Javier Sadaba: “La pérdida de un ser querido puede poner en cuestión la identidad de uno mismo” 26.Abu.2016 1 2 El dolor se ha estudiado mucho en la neurofisiología. Se conoce y se combate. “Es un golpe ante nosotros, y hay límites nítidos entre el dolor y el sufrimiento, porque el dolor no siempre es físico. Hay que conocer qué es lo que nos sucede realmente, conocer bien nuestro cuerpo, porque cuando tenemos dolor, únicamente ponemos la atención ahí”. La pérdida no es, según el filósofo, un hecho in factum; tiene un antes y un después. El antes lo compone el contexto previo de la pérdida; en el después se encuentra el duelo: “Al principio no te das cuenta, no eres consciente de lo ocurrido y no te lo crees; entonces es cuando la ausencia se hace más presente y emerge la tristeza y la melancolía de manera continua”. La pérdida de un ser querido puede poner en cuestión la identidad de uno mismo. Pero no cualquier identidad, sino la identidad real, empírica, oncológica. “Pertenecer a una persona hace que dos se conviertan en uno, y con la pérdida se rompe la unidad quedándose el ser enteramente con una tarea difícil de recomponer”. Sádaba también ha hablado sobre la somatización, y es que los dolores del alma, en el más sentido aristotélico, se transforman en síntomas orgánicos, se exteriorizan y aparecen el estrés, la ansiedad y la tensión. Otra de las consecuencias tras sufrir una pérdida es que se transforma el modo de ver el mundo: son cambios que afectan a la cosmovisión y cómo uno ve la vida y la muerte. “El sentido de la vida ya es de por sí un problema. Lo que menos importa es si merece la pena o no vivir. Cuando ya estás dentro de la vida no te queda otra, tienes que darlo todo”. Tras la muerte de su mujer, Sádaba cree que ahora valora más que nunca la amistad y la familia. Sin embargo, se ha percatado de que la filosofía, su profesión, ya no ocupa tanto lugar en su vida. “Te das cuenta hasta qué punto te conoces a ti mismo”. El filósofo ha sugerido qué es lo que habría que hacer en caso de tener que superar una situación de pérdida. “No creo demasiado en la psicología positiva; de hecho, le tengo miedo, porque es el sustituto de la religión”. Las claves para hacer frente a la situación son el apoyo de la familia, los buenos amigos que acompañan y saben escuchar al otro. Los libros como medicina excelente y la diversión. “Hay que coger otra dirección. Escuchar música o entregarte a la gente pueden ser algunas alternativas”. Los recuerdos no tienen límites y son, de por sí, creativos. Creativos desde el dolor. Javier Sádaba se define a sí mismo como taoísta en el sentido de que cree en la descentralización de cada individuo: “Somos egocéntricos. Todos tenemos un don y hay que explotarlo”. Hablarse a sí mismo dentro de sí es la mejor medicina para evitar el dolor. “Si la ética tiene como fin no sufrir, cada uno sabrá cuál es su mejor forma de vida. Para siempre, que seáis muy felices”. Destacado: Javier Sádaba dolor sufimiento 3