Planificación de Energía, Agua y Clima para el Desarrollo sin Carbono en Latinoamérica y el Caribe Marisa Escobar, Francisco Flores López y Victoria Clark Stockholm Environment Institute-Centro E.E.U.U. Noviembre 2011 PLANIFICACIÓN DE ENERGÍA, AGUA Y CLIMA PARA EL DESARROLLO SIN CARBONO EN LATINOAMÉRICA Y EL CARIBE Derechos de autor © 2011 Stockholm Environment Institute Esta publicación puede ser reproducida en su totalidad o en parte y en cualquier forma para fines educativos o sin fines de lucro, sin permiso especial del titular de los derechos de autor, siempre que se reconozca la fuente. Ningún uso de esta publicación se puede vender o usar para otro fin comercial, sin el permiso escrito del titular de los derechos de autor. Para obtener más información acerca de este documento, escriba a Marisa Escobar, marisa.escobar@sei-us.org Stockholm Environment Institute – US Center 11 Curtis Avenue Somerville, MA 02144-1224, USA www.sei-us.org y www.sei-international.org Cubierta: Represa Itaipú en el Río Paraná, Brasil / Flickr-Maite Elorza (txikita69) Traducción: Marion Davis Reconocimientos: Damos gracias a SEI por financiar este estudio, a Liz Stanton por su liderazgo en esta iniciativa, a Marion Davis por sus útiles contribuciones al manuscrito, a Ramón Bueno por sus comentarios, y a nuestros revisores internos. 2 PLANIFICACIÓN DE ENERGÍA, AGUA Y CLIMA PARA EL DESARROLLO SIN CARBONO EN LATINOAMÉRICA Y EL CARIBE Resumen ejecutivo La energía es esencial para el desarrollo, pero dada la urgencia de mitigar el cambio climático, los países en desarrollo se ven presionados a mantener bajas sus emisiones de carbono. Esto les deja tres opciones: abandonar el desarrollo, ignorar las preocupaciones del clima, o tomar un tercer camino: buscar fuentes de energía que emitan poco o nada de carbono. Este informe explora la tercera opción, que llamamos “desarrollo sin carbono” (DSC) – particularmente, la viabilidad de la energía hidroeléctrica como una fuente de energía de emisión baja para Latinoamérica y el Caribe (LAC) en vista del cambio climático. Estimamos que la energía hidroeléctrica suministra el 46 por ciento de la electricidad de la región de LAC, mucho más que el promedio global de 16 por ciento –y aún así, se estima que sólo del 21 al 38 por ciento del potencial hidroeléctrico de la región se ha realizado (el número más alto refleja el potencial “económicamente viable”). Latinoamérica cuenta con una base de energía hidroeléctrica considerable como punto de partida, pero cambios en el suministro de agua debido al cambio climático, competencia entre usos y el crecimiento demográfico podrían frustrar los planes de un mayor desarrollo. Los portafolios de energía, la disponibilidad de agua, y la producción de energía hidroeléctrica varían mucho a través de LAC. Para cuantificar estas diferencias, compilamos datos sobre el agua, la energía y la energía hidroeléctrica para cada país. La Figura RE-1 muestra la generación de energía hidroeléctrica a través de América Latina, por país y por las cuatro regiones que utiliza el Banco Interamericano de Desarrollo para clasificar a sus 26 miembros prestatarios: Cono Sur: Argentina, Brasil, Chile, Paraguay, Uruguay; Grupo Andino: Bolivia, Colombia, Ecuador, Perú, Venezuela; Caribe: Bahamas, Barbados, Guyana, Jamaica, Suriname, Trinidad y Tobago, y Haití; Centroamérica y otros: Belice, Costa Rica, República Dominicana, El Salvador, Panamá, Guatemala, Honduras, México, Nicaragua. Figura RE-1. Generación hidroeléctrica en LAC por GWh generado Fuente: Datos sobre la electricidad de la Agencia Internacional de Energía, datos del 2008, (http://www.iea.org/ country/index.asp); clasificación regional del Banco Interamericano de Desarrollo. 3 PLANIFICACIÓN DE ENERGÍA, AGUA Y CLIMA PARA EL DESARROLLO SIN CARBONO EN LATINOAMÉRICA Y EL CARIBE Como se muestra en la Figura RE-1, el Cono Sur produce la mayor cantidad de energía hidroeléctrica (484.458 GWh), o el 68 por ciento de su producción total de electricidad. El Grupo Andino, por su parte, produce el 71 por ciento (165.859 GWh) de su electricidad de energía hidroeléctrica. En América Central, México produce la mayor cantidad de energía hidroeléctrica, 39.178 GWh, o 15 por ciento de su generación nacional de electricidad (258, 913 GWh), pero todos los demás países producen una mayor proporción de su electricidad de energía hidroeléctrica, encabezados por Costa Rica con 78 por ciento. Los países del Caribe, por otro lado, con poca agua superficial, no dependen en gran medida de la energía hidroeléctrica. La evolución del clima El Panel Intergubernamental sobre el Cambio Climático (IPCC) encontró que los principales problemas relacionados con el agua y el cambio climático en la región de LAC serán la reducción de la precipitación en las regiones áridas, el retroceso de los glaciares y los conflictos sobre el suministro de agua para el consumo humano, la agricultura y la energía hidroeléctrica en zonas con escasez de agua y crecimiento demográfico. La región de LAC es amplia y diversa, con un clima que abarca desde montañas con temperaturas bajas y glaciares, a zonas templadas y costas tropicales. El Cuarto Informe de Evaluación del IPCC muestra que durante el siglo 20, los cambios en la precipitación en Latinoamérica fueron irregulares, con disminuciones en partes y aumentos en otras partes de la Región Andina, en el este del Cono Sur y en Centroamérica. Las temperaturas medias durante períodos de 10 años muestran una tendencia ascendente en el Cono Sur y en la Región Andina, así como las temperaturas mínimas, mientras que las temperaturas máximas no muestran una tendencia uniforme. La consecuencia más importante del aumento de las temperaturas en los últimos 30 años ha sido el retroceso crítico de glaciares en Bolivia, Perú, Colombia y Ecuador. Durante este período, el retroceso de los glaciares ha contribuido a la descarga de aguas, pero ha disminuido e inclusive agotado en algunos lugares los depósitos de los glaciares. Los estudios indican que durante los próximos 15 años los pequeños glaciares andinos podrían desaparecer, afectando la disponibilidad de agua y la generación de energía hidroeléctrica, mientras que los glaciares más grandes van a seguir contrayéndose. Los cambios en las contribuciones de agua de los glaciares afectarán al suministro de agua para múltiples usos en aguas arriba y aguas abajo, incluyendo la agricultura a pequeña y gran escala, los servicios urbanos de agua y la energía hidroeléctrica. Las proyecciones de temperaturas para la región de LAC durante el próximo siglo muestran una continuación de la tendencia al calentamiento, que dependiendo del modelo y el escenario considerado puede variar entre 0,4°C a 1,8°C para el año 2020, y de 1,0°C a 7,5°C para el año 2080 (con respecto al período de referencia 1961-1990). El mayor calentamiento se prevé en la Región Andina y en el Cono Sur. Los cambios en las precipitaciones tienen un mayor grado de incertidumbre: para la Región Andina, varían desde una reducción del 20 al 40 por ciento, a un aumento del 5 al 10 por ciento para el 2080. La incertidumbre con respecto a la precipitación es aún mayor para el Cono Sur tanto en invierno como en verano. En general, hay una gran variación entre los modelos climáticos en lo que respecta a las precipitaciones donde algunos de ellos muestran incrementos y otros muestran disminuciones en el mismo periodo para la misma región. Planificación de la expansión hidroeléctrica en un clima que cambia Dado el gran potencial sin explotar, la energía hidroeléctrica se ve como la mejor manera de satisfacer las crecientes necesidades de energía para gran parte de la región de América Latina (salvo en el Caribe). En efecto, desde 1970 la capacidad de generación se ha multiplicado por cinco. Sin embargo, muchas instalaciones hidroeléctricas importantes en la región fueron diseñadas con base en patrones climáticos que están cambiando, y esto reduce la fiabilidad de la producción hidroeléctrica y aumenta la vulnerabilidad del sistema de suministro de energía. En el Cono Sur y en el Grupo Andino, las plantas 4 PLANIFICACIÓN DE ENERGÍA, AGUA Y CLIMA PARA EL DESARROLLO SIN CARBONO EN LATINOAMÉRICA Y EL CARIBE hidroeléctricas convencionales ya son vulnerables a las anomalías de lluvia debido a los fenómenos climáticos El Niño y La Niña. Ahora el retroceso de los glaciares ha comenzado a afectar la generación de energía hidroeléctrica en las zonas de La Paz, Bolivia, y Lima, Perú. La esperada desaparición de los glaciares también podría afectar la generación de energía hidroeléctrica en Colombia. En Ecuador, por otro lado, algunos escenarios muestran un aumento de precipitaciones que podría ampliar el potencial de generación de energía hidroeléctrica. La infraestructura hidroeléctrica tendrá que ser planeada dentro de los rangos de incertidumbre que imponen las tendencias del clima, en vez de con planes y diseños estáticos. Los planes probablemente tendrán que incluir provisiones para operaciones específicas dependiendo del clima y de la demanda de agua, con una infraestructura flexible. Las plantas con almacenamiento por bombeo y los sistemas hidroeléctricos pequeños podrán ser opciones para superar la variabilidad climática. Es importante tener en cuenta que la energía hidroeléctrica requiere mucho más agua que la mayoría de las otras fuentes de energía, 17 litros por KWh, comparado con 1,9 para el carbón y 2,6 para la energía nuclear (pero 360 para la biomasa) – pero las plantas hidroeléctricas también devuelven el agua al sistema después de generar la energía. Aún así, la variabilidad de la energía hidroeléctrica debido a los cambios en el volumen de agua significa que la planificación de energía debe incluir arreglos para obtener electricidad de otras fuentes durante algunos períodos. Los formuladores de políticas necesitan buenos marcos de análisis para entender estas ventajas y desventajas y tomar decisiones informadas. Dos potentes herramientas de planificación Una manera eficaz de tratar estos temas en Latinoamérica es unir dos herramientas avanzadas para el análisis del agua y de la energía desarrolladas por SEI: Evaluación y Planificación del Agua (WEAP) y el Sistema de Planificación de Alternativas de Energía a Largo Plazo (LEAP). Ambos están disponibles para una gran comunidad de usuarios, con licencias otorgadas sin ningún costo para las organizaciones no gubernamentales, agencias gubernamentales e instituciones académicas en los países en desarrollo. WEAP es una herramienta robusta y práctica que ayuda a los usuarios a enfrentar los retos de la administración del agua y a distribuir recursos limitados, con la plena integración de oferta y demanda, calidad del agua, y consideraciones ecológicas. LEAP es una herramienta de modelaje integrado utilizada comúnmente para el análisis de la política energética y la evaluación de opciones para la mitigación del cambio climático. Tiene una estructura flexible que permite la aplicación local, regional y global de diversas metodologías de modelación, incluyendo contabilidad, simulación y optimización. Ambos sistemas se están integrando para fortalecer aún más sus capacidades. WEAP, LEAP y la herramienta combinada puede ayudar a resolver problemas urgentes en relación con el DSC y el desarrollo hidroeléctrico en particular en la región de LAC, incluyendo: • ¿Cómo se deben diseñar los instrumentos para la planificación del agua y la energía y la infraestructura para dar cabida a la incertidumbre del clima? Algunas posibilidades incluyen previsiones para las operaciones dirigidas, la construcción de infraestructura diseñada para fallar, y la incorporación de los componentes no estructurales, como las comunicaciones o la informática para mejorar la administración del agua. • ¿Cómo se pueden evaluar las ventajas y desventajas de distintos usos del agua para la energía, como los biocombustibles y la energía hidroeléctrica?¿Qué variables o indicadores podrían utilizarse para evaluar estos intercambios? La integración del software WEAP-LEAP puede ser útil como un marco para abordar las cuestiones cuantitativas relacionadas con los vínculos entre la energía y el agua. La capacidad actual de la región puede servir como base para explorar más a fondo la creación de capacidad en el contexto del DSC. • ¿Cómo se asigna prioridad a distintas demandas de agua? ¿Deben ser evaluadas con base en su valor económico, o existen otras formas posibles para valorar los beneficios del uso del agua? Si se consideran 5 PLANIFICACIÓN DE ENERGÍA, AGUA Y CLIMA PARA EL DESARROLLO SIN CARBONO EN LATINOAMÉRICA Y EL CARIBE aspectos económicos y sociales en estas decisiones, será posible tener una guía más clara de las prioridades de asignación del agua. • ¿Cómo pueden los procesos participativos ayudar a promover la generación de electricidad de bajo carbono dentro de las cuencas hidrográficas y a identificar las compensaciones entre distintos usos del agua y de fuentes de energía? Compartir los beneficios del agua y fomentar los procesos sociales autónomos pueden motivar la participación en la toma de decisiones para encontrar soluciones que mejoren el acceso al agua y a la energía para los interesados. SEI continúa formulando estudios para responder a esas preguntas, y se compromete a trabajar con los investigadores a través de la región de América Latina que quieran desarrollar sus propios estudios para informar y apoyar la planificación del DSC. 6