^'l'/fíénir La europeización Su posibilidad De algunos meses á esta parte retoña en la mentalidad española ese espíritu tradicionalista, ó meramente conservador, que parecía definitivamente derrotado cuando creímos habernos convencido de la necesidad de europeizarnos. Se reprocha á la juventud intelectual española su preferencia por los grandes autores extranjeros modernos sobre los clásicos nacionales; haj' g e i t e s que pregonan en voz alta sus anhelos de convertir á España en museo al que vengan á curiosear de cuando en cuando los eruditos extranjeros; se procura desalentar á los espíritus innovadores diciéndonos que las niá quinas, la ciencia, el arte y el vivir europeos, no se han hecho para nosotros; se trata de consolarnos asegurándonos que valen más nuestros monumentos que los acorazados ingleses; se nos dice que no sienta bien la luz eléctrica al reflejarse en nuestras piedras viejas y, finalmente, se ha inventado en defensa del pasado cierta teoría que en substancia viene á decir; —Si queremos competir con el extranjero guardémonos de luchar con Sus armas, porque el extranjero, que es su inventor, las manejará mejor que nosotros. Afilemos las armas españolas, las de casa, el fatalismo musulmán, la impasibilidad en la desgracia, el mismo kabilismo regional, y si no nos creemos capaces de vencer con ellas, quedémonos quietos y aguardemos. Ya pasará la hegemonía de los pueblos que ahora admiramos; pasará con ellos esa civilización para la que somos inadaptables, y volverán los tiempos en que nuestras virtudes especiales ocupen- en el mundo el lugar ¡irocminente. Nuestra debilidad consiste en la admiración servil que nos inspiran las cosas extranjeras. Estas prédicas, por lo que hace á la masa nacional, caen afortunadamente en el vacío. El tejedor de Falencia, que lucha desesperadamente con su telar de mano contra la competencia de la fábrica, sabe lo que le cuesta el espíritu conservador y rutinario. Pero como aquellas paradojas son á menudo ijropagadas por espíritus de gran cultura y no menor autoridad, que saben revestirlas de todo el aparato suficiente—estilo, profundidad y erudición —para introducir el confusionismo en las inteligencias que andan aún en busca de orientación ideal, conviene desde luego arrojar sobre ellas el agua fría del sentido común. Esa admiración hacia lo extranjero, que se reputa de servil, constituye precisamente uno de los signos más seguros de nuestra vitalidad. Las sociedades en que predomina el espíritu conservador, las que sólo se admiran de sí mismas, se halla'i condenadas á próxima eliminación. Caracteriza á los pieles-rojas el desprecio que sienten por la civilización norteamericana; no quieren hacerse á ella; prefieren su vida peculiar. Pero si el siglo XIX ha visto morir al último tasmaniense, el sigloXXescuchará probablemente el último suspiro del último piel-roja. Todos los pueblos cuya desaparición es inminente Turquía, Persia, China, Indostan y Marruecos se caracterizan por su horror á las innovaciones extranjeras. Y e.s este horror lo que les mata. Al perseverar en su estancamiento crece incesantemente la desproporción entre los conocimientos que poseen y los que tiene Europa. Y la ciencia es fuerza, y la vida lucha. No hay sino dos maneras de luchar: el ataque y la defensa. Y en la lucha económico-intelectual de los pueblos—lucha intelectual, pero cuya última consecuencia es la muerte para los vencidos—el mejor procedimiento de ataque es la propaganda y el único sistema racional, defensivo, la imitación, A la propagiinda deben su dominio pueblos como los Estados Unidos, Alemania, Inglaterra y Francia, y dentro de éstos, lo , que más propagan sus métodos de producción y de comercio son los que mejor viven, y el que deja de propagar se queda atrás. Esa es la lucha de los fuertes. Pero les está reservado á los débiles otro procedimiento de combate con el que aún les es posiüle 274 Madrid Científico la vida y aun la prosperidad. ¿Y á qué sistema sino al de la imitación deben sus progresos Italia, el Japón, Austria-Hungría, Rusia, las naciones pequeñas de Europa, las repúblicas mexicana y argentina y aun algunas regiones españolas, como Cataluña y las provincias vascongadas? Cviando \ina sociedad como la española produce menos ideas que las vecinas, la invasión de las corrientes extranjeras es inevitable y no queda otro camino para defender la personalidad, que el de imitar y asimilarse lo antes posible todo el caudal intelectual que se entra por las ventanas y las puertas, si no lia de verse condenada á la desnacionalización que amenaza á todos los pueblos estacionarios y orgullosos que ni crean ni imitan. Y á los que reputan de imposible esa asimilación de las ideas extranjeras puede contestarse con la siguiente página qvie arranco del admirable libro de Novicow sobre Las luchas de las sociedades modernas: «Hace doscientos años no había en Rusia literatura científica. Los tratados de física, de mecánica y do astronomía que allí se publicaban no hubieran podido satisfacer á un francés, un inglés, ó un italiano. Las bellas letras se confinaban casi exclvisivamente en el dominio teológico. Rusia carecía de teatro. Poseía escasos instrumentos de música; ignoraba la existencia de la sinfonía, del cuarteto y de la ópera. Apenas cultivaba la escult u r a , eran sus cuadros [.uramente hieráticos; no se practicaba la pintura histórica, ni la de costumbres, ni el paisaje; los procedimientos pictóricos se hallaban en la infancia. Rusia se lanzó con ardor hacia las novedades. Se creó en tiempos de Pedro T un tipo nuevo de caracteres de imprenta para los \isos de la vida civil; se comenzó á publicar obras científicas é históricas; se construyeron teatros, á los que se llevaron todos los instrumentos de la orquesta moderna y actores y músicos extranjeros y donde se ejecutai'on dramas, óperas, sinfonías y cuartetos. Fueron llamados arquitectos, pintoi-es y escultores extranjeros para const r u i r y decorar iglesias, palacios y habitaciones particulai-es. Estudiaron los rusos idiomas; se fundaron escuelas; se envió á los jóvenes al Occidente para terminar sus estudios. Se importaron cargamentos enteros de libros ingleses, franceses y alemanes. Tradujéronse muchos de ellos al ruso. En resumen, dvirante más de un siglo Rusia fué á la escuela y trató de asimilarse la cultvira occidental con ardor probatorio de sus poderosas facultades mentales. Poco á poco trataron los rusos de imitar á sus maestros extranjeros, comenzaron á escribir poemas, comedias, novelas y dramas en su propia lengua, á pintar paisajes y cuadros de historia, á componer óperas, sinfonías y música de concierto. Dedicáronse sus sabios á investigaciones personales. Hoj' posee ya Rusia ciencia, literatura y arte ropios. H a terminado el período de mantenerse á la ofensiva y comienza k atacar. Durante largos años importó tiples extranjeras; ahora las tiples rusas aparecen en los teatros de la Europa occidental. Durante largos años los rusos han traducido é imitado las novelas extranjeras; ahora se comienza á traducir é imitar las novelas rusas. Durante largos años todos los descubrimientos científicos iban del Occidente á Rusia; ahora vienen algunos de Rusia al Occidente. Los cuadros rusos se introducen en las colecciones y en los museos extranjeros. Las sinfonías y las óperas rusas son eje cutadas en Alemania, en Francia y en Inglaterra...» Y el autor de esta página puede enorgullecerse á justo título de lo que Rusia significa en la ciencia, porque el ruso Novicow es uno de los mejores obreros de la Sociología. H e ahí el espejo donde hemos de mirarnos. ¿Somos, acaso, inferiores á los rusos? ¿Tenemos menos facilidades que ellos para comunicarnos con Europa?... ¿Pero á qué seguir formulando preguntas?... No es posible afirmar en serio que la raza española sea incompatible con el tipo de civilización científica que prevalece hoy en Europa, después de los resultados obtenidos en menos de medio siglo por un pueblo de raza amarilla, el imperio japonés. La «europeización» no es un sueño imposible. Veamos en el próximo número de MADRID CIENTÍFICO si es ó no necesaria. RAMIHO DE MAEZTU. Aprovechamiento de las basuras Se h a instalado en Darmen (Inglaterra), un matei-ial para la destrucción de las basuras aprovechando el calor desarrollado en esta operación, para el servicio de los tranvías eléctricos de la ciudad. Las basuras se queman en hornos del tipo Meldrom, con alimentación automática. Los hornos y las calderas están instalados en u n edificio situado cerca de la estación final del tranvía. Este edificio contiene, además, dos dinamos generadoras Siemens de 150 kilovatios, accionadas por una máquina de vapor de 250 caballos y una dinamo Mather y P l a t t , accionada por un motor de 450 caballos. Las calderas son del tipo Lancashire, y tienen 8ni,20 de longitud y 2™,40 de diámetro. La combustión de las basuras produce bastante vapor para producir la corriente necesaria para la alimentación de 3.500 lámparas de incandescencia de ocho bujías. Se queman diariamente de 32 á 38 toneladas de basuras, estando dispuestos los aparatos para quemar hasta 70 toneladas diarias. Se estima el poder calorífico de estas materias en el quinto de su peso de hulla. Hace ya algún tiempo que esta instalación funciona, y el éxito h a sido completo. Los residuos producidos por una ciudad de 40.000 habitantes se destruyen de una manera absolutamente inofensiva, y se obtiene gratuitamente una fuerza de 400 caballos durante doce horas. Con el empleo de acumuladores se puede obtener una fuerza de 260 caballos durante diez y ocho horas. La producción anual de energía se estima en 900.000 kilovatios. Madrid 61 mundo electrice i\ proceso de la electricidad Contomplación.—Grandeza del poder humano.—La fiebre del progreso.—¿A dónde vamos?—El imperio de la Electricidad. —Su ejecutoria.—Lo c|ue Qos ha dado y lo (jue nos promete. — Los nuevos Hermes de la magia negra.—Atención... Ante la vertiginosa evolución de los elementos de progreso que multiplican y estrechan los vínculos de ser á ser, de pueblo á pueblo, de Continente á Continente; á la vista de todos esos instrumentos que sobrepujan lo maravilloso y a g i g a n t a n el poder del hombre armando su brazo con el cetro de las fuerzas naturales; arrastrados, en fin, por ese torbellino de innovaciones que arrebata la humanidad por vías incesantemente nuevas hacia realidades jamás soñadas, la razón se enajena, y desvaría de asombro en asombro incapaz de discernir si palpamos la verdad categórica ó asistimos, cual otro Schar i a r , á las prodigiosas taumaturgias de Las Mil y una noches. E l adolescente, nacido en pleno cénit de la Industria contemporánea, carece del término personal de relación para poder apreciar en toda su magnitud la importancia de los últimos cambios acaecidos, pero el que frisa y a en la segunda etapa de la vida y recuerda la penosa diligencia, el torpe fusil de pistón y el sórdido candil, no vuelve de su estupor al ver en cuan breve lapso se han roto cordilleras, barreado mares, unido Continentes y aprisionado las zonas del planeta con los férreos músculos del hombre-poder; al considerar de qué portentoso modo se ha superado la fábula de Atlante, viendo al mundo grav i t a r en la mano del hombre, ni más ni menos que si éste, frágil arista de ab eterno, hollara hoy con su planta el solio do la Creación. Al contemplar eu el escenario humano esas pasmosas creaciones que se precipitan en serie perfectible como los acelerados trasuntos de un inmenso cinematógrafo, parecen explorados ya todos los ámbitos, recorridas totalmente las modalidades posibles, y próximos á secarse los manantiales de la presente civilización. Dominada ya la materia y planteados, ó en vísperas de resolución, problemas tan vastos como los de las grandes velocidades, navegación aérea y submarina, síntesis alimenticia, teleautomatía, utilización de la fuerza de las mareas, aprovechamiento industrial de la electricidad atmosférica y del calor solar... ya no se vislumbra en el horizonte 276 Científico sensible foco alguno que hiera la mirada eternamente codiciosa de la especie. Si como quiere M. Remond el hombre civilizado arranca de 1.200.000 años atrás, no es locura sospechar que la humana grey ha pasado de su mayoridad, y que aquellas estupendas conquistas, la prepotencia de que alardeamos, y esas precipitadas convulsiones de nuestra febril actividad, pudieran ser algo así como el canto del cisne, los últimos lampos de una luz que se apaga, el orgasmo epiléptico que precede á las profundas enervaciones. No es dable imaginar, que la humanidad prosiga durante muchas centurias el raudo movimiento que hoy la dispara, ni es fácil 23rever á dónde vamos á parar por este camino. El espíritu menos reflexivo se pregunta ya cuál es el próximo destino de los seres, y cuál el último necesario término de una progresión que nos lleva fatalmente al hombre-Dios. ¿Marchamos, por abdicación de la energía muscular, hacia un estado de afeminación psico-física como supone Havelock Ellis? ¿Estaremos por ventura en el vértice de la parábola, como el super-hombre de Nietzsche, y miramos ya la rama descendente de la civilización? ¿Cesará ésta por el diluvio glacial del Polo Sur como teme Cooke Eischer? ¿Volveremos por estertores cósmicos, al hombre troglodita para cumplir así la ley palingenésica de Vico, ó serán las ráfagas cometarias de Lockyer las que ahogue nuestro afán desapoderado, destruyendo las actuales formas biológicas, ó retornándonos á la edad de las cavernas? ¡ClH lo sa!; mas por el momento, la tierra es firme bajo nuestros pies, el sol brilla espléndido sobre nuestras cabezas, y la última estrella errante acaba de pasar sin azotarnos con su cabellera de íuego. ¡Gloria in excelsis...! Aquietemos nuestra zozobra y creamos, bajo la palabra de Elammarión, que por la vía del progreso tenemos que andar aún... 10.000.000 de años!! ** * Sin adular la magestad de la Ciencia Eléctrica, bien podemos loarla en sonoros alejandrinos, afirmando que á ella se deben los rápidos avances de nuestros días. E s verdad qua antes de su advenimiento ya, señoreábamos la materia, pero ni la fuerza animal, ni la del viento, ni la del agua, ni la del explosivo, ni la del vapor, alcanzaron jamás á darnos las dos formas supremas del dominio: el imperio del tiempo y el imperio del espacio. Aquellas fuerzas ejercían una acción 216 Miidnd Vicntifico inmanente, limitada, local, y aun así el efecto útil no se obtenía sino con la inevitable dilación de un transcurso de tiempo,' pero el efecto á fíístancia y el efecto en el instante, esa fórmula del predominio que nos permite estar en todas partes, y actuar en todos los momentos; ese jprecioso don que nos acerca á Dios porque nos hace ubicuos, estaba reservado á la Electricidad, y sólo á ella lo debemos. Su rango en la escala de la Fuerza está, en consonancia con su incorpórea naturaleza; abajo lo material, lo grosero; arriba lo impalpable, lo espiritual, como si esta cualidad misteriosa de su esencia le diera el privilegio de moverse con la velocidad de la luz y filtrarse con la sutileza del pensamiento. En el árbol de la Electricidad, como en el de la fábula india, cada rama, cada fruto, es brote de nuevos frutos, de nuevas ramas que avanzan y serpentean por todos los campos, no para invadirlos á modo de parásito chupador, sino p a r a embalsamarlos con su frescura bienhechora. Pero lo que ha otorgado á la Electridad su incontestable soberanía sobre toda otra manifestación del poder humano es la aceleración que imprime á las pulsaciones del progreso, es la conciencia de superioridad que h a despertado en nuestro ser, es su influencia generalizadora sobre las creaciones de cualquier orden, á tal punto que los inventos no tienen y a valor alguno 4 nuestros ojos si no multiplican el número, si no propagan el provecho á todas las clases, si no extienden por todos los ámbitos el acento del hombre, más imperioso cada día. A una exigencia sucede otra exigencia. T r a n s mitir el pensamiento á través de las fronteras es una maravilla que realiza el telégrafo de cuadrante-^ pero sus indicaciones son fugitivas; es necesario grabarlas, y se impone el telégrafo escritor. Esto no basta: el alfabeto Morse es lento, cada letra envuelve un logogrifo; se quiere g a n a r en claridad, en rapidez, y viene el aparato impresor. ¡Ah!, pero el espacio de signo á signo es tiempo perdido, y este derroche lo evit a r á el sistema múltiple. H a y que apurar más aún: es preciso que el hilo telegráfico abra paso, como las anchas calzadas, á yentes y vinientes, á despachos colectivos, para templar la devorador a sed de movimiento que nos abrasa, y esto se conseguirá con los sistemas diplex, cuadruplex, múltiplex... ¿Se calmarán aquí nuestros anhelos? ¡No! Comunicar el pensamiento á mil leguas no es n a d a : interesa cambiar la palabra con nuestros antípodas, y esta exigencia t r a e r á sucesivamente el tímido teléfono urbano, el sonoro micro-teléfono, la g r a n línea continental que demanda ya la inter-oceánica, el Telegráfono que habla y es cribe á un tiempo, y el Haut parleur que vocea la noticia, sin que para recibirla tengamos que interrumpir la tarea ni abandonar el cómodo sillón. Con ser esto un colmo, aiin no estamos satisfechos: después de hablar con el antípoda queremos... verle, y pedimos qijie la Electricidad mejore sus pantelégrafos para telegrafiar nuestros retratos; queremos transmitir la carta, y la mercancía, y pedimos el Tdeferraje; queremos que la misma edición de u n periódico aparezca simultáneamente en Londres y en Melbourne, y creamos el Electro-tipógrafo; queremos transmitir la fuerza, graduarla, transformarla, y pedimos á la Telodinamica eUctrica su formidable legión de alternadores, transformadores, receptrices, y eisas líneas de altísimo potencial que alargan el brazo del hombre á través de colinas y torrentes, y nos permiten llegar con el puño allí donde se antoja descargar la trompada. ¡Qué más! E l espacio abierto á la vida de relación y a no admite límites, y el Globo es pequeño para satisfacer la ansias de comunicación interplanetaria que van llevando al paroxismo el furor comunicativo del terrícola. Cerebros tal vez exaltados, pero tan perspicuos como los de Donglass, Tesla, F r a n k A. Norton... buscan medios de comunicación con los marcianos, y se anuncia en la Die Zeit con toda seriedad el viaje á Marte que Von Herr Ganswindt piensa realizar en un proyectil estudiado concienzudam.ente. lüi Pero uno de los títulos que más abrillantan la nobilísima ejecutoria de la magestad Eléctrica, es el haber sacado de las tinieblas al mundo, rasgando el negro sudario que lo envolvía; porque la Electricidad, como mujer al fin, gusta de most r a r sus galas á los cambiantes de una luz espléndida. Lo que en manos de Volta fué una chispa imperceptible, llegó á ser arco luminoso entre los reóforos de Davy, globo permanente después, y hoy magnífico proyector de donde saltan fúlgidas cascadas, que, al mágico toque de una llave, operan el milagro de Josué, ahuj'entan la noche, y clavan el sol en un orto perdurable. ¿Se concibe mayor enormidad? P u e s existe: lo queremos ver todo, aunque sea torciendo las leyes físicas; queremos suprimir los cuerpos opacos, queremos la doble vista. ¿De qué modo? In- Madrid ventando la Radiología, haciendo eso de los rayos X . Y a no cabe más... ¡Si! Los secretos de la onda h e r t z i a n a , la magia vibratoria, ese nuevo micrómetro del tiempo nos permite fabricar l a _ _ ~ - ^ - — ^ del segundo; otro paso y... ¡qué herejía! produciremos la luz natural!! Pero el trono de la Electricidad, semejante al de Damocles, tiene un dosel terrible; sus bienandanzas se ciernen sobre nuestras cabezas como la tupidas ramas de un upas funesto; ¡ay! del infeliz que ose tocar el nuevo árbol del fruto prohibido! E n la ceguera de nuestro frenesí no hemos advertido que al compás de cada progreso se iba tejierdo una red inextricable de peligros, cuyas mallas, cada vez más estrechas, afean las ciudades, obstruyen sus arterias y mantienen los espíritus en continuo sobresalto. ¡Qué contrariedad! ¿Qué hacer? E s fuerza evitar el inconveniente, barrer el estorbo, arrancar esas líneas aéreas, romper en mil pedazos esos grilletes puestos al infinito revuelo de nuestra libertad. Sí; pero ¿cómo? Pidiendo el remedio del mal á la misma causa que lo produce, porque la Electricidad, como la lanza de Aquiles, tiene la virtud de cerrar las heridas que ocasiona. Ella pondrá en vuestras manos arietes formidables, irresis tibies instrumentos de ataque para barrenar el subsuelo. Así como abi, después del S i n Gotardo y del Mont-Cenís los gnomos han huido de sus antros, y la vida subterránea os pertenece. Ella os brinda nuevas emociones, y podréis pasear el Metropolitano por el mundo de los topos, como paseáis el Stibmarino por la región del cetáceo y el Dirigible por la esfera de las águilas. El Metropolitano es tan sólo un recurso transitorio; la idea de convertir la caverna en ciudad deprime la altivez humana, porque al aproximarnos al centro de la tierra se siente rebajada nuestra superioridad, que tiene su n a t u r a l expansión hacia arriba, siempre hacia arriba, buscando el centro de las almas, siguiendo las espirales de nuestras oraciones, aspirando al nimbo glorioso de donde brotan los raudales de la luz eterna! Por eso... y por otras cosas, la canalización subterránea no responde á nuestra insaciable avidez de ambiente, soltura, facilidad y prontitud. ¿Qué importan las potencias de 100.000 caballos del Niágara, y los grupos electrógenos á 5.000 kilovatios del Moabit, si para desplegai sus efectos necesitamos construir caminos difíciles y dispendiosos? ¿De qué sirve que 277 Científico asgamos el cetro de J ú p i t e r , si no podemos fulminar el rayo allí donde no exista un vehículo material tiránico y estorboso? El problema es un verdadero nudo Gordiano, y para desatarlo hay que acudir al heroico procedimiento del Macedón: cortarlo de raiz, supriniiendo el conductor. La Electricidad será el sable de Alejandro; transformada en onda vibratoria romperá las ligaduras instaurando en su lugar el sistema sin hilos. Dado el primer paso con la telegrafía, el avance no se interrumpe, y de posición en posición [subiremos á la telefonía sin hilos, á la luz sin hilos, y en fin á la transmisión, sin hilos, de la E n e r g í a . El camino se abre á cien extrañas aplicaciones hondamente revolucionarias. La vía es tan ancha como el espacio, porque se proclama el medio aéreo como lazo iinico entre el oscilador que gen e r a l a onda y el receptor que se deja impresionar por ella. ** * ¡Extraña incongruencia! La electricidad, tan obsecuente y eficaz cuando le pedimos alas para la idea, para la palabra, para el dibujo, para el paquete postal, para la mercancía se muestra rebelde y desdeñosa cuando le pedimos alas para nuestros pies, como si ciertos repulgos de su castidad femenina la vedasen volar con el hombre libremente... Por eso el Automovilismo ha tenido que buscar en los motores térmicos la disminución de peso muerto que no ha encontrado en los motores eléctricos. El petróleo, la bencina, los hidrocarburos, han reducido á 2 kilogramos los 100 que pesaba el caballo de fuerza, y se persigue todavía en el alcohol, en el aire sólido, en la motorita y en los mismos explosivos, una mayor condensación de la fuerza utilizable. ¿Quiere decir esto que hay algo capaz de humillar la soberanía eléctrica? No. E n la partida empeñada, bien puedo la Electricidad dar esos tantos de ventaja á las otras formas de la Energía. ¡Aquélla es muy joven aún; dejemos. pa«ar algunos años; con ellos la mujer va dando de mano á escrúpulos monjiles, y, tengamos por seguro que la Electricidad será nuestra, la estrecharemos en el automóvil individual, y si es preciso, la embarcaremos después... en el barco autómata de Teslaü * * E s imposible detenerse ante cada una de las grandezas que atesora la maga electricidad. Su espirita creador se ha difundido por las demás Madrid Científico 278 ciencias, vigorizándolas y extendiendo su radio de acción. La Química, la Metalurgia, la Medicina... todas le deben el auge alcanzado: unas, la fuerza electrolítica para disociar moléculas antes irreductibles, ó formar compuestos jamás concretados; otras, las elevadísimas temperaturas del homo eléctrico para obtener productos) soldaduras j efectos sorprendentes; otras, el alto voltaje^ la incalculable frecaeiicia, las acciones radio-activas, galvánicas, vibratorias, luminosas, anestésicas... p a r a la obtención de resultados terapéuticos inesperados. Pero si todo esto es portentoso, la novísima ofrenda que nos promete la Electricidad rebasa los límites de lo creíble. Bradley y Lovejoy, haciendo saltar la chispa en un recinto aislado, acaban de obtener del aire los principios nitrogenados, que son la base de nuestro sustento. La fatídica ley de Malthus ha caído en defecto; los lúgubres vaticinios de William Crookes ya no se cumplirán. La tierra conservará sus nitratos... y ¡la humanidad no morirá de hambre! * * En presencia de tan grandioso panorama, la vistii se extravía, y perdida la noción de lo real caemos en los arrebatos del delirio. Después de lo posible queremos lo imposible; después de la fuerza ma erial, la fuerza moral; después de la Física, la Metafísica. Una legión de brujos congrega el aqu.elarre y evoca ya sus conjuros á las puertas 'el mundo espiritual: Goltscheider construye un liparato para medir las emociones y pesar el pensamiento; otro da un biómetro para registrar la vitalidad h u m a n a ; Metchnikoff anuncia el suero para r e t a r d a r la atrofia senil; Crookes, Carpenter, Barret... aspiran á fijar la comunicación telepática; Loeb pretende regenenerar el nervio muerto apelando á las corrientes eléctricas; este eminente embriólogo, y los no menos ilustres Von Schron, Einot, Koulapke, murmuran ya las fórmulas cabalísticas y aparejan sus retortas para fabricar la gelatina protoplásmica, la célula orgánica, el inicio de la vida, el homúnculo y la miiliórgula de Paracelso, ¡el milagro de la resurrección! Apartando los ojos de esa inmensa vorágine que amenaza sorber el buen sentido de los mortales, y sin forjar los vesánicos ensueños de aquellos que juzgan posible salvar las inmutables fronteras levantadas por la Naturaleza, cabe sostener que el essor actufvl es tan sólo la aurora de un día esplendoroso, un tibio reflejo de la inmensa corona de la electricidad. Cuanto concierne al estudio de esta ciencia y de su industria 'reviste un interés de orden primordial. Técnicos ó profanos, á todos importa conocer el movimiento de la cosa eléctrica, siquiera sea por sus líneas directivas, porque no es posible vivir hoy ajeno á los progresos de wii agente que de modo tan profundo actiia sobre nuestras necesidades, nuestras costumbres y nuestros medios de acción. E . DEL Rio J O A N . Ingeniero. Las palomas incusa jeras L a utilidad de las palomas mensajeras es conocida desde los tiempos más remotos. Por medio de ellas los romanos comunicaban el resultado de los combates de los gladiadores y los griegos, proclamaban en todo el país el nombre de los vencedores en los juegos olímpicos. Aplicaciones militares las huvo desde iin principio; las usó Roma en las guerras con Cartago y la rájjida conquista de las Galias por César se atribuye á las noticias que recibía por medio de palomas. En épocas máb recientes se renovó su empleo estratégico. Eoinyille refiere que los sarracenos enviaron por tres veces palomas mensajeras al Soldán para anunciarle la llegada del rey San Luis. E n las guerras de Elandes prestaron las palomas grandes servicios; en los sitios de Haslem y Leyden dieron tal resultado que el príncipe de Orange mandó que fueran varias de ellas alimentadas por cuenta del Erario, y que al morir se las disecase para conservarlas en la Casa de la Ciudad: por último, el hecho más reciente, el que ha dado á la paloma verdadera importancia militar y como consecuencia la fundación de Palomares Militares^ fué el sitio de P a r í s (1871) donde se comunicó con Tours; de unas 350 palomas de que se hizo uso, sólo 80 resultaron útiles, debido á la falta de experiencia en las sueltas y á las malas condiciones en que se efectuaron, pero quedó probada la utilidad grandísima que en una guer, a de sitio pueden prestar. La facultad ó instinto de la paloma se perfscciona con la educación ó se pierde si no se ejercita, comunicándose á la siguiente generación los perfeccionamientos ó bien la falta de enseñanza: por el cuidado en la selección y por la educación constante la raza belga marcha á la cabeza. E n esta raza se distinguen dos especies: la de Amberes y la de Lieja; la })rimei'a es grande, alta, y dealas largas; lade Lieja es pequeña, depico muy corto y muy esbelta; la primera se distingue por la resistencia y la segiinda por la ligereza. E n armonía con la clase de servicios que de las palomas quieran obtenerse se puede elegir el tipo conveniente para poblar el palomar, á cuyo efecto se, sigue la marcha de escoger varias parejas que hayan dado buen resultado en otros paloma- Madrid Científico 279 distancia llegando hasta 250 kilómetros en el res y éstas deben dedicarse á mantener la repoprimer año, y dejando intervalos de descanso, blación únicamente; adquiriendo ejemplares de de duración proporcionada al viaje. E l itinerados razas se unen por separado cada una y la experiencia aconsejará qué parejas pueden for- rio es siempre por los caminos ordinarios, ferrocarril, etc., van en jaulas de viaje especiales, y marse con una y otra, observando cuidadosamenconviene que cada paloma conozca un recorrido te las nuevas, á fin de entresacar de ellas, las de mejor resultado en viajes nuevos, que pro- con preferencia. crearán pioliones de grandes aptitudes; de manera E n el segundo año de educación se empieza por alguna es conveniente cambiar á un macho re- trayectos cortos de 10 kilómetros como el primepetidas veces de hembra pues de este modo pierro, pero luego se duplican las distancias, y se de el hábito familiar que en sí tiene, al contrallega á 600 al fin, guardando como anteriorriarse sus costumbres. En cualquier lugar se mente intervalos de descanso. En el último año, puedo formar una raza de mensajeras, pero el la distancia final, límite áque enBélgica se llega, trabajo es largo }• nunca llegarán á ser iguales á es á 1.100 kilómetros pero cuentan de antemano la raza belga que se llama en general á la que con una selección esmerada que se realiza en los resulta de la unión p r i m e r o s periodos. de las dos especies Si desde un prindescritas, reuniendo cipio se hace recolas ventajas de amr r e r á l a paloma bas. gran espacio se está expuesto á grandes Poblado el palopérdidas á no ser mar hay que atenque la raza que reder á la educación puebla sea muy buede los pichones y na , y aun en este empezar por aquecaso ocurre lo misrenciar los indivimo, pues según opiduos ; esto, que es niones de muchos muy sencillo con las colombófilos, la panacidos en el mismo loma mensajera no palomar ó con las alcanza el máximo que son muy jóvenes de amor al palomar y no han viajado, es más que cuando ha difícil con les manacido en él y es yores de diez meses arriesgado someter ó con los viajeros de á un viaje largo á otros p a l o m a r e s . u n a p a l o m a que Para aquerenciar apenas e s t á aquelos primeros basta renciada; por otra tenerlos unos días parte, los pichones sin salir, dejándoles jóvenes no soportan mirar al exterior coestos viajes, que únilocados en unas jaucamente deben efeclas llamadas de vetuarse c u a n d o se conocer que están quiere h a c e r una puestas en la parte primera selección. exterior d e l paloPaloma mensajera. L a s sueltas de larmar, en parajes que go recorrido se hacen por la mañana muy temdominan gran extensión de los alrededores; los prano, á fin de que quede tiempo suficiente para el individuos que han nacido y viajado partiendo regreso, y respecto al estado atmosférico ha de ser de otro palomar es preciso que crien en el nuevo bueno, lluvioso por excepción y nunca nublado; seis ú ocho veces antes de darles libertad. se sueltan por bandadas de 10 ó 12 en las que se Adquirido el afecto propio de la vivienda, que distinguen unas que guian (guiones) y otras que se reconoce por la seguridad del vuelo y la transiguen á las anteriores y se llaman pisteras. quilidad que en ella demuestran, y después de llevar volando más de un mes libremente por el La educación explicada es para palomas que exterior, se comienza la enseñanza, conducién- han de viajar libremente pero no es la misma dolas á UD kilómetro y soltándolas enseguida; se que se sigue cuando hayan de servir para estarepite lo mismo en otras direcciones y la dis- blecer correspondencia entre dos puntos detertancia se eleva sucesivamentehasta cinco ó siete minados; en este caso se empieza por escoger los kilómetros. machos fias hembras deben cuidar sólo de sus críasj y se los lleva varias veces al otro extreEstas operaciones deben hacerse temprano y antes de la comida para que sirva de incentivo mo, donde se habrá instalado un j)alomar de análoga disposición: en el primero se las jDriva en al regreso. Terminadas las ¡irimeras expedicioabsoluto de alimento, que debe dárselas al llegar nes que no tienen otro objeto que robustecer al pichón, se hacen otras paulatinamente á mayor al otro; después de varios días de este régimen se ••2B0 Madrid Científico á volar con el tubo suspendido para que se habilas somete á un ayuno riguroso que puede durar cuatro días como máximun dándolas suelta des- túen al peso. pués: acostumbradas á comer en el otro palomar Cuando el despacho no cabe en una tira delacuden á él volviendo al primero poco después gada de r.apel entonces se recurre á los procediá fin de reunirse á su pareja. mientos de foi-o-micrografia para lo cual en toSiguiendo una marcha parecida puede dárse- dos los palomares hay un laboratorio especial, dedicado á este objeto, provisto de los aparatos las de beber en un tercer palomar y de este modo se establece comunicación entre tres piTntos, necesarios para las reproduciones y ampliaciopero no da resultado el sistema, debido a l a s di- nes. El despacho se imprime en caracteres ordinarios y se hace la reducción en k película que ficultades que ofrece una educación tan compliluego se introduce en el tubo porta-despacho; cada. la película como el revelador que se usen, deben' La paloma es ave de bajo vuelo; soltadas desser lentos, el objetivo anastigmático y el diade los globos á más de 500 metros [de altura desciendo poco á poco describiendo espirales fragma reducido con objeto de que la imagen sea lo más detallada y clara posible. hasta encontrar la altura normal que' es mayor Recibido el desde 150 metros y mepacho se puede llenor de 250. var á una linterna L a velocidad es ó á cualquier aparabastante grande to de proyección y aunque inferior á la hacer la lectura dido l a golondrina; r e c t a m e n t e ; pero puede decirse que como convendrá terecorre 7 0 kilómen e r u n a c o p i a es tros hora, por térpreciso hacer la ammiHo modio, pero es pliación sobre pamuy variable y depel. Hoy día hay pende en gran parp r o y e c t o r e s muy te del estado atmosbuenos, en los cuaférico. les S9 utiliza la poSe reconocen si tente luz del arco son buenas cuando voltaico, con regual abrir las alas con ladores de gran prelas m a n ' s , las ciecisión que mantie, r r a n hiego con fuernen constante el eje za y sus movimiendel haz. tos son rápidos y El edificio del pav i v o s ; l a paloma lomar debe reunir mensajera es, en gecondiciones de venneral, brusca en su tilación en primer t r a t o y exce.-iivaérmino, aparte de m en te asustadiza , ser lo más seco posidistinguiéndose en ble; debe estar exjiartc de las oti-as puesto al Sur porpalomas, en el vuelo que así tendrá sol p e c u l i a r y en la mucha parte del día, abundancia de pluPaloma mer sajera. el frente debe ser lo mas. más despejado posiEstudiada la pable auuque no es preciso que esté en un punto loma ha}' que resolver el modo de utilizarla, y culminante; además se alejan con citidado las para ello se pueden hacer señales conducentes á causas que asusten á las palomas; la altura del la interpretación del despacho, ó bien enviarlo local destinado á las parejas no debe exceder de directamenie; en este caso se escriben casi siempre en un papel muy fino, para no estorbar el 2,5 metros para evitar que se puedan poner fuera del alcance de la mano. Cada local aloja 30 pavuelo, de menos de 0,04 de ancho y se introdurejas, término medio, y sti capacidad viene decen en el t u t o porta-despachos. Este titbo está terminada por la canti lad de aire que es necesaformado de un trozo del núcleo de una pluma; se escogen las plumas que han de servir de rio para cada una, admitiéndose como suficientubos, de las que caen en la época de la mu- te Im», por dos parejas, evitándose también la aglomeración; si el palomar cuenta con más del da; se las introduce después en un baño de agua, la que se hace hervir con lo que la pluma expe- número de pai'ejas citado, entonces, se instalan en dos ó más locales diferentes, que, por su rimenta un aumento de volumen y de plasticidad que permite cortarla del tamaño del tubo y prac- parte externa sondesiguales siempre para evitar ticar dos orificios dobles por donde pasan los hi- confusiones. los de seda que sujetan el canuto á la pluma; E n los palomares existen locales separados de desde muy jóvenes se acostumbra á lo? pichones los anteriores destinados á las palcmas'proceden- Madrid Científico tes de otro; en ellos se guarda absoluta separación de m-achos y hembras, con el exclusivo objeto de que no tormén afección al nuevo palomar. E n el interior se construyen casetas para nidos, las que se mantienen perfectamente limpias y se enlucen con frecuencia; para que formen el nido se las pone una cazuela de barro ó bien un cesto de mimbre de pequeñas dimensiones, siendo preferible el primero. La salida al exterior se verifica por una jaula de doble compuerta, y para avisar el regreso, en la parte inferior se coloca un bastidor giratorio que al bascular con el peso de la paloma cierra el circuito de un timbre. El material que se emplea en la construción del local es el mortero de cemento, por .ser muy duro y poco poroso, lo que aleja los peligros de los insectos y de los ratones. La alimentación es de alverja como base muy favorable al desarrollo muscular y se mezcla con liabas y trigo que las agrada mucho; también los colombófilos preconizan añadir á la aumentación orelmacia, sal r grava menuda, substancias que facilitan la digestión. El origen de la orientación de la paloma en el aire es muy discutido y sobre él se han expuesto hipótesis, algunas muy i-azonadas. Mr. Pedeissollí, explica un sexto sentido en ¡a paloma; el de la dirección, cuyos órganos radican en las proximidades del oído. P u y de Poddio admite un sentimiento magnéti- 281 co muy desarrollado y que luego á su vezse educa. Mr. La P e r r e du Bró admite la sensación eléctrica aparte de la debida á la temperatura y estado atmosférico; se funda en las alteraciones que el suelo sufre á través del aire con las variaciones de éste. Otros afirman que es la vista la que las orienta, pero esto desde luego no se admite porque si la distancia de suelta es grande, para llegar á ver el punto de partida tendrán que remontarse á una altura muy elevada por la esfericidad de la tierra, lo que como hemos dicho antes no ocurre. La opinión más próxima á la verdad es la de que la paloma tiene la memoria muy desarrollada y en los viajes toma puntos de referencia para el regreso. Aparte de las aplicaciones militares de las palomas, tienen otras civiles. Por su medio se pueden comunicar en cortísimo espacio, comarcas y casas de campo á donde las noticias lleguen con demasiado trabajo, los vapores avisarse con los faros y los puertos; se puede decir que es el único sistema de comunicación que pueden emplearlos de colonizadores en un país sin civilización; entre variasislas de un grupo será más barato valerse mensageras que establecer el cable de comunicación, y por último algunos autores señalan manejos bursátiles de excelente resultado que han tenido por origen la rapidez y el misterio del viaje de una palomaC. B . ' Ejemplares rnroR rtel Museo d*^ Historiü Natural de Valencia. ' Infi-eniero. 282 Madrid Científico Ingenieros parlamentarios Caando en números pasados denunciamos la autorización oficial otorgada á un Ingeniero extranjero para ejercer su profesión en nuestro país, suponíamos que los dijjutados que ostentan el título de Ingeniero no dejarían pasar sin la oportuna protesta parlamentaria la resolución ministerial, y así lia sucedido, en efecto: El caracterizado Ingeniero de Caminos, señor Cervantes, interpretando fielmente la aspiración de los Ingenieros españoles, ha llevado al Parlamento el asunto é interrogado al Ministro de Instrucción pública, en la forma que á continuación reproducimos del Diario de Sesiones: , El Sr. GerVSnteS: He pedido la palabra para hacer una pregunta al Sr. Ministro de Instrucción piíblica. Según una revista decenal que suele estar bien informada,un Sr. D. Francisco Sonier, hijo del director gerente de la fábrica de electricidad de Coruña, lia recibido hace pocos días el título oficial de ingeniero español, á pesar de haber hecho sus estudios en Francia y de ser subdito francés, como lo demuestra el hecho de haber cumplido en la vecina República el requisito del servicio militar obligatorio. Yo creo que esto es una enormidad y que la noticia debe ser completamente equivocada; pero, de todas maneras, por la veracidad que de ordinario tiene la revista Madrid Cienfifiro, que es la que la publica, deseo que el Sr. Ministro de Instrucción pública ténganla bondad de decir si es ó no cierta. El señor Gontle de Roraanones: Desea S. S. saber si es cierto que por el Ministerio de Instrucción pública se ha concedido validez á un título de Ingeniero exhibido por un subdito francés. El hecho es cierto: la contestación, por tanto, no puede ser más categórica {El Sr. Cervantes: Pido la palabra); pero necesito dar sobre ello las explicaciones necesarias. En este asunto, el Ministro de Instrucción pública no ha hecho más que conformarse con el parecer del Consejo de Instrucción pública para su visto-bueno y su aprobación á lo que el Consejo opinó, que no es otra cosa que cumplir lo que preceptúa la ley Je 18,57, ateniéndose estrictamente á la misma, cuyo cumplimiento no se puede eludir. Pero ya, antes de escuchar yo estas reclamaciones de parte de los señores Diputados, liahía venido resistiendo el conceder validez á los títulos exhibidos por los extranjeros ó por los que tienen hechos siis estudios en el extranjero, porque me parece que no era equitativo, ni aun justo, que se concediese á los títulos del extranjero una validez que los títulos españoles no tienen en el extranjero. A este efecto, en el mes de Octubre he dirigido una Real orden al Consejo de Instrucción pública para qvie su Sección 5.", que es la que se ocupa do la codificación, prepare un proj'ecto de ley encaminado á regular definitivamente todo lo que hace relación á esos títulos extranjeros, partiendo de la más absoluta reciprocidad. Pienso que este proyecto esté preparado dentro de poco, y en seguida lo he de someter á la aprobación de las Cortes. Mientras no se haya modificado la ley de 1857 no habrá más remedio que atenerse á lo que dispone la ley y conceder validez á los títulos extranjeros, siempre que reúnan las condiciones que la misma lej^ determina. El Sr. Cervantes: Tengo que lamentarme de que el Consejo de Instrucción pública, cuya alteza de miras j'o reconozco, no esté formado por los individuos del Colegio de abogados de Albacete. Los individuos de este Colegio no reconocen, para los efectos del ejercicio de su profesión, validez á los títulos de los abogados de Murcia, y en cambio, el Consejo de Instrucción pública encuentra perfectamente que los Ingenieros de Lovaina y de otros puntos puedan ejercer la profesión en España. Yo tengo que decir al Sr. Ministro de Instrucción que me parece muy mal la medida tomada y el consejo dado, y creo que S. S., en vez de dar disposiciones regulando lo que tienen que hacer los establecimientos privados, las Universidades y las Escuelas especiales, lo que debía hacer era suprimirlas todas. Si no lo hace, será igual, porque desde el momento en que se conceda esa validez, quiere decir que cualquiera, como el señor á que me refería el otro día, siendo un modesto sobrestante, se puede ir á una Universidad extranjera, en donde tan fácilmente se dan los títulos de Ingeniero, y venir á hacer la competencia á nuestros Ingenieros, que, como sabe todo el mundo, con tanta dificultad logran el título. Y no tengo nada más que hacer, sino formular mi protesta por el momento, de la manera más enéi'gica posible, y manifestar el deseo de que nos pongamos de acuerdo los ingenieros para defender nuestro derecho y nuestros legítimos intereses, si, como parece, se ha de tratar esta cuestión en la Cámara. El Sr. Conde de Romanones: A mí no me parece bien lo hecho; antes, por el contrario, me parece muy mal, y así lo he manifestado anteriormente. [FA Sr. Cervantes: Pues no ha debido hacerlo el Sr. Ministro.^ Pero los Ministros no pueden hacer otra cosa que cumplir las leyes ó proponer su modificación. Yo me he encontrado con el precepto de la ley de 1857, y ante los requerimientos del señor Cervantes me he propuesto modificar esta ley, y por eso, en 8 de este mes de Octubre, me dirigí al Consejo de Instrucción pública, diciéndole: «que la Sección 5." de ese Consejo, denominada de codificación, administración y régimen de la enseñanza, proceda con urgencia á la revisión de la legislación vigente sobre la incorporación de los títulos y estudios hechos en país extranjero, y proponga á la mayor brevedad un proyecto de ley, basado, á ser posible,-en la más estricta y absoluta reciprocidad.» De manera, que ha de reconocer mi amigo el señor Cervantes que yo coincido con S. S. en parecerme muy mal el actual régimen, y por eso intento modificarle; pero como ese régimen está establecido por una lej', no lo puedo modificar por un decreto y tengo que acudir á las Cortes para que lo modifique. Si hubiera podido modificar por decreto la lej', no se hubiera concedido la validez en el caso á que se refiere el Sr. Cervantes; pero como mis facultades no son esas, no tengo más remedio que presentar un proyecto para variar ese precepto de la ley de 1857, que á mí me parece muy malo y que no ha dado buenos resultados. El Sr Cervantes: Ruégole encarecidamente al señor ministro que como este asunto indudablemente se ha de volver á tratar en las Cortes, tenga la bondad de remitir una relación de los títulos que desde 1857, fecha de esa ley se han revalidado en España, que creo no será más que éste; pero con éste creo que los Ingenieros vamos á sufrir un empacho de legalidad. Madrid Científico Telegrafía sin hilos El presente y el porvenir L a vertiginosa rapidez con que se h a n desarrollado los progresos de esta maravillosa aplicación de los fenómenos electro-magnéticos, es un ejemplo notabilísimo de lo mucho y pronto que es capaz de hacer la ciencia contemporánea, poniendo á contribución el caudal de conocimientos adquiridos y el ingenio de los inventores. En 1888 Hertz ponía de manifiesto las ondas que llevan su nombre, confirmando la previsión de Maxwell. Dos años después Branly descubrió la propiedad de limaduras metálicas en que se tunda el cohesor. La conveniencia de utilizar éste para descubrir la presencia de las ondas electro magnéticas, fué indicada por Logde en 1894. Al año siguiente Popoff empleaba para el estudio de Ja electricidad atmosférica una disposición semejante á las primeras que luego se han ensayado en la telegrafía sin hilos. Y, en fin, en 1896 Marconi, joven de veinticuatro años, alumno del profesor Riglii, de Bolonia, cuyos experimentos sobre las ondas hertzianas hemos citado, hizo un ensayo decisivo, coronado por brillante éxito, logrando transmitir despachos en alfabeto Mor se. 283 Lo que hasta entonces había sido un bello ensueño pasaba á ser una realidad admirable por obra del afortunado y hábil experimentador. Marconi encontró el necesario apoyo en las autoridades y en el capital, y estimulado así á continuar sus trabajos empezados con tan feliz suceso, no ha cesado de perfeccionar su obra, obteniendo cada vez más hermosos resultados. E n 1897 trasmitió despachos á 16 kilómetros; en 1898 y 99 á 50 kilómetros. E n 1900 unió con su telégrafo F r a n c i a á Córcega, entre Biot y Calvi, á través de 175 kilómetros. Este exprimento marca una fecha célebre en la historia de la telegrafía sin hilos. Poco después franqueó el Canal de la Mancha, del cabo Lizard á la isla W i g h t , distantes 310 kilómetros. Últimamente ha anunciado haber percibido una señal á más de 5.000 kilómetros (cabo Lizard á Terranova). Tal hecho no aparece debidamente comprobado, por lo cual la afirmación de Marconi debe tenerse por aventurada. No han faltado á Marconi émulos y competidores en todas partes, hasta en E s p a ñ a ; pefo ninguno logró aventajarle. Sin embargo, no se crea que Marconi ha sido el más brillante inventor, el mejor dotado de facultades creadoras, entre todos los que han consagrado sus esfuerzos á estos estudios. En realidad, Marconi se ha valido de principios y descubrimientos anteriores á sus primeros ensayos, y aun en los perfeccionamien- FiCi. 11.—Vista exterior de ia estación de CaM. 284 Madrid Científico tos posteriores de sus aparatos la prioridad en muchas ideas correaponde á otros investigadores. E l triunfo de Maronni se ha debido principalmente á su gran facilidad de asimilación, gracias á la cual ha sabido aprovechar en beneficio cié su obra todo nuevo descabrimiento. Digamos algo de los perfeccionamientos i n t r i duciJos en el sistema y ensayados recientemente. Claro es que estas mejoras han tenido por objeto obtener una g r a n claridad de trasmisión al través de la mayor distancia posible. P a r a lograrlo los inventores se han esforzado en aumentar la energía del vibrador, y el poder de emisión de la antena, asi como la tensión de las vibraciones inducidas á su llegada al cohesor, á fin do hacerlas más perceptibles á éste. Además, como es un hecho comprobado que las señales se reciben tanto mejor y más lejos en cuanto el rec(!j)tor está acorclt con el trasmisor, es decir, cuando ambos sistemas dan vibraciones del mismo período, se ha procurado con m u c h i empeño realizar este sincronismo, al que so ha denominado í<ijiito»isación. P a r a aumentar la capacidad de las antenas so han ensayado varias disposiciones. Ya dijimos al estudiar la transmisión do señales, que Jas antenas cortas de gran diámetro no habían dado todo el resultado apetecido. En cuanto á las filiformes, Marconi las ha colocado á veces entre dos especies de cordones de enrejado metálico, y otras veces las ha formado por varios cables paralelos. De esta suerte de entenas múltiples fueron las empleadas en las célebres experiencias de Biot-Calvi. Estaban formadas por cuatro conductores paralelos, distantes entre sí l'",50, unidos en cantidad en el extremo superior, y lo mismo en la base por medio de un solo cable, fuertemente aislado, que penetraba en el edificio de la estación. La longitud de los conductores era de 52 metros en Biot, y de 55 en Calvi. E n nuestro grabado, (figura 11) se ofrece una vista de esta última e.?tación. Los cuatro hilos la de antena penden de los brazos de un aspa colgada á la extremidad del alto mástil, y su inclinación sobre la vertical es próximamente 1/3. Se ha puesto cuidadoso empeño en conseguir la syntonisación, problema no tan fácil de resolver como parece á primera vista. No basta que las dos antenas tengan la misma longitud; la composición compleja dol trasmisor modifica un tanto la relación entre la altura de la antena y la longitud de onda (un cuarto la primera da la segunda) para la estación emisora; se ha observado mediante minuciosos experimentos, que la relación enti-e ambas sufría ligeras variaciones de una oscilación á la siguiente, y que la longitud de la chispa también ejerce cierta influencia. Se comprende que la superposición de todas estas causas complica la cuestión. Con objeto de regularizar las vibraciones, se ha ensayado en las disposiciones más modernas producirlas en un circuito independiente del circuito antena-tierra. Los primeros que han emitido esta idea han sido Tesla en 1897 y Guarini en 1899. Asimismo se iia procurado acrecí.r Li tensión de las oscilaciones, antes de actuar sobre el cohesor, por apropiadas acciones de inducción. Describiremos sólo las disposiciones empleadas por Marconi y por los Sres. Slaby y Arco, que difieren esencialmente. E n el sistema del primero la antena del trasmisor está en serie con el secundario de una bobina de inducción B 1 fig. 12), cuyo otro extremo cíiinnnica con tierra. E l primario de la misma bobina forma á su v e z circuito con el oscilador o y con un condensador K, merced al cual, haciendo variar su capacidad, so det e r m i n a el período de las vibraciones; la regulación se completa modifican do Fie. 12. la longitud de la a n t e n a para poner ¡a acorde con las oscilaciones del vibrador. En el recei)tor (fig. 13) la antena está en ciicuito con e\ primario do un transformador de modelo e s p e c i a l , l l a mado por Marconi jigger. El secundario está formado pordosarrollamientospai-al)los, cuyos extremos van por una parte á enlazarse con el cohesor C, y por otra á las ar- x^yy^^y^Jnaam maduras del conKiG. 13. d e n s a d o r K, de p e q u e ñ a capacidad, que tiene por objeto impedir que el relé se encuentre en circuito corto. De esta manera el ciicuito recorrido por la corriente que acciona al relé está formado por la pila P la resistencia de auto-inducción i, i, el secundario del transfordor, el cohesor Ó y el relé R. L a s disposiciones adoptadas en el sistema Slaby-Arco difieren mucho, como indicamos, de las anteriores. En el trasmisor la antena está unida á tierra por intermedio del arrollan:dentó E (fig. 14), destinado á variar la longitud para obtener la regulación. El oscilador o está unido directamente á los borC < B nes de la bobina Rumkorf B; una de sus bofes comunica con la antena y la otra con un condensador K, cuya otra ar j.jj, jj madura deriva á tierra T Madrid Científico mediante una auto-inducción r e g u l a b l e F. L a antena receptriz (fig. 15), está dispuesta como la emisora. El cohesor C se halla intercalado en una derivación de la antena á tierra, así como el relé Ji y su pila P; pero con el fin de evitar que la impedancia del relé influya en las osc i l a c i o n e s que actúan sobre el -_p cohesor, se salvan la pila y el relé con un puente formado por el c o n d e n s a d o r K. Los arrollamientos E y E' FiG. 15. están destinados á regular convenientemente la syntonisación de los períodos, y la pequeña bobina M á aument a r el efecto de las oscilaciones sobre el cohesor. E l sistema Slaby ha sido adoptado por la marina alemana, que lo empleó con éxito satisfactorio en China. De la misma manera que se han estudiado importantes modificaciones en el montaje de los aparatos, s>e han practicado minuciosos estudios experimentales sobre el cohesor, tratando de obtener, no sólo la mayor sensibilidad, sino el que dicho órgano recobrase sin necesidad de sacudimientos su resistencia normal t a n pronto como cesara de estar bajo la influencia de las vibraciones eléctricas, es decir, que fuese auto-descoherente. Se ha observado que á partir de cierta diferencia de potencial entre los electrodos, la limadura no puede deacohererse por simple choque. Blondel llama á esto tensión critica de coherencia. Importa evidentemente quedar lo más bajo de la tensión critica que se pueda, adoptando para pila del relé una de pequeña fuerza electro-motriz. Como ejemplo citaremos las de O'Keenan y de Lalande, con un electrodo de estaño, que no pasan de 0,25 voltios, y han sido empleadas en los experimentos de Boulonger y Ecrrié. Estos señores, y antes Blondel, han modificado el tipo clásico del tubo Branly, dotándolo de un espacio suplementario, donde se coloca una reserva de limaduras destinada á hacer variar la cantidad de ellas comprendidas entre los electrodos cuando se va á regular el aparato. El modelo de Boulonger y Ferrié es más práctico que" el de Blondel. Se representa en la figura 16. La reserva de limadura va en una cavida, i ? p r a c t i c a d a en uno de los electrodos. Estos mismos experimentadores intercalan en el circuito del cohesor "un potenciómetro especial para variar el FIG. 16, 285 voltaje entre los bornes, regulando muy delicadamente la sensibilidad del aparato. Con tales procedimientos se ha logrado obtener cohesores de bajo voltaje mucho más sensibles que los de Marconi. E n t r e los medios usados para producir la descohesión de la limadura sin golpear, puede citarse el empleo de un electro-imán en derivación que, imantándose, al miamo tiempo que la corriente pasa por el cohesor, atrae la limadura y la desagrega. Tiene el inconveniente de que imante la limadura y se disminuya gradualmense la tensión crítica. En cuanto á los auto-descohesores, se ha ensayado con mediano éxito la sustitución de la limadura por granos de carbón ó granalla menuda de acero; el contacto imperfecto de un metal con el carbón^ de un metal con un líquido, y aun de dos metales. También se ha cambiado el dieléctrico usando el petróleo ó la parafina, sin que cesara de funcionar el cohesor. P o r último, con el fin de remediar ciertas irregularidades capricliosan notadas en los cohesores usuales, Branly ha experimentado con feliz resultado los contactos imperfectos de un metal oxidado con otro bruñido. Merecen calificarse de interesantísimos los intentos realizados para obtener trasmisiones múltiples y simultáneas con una misma antena, cuando es necesario acrecer la capacidad do tráfico. Las disposiciones con las que tales resultados se logran, se fundan en la syntonisación. Slaby y Mares ni son los inventores que más han hecho en este s utido. En el sistema Marconi la antena presenta tantas derivaciones á tierra como comunicaciones simultáneas se desean obtener. Sean, por ejemplo dos ifig. 17;. Cada una de Jas derivaciones lleva e l primario del transformador de cada unode los receptores los cualles están acordados para ondas de períodos muy diferentes. En las experiencias hechas con las estaciones de Biot y Calvi las longi"!^^ tudes de ondas eran de 300 metros y KlG. 17. de 70. Mas precisa impedirquo lasondas se mezclen, siguiendo indiferentemenie los dos caminos, y para ello en la derivación que han de recibir las ondas largas se intercala una auto-inducción que se opone al paso de las cortas y en la otra rama se dispone un condensador ci"^ se opone al paso de las ondas l a r g a s . El sistema de Slaby es muy distinto. Como en el montaje simple conserva la antena unida directamente á la tierra y saca las dos derivaciones de los cohesores, del mismo modo que antes sacaba una. Ambas derivaciones ingertan en un mismo punto do la ante- Madrid Científico 286 na (fig. 18). P a r a la trasmisión á distancias superiores al alcance de los aparatos está evidentemente indicado el empleo de puestos intermedia- c _^^_ FIG. E C 18. rios con relé-repetidor. Este procedimiento es útilísimo, sobre todo en la trasmisión en tierra, donde el alcance queda sumamente reducido. Mencionaremos las felices experiencias de G-uarini-Porerio entre Bruselas y Anvers. (Se concluirá.) E. N. B., Ingeoiero. "^^«^KJ*^ e i Canal ác Isabel I I Aproveoliando la festividad de los dos primeros días del mes, el ministro de Agricultura acompañado da los Ingenieros Sres. Inohaurrandieta, Arévalo, Alvares; Cascos y Arenas, y de otras personas visitó el Canal del Lozoya hasta .•^u nacimiento en la presa del Villar. El primer día se dirigió por la carretera hasta San Agustín, donde se desvió para continuar por el camino del servicio del Canal saliendo luego á la carretera cerca de El Molar. En este trayecto vio detenidamente los puentes ó acueductos de la Sima y Retuerta y los sifones de Guadalix que fueron abiertos ofreciendo el hermoso espectáculo que conocen los que han tenido ocasión de admirarlos. A las ocho de la noche llegaban el uiinistro y sus acompañantes á Torrelaguna donde las autoridades y numeroso público les dispensó la mas cariñosa acogida. Al siguiente día se dirigió la comitiva á Man jirón desde donde despviés de opíparo almuerzo se dirigió á la presa del Villar dedicando más de dos horas á examinar esta y todas sus dependencias escuchando sobre el terreno las explicaciones que los Sres. Inchaurrandieta y Alvareií Cascos dieron sobre las diferentes obras que se proj'ectan tanto para evitar las turbias como para corregir los defectos que hoy se notan respecto á otros extremos. La excursión fué agradabilísima y los que á ella asistieron, regresaron agradecidísimos á las atenciones que les dispensaron los empleados todos del Canal, debiendo hacer especial mención de los Ingenieros Sres. Alvarez Cascos y Olazabal, y del ayudante de Obras públicas, Sr. Lafiguera. ** * Cumpliendo el Sr. Inchaurrandieta el encargo que recibió al ser nombrado porHeal decreto de 17 de Octubre último director del Canal, ha presentado al ministro dos Memorias, una referente á la forma en que debe administrarse el Canal j ' otra de las obras que deben realizarse. La primera es un completo estudio de los diferentes .sistemas que pudieran emplearse, j^a arrendando á una empresa particular todos sus servicios, j'a administrándolos el Estado como hasta ahora. El Sr. Inohaurrandieta se declara partidario de un tercer sistema que podemos llamar mixto, consistente en arrendar sólo la recaudación, quedando á cargo del Estado la dirección técnica de todos los demás servicios y obras que hayan de llevarse á cabo. Respecto á estas, después de razonar en la Memoria á las mismas referentes, las que juzga necesarias para que el Canal llene cumplidamente todas las necesidades de asunto tan importante como el de abastecimiento de aguas á Madrid, sintetiza su pensamiento en la siguiente relación en que se determinan por el orden de prelación en que á su entender deben realizarse. 1.°, conclusión del tercer depósito: 2.°, cambio en las tomas de agua, adquiriendo los contadores necesarios; 3.°, cambio del sistema de llaves de riego; -1.°, acueducto de conducción hasta el Villar; 5.°, distribución de los barrios altos; tí.", distribución de los barrios inferiores; 7.°, reforma de la red de distribución antigua; 8.°, mejoras en la presa del Villar; 9.°, presa y acueducto del Guadalix; 10, reformas en el acueducto actual para utilizar toda su potencia de conducción; 11, construcción de las galerías para les grandes tubos; 12, depósito de agua clara. Simultáneamente—dice—pueden hacerse los estudios y emprender alguna de las obras siguientes, que son de poco coste relativamente. Colocación de aparatos para estudios metereológicos, aforo y líneas de carga. Policía de la cuenca del Lozoj'a. Destino del depósito menor. Destino de la acequia del Este. Esas son las propiiestas de la Dirección facultativa. Seguramente que el Ministro, antes de resolver, estudiará ei asunto con todo el detenimiento que por su transcendencia tienen. 61 Vasco-Castellano Ya presumíamos que íbamos á dar en hueso. El Vasco-Castellano nos perdona la vida, y los miles de duros que aventuramos en nuestro reto. Una cosa es empeñar la palabra al son de los burras inconvenientes de Aguilera, y otra pignorar un puñado de dinero en prenda de una determinada afirmación. Y basta de Vasco-Castellano. Nuestros lectores saben ya de sobra á qué atenerse. Ahora siga la empresa mandando sueltos de contaduría á las columnas de los periódicos. Es un entretenimiento como otro cualquiera. Producción de mercurio La producción de mercurio en los Estados Unidos en 1901, ha sido de 29.727 frascos de 7G y medio kilogramos, valorados en 1.382.306 libras esterlinas, contra 28.317 frascos y 1.302.58G libras esterlinas la de 1900. Madrid Científico 287 vocatorias. Todas las clases se hallan explicadas por ingenieros de Caminos. Se viene comentando no poco, en estos últimos días, entre Ingenieros é industriales, la resolución atribuida á una conocidísima personalidad del mundo de los negocios eléctricos, de abandonarla dirección de todas las empresas nacidas al calor de su poderosa iniciativa. Ignoramos .si los rumores circulados se refieren al presidente de la Sociedad eléctrica de Cbammberí. H a sido nombrada una Comisión compuesta del Presidente del Consejo forestal, el jefe de la Sección de montes, el In.spector general de primera D. José R. Inchaurrandieta, el Ingeniero jefe de segunda D. Rafael Alvarez Sereix, y el Ingeniero primero D. Ricardo Gómez y González de Valdés, con el encargo de proponer las reformas que se deban introducir en la vigente legislación de montes. H a sido muy elogiada la resolución del ministerio de Agricultura, merced á la cual desaparece la traba de los cuatro años de servicio en provincia para poder prestarlos en Madrid. La disposición consabida era absurda y sólo revelaba la debilidad de ministros y directores para oponerse á determinadas influencias. La Administración debe poseer suficiente libertad de movimientos para mandar á .sus funcionarios allí donde los juzque útiles para el servicio. La disposición hoy derogada fué implantada por el Sr. Catalina con el fin plausible de «reventar» á determinado personal, escudándose tras una medida de carácter igualitario. La Gaceta ha pxiblicado una Real orden del ministerio de Agricultura abriendo concurso para la provisión de 20 vacantes en el Cuerpo de interventores del Estado en la explotación de los ferrocarriles. El plazo para la presentación de solicitudes en el Registro general de este ministerio expirará á las dos de la tarde del día 1." de Diciembre próximo. Han comenzado las clase de preparación para Auxiliares de Obras públicas, en la antigua y acreditada Academia (Ventura de la Vega, 2) que tan brillante éxito ha obtenido en las pasadas con- En la sección 5.^ del Consejo Superior de Instrucción pública se han dividido las opiniones al t r a t a r , á propuesta del Ministro, de la forma en que se h a de modificar la Ley de Instrucción pública de 1857 respecto á la revalidación de títulos profesionales obtenidos en el Extranjero para evitar las justas quejas á que ahora da lugar la legislación vigente. Los Sres. Santa María de Paredes, Calleja y Sánchez Moguel proponen la reciprocidad absoluta. El Sr. Azcárate y otro Sr. consejero cuyo nombre no recordamos establece determinadas condiciones para que puedan rivalidarse. El criterio del Ministro es favorable á los primeros, por lo que puede asegurarse que en el proyecto de Ley que leerá esta tarde en las Cámaras propondrá la reciprocidad absoluta. Jnfomación intostrial Líneas férreas en Andalucía.—Dicen de Almería que se está imprimiendo una gran actividad á las tres construcciones de líneas férreas que lleva á cabo la Compañía de Ferrocarriles del Sur de España. Según informes de nuestro colega IJOS Transportes Férreos, en el trozo de Linares á Baeza (ocho kilómetros), q^ie completa la línea de Linares á Almería, se dedica toda la atención al pa,so superior .sobre la línea de Manzanares á Córdoba, que se encuentra inmediato á la estación misma de Baeza, Franqueando este paso, puede empezar el de vagones con carriles, traviesas y baJastro, para empezar inmediatamente el asiento de vías y conclusión de ésta. En la línea de Moreda á Granada, explotada hasta un avanzamiento dos kilómetros más allá de la estación de Daifontes, siguen con gran actividad todos los trabajos con el decidido propósito de llegar y abrir hasta Albolote dentro de tres ó cuatro meses. Albolote no queda más que á cinco kilómetros de Granada, y ya va viéndose, pues, la finalidad de esta línea. Y en la línea de Baeza (en cuyo punto muere hoy la línea férrea) á Guadix, sobre la línea de Almería, se trabaja igualmente con interés y se acentuarán todavía los trahajos. Sociedad de Gasíflcacídn Industrial.—Se ha constituido en esta Corte con un capital de 8 millones de pesetas bajo los auspicios del marqués de TJrquijo, D. .losé Antonio Ibarra, «Crédito Indus trial GijonésK y otros. El propósito es fabricar electricidad con gas pobre, con utilización de subproductos, empezando por orear 10.000 caballos eléctricos para alumbrado y fuerza motriz de Madrid. Traviesas de cemento armado.—Copiamos de Ei Correo de Cantabria la siguiente noticia: «Nuestros convecinos los laboriosos industriales D. Valentín Zubizarreta y D. J u a n Calzada han tenido la fortuna de ver coronados por el éxito sus esfuerzos y sus iniciativas. »Según hemos oído las pruebas de las traviesas de cemento armado, invención de aquellos obreros, 288 Madrid Científico están dando un resultado superior, si se quiere, á los cálculos formado'^. Esas traviesas, ensayadas por la Compañía del Ferrocarril del Norte con sus trenes de enorme poso y la mucha circulación de su línea, permiten liar por lieolio el que los ferrocarriles del porvenir \ las reparaciones de los actuales no contarán con o' ro sistema de traviesas que la de cemento armado; lo que supone una verdadera revolución en las construcciones de esa clase. sLos Sres. Zubizarreta y Calzada tienen la patente de invención de sus traviesas en España y en muchas naciones de Europa y América, por lo que es de creer que en tiempo no lejano, y para la explotación de aquel derecho exclusivo á fabricar traviesas de cemento, se instalen importantes industrias en nuestra provincia.» Las minas del InCiO.—Según la prensa de Galicia el Marqués de Comillas es el verdadero arrendatario de las minas del Incio. Se da por hecho que se construirá un ferrocarril de vía estrecha desde el Incio á enlazar en Monf j r t e con la línea de Vigo. Es posible que ya estén hechos los estudios completos. Ferrocarril de San Miguel.—Puede considerarse como terminada la construcción del ferrocarril de 00 centímetios y longitud de 15 kilómetros, que desde la mina de piritas ferrocobrizas San Miguel^ de la Compartía Mineira de San Miguel de Huelva, en término de Almonaster, concluye en el apeadero de Tamujoso, entre las estaciones de El Cerro y Valdelamusa. Tranvía de Coruña al Buroo.—Ha sido aprobado por el Ministerio de Obras públicas, un proyecto de tranvía eléctrico entre la Coruña y el Burgo, presentado por D. Joaquín Gisbert. El ancho de la vía es de un metro. Aprovechamientos de aguas.—D. JUHO Carvallo y Carrión ha solicitado el aprovechamiento de •2.000 litros de agua del río Guadarrama, en término de El Escorial, con destino al abastecimiento de Madrid. — D. Bernardo Mateo Sagasta ha solicitado autorización para derivar de los arroyos Cabeza do hierro, Guarramás, Hoyo del Toril y Peñalara, y un caudal de agua de 600 litros en invierno y 250 en estío, en termino'de Rascafría, con destino á producuión de energía eléctrica, creando un salto de 241,60 metros, a l que se denominará de Peñalara. —D. Carlos Barranco Estéfani ha solicitado autorización para derivar del río Manzanares todo el caudal del río en el estiaje, excepto 50 litros que se dejarán correr libremente por el cauce, y 2.500 por segundo de tiempo cuando el caudal del río sea superior á 2.550 litros en la misma unidad de tiempo, caudal que aprovechando lina altura de caída de 12,()2 metros produce una potencia máxima de 420 caballos de vapor nominales, transformable en energía eléctrica, para iiso exclusivo del concesionario. Las obras que pretende ejecutar consisten en la construcción de una presa de 0,70 metros do altura media sobre el lecho del río y 0,50 metros .=iobre el estiaje, jn-esa que estará sitviada 780 metros agua abajo de la desembocadura del arroyo Culebro, caudal que marchando por un canal de 2.647.91 metros es conducido y vierte en el río J a r a m a 450 metros aguas arriba de la presa de la acequia real de Tarama, punto en que se constituirá la casa de máquinas. Las obras sólo afectan al término municipal de Vaciamadrid. La Estrella.—Sociedad anónima de seguios, domiciliada en Cartagena.—Capital, 10.000.000 de pesetas.—Hamo de incendios: capitales asegurados, 4()().442.445 pesetas. — Primas vencidas y accesorios, 838.231,()9.—A deducir: Primas por riesgos reasegurados, 4().024,28.—Comisiones y corretajes, 208.696,17.—Siniestros pagados y en liquidación, 110.041,79.--Gastos generales, 34.466,60.—Gastos de instalación, mobiliario é impuestos al Tesoro al constituirse la Compañía, 41.571.-Total, 440.798,84. Reservas, 397.432,85.—Primas debidas, á cobrar en años sucesivos (cerca), 4.000.000. Bamo marítimo: Capital asegurado, hecha deducción de las cantidades reaseguradas, 68.916.610 pesetas.—Prinii-s vencidas, 1.072.064,40.—A deducir: Primas de reaseguros, extornos y devoluciones de primas, 155.657,2().—Comisiones y corretajes, 50.659,79. —Siniestros pagados, 122.873,17.— Gastos generales, 41.207,27. —Gastos de instalación, mobiliario, impuestos al Tesoro al constituirse la Sociedad, 31.133,28.—Total, 401.530,77.—Reservas, 670.533,63. Cartagena 16 de Octubre de 1902.—El Director general y Director del ramo Marítimo, A. Kaden. —El Secretario general y Director del ramo de Incendios, P. Ramognino. MoVimicttto del ycrsowal Obras públicas —Ingenieros. - Han sido confirmados en el cargo de Vocales del Consejo: D. .José García Morón, D. Manuel de la Fuente, D. .José Ezcurdia, D. José Casto Olano, D. Leonardo de Tejada y D. Francisco de Lizarraga. —Han sido i.ombrados Vocales: D. .Jenaro Palacios, D. Rafael Monares, D. J u a n Pablo Serrano, D. Pantaleón Gutiérrez, D. Rogelio Inchaurrandieta, D. Rafael Navarro, D. Manuel García Araus, D. Joaquín Bellido, D. Eduardo Echegaray, D. Mariano Martin Campos y D. J u a n Antonio Moreno. —D. .José Casto Olano, D. .Joaquín Bellido y don Manuel G. Araus, han sido nombrados Presidentes de las Secciones I.", 2." y 3."'' —Se h a dispuesto cesen en el cargo de Vocales del Consejo: D. Mariano Naya y D. Enrique Cardenal, y en la Inspección de ferrocarriles D César Llorens, j ' se nombran Secretiirio general. Secretario de la Sección 1." y Vocal del Consejo, respectivamente. —El Inspector de 1." clase, D. Pantaleón Gutiérrez, ha solicitado su jubilación y el de 2.", D. Rafael Monares, la declaración de supernumerario. Auxiliares.—Han sido trasladados: D. Jacobo MereciUo, de Logroño á la 1.* división; D. .José Cuitat, deLérida á Guadalajara; D. Casimiro Sanz, de Guadalajara á Lérida, y D. .Jnan Churruca, de Valladolid á Burgos. Servicio agronómico El Ingeniero jefe de I.", D. Francisco Arranz y el de 2.''', D. José Torres Pardo, han sido jubilados. —Han sido nombrados en las cinco vacantes de Ayudantes cuartos anunciadas: D. Alejandro Guijarro, D. José Remis, D. Alejandro Hernández, D. Florencio Delgado y D. Emilio González. M.^DRID.—Est. tip. de .\RTE Y LETBAS Santa Felicianp, 13.