KANT ANÁLISIS Metafísica: Kant se pregunta si esta es posible como ciencia, con el objetivo de hallar los límites de nuestro conocimiento, y se sirve del método trascendental para conocer los fenómenos de la naturaleza partiendo de leyes o principios a priori del conocimiento, en cuanto que son condición de posibilidad de la experiencia. Existen tres tipos de metafísica: la especulativa, la crítica y la de las costumbres. La metafísica especulativa es aquella que usa las categorías y los conceptos del entendimiento para aplicarlos a lo que no puede ser intuido empíricamente. Trata las ideas de alma, Dios y mundo como si fuesen realidades empíricas, cuando en realidad forman parte del noúmeno. Ejemplos de ésta son la psicología, la teología y la cosmología. La metafísica crítica es la que niega la posibilidad de la metafísica especulativa como ciencia y nos permite conocer el límite del conocimiento objetivo. Limite el cual se encuentra en la experiencia. Y además de eso, nos permite saber que la ciencia no puede dar respuesta a otro tipo de cuestiones, como las que forman parte del ámbito de la moral. La metafísica de las costumbres es la metafísica que constituye la ética formal y autónoma de Kant. Aquí es donde Kant encontrará la respuesta a su pregunta ¿Qué debo hacer? (lo que en cada momento me dicte la buena voluntad) Giro copernicano: Al igual que Copérnico cambió la teoría geocéntrica por la heliocéntrica en cuanto que si hasta ese momento la Tierra se encontraba en el centro del universo, él consideró la posibilidad de que el Sol se situase en el centro y los planetas girasen a su alrededor. También Kant dio un giro radical a la filosofía de su tiempo al considerar que si hasta entonces la filosofía se había basado en el estudio del conocimiento humano, en el sentido en el que la mente dependía de lo que en ella se daba, ahora consistiría en todo lo contrario, esto es, en hacer depender lo que se conoce de la mente (sujeto cognoscente). De este modo pasaríamos a preguntarnos acerca de nuestra posibilidad de conocer, se trataría de hacer una crítica a nuestra facultad de conocer. A priori: Significa independiente de la experiencia. Podemos distinguir entre a priori puro y a priori no puro. El primero es independiente de toda experiencia, y el segundo es independiente de alguna experiencia, no todas. Kant defenderá el a priori puro, el cual debe ser formal, como las matemáticas. Razón: con Kant podemos encontrar una síntesis de racionalismo y empirismo que él resume en su famosa frase aunque todo conocimiento comienza con la experiencia, no todo procede de ella. La razón es la actividad sintetizadora del conocimiento, esto es, une el elemento empírico con el elemento trascendental. Sintetiza lo que recibimos de manera caótica por los sentidos (impresiones) con las intuiciones puras del entendimiento (espacio y tiempo), dando lugar al conocimiento sensible. Y a nivel del 1 entendimiento sintetiza las percepciones resultantes de la primera síntesis con las categorías, dando lugar al conocimiento intelectual (el pensamiento). Además concluye que los límites de la razón se encuentran en la experiencia, ya que cuando la razón intenta ir más allá de ésta se contradice. Experiencia: con este concepto, Kant nos muestra cómo solamente los juicios de las matemáticas y de la física pueden ser ciencia, ya que solamente aquellos juicios que además de ser a priori versan sobre la experiencia, podrán ser universalmente validos. Además de ser independientes de la experiencia, nos pueden dar información acerca de ella, algo que no ocurre con los enunciados de la metafísica, por ello mantiene que el limite de la razón se encuentra en la experiencia. Intuición: ésta hace referencia a las formas a priori de la sensibilidad o intuiciones puras, las cuales son el espacio y el tiempo. Éstas son las formas que, recogiendo información a través de los sentidos, pueden llegar a ser conocimiento sensible. Matemáticas: Kant, en la estética trascendental se pregunta sobre la posibilidad de las matemáticas como ciencia, es decir, si es posible el conocimiento sensible. A partir del estudio de la geometría como ciencia que estudia las propiedades del espacio; y de la aritmética, que estudia las propiedades del tiempo, llegó a considerar las matemáticas como juicios de la ciencia: ya que se producen a priori, porque tanto el espacio como el tiempo son condiciones a priori de la experiencia. Y además, son sintéticos porque amplían nuestro conocimiento acerca del mundo, es decir, versan sobre lo que hay el mundo. También son universalmente validos, ya que los cumplen todos los objetos de la experiencia. Ciencia: para Kant, la ciencia debe cumplir las condiciones de los juicios sintéticos a priori, es decir, que sea independiente de la experiencia al mismo tiempo que versan sobre lo que hay en ella, por ello tanto las matemáticas como la física pueden ser consideradas ciencia, al contrario que la metafísica especulativa, ya que esta sobrepasa el limite del conocimiento, el cual es la experiencia. EXPLICACIÓN En el texto se plantea la crítica de Kant a la metafísica especulativa en cuanto a que se pregunta si ésta puede llegar a ser ciencia, tal y como lo son la física y las matemáticas: ¿es posible la metafísica como ciencia? En la Crítica de la razón pura se distinguen tres partes, estética trascendental, analítica trascendental y dialéctica trascendental. En la estética trascendental Kant estudia la posibilidad de conocimiento sensible (¿son posibles las matemáticas como ciencia?) y llega a establecer las formas a priori de la sensibilidad, las cuales son las intuiciones puras que se conocen como espacio y tiempo. Por sensibilidad entendemos la facultad del hombre de ser afectado por las impresiones sensibles. Estas impresiones las recibimos de manera desordenada, y es al filtrarlas a través del espacio y el tiempo cuando podemos ordenarlas (síntesis), y por consiguiente, conocerlas. De esto modo habrá conocimiento sensible cuando conozcamos a través de las impresiones que son la parte material y de las formas a priori de la sensibilidad (espacio y tiempo). 2 Es por ello que Kant establece un limite entre lo que podemos conocer objetivamente y lo que no. Es decir, el límite entre la ciencia y la metafísica especulativa es la experiencia. La analítica trascendental se pregunta por la posibilidad del entendimiento, el conocimiento intelectual (¿es posible la física como ciencia?). En esta se distinguen dos tipos de juicios; los analíticos, en los cuales el predicado esta contenido en el sujeto y no nos proporcionan información. Y los juicios sintéticos donde el predicado no esta contenido en el sujeto y por ello si nos dan información acerca del mundo. Pero estos también pueden dividirse en dos grupos, los a posteriori, cuya validez depende de la experiencia; y los a priori (independientes de la experiencia) que son a la vez informativos e irrefutables. Kant basará sus estudios en estos últimos. Pero además, éste distinguirá dos tipos de conceptos en su analítica trascendental: los conceptos a posteriori, que son los empíricos y los conceptos a priori, que son independientes de la experiencia y a los cuales Kant denomina categorías. Estas son doce y se dividen en cuatro grupos: cantidad, cualidad, relación y modo. Estas categorías al ser a priori no se derivan de ninguna experiencia, puesto que son condición de posibilidad de toda experiencia y aprendizaje. Por ello nuestro autor criticará a Hume en cuanto que Kant niega que haya un yo empírico, tal y como Hume mantenía, y defiende la existencia de un yo trascendental, el cual a través de la percepción pura puede sintetizar y de este modo ser consciente de que no todo puede ser objeto de la experiencia. Pero, a pesar de todo, puede hacerse un uso ilegitimo de las categorías al no usarse la razón, es decir, en el momento en que aplicamos las categorías a lo que no puede ser percibido ni intuido, como son los conceptos de la metafísica: Dios, alma y mundo. De aquí que Kant enuncie su famosa frase en la cual dice que las intuiciones sensibles sin conceptos son ciegas, pero los conceptos sin intuiciones son vacíos Por ultimo, podemos encontrar en la crítica de la razón pura la dialéctica trascendental, en la cual Kant estudia la tercera facultad de la mente, la razón, preguntándose si es posible la metafísica como ciencia. Para contestar a esta pregunta, Kant parte de los conceptos metafísicos Dios, alma y mundo, los cuales pretende ver como tres formas a priori de la razón, pero al tener una naturaleza dialéctica, también tiene una naturaleza metafísica y esto hace que la razón entre en contradicción. Preguntas como ¿Qué sentido tiene la vida? O ¿es posible que exista Dios? No pueden ser consideradas ciencia, pero tampoco pueden ser eliminadas. La razón de que no puedan ser ciencia es que usan las categorías y los conceptos del entendimiento para aplicarlos a lo que no puede ser intuido empíricamente, como por ejemplo Dios como causa del mundo. Así niega la metafísica especulativa, criticando concretamente metafísicas como la psicología, teología y cosmología. Por ello Kant defiende un uso regulativo de la metafísica en cuanto que tenemos que tratar las cosas como si existieran preguntando siempre por sus condiciones de posibilidad, es decir, una metafísica que aunque no sea ciencia nos sirva para establecer los limites del conocimiento y para negar la metafísica especulativa, afirmando de este modo que los limites de la razón se hallan en la experiencia. Esto es así debido a que la razón no puede demostrar la existencia de conceptos metafísicos como Dios, alma y mundo, ya que cuando trata de hacerlo traspasa sus propios limites. Lo que para la metafísica especulativa era incognoscible (noúmeno) en tanto que meros conceptos, son ideas reguladoras que no amplían nuestro conocimiento, pero lo guían y lo orientan; es así, como la metafísica crítica sitúa a las ideas de Dios, alma y mundo como fundamento de la ética kantiana. Estas ideas reguladoras se convierten en postulados de la razón práctica, de la moral kantiana, una ética formal y autónoma, basada en 3 la libertad y en el deber. La conciencia moral kantiana para alcanzar la paz perpetua (felicidad y libertad) debe guiarse por el imperativo categórico: considera al hombre como un fin en si mismo y nunca como un medio. Es así como la filosofía crítica de Kant fundamenta la razón práctica en dos de sus obras: Crítica de la razón práctica y Fundamentación de la metafísica de las costumbres. CONTEXTUALIZACIÓN Este texto plantea una crítica a nuestras facultades de conocer, preguntándose de este modo, por los límites del conocimiento. Esto quedará expuesto en su obra Crítica de la razón pura, la cual fue escrita en 1781, época de la Ilustración. Momento histórico que comienza con la segunda revolución inglesa conocida como la Gloriosa (1688) y que acaba con la revolución francesa (1789). A este periodo, denominado periodo de Ilustración o Siglo de las luces, se le considera una reforma del pensar, donde la idea de progreso se veía como el destino de la humanidad, como la libertad de hacer en cada momento un uso publico de la razón. Kant en un artículo de 1784, para responder a la pregunta ¿Qué es la Ilustración? La define como la salida del hombre de su autoculpable minoría de edad. Pues, Kant entiende como minoría de edad la incapacidad del hombre de servirse de su propio emtendimiento, y además de esto expone que el hombre mismo es culpable de esa incapacidad. Puesto que no tiene el valor para ser independiente de su propia razón. De ahí que el lema de la Ilustración sea: ¡Ten el valor de servirte de tu propio entendimiento! (¡atrévete a pensar!). De manera que la Ilustración llevará al hombre a darse cuenta de que la razón debe ser autónoma en cuanto que se debe fundar en el sujeto mismo, de ahí la ética formal y autónoma de Kant. Dentro del contexto en el que se encuentra Kant, fue de suma importancia La Enciclopedia D'Alambert y Diderot, en cuanto que permitía educar al pueblo por varias razones: para popularizar la filosofía y de este modo que los ciudadanos del pueblo se dieran cuenta del orden social y político al cual estaban sometidos. También, permitió crear una opinión crítica y antidogmática; todo ello tenía como finalidad alcanzar la libertad y educar las conciencias críticas. Todo esto conforme los propósitos de Kant en cuanto que sometió a crítica la racionalidad humana, intentando mostrar de esta manera los límites de la razón. Ahora bien, Kant influido por las teorías de Galileo y Copérnico, debido a que reflejaban un ideal de autonomía, concebió la posibilidad de constituir la filosofía como una filosofía crítica, que le llevó a plantearse varias cuestiones: ¿Qué puedo saber? ¿Qué debo saber? ¿Qué me cabe esperar?, reducidas a una sola pregunta, ¿Qué es el hombre? Preguntas a las cuales intenta dar respuesta en sus diversas obras. En la crítica de la razón pura, donde establece una crítica a nuestras facultades de conocer, llega a la conclusión de que tan solo las matemáticas y la física son ciencia, mientras que la metafísica al ir más allá de los límites de la razón, es decir, más allá de la experiencia, no puede formar parte de la ciencia, lo cual no significa que no pueda encontrarse dentro del ámbito de la racionalidad. Y es que, la autonomía de la razón tiene además de un uso teórico, un uso practico. Es aquí donde podemos encontrar la metafísica como metafísica de las costumbres. La metafísica de las costumbres forma parte de la ética formal de Kant. En la que éste toma como punto de partida la conciencia moral, y ante la pregunta ¿Qué debo hacer? Intenta dar respuesta, tanto en la Crítica de la razón práctica como en la Fundamentación de la metafísica de las costumbres. El principal concepto de la ética de Kant es el de autonomía, donde se produce una vinculación entre razón teórica y razón moral. Y donde la voluntad se somete a la conciencia moral sin coacción, por ella misma. De 4 modo que la buena voluntad es buena por si misma, teniendo como fin la libertad. Una libertad que no se refiere a la felicidad (Aristóteles) sino al deber, en cuanto que una persona será libre cuando identifique libertad con lo que se debe hacer y no con lo que le apetece según sus instintos naturales (lo importante no es lo que hacemos sino que sabemos lo que deberíamos hacer independientemente de que lo llevemos o no a la práctica). Pero hay que tener en cuenta que el hombre nunca podrá tener una voluntad santa, ya que en él siempre habrá conflicto entre el deber y el deseo. Así, el hombre como un ser libre pertenece al ámbito del noúmeno, al ámbito moral, donde la libertad aparece como un presupuesto de la moral. Una libertad que en su articulo ¿Qué es la Ilustración? Nos permite comprender cuándo se puede alcanzar la mayoría de edad. Kant formula el imperativo categórico por el cual debe regirse una buena voluntad y en el cual nos dice que hay que considerar al hombre como un fin en sí mismo y nunca solamente como un medio. Declarando, de este modo, la autonomía del individuo de manera que los conceptos autonomía y universalidad son de gran importancia en Kant. El cual pretende que tratemos una máxima nuestra como una norma valida para todos. Por lo que, cuando uno actúa según el deber, un deber guiado por si mismo, puede llegar a ser libre y por tanto feliz. La felicidad es la satisfacción provocada por el cumplimiento del deber El postulado de la libertad exige otros dos: el de la inmortalidad del alma y el de la existencia de Dios, cuya existencia no puede ser demostrada sino solamente postulada, es decir, no los podemos conocer pero nada nos impide pensarlos. Y es en la crítica de la razón pura, y en concreto en la dialéctica trascendental donde Kant pretende demostrar la existencia de Dios. El cual haría posible la unidad entre moralidad (deber) y felicidad (ser). Mientras que en la crítica de la razón pura lo ve como un ideal, en la crítica de la razón práctica lo verá como un postulado de la razón práctica. De manera que los conceptos metafísicos (Dios, alma y mundo) al no poder formar parte de la metafísica especulativa, Kant los establecerá como postulados en la crítica de la razón práctica, esto es, no los podemos conocer (ya que no podemos demostrar su existencia) pero nada nos impide pensarlos. 5