunicación intrarregional solo fuera posible físicamente, mediante carreteras y ferrocarriles. Y, sin embargo, una pregunta básica es cómo favorecer la comunicación entre focos y ámbitos culturales más allá de esos espacios estancos que son los "territorios históricos" (las provincias vascas), en suma, cómo integrar de verdad el país112. Sería conveniente apostar por un concepto de red cultural interterritorial en la formación artística, cultural y comunicativa, por centros de creación especializados, por la producción horizontalizada de PYMEs y por la investigación cultural, y todo ello comunicado con el conjunto de Casas de Cultura municipales también vinculadas en red. Los retos exigen abandonar la absurda competencia entre las ciudades por la capitalidad cultural -lo que constituye un auténtico despilfarro- e iniciar una estrategia común en torno a iniciativas de cofinanciación, de enganche con programas de la UE, de promoción de la creatividad. En este sentido una red de parques de industrias y servicios culturales113 hubiera constituído un punto de partida, coherente con un concepto globalizador e integrado. Implicación social participativa Especialmente en esta época de cambios es necesario un revulsivo que ponga encima de la mesa todos los problemas con una convocatoria de unos Estados Generales de la Cultura Vasca que reúnan las distintas disciplinas de la cultura, agentes, generaciones,... Se trataría de lograr una puesta en común, un diagnóstico, unas ideas centrales de futuro para una estrategia cultural y el suficiente consenso como para un redespegue cooperativo. Política y mercado Sería suicida para una cultura minoritaria -sin economías de escala, de tamaño, con un mercado limitado y en un contexto de encarecimiento contínuo de la producción cultural- dejarlo todo a la espontaneidad del mercado, aunque hayan de seguirse muchas de sus indicaciones. 112 Sería deseable que el vitalismo urbano del Bilbao metropolitano fuera capaz de compensar mediante un mayor contacto con las comarcas vizcaínas los evidentes riesgos de uniformización transnacional inherentes a las metrópolis hipercomunicadas; que el mayor equilibrio entre cultura moderna y cultura de raíz étnica de todas las comarcas guipuzcoanas se irradie de forma activadora, incluyendo a su propia capital Donostia-San Sebastián; que la innovadora idea de lo cultural y lo urbano de la capital alavesa, Vitoria-Gasteiz, se imite y comparta con redes suficientes como para desactivar la lógica del distanciamiento cultural que algunas fuerzas alavesas propugnan sobre el resto de los territorios vascos; y que la polivalente y desvertebrada -culturalmente- Navarra tienda puentes internos y hacia la CAPV sin el recurso victimista a la "invasión vasca". 113 En algunos países, los parques de servicios e industrias culturales son un caso interesante de hibridación de la iniciativa pública y privada. Es preferentemente el Estado (central, regional o local) quien cubre el capítulo de formación, una parte de la infraestructura del polo de servicios, la mayor parte de laboratorios de investigación o experimentación, mientras que la gestión del polo en su conjunto, de su identidad e imagen y sus servicios de apoyo (semilleros, relaciones externas) tiende a ser mixta -Estado, empresas, entidades financieras-, y la propiedad y gestión de las empresas y de las transferencias tecnológicas privadas. Para un análisis de los parques culturales ver P.Azpillaga, J.C. de Miguel y R Zallo "Los parques culturales en Europa" Telos nº 41. Fundesco. Madrid, marzo -mayo 1995. 56 Ello nos obliga a indagar en economías de especialización y experiencia y para mercados más grandes que el nuestro; en economías de aglomeración, de concentración física o reticular de empresas e iniciativas culturales; en economías de transversalización, de cruce de tecnologías y aplicaciones. Cooperación pública y privada Es decisivo el papel de la Administración en el ámbito cultural tanto en lo relativo a inversión y planificación directas como en el apoyo y promoción de actividades creativas privadas. Ese papel público no ha sido pequeño en la CAPV pero debiera reorientarse hacia la creación, producción y difusión cultural, ejerciendo un papel de líder. Abrirse a la iniciativa de la sociedad civil requiere un modelo de intermediación entre Administración y sociedad, de tipo anglosajón, un Consejo Independiente de la Cultura Vasca, integrador, global sobre el conjunto de tramas de la cultura-, representativo, autónomo, decisorio y fiscalizable, sin perjuicio de articularse con otros Consejos especializados114. En ese plano y en el de la democracia participativa la televisión pública vasca tiene un papel central a jugar de modo coordinado con todos los sectores de la cultura. Las industrias culturales públicas y privadas vascas son parte de un patrimonio social. Una política de servicio social y público que alcance a ambas, puede y debe huir tanto del dirigismo como de la mera transferencia de fondos públicos para negocios privados. Asimismo, el apoyo decidido a las iniciativas industriales privadas o mixtas debiera conllevar obligaciones rigurosas de los beneficiarios, acordes con los vectores de desarrollo estratégicamente definidos, así como su evaluación regular. Las ayudas a los creadores e instituciones sociales de creación y difusión cultural deben discriminarse en favor de lo que la experiencia indique en calidades y eficiencias. Apuesta audiovisual-informática, plástica y gestión de redes No hay conciencia todavía del propio potencial económico de la cultura. Existe la oportunidad de construir la cultura vasca, al mismo tiempo, que se diversifica la economía con producciones con futuro. No hay más opción que producir hacia más allá de las imaginarias fronteras vascas, con niveles de calidad aceptables, especializarse en cultura, desde la propia identidad. La industria cultural deviene en sector estratégico desde el lado cultural y económico. No es posible generar cultura sólo desde fondos públicos. Estos deben promover una estructura económica cultural lo más autosostenible posible. Pero un pequeño país difícilmente puede hacer una apuesta generalizada por el desarrollo del conjunto de las industrias culturales y de todos sus segmentos. Aun abordando todas las industrias y artes y cultivando una formación integral en todas las especialidades posibles, parecen necesarias algunas prioridades. Por ejemplo la consideración de cluster para el ámbito audiovisual-informático, como un "nuevo sector industrial" o un "sector estratégico emergente", particularmente cuando el audiovisual115 entra de pleno dentro del concepto de tecnología de la información aplicada y de alto 114Por ejemplo, la definición de la programación de los entes de Radio y TV no tendría que ser objeto de decisión de un director general o de un Consejo de Administración político sino de expertos y asociaciones ciudadanas -con la fiscalización de la Administración- que definirían, en debate social, modelos de programación equilibrados entre lo lúdico y lo informativo y cultural, entre lo propio y lo foráneo y sujetos al debate parlamentario anual. También sería necesaria una Alta Autoridad vasca para el conjunto del Audiovisual, haciendo cumplir las misiones de servicio público y de dinamización e integración del subsector en una política cultural, industrial y de comunicaciones global. 115 Sin perjuicio de hacer incursiones en el cine sobre productos bien meditados -y que tan buenos resultados creativos están teniendo con los nuevos realizadores en los últimos años- una opción coherente de cara a un desarrollo industrial estable, incluso para el propio cine, es la apuesta por el desarrollo de infraestructuras y capacidades técnicas videográficas y 57 valor añadido (creación, diseño de nuevos usos y aplicaciones de los programas..). Ello significa que la cultura industrializada debe ser objeto de coordinación entre los distintos Departamentos implicados (Cultura, Industria, Ordenación Territorial, Investigación y Hacienda) del Gobierno Vasco. Asimismo y ya que se ha hecho una inversión dispendiosa en el Guggenheim Bilbao convendría aprovechar ese escaparate para promover la valiosa nueva generación de nuestros artistas plásticos. También se requiere avanzar en el diseño de implantación de las tecnologías, viejas y nuevas, tanto de producción como de transmisión y difusión (cable, redes,..) y, particularmente, sobre su lugar social en el mapa de las comunicaciones sociales. De lo contrario, ocurrirá que las necesidades de rentabilización de los grandes grupos transnacionales y sus apéndices locales impongan sus modelos, y la cultura propia no encuentre ámbito de aplicación. Democratizar la política cultural Sin perjuicio de entender que estratégicamente hay que generar una estructura de industrias y equipamientos culturales lo más autosostenible posible, los retos culturales de una pequeña comunidad en construcción como la vasca sólo pueden abordarse desde una imprescindible y orientativa política cultural. En los primeros años el gasto del Gobierno Vasco se dirigió a promover la difusión cultural, el apoyo a las iniciativas sociales, la promoción industrial cultural (edición y cine), la euskaldunizacion y la puesta en marcha de un sistema público de comunicación, EITB. Fue un acierto. Por su parte, las Diputaciones además de hacerse cargo del patrimonio cultural heredado -y las plantillas- hicieron un notable esfuerzo en promover circuitos de difusión cultural y se emprendió un proceso de apoyo a la creación de Kultur Etxeak (Casas de Cultura) en municipios medianos y grandes o de equipamientos ligeros en todos los más pequeños. Sin embargo, con los importantes costes funcionales de las Casas de Cultura, se fueron reduciendo las ayudas de los Ayuntamientos a la cultura viva de los grupos locales y a la difusión cultural mientras se hacían rutinarias muchas de sus programaciones. En 1992 se dio un punto de inflexión en la política cultural del Gobierno Vasco y de las Diputaciones, especialmente la de Bizkaia. Además de confirmarse la tendencia de la Administración a convertirse en el agente decisorio y destinatario inmediato del gasto, la apuesta por las grandes obras e imagen de ciudad, significó el sacrificio de los gastos antes destinados a difusión cultural, creadores o mantenimiento del Patrimonio Histórico. Esa política agotadora de infraestructuras centrales y de exhibición, y de gastos fijos en unos pocos programas (EITB, HABE, Orquesta, Euskal Media y museos) alcanzó el 90% de los presupuestos culturales del Gobierno vasco, dejando poco margen para una política cultural orientadora. En el caso de la Diputación vizcaína la caída de la difusión cultural su antes labor principal- fue espectacular mientras que en Patrimonio y Equipamientos -por el peso especial del Guggenheim116 y el nuevo Palacio Euskalduna- han llegado al 75% del gasto cultural, lo multimedia y, dentro de ambas, la opción por la especialización empresarial en producciones y servicios, en contenidos. Este tipo de decisiones podrían generar sinergias importantes con la televisión, actividades sociales diversas (enseñanza, sanidad, comunicaciones horizontales) así como con la industria en general, instituciones y publicidad, tanto vascas como foráneas. Además, forman cantera para otras líneas: series de TV, animación, films, imágenes de síntesis, post-producción. 116 El Guggenheim es un edificio, un continente más que un museo, un contenido y un proyecto cultural. La genialidad de la escultura arquitectónica de Gehry -y no el absurdo diseño cultural en el que se inscribía el museo/franquicia transnacional- es el único factor que explica el éxito social, publicitario y económico del Guggenheim, un proyecto que hubiera sido una catástrofe con un edificio un poco menos espectacular diseñado por alguno de los otros arquitectos concursantes. El proyecto respondía a una política neoliberal de nuevo cuño que tomando como excusa a la cultura respondía a la única fe en el marketing caro e infraestructural de ciudades para el puro desarrollo de la economía. Ese marketing lo suministrarían las arcas públicas mientras que el espacio de negocio tanto urbanístico como de actividad inducida se apropiarían de forma privada. Además se avalaba una concepción metropolitanista del territorio en perjuicio de la opción por los equilibrios integradores territoriales. Jean Clair decía que "el aumento exponencial del número de museos parece no tanto un signo de 58 que significa una hiperespecialización institucional y el abandono de otros aspectos centrales de la política cultural. Lo mismo está ocurriendo en Gipuzkoa. El dirigismo cultural, la política de Grandes Obras a la francesa orientadas al campo de la exposición, exhibición o servicios -y no a la producción o creación cultural- y que han condicionado los presupuestos durante esta década, y la competencia interinstitucional han sido los pecados capitales de la política cultural vasca. A pesar de que la Consejería de Cultura del Gobierno Vasco puesta en marcha en 1995 inició otra política (reordenación de la financiación infraestructural, acuerdo financiero con AEK, nuevo plan de normalización lingüística, compromisos con Egunkaria, algún avance en audiovisual y teatro..) reduciendo el arbitrismo anterior y compartiendo con los agentes sociales algunas decisiones, no ha tocado los aspectos estratégicos de la política cultural del decenio anterior (EITB autonomizada aunque algo más democratizada, continúan los grandes equipamientos de exhibición eso sí con cargo a un presupuesto especial de infraestructuras que no es del Departamento de Cultura, la estructura industrial cultural continúa al albur del mercado….). Acción integral El nivel de Gasto Público Cultural conjunto de Gobierno Vasco, Diputaciones y Ayuntamientos por habitante en la CAPV posiblemente sea el mayor de todas las Comunidades Autónomas 117. Pero los problemas están menos en el volumen como en los programas y capítulos y, sobre todo, en las directrices y capacidad de liderazgo. Una intervención pública requiere operar sobre todos los eslabones de la cadena cultural, sean públicos o privados. Es necesario un equilibrio dinámico en el apoyo a cada una de las fases: creación, producción, distribución y difusión, aunque con preferencia por los dos primeros. Ello significa un estable apoyo público presupuestario a la cultura, entendiendo que la producción cultural es, además, un vector de desarrollo. Desarrollar la capacidad de producción cultural propia significa, por una parte, realizar productos capaces de desbordar las propias fronteras y, por otra parte, explotar artísticamente las propias identidades en lo que tienen de universal y de específico. Es más, la homologación en el exterior de la producción propia es la condición misma para que ésta satisfaga los gustos de un país educado en patrones internacionales de calidad. En cualquier caso un Programa Estratégico para la Cultura Vasca, elaborado desde un estudio exhaustivo previo de las estructuras, problemas y retos de la cultura vasca, y debatido socialmente, es una necesidad actual insoslayable. BILBLIOGRAFIA realización como de decadencia espiritual, de la misma manera que la multiplicación de los templos romanos no marcó el apogeo sino el fin de una gran civilización". 117 En la CAPV en 1992 era de 20.000 ptas. por habitante. Hoy rondará las 25.000 ptas. por habitante, doblando al de Navarra-. El gasto del Gobierno Vasco tiene gran peso (37% del total de la CAPV). El resto corresponde a Ayuntamientos (38%) y Diputaciones (24%). 59 Amezaga J. , Arana, E., “Euskal Herriaren irudia prentsan eta telebistan”, en NOR Ikerketa Taldea, “Hedabideak eta EuskalHerria”. UEU. Bilbao 2000 Aranguren A., “Euskarazko komunikabide lokalak Euskal Herrian”, Tesis Doctoral, UPV/EHU, Servicio Editorial, Leioa 2000. Ariño A “Sociología de la cultura. La constitución simbólica de la sociedad“. Ariel. Barcelona 1997. Arriaga M. y Perez SoengasJ.L. "La prensa diaria en Euskal Herria (1976-1981)". Serv. Edit. UPV-EHU 2000. Azpillaga P, Miguel J.C. y Zallo R. Alberdania Azpillaga, P, J.C. de Miguel J,C y R. Zallo R. , Los parques culturales en Europa Telos nº 41. Fundesco. Madrid, marzo - mayo 1995. Becerra 2000 Bezunartea O., y otros "La prensa y los electores. El mito de la influencia". Serv. Edit. UPV-EHU 2001. Castells MLa galaxia Internet. 2001 Cohen S.S. 1992. Diaz Nosty B. "Informe anual de la comunicación 1999-2000". Grupo Zeta 2000. Echeverria J., Los Señores del aire: Telépolis y el Tercer Entorno. Destino 1999. Fernández Buey F., Etica y filosofía politica. Bellaterra. Barcelona 2000 Gracia M.I. y otros Evolución de la industria de la cultura y el ocio en España por Comunidades Autónomas (1993-1997). SGAE- Datautor Madrid 2001. Guía Audiovisual gallego. Empresas y recursos 2001 Herder J.G. "Otra filosofía de la Historia" en Obra Selecta. Alfaguara, Madrid 1982. Idoyaga P. y Ramirez Tx., "Conflicto vasco: opinión pública y medios de comunicación" (Informe). UPV-EHU, marzo 2001. Idoyaga P., y Ramírez TX.-, Política informativa de El País y ABC ante la nueva situación política del País Vasco (19982000)", UPV-EHU. Zer, nº 9, 2001 Informe Arpegio 1991, Cohen S.S.1990 Informe CAC (2001) 60 Informe sobre el progrés del Plan Estratègic Catalunya en Xarxa" por parte de Carles Martin i Badell, de la Secretaria para la Societat de la Informació (creada en abril del 2000) Iriarte, E.2001 Keating, M. "Naciones contra el Estado" Ariel, Barcelona, 1996. Lasagabaster,I F. Letamendia, M. Gomez Uranga y R. Zallo (coords)Propuestas para un nuevo escenario. Democracia, cultura y cohesión social en Euskal Herria. Fundación Robles-Arangiz, 1999. Ledo M. y otros 1998 López 2001 López de Aguileta, I 2000 Llorens 2001. M. de Cultura (1979). M. González Alvarez VVAA 1993. M. Moragas, C. Garitaonaindía y otros, 1994. Marcos C. y Urraca A. 1992 y Quintana I, Martins C. A., 1992. Mattelart, 2002. McPhie, 2001 Moragas M y Prado E., (2000). Moragas y López 2001. Morán M.L. “Sociedad, cultura y política: continuidad y novedad en el análisis cultural “. Zona Abierta 77/78. 1996/1997 Oriol J. (2002) Plan Edi en la SI Plan Estratégico de EITB 2000, Rifkin (2000) Rousseau J.J. "El contrato social"(1761), Edicomunicación, Barcelona 1994. Rubert de Ventos X. De la identidad a la independencia: la nueva transición. Anagrama, Barcelona 1999. Rubert de Ventós X., Nacionalismos. El laberinto de la identidad. Espasa Calpe, Madrid 1994. Sanzo L.El Pueblo Vacso y la Autodeterminación. Erein 2001. Tellitu et al., 1997 Van der Pas, 2001. Voltaire "Essais sur les moeurs et l'esprit des nations"(1756). Bordas, Classiques Garnier. Paris 1990. Wolton D., Sobre la comunicación Zallo R. "Políticas culturales territoriales en España" en E. Bustamante (coord.) "Comunicación y cultura en la era digital: industrias, mercados y diversidad en España" Fundación Alternativas. Madrid a publicar 2002. Zallo R. (dir) Industrias y políticas culturales en España y País Vasco. Servicio de Publicaciones de la UPV-EHU, 1995. Zulaika, 1998. 61