FORO NACIONAL SOBRE FEDERALISMO Y DESCENTRALIZACIÓN Hacia el Acuerdo Nacional para el Fortalecimiento del Federalismo LAS FACULTADES CONCURRENTES, FEDERACIÓNESTADOS, EN MATERIA MERCANTIL LICENCIADA MIRIAM CÁRDENAS CANTÚ MAGISTRADA NUMERARIA DEL TRIBUNAL SUPERIOR DE JUSTICIA PODER JUDICIAL DEL ESTADO DE COAHUILA Saltillo, Coahuila, 15 de julio de 2008 Ponencia: Las Facultades Concurrentes, Federación-Estados, en Materia Mercantil Lic. Miriam Cárdenas Cantú Magistrada Numeraria del Tribunal Superior de Justicia Poder Judicial del Estado de Coahuila I. INTRODUCCIÓN. LA NECESIDAD DE REDEFINIR EL ÁMBITO DE COMPETENCIAS CONCURRENTES EN MATERIA MERCANTIL, A PARTIR DE LA CORRESPONSABILIDAD QUE DERIVA DEL FEDERALISMO COOPERATIVO. Atrás ha quedado la concepción de que el poder central debe solucionar todos nuestros problemas. El federalismo dual, centralista e independiente ha fracasado en muchos países y, por el contrario, el federalismo cooperativo cimentado en la conjunción de esfuerzos y la ayuda mutua orienta la actividad gubernamental de países con alto desarrollo social y democrático. Este nuevo milenio planteó a México un gran reto: gobernar de manera conjunta sin desconocer el ámbito de responsabilidad de cada orden de gobierno, a fin de lograr un mayor avance en las políticas del desarrollo nacional. Durante los últimos años, en nuestro País se ha impulsado por diversos actores políticos y sociales una renovación del Pacto Federal, que permita consolidar mecanismos de cooperación y apoyo entre la federación, los estados y los municipios. En suma, se apuesta por un federalismo que privilegie la colaboración constructiva y responsable a favor del desarrollo democrático y que posibilite el mejoramiento político, económico, social y cultural del País. Los gobiernos federal y estatales deben actuar de manera constructiva, y corresponsable en el desempeño de sus funciones exclusivas, concurrentes o coincidentes. Tener facultades exclusivas no significa excluir o prohibir el auxilio, por el contrario, como Nación hemos de buscar solución a nuestros problemas a partir de la unidad y una funcional cooperación. Para los aquí presentes, el tema que en esta ocasión planteo no es desconocido. Podríamos decir que ha sido un tópico recurrente que no ha obtenido respuestas acordes a las necesidades planteadas por las autoridades judiciales locales, así como por los justiciables. Aún con estos precedentes, considero que este foro es el conducto adecuado para replantear la modificación en lo referente a la competencia concurrente en materia mercantil, porque constituye un espacio para la reflexión, construcción e inminente solución de la problemática nacional, dado el objeto y la naturaleza que dio origen a la CONAGO en el sentido de su apertura al análisis y a la búsqueda de soluciones respecto a los retos que enfrentamos día a día las entidades federativas, específicamente, en este caso, en la impartición de justicia. Por ello, frente al notable incremento de procedimientos mercantiles tramitados ante los tribunales locales, resulta oportuno reflexionar sobre el esquema de competencias entre las autoridades jurisdiccionales federales y estatales en aras de una mayor eficiencia y prontitud en la resolución de esos procesos. 2 Saltillo, Coahuila, 15 de julio de 2008 Ponencia: Las Facultades Concurrentes, Federación-Estados, en Materia Mercantil Lic. Miriam Cárdenas Cantú Magistrada Numeraria del Tribunal Superior de Justicia Poder Judicial del Estado de Coahuila La atribución exclusiva del Congreso Federal de legislar en todo lo relativo al comercio prevista en el artículo 73 fracción X de la Constitución General de la República, no resulta congruente con las facultades jurisdiccionales encomendadas a los tribunales federales para conocer de las controversias en materia mercantil, puesto que, de conformidad con el artículo 104, fracción I, de dicha Constitución, los particulares cuentan con posibilidad jurídica para elegir acceder a la justicia federal o a la local. II. JUSTIFICACIÓN. ¿POR QUÉ REDEFINIR EL ESQUEMA COMPETENCIAS CONCURRENTES EN MATERIA MERCANTI? 1. DE LA DEFINICIÓN DEL PROBLEMA. SU PLANTEAMIENTO. Definitivamente la problemática redunda en atención al orden jurídico vigente y sin ánimo de desplegar los antecedentes históricos puntualmente, considero oportuno recordar que como lo han citado diversos estudiosos del derecho, nuestra legislación en materia mercantil no es propia, sino una importación o herencia de la Colonia. La Constitución de 1857 previó la competencia de los tribunales federales para conocer de las controversias que se suscitaran respecto del cumplimiento y aplicación de las leyes federales, estableciendo esa ley suprema, en su oportunidad, la facultad exclusiva al Congreso de la Unión para legislar en materia comercial, situación que obviamente provocó que los propios juzgados federales se inundaran de juicios mercantiles. Ante el alud de los procesos que se presentaron para que fuesen dirimidos por los tribunales federales, se promovió una adición a la fracción I del artículo 97 de la Constitución de 1857, a efecto de introducir la disposición de que cuando se afectaran sólo intereses de particulares conocerían de esos asuntos los jueces y tribunales locales del orden común, exceptuándose de tal atribución, en consecuencia, a la competencia federal. Con este precedente constitucional en la ley suprema de la federación, que hoy nos rige, nace propiamente la figura de la competencia concurrente en materia mercantil, puesto que en el artículo 104, fracción I, se dispone que cuando las controversias del orden civil o criminal sólo afecten intereses particulares, además de los tribunales de la federación, a elección del actor, podrán conocer también de ellas los jueces y tribunales locales del orden común de las entidades federativas; y que las sentencias de primera instancia podrán ser apelables ante el superior inmediato del juez que conozca del asunto en primer grado. 3 Saltillo, Coahuila, 15 de julio de 2008 Ponencia: Las Facultades Concurrentes, Federación-Estados, en Materia Mercantil Lic. Miriam Cárdenas Cantú Magistrada Numeraria del Tribunal Superior de Justicia Poder Judicial del Estado de Coahuila Ante la aplicación de esta denominada competencia concurrente, lamentablemente en nuestro país las excepciones se han convertido en regla, y hago esta afirmación porque somos testigos de que cuando el actor, en uso de sus derechos acude ante un juez federal, las más de las veces éste, recurriendo a todo su ingenio, se declara incompetente por razón del territorio, por lo que los tribunales del fuero local conocen casi en su totalidad de los juicios mercantiles, revirtiéndose hacía los juzgados locales la avalancha a la que hemos aludido anteriormente. El problema se agrava si tenemos en cuenta que, de origen, la legislación mercantil se encuentra dispersa en un sin número de leyes especiales que los juzgadores locales deben observar en su aplicación sin que puedan promover su adecuación conforme a las características y necesidades estatales, pues es una atribución exclusiva que se le confiere al Congreso de la Unión. Aunado al monopolio legislativo, también los criterios emitidos por el Máximo Tribunal de la Nación poco favorecen la expeditez de la actuación de los órganos jurisdiccionales locales. Es entendible la postura de la Corte dada la carga de asuntos mercantiles que tendrían que conocer los juzgados federales debido al número ilimitado de ellos en el país, pero en nada coadyuvan a quienes en concurrencia atienden las atribuciones que originalmente les compete. 2. LA PROBLEMÁTICA A LA QUE SE AUTORIDADES JURISDICCIONALES LOCALES. ENFRENTAN LAS En la administración de justicia la concurrencia jurisdiccional de las instancias federales y estatales, como es sabido, ha provocado una serie de inconvenientes en el desarrollo natural que cualquier procedimiento judicial debe atender, toda vez que, de conformidad con las disposiciones legales aplicables, cuando se admite la competencia concurrente en materia mercantil el justiciable adolece de una real justicia pronta y expedita. Precisamente este es el aspecto en que se sustenta mi participación, con el propósito de que este Foro tenga a bien hacer suya la propuesta de que la federación asuma la competencia que le corresponde en materia mercantil, o bien, que remita las partidas presupuestales correspondientes a las entidades 4 Saltillo, Coahuila, 15 de julio de 2008 Ponencia: Las Facultades Concurrentes, Federación-Estados, en Materia Mercantil Lic. Miriam Cárdenas Cantú Magistrada Numeraria del Tribunal Superior de Justicia Poder Judicial del Estado de Coahuila federativas, a efecto de fortalecer la infraestructura de los poderes judiciales locales para atender adecuada y profesionalmente esta importante y altamente recurrida materia en beneficio de la ciudadanía. Así, se propone que como una de las alternativas respecto de la judicialización de los procesos mercantiles, se considere fortalecerla a partir de la transferencia de los recursos necesarios para cumplir cabalmente con la responsabilidad encomendada a las autoridades jurisdiccionales estatales. En el caso de Coahuila, como en muchas entidades federativas de nuestro País, se ha ofrecido a la ciudadanía una alternativa para que resuelvan sus conflictos mercantiles sin iniciar un proceso judicial, esto es a través de la figura de los medios alternos de solución de controversias. No obstante ello, este importante medio de despresurización de asuntos para el Poder Judicial no ha sido suficiente, por lo que a su seno continúa presentándose una importante saturación de trabajo en materia mercantil que le ha orillado a replantear su estructura a fin de atender cabalmente esta tan recurrida materia; tan es así, que en nuestro Estado, se han tomado medidas determinantes para que en dos distritos judiciales, juzgados de primera instancia en materia civil reorientaran el rubro de su competencia, transformándose por acuerdo del Consejo de la Judicatura, en órganos jurisdiccionales para conocer de manera exclusiva la materia mercantil, superando inclusive su número con respecto a los juzgados civiles como es el caso que se presenta en Saltillo en donde existen tres juzgados mercantiles y sólo dos civiles en primera instancia. Aunadas a las circunstancias anteriormente señaladas, es menester patentizar que en la aplicación de las disposiciones legales vigentes, las instancias judiciales locales de primera instancia, deben limitarse exclusivamente a la interpretación y aplicación de la norma federal y los tribunales de alzada, según criterios de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, deben circunscribirse a determinar sobre la legalidad de las sentencias, siéndoles vetada la facultad de dirimir respecto a las violaciones procesales, lo que se traduce, sin duda, en una jurisdicción concurrente cercenada que redunda evidentemente en perjuicio de los justiciables. Así lo afirmo puesto que, como es de todos conocido y vivenciado, una vez que se agota la segunda instancia en el fuero local, se abre la posibilidad de iniciar el juicio de garantías a través del amparo, que si bien es una figura bondadosa, su desarrollo procedimental implica un retardo innecesario en la definición de los criterios que resuelven el caso. debido a diversos factores como lo es la acumulación laboral que priva en las diversas instancias jurisdiccionales. 5 Saltillo, Coahuila, 15 de julio de 2008 Ponencia: Las Facultades Concurrentes, Federación-Estados, en Materia Mercantil Lic. Miriam Cárdenas Cantú Magistrada Numeraria del Tribunal Superior de Justicia Poder Judicial del Estado de Coahuila Ejemplos de lo anterior abundan. Encontramos que en los casos de juicios ejecutivos mercantiles, los juzgados de primera instancia invierten un promedio de doce meses para emitir su sentencia y, en aquéllos en que se abra una segunda instancia, ésta se resuelve, sin que se pueda pronunciar respecto de violaciones procesales, en un periodo cercano a los ocho meses, por lo que la parte que resulte afectada, al acudir a la protección de la justicia federal, recibirá la resolución en un tiempo promedio de otros diez meses; resolución que regularmente consiste en la reposición del procedimiento, que implica regresar al procedimiento en primera instancia desde la etapa en que a criterio de la autoridad federal, se presentó la violación. Ello da cuenta del laborioso e infructuoso camino procedimental en materia mercantil que implica la competencia concurrente entre la federación y las entidades federativas en el marco de la administración de justicia, porque cuando, en el ejemplo dado, el trámite normal del procedimiento no debería rebasar, en ambas instancias, escasos seis meses, considerando además, la naturaleza ejecutiva del asunto, es decir, de ejecución inmediata. Sin duda, todo lo anterior perjudica significativamente el patrimonio de las partes involucradas violando flagrantemente sus derechos fundamentales de acceso a una justicia pronta y expedita. III. EL FEDERALISMO COOPERATIVO JUDICIAL EN MATERIA MERCANTIL. Así como es indudable la basta actividad comercial en nuestro país y en el mundo globalizado en el que nos encontramos inmersos, también lo es la necesidad de adecuar el marco jurídico que la regule y en la que esté presente la convergencia competencial de las instancias federal y local. En este contexto, advierto la oportunidad de una convivencia real y respetuosa para la construcción de un nuevo ordenamiento jurídico en materia mercantil en el que se definan los ámbitos de intervención de los dos órdenes de gobierno, encaminado a un real federalismo cooperativo judicial, entendido como el principio mediante el cual se sienten las bases de colaboración, compromiso y responsabilidad de todas las partes integrantes de la federación, dirigidas a atender y resolver los grandes retos y desafíos que implica, entre otras, esta materia. El federalismo cooperativo a que me refiero, habrá de estar sustentado en la medida en que se tenga la capacidad de generar un sistema de regulaciones jurídicas reciprocas, para que de este modo, cada ámbito gubernamental tenga plenamente definida la asignación de sus atribuciones, recursos y 6 Saltillo, Coahuila, 15 de julio de 2008 Ponencia: Las Facultades Concurrentes, Federación-Estados, en Materia Mercantil Lic. Miriam Cárdenas Cantú Magistrada Numeraria del Tribunal Superior de Justicia Poder Judicial del Estado de Coahuila responsabilidades, teniendo siempre muy claro que esto no signifique una separación de ámbitos de gobierno sino que, por el contrario, se rijan por un principio de colaboración y cooperación. Esto, reitero, no se trata de un federalismo que separe tajantemente las facultades tanto para los estados como para la federación, sino que, poco a poco, se vaya acotando el establecimiento de controles que tradicionalmente han sido sólo convenientes para el gobierno federal. IV. UNA PROPUESTA DE SOLUCIÓN. Para la resolución del problema que he planteado, considero necesario sugerir que se lleve a cabo una profunda revisión y adecuación del marco constitucional y de la legislación secundaria relativa. Con ello se atendería la legitima demanda planteada décadas atrás y se rompería con la parcialidad con que se viene desarrollando. En lo conducente a la sugerida reforma constitucional, en mi opinión, sería conveniente, además de la reforma sustancial a los dispositivos que regulan el pacto federal, suprimir la facultad discrecional que se otorga al particular para acudir a los tribunales locales o federales, atribuyendo competencia exclusivamente a los órganos jurisdiccionales de las entidades federativas; ello implicaría vincular la reestructuración al artículo 104, fracción I, de la Constitución General del País con la adecuación de la facultad exclusiva conferida para legislar en materia de comercio al Congreso de la Unión (artículo 73 fracción X). Por tanto, con estas modificaciones se vendría a regular expresamente lo que en la práctica ya acontece como anteriormente lo hemos sostenido. En suma, una reforma constitucional en el sentido propuesto haría necesario la adecuación a la legislación secundaria federal y la correspondiente legislación local en cada una de las entidades federativas. En ese tenor, se han realizado innumerables estudios y propuestas para que la materia mercantil, en su parte sustantiva, se recodifique para que, entre otros aspectos, se abata la dispersión y continua contradicción de leyes. Por cuanto hace al ámbito adjetivo o procedimental, se requeriría determinar las esferas competenciales respectivas al orden federal y al estatal. Así, en el supuesto de que se asuma la propuesta de reformas legislativas al marco constitucional y de las normas secundarias, ello conllevaría necesariamente al planteamiento de la redistribución presupuestal, específicamente de los recursos que se destinen a las entidades federativas para la atención de esta materia mercantil. 7 Saltillo, Coahuila, 15 de julio de 2008 Ponencia: Las Facultades Concurrentes, Federación-Estados, en Materia Mercantil Lic. Miriam Cárdenas Cantú Magistrada Numeraria del Tribunal Superior de Justicia Poder Judicial del Estado de Coahuila Sin embargo, las reformas sugeridas no son óbice para limitar este aspecto tan importante, puesto que como se ha dejado patentizado anteriormente, el que los estados vengan asumiendo la atención de los asuntos mercantiles implica la erogación presupuestal que vienen realizando en este rubro, de ahí la necesidad de que la federación asuma, en el marco del federalismo cooperativo, un compromiso de auxilio y apoyo a partir del cual asigne a las entidades federativas los recursos en suficiencia que redunden en beneficio de la impartición de justicia pronta y expedita que reclaman los justiciables. En otras palabras, es necesaria e imprescindible la transferencia de recursos presupuestales para la atención de la materia mercantil o la asunción en su totalidad de la misma por parte de la federación. V. CONCLUSIONES 1. Se hace necesario fortalecer nuestro pacto federal a partir de la consolidación del federalismo cooperativo, que coadyuve en la coordinación de esfuerzos entre los diversos órdenes de gobierno y que satisfaga las necesidades que demanda la sociedad, abatiendo de esta manera un sistema mal entendido de lucha por el ejercicio del poder. 2. Es patente la inequidad de la competencia concurrente que en materia mercantil reconoce nuestra legislación vigente, por lo que es urgente su revisión y adecuación. 3. Dada la definición normativa que sustenta la competencia concurrente en materia mercantil y que impele a que las autoridades locales asuman la atención del grueso de los procesos generados, obliga al análisis que permita a la Federación distribuir y transferir los recursos suficientes a las entidades federativas para propiciar una justa, pronta y expedita atención de los mismos. 4. La propuesta para que, a partir de la determinación jurídica de que los justiciables deban acceder a la jurisdicción local para plantear sus conflictos, de ninguna manera violenta la tutela judicial efectiva, porque no se suprime la posibilidad de acceder a un órgano jurisdiccional que los resuelva y, por el contrario, se fortalece el principio de la expeditez. 8 Saltillo, Coahuila, 15 de julio de 2008