Documento descargado de http://www.elsevier.es el 16/11/2016. Copia para uso personal, se prohíbe la transmisión de este documento por cualquier medio o formato. ORIGINALES Rev. Logop. Fonoaud., vol. II, n.º 4 (236-239), 1983. SISTEMAS DE COMUNICACIÓN ALTERNATIVOS Y DEFICIENCIA MOTRIZ Por Carmen Basil Almiral Psicóloga del Centro NADIS. Profesora de Psicología Médica de la Facultad de Medicina de la Universidad de Barcelona Robert Ruiz Bel Psicólogo del Centro Albada de los primeros problemas que se nos plantea cuando intentamos proporcionar un sistema eficaz de comunicación a una persona, cuyas deficiencias motrices son tan graves que le impiden hablar, escribir e incluso hacer signos con las manos, es encontrar un mecanismo a través del cual nos pueda transmitir un mensaje lo más complejo posible a través de una respuesta motora lo más sencilla posible. Los sistemas de lenguaje no-vocal que se han desarrollado para facilitar la comunicación de estas personas reciben el nombre de «sistemas gráficos» o «sistemas con ayuda». Estos sistemas consisten en una serie de elementos gráficos o visuales (fotografías, dibujos, símbolos, palabras escritas...) que serán seleccionados por el individuo con el fin de transmitir un mensaje. Se denominan también «sistemas con ayuda» porque requieren la utilización de algún tipo de instrumento fuera del propio cuerpo de la persona que desea comunicarse. El instrumento requerido puede ser, desde un sencillo tablero de comunicación en el que se disponen las imágenes que el individuo seleccionará, por ejemplo señalándolas, para comunicarse, hasta alguno de los aparatos, de acción mecánica o electrónica, a veces extraordinariamente complejos, que se han diseñado con el mismo fin. Los elementos gráficos o visuales que integran un sistema de comunicación con ayuda pueden variar enormemente en concreción/abstracción, así como en rigidez/flexibilidad, parámetros que suelen relacionarse en proporción inversa. U NO El tipo de elementos que escojamos en cada caso dependerá de la edad y nivel intelectual del individuo, pero una misma persona puede empezar usando un sistema de elementos muy concretos, y por lo tanto más rígidos, para pasar a utilizar, según va progresando, unos elementos más abstractos y en consecuencia más flexibles, con lo que se amplía la cantidad y complejidad de los mensajes que podrá transmitir. De acuerdo con los parámetros reseñados, podemos dividir los elementos de comunicación en «pictográficos» y «no pictográficos».1 Elementos «no pictográficos» son las palabras escritas. El sistema con ayuda que resulta más familiar es la escritura (a mano o a máquina), si bien en el caso de graves déficits motores es posible utilizar adaptaciones como el señalado de palabras escritas sobre un tablero de comunicación. Estos elementos no pictográficos (palabras o letras) son totalmente abstractos, y por tanto, difíciles de aprender para algunas personas. En cuanto a los elementos «pictográticos» pueden ser fotografías o dibujos. Los sistemas que resultan de las series de estos elementos son especialmente rígidos por su concreción y limitación, pero pueden resultar imprescindibles para iniciar la comunicación en niños pequeños o personas de bajo nivel intelectual. 1. En Fristoe M. y Lloyd, L. L. (1979), se puede encontrar más información sobre los diversos sistemas de comunicación no vocal, con una valoración crítica de sus ventajas e inconvenientes. Correspondencia: Avda. de Carlos III, n.º 15, entlo. 3.º. Barcelona-28. 236 Documento descargado de http://www.elsevier.es el 16/11/2016. Copia para uso personal, se prohíbe la transmisión de este documento por cualquier medio o formato. Existen sistemas menos restringidos que los estrictamente pictográficos y menos abstractos que la escritura convencional. Un ejemplo de ellos es el sistema Bliss,2 integrado por símbolos lógicos, de base semántica, que incluye pictogramas, ideogramas y algunos signos arbitrarios. Estos sistemas permiten unas posibilidades de comunicación muy amplias (con la combinación de un número reducido de símbolos se pueden expresar una gran cantidad de ideas), y, sin embargo, resultan mucho más fáciles de aprender que la lectura convencional, pudiendo incluso facilitar el aprendizaje posterior de la misma. * * * Una vez escogido un determinado sistema para un individuo y dispuesto el tablero u otro instrumento de comunicación, se nos plantea la cuestión de cuál será el método que va a utilizar para indicarnos el mensaje que en cada momento nos quiera transmitir. Es decir, tenemos que encontrar una respuesta motora muy sencilla, al alcance de una persona cuyos problemas físicos son de extrema gravedad, pero que le permita seleccionar los elementos de comunicación de la forma más clara, práctica y eficaz posible. Existen tres técnicas fundamentales de selección del mensaje, 3 la selección directa, el barrido y la selección codificada. La selección directa consiste en indicar los elementos del mensaje señalándolos directamente de alguna forma. Aunque la forma más propia de señalar es la que utiliza el dedo índice, entendemos que el mensaje se puede seleccionar directamente con cualquier otra parte del cuerpo (mano, codo, pie...), o incluso utilizando un puntero sujeto a la cabeza o a la boca. La acción de las teclas de una máquina de escribir para transmitir un mensaje mecanografiado sería también un ejemplo de selección directa. En el barrido, el interlocutor va presentando los elementos de comunicación, señalándolos, por ejemplo, de uno en uno en el tablero de comunicación, 2. Sobre el sistema Bliss se pueden consultar, entre otros: Eugene T. Mc Donald (Ed.) 1980; Shirley Mc Nagthon and Barbara Kates (1980); J. Márquez (1982); C. Basil y R. Ruiz (1983). 3. Para mayor información sobre técnicas de selección del mensaje e instrumentos para la comunicación «con ayuda» véase: Harris y Vanderheim (1980). hasta que la persona que desea transmitir el mensaje indica, con un gesto preestablecido, que se ha dado con el elemento que quería expresar. Esta técnica suele ser más lenta que la selección directa, pero tiene la ventaja de requerir un mínimo de control motor. Por muy grave que sea el déficit motor de un individuo, siempre podrá realizar algún movimiento, el que sea, para indicar que se ha encontrado el elemento deseado. Para aumentar la rapidez de esta técnica se puede utilizar el barrido de elementos agrupados. De esta forma, el interlocutor va señalando, por ejemplo, las columnas del tablero, hasta que el sujeto indica que se ha encontrado la columna adecuada. A partir de aquí, va señalando uno a uno los elementos de dicha columna hasta que se repite la señal. En algunos casos resulta muy útil combinar ambos sistemas, de forma que el individuo pueda seleccionar directamente los mensajes de uso más frecuente, y, en cambio, se utilice el barrido cuando quiera expresar un mensaje menos cotidiano. La selección codificada consiste en dotar cada uno de los elementos de comunicación de un código que lo represente. Este código puede ser, por ejemplo, un número de dos cifras. El sujeto dispondrá en este caso de un conjunto de cifras que señalará directamente. Si señala el 5 y después el 2, se está refiriendo al ítem 52 que se encuentra en un tablero aparte con este código. De esta forma, si se disponen seis cifras para que el sujeto señale, cifras que se pueden colocar muy separadas para facilitar la respuesta motriz, el individuo puede expresar treinta mensajes (se suprimen los números de dos cifras repetidas, como 22, para evitar ambigüedades). Este número reducido de elementos (las cifras) se pueden disponer incluso de forma que una persona los pueda seleccionar con la mirada, cuando su problema motor le impida el control de cualquier otra parte de su cuerpo para señalar. Por supuesto, el código no ha de ser necesariamente numérico. Si la persona tiene dificultad en reconocer los números se pueden usar, por ejemplo, colores. * * * Todas estas técnicas, como hemos visto, se pueden practicar en un tablero de comunicación, diseñado 237 Documento descargado de http://www.elsevier.es el 16/11/2016. Copia para uso personal, se prohíbe la transmisión de este documento por cualquier medio o formato. ORIGINALES de la forma más conveniente en cada caso y para cada individuo en particular. Sin embargo, existe una serie de aparatos que facilitan la selección del mensaje y, sobre todo, la recepción del mismo por parte del interlocutor. No será posible en este artículo describir la gran cantidad de instrumentos que se han diseñado para facilitar la comunicación, tales como máquinas de escribir adaptadas, aparatos tipo calculadora, sistemas de pantallas como las de televisión e instrumentos que pueden utilizarse como sistemas de entrada de datos en un computador, poniendo los avances de la informática al servicio de los disminuidos físicos. Nos limitaremos a destacar la importancia de estos instrumentos para aumentar las posibilidades de independencia y las oportunidades de interacción, especialmente en grupo. El principal inconveniente de estos sistemas de comunicación con ayuda es que suelen requerir la presencia de otra persona que preste una atención directa y dedique mucho esfuerzo para descifrar el mensaje recibido. Resulta muy difícil que una persona pueda participar en la conversación de un grupo numeroso señalando en un tablero de comunicación. Así mismo, si se trata de un niño con problemas físicos que participa en una clase, necesitará poderse comunicar a distancia con el maestro y demás compañeros, así como realizar trabajos de los que quede constancia y puedan ser examinados porteriormente por el educador. Los instrumentos facilitadores de la comunicación solucionan en parte estos obstáculos, puesto que realizan la tarea de descifrar el mensaje y ponerlo al alcance del interlocutor o interlocutores en forma escrita (sobre papel o en la pantalla tipo televisor) o incluso sintetizando una voz que lo transmite oralmente. De esta forma, mientras el que se comunica puede tardar varios minutos en elaborar su mensaje, el que lo recibe tarda tan sólo unos segundos en captarlo una vez procesado por la máquina. Además, dicho mensaje puede ser leído, o incluso oído, por muchas personas y a distancia. El método de selección del mensaje que escojamos inicialmente para un individuo, así como el instrumento de ayuda que utilice, como ocurría con el tipo de imágenes, no debe considerarse absoluto ni definitivo, sino que debe irse modificando a medida que 238 el individuo progresa. Lo más importante al empezar no es que el sistema sea perfecto, sino que sea suficientemente asequible para que una persona, que no se comunicaba casi en absoluto, empiece a interaccionar a este nivel lo más pronto posible. Inicialmente pretendemos hacerle descubrir que la posibilidad de pedir cosas, solicitar que otra persona haga algo, expresar sus emociones, etc., está a su alcance, aunque el repertorio de mensajes que pueda transmitir sea muy limitado y el sistema resulte bastante incómodo. A medida que se vaya familiarizando con el uso de estas posibilidades de comunicación, se podrá ir cambiando el sistema para hacerlo más amplio y práctico, cubriendo progresivamente el desfase entre las capacidades expresivas y comprensivas del sujeto. Por último, cabe destacar la importancia de introducir los sistemas de comunicación no-vocal de la forma más temprana posible. A menudo encontramos niños que tardan mucho más tiempo que los demás en desarrollar la lengua hablada a causa de restricciones físicas y/o cognitivas. Esta carencia de lenguaje en una etapa tan importante de la vida implica para estos niños unas grandes desventajas a nivel social, debido a la falta de un sistema adecuado para comunirse con sus compañeros y adultos. Por otra parte, la falta de un sistema estructurado de representación, como el lenguaje, para ir integrando sus experiencias, les impone grandes desventajas a nivel cognitivo. Sin embargo, estos niños que presentan tantas dificultades para aprender a hablar, pueden casi siempre adquirir con más rapidez un sistema de lenguaje no-vocal con el que es posible prevenir, en cierta medida, el retraso social e intelectual que puede derivarse de una carencia total de lenguaje. En conclusión, los objetivos que persigue la enseñanza de un sistema de comunicación no vocal se pueden resumir en los siguientes: 1. Proporcionar un sistema de comunicación alternativo a largo plazo a aquellas personas cuyas deficiencias les impiden por completo desarrollar la lengua hablada. 2. Proporcionar un sistema de comunicación alternativo a corto y medio plazo a aquellos niños cuyas dificultades retrasan la adquisición de la lengua hablada. Documento descargado de http://www.elsevier.es el 16/11/2016. Copia para uso personal, se prohíbe la transmisión de este documento por cualquier medio o formato. 3. Facilitar el desarrollo del habla propiamente dicha.4 Muchos autores coinciden en afirmar que el aprendizaje y utilización de los sistemas de comunicación no-vocal, lejos de frenar el desarrollo del lenguaje vocal, suelen favorecerlo. BIBLIOGRAFÍA BASIL, C. y RUIZ, R.:«Informació introductoria sobre els sistemes de llenguatge no-oral». Butlletí dels mestres, Direcció Genera1 d’Ensenyament Primari de la Generalitat de Catalunya, N.º 1, 1983. FIRSTOE, M.: Language Intervention Systems for the Retarded. L. B. Wallace Developmental Center, Decatur, Alabama, 1975. FIRSTOE, M.: Centennial audit: National survey of language Intervention for the retarded. Paper presented at the 100th Annual Meeting of the American Association on Mental Deficiency, Chicago, Illinois, 1976. 4. En este artículo nos hemos centrado en los sistemas de lenguaje no vocal como alternativa a la comunicación vocal. Para obtener información sobre la función facilitadora del habla que se atribuye a los mismos se puede consultar: Fristoe (1975); Fristoe (1976); Kiernan (1977) y Lloyd (1976). FRISTOE, M. y LLOYD, L. L.: Non-speech communication. Handbook of Mental Deficiency: Psychological Theory and Research. 2.ª ed. N. R. Ellis (ed.), Lawrence Erlbaum, 1979. HARRIS, D. y VANDERHEIM, G. C.: Augmentative Communication Techniques. En: Schiefelbusch, R. L. (ed.): Nonspeech Language and Communication Analysis and Intervention. Language Intervention Series. University Park Press, Baltimore, 1980. KIERNAN, C.: «Alternatives to Speech: A review of research on manual and other forms of communication with the mentally handicapped and other non-communicating populations». British Journal of mental surbnormality, 1977. LLOYD, L. L. (ed.): Communication Assessment and Intervention Strategies. Baltimore University, Park Press, 1976. MÁRQUEZ, J.: «Los símbolos Bliss: un sistema de comunicación no verbal fundamentado en la significación de los símbolos». Rev. Logop. Fonoaud., 1982, Vol. 1, N.º 3. MC DONALD, E. T. (ed.): Teching and Using Blissymbolics. A publication of the Blissymbolics Communication Institute. Toronto, Ontario, Canadá, 1980. Mc NAUGHTON, S. y KATES, B.: The Application of Blissymbolics. En: Schiefelbusch, R. L. (ed.): Non-speech Language an Communication Analysis and Intervention. Language Intervention Series. University Park Press, Baltimore, 1980. Recibido: enero 1983. 239 239