Naciones Unidas requiere un impuesto internacional para recaudar

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Naciones Unidas requiere un impuesto internacional para recaudar 400 mil millones de dólares con el fin de financiar las necesidades de desarrollo
Las necesidades financieras de los países en desarrollo han excedido de manera sustancial la voluntad y la capacidad de los donantes para aportar ayuda Nueva York, 5 de julio de 2012 – La Organización de las Naciones Unidas está proponiendo un impuesto internacional, combinado con otros mecanismos de financiación innovadores, con el propósito de recaudar más de 400 mil millones de dólares anuales que orientaría al desarrollo así como para enfrentar problemas mundiales como la lucha contra el cambio climático. En su informe anual sobre el desarrollo mundial, Estudio Económico y Social Mundial 2012: En busca de nueva financiación para el desarrollo, dado a conocer hoy, Naciones Unidas dice que, en momentos de dificultad financiera, muchos países donantes han recortado la asistencia para el desarrollo. En 2011, por primera vez en muchos años, los flujos de ayuda han disminuido en términos reales. El estudio llega a la conclusión de que las necesidades financieras de los países en desarrollo han excedido de manera sustancial la voluntad y la capacidad de los donantes para aportar ayuda. Será difícil, sobre todo para los países menos desarrollados, encontrar los recursos necesarios para lograr los Objetivos de Desarrollo del Milenio y hacer frente a otros problemas mundiales, como, por ejemplo, el cambio climático. La necesidad de contar con financiación adicional y más previsible ha obligado a buscar nuevas fuentes que sirvan de complemento – más que de sustituto – de la ayuda. En la década pasada se emprendieron algunas iniciativas innovadoras, fundamentalmente para financiar programas de salud a nivel mundial con el objeto de proporcionarle a millones de personas del mundo en desarrollo vacunas y tratamientos contra el SIDA y la tuberculosis. En el estudio de Naciones Unidas se llega a la conclusión de que, si bien esas iniciativas han aplicado con éxito nuevos métodos para canalizar la financiación para el desarrollo hacia la lucha contra las enfermedades, a duras penas han proporcionado financiación adicional alguna más allá de la asistencia tradicional para el desarrollo. Según el autor principal del estudio, Rob Vos, “los países donantes han estado muy por debajo de la ayuda con la que se habían comprometido, por lo que la asistencia para el desarrollo disminuyó el año pasado debido a recortes presupuestarios que incrementaron el déficit en 167 mil millones de dólares. Aunque los donantes cumplieran sus compromisos, se volvió necesario buscar nuevas vías para hallar recursos con que financiar las necesidades de desarrollo y hacer frente a los crecientes problemas mundiales, como la lucha contra el cambio climático.” El Sr. Vos dijo que son varias las maneras que se estaban recomendando para procurar recursos por medio de mecanismos internacionales, como impuestos coordinados a las emisiones de carbono, a los viajes en avión, a las transacciones financieras y al canje de divisas. Esos impuestos también tienen racionalidad económica, ya que contribuyen a estimular el “crecimiento verde” y a mitigar la inestabilidad del mercado financiero. En pocas palabras, estos mecanismos de financiación ayudarán a los países donantes a dejar atrás su historial de promesas incumplidas en beneficio propio y del mundo en general. Aprovechar el potencial En el Estudio Económico y Social Mundial se considera que las posibilidades de ampliar o emular las iniciativas actuales son muy limitadas para cubrir las necesidades de financiación del desarrollo en los próximos decenios. De ahí la necesidad de buscar nuevas fuentes. Los expertos que llevaron a cabo el estudio consideran que se podrían recaudar más de 400 mil millones de dólares por medio de los siguientes mecanismos: 1 
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un impuesto a las emisiones de dióxido de carbono en los países desarrollados: un impuesto de 25 dólares por tonelada le permitiría a las autoridades nacionales recaudar aproximadamente 250 mil millones de dólares anuales, que se asignarían a la cooperación internacional; un pequeño impuesto a las transacciones de monedas de media centésima de punto porcentual (0,005%), que incluya a las principales cuatro divisas (dólar, euro, yen y libra esterlina), proporcionaría unos 40 mil millones de dólares anuales para la cooperación internacional; la asignación de una parte del impuesto propuesto a las transacciones financieras en la Unión Europea (que se espera recaude hasta 55 mil millones de euros o 71 mil millones de dólares anuales) para la cooperación internacional; las asignaciones periódicas de derechos especiales de giro (DEG) del FMI y el uso de los DEG “ociosos” podrían aportar unos 100 mil millones de dólares anuales para la adquisición de activos de largo plazo que se utilizarían entonces como financiación para el desarrollo. En el estudio se señala que esos mecanismos son técnicamente viables y razonables desde el punto de vista económico. Podrían agilizar la consecución de los medios para cubrir necesidades urgentes de financiación del desarrollo mundial. Vos dijo que “aprovechar el potencial de esos mecanismos requerirá un acuerdo internacional y la voluntad política correspondiente, tanto para aprovechar las fuentes como para asegurar la asignación de ingresos para el desarrollo”. El estudio sugiere también otras opciones que podrían ponerse a prueba pero que requerirían una mayor preparación técnica; tal como, un impuesto a los multimillonarios, que consistiría en, por ejemplo, un 1% de la riqueza acumulada personal de mil millones de dólares o más, cantidad que se destinaría a financiar los objetivos de desarrollo mundial acordados internacionalmente. Según Sha Zukang, Secretario General Adjunto del Departamento de Asuntos Económicos y Sociales de las Naciones Unidas, “el estudio aporta importantes sugerencias para generar apoyos financieros sólidos para las actividades que se llevarán a cabo como seguimiento del acuerdo alcanzado en la reciente Conferencia de las Naciones Unidas Rio+20 para lograr el desarrollo sostenible mundial”. En el estudio se señala que el diseño de mecanismos apropiados de gobernanza y asignación es decisivo para la financiación innovadora a fin de satisfacer en última instancia las necesidades de desarrollo y contribuir a la financiación del programa de desarrollo después de 2015. El comienzo de la financiación innovadora del desarrollo: la salud como área experimental En los últimos años, se han establecido algunos mecanismos en el marco de la financiación innovadora para el desarrollo, fundamentalmente en el área de la salud, como son el Servicio Financiero Internacional para la 2 Inmunización, Compromisos anticipados de mercado para las vacunas contra los neumococos, el Servicio de Medicamentos Asequibles contra la Malaria, Debt2Health y Product Red. El estudio social confirma que estos mecanismos han aumentado la eficacia de la ayuda e incentivado las investigaciones; han contribuido extraordinariamente a la financiación del Fondo Mundial de Lucha contra el SIDA, la Tuberculosis y la Malaria y sobre todo a UNITAID y GAVI; y han contribuido a la lucha contra el SIDA, la tuberculosis, la malaria y las enfermedades que se pueden prevenir con vacunas. Ahora bien, en el estudio se llega a la conclusión de que los fondos canalizados por medio de estos programas proceden fundamentalmente de los presupuestos de ayuda existentes y no de la generación de recursos adicionales. En general, desde 2006 se ha canalizado por medio de estos mecanismos innovadores un total de 5.800 millones de dólares, pero solo unos pocos centenares de millones de dólares se pueden clasificar como suma adicional. Hasta la fecha, esos recursos innovadores en el área de la salud se han asignado, por regla general, a vacunas y productos farmacéuticos para luchar contra enfermedades específicas, como el VIH, la tuberculosis y el paludismo, lo cual ha traído consigo importantes beneficios en áreas específicas del control de las enfermedades. Sin embargo, en el Estudio Social y Económico Mundial se advierte que, en algunos casos, estos fondos mundiales han pasado por alto prioridades nacionales de salud más amplias de los países en desarrollo y han contribuido a la fragmentación del apoyo internacional a los sistemas de salud de los países de bajos ingresos. En el estudio se llega a la conclusión de que, en vez de un grupo de fondos para enfermedades específicas, sería mejor centrarse en hallar nuevos recursos para prestar un apoyo presupuestario más amplio a los sistemas de salud en los países en desarrollo necesitados y consolidar los actuales mecanismos de desembolso para enfermedades específicas en un solo “fondo mundial para la salud”. Mecanismos de financiación para atender el cambio climático Según el estudio, el potencial para obtener financiación para el desarrollo de manera innovadora es especialmente elevado en el área de la lucha contra el cambio climático. Los mecanismos innovadores de financiación del desarrollo han recaudado unos mil millones de dólares para atender el cambio climático, aunque hasta la fecha los desembolsos han sido relativamente limitados. La financiación innovadora enfocada al cambio climático tiene la posibilidad de aumentar sustancialmente en los próximos años, a medida que la Unión Europea utilice cada vez más la licitación de los derechos de emisión, que posiblemente generen unos 20 a 35 mil millones de dólares en ingresos anuales. Sin embargo, si se exceptúa a Alemania, los países miembros de la Unión Europea no se han mostrado hasta la fecha dispuestos a comprometerse a asignar una proporción específica de esos ingresos a los programas internacionales debido en parte a presiones financieras internas. No obstante, se podrían recaudar entre 3 y 5 mil millones anuales, si los demás países igualaran el compromiso de Alemania. El aumento de los fondos para usos relacionados con el cambio climático en los últimos años ha dado lugar a la proliferación de distintos fondos para atender el tema del clima con una limitada coordinación entre ellos. En el Estudio Económico y Social Mundial se señala que es importante evitar que siga prevaleciendo esa fragmentación ante un aumento de la financiación tradicional e innovadora. Como en el caso de la salud, un enfoque más eficaz sería consolidar los mecanismos de desembolso. El estudio considera que el acuerdo internacional para establecer el Fondo Verde para el Clima podría ser el punto de partida para dicha consolidación. Contacto con los medios de información y para solicitar entrevistas: Newton Kanhema, Departamento de Información Pública de las Naciones Unidas Tel +1 212 963 8264; correo electrónico: kanhema@un.org Información general: El Estudio Económico y Social Mundial es un informe anual producido por el Departamento de Asuntos Económicos y Sociales de las Naciones Unidas. Este material versa cada año sobre un asunto diferente. El informe se puede adquirir en http://www.un.org/en/development/desa/policy/wess/index.shtml Se puede solicitar un USB drive con el informe y las ediciones anteriores del Estudio Económico y Social Mundial enviando un mensaje electrónico a dpad@un.org Publicado por el Departamento de Información Pública de las Naciones Unidas 3 
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