La transición y los gobiernos democráticos Historia de España La composición histórica a realizar trata sobre la Transición y los gobiernos democráticos, período comprendido entre 1975-2000. Franco muere el 20 de noviembre de 1975, y dos días después el rey Juan Carlos I asume la jefatura del gobierno prometiendo cumplir los principios del Movimiento Nacional y jurando defender las leyes fundamentales del Reino, lo que en un primer momento suponía mantener las estructuras del franquismo. Sin embargo, la labor del monarca se va a centrar en realizar un cambio de gobierno progresivamente, es decir que la transición va a ser un período relativamente pacífico, donde el pacto y el consenso entre la sociedad española y los partidos van a ser las herramientas fundamentales que materialicen este cambio. En un primer momento, el rey confió el gobierno al último presidente de la dictadura, Arias Navarro. Este se mantuvo en el cargo hasta julio de 1976 en un clima de tensión entre las fuerzas franquistas y la oposición que cada vez se hacía más fuerte a través de la creación de la Coordinación Democrática o Platajunta. Ante la falta de apoyo y liderazgo, el rey exige la dimisión de Arias Navarro, y pide a un joven político, Adolfo Suárez (julio 1976-junio 1977), que asuma el cargo. Adolfo Suárez contaba con el apoyo del presidente de las cortes, Torcuato Fernández Miranda. Las primeras medidas del gobierno de Suárez fueron: la concesión de una amplia amnistía para presos políticos, y la convocatoria de elecciones para el año siguiente. Pero la medida más importante fue la ley para la Reforma Política en la que se establecía el procedimiento para la creación de unas nuevas Cortes, elegidas por sufragio universal y directo, y que tendría la potestad para elaborar futuras reformas. Esta ley al ser considerada fundamental debía contar con el consenso de las Cortes para ser aprobada, y lo consiguió en diciembre de 1976 con el 94% de los votos, de esta forma se lapidaba un principio fundamental del franquismo y se disponía un nuevo camino hacia la democracia. Inmediatamente después de aprobarse la Ley para la Reforma Política se plantean dos nuevos objetivos, convocar elecciones democráticas y legalizar los partidos políticos. Tras un largo proceso de debate, en abril de 1977 quedaron legalizados todos los partidos incluyendo al PCE. El 15 de junio de 1977 se celebraron las primeras elecciones democráticas en España desde Febrero de 1936. La participación ciudadana fue muy alta, y arrojaron los siguientes resultados: la victoria fue para el partido creado por Adolfo Suárez, la UCD (Unión de Centro Democrático), aunque no obtuvo mayoría absoluta. Muy de cerca le sigue el PSOE bajo la dirección de Felipe González y Alfonso Guerra, convirtiéndose en la primera fuerza de izquierdas en España; la Alianza Popular presidida por Manuel Fraga y representaba a la derecha política y las asociaciones políticas provenientes del franquismo; el PCE (Partido Comunista de España) dirigido por Dolores Ibarruri y Santiago Carrillo. El nacionalismo estuvo representado por Ezquerra Republicana, Convergencia y Unió, y el PNV. Adolfo Suárez inicia su primer gobierno democrático en junio de 1977 y se prolonga hasta marzo de 1979. Durante esta etapa tiene que hacer frente a una profunda crisis económica agudizada por la inflación, el paro y el déficit de la balanza de pagos. Para asumir esta situación, se plantean los Pactos de la Moncloa, un paquete de medidas que debía ser aprobado por los partidos y sindicatos, y que tenían como objetivo salir de la crisis. Para ello planteaban la La transición y los gobiernos democráticos Historia de España contención de los salarios, la lucha contra el fraude fiscal, el aumento del impuesto de las retribuciones del Trabajo Personal… Gracias a los pactos se logró frenar la inflación y las empresas comenzaron a obtener beneficios, pero el paro siguió creciendo y aumentó la conflictividad laboral y el descontento social. Sin duda alguna, el logro más importante del gobierno de Suárez fue la elaboración de la Constitución de 1978, una constitución nacida del pacto y el consenso de los partidos, lo que le da un carácter mixto. Fue aprobada el 6 de diciembre de 1978 por referéndum. Presenta las siguientes características: - Soberanía nacional - Derecho a la vida, aboliéndose la pena de muerte - Libertad ideológica, religiosa y de culto, de expresión - Derechos de manifestación, de asociación política y de huelga - Monarquía parlamentaria, en el que el jefe de estado era el rey, con poderes muy limitados. - Estado aconfesional - Separación de poderes: o Poder Ejecutivo recae en el gobierno, cuyo presidente es nombrado por el rey, bajo la designación previa de las Cortes o Poder Legislativo reside en las Cortes, que se mantienen bicamerales, Senado y Congreso de los Diputados. Ambos son elegidos por sufragio universal directo. El Congreso juzga la gestión del gobierno, y el Senado se configura como una cámara territorial o Poder Judicial: lo integran los jueces y magistrados independientes - España se entiende como un estado unitario de las autonomías, lo que le da un carácter de estado semifederal, pero sin posibilidades de romper la Unidad del país. De esta forma se conceden ciertas competencias a las autonomías, y el Estado mantiene las que se consideran fundamentales: defensa, relaciones internacionales, administración de justicia… Gracias al reconocimiento de este derecho las comunidades autónomas se fueron configurando desde 1979 hasta 1983 (17 comunidades y 2 ciudades autónomas) Ante el funcionamiento de la nueva constitución, era preciso disolver las Cortes y convocar unas elecciones generales para marzo de 1979. Los resultados fueron muy parecidos a los de 1977, por lo que UCD salió ganador de nuevo. Este nuevo gobierno se vio salpicado por varios atentados terroristas, y por una profunda inestabilidad social, política y económica. Ante todos estos problemas, Adolfo Suárez decide dimitir del cargo como presidente de la UCD y del gobierno. En la tarde del 23 de febrero de 1981 cuando se procedía a la votación de Calvo Sotelo como nuevo presidente, se dio un golpe de estado al mando del teniente coronel Tejero. Mientras, en Valencia, el teniente general Milans del Bosch decretaba el estado de excepción y los tanques salían a las calles. Durante horas los españoles vivieron con la incertidumbre y la tensión de no saber que pasaría, hasta que el rey dio un mensaje en el que desautorizaba el golpe y reivindicaba la legitimidad del nuevo estado creado por y para los españoles. De esta forma y tras largas conversaciones, se paralizó el golpe. La transición y los gobiernos democráticos Historia de España Durante el gobierno de Calvo Sotelo se relanzó el proceso autonómico, pues anteriormente solo lo habían conseguido Cataluña y País Vasco, y también apostó por la integración de España en la OTAN (1982), una cuestión que contó con el rechazo de los socialistas y de los comunistas, además de una ola de protestas y manifestaciones. Esto supuso una fuerte crisis en el partido, que terminó desembocando en una división interna. Adolfo Suárez creará un nuevo partido, la CDS (Centro Democrático Social). Se convocaron nuevas elecciones para octubre de 1982, las cuales dieron un triunfo arrollador al PSOE, desapareciendo la UCD como opción política. Los gobiernos socialistas de Felipe González se inician en octubre de 1982, y finalizan en 1996 con el triunfo del nuevo partido de derechas, Partido Popular (PP). La primera legislatura de González se caracteriza por la aprobación de un proceso de reconversión industrial que llevó al cierre de industrias ya desfasadas. Durante estos primeros cuatro años, se enfrentó a una dura campaña terrorista de ETA, que se saldó con más de 100 muertos, y además planteó una reforma del ejército con el fin de disipar los posibles golpes de estado. El 1 de enero de 1986 España entraba en la Comunidad Económica Europea, y confirmó el ingreso de España en la OTAN gracias a un ajustadísimo resultado, obtenido por referéndum popular. Se convocaron nuevas elecciones en 1986 y volvieron a ganar las fuerzas socialistas y por mayoría absoluta. Esta segunda etapa socialista está marcada por un fuerte desarrollo económico que duraría hasta 1992 gracias a los fondos obtenidos por la CEE. El Estado del Bienestar se hizo realidad en España, pues las inversiones en educación, sanidad y pensiones dieron las coberturas necesarias a los españoles. Una de las medidas que más polémica trajo en esta segunda legislatura fue la liberalización del mercado laboral, aumentando consigo las diferencias sociales. Ante esta medida, los sindicatos de UGT y CCOO convocaron una huelga general el 14 de Diciembre de 1988. La huelga fue muy acogida, y por ello González tuvo que paralizar su programa, y reorientarlo. En 1989 se volvieron a celebrar elecciones, dando de nuevo el triunfo al PSOE por mayoría absoluta. Durante esta tercera legislatura, se dan dos acontecimientos de carácter internacional como son los Juegos Olímpicos en Barcelona y la Exposición Universal en Sevilla. Esto conllevó una importante inversión en infraestructuras (AVE, reordenación de Sevilla y Barcelona…) También destacamos la labor emprendida en educación con la construcción de nuevas escuelas, universidades y la ampliación de becas, además de la reforma educativa de la LOGSE en 1991. Debido al gasto público emprendido, a finales del 92 se produjo una fuerte crisis económica que disparó la inflación, el paro y el desprestigio del gobierno. Sin La transición y los gobiernos democráticos Historia de España embargo la política antiterrorista llevada a cabo por el gobierno junto al escándalo del GAL, grupo armado de policías y mercenarios que con la complicidad de cargos del gobierno llevó a cabo la “guerra sucia” contra ETA, hicieron que los cimientos del PSOE, hasta entonces bastante sólidos, comenzasen a tambalearse. Al final de la legislatura comenzaron a conocerse los primeros casos de corrupción como el escándalo Filesa, y la dimisión de Alfonso Guerra. En 1993 nuevamente las elecciones dan el triunfo al PSOE, aunque sin mayoría absoluta, por lo que para gobernar recurre a Convergencia y Unión de Jordi Pujol. A su vez, el PP se postula como el gran partido de la oposición, esta vez bajo el liderazgo de José Mª Aznar. La cuarta legislatura de González (1993-1996) estará salpicada por escándalos de corrupción, como el de Mario Conde y Banesto, o el de Luís Roldán, cuestiones que fueron aprovechadas por la oposición del PP. En 1996, tras negarle Pujol el apoyo para aprobar los presupuestos, González convoca elecciones anticipadas. Las elecciones dieron la victoria al PP aunque sin la mayoría absoluta, por lo que José Mª Aznar se vio obligado a pactar con las minorías nacionalistas para acceder a la presidencia. Aznar centró sus esfuerzos en conseguir que España entrara en la unión monetaria EURO siguiendo las pautas marcadas por el Tratado de Maastricht de 1991, por ello apostó por una política económica neoliberal que redujera el déficit público y reactivara la iniciativa privada. Se privatizaron empresas públicas como la Telefónica, REPSOL, o Argentaria, y además llegaron importantes fondos europeos para reactivar la economía. Los resultados fueron muy positivos, pues el paro descendió y se saneó la economía, por lo que en 1999 España participaría en el nacimiento de la nueva moneda. Pero el problema más grave al que tuvo que hacer frente el gobierno de Aznar fue sin duda el asesinato de Miguel Ángel Blanco, concejal del Ayuntamiento de Ermua en 1997. Las protestas de la ciudadanía fueron impresionantes, creándose lo que los medios de comunicación bautizaron como “el espíritu de Ermua”. Tras el asesinato, ETA declaró una tregua indefinida y sin condiciones, y un año después retomaba la lucha. Con el gobierno de Aznar se aceleró la profesionalización de las Fuerzas Armadas que suponía el fin de la “mili”, el servicio obligatorio militar. En el año 2000 se convocaron unas nuevas elecciones que dieron la mayoría absoluta al PP, iniciándose la segunda legislatura de Aznar salpicada por escándalos de malversaciones de fondos, la Guerra de Irak y el atentado del 11M.