TEMAS FUNDAMENTALES DE LA NIÑEZ Y ADOLESCENCIA EN LA JUSTICIA PENAL JUVENIL Ello es importante ponerlo de maniÀesto en el ámbito penal juvenil, pues el sistema de responsabilidad penal se encuentra sometido a una variedad de principios, que devienen tanto de la inÁuencia ÀlosóÀca de la doctrina de la protección integral, como de diferentes instrumentos internacionales tales como la Convención de los Derechos del Niño (1989), las Reglas Mínimas de las Naciones Unidas para la Administración de la Justicia de Menores (1985), las Reglas de las Naciones Unidas para la Protección de los Menores Privados de Libertad (1990) y las Directrices de las Naciones Unidas para la Prevención de la Delincuencia Juvenil (1990), entre otros. Ahora bien, conviene dilucidar cuáles son esos principios generales y especiales que disciplinan la aplicación de la Ley Penal Juvenil al momento de la determinación de la responsabilidad penal como de la sanción aplicable. Empezaremos, pues, por los primeros, para estudiar posteriormente aquellos principios que le dan un sentido especíÀco al sistema penal juvenil. Empero, conviene tener en cuenta que los principios son las directrices fundamentales o normas rectoras que permiten interpretar adecuadamente una norma, de acuerdo a los Ànes que persigue un ordenamiento en general. Por tal motivo, los principios tienen una función esencial: dotar de coherencia interpretativa un sistema jurídico cualquiera que sea. Y esa fuerza que tienen en el ámbito de la interpretación no la pierden por revestir en su formulación el carácter de norma jurídica. De ahí que se hable que los principios son normas jurídicas, pero de cualidad superior y vinculatorias en la interpretación judicial23. Esto es importante destacarlo, pues, como señala GARCÍA ARÁN, es el Derecho penal uno de los sectores del ordenamiento en el que más clara resulta la relevancia de los derechos, principios y valores establecidos en el marco constitucional24. que puede adoptar la interpretación constitucional dependen del concepto que se tenga de Ley Suprema. Así, si parte de una perspectiva de “Constitución viviente” o living Constitution, el intérprete se ve obligado a poner al día el signiÀcado de las disposiciones constitucionales, averiguar los requerimientos sociales existentes, ajustar y compensar los valores en juego, inquirir sobre las consecuencias de la decisión a adoptar y elaborar su producto interpretativo en función del problema a decidir. (…) Desde esta perspectiva, entonces, la labor hermenéutica se traduce en una interpretación progresista o evolutiva que permite el desarrollo y desenvolvimiento de la Constitución en el tiempo, considerando no solo las condiciones y necesidades existentes al momento de su promulgación, sino también las condiciones sociales, económicas y políticas que existen al tiempo de su interpretación. Ello porque es innegable que el intérprete de la Constitución no puede en ningún momento sustraerse a la realidad imperante en el tiempo en que ejerce su labor”. 23 Coincido plenamente con lo establecido por el profesor tico ANTILLÓN cuando señala. “...los principios jurídicos son aquellas proposiciones incondicionadas expresivas de los valores en que se asienta principalmente un orden jurídico (…) Entre los principios jurídicos se destacan los llamados principios fundamentales que son, por deÀnición, esenciales para caracterizar un ordenamiento jurídico, otorgándole su unidad estructural”. Véase su obra: Teoría del proceso jurisdiccional, Edit. Juritexto, San José, 2001, Pág. 40. 24 De acuerdo a la prestigiosa profesora española, la mayor repercusión de la Constitución en el Derecho penal acaece, por un lado, al pretender establecer los principios que informan las relaciones 21