Historia de la Ley - Biblioteca del Congreso Nacional de Chile

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Historia de la Ley
Nº 20.472
Concede la nacionalidad chilena, por especial gracia, al
Padre John Eugene Barber Vanston
Téngase presente
Esta Historia de Ley ha sido construida por la Biblioteca del Congreso Nacional
a partir de la información disponible en sus archivos.
Se han incluido los distintos documentos de la tramitación legislativa,
ordenados conforme su ocurrencia en cada uno de los trámites del proceso de
formación de la ley.
Se han omitido documentos de mera o simple tramitación, que
proporcionan información relevante para efectos de la Historia de Ley.
no
Para efectos de facilitar la revisión de la documentación de este archivo, se
incorpora un índice.
Al final del archivo se incorpora el texto de la norma aprobado conforme a la
tramitación incluida en esta historia de ley.
ÍNDICE
1. Primer Trámite Constitucional: Cámara de Diputados
1.1. Moción Parlamentaria
1.2. Informe Comisión de Derechos Humanos
1.3. Discusión en Sala
1.4. Oficio de Cámara de Origen a Cámara Revisora
4
4
8
16
26
2. Segundo Trámite Constitucional: Senado
2.1. Informe Comisión de Derechos Humanos
2.2. Discusión en Sala
2.3. Oficio de Cámara Revisora a Cámara de Origen
27
27
36
37
3. Trámite Finalización: Cámara de Diputados
3.1. Oficio de Cámara de Origen al Ejecutivo
38
38
4. Publicación de Ley en Diario Oficial
4.1. Ley Nº 20.472
39
39
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MOCIÓN PARLAMENTARIA
1. Primer Trámite Constitucional: Cámara de
Diputado
1.1. Moción Parlamentaria
Moción de los Diputados Pedro Araya Guerrero, Nino Baltolu Rasera, Marta
Isasi Barbieri, Tucapel Jiménez Fuentes, Sergio Ojeda Uribe, Alejandro
Sepúlveda Orbenes. Fecha 15 de mayo, 2012. Cuenta en Sesión 28,
Legislatura 360.
Concede la nacionalidad chilena, por especial gracia, al Padre John
Eugene Barber Vanston
Boletín N° 8297-17
La nacionalización por gracia recoge una fructífera e ininterrumpida tradición
republicana. A través de ella la Nación distingue a extranjeros ilustres que han
efectuado un aporte significativo al país, en los campos de la ciencia, el arte, la
cultura; y, en general, que representen un modelo a seguir por las
generaciones futuras, por sus virtudes y modo de vida. Considerando lo
anterior, quienes suscriben este proyecto consideran que es de completa
justicia reconocer el aporte que hecho a la Nación el sacerdote estadounidense
Padre John Eugene Barber Vanston Sj., cédula nacional de identidad N°
6.238.716-5. Durante toda su vida el Padre Barber se ha dedicado a trabajar,
sin descanso, por el desarrollo de Chile, de su pueblo y de su cultura. Ha
promovido la solidaridad y la justicia con los más necesitados, compartiendo
durante mucho tiempo buena parte de sus privaciones; ha promovido la
cultura chilena, especialmente en su faceta artístico-religiosa, alentando las
manifestaciones de fervor popular arraigadas en el norte del país y además,
erigiéndose como un modelo a seguir por una vida de virtudes puestas al
servicio del prójimo.
El Padre Eugene Barber (Gene, para los cercanos) nació el 14 de mayo de
1932 en la ciudad de Scranton, un pequeño pueblo minero de inmigrantes
dedicados a la extracción de carbón, en el Estado de Pensilvania, Estados
Unidos. Nacido en un hogar católico, había varios sacerdotes en su familia, fue
desde niño muy cercano a las comunidades de vida cristiana de su pueblo. Ya
en el colegio, conoció la que sería la orden de su vida: la Compañía de Jesús,
desarrollando amistad con varios sacerdotes y maestrillos, lo que lo acercó
poco a poco a la realización de la vocación que sentía en su interior: ser
sacerdote. Apenas terminó el colegio, y con dieciocho años, fue aceptado en el
Noviciado, comenzando su ministerio en un ambiente de estricta formación, en
la provincia jesuita de Maryland.
A lo largo de sus años de formación (dos años de Noviciado, dos años de
estudios humanísticos o Juniorado; tres de Filosofia, tres de Magisterio y
cuatro de Teología) comenzó su labor de educador, enseñando latín y literatura
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MOCIÓN PARLAMENTARIA
inglesa, en su país de origen. También surgió en él el espíritu misionero, que
inspiró a San Francisco Javier o a Mateo Ricci y que le impregnó el Concilio
Vaticano II. Este espíritu misionero lo llevaría a pedir su traslado a Chile.
En Osorno, la Congregación del Verbo Divino dirigía el Colegio San Mateo, que
posteriormente traspasó a la Compañía de Jesús, de multisecular tradición en
el -campo de la enseñanza. Como en Chile no había tantos jesuitas para
asumir ese desafío, los superiores de la Compañía en Roma determinaron que
los jesuitas de la provincia de Maryland se hicieran cargo del Colegio San
Mateo. Esa fue la oportunidad para que el deseo del Padre Barber se hiciera
realidad. Sólo tuvo que esperar terminar sus estudios para partir. Así, según
cuenta él, con un pobre castellano y una gran vocación de servicio, en 1966 el
Padre Barber llegó a reforzar al grupo de misioneros jesuitas que llegaron a
nuestro país para desarrollar su labor educativa en Osorno.
Después de superar las normales dificultades de adaptación, los jesuitas del
San Mateo comenzaron a cosechar logros, entre las que se encuentran la
creación en 1967 de un equipo de basquetbol que participó de la Liga Osornina
y un programa de reforzamiento para niños de escasos recursos que querían
ingresar al Colegio San Mateo en primero medio (los "Programas de Verano").
Adicionalmente, el Padre Barbet. decidió dar rienda a la vocación social que lo
llamaba desde su formación y decidió compartir las vivencias del pobre, para lo
cual se mudó, junto a otros dos jesuitas a una población osornina en Rahue
Alto. Allí, con otro jesuita, pudo vivir su fe de manera austera, en una casa
básica donde una pequeña estufa a leña lo protegía del frío invernal, Allí
fomentaron la formación social de los estudiantes, para lo cual se realizaban
trabajos sociales y campamentos. Con el paso del tiempo, esos trabajos se
convirtieron en obligatorios para los alumnos de tercero medio, como una
forma de inculcar la vocación social y la opción por los pobres de la Iglesia. Los
alumnos debían visitar un hogar de la ciudad y compartir la experiencia
laboral. Lo importante, para el Padre Barbe; era que "salieran del colegio con
la inquietud, ese deseo de luchar contra la pobreza, contra la brecha entre
ricos y pobres". En esa misma línea es que decidieron abrir el colegio a los
pobres, incluso trazando la meta de que la mitad de los alumnos fueran de
pocos recursos, a través de becas y un sistema de arancel diferenciado.
Sin duda estas experiencias marcaron el trabajo del Padre Barbe; quien hasta
el día de hoy recuerda cómo el tema de la pobreza fue ganando un espacio en
sus preocupaciones, entre las que se contaba el construir para no a erradicar,
como un paso adelante para quienes vivían en condiciones de extrema
pobreza.
El compromiso y las acciones en ayuda de los más pobres hicieron que el Padre
pareciera sospechoso después del golpe militar, pese a que durante el gobierno
de la Unidad pop-dar en el Colegio se dio a conocer un documento en que se
llamaba la atención acerca de la participación excesiva y a veces violenta de
los alumnos en cuestiones políticas. Como anécdota el Padre cuenta que cierta
vez que repartía sacos de papa donados por un empresario, se ventiló el tumor
de que eran armas. Esto no quebrantó en modo alguno su vocación social.
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MOCIÓN PARLAMENTARIA
Los dieciséis años que el Padre Barben estuvo en el Colegio San Mateo son
recordados con inmenso cariño y agradecimiento por su comunidad. La misma
comunidad que el año 2009 lloró la partida de un contemporáneo del Padre
Barbe; el Padre Francis J. Kownacki S.J., que también lo acompañó en las
experiencias de trabajos de fábrica. Esa misma comunidad osornina fue la que
regaló al Padre Barber un homenaje que desea todo educador: la fundación en
diciembre del año 2010, de un colegio que lleva su nombre, el Colegio Gene
Barber S.J., ubicado en la Población Quilacahuín, y que recibe a niños de
primero a cuarto básico provenientes de familias de alta vulnerabilidad social.
La misión del Padre Barber en Chile no termina en Osorno y aún quedarían
lugares que conocieran la huella de su misión. En 1983 el Padre es trasladado
al otro extremo del país: a Antofagasta, como parte de su deseo de tener un
cambio y emprender nuevos desafíos. Así llega al colegio jesuita de la ciudad,
el Colegio San Luis, en el que nuevamente su estampa ha quedado grabada
hasta nuestros días. Según sus propias palabras, nuevamente la adaptación
fue difícil. Era un mundo distinto al del San Mateo. Sin embargo, poco a poco
todo se fue facilitando, y nuevamente el Padre Barben fue a la vanguardia de
experiencias como las misiones, las comunidades de vida cristiana, los trabajos
sociales, los campamentos de trabajo para los cursos mayores, etc. Fue el
tiempo en que se crearon los trabajos de fábrica, evolución de los trabajos
sociales, y que hasta el día de hoy consisten en la experiencia de vida
compartida en la casa de familias de pobladores esforzados, con jornadas
laborales como la de cualquier trabajador en faenas productivas. Muchos han
conocido así la dureza del trabajo obrero.
El propio Padre señala que "eran años de mucha creatividad, los niños que
pasaron por el colegio San Luis en ese tiempo, creo quedaron marcados". Así
ha sido, y son varios los sanluisinos que han destacado en la vida pública, y
que llevan la impronta de la formación ignaciana que entregaron, entre otros,
el Padre Barber.
Junto a su labor educadora en el San Luis, el padre se relacionó con la
comunidad de Mejillones, donde ejerció sus actividades pastorales en conjunto
con la capellanía del Hogar de Cristo de la ciudad.
Pese a los lazos que formó con Antofagasta, en 1988 pidió nuevamente su
traslado. Quería "cambiar de clima y de trabajo también". Ya eran 25 años de
trabajo educativo. En Arica, recientemente habían fallecido dos sacerdotes
jesuitas, de modo que esa fue la nueva destinación del padre Barber.
En Arica, después de un tiempo como Vicario de la Parroquia Santa Cruz, una
de las tres parroquias jesuitas de la ciudad, el Padre aceptó la misión de ser
asesor de los Bailes Religiosos, que en Arica son un considerable grupo de
devoción formado por más de cien Bailes distintos. En sus palabras, "los Bailes
Religiosos son comunidades cristianas donde grupos de 12 a 50 personas se
unen para bailar, a la Virgen y al Señor. Su forma de expresar su fe, su
oración, es a través de la danza y el canto". Hay que destacar que estos Bailes
tienen una fuerte influencia de la cultura aymara, de modo que son un foco de
encuentro entre la cultura chilena y la indígena, que el Padre Barben fue
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asimilando a lo largo del tiempo como parte de su inserción "en otra cultura,
que no solamente no es la mía en Chile, sino que dentro de la cultura chilena
era como una subcultura, en el buen sentido de la palabra".
Los Bailes Religiosos hacen su labor en sus fiestas anuales en las que
peregrinan para adorar a la Virgen del Carmen de la Tirana, la Virgen del
Rosario de Las Peñas y la Virgen de los Remedios de Tirnalchaca. La más
grande es, por supuesto la Fiesta de la Tirana, que dura ocho días y en las que
la preparación de trajes, danzas etc. deslumbran a todo el país.
La labor del Padre Barben como asesor de los Bailes Religiosos de Arica, duró
hasta el año 2008 y a lo largo de ella sin duda ayudó a promover esa
manifestación de fervor, a la que algunos atribuyen la mantención de la fe
católica en el norte grande. Su compromiso con los Bailes ha tenido también
un cortelato doctrinal, pues ha cristalizado en el apoyo de una expresión
religiosa que fue durante mucho tiempo mal mirada o destinada a desaparecer,
y que incluso hoy es difícil de aceptar dentro de la misma Iglesia. No ha sido
así en Arica, gracias en gran parte al esfuerzo del Padre Barbet, y en esa
ciudad los Bailes se han convertido en parte importante de la comunidad
católica y laica. La ciudad le ha reconocido con la inauguración de una plaza
que lleva su nombre ubicada en el santuario de la Virgen de las Peñas.
Actualmente, el Padre Barben, cercano a los 80 años, atiende con la misma
humildad y cercanía con que llegó a Chile en la década de los sesenta, la
Parroquia de la Santa Cruz en la Comuna de Estación Central, en Santiago.
Es oportuno terminar esta semblanza del Padre Eugene Barber S.J. con
algunas de sus palabras, que reflejan bien lo que ha sido su vida en nuestro
país:
"Serjesuita significa una vida de entrega, servido al pueblo de Dios. Compartir
un poco el dolor, la soledad, la pena del pueblo, también sus alegrías, sus
fiestas, sus amistades (..) Serjesuita también es la posibilidad de vivir una
vocación a concho, una pida de servido, de cercanía, con mucha libertad, de
encontrar la realización de uno sobre la marcha. Uno entra a la Compañía,
creo, buscando su propia realización, pero como una consecuencia quizás de
servir a las demos Sentirse parte del pueblo, no superior, no para imponer.
Para acompañar la peregrinación del pueblo de Dios."
Por todo lo anterior, una vida dedicada a materializar el espíritu misionero en
nuestro país, por las huellas que su obra educativa y de promoción cultural ha
dejado tanto en el norte como en el sur de Chile; y por ser un modelo de
virtud digno de ser seguido por las generaciones venideras es que venimos en
presentar el siguiente:
PROYECTO DE LEY Artículo Único:
"Concédase, por especial gracia, la nacionalidad
estadounidense John Eugene Baxber Vanston"
chilena
al
sacerdote
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IMFORME COMISIÓN DERECHOS HUMANOS
1.2. Informe Comisión de Derechos Humanos
Cámara de Diputados. Fecha 04 de julio, 2012. Cuenta en Sesión 52,
Legislatura 360.
INFORME DE LA COMISIÓN DE DERECHOS HUMANOS, NACIONALIDAD
Y CIUDADANÍA RECAIDO EN EL PROYECTO DE LEY QUE CONCEDE, POR
ESPECIAL GRACIA, LA NACIONALIDAD CHILENA AL SACERDOTE
ESTADOUNIDENSE, PADRE JOHN EUGENE BARBER VANSTON.
______________________________________________________________
BOLETÍN N° 8.297-17-01
HONORABLE CÁMARA:
La Comisión de Derechos Humanos, Nacionalidad y
Ciudadanía viene en informar, en primer trámite constitucional y primero
reglamentario, el proyecto de la referencia, originado en una moción de las
señoras Isasi, doña Marta y Sepúlveda, doña Alejandra y los señores Araya,
don Pedro; Baltolu, don Nino; Jiménez, don Tucapel y Ojeda, don Sergio.
CONSTANCIAS REGLAMENTARIAS PREVIAS.
1) La idea matriz o fundamental del proyecto es la de conceder, por
especial gracia, la nacionalidad chilena al sacerdote estadounidense Padre John
Eugene Barber Vanston.
2) Normas de carácter orgánico constitucional.
No existen artículos que revistan ese carácter.
3) Normas de quórum calificado.
No existen normas en tal sentido.
4) Requiere trámite de Hacienda.
No hay normas que requieran de este trámite.
unanimidad.
5) El proyecto fue aprobado, en general, por
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IMFORME COMISIÓN DERECHOS HUMANOS
En sesión 75ª, de 4 de julio de 2012, se aprobó en
general por unanimidad.
Votaron por la afirmativa los Diputados señores Baltolu,
don Nino; Hasbún, don Gustavo; Jiménez, don Tucapel; Ojeda, don Sergio y
Rosales, don Joel.
6) Se designó Diputado Informante al señor Araya,
don Pedro.
I.- ANTECEDENTES.
1.- Fundamentos de la moción.
La moción propone conferir la nacionalidad chilena, por especial gracia,
al sacerdote estadounidense Padre John Eugene Barber Vanston.
Agrega la moción una relación pormenorizada de su vida y obra que, a
continuación, se reproduce:
El Padre Eugene Barber (Gene, para los cercanos) nació el 14 de mayo
de 1932 en la ciudad de Scranton, un pequeño pueblo minero de inmigrantes
dedicados a la extracción de carbón, en el Estado de Pensilvania, Estados
Unidos. Nacido en un hogar católico, había varios sacerdotes en su familia, fue
desde niño muy cercano a las comunidades de vida cristiana de su pueblo. Ya
en el colegio, conoció la que sería la orden de su vida: la Compañía de Jesús,
desarrollando amistad con varios sacerdotes y maestrillos, lo que lo acercó
poco a poco a la realización de la vocación que sentía en su interior: ser
sacerdote. Apenas terminó el colegio, y con dieciocho años, fue aceptado en el
Noviciado, comenzando su ministerio en un ambiente de estricta formación, en
la provincia jesuita de Maryland.
A lo largo de sus años de formación (dos años de Noviciado, dos años de
estudios humanísticos o Juniorado; tres de Filosofía, tres de Magisterio y
cuatro de Teología) comenzó su labor de educador, enseñando latín y literatura
inglesa, en su país de origen. También surgió en él el espíritu misionero, que
inspiró a San Francisco Javier o a Mateo Ricci y que le impregnó el Concilio
Vaticano II. Este espíritu misionero lo llevaría a pedir su traslado a Chile.
En Osorno, la Congregación del Verbo Divino dirigía el Colegio San
Mateo, que posteriormente traspasó a la Compañía de Jesús, de multisecular
tradición en el -campo de la enseñanza. Como en Chile no había tantos
jesuitas para asumir ese desafío, los superiores de la Compañía en Roma
determinaron que los jesuitas de la provincia de Maryland se hicieran cargo del
Colegio San Mateo. Esa fue la oportunidad para que el deseo del Padre Barber
se hiciera realidad. Sólo tuvo que esperar terminar sus estudios para partir.
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Así, según cuenta él, con un pobre castellano y una gran vocación de servicio,
en 1966 el Padre Barber llegó a reforzar al grupo de misioneros jesuitas que
llegaron a nuestro país para desarrollar su labor educativa en Osorno.
Después de superar las normales dificultades de adaptación, los jesuitas
del San Mateo comenzaron a cosechar logros, entre los que se encuentran la
creación en 1967 de un equipo de basquetbol que participó de la Liga Osornina
y un programa de reforzamiento para niños de escasos recursos que querían
ingresar al Colegio San Mateo en primero medio (los "Programas de Verano").
Adicionalmente, el Padre Barber. decidió dar rienda a la vocación social que lo
llamaba desde su formación y decidió compartir las vivencias del pobre, para lo
cual se mudó, junto a otros dos jesuitas a una población osornina en Rahue
Alto. Allí, con otro jesuita, pudo vivir su fe de manera austera, en una casa
básica donde una pequeña estufa a leña lo protegía del frío invernal, Allí
fomentaron la formación social de los estudiantes, para lo cual se realizaban
trabajos sociales y campamentos. Con el paso del tiempo, esos trabajos se
convirtieron en obligatorios para los alumnos de tercero medio, como una
forma de inculcar la vocación social y la opción por los pobres de la Iglesia. Los
alumnos debían visitar un hogar de la ciudad y compartir la experiencia
laboral. Lo importante, para el Padre Barber; era que "salieran del colegio con
la inquietud, ese deseo de luchar contra la pobreza, contra la brecha entre
ricos y pobres". En esa misma línea es que decidieron abrir el colegio a los
pobres, incluso trazando la meta de que la mitad de los alumnos fueran de
pocos recursos, a través de becas y un sistema de arancel diferenciado.
Sin duda estas experiencias marcaron el trabajo del Padre Barbe; quien
hasta el día de hoy recuerda cómo el tema de la pobreza fue ganando un
espacio en sus preocupaciones, entre las que se contaba el construir para no a
erradicar, como un paso adelante para quienes vivían en condiciones de
extrema pobreza.
El compromiso y las acciones en ayuda de los más pobres hicieron que el
Padre pareciera sospechoso después del golpe militar, pese a que durante el
gobierno de la Unidad Popular en el Colegio se dio a conocer un documento en
que se llamaba la atención acerca de la participación excesiva y a veces
violenta de los alumnos en cuestiones políticas. Como anécdota el Padre
cuenta que cierta vez que repartía sacos de papas donados por un empresario,
se ventiló el rumor de que eran armas. Esto no quebrantó en modo alguno su
vocación social.
Los dieciséis años que el Padre Barber estuvo en el Colegio San Mateo
son recordados con inmenso cariño y agradecimiento por su comunidad. La
misma comunidad que el año 2009 lloró la partida de un contemporáneo del
Padre Barber; el Padre Francis J. Kownacki S.J., que también lo acompañó en
las experiencias de trabajos de fábrica. Esa misma comunidad osornina fue la
que regaló al Padre Barber un homenaje que desea todo educador: la
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fundación en diciembre del año 2010, de un colegio que lleva su nombre, el
Colegio Gene Barber S.J., ubicado en la Población Quilacahuín, y que recibe a
niños de primero a cuarto básico provenientes de familias de alta
vulnerabilidad social.
La misión del Padre Barber en Chile no termina en Osorno y aún
quedarían lugares que conocieran la huella de su misión. En 1983 el Padre es
trasladado al otro extremo del país: a Antofagasta, como parte de su deseo de
tener un cambio y emprender nuevos desafíos. Así llega al colegio jesuita de la
ciudad, el Colegio San Luis, en el que nuevamente su estampa ha quedado
grabada hasta nuestros días. Según sus propias palabras, nuevamente la
adaptación fue difícil. Era un mundo distinto al del San Mateo. Sin embargo,
poco a poco todo se fue facilitando, y nuevamente el Padre Barber fue a la
vanguardia de experiencias como las misiones, las comunidades de vida
cristiana, los trabajos sociales, los campamentos de trabajo para los cursos
mayores, etc. Fue el tiempo en que se crearon los trabajos de fábrica,
evolución de los trabajos sociales, y que hasta el día de hoy consisten en la
experiencia de vida compartida en la casa de familias de pobladores
esforzados, con jornadas laborales como la de cualquier trabajador en faenas
productivas. Muchos han conocido así la dureza del trabajo obrero.
El propio Padre señala que "eran años de mucha creatividad, los niños
que pasaron por el colegio San Luis en ese tiempo, creo quedaron marcados".
Así ha sido, y son varios los sanluisinos que han destacado en la vida pública, y
que llevan la impronta de la formación ignaciana que entregaron, entre otros,
el Padre Barber.
Junto a su labor educadora en el San Luis, el padre se relacionó con la
comunidad de Mejillones, donde ejerció sus actividades pastorales en conjunto
con la capellanía del Hogar de Cristo de la ciudad.
Pese a los lazos que formó con Antofagasta, en 1988 pidió nuevamente
su traslado. Quería "cambiar de clima y de trabajo también". Ya eran 25 años
de trabajo educativo. En Arica, recientemente habían fallecido dos sacerdotes
jesuitas, de modo que esa fue la nueva destinación del padre Barber.
En Arica, después de un tiempo como Vicario de la Parroquia Santa Cruz,
una de las tres parroquias jesuitas de la ciudad, el Padre aceptó la misión de
ser asesor de los Bailes Religiosos, que en Arica son un considerable grupo de
devoción formado por más de cien Bailes distintos. En sus palabras, "los Bailes
Religiosos son comunidades cristianas donde grupos de 12 a 50 personas se
unen para bailar, a la Virgen y al Señor. Su forma de expresar su fe, su
oración, es a través de la danza y el canto". Hay que destacar que estos Bailes
tienen una fuerte influencia de la cultura aymara, de modo que son un foco de
encuentro entre la cultura chilena y la indígena, que el Padre Barber fue
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asimilando a lo largo del tiempo como parte de su inserción "en otra cultura,
que no solamente no es la mía en Chile, sino que dentro de la cultura chilena
era como una subcultura, en el buen sentido de la palabra".
Los Bailes Religiosos hacen su labor en sus fiestas anuales en las que
peregrinan para adorar a la Virgen del Carmen de la Tirana, la Virgen del
Rosario de Las Peñas y la Virgen de los Remedios de Tirnalchaca. La más
grande es, por supuesto la Fiesta de la Tirana, que dura ocho días y en las que
la preparación de trajes, danzas etc. deslumbran a todo el país.
La labor del Padre Barber como asesor de los Bailes Religiosos de Arica,
duró hasta el año 2008 y a lo largo de ella sin duda ayudó a promover esa
manifestación de fervor, a la que algunos atribuyen la mantención de la fe
católica en el norte grande. Su compromiso con los Bailes ha tenido también
un cortelato doctrinal, pues ha cristalizado en el apoyo de una expresión
religiosa que fue durante mucho tiempo mal mirada o destinada a desaparecer,
y que incluso hoy es difícil de aceptar dentro de la misma Iglesia. No ha sido
así en Arica, gracias en gran parte al esfuerzo del Padre Barber, y en esa
ciudad los Bailes se han convertido en parte importante de la comunidad
católica y laica. La ciudad le ha reconocido con la inauguración de una plaza
que lleva su nombre ubicada en el santuario de la Virgen de las Peñas.
Actualmente, el Padre Barber, cercano a los 80 años, atiende con la
misma humildad y cercanía con que llegó a Chile en la década de los sesenta,
la Parroquia de la Santa Cruz en la Comuna de Estación Central, en Santiago.
Es oportuno terminar esta semblanza del Padre Eugene Barber S.J. con
algunas de sus palabras, que reflejan bien lo que ha sido su vida en nuestro
país:
"Ser jesuita significa una vida de entrega, servicio al pueblo de Dios.
Compartir un poco el dolor, la soledad, la pena del pueblo, también sus
alegrías, sus fiestas, sus amistades (..) Ser jesuita también es la posibilidad de
vivir una vocación a concho, una vida de servicio, de cercanía, con mucha
libertad, de encontrar la realización de uno sobre la marcha. Uno entra a la
Compañía, creo, buscando su propia realización, pero como una consecuencia
quizás de servir a las demás Sentirse parte del pueblo, no superior, no para
imponer. Para acompañar la peregrinación del pueblo de Dios.".
Por todo lo anterior, una vida dedicada a materializar el espíritu
misionero en nuestro país, por las huellas que su obra educativa y de
promoción cultural ha dejado tanto en el norte como en el sur de Chile; y por
ser un modelo de virtud digno de ser seguido por las generaciones venideras
es que lo constituye en un extranjero de excepción, lo que amerita, en
concepto de los autores de la moción, se le conceda la nacionalidad por
especial gracia.
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2.- Criterios para el otorgamiento de la nacionalidad por gracia.
Por su parte, vuestra Comisión, durante la discusión de proyectos de ley
sobre concesión de nacionalidad chilena por gracia, ha considerado los
siguientes criterios como fundantes de su otorgamiento:
país.
a) Haber prestado servicios o haber entregado beneficios notables al
b) Que estos servicios notables se hayan brindado por un tiempo
prolongado.
c) Que se considere la edad, ya que en general es un reconocimiento a
una persona que ha hecho toda una vida en Chile, que se siente chileno y que
no opta a la nacionalidad chilena porque tiene que renunciar a su nacionalidad
de origen.
d) Que sea un líder en su comunidad y que ésta lo reconozca como tal.
e) Que se acompañen antecedentes escritos y documentos fundantes a
la concesión de nacionalidad. Asimismo al ingresar un proyecto de esta
naturaleza a la Comisión, la Secretaría de la Comisión debe oficiar al
Departamento de Extranjería del Ministerio del Interior para recabar todos los
antecedentes referidos a la individualización de la persona beneficiada y su
permanencia en nuestro país.
f) Que se trate de personas que no utilicen ese beneficio con un fin ajeno
al que se le concedió, que no se preste, por ejemplo para una situación
comercial transitoria.
g) Que no se comercialice esta concesión.
II.- IDEAS MATRICES O FUNDAMENTALES.
En conformidad con el N°1 del artículo 287 del Reglamento de la
Corporación y para los efectos de los artículos 69 y 73 de la Constitución
Política de la República, como, asimismo, de los artículos 24 y 32 de la Ley Nº
18.918, Orgánica Constitucional del Congreso Nacional, cabe señalaros que la
idea matriz o fundamental del proyecto consiste en conceder, por especial
gracia, la nacionalidad chilena al sacerdote estadounidense Padre John Eugene
Barber Vanston.
Tal idea matriz se encuentra desarrollada en un artículo
único.
III.- NORMAS DE CARÁCTER ORGÁNICO CONSTITUCIONAL O DE QUÓRUM
CALIFICADO.
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No existen normas que revistan el carácter de orgánicas
constitucionales ni de quórum calificado.
IV.- DOCUMENTOS SOLICITADOS Y PERSONAS RECIBIDAS POR LA
COMISION.
Vuestra Comisión recibió sobre la materia objeto del presente informe
un oficio del Registro Civil e Identificación en virtud del cual remite
antecedentes sobre la identificación, filiación y copia de la respectiva cédula de
identidad para extranjeros del señor John Eugene Barber Vanston.
V.- ARTÍCULOS QUE DEBEN SER CONOCIDOS POR LA COMISIÓN DE
HACIENDA.
De conformidad a lo establecido en el Nº 4 artículo 287
del Reglamento de la Corporación, la Comisión dejó constancia que no hay
normas que deban ser conocidas por la Comisión de Hacienda.
VI.- DISCUSIÓN DEL PROYECTO.
Discusión general y particular.
El proyecto de ley en informe fue aprobado, en general
y en particular, por unanimidad, por vuestra Comisión, en su sesión 75ª, de 4
de julio del año en curso.
Votaron por la afirmativa los Diputados señores Baltolu,
don Nino; Hasbún, don Gustavo; Jiménez, don Tucapel; Ojeda, don Sergio y
Rosales, don Joel.
Vuestra Comisión consideró que las obras realizadas por el sacerdote
señor John Eugene Barber Vanston, son antecedentes suficientes para hacerlo
merecedor al otorgamiento de la nacionalización por especial gracia que
nuestra Carta Fundamental permite conferir por ley a quienes han prestado los
valiosos servicios a que se refiere el número 4º del artículo 10 de la
Constitución Política de la República, circunstancia sobre la que esta Comisión
informante no tuvo ningún cuestionamiento.
VIII.- ARTÍCULOS E INDICACIONES RECHAZADOS.
No hay indicaciones ni artículos en tal sentido.
************
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Por las razones señaladas y por las que expondrá
oportunamente el señor Diputado Informante, esta Comisión recomienda
aprobar el siguiente:
P R O Y E C T O
D E
L E Y:
“Artículo único.- Otórgase la nacionalidad chilena, por especial gracia, al
sacerdote estadounidense John Eugene Barber Vanston.”.
*******************
Tratado y acordado en sesión del día 4 de julio del presente con la asistencia
de los señores Aguiló, don Sergio; Ascencio, don Gabriel; Baltolu, don Nino;
Edwards, don José Manuel; Espinoza, don Fidel; Hasbún, don Gustavo;
Jiménez, don Tucapel; Ojeda, don Sergio y Rosales, don Joel.
Sala de la Comisión, a 4 de julio de 2012.
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DISCUSIÓN SALA
1.3. Discusión en Sala
Cámara de Diputados. Legislatura 360, Sesión 54. Fecha 11 de julio, 2012.
Discusión general. Se aprueba en general y particular.
CONCESIÓN DE NACIONALIDAD, POR ESPECIAL GRACIA, AL
SACERDOTE JOHN EUGENE BARBER VANSTON. Primer trámite
constitucional.
El señor MONCKEBERG, don Nicolás (Presidente).- Corresponde tratar, en
primer trámite constitucional, el proyecto de ley, iniciado en moción, que
concede la nacionalidad chilena, por especial gracia, al sacerdote John Eugene
Barber Vanston.
Diputado informante de la Comisión de Derechos Humanos, Nacionalidad y
Ciudadanía es el señor Pedro Araya.
Antecedentes:
-Moción, boletín N° 8297-17, sesión 28ª, en 15 de mayo de 2012. Documentos
de la Cuenta N° 3.
-Informe de la Comisión de Derechos Humanos, Nacionalidad y Ciudadanía,
sesión 52ª, en 10 de julio de 2012. Documentos de la Cuenta N° 8.
El señor MONCKEBERG, don Nicolás (Presidente).- Tiene la palabra el
diputado informante.
El señor ARAYA (de pie).- Señor Presidente, en representación de la Comisión
de Derechos Humanos, Nacionalidad y Ciudadanía, paso a informar, en primer
trámite constitucional y reglamentario, el proyecto de ley que concede, por
especial gracia, la nacionalidad chilena al sacerdote estadounidense padre John
Eugene Barber Vanston, iniciado en una moción de las diputadas señoras Isasi,
doña Marta; Sepúlveda, doña Alejandra, y de los diputados señores Baltolu,
don Nino; Jiménez, don Tucapel; Ojeda, don Sergio, y quien habla, Pedro
Araya.
El proyecto de la referencia no ha sido calificado con urgencia.
La idea matriz o fundamental del proyecto es conceder, por especial gracia, la
nacionalidad chilena al sacerdote estadounidense padre John Eugene Barber
Vanston.
La iniciativa no contiene artículos que revistan el carácter de ley orgánica
constitucional, así como tampoco normas de quórum calificado, ni requiere el
trámite de la Comisión de Hacienda.
Hago presente a la Sala que el proyecto fue aprobado, en general, por
unanimidad, en la sesión 75ª, de 4 de julio de 2012. Votaron por la afirmativa
los diputados señores Baltolu, don Nino; Hasbún, don Gustavo; Jiménez, don
Tucapel; Ojeda, don Sergio, y Rosales, don Joel.
En cuanto a los fundamentos del proyecto, puedo informar que el padre John
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DISCUSIÓN SALA
Eugene Barber nació el 14 de mayo de 1932, en la ciudad de Scranton, un
pequeño pueblo minero de inmigrantes dedicados a la extracción de carbón, en
el Estado de Pensilvania, Estados Unidos.
Nacido en un hogar católico, desde niño fue muy cercano a las comunidades de
vida cristiana de su pueblo. Ya en el colegio conoció la que sería la orden de su
vida: la Compañía de Jesús, y desarrolló amistad con varios sacerdotes y
maestros, lo que lo acercó poco a poco a la realización de la vocación que
sentía en su interior: ser sacerdote. Apenas terminó el colegio, y con solo 18
años, fue aceptado en el noviciado, comenzando su ministerio en un ambiente
de estricta formación, en la provincia jesuita de Maryland.
Cabe hacer presente que en Osorno, la Congregación del Verbo Divino dirigía
el Colegio San Mateo, que posteriormente traspasó a la Compañía de Jesús, de
multisecular tradición en el campo de la enseñanza. Como en Chile no había
tantos jesuitas para asumir ese desafío, los superiores de la Compañía de
Jesús en Roma determinaron que los jesuitas de la provincia de Maryland se
hicieran cargo del Colegio San Mateo. Esa fue la oportunidad para que el deseo
del padre Barber se hiciera realidad. Solo tuvo que esperar terminar sus
estudios para partir. Así, según cuenta él, con un pobre castellano y una gran
vocación de servicio, en 1966, vino a reforzar al grupo de misioneros jesuitas
que llegaron a nuestro país para desarrollar su labor educativa en Osorno.
Adicionalmente, el padre Barber se dedicó a trabajar por su verdadera
vocación social en Osorno, que lo llamaba desde su formación, compartiendo
las vivencias del pobre, para lo cual se mudó, junto a otros dos jesuitas, a una
población osornina en Rahue Alto. Allí pudo vivir su fe de manera austera, en
una casa básica, donde una pequeña estufa a leña lo protegía del frío invernal.
Fomentaron la formación social de los estudiantes, para lo cual se realizaban
trabajos sociales y campamentos. Con el paso del tiempo, esos trabajos se
convirtieron en obligatorios para los alumnos de tercer año medio, como una
forma de inculcar la vocación social y la opción por los pobres de la Iglesia. Los
alumnos debían visitar un hogar de la ciudad y compartir la experiencia
laboral. Lo importante para el padre Barber era que “salieran del colegio con la
inquietud, ese deseo de luchar contra la pobreza, contra la brecha entre ricos y
pobres”.
En esa misma línea, decidieron abrir el colegio a los pobres, incluso trazando la
meta de que la mitad de los alumnos fueran de pocos recursos, a través de
becas y un sistema de arancel diferenciado.
Sin duda, esas experiencias marcaron el trabajo del padre Barber, quien hasta
el día de hoy recuerda cómo el tema de la pobreza fue ganando un espacio en
sus preocupaciones, entre las que se contaba el construir para no erradicar,
como un paso adelante para quienes vivían en condiciones de extrema
pobreza.
El compromiso y las acciones en ayuda de los más pobres hicieron que el padre
Barber pareciera sospechoso en el golpe militar, pese a que durante el
gobierno de la Unidad Popular en el colegio se dio a conocer un documento en
que se llamaba la atención acerca de la participación excesiva y, a veces,
violenta de los alumnos en las cuestiones políticas de la época.
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Como anécdota, el padre Barber cuenta que cierta vez que repartía sacos de
papas donados por un empresario, se rumoreó que eran armas. Sin embargo,
esto no quebrantó en modo alguno su vocación social.
Los 16 años que el Padre Barber estuvo en el Colegio San Mateo son
recordados con inmenso cariño y agradecimiento por su comunidad, la misma
que en 2009 lloró la partida de un contemporáneo del padre Barber, el padre
Francis Kownacki, que también lo acompañó en las experiencias de trabajos de
fábrica. Esa misma comunidad osornina fue la que le regaló al padre Barber un
homenaje que desea todo educador: la fundación, en diciembre de 2010, de un
colegio que lleva su nombre: el Colegio Gene Barber, ubicado en la población
Quilacahuín, que recibe a niños de primero a cuarto año básico, provenientes
de familias de alta vulnerabilidad social.
La misión del padre Barber en Chile no terminó en Osorno y aún quedarían
lugares que conocieran la huella de su misión. En 1983, es trasladado al otro
extremo del país, a Antofagasta, como parte de su deseo de tener un cambio y
emprender nuevos desafíos. Así, llega al colegio jesuita de la ciudad, el Colegio
San Luis, en el que nuevamente su estampa ha quedado grabada hasta nuestros
días.
Según sus propias palabras, nuevamente la adaptación fue difícil, porque era
un mundo distinto al del Colegio San Mateo. Sin embargo, poco a poco, todo se
fue facilitando, y nuevamente el padre Barber fue a la vanguardia de
experiencias como las misiones, las comunidades de vida cristiana, los trabajos
sociales, los campamentos de trabajo para los cursos mayores, etcétera. Fue el
tiempo en que se crearon los trabajos de fábrica, evolución de los trabajos
sociales, que hasta el día de hoy consisten en la experiencia de vida
compartida en la casa de familias de pobladores esforzados, con jornadas
laborales como la de cualquier trabajador en faenas productivas. Muchos han
conocido así la dureza del trabajo obrero.
El propio padre Barber señala que “eran años de mucha creatividad; los niños
que pasaron por el Colegio San Luis en ese tiempo, creo que quedaron
marcados”. Así ha sido, y son varios los sanluisinos que han destacado en la
vida pública y que llevan la impronta de la formación ignaciana que entregó,
entre otros, el padre Barber.
Junto a su labor educadora en el San Luis, el padre se relacionó con la
comunidad de Mejillones, donde ejerció sus actividades pastorales en conjunto
con la capellanía del Hogar de Cristo de la ciudad.
Pese a los lazos que formó con Antofagasta, en 1988, pidió nuevamente su
traslado. Ya eran 25 años de trabajo educativo. Es trasladado a Arica, ya que
recientemente habían fallecido dos sacerdotes jesuitas.
En Arica, después de un tiempo como vicario de la Parroquia Santa Cruz, una
de las tres parroquias jesuitas de la ciudad, el padre aceptó la misión de ser
asesor de los bailes religiosos, y hasta hoy es recordada la formación que
entregó a muchos. En sus palabras, “los bailes religiosos son comunidades
cristianas donde grupos de doce a cincuenta personas se unen para bailar a la
Virgen y al Señor. Su forma de expresar su fe, su oración, es a través de la
danza y el canto”.
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La labor del padre Barber, como asesor de los bailes religiosos de Arica duró,
aproximadamente, hasta 2008, y a lo largo de ella, sin duda, ayudó a promover
esa manifestación de fervor, a la que algunos atribuyen la mantención de la fe
católica en el Norte Grande. Su compromiso con los bailes ha tenido también un
correlato doctrinal, pues ha cristalizado en el apoyo a una expresión religiosa que,
durante mucho tiempo, fue mal mirada o destinada a desaparecer y que, incluso
hoy, es difícil de aceptar dentro de la misma Iglesia. Pero no ha sido así en Arica,
gracias, en gran parte, al esfuerzo del padre Barber, y en esa ciudad los bailes se
han convertido en parte importante de la comunidad católica y laica. La ciudad lo
ha reconocido con la inauguración de una plaza que lleva su nombre, ubicada en
el santuario de la Virgen de las Peñas.
Actualmente, el padre Barber, cercano a los 80 años, atiende con la misma
humildad y cercanía con que llegó a Chile en la década de los 60 del siglo
pasado la Parroquia de la Santa Cruz, en la comuna de Estación Central, en
Santiago.
Es oportuno terminar esta semblanza del padre Eugene Barber con algunas de
sus palabras, que reflejan bien lo que ha sido su vida en nuestro país: “Ser
jesuita significa una vida de entrega, servicio al pueblo de Dios, compartir un
poco el dolor, la soledad, la pena del pueblo, también sus alegrías, sus fiestas,
sus amistades. Ser jesuita también es la posibilidad de vivir una vocación a
concho, una vida de servicio, de cercanía, con mucha libertad, de encontrar la
realización de uno sobre la marcha. Uno entra a la Compañía, creo, buscando
su propia realización, pero como una consecuencia, quizás, de servir a los
demás. Sentirse parte del pueblo, no superior, no para imponer, para
acompañar la peregrinación del pueblo de Dios”.
Por todo lo anterior, una vida dedicada a materializar el espíritu misionero en
nuestro país, por las huellas que su obra educativa y de promoción cultural ha
dejado, tanto en el norte como en el sur de Chile, y por ser un modelo de
virtud digno de ser seguido por las generaciones venideras, se constituye en
un extranjero de excepción, lo que, en concepto de los autores de la moción,
amerita que se le conceda la nacionalidad por especial gracia.
Por tratarse de la discusión de un artículo único, esta se realizó en general y en
particular.
Los señores diputados integrantes de la Comisión manifestaron su conformidad
con la idea matriz del proyecto, en el sentido de que las obras realizadas por el
sacerdote John Eugene Barber Vanston son antecedentes suficientes para
hacerlo merecedor de la nacionalidad por especial gracia que nuestra Carta
Fundamental permite conferir por ley a quienes han prestado los valiosos
servicios a que se refiere el número 4° del artículo 10 de la Constitución
Política de la República, circunstancia sobre la que la Comisión no tuvo ningún
cuestionamiento.
Sometido a votación el proyecto de ley en informe, fue aprobado por
unanimidad.
He dicho.
El señor MONCKEBERG, don Nicolás (Presidente).- En discusión el proyecto.
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Tiene la palabra la diputada señora Marisol Turres.
La señora TURRES (doña Marisol).- Señor Presidente, me alegrará muchísimo
que se apruebe este proyecto de ley cuyo objeto es conceder la nacionalidad
chilena al padre John Eugene Barber, conocido por los habitantes de la Décima
Región, especialmente por los alumnos del Colegio San Mateo, como Gene
Barber.
De acuerdo con la biografía reseñada por el diputado Pedro Araya hace algunos
minutos, el padre Barber marcó con su sello a muchas personas en
Antofagasta, Arica y Osorno. Me imagino también cómo estará marcando a las
personas que lo ven hoy en su parroquia en la comuna de Estación Central.
Lo conozco a través del testimonio de muchos hombres que viven en Puerto
Montt y en Osorno, que también fueron marcados por él, pues les entregó una
particular mística, especialmente a los alumnos del Colegio San Mateo, de
Osorno, en quienes infundió una sensibilidad social muy importante. No es
casualidad que en el ejercicio de este cargo, que es de servicio público, haya
tenido la oportunidad de conocer a ex alumnos del padre Eugene Barber.
El padre expresaba que ser jesuita significa una vida de entrega, y eso implica
marcar a quienes lo rodean.
Quiero contar una breve anécdota, que para mí es muy especial. El padre
Barber no olvida nunca a sus alumnos. Pues bien, mi marido fue uno de ellos,
cuando estuvo en el Colegio San Mateo, durante su enseñanza media. Después
de treinta años, mi esposo lo llamó a Santiago y le dijo: “Padre, me caso.
¿Puede usted viajar hasta Puerto Montt para la ceremonia?”. Él, con mucho
cariño y entrega, viajó hasta Puerto Montt, y tuve el honor de conocerlo. En
verdad, la forma en que recordaba las características de uno de sus exalumnos
conmovió a todos -no solo a mí- los que estuvieron presentes en la ceremonia.
Las vueltas de la vida han permitido que, al menos, algunos de sus alumnos,
que conozco, puedan estar presentes a través de mis palabras, para darle el
reconocimiento que merece por su entrega a toda la comunidad del Colegio
San Mateo, de Osorno.
Con mucha alegría y con un profundo sentido de justicia por lo que nuestro
país y muchos hombres de bien le deben al padre Barber, anuncio mi voto
favorable a este proyecto de ley.
He dicho.
El señor MONCKEBERG, don Nicolás (Presidente).- Tiene la palabra el
diputado señor Pedro Araya.
El señor ARAYA.- Señor Presidente, en primer lugar, agradezco a los
exalumnos del Colegio San Mateo, de Osorno, y del Colegio San Luis, de
Antofagasta, que me pidieron presentar, junto con otros diputados, esta
moción en reconocimiento del padre Gene Barber, a quien me tocó conocer en
los años 80, cuando estudiaba en el Colegio San Luis, de Antofagasta.
Ya en esa época, el padre Gene Barber tenía una muy buena fama, ganada en
atención a su alto compromiso social, a mostrar cada día los valores de la
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Iglesia y de la Compañía de Jesús. Era muy reconocida su labor social en el
mundo popular, al apoyar a diversas personas en situación difícil.
También ya en ese tiempo, en el Colegio San Luis, el padre Gene Barber era
considerado por muchos como un santo de la Iglesia, en atención a su sencillez
y a la caridad con que miraba y atendía a la gente. Es una persona de
extremada calidez humana. Como bien lo describió la diputada Marisol Turres,
le tocó compartir con muchos chilenos y conoció cómo se vivía en el Chile de
esa época.
Fue un impulsor de actividades que hasta hoy se realizan en muchos colegios
de la Compañía de Jesús, especialmente en el Colegio San Luis, como los
denominados trabajos de fábrica o trabajos de verano, en que se invita a
alumnos a conocer cómo viven las personas de escasos recursos, trabajadores
y obreros. Se los invita, por un período de tiempo, a vivir en sus casas, donde
comparten el pan y la habitación. Asimismo, experimentan las mismas
jornadas de trabajo de esas personas. Eso, sin duda, marcó a generaciones de
ex alumnos del Colegio San Luis y del Colegio San Mateo, que hoy tienen una
marcada vocación social. En esto, ayudó el padre Gene Barber, como también
lo hicieron muchos otros jesuitas que también ayudaron en la formación de los
alumnos de los colegios San Mateo y San Luis.
Quiero comentarles que se me acercó un grupo de exalumnos del padre
Barber, que pensaban lo justo que sería que el país le hiciera un
reconocimiento. Aunque en Antofagasta, Arica y Osorno se le hicieron
reconocimientos cuando dejó esas ciudades, ellos sentían que había que dar un
paso más.
El padre Gene Barber llegó a Chile y no volvió más a su patria natal; se quedó
y colaboró para que nuestro país fuera mucho mejor. En tal lógica, esos
exalumnos ignacianos buscaban este reconocimiento. De hecho, uno de sus
exalumnos, en conversación con él, se dio cuenta de que el padre Barber
nunca había pedido la nacionalidad chilena, y pensó que lo mejor era elaborar
un proyecto de ley para que tuviera el reconocimiento del país por todos los
servicios prestados a nuestra patria, a la que tanto ayudó.
En Arica, es muy recordado por su misión y por su trabajo con los bailes
religiosos. Hace un par de años, los bailes religiosos no eran muy bien vistos al
interior de la Iglesia. Se consideraban una devoción relativamente pagana
respecto de la actividad religiosa.
El padre Gene Barber también ayudó mucho en Antofagasta, como también lo
hizo el padre José Donoso, a objeto de que los bailes religiosos pudieran
ocupar un lugar en la Iglesia y se entendieran como una manifestación de la
religiosidad popular. Hasta el día de hoy, esa obra es muy recordada en Arica.
Aunque el padre Barber tenga 80 años, edad en que podría estar descansando,
aún continúa trabajando en una parroquia de la comuna de Estación Central,
sigue compartiendo con la gente más modesta de la zona y colabora
activamente en la difusión de los valores de la Iglesia y de la Compañía de
Jesús.
Por esas razones, pido a la honorable Cámara que apruebe este proyecto de
ley y, de esa forma, nuestro país le haga un justo reconocimiento al padre
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DISCUSIÓN SALA
Barber por todas las buenas acciones y obras sociales que realizó en el país,
especialmente en Osorno, Antofagasta y Arica.
He dicho.
El señor MONCKEBERG, don Nicolás (Presidente).- Tiene la palabra el
diputado señor Sergio Ojeda.
El señor OJEDA.- Señor Presidente, no puedo comenzar mi intervención sin
antes expresar mi saludo a quienes se encuentran en las tribunas. Me refiero a
los funcionarios de planta y a contrata de los servicios de salud que esperan el
resultado del proyecto de ley que les interesa.
Junto con otros parlamentarios, presenté un proyecto de acuerdo para solicitar
la bonificación por retiro voluntario y la bonificación adicional.
(Aplausos)
Señor Presidente, he suscrito el proyecto de ley que concede la nacionalidad
chilena por especial gracia al padre John Eugene Barber Vanston por gentil
invitación del diputado señor Pedro Araya. Lo hice con honor y con mucha alegría
porque se trata de un padre que estuvo en Osorno durante 16 años.
La comunidad osornina conoció de su generosidad, de su nobleza, de su
entrega y de su trabajo sacrificado en todos los ámbitos de la actividad social,
especialmente en los relacionados con la gente pobre, en particular los niños,
de la ciudad de Osorno.
El padre John Eugene Barber apoyó activamente al Colegio San Mateo, de
Osorno, donde se preocupó de los niños más pobres, a muchos de los cuales
ayudó para que pudiesen estudiar en ese colegio.
El padre John, que a la fecha tiene 80 años de edad -nació el 14 de mayo de
1932, en Estados Unidos de América-, es recordado en Osorno con un colegio
que lleva su nombre, establecimiento ubicado en el sector de Quilacahuín. Lo
señalo porque uno siempre se siente muy regocijado cuando, de alguna
manera, se reconoce o se rinde honores a las personas que, en forma
anónima, trabajan en favor de los demás y que sobresalen como líderes, como
es el caso del padre John, quien, como lo señaló el diputado informante, señor
Pedro Araya, llevó a cabo una labor muy fecunda, no solo en Osorno, sino
también en Antofagasta y en otras ciudades del país.
No obstante las limitadas atribuciones que tenemos los parlamentarios,
podemos recoger el sentimiento de la comunidad y plasmarlo en un proyecto
de ley que concede la nacionalidad chilena por especial gracia, que constituye
un reconocimiento y un honor para las personas que durante tantos años han
trabajado en favor de la comunidad, como el padre John, quien realizó su labor
durante 16 años en Osorno, así como en otros lugares.
Podemos hacer eso en virtud de lo que establece el número 4° del artículo 10
de la Constitución Política, el que señala que son chilenos los que obtuvieren
especial gracia de nacionalización por ley. Sin embargo, esas personas no
pierden su nacionalidad de origen, de manera que siguen gozando de ella, pero
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DISCUSIÓN SALA
son considerados chilenos para todos los efectos legales.
Asimismo, el artículo 63 de la Carta Fundamental dispone que solo son
materias de ley:
“5) Las que regulen honores públicos a los grandes servidores”. En ese
sentido, el padre John es un gran servidor y un gran benefactor, puesto que
ayudó a aquellos que estaban sumidos en la pobreza y luchó por eliminar la
brecha entre ricos y pobres. En efecto, ayudó a las familias que habitaban en
una de las poblaciones ubicadas en Rahue Alto, el sector más vulnerable de
Osorno, mediante una serie de obras sociales en materia de vivienda y de
asistencia social.
Me siento orgulloso de hacer uso de la palabra en nombre de la comunidad
osornina, la cual estoy seguro de que también se sentirá feliz de que haya
manifestado sus sentimientos hacia el padre John en esta sesión, que está
siendo transmitida a través del Canal de Televisión de la Cámara de Diputados.
La propuesta legislativa que se somete a nuestra consideración tiene por
objeto que el padre John Eugene Barber Vanston también sea considerado
chileno, como todos nosotros, porque él lo ha querido y porque seguramente
así lo siente en lo más profundo de su alma.
En consecuencia, apoyaré el proyecto de ley, como estoy cierto de que
también lo hará mi bancada, pues este tipo de iniciativas sirven para premiar
los actos buenos, los gestos de las personas que se entregan por entero a la
gente, sobre todo por la más humilde.
He dicho.
El señor MONCKEBERG, don Nicolás (Presidente).- Tiene la palabra el
diputado señor Jorge Sabag.
El señor SABAG.- Señor Presidente, anuncio mi adhesión al proyecto de ley
que otorga la nacionalidad chilena, por especial gracia, al sacerdote
norteamericano John Barber Vanston, quien se une a un ramillete de otros
sacerdotes norteamericanos, holandeses, italianos, españoles y de otras
nacionalidades que han llegado a Chile y que han hecho un enorme aporte a
nuestra educación y a la lucha contra la pobreza, con lo cual dan un testimonio
elocuente de que Cristo está vivo y que no es un recuerdo del pasado.
Al padre John Barber se une una serie de otras personas, como el padre
Ricardo Sammon, quien en la comuna de Portezuelo también luchó contra la
pobreza y realizó gestiones para dignificar el mundo campesino en materia de
educación y de vivienda.
Nuestro homenajeado a través del proyecto de ley en discusión, el padre John
Barber, para quien se propone el otorgamiento de la nacionalidad chilena por
especial gracia, luchó por que los pobres tuvieran educación de calidad, de
modo que -como él lo señalaba- salieran del colegio con la inquietud y el deseo
de luchar contra la pobreza y contra la brecha entre ricos y pobres.
Ojalá los 120 diputados hubiésemos podido contar con esa clase de formación
educativa en nuestra adolescencia y hubiésemos disfrutado el privilegio de
tener a un preceptor, a un educador, como nuestro homenajeado, de manera
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que todos hubiéramos salido del colegio con la inquietud y el deseo de luchar
contra la pobreza, para eliminar la brecha entre ricos y pobres. En ese sentido,
el ejemplo del padre John ha contribuido en la educación chilena a que miles
de jóvenes que hoy están insertos en el mundo del trabajo salieran con la
inquietud de unirse a esa lucha y de sembrar la semilla del Evangelio, que es
una semilla de bien para todo nuestro Chile.
En consecuencia, reitero mi adhesión, con mucho entusiasmo, al proyecto que
concede la nacionalidad chilena por especial gracia al sacerdote John Eugene
Barber Vanston, pues se trata de una distinción que tiene muy bien merecida y
que nos trae un bálsamo de ternura y de esperanza en la Iglesia.
He dicho.
El señor SANTANA (Presidente accidental).- Ofrezco la palabra.
Ofrezco la palabra.
Cerrado el debate.
-Con posterioridad, la Sala se pronunció sobre este proyecto en los siguientes
términos:
El señor MONCKEBERG, don Nicolás (Presidente).- Corresponde votar el
proyecto de ley, en primer trámite constitucional y primero reglamentario,
iniciado en moción, que concede la nacionalidad, por especial gracia, al
sacerdote John Eugene Barber Vanston.
Hago presente a la Sala que las normas del proyecto son de ley simple o
común.
En votación.
-Efectuada la votación en forma económica, por el sistema electrónico, dio el
siguiente resultado: por la afirmativa, 84 votos; por la negativa, 0 voto. Hubo
3 abstenciones.
El señor MONCKEBERG, don Nicolás (Presidente).- Aprobado.
-Votaron por la afirmativa los siguientes señores diputados:
Alinco Bustos René; Alvarez-Salamanca Ramírez Pedro Pablo; Araya Guerrero
Pedro; Arenas Hödar Gonzalo; Ascencio Mansilla Gabriel; Auth Stewart Pepe;
Baltolu Rasera Nino; Barros Montero Ramón; Bauer Jouanne Eugenio;
Bobadilla Muñoz Sergio; Browne Urrejola Pedro; Burgos Varela Jorge; Calderón
Bassi Giovanni; Campos Jara Cristián; Cardemil Herrera Alberto; Carmona Soto
Lautaro; Cerda García Eduardo; Ceroni Fuentes Guillermo; Cornejo González
Aldo; Chahín Valenzuela Fuad; Delmastro Naso Roberto; Edwards Silva José
Manuel; Eluchans Urenda Edmundo; Espinosa Monardes Marcos; Estay
Peñaloza Enrique; Farías Ponce Ramón; García García René Manuel; Kort
Garriga Issa; Godoy Ibáñez Joaquín; Goic Boroevic Carolina; González Torres
Rodrigo; Gutiérrez Gálvez Hugo; Gutiérrez Pino Romilio; Hasbún Selume
Gustavo; Hoffmann Opazo María José; Isasi Barbieri Marta; Jaramillo Becker
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Enrique; Jarpa Wevar Carlos Abel; Kast Rist José Antonio; Latorre Carmona
Juan Carlos; León Ramírez Roberto; Rosales Guzmán Joel; Lorenzini Basso
Pablo; Marinovic Solo De Zaldívar Miodrag; Martínez Labbé Rosauro; Melero
Abaroa Patricio; Monckeberg Bruner Cristián; Monckeberg Díaz Nicolás;
Monsalve Benavides Manuel; Morales Muñoz Celso; Norambuena Farías Iván;
Ojeda Uribe Sergio; Ortiz Novoa José Miguel;
Pacheco Rivas Clemira; Pérez Lahsen Leopoldo; Recondo Lavanderos Carlos;
Rincón González Ricardo; Robles Pantoja Alberto; Sabag Villalobos Jorge;
Sabat Fernández Marcela; Saffirio Espinoza René; Salaberry Soto Felipe;
Sandoval Plaza David; Santana Tirachini Alejandro; Sauerbaum Muñoz Frank;
Sepúlveda Orbenes Alejandra; Silber Romo Gabriel; Silva Méndez Ernesto;
Squella Ovalle Arturo; Tuma Zedan Joaquín; Turres Figueroa Marisol; Ulloa
Aguillón Jorge; Letelier Aguilar Cristian; Urrutia Bonilla Ignacio; Vallespín
López Patricio; Van Rysselberghe Herrera Enrique; Vargas Pizarro Orlando;
Venegas Cárdenas Mario; Verdugo Soto Germán; Vidal Lázaro Ximena; Vilches
Guzmán Carlos; Von Mühlenbrock Zamora Gastón; Ward Edwards Felipe;
Zalaquett Said Mónica.
-Se abstuvieron los diputados señores:
Montes Cisternas Carlos; Pascal Allende Denise; Teillier Del Valle Guillermo.
El señor MONCKEBERG, don Nicolás (Presidente).- Despachado el proyecto.
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OFICIO DE LEY
1.4. Oficio de Cámara de Origen a Cámara Revisora
Oficio de ley a Cámara Revisora. Comunica texto aprobado. Fecha 11 de julio,
2012. Cuenta en Sesión 35, Legislatura 360. Senado
Oficio Nº 10269
VALPARAÍSO, 11 de julio de 2012
A S.E. EL
PRESIDENTE
DEL
H. SENADO
Con motivo de Moción, Informe y demás antecedentes
que tengo a honra pasar a manos de V.E., la Cámara de Diputados ha tenido a
bien prestar su aprobación al siguiente proyecto de ley, correspondiente al
boletín N°8297-17.
PROYECTO DE LEY:
"Artículo único.- Otórgase la nacionalidad chilena, por
especial gracia, al sacerdote estadounidense John Eugene Barber Vanston.".
Dios guarde a V.E.
NICOLÁS MONCKEBERG DÍAZ
Presidente de la Cámara de Diputados
ADRIÁN ÁLVAREZ ÁLVAREZ
Secretario General de la Cámara de Diputados
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INFORME COMISIÓN DERECHOS HUMANOS
2. Segundo Trámite Constitucional: Senado
2.1. Informe Comisión de Derechos Humanos
Senado. Fecha 23 de enero, 2013. Cuenta en Sesión 99, Legislatura 360.
INFORME DE LA COMISIÓN DE DERECHOS HUMANOS, NACIONALIDAD
Y CIUDADANÍA, recaído en el proyecto de ley, en segundo trámite
constitucional, que concede la nacionalidad, por especial gracia, al
padre John Eugene Barber Vanston.
BOLETÍN Nº 8.297-17.
_____________________________________
HONORABLE SENADO:
Vuestra Comisión de Derechos Humanos, Nacionalidad y Ciudadanía tiene el
honor de informaros el proyecto de ley de la referencia, en segundo trámite
constitucional, que concede, por especial gracia, la nacionalidad chilena al
sacerdote estadounidense John Eugene Barber Vanston.
La presente iniciativa tuvo su origen en Moción de los Honorables Diputados
señoras Marta Isasi y Alejandra Sepúlveda, y señores Pedro Araya, Nino
Baltolu, Tucapel Jiménez y Sergio Ojeda.
Se dio cuenta del proyecto en análisis en la Sala del Honorable Senado, el 17
de julio de 2012, disponiéndose su estudio por la Comisión de Derechos
Humanos, Nacionalidad y Ciudadanía.
Cabe hacer presente que, de acuerdo a lo dispuesto en el artículo 127 del
Reglamento del Senado, la Comisión discutió en general y en particular esta
iniciativa de ley, por tratarse de un artículo único y, acordó, unánimemente,
proponer a la Sala que lo discuta del mismo modo.
--OBJETIVO DEL PROYECTO
El proyecto de ley persigue conceder, por especial gracia, la nacionalidad
chilena al sacerdote estadounidense John Eugene Barber Vanston.
---
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INFORME COMISIÓN DERECHOS HUMANOS
ANTECEDENTES GENERALES
Para el debido estudio de esta iniciativa legal, se han tenido en consideración,
entre otros, los siguientes:
I.- ANTECEDENTES JURÍDICOS
La nacionalidad chilena, por especial gracia, se encuentra consagrada
constitucionalmente en el Capítulo II, de la Carta Fundamental, denominado
“Nacionalidad y Ciudadanía”, cuyo artículo 10, número 4°, dispone que son
chilenos: “4º Los que obtuvieren especial gracia de nacionalización por ley.”.
II.- ANTECEDENTES DE HECHO
2.1Las pautas adoptadas por la Comisión para el
otorgamiento de la nacionalidad, por especial gracia, que se mencionan a
continuación:
a.La nacionalidad por gracia constituye el más alto
honor que se puede conferir a un extranjero en nuestro país, en consecuencia,
sólo se deberá conceder a personas notables y destacadas, que exorbiten el
término regular en el estado de actividad que les es propio.
b.Para otorgar esta distinción especialísima deberá
considerarse la existencia de una vinculación real del beneficiario con la
comunidad nacional.
c.Asimismo, será necesario que la actividad
ejercida por el extranjero que se desea honrar se traduzca en un beneficio
efectivo y relevante para el país, en el ámbito específico de que se trate y
constituya un servicio destacado para la República.
d.Las actividades del beneficiario deberán haber
alcanzado relevancia nacional independientemente de que hayan tenido lugar
en una zona determinada del territorio nacional o se hayan circunscrito a un
sector específico de actividad. Resulta útil al efecto recoger el concepto
procesal de hecho público y notorio, que es aquél que por evidente, patente,
sabido y palmario, no es necesario acreditar.
e.A
los
proyectos
deberán
acompañarse
antecedentes escritos y documentos fundantes de la concesión de
nacionalidad, pudiendo, por ejemplo, oficiarse al Departamento de Extranjería
del Ministerio del Interior con el propósito de obtener las referencias que se
estimen conducentes relativas a la individualización de la persona y su
permanencia en nuestro país. Asimismo, puede estimarse como un
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INFORME COMISIÓN DERECHOS HUMANOS
antecedente valioso para apreciar el grado de reconocimiento comunitario, el
haber obtenido otros galardones que premien la labor efectuada en el ámbito
respectivo.
f.Finalmente, debe quedar asentado que el constituyente dispone que este
honor se confiera por ley y, en consecuencia, las calidades que justifiquen la
dictación de la misma deberán ser expuestas y acreditadas por parte de quien
inicie el proyecto de ley respectivo. De esta forma, se pretende evitar se
distorsionen los fines del constituyente y que la obtención de la nacionalidad
chilena, por especial gracia, pueda dar lugar a prácticas de “lobby” del todo
ajenas a tal alta institución.
2.2.- La Moción que, da origen al proyecto en informe, señala que la
nacionalización por gracia recoge una tradición republicana, a través de la cual
la Nación distingue a extranjeros ilustres que han efectuado un aporte
significativo al país, en los campos de la ciencia, el arte, la cultura y, en
general, que representen un modelo a seguir por las generaciones futuras, por
sus virtudes y modo de vida. Considerando lo anterior, resalta que sus Autores
reconocen el aporte que ha hecho a la Nación el sacerdote estadounidense
John Eugene Barber Vanston, quien durante toda su vida ha trabajado, sin
descanso, por el desarrollo de Chile, de su pueblo y de su cultura. Al efecto,
indica que ha promovido la solidaridad y la justicia con los más necesitados,
compartiendo durante mucho tiempo buena parte de sus privaciones. También,
reseña que ha promovido la cultura chilena, especialmente en su faceta
artística y religiosa, alentando las manifestaciones de fervor popular arraigadas
en el norte del país.
Informa que el Padre John Barber nació el 14 de mayo de 1932, en la ciudad
de Scranton, un pequeño pueblo minero de inmigrantes dedicados a la
extracción de carbón, en el Estado de Pensilvania, Estados Unidos. Nació en un
hogar católico y en su familia existían varios sacerdotes. Por ello, comenta que
desde niño fue muy cercano a las comunidades de vida cristiana de su pueblo
y que en el colegio conoció a la que sería la orden de su vida: la Compañía de
Jesús, desarrollando una relación cercana con varios de sus sacerdotes, lo que
lo vinculó poco a poco a la vocación de ser sacerdote. Agrega que apenas
terminó el colegio, y con dieciocho años, fue aceptado en el Noviciado,
comenzando su Ministerio en un ambiente de estricta formación en la Provincia
Jesuita de Maryland.
Relata que en sus años de formación, tuvo dos años de Noviciado, dos años de
estudios humanísticos; tres de Filosofía, tres del Magisterio y cuatro años de
Teología. Luego, refiere que comenzó su labor como educador, enseñando latín
y literatura inglesa, en su país de origen. Así, destaca que surgió en él su
espíritu misionero, inspirado en San Francisco Javier y en el Concilio Vaticano
II, que lo llevaría a pedir su traslado a Chile.
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Detalla que al llegar a Chile en el año 1966 fue destinado al Colegio San
Mateo, el cual fue traspasado a la Compañía de Jesús. Dado que en nuestro
país no existían tantos jesuitas los superiores de la Compañía de Jesús en
Roma determinaron que los jesuitas de la Provincia de Maryland se hicieran
cargo del Colegio San Mateo, de Osorno. Después de superar las normales
dificultades de adaptación, los jesuitas del San Mateo comenzaron a cosechar
sus logros, entre los que se encuentran la creación, en el año 1967, de un
equipo de basquetbol y un programa de reforzamiento para niños de escasos
recursos, que querían ingresar al Colegio San Mateo en primero medio,
conocidos como los programas de verano.
Paralelamente, hace presente que el Padre Barber se volcó hacia los más
necesitados y se mudó junto a otros dos jesuitas a una población en Rahue
Alto. Allí, pudo vivir su fe de manera austera, en una casa básica que sólo
contaba con una pequeña estufa a leña que lo protegía del frío invernal. En
esa época se dedicó a fomentar la conciencia social de los estudiantes,
realizando trabajos sociales y campamentos. Con el paso del tiempo, continúa,
esos trabajos se convirtieron en obligatorios para todos los alumnos de tercero
medio, como una forma de inculcar la vocación social y la opción por los
pobres dentro de la Iglesia. Complementa que los alumnos debían visitar un
hogar de la ciudad y compartir su experiencia laboral.
Remarca que al Padre Barber le interesaba que los estudiantes, al egresar del
colegio, tuvieran la inquietud de combatir la brecha entre ricos y pobres. En
esa misma línea, destaca, apoyó la idea de abrir un colegio en que la mitad de
los alumnos fueran de escasos recursos, entregando becas y creando un
sistema de arancel diferenciado. Sin duda, acota, todas estas experiencias
marcaron el trabajo del Padre Barber, quien hasta el día de hoy, recuerda
cómo el tema de la pobreza fue ganando espacio dentro de sus
preocupaciones.
Posteriormente, comenta que el compromiso y las acciones en ayuda de los
más pobres hicieron que el Padre fuera considerado por algunos como
sospechoso después del golpe militar, pese a que durante el Gobierno de la
Unidad Popular en el Colegio se diera a conocer un documento en que se
llamaba la atención acerca de la participación excesiva y a veces violenta de
los alumnos en cuestiones políticas.
Refiere que los dieciséis años que el Padre Barber estuvo en el Colegio San
Mateo son recordados por su comunidad con inmenso cariño y agradecimiento.
La misma comunidad que el año 2009 lloró la partida de un contemporáneo del
Padre Barber, el Padre Francis Kownacki, que también lo acompañó en sus
experiencias con los más necesitados. Por todo lo anterior, informa que en el
mes de diciembre del año 2010, la comunidad osornina fundó el Colegio Gene
Barber S.J., ubicado en la Población Quilacahuín, y que recibe a niños de
primero a cuarto básico provenientes de familias de alta vulnerabilidad social.
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En seguida, resalta que la misión del Padre Barber en Chile no termina
en Osorno, ya que en el año 1983 fue trasladado a la ciudad de Antofagasta,
como parte de su deseo de emprender nuevos desafíos. Así, llega al Colegio
Jesuita San Luis, en el cual su estampa ha quedado grabada hasta nuestros
días. Nuevamente, el Padre Barber fue a la vanguardia en sus experiencias
como misionero y en las comunidades de vida cristiana, de trabajos sociales y
de los campamentos de trabajo. El propio Padre recuerda que los niños que
pasaron por el colegio San Luis en ese tiempo quedaron muy marcados. Junto
a su labor educadora en el San Luis, el Padre se relacionó con la Comunidad
de Mejillones, donde ejerció sus actividades pastorales en conjunto con la
Capellanía del Hogar de Cristo de la ciudad.
Reseña que pese a los lazos que formó en Antofagasta, en el año 1988
pidió nuevamente su traslado. Al efecto, indica que en Arica recientemente
habían fallecido dos sacerdotes jesuitas, de modo que el Padre Barber fue
destinado a esta ciudad. En Arica, prosigue, después de un tiempo como
Vicario de la Parroquia de Santa Cruz, el Padre aceptó la misión de ser asesor
de los Bailes Religiosos, que en el norte son considerados como un grupo de
devoción, formado por más de cien Bailes distintos.
Hace notar que en palabras del Padre Barber los Bailes Religiosos “son
comunidades cristianas donde grupos de doce a cincuenta personas se unen
para bailar a la Virgen y al Señor. Su forma de expresar su fe, su oración, es a
través de la danza y el canto". En seguida, destaca que estos Bailes tienen una
fuerte influencia de la cultura aymara, de modo que son un foco de encuentro
entre la cultura chilena y la indígena. Agrega que los Bailes Religiosos hacen su
labor en las fiestas anuales en las que se peregrinan para adorar a la Virgen
del Carmen de la Tirana, la Virgen del Rosario de las Peñas y la Virgen de los
Remedios de Tirnalchaca.
Relata que el Padre Barber se desempeñó como asesor de los Bailes
Religiosos de Arica hasta el año 2008 y que a lo largo de todo ese período
ayudó a promover esa manifestación de fervor, que según algunos ha
permitido mantener la fe católica en el Norte Grande. Apunta que su
compromiso con los Bailes ha tenido también un correlato doctrinal, pues ha
cristalizado el apoyo de una expresión religiosa que fue durante mucho tiempo
mal mirada y que gracias al Padre Barber se han convertido en parte
importante de la comunidad católica y laica. Destaca que la ciudad le ha
rendido un homenaje inaugurando una plaza con su nombre, ubicada en el
santuario de la Virgen de las Peñas.
Actualmente, el Padre Barber que ya tiene 81 años, atiende con la misma
humildad y cercanía a los feligreses de la Parroquia de la Santa Cruz, en la
Comuna de Estación Central, en Santiago. Además, cabe precisar que arribó a
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nuestro país a los treinta y cuatro años, y lleva casi cincuenta años
desarrollando su labor pastoral por los más necesitados en Chile.
Por todo lo anterior, y por las huellas de su obra educativa y de
promoción cultural tanto en el norte como en el sur de Chile, es que se solicita
que se otorgue la nacionalidad, por especial gracia, al sacerdote
estadounidense John Eugene Barber Vanston.
Finalmente, la Moción hace presente que el Padre John Barber Vanston
con sencillez, humildad y vocación admirable, aprendió de nuestras costumbres
y tradiciones, y que hoy día su corazón se cubre de sentimientos profundos de
chilenidad, con respeto y valoración por nuestra cultura.
2.3.- Ordinario N° 2406, de 6 de julio de
2012, del Servicio de Registro Civil e Identificación, en virtud del cual remite
antecedentes sobre la identificación, filiación y copia de la respectiva cédula de
identidad para extranjeros de don John Eugene Barber Vanston.
2.4.Oficio N° 10269, de 11 de julio de 2012, de la
Honorable Cámara de Diputados, mediante el cual comunica que ha prestado
su aprobación al proyecto de ley en estudio, el cual consta de un artículo único,
que concede la nacionalidad chilena, por especial gracia, al sacerdote
estadounidense John Eugene Barber Vanston.
Esta iniciativa fue informada en la Honorable Cámara de Diputados sólo por la
Comisión de Derechos Humanos, Nacionalidad y Ciudadanía y, aprobada por la
Sala de esa Corporación por 84 votos a favor, ningún voto en contra y 3
abstenciones.
--DISCUSIÓN EN GENERAL Y EN PARTICULAR
Al iniciar el estudio del proyecto de ley en informe, la Comisión tuvo presente
que el padre John Barber Vanston lleva más de treinta años realizado su labor
pastoral en nuestro país, con un profundo contenido social y educacional, el
cual se ha caracterizado por su permanente apoyo a las comunidades de
Osorno, Antofagasta, Arica y Santiago, lo que sin duda lo hace merecedor de
este importante reconocimiento nacional.
Asimismo, valoró su trabajo en el Colegio San Mateo de Osorno y San Luis de
Antofagasta y su participación en la comunidades de los Bailes Religiosos de
Arica, comprendiendo el sincretismo religioso de éstos y asumiéndolos como
una forma de extender la fe entre los feligreses del norte.
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Todo lo anterior, provocó que la comunidad de Osorno se fundara un Colegio
con su nombre, que permite el ingreso de alumnos vulnerables, y que en Arica
se inaugurara una plaza que lleva su nombre en el Santuario de la Virgen de
las Peñas.
Al efecto, la Comisión, luego, de conocer los antecedentes del padre John
Eugene Barber Vanston, llegó a la convicción de que es merecedor de esta
distinción especialísima, que considera la existencia de una vinculación real del
beneficiario con la comunidad nacional, lo que constituye un hecho público y
notorio, que no es necesario acreditar.
Considerando todo lo anterior, vuestra Comisión, después de analizar la
iniciativa en informe y en razón de las pautas establecidas para ponderar la
procedencia del otorgamiento excepcional de la nacionalidad chilena, por
especial gracia, a extranjeros de actuación notable en beneficio para la
comunidad nacional, se formó la convicción de que el Padre John Eugene
Barber Vanston, por su abnegada labor pastoral y su trascendente actividad
evangelizadora es merecedor del reconocimiento reservado a las personas que
han prestado valiosos servicios, a los que alude la norma contenida en el
número 4°, del artículo 10 de la Constitución Política de la República.
- Sometido a votación en general y en particular, el
proyecto fue aprobado por la unanimidad de los miembros presentes de la
Comisión, Honorables Senadores señora Pérez San Martín, y señores Larraín
Fernández, Letelier y Ruiz-Esquide.
--TEXTO DEL PROYECTO
En consecuencia, en virtud de las consideraciones precedentes, esta Comisión
propone a la Sala del Senado aprobar en general y en particular, el proyecto
de ley en informe, en los mismos términos acordados por la Honorable Cámara
de Diputados, cuyo texto es el siguiente:
PROYECTO DE LEY:
“Artículo único.- Otórgase la nacionalidad chilena, por especial gracia, al
sacerdote estadounidense John Eugene Barber Vanston.”.
---
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Acordado en sesión celebrada el día 23 de enero
de 2013, con asistencia de sus miembros Honorables Senadores señor Juan
Pablo Letelier Morel (Presidente), señora Lily Pérez San Martín, y señores
Hernán Larraín Fernández y Mariano Ruiz-Esquide Jara.
Sala de la Comisión, a 23 de enero 2013.
XIMENA BELMAR STEGMANN
Secretario
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RESUMEN EJECUTIVO
INFORME
DE
LA
COMISION
DE
DERECHOS
HUMANOS,
NACIONALIDAD Y CIUDADANÍA, RECAÍDO EN EL PROYECTO DE LEY,
EN SEGUNDO TRÁMITE CONSTITUCIONAL, QUE CONCEDE LA
NACIONALIDAD CHILENA, POR ESPECIAL GRACIA, AL PADRE JOHN
EUGENE BARBER VANSTON. (BOLETÍN N° 8.297-17).
I.
PRINCIPALES OBJETIVOS DEL PROYECTO PROPUESTO POR LA
COMISIÓN: conceder, por especial gracia, la nacionalidad chilena al sacerdote
estadounidense John Eugene Barber Vanston.
II.
ACUERDOS: aprobado en general y en particular (unanimidad 4x0).
III. ESTRUCTURA DEL PROYECTO APROBADO POR LA COMISIÓN:
proyecto de artículo único.
IV. NORMAS DE QUÓRUM ESPECIAL: no tiene.
V.
URGENCIA: no tiene.
VI. ORIGEN DE LA INICIATIVA: Cámara de Diputados. Moción de los
Honorables Diputados señoras Marta Isasi y Alejandra Sepúlveda, y señores
Pedro Araya, Nino Baltolu, Tucapel Jiménez y Sergio Ojeda.
VII. TRÁMITE CONSTITUCIONAL: segundo trámite.
VIII.
APROBACIÓN EN LA CÁMARA DE DIPUTADOS: aprobado
por 84 votos a favor, ningún voto en contra y 3 abstenciones.
IX. INICIO TRAMITACIÓN EN EL SENADO: 17 de julio de 2012.
X. TRÁMITE REGLAMENTARIO: primer informe, en general y en
particular.
XI. LEYES QUE SE MODIFICAN O QUE SE RELACIONAN CON LA
MATERIA: el artículo 10, número 4°, de la Constitución Política de la
República.
Valparaíso, 23 de enero de 2013.
XIMENA BELMAR STEGMANN
Secretario
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DISCUSIÓN SALA
2.2. Discusión en Sala
Senado. Legislatura 360, Sesión 100. Fecha 05 de marzo, 2013. Discusión
general. Se aprueba en general y particular sin modificaciones.
NACIONALIDAD CHILENA POR ESPECIAL GRACIA A SACERDOTE JOHN
EUGENE BARBER VANSTON
El señor ESCALONA (Presidente).- Conforme a lo resuelto por los Comités,
corresponde tratar en primer lugar el proyecto de ley, en segundo trámite
constitucional, que concede la nacionalidad chilena por especial gracia al
sacerdote John Eugene Barber Vanston, con informe de la Comisión de
Derechos Humanos, Nacionalidad y Ciudadanía.
--Los antecedentes sobre el proyecto (8297-17) figuran en los
Diarios de Sesiones que se indican:
Proyecto de ley:
En segundo trámite, sesión 35ª, en 17 de julio de 2012.
Informe de Comisión:
Derechos Humanos, Nacionalidad y Ciudadanía: sesión 99ª,
en 23 de enero de 2013.
El señor ESCALONA (Presidente).- Tiene la palabra el señor Secretario.
El señor LABBÉ (Secretario General).- La Comisión discutió este proyecto en
general y particular, por ser de artículo único, y lo aprobó por la unanimidad de
sus miembros presentes, Senadores señora Pérez San Martín y señores Larraín
Fernández, Letelier y Ruiz-Esquide, en los mismos términos en que fue
despachado por la Cámara de Diputados.
El órgano técnico deja establecido que, después de analizar la
iniciativa y en razón de las pautas establecidas para ponderar la procedencia
del otorgamiento excepcional de la nacionalidad chilena, por especial gracia, a
extranjeros de actuación notable en beneficio de nuestra comunidad, se formó
la convicción de que el señor John Eugene Barber Vanston es merecedor del
reconocimiento reservado a personas que han prestado servicios valiosos.
El señor ESCALONA (Presidente).- En discusión general y particular a la vez.
Ofrezco la palabra.
Ofrezco la palabra.
Cerrado el debate.
Si le parece a la Sala, se aprobará en general y en particular el
proyecto.
--Se aprueba.
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OFICIO APROBACIÓN SIN MODIFICACIONES
2.3. Oficio de Cámara Revisora a Cámara de Origen
Oficio de aprobación de Proyecto sin modificaciones. Fecha 05 de marzo, 2013.
Cuenta en Sesión 134, Legislatura 360. Cámara de Diputados
Nº 114/SEC/13
Valparaíso, 5 de marzo de 2013.
A S.E. el
Presidente de la
Honorable Cámara
de Diputados
Tengo a honra comunicar a Vuestra Excelencia que el
Senado ha aprobado, en los mismos términos en que lo hizo esa Honorable
Cámara, el proyecto de ley que concede la nacionalidad chilena, por especial
gracia, al padre John Eugene Barber Vanston, correspondiente al Boletín N°
8.297-17.
Lo que comunico a Vuestra Excelencia en respuesta a
su oficio Nº 10.269, de 11 de julio de 2012.
Devuelvo los antecedentes respectivos.
Dios guarde a Vuestra Excelencia.
CAMILO ESCALONA MEDINA
Presidente del Senado
MARIO LABBÉ ARANEDA
Secretario General del Senado
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OFICIO LEY AL EJECUTIVO
3 Trámite de Finalización: Cámara de Diputados
3.1. Oficio de Cámara de Origen al Ejecutivo.
Oficio de Ley a S.E. el Presidente de la República. Comunica texto aprobado
por el Congreso Nacional. Fecha 06 de marzo de 2013.
Oficio Nº 10.599
VALPARAÍSO, 6 de marzo de 2013
A S.E. EL
PRESIDENTE DE
LA REPÚBLICA
Tengo a honra comunicar a V.E. que el Congreso Nacional ha
dado su aprobación al siguiente proyecto de ley, de origen en una moción de
los diputados señores Pedro Araya Guerrero, Nino Baltolu Rasera, Tucapel
Jiménez Fuentes y Sergio Ojeda Uribe, y de las diputadas señoras Marta Isasi
Barbieri y Alejandra Sepúlveda Orbenes, correspondiente al boletín N°8297-17.
PROYECTO DE LEY:
"Artículo único.- Otórgase la nacionalidad chilena, por especial gracia, al
sacerdote estadounidense John Eugene Barber Vanston.".
Dios guarde a V.E.
NICOLÁS MONCKEBERG DÍAZ
Presidente de la Cámara de Diputados
ADRIÁN ÁLVAREZ ÁLVAREZ
Secretario General de la Cámara de Diputados
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LEY
4. Publicación de Ley en Diario Oficial
4.1. Ley N° 20.472
Tipo Norma
Fecha Publicación
Fecha Promulgación
Organismo
:Ley 20472
:28-03-2013
:26-03-2013
:MINISTERIO DEL INTERIOR Y SEGURIDAD
PÚBLICA; SUBSECRETARÍA DEL INTERIOR
Título
:CONCEDE LA NACIONALIDAD CHILENA,
POR ESPECIAL GRACIA, AL PADRE JOHN
EUGENE BARBER VANSTON
Tipo Versión
:Única
De : 28-03-2013
Título Ciudadano
:
Inicio Vigencia
:28-03-2013
Id Norma
:1049711
URL
:
http://www.leychile.cl/N?i=1049711&f=2013-03-28&p=
LEY NÚM. 20.472
CONCEDE LA NACIONALIDAD CHILENA,
PADRE JOHN EUGENE BARBER VANSTON
POR
ESPECIAL
GRACIA,
AL
Teniendo presente que el H. Congreso Nacional ha dado su
aprobación al siguiente proyecto de ley, originado en una
Moción de los diputados señores Pedro Araya Guerrero, Nino
Baltolu Rasera, Tucapel Jiménez Fuentes y Sergio Ojeda Uribe,
y de las diputadas señoras Marta Isasi Barbieri y Alejandra
Sepúlveda Orbenes.
Proyecto de ley:
"Artículo único.- Otórgase la nacionalidad chilena, por
especial gracia, al sacerdote estadounidense John Eugene
Barber Vanston.".
Y por cuanto he tenido a bien aprobarlo y sancionarlo;
por tanto promúlguese y llévese a efecto como Ley de la
República.
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LEY
Santiago, 26 de marzo de 2013.- SEBASTIÁN PIÑERA
ECHENIQUE, Presidente de la República.- Andrés Chadwick
Piñera, Ministro del Interior y Seguridad Pública.
Lo que transcribo a
Ud.
para su conocimiento.Atentamente, Rodrigo Ubilla Mackenney, Subsecretario del
Interior.
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