Kant Disertación sobre la filosofÃ-a Kantiana: Todos sabemos que en los comienzos de la ilustración, eran dos, los movimientos filosóficos más importantes, el empirismo, con Hume como máximo representante y el racionalismo con René Descartes. Ambos movimientos eran como poco, opuestos. Mientras que el empirismo defendÃ-a que la obtención de nuevos conocimientos era posible solo a través de la experiencia, el racionalismo defendÃ-a que era la razón la única responsable del conocimiento, despreciando todo tipo de necesidad empÃ-rica. Si hablamos de la filosofÃ-a de Kant, hablamos de una filosofÃ-a superadora, la cual deja atrás tanto el escepticismo empÃ-rico como el dogmatismo racionalista. En cuanto a sus aportaciones, podemos destacar por encima de todo, sus pensamientos novedosos y revolucionarios, como el giro copernicano. Como más tarde veremos en la epistemologÃ-a, Kant ofrece un punto de vista completamente distinto a sus coetáneos, con su afirmación de que en el momento de la interacción entre el sujeto cognoscente y el objeto a conocer, es el objeto el que debe adaptarse al sujeto, el cual posee unas capacidades limitadas para ese proceso. Claro está, esta afirmación supuso un cambio radical en la forma de ver la teorÃ-a del conocimiento, de tal magnitud, que el propio Kant denominó Giro Copernicano en analogÃ-a a la revolución cientÃ-fica producida por el descubrimiento del sistema heliocéntrico por Nicolás Copérnico, lo que denota su pasión por la ciencia. Hablemos ahora de la teorÃ-a del conocimiento según Kant. Antes de nada, decir que la mayorÃ-a de los aspectos y afirmaciones tratadas por Kant, siguen en la actualidad manteniéndose, por lo que el estudio de su filosofÃ-a no es demasiado complejo. Su epistemologÃ-a se divide en tres partes muy bien delimitadas: La estética transcendental, la analÃ-tica transcendental y la dialéctica transcendental. ¿Y por qué transcendental? Hasta el momento, en todo aquello que los filósofos ponÃ-an todo su esfuerzo y empeño en explicar, comprender e integrar en sus teorÃ-as, eran conceptos transcendentes, conceptos más allá de la sensibilidad y por tanto, incognoscibles, como por ejemplo, el alma, Dios, etc. Kant no quedó ahÃ-, en su teorÃ-a, lo más importante es aquello transcendental, aquello que depende de la realidad, de la naturaleza cognoscente del sujeto (condiciones a priori del sujeto) y no, conceptos eternos, inalterables e inmunes a cualquier efecto sensible. De ahÃ- que el denomine a sus partes del proceso epistemológico, transcendentales. Vamos a exponer brevemente cada una de estas partes: Comencemos en orden lógico, por la estética transcendental. Esta parte es la parte del conocimiento que tiene lugar en forma de interacción con un objeto externo, es decir, una experiencia sensible. En esta parte, Kant diferencia dos elementos, el sujeto cognoscente (un humano, por ejemplo) y el Nóumeno (el objeto en sÃ-). El nóumeno no es más que un elemento de la naturaleza exterior a nosotros, el cual no podremos jamás llegar a conocer. ¿Por qué? Muy sencillo, si recordamos el Giro Copernicano, recordaremos también, que para Kant, es el objeto que se adapta a las propiedades o capacidades sensibles que tenga el sujeto. Por tanto, tenemos un objeto el cual posee muchas propiedades, y el sujeto solo será capaz de percibir aquellas que sus capacidades sensibles le permitan. Estas capacidades sensibles vienen delimitadas por la especie, por el estado y defectos del sujeto, 1 por lo que podremos asegurar que un nuevo conocimiento de una especie, será universal para la misma. Claro está, que estas propiedades ya las tenemos antes de la experiencia, ya que conviven con nosotros a través del tiempo, con escasas modificaciones. A estas propiedades, Kant las denomina, condiciones a priori. Pues ahora, si imaginamos la situación de un Nóumeno y un sujeto cognoscente en plena interacción, observarÃ-amos que el sujeto inmediatamente aplica sus condiciones a priori, para asÃ- obtener un reflejo de este, pero jamás una imagen exacta (como anteriormente hemos dicho). Una vez este reflejo pasa a nuestra mente, la parte sensible del conocimiento concluye, y comienza la parte racional. En esta parte, el reflejo pasa a ser un fenómeno (lo que se aparece) ya que para nuestra mente es algo nuevo, una aparición, debido a que esta no tiene acceso al mundo fÃ-sico por sÃ- misma, no puede tener experiencia sensible. Vuelven ahora a entrar en juego nuestras capacidades, si anteriormente eran las capacidades sensibles del sujeto, esta vez son las capacidades intelectuales del mismo. Al igual que las primeras, estas también existen antes de la experiencia (a priori) ya que dependen de nuestro nivel cultural y también de nuestras capacidades de razonamiento, que también vienen definidas por el tipo de especie o por posibles defectos mentales. Fácilmente podemos pensar, que si aplicamos nuestras condiciones a priori del entendimiento (las llamadas CategorÃ-as) al fenómeno, será cuando obtengamos un concepto. Las caracterÃ-sticas del cual, serán, la universalidad (respecto a la misma especie ya que depende de las condiciones a priori) y la necesariedad (concepto que se encuentra en oposición a la teorÃ-a empÃ-rica). Claro está, Kant afirma rotundamente que no recibimos fenómenos de forma ordenada y poco a poco, sino que nuestra mente recibe a estos de forma casi caótica, con cantidades increÃ-bles, y que a partir de todos esos conceptos, conseguiremos formar ideas, y a partir de las ideas, finalmente conocimiento, que al igual que los conceptos, serán universales y necesarios. Desde que el reflejo del nóumeno llega a nuestra mente, hasta que se forma el concepto, se trata de la analÃ-tica transcendental. Y ahora llega la última parte del proceso, la dialéctica transcendental. En esta parte, Kant analiza que es conocimiento cientÃ-fico, es decir, conocimiento universal y necesario. Inevitablemente se encuentra con un problema, que ya existÃ-a desde los antiguos filósofos, ¿Es o no es la metafÃ-sica, ciencia?, ¿Se comporta como tal?, ¿Es posible obtener conocimiento cientÃ-fico a través de ella? Ante todo, Kant, se plantea la forma de obtención de conocimiento de la metafÃ-sica, siguiendo su esquema de la estética y analÃ-tica transcendental. Enseguida observó que en ese proceso se obviaban varios elementos, de tal forma que, el método de obtención de conocimiento por parte de la metafÃ-sica se resumÃ-a en aplicar las condiciones a priori del entendimiento o categorÃ-as, al propio nóumeno, obviando asÃ- las propiedades sensibles que tiene el propio sujeto. Como ya antes habÃ-a afirmado el autor, es imposible conocer al nóumeno, por nuestras limitaciones sensibles, por tanto si obviamos estas limitaciones el conocimiento que obtendremos del objeto en sÃ-, será erróneo. La dialéctica transcendental concluye con que la metafÃ-sica no puede obtener conocimiento universal y 2 necesario, es decir conocimiento cientÃ-fico y por tanto no puede ser ciencia. Eso sÃ-, Kant afirmó finalmente que la metafÃ-sica era un campo de estudio muy importante ya que es el encargado de plantear nuevas cuestiones que afectan de pleno al ser humano y que no deben ser olvidadas, ¿Qué somos?, ¿De dónde venimos?, ¿Hacia dónde vamos?, ¿Verdaderamente existe Dios?, ¿Tenemos alma?... 3