vertical, situadas en los extremos de un diámetro, pareciéndose en esto a los propágulos de las Marchantiáceas. También algunos tie­ nen órganos adhesivos, que, según Qoebel, no son otra cosa que rizoides incipientes. En las Jungermanniales talosas son pocas las especies que pre­ sentan propágulos, y son estos órganos muy desemejantes entre sí. En el género Amura la producción de propágulos tiene parecido con la de las zoosporas de algunas algas; en las células superficia­ les (epidérmicas) de la cara dorsal y de los bordes de algunos ramos Fig. 54.— a, extremidad de un tallo de Rodnla Lindbergii con propágulos marginales en las hojas, X 25; 5, borde de una hoja con propágulos jóvenes; e, propágnlo recién desprendido, X 250. jóvenes, el protoplasma se carga de reservas nutritivas, el contenido celular se divide en dos células que se rodean de una nueva mem­ brana muy delgada, y el propágulo bicelular así formado sale rom­ piendo la antigua membrana. Generalmente todas las células conti­ guas producen propágulos y el ramo propagulífero está como des­ lustrado en una cierta extensión. La variedad fruticulosa de la Metzgeria furcata da ramos