12 MArTES, 5 dE MAyO dE 2015 DE MÁLAGA Crónicas de la ciudad laciudad@epi.es La Costa del Sol lleva su oferta al mercado de Oriente Medio La Costa del Sol está presente desde ayer y hasta el 7 de mayo en una nueva edición de la Arabian Travel Market (ATM), la principal feria turística de Oriente Medio, en la que tiene prevista impulsar el turismo de lujo. El presidente de Turismo Costa del Sol, Elías Bendodo, destacó ayer que la provincia se ha convertido en el tercer destino nacional preferido por los turistas de Oriente Medio tras las dos grandes ciudades de España, Madrid y Barcelona. L. O. MÁLAGA LA OPINIÓN Visita de alumnos de la UMA a instituciones y empresas de Corea Un grupo de alumnos del Grado de Estudios de Asia Oriental, Mención Corea, que se imparte en la Facultad de Estudios Sociales y del Trabajo de la UMA, dentro del marco del Plan Propio de Docencia Andalucía TECH (grados conjuntos), han realizado una visita a instituciones y empresas coreanas ubicadas en Madrid para conocer de cerca la realidad de aquel país y familiarizarse con su cultura, sus actividades económicas y sus empresas. Dentro del recorrido se incluiyó la embajada de la República de Corea y el Centro Cultural Coreano, además de la empresa Samsung Electronics. El renacimiento de la calle Ancha del Carmen La calle ha logrado mantener su estética y se diferencia del resto del Perchel para convertirse en un reducto tradicional como lo es el Llano de Doña Trinidad Alfonso Vázquez laciudad@epi.es / @alfonsvazquez En esa pugna sin sentido que mantienen los seguidores acérrimos de la Semana Santa de Málaga y la de Sevilla, se suele poner como punto débil de la primera el entorno. La capital de la Costa del Sol, como ciudad costera española que se precie, ha padecido una presión urbanística brutal y hasta ha pasado por años en los que el ordenamiento urbanístico, en el momento del despegue de la construcción en los 60, se limitó a unas disposiciones de co- mienzos del siglo XX por un traspiés en los tribunales. El resultado ya lo conocemos. Mientras la capital andaluza, con menos salvajadas urbanísticas por metro cuadrado, ha podido salvar los muebles, en Málaga muchas salidas procesionales y el recorrido hasta la calle Larios, se han visto acompañadas de solares, derribos, edificios de ocho plantas al lado de casas matas y el mar de paredes medianeras y cables que encrespa nuestro ánimo y afea el paisaje. Así ha sido en muchos rincones de Málaga, bastantes de los cuales perduran para nuestra desgracia, pero también resultaría injusto no llamar la atención sobre esos otros que están resurgiendo de las cenizas y que, esperanzadoramente, no se limitan al Centro Histórico. Un ejemplo de este renacimiento lo tenemos en la calle Ancha del Carmen, casi el último reducto más o menos verídico del barrio del Perchel –junto al Llano de Doña Trinidad– pues en los últimos 40 años el barrio ha sido demolido con una eficacia y tenacidad ejemplar. y está por ver si aguantarán una década más los restos del abandonado convento carmelita de San Andrés, protegidos y a la vez ignorados en la práctica por nuestro Ayuntamiento, cuyo impulso inicial fue convertirlo en fosfatina ante el poco valor del edificio –impulso poco ejemplar y felizmente apaciguado–. La calle Ancha del Carmen es otro cantar. Tiene visos de convertirse en el último recuerdo visitable del Perchel como en Berlín subsiste como único vestigio de la ciudad medieval el barrio de Nikolai, reducido a tres o cuatro coquetas callejuelas, con la salvedad de que esa zona fue bombardeada y aniquilada durante la II Guerra Mundial. Porque aunque han desaparecido la mayoría de edificios tradicionales, convertidos en los últimos años casi en carcasas, por lo menos están siendo sustituidos por una arquitectura acorde con la calle. Se trata de edificios que si bien no innovarán desde el punto de vista estético, cumplen su papel de recuperar la calle Ancha del Carmen sin robarle la personalidad y de paso, ofrecen una perspectiva de fachadas de colores que recuerda a muchas calles del Centro. Hay por tanto que felicitar a los técnicos que han tratado de mantener las condiciones estéticas de la calle. Otro cantar, claro, es si los nuevos precios y alquileres de estos edificios han podido mantener a los vecinos y comerciantes de toda la vida pero como consuelo no se ha optado por construir como en el resto del Perchel.