DOMINGO 27 DE JULIO DE 2014 LA PRENSA THE NEW YORK TIMES INTERNATIONAL WEEKLY 3 EL MUNDO México intenta reducir la inmigración en su frontera sur Por RANDAL C. ARCHIBOLD TENOSIQUE, México — Durante años, la frontera mexicana más estrechamente vigilada era la del norte, que generaciones de migrantes mexicanos han cruzado en busca de empleo y refugio en Estados Unidos. Pero el repentino aumento de niños inmigrantes procedentes de Centroamérica ha llevado el escrutinio al sur, a la frontera de 960 kilómetros que separa a México y Guatemala. Aunque el público en gran medida simpatiza con los inmigrantes y critica las políticas de inmigración de Estados Unidos, sus vecinos presionan a las autoridades mexicanas que tratan de lidiar con el influjo. Como resultado, adoptan medidas que habrían sido inconcebibles hace unos años. México ha intensificado la deportación de inmigrantes, algunos de ellos niños no acompañados por adultos. Anunció planes de impedir que la gente se suba a trenes de carga rumbo al norte y abrirá cinco nuevos puestos de control fronterizo. “México nunca antes había anunciado una política de estado en la frontera, y ahora lo hizo”, dijo el Secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong. “Es control absoluto de la frontera sur”. El Presidente Enrique Peña Nieto enfatizó en un discurso en la frontera que México y Guatemala planean un nuevo programa de trabajadores temporales y una visa de tránsito de tres días. El programa y la visa permitirían el acceso a cuatro estados fronterizos, en un esfuerzo, explicó el Secretario de Gobernación, por tener un “flujo ordenado”. Dijo que el programa en el futuro podría extenderse a hondureños y salvadoreños, y que controlar el proceso haría a la migración más segura y pesaría más que cualquier preocupación sobre atraer a más gente. Aunque miles de personas han logrado llegar a Estados Uniods, a menudo con la ayuda de un traficante de personas, las autoridades mexicanas estiman que la mitad de quienes lo intentan no lo logran, y se quedan varados en el país cuando se les acaba el dinero o son arrestados. El año pasado, México deportó a 89 mil centroamericanos, incluyendo a nueve mil niños, la mayoría México desea reducir el flujo de migrantes procedentes del sur, como éstos que llegan en bote. Migrantes viajan como polizones. FOTOGRAFÍAS POR MERIDITH KOHUT PARA THE NEW YORK TIMES E.U. MÉXICO 805 KMS. Golfo de México Ciudad de México Océano Pacífico Tenosique GUAT. THE NEW YORK TIMES EN LÍNEA: EN EL LIMBO Video de la vida en un albergue para migrantes en México: nytimes.com Busque ‘Tenosique’ originarios de Honduras, Guatemala y El Salvador, según han informado las autoridades. En el año fiscal que concluyó en septiembre pasado, Estados Unidos envió de vuelta a 106.420 personas de esos países. En lo que va de este año, México ha deportado a más de 30 mil centroamericanos. Ahora, México planea reforzar su seguridad fronteriza, incluyendo un plan para impedir que la gente viaje como polizón en un tren de carga con destino al norte conocido como La Bestia, debido a los numerosos accidentes y al crimen violento. A los activistas les preocupa que los inmigrantes puedan verse obligados a tomar rutas más peligrosas o a pagar sobornos más cuantiosos a agentes de inmigración y policías. “Simplemente va a hacer que todo sea aún más clandestino”, dijo Rubén Figueroa, un activista en esta ciudad. En opinión de los activistas, se ha hecho muy poco por la gente que huye de la violencia de su país, pero que no puede sortear el viaje de 1.600 kilómetros hacia Estados Unidos. México reformó su ley de inmigración en 2010 luego de que una banda criminal masacró a 72 in- migrantes centroamericanos. La nueva ley hizo que fuera una ofensa civil, más que un crimen, estar en el país sin autorización y estableció procedimientos para que los inmigrantes obtengan visas temporales para que no tengan que viajar a merced de criminales. Pero los defensores de los derechos humanos dicen que, en la práctica, pocos califican para la visa de tránsito. Aun sin permiso oficial para quedarse, muchos inmigrantes encuentran un extenso sistema de albergues. El albergue La 72 se ubica justo en la misma calle que un puesto de control de inmigración, pero los oficiales no molestan a los migrantes que se alojan ahí. Ruth Maribel Flores trasladó a su bebé de dos meses, Génesis, principalmente en auto desde Honduras luego de que miembros de una banda criminal exigieron la casa familiar en Tegucigalpa bajo amenaza de muerte, y acusaron a su hijo de nueve años de ser un centinela o “halcón” para una facción rival. “Poco a poco, confiamos en llegar con mi hermana en Tennessee”, dijo. “Pero por ahora nos estamos quedando aquí y tenemos esperanzas. Escuchamos que México podría dar una visa y también intentaremos eso”. “Ya nos quedamos sin dinero”, dijo Carlos González, su esposo. “Nos robaron en Guatemala, el de la casa de cambio, el oficial de migración, todo el mundo”. Dunia Ruiz viajó con su hija de catorce años desde Honduras. Decidió irse después de que pandilleros violaron a una prima y ella pensó, erróneamente, que Estados Unidos le da visas a mujeres con hijos. Permanece en Tenosique con sólo un plan vago de ir al norte. Planea solicitar una visa para quedarse en México. “Si puedo quedarme aquí y trabajar aunque sea por poco tiempo, haría eso”, dijo. “Lo más importante era salir de Honduras”.