NEOIMPRESIONISMO Y POSTIMPRESIONISMO El “Neoimpresionismo” supone una continuación del impresionismo, y al mismo tiempo una superación del mismo en varios aspectos. También llamado “puntillismo” o “divisionismo”, aparece por primera vez en el Salón de los Independientes de 1884, encabezado por G. Seurat y P. Signac. Características: -parten de la observación de la naturaleza, pero se guiarán por unas leyes físicas mucho más estrictas a la hora de ejecutar la obra. -quieren dar un fundamento científico a la observación de la realidad y a la ejecución del cuadro, basándose en los descubrimientos de Chevreul (igual que los impresionistas), de Sutter, de Rood, y sobre todo, de Charles Blanc. Según éste, “el color, que está controlado por leyes fijas, se puede enseñar como la música” (1867, Grammaire des arts du dessin). Al igual que existen relaciones matemáticas entre los tonos musicales, también hay relaciones físicas entre los colores, que pueden demostrarse en el laboratorio y llevarse a efecto en el estudio. Con el fin de estudiar con más detalle la interacción de los colores y sus complementarios, algunos puntillistas confeccionaron un disco en el que reunieron todos los matices del arco iris, unidos unos a otros mediante un número determinado de colores intermedios. En su paleta utilizaban el blanco mezclado con los colores primarios, lo que les permitía obtener una multitud de tonos que iban de un color con una ligera presencia de blanco hasta un blanco casi puro. El disco se completaba de manera que los matices puros se concentraban en torno al centro, desde donde iban desvaneciéndose hacia el blanco hasta llegar a la periferia. -de esta interpretación estricta de las teorías científicas sobre el color, a la que se negaron algunos impresionistas, como Renoir y Monet, surge un nuevo proceso de ejecución de la obra que pretende reconciliar los rígidos principios del dibujo con los principios ópticos intuidos por los grandes coloristas. Esta nueva técnica pretendía reducir lo más espontáneo e instintivo del trabajo de los impresionistas, a un proceso y resultado mucho más ordenado. En lugar de la rapidez de ejecución y la espontaneidad anteriores, los puntillistas quisieron basarse en cálculos objetivos, fruto de todo lo cual se produce una recuperación del dibujo y de las formas, que en las obras impresionistas casi habían desaparecido. -todo esto es consigue a través de la estructuración del cuadro a partir de la más pequeña de las unidades: el punto, motivo por el que a esta tendencia se le llamó “PUNTILLISMO” o “DIVISIONISMO”. Sus obras se irán construyendo, poco a poco, de forma lenta, compleja y ordenada, a través de la pincelada mínima que es el punto. Por otro lado, como los experimentos físicos habían probado que la mezcla de colores en la paleta los ensucia y genera una tonalidad negra o parduzca, los divisionistas llevan totalmente a la práctica la mezcla óptica de los colores, realizada por la retina del espectador. Si la pincelada impresionista, rápida pero más ancha y larga, no les permitía la exactitud matemática que a ellos les gustaba, con la pincelada minúscula, los divisionistas lograban acumular, incluso en superficies reducidas, toda la gran variedad de colores y tonos que constituían la apariencia del objeto, con una intensidad de luz y vibración, mayor incluso que la de sus predecesores. -el aspecto de las obras puntillistas, pese al colorido, es frío, ficticio, irreal, decorativo, predominando el dibujo sobre el color. La complejidad del proceso de ejecución, y los efectos artificiales que se generaban en las obras, hicieron que el neoimpresinionismo fuera un estilo superado en pocos años. -temáticamente, encontraremos los mismos tópicos impresionistas: escenas lúdicas en las orillas del Sena o en jardines, paisajes, retratos, interiores, escenas de circo, etc. No hay crítica social. -sus principales representantes: Seurat, fue el principal representante y teórico del divisionismo. Dedicado por completo a la pintura, gracias a su origen burgués, estudió en l’École des Beaux-Arts de París, estando en sus comienzos influenciado por los paisajes de Millet. Fue su interés por las obras científicas que analizaban los fenómenos de la luz y el color (Chevreul, Maxwell, Rood, etc.) las que determinaron su actividad pictórica en la línea puntillista o divisionistas. Entre sus obras destacan: Una tarde de domingo en la Gande Jatte Pintado entre 1884 y 1886, con unas dimensiones gigantescas, es un trabajo profundamente meditado y consciente en que el artista trabajó durante tres años. La pincelada se congela creando un espacio racional, que aporta una sensación de ambiente mágico, irreal. Es la visión de un instante en que parece haberse condensado el tiempo. Otras obras: Bañistas en Asnieres, 1884. El puente de Courbevoie, 1886. Las modelos , 1888 La parada, 1888. Lo Chaut, 1889-1890. El canal de Gravelines, tarde, 1890. Signac. Aunque no es el iniciador del estilo, hay que reconocerle que fue el que más difundió la nueva técnica, sobre todo a la muerte de Seurat en 1891, ya que hizo sus propias investigaciones. Así, en 1899 publicó De Eugene Delacroix al neoimpresionismo, donde exponía la teoría divisionista. Por otro lado, podría decirse que con Signac, el puntillismo irá poco a poco suavizándose y transformándose en un autentico mosaico de colores, con obras muy decorativas que se pueden relacionar con otro movimiento de fin de siglo: el modernismo. Retrato de Félix Feneón. 1890