UNIVERSIDAD NACIONAL ABIERTA DIRECCIÓN DE INVESTIGACIONES Y POSTGRADO MAESTRÍA EN EDUCACIÓN ABIERTA Y A DISTANCIA Epistemología e Investigación Unidad Curricular: Metodología de la Investigación II CAPÍTULO 18: EL ANÁLISIS DE CONTENIDO Ander-Egg, E. (1982). Técnicas de Investigación Social. Buenos Aires: Humanitas (Compilación con fines instruccionales) Capitulo 18 EL ANÁLISIS DE CONTENIDO En todos los tiempos los hombres se han ocupado de la interpretación y explicación de los mensajes. En nuestro quehacer cotidiano hacemos análisis de contenido cuando resumimos y/o interpretamos lo que leemos y escuchamos. Dentro de esta línea de preocupación, desde la década del 50 se ha desarrollado la técnica de análisis de contenido. Como lo explica Laswell, se propone «describir con la mayor objetividad, precisión y generalidad, lo que se dice sobre un asunto determinado, en un lugar y en un tiempo dados». Nosotros la presentamos en este capítulo, de acuerdo al siguiente esquema: 1. Breve referencia a las investigaciones en comunicación de masas. 2. El análisis de contenido como técnica de investigación social. 3. Tareas y fases que comporta la aplicación del análisis de contenido: a. establecer unidades de análisis b. determinar categorías de análisis c. seleccionar una muestra del material de análisis 4. Algunas consideraciones críticas sobre el análisis de contenido. 327 328 1. Investigaciones en comunicación de masas Los estudios de análisis de contenido parten del supuesto de que «e! hablar y el escribir son también, por si mismos, una forma de conducta social». En lo que los hombres dicen o escriben se expresan sus intenciones, sus actitudes, su interpretación de la situación, sus conocimientos y sus supuestos tácitos sobre el entorno. Dentro del ámbito de la llamada «comunicaciones de masas» o «medios de comunicación social», han ido adquiriendo una importancia cada vez más grande las investigaciones sobre el proceso por medio del cual se transmiten significados y se producen efectos de una persona a otra. Se ha considerado (1) a cuatro científicos sociales como los iniciadores de las investigaciones en el ámbito de la comunicación de masas. Todos desarrollaron su actividad en Estados Unidos, aunque dos de ellos (Lazarfeld y Lewin) son europeos. Paúl Lazarfeld, como sociólogo se «interesó profundamente en los públicos perceptores y en tos efectos de los nuevos medios de comunicación colectiva», utilizando los auditorios para estudiarlos en sí mismos y estudiar los medios de comunicación utilizados. Otro precursor es e! psicólogo Kurt Lewin, cuyo interés principal fue el estudio de la «comunicación a grupos y el efecto de las precisiones de grupo, las normas y funciones de los mismos grupos en la conducta y actitudes de sus miembros». Harold LasweII, sociólogo y politicólogo interesado por e) estudio de las comunicaciones de masas, ha considerado a éstas como el instrumento principal de la formación y difusión de los símbolos de la legitimidad de un gobierno. El esquema de LasweII, como estructura básica de las investigaciones en comunicación de masas, es ya clásico: «a) ¿Who?, b) ¿says what?, c) ¿to whom?, d) ¿under what circumstances?, e) ¿whit what effects? [a) ¿quién?, b) ¿qué dice?, e) ¿a quién?, d) ¿en qué circunstancias?, e) ¿cuáles son sus resultados?]. Por último debemos señalar el nombre de Carl Hovland (psicólogo), que centró sus estudios «en la comunicación y los cambios de actitudes, habiendo desarrollado una teoría sistemática de la comunicación». Sin embargo, B. Berelson y P. Lazarsfeld son quienes han puesto a punto el análisis de contenido como técnica de investigación social. 329 Investigaciones en comunicación de masas y práctica social A pesar de esta importancia adquirida en el plano teórico e investigativo, durante mucho tiempo se descuidó todo lo que la communication research ofrece para la praxis social, excepción hecha quizá de la extensión agrícola en donde el IICA (Instituto Interamericano de Ciencias Agrícolas) ha tenido su importancia. En la década del 70 la experiencia chilena es muy rica en este tipo de estudios: los trabajos de Carretón, Prieto, Mattelart, Valdez, Dorfmann, Assman, entre otros, son buena prueba de ello. Más recientemente los trabajos de CELADEC (Comisión Evangélica Latinoamericana de Educación Cristiana) con sus talleres de documentación y comunicación, constituyen un aporte de gran importancia para desarrollar las capacidades del pueblo en orden a las actividades comunicacionales. Estas tareas se inscriben en el marco de los proyectos de cultura y educación popular. En este capítulo nos limitaremos a describir las técnicas de análisis de contenido, como uno de los procedimientos de la investigación en comunicación de masas. 2. El análisis de contenido como técnica de investigación social El análisis de contenido hace referencia a todo procedimiento utilizado para fijar la extensión relativa que especifica referentes, actitudes o temas contenidos en un mensaje o documento. Stone Qué es el análisis de contenido Reparemos, ante todo, que se trata de una técnica que se utiliza para investigar el contenido de las comunicaciones de masas. Berelson -autor de un manual clásico en la materia- la define como: «una técnica de investigación para la descripción objetiva, sistemática y cuantitativa del contenido manifiesto de la comunicación». (2) De una manera más simple y comprensible podemos explicar el análisis de contenido como una técnica de recopilación de información que permite estudiar el contenido manifiesto de una comunicación, clasificando sus diferentes partes conforme a categorías establecidas por el investigador, con el fin de identificar de manera sistemática y objetiva dichas categorías dentro del mensaje. El procedimiento del análisis de contenido Conviene tener presente que en este procedimiento de análisis, lo que interesa fundamentalmente es el estudio de las ideas, significados, temas o frases. y no las palabras o estilos con que éstas se expresan. Mediante la técnica de análisis de contenido se hacen inferencias a partir de lo dicho, lo escrito, o bien, de materiales de expresión no lingüística. 330 El objeto de análisis Puede ser de dos clases: a. De base gramatical: la unidad de análisis es la palabra, frase o párrafo en que se expresan esas ideas, ya sea en libros, diarios, revistas, discursos, carteles, textos o slogans de propaganda, etcétera. b. Sin base gramatical: el objeto de análisis está en expresiones no escritas tales como emisiones radiales o televisadas, fotografías, anuncios publicitarios, películas, etcétera. También se considera como de base no gramatical el análisis de documentos enteros, de un artículo periodístico, de un periódico completo, de un libro, etcétera. Propósitos del análisis de contenido Son bastante variados y amplios; siguiendo a Berelson podemos resumir los en los siguientes puntos: Cuestiones referidas a características del contenido: • describir tendencias en el contenido de la comunicación • reducir diferencias internacionales en el contenido de la comunicación • comparar niveles de comunicación • control del contenido de la comunicación contra los objetivos • construir y aplicar medios de comunicación ordinarios • ayudar a otras operaciones de investigación • exponer técnicas de propaganda • legibilidad de los materiales de comunicación • estudio de formas estilísticas. Cuestiones referidas a productores o causas del contenido: • identificación de intenciones y otras características de los comunicantes • determinación del estado psicológico de personas y grupos • detección de la existencia de propaganda Cuestiones referidas al público o efectos del contenido: • reflejar actitudes, intereses y valores de grupo de población • revelación de focos de atención • descripción de las respuestas de actitud y conducta ante las comunicaciones (3). 3. Tareas y fases que comporta la aplicación del análisis de contenido En cuanto constituye un conjunto de técnicas para analizar las comunicaciones orales y escritas con el propósito de interpretarlas, el análisis de contenido comporta tres tareas principales: 331 • establecer las unidades de análisis • determinar las categorías de análisis • seleccionar una muestra del material de análisis a: Establecer unidades de análisis Podemos definir que la unidad de análisis es el fragmento de la comunicación que se toma como elemento que sirve de base para la investigación. Estas unidades de análisis pueden ser de muy variadas formas; palabras, períodos de frase, frases, párrafos, artículos, libros, emisiones de radio o televisión, slogans publicitarios, etc., a condición de que sean estandarizadas en cada investigación en concreto. * Los términos o vocablos. Un análisis de los vocablos utilizados puede revestir dos formas: * Análisis general de todos los vocablos: nosotros intentamos un análisis de los vocablos utilizados en las Conferencias Interamericanas, estudio que nos reveló no sólo algunas de las preocupaciones dominantes sino también la forma .como ciertas palabras «tabú» van desapareciendo, mientras se da una constante en el uso de las palabras «tótem». Así, por ejemplo, desde la Conferencia de Punta del Este (1961) en que se proclama la Alianza para el Progreso, palabras como «reforma agraria», «cambio de estructuras», «revolución», se van incorporando al lenguaje de las reuniones interamericanas como lo revela un análisis de los vocablos o términos utilizados: dejan de ser tabú. La palabra «desarrollo», entre otras, se transforma en un término «tótem». * Análisis de palabras clave: no interesa tanto la palabra como el significado que expresa; «democracia» es una palabra clave que utiliza actualmente cualquier responsable político de todo régimen político, no importa que sea de occidente o de oriente, pero democracia tiene contenidos diferentes, ya se trate de Carter, Brezhnev, De Gaulle, Frei, Echeverría, Somoza, Carlos Pérez, Allende, Tito o Brandt. Las palabras «ordenamiento» y «modernización» son clave como reveladoras de determinadas actitudes y orientaciones del gobierno argentino posterior al 28 de junio de 1966, como «reconstrucción nacional» y «popular» entre otras lo fue para el gobierno peronista instaurado después de 1973. * El tema como unidad de análisis. Aplicado este procedimiento a las declaraciones que hacen los militares latinoamericanos después de los golpes de Estado, con los cuales pretenden justificar las actitudes asumidas, hemos podido establecer un conjunto de «temas de Justificación» que se dan en la casi totalidad de los casos, a saber: infiltración comunista, incapacidad, ineficacia y desorden, «politiquería» (desprecio de la política profesional), falta de moralidad administrativa. Antes de la realización de la Reunión en la Cumbre efectuada por los presidentes en abril de 1967, utilizamos este procedimiento para determinar el «tema clave» de las declaraciones de los dirigentes políticos venezolanos en relación con la citada conferencia. El análisis de contenido nos puso de relieve que el problema «mejor trato para los productos de exportación latinoamericanos» 332 constituía un tema clave y, como es obvio, se trataba de una expresión reveladora de una toma de posición frente a ciertos problemas del continente. El tema consiste, pues, en la afirmación, sentencia o proposición relativa a un asunto. A partir de estas manifestaciones lingüísticas, se formulan inferencias sobre significaciones no lingüísticas. b. Determinar las categorías de análisis Se trata de una cuestión clave en esta técnica de investigación, pues de la determinación de categorías depende la selección y clasificación de la información que se busca, hasta tal punto que Berelson afirma que el éxito o fracaso del análisis de contenido, depende de sus categorías. Sin embargo, no existe un acuerdo mínimo sobre el establecimiento de categorías, variedad que es posible establecer, y la complejidad para su determinación. «Una orientación de un periódico hacia el tema del desarme puede hallar su expresión en una variedad de formas. El periódico puede bien resaltar, bien ignorar el tema o su naturaleza polémica; puede limitarse a una buena información sobre el tema o bien puede publicar comentarios en el editorial, tocando unos aspectos más que otros; puede utilizar ciertas palabras clave, tales como paz, con más frecuencia que otras; puede tratar el asunto con seriedad o con ligereza; puede apelar a los valores comúnmente aceptados o bien omitir las implicaciones morales del tema. Cada una de estas categorías de análisis y muchas más han sido utilizadas por los analistas de contenido» (4). Hay, por otra parte, varios intentos de clasificación de las categorías; de todos ellos el que nos parece más esclarecedor -aunque el mismo autor dice que no está exento de críticas- es la clasificación en cinco categorías de análisis de contenido propuesta por Duverger (5) y que resumimos en las siguientes: Categorías de materia o contenido. Hacen referencia a las materias o contenidos tratados en el elemento de la comunicación; pueden darse dos tipos: • Temas tratados: se clasifican, por ejemplo, en emisiones radiofónicas: variedades, noticias, música clásica, música ligera. Jazz, obras teatrales, emisiones educativas, etcétera- La forma más elemental para realizar el estudio de temas tratados consiste en analizar la cantidad de espacio dedicado a cada tema. Para el análisis de los fenómenos políticos han sido propuestas (LasweII) cinco categorías: las personas, los grupos y comunidades, las organizaciones, la política y las ideologías, las que a su vez hay que clasificar en subcategorías, según el estudio concreto que se va a realizar. • Métodos o técnicas: en vez de tener en cuenta los temas, tas categorías se clasifican teniendo en cuenta los métodos o técnicas utilizadas (empleo de la violencia, persuasión, medios económicos, negociación, etcétera). Categorías de forma. No se tiene en cuenta el fondo sino la forma de las cuestiones, ya se trate: * De forma propiamente dicha. Estas categorías se pueden ilustrar con un ejemplo de Stewart; para un estudio sobre la prensa distinguió hechos y comentarios, con las siguientes variantes: 333 Hechos: ciertos inciertos o posibles certidumbre valorada por un juicio incertidumbre objeto de una valoración Comentarios: personales o de fuente directa cita indirecta y fuente determinada cita indirecta y fuente no determinada cita directa de fuente determinada cita de fuente no determinada * Intensidad: consiste en estudiar el efecto supuesto que producirá la comunicación sobre el público, según las veces que se repiten los términos, expresiones emocionales o slogans que se utilizan. * Las estratagemas: se trata de estudiar la argumentación utilizada en los discursos, los artificios de la propaganda u otras cuestiones similares. Categorías de apreciación o de juicio. Según las apreciaciones que hace el autor del documento puede hacerse la siguiente clasificación de categorías: • Toma de posición, en la que las distinciones más simples son: aprobación-desaprobación; pesimismo-optimismo, afirmación-negación, positivo-negativo. Una modalidad práctica de analizar esta toma de posición es investigar la prensa favorable y la prensa desfavorable frente a determinado problema, o bien, matizando las posiciones como se hace en las escalas de actitudes: aprobación total, aprobación con ciertos reparos, ni aprobación ni desaprobación, desaprobación parcial y desaprobación total • Valores según las categorías bien-mal, Justo-injusto, bello-feo, felizinfeliz, fuerte-débil, útil-inútil, sano-enfermo, etc.; se trata de elaborar categorías para analizar los valores de los textos o documentos que se examinan. • Autoridades. Consiste en estudiar los contenidos según sea la persona, grupo, principio, etc., en nombre del cual se hace la declaración. Categorías de personas y actores. Se subdividen en: • Status persona/ y rasgos de carácter: el cuadro de análisis para estudiar personajes (teatro, novela, cuentos, historietas, televisión, etc.) tendrá en cuenta los rasgos personales (sexo, edad, posición social, educación, etcétera). • Actores o personas que tienen una posición central en los documentos que se analizan. Categorías de origen y de destino. Con las variantes de: Origen de las noticias, como podría ser analizar de dónde provienen las noticias de la guerra de Vietnam con las que se informa el público latinoamericano. Destino, o sea. público al que está destinada la comunicación. La variedad de categorías de análisis es mucho más amplia que la precedente, que tomamos de Duverger. Cada investigación permite elaborar 334 nuevas categorías; las anteriores son útiles como guía de sugerencias. La mayor parte de los estudios de análisis de contenido realzados hasta ahora se basan en el estudio de frases y párrafos, y en las investigaciones de análisis de «unidades espaciales», estudiando el documento -lo más frecuentemente, periódicos y revistas- dividiéndolos según el espacio dedicado a cada tema. 4. Algunas consideraciones críticas sobre el análisis de contenido Quedaría incompleta la presentación de la técnica de análisis de contenido, si no hiciésemos algunas consideraciones críticas, aunque sea con el sólo propósito de tener una comprensión más cabal de la misma. Las primeras críticas han provenido de psicólogos sociales, comunicólogos y lingüistas que estaban dentro del mismo campo referencial: el análisis de contenido se consideró como un procedimiento demasiado estricto y unilateral. De ahí provienen los trabajos de Osgood y sus colaboradores sobre el análisis de contingencia (el estudio que hicieron sobre el diario de Goebbels es un ejemplo del uso del contingency analysis). Posteriormente R.K. White propuso el análisis valorativo de cuya aplicación encontramos los estudios que realizó sobre los discursos de Hitler y Roosevelt. Por último, dentro de estas nuevas tendencias en el análisis de los mensajes, encontramos los trabajos sobre semántica diferencial que explicamos en el capítulo siguiente. A partir de la década del 70 arreciaron las críticas contra el análisis de contenido, tanto en el plano teórico como en el técnico y metodológico, al mismo tiempo que se ampliaba notablemente su campo de aplicación. ¿Por qué línea van estas criticas? Hoy es ya un lugar común afirmar que lo que la palabra dice depende del contexto, o dicho en otros términos, el contexto orienta semánticamente la palabra. No basta, pues, con tener en cuenta la función connotativa que tiene la palabra; a partir de un enfoque holístico, hay que destacar la función denotativa del contexto. Con el análisis de contenido -y ésta es su utilidad- nos quedamos en la superficie, con una información y una serie de elementos de comprensión que no son nada despreciables, Pero un análisis en profundidad exige tener en cuenta la contextualidad que es la que orienta a comprender también los contenidos ocultos o no manifiestos del mensaje. Para decirlo en breve; para avanzar en el análisis de la comunicación falta una «teoría del discurso», falta contextualizar el análisis de contenido. Estas críticas no implican o significan la inutilidad práctica del análisis de contenido. Sólo queremos destacar, a quienes se inician en las técnicas de investigación social, algunas limitaciones del análisis de contenido, con el fin que no se dejen deslumhrar por ningún tipo de espejuelos técnicos. En las consideraciones que hemos hecho en este parágrafo no pretendemos haber hecho una crítica exhaustiva; nuestro propósito se ha limitado a mostrar carencias y a poner de relieve que muchos aspectos técnicos de la investigación social, no hemos sido capaces de integrarlos en un enfoque globalizador y crítico. Desde nuestra perspectiva, el análisis de contenido tendrá toda su significación 335 cuándo seamos capaces de utilizarlo como instrumento para el desmontaje de las diferentes formas de encubrimiento ideológico que existen en nuestra sociedad... Un paso, un primer paso, es tener conciencia de nuestra limitación técnica en lo que concierne a la reelaboración del análisis de contenido; pero ello no basta. BIBLIOGRAFÍA CITADA: 1. SCHAMM, Wiibury La ciencia de la comunicación humana, CIESPAL, Quito.1965 2. BERELSON, B Content análisis in communication research, Free Press, New York, 1952 3. Idem 4.SELLTIZ JAHODA Métodos de investigación en las relaciones sociales, Rialp. Barcelona 1965 5.DUVERGER, Maurice Métodos de investigación en las relaciones sociales, Rialp. Barcelona 1962 336