Área Contrataciones del Estado, Abastecimiento y Control Patrimonial VII Aplicación de las fórmulas de reajuste en las contrataciones del Estado Ficha Técnica Autor : Luis Eduardo Morante Guerrero* Título:Aplicación de las fórmulas de reajuste en las contrataciones del Estado Fuente: Actualidad Gubernamental, Nº 86 - Diciembre 2015 Sumario 1. 2. 3. 4. Introducción Aplicación de las fórmulas de reajuste Condiciones para establecer un reajuste Fórmulas de reajuste en los contratos de ejecución periódica o continuada de bienes y servicios 5. Fórmulas de reajuste en contratos de obra pactados en moneda nacional 6. Fórmulas de reajuste en los contratos de consultoría de obras en moneda nacional 1. Introducción La fórmula de reajuste en el marco jurídico de las contrataciones del Estado ha sido concebida en función de la variación de los factores que inciden en la determinación de los costos del contrato, para que estos no afecten el equilibrio de contraprestaciones buscado por las partes. Por ejemplo, la inflación puede aumentar los costos para una de las partes señaladas en los contratos (costos por materia prima), pero la fórmula corregirá los precios exactamente en la misma proporción (incluyendo la utilidad, puesto que dentro de la estructura de los precios unitarios ella hace parte integrante de los mismos), de modo que el valor de la remuneración intrínseca del contratista se mantendrá incólume. Asimismo, puede suceder que un hecho económico imprevisible altere el valor del precio pactado, porque se afectan factores que inciden en la determinación de los costos del contrato, para esos casos la fórmula de reajuste, también permiten mitigar esos desequilibrios. Para los contratos que se sitúan en estas situaciones y otras parecidas, que son una buena parte de los contratos efectuados por el Estado, se utiliza la fórmula de reajuste para mantener el equilibrio económico del contrato durante su ejecución, herramienta que pasaremos a analizar a continuación. * Exasistente de Normatividad Ambiental del Organismo de Evaluación y Fiscalización Ambiental (OEFA). Miembro del Área Legal de Instituto Pacífico. Especialista en derecho administrativo y contrataciones del Estado. Egresado de la Facultad de Derecho y Ciencia Política de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos. Miembro fundador del Taller de Investigación de Derecho Administrativo (TIDA). 2. Aplicación de las fórmulas de reajuste La normativa de Contrataciones dispone que las fórmulas de reajuste sirvan para mantener el valor constante de las prestaciones durante la ejecución del contrato, a fin de que las modificaciones de precios no impidan el alcance del objetivo de la contratación. En el caso de contratos de tracto sucesivo o de ejecución periódica o continuada de bienes o servicios, de contratos de obras, o de contratos de consultoría de obras, pactados en moneda nacional, las bases de los procesos de selección pueden considerar fórmulas de reajuste de los pagos que corresponden al contratista. En ese sentido, es facultad de la entidad establecer en las bases de los procesos de selección a ser convocados para la celebración de los indicados contratos, fórmulas de reajuste de precios; motivo por el cual, corresponde a cada entidad evaluar si, en una contratación en concreto, es pertinente incorporar dichas fórmulas para cubrir la variación de los precios de los bienes, servicios u obras requeridos. Ahora bien, en el marco de un proceso de selección, aquellos proveedores que se hubieran registrado como participantes pueden formular, a través de las consultas, solicitudes respecto de las bases. En esta oportunidad, cualquier participante puede solicitar la inclusión de fórmulas de reajuste, en caso lo considere necesario y adecuado al objeto de la convocatoria. Sin embargo, ello no afecta que, atendiendo a la potestad de la entidad de incorporar fórmulas de reajuste en las bases, pueda acogerse o no el pedido del participante, dependiendo de la evaluación que realice la entidad. Por su parte, la presentación de una propuesta implica el sometimiento del postor a las condiciones establecidas en las bases integradas. En ese sentido, aquel proveedor que presenta una propuesta se somete a las condiciones establecidas por la entidad en dichas bases y, de resultar ganador de la buena pro, se obliga a ejecutar el contrato considerando dichos términos. Atendiendo a ello, si las bases integradas no incorporan fórmulas de reajuste, el proveedor, al presentar su oferta, se somete a dichas reglas, debiendo respetarlas en la ejecución del contrato, sin considerar incrementos o reducciones en los precios. Por consiguiente, con posterioridad a la celebración del contrato, no sería posible Actualidad Gubernamental que el contratista solicite la aplicación de fórmulas de reajuste1. A mayor abundamiento, debe indicarse que en el último párrafo del artículo 36 del Decreto Legislativo N.° 1017 establece que “El contrato entra en vigencia cuando se cumplan las condiciones establecidas para dicho efecto en las bases y podrá incorporar otras modificaciones, siempre que no impliquen variación alguna en las características técnicas, precio, objeto, plazo, calidad y condiciones ofrecidas en el proceso de selección.” (El resaltado es agregado). De acuerdo con la norma citada, una vez suscrito el contrato, este puede incorporar modificaciones que no impliquen variación alguna en los precios pactados, pues, de lo contrario, se estaría estableciendo un trato preferente a favor del postor ganador de la buena pro, y actual contratista, en perjuicio de los demás participantes del proceso de selección; lo cual, además, determinaría la vulneración de los principios que inspiran la contratación pública, entre estos, el de transparencia, de imparcialidad, de eficiencia y de trato justo e igualitario. Sin perjuicio de lo antes señalado, cabe reconocer que durante la ejecución del contrato la variación de las condiciones económicas en las que se formula una oferta que alteren el equilibro contractual y generen que la prestación asumida por el contratista devenga en excesivamente onerosa2, podría justificar que este inicie 1 Cabe precisar que, según lo establecido en el artículo 36 de la Ley, el contrato puede incorporar modificaciones siempre que no impliquen variación alguna en las características técnicas, precio, objeto, plazo, calidad y condiciones ofrecidas en el proceso de selección. Es decir, si bien la normativa admite que el contrato celebrado pueda incorporar modificaciones, estas no podrían alterar aspectos sustanciales de su contenido —como el precio—, pues ello implicaría afectar condiciones relevantes que la entidad tuvo en consideración para seleccionar al proveedor, así como variar las reglas de participación de los proveedores en el proceso de selección, contraviniendo principios esenciales de la contratación pública como transparencia, libre competencia y trato justo e igualitario de postores. 2 Artículo 1440 del Código Civil: Excesiva onerosidad de la prestación “En los contratos conmutativos de ejecución continuada, periódica o diferida, si la prestación llega a ser excesivamente onerosa por acontecimientos extraordinarios e imprevisibles, la parte perjudicada puede solicitar al juez que la reduzca o que aumente la contraprestación, a fin de que cese la excesiva onerosidad. Si ello no fuera posible por la naturaleza de la prestación, por las circunstancias o si lo solicitara el demandado, el juez decidirá la resolución del contrato. La reducción no se extiende a las prestaciones ejecutadas”. A partir de lo señalado en el Código Civil, los elementos condicionantes de la solicitud de excesiva onerosidad de la prestación son los siguientes: 1. Que se presente en los contratos de ejecución continuada, periódica y diferida. En los contratos ya ejecutados no se da la excesiva onerosidad. 2. Que se dé la excesiva onerosidad por acontecimientos posteriores a la celebración del contrato de carácter extraordinario e imprevisible, como por ejemplo el alza de materiales, el alza de la mano de obra por un aumento no previsto de sueldos, N° 86 - Diciembre 2015 VII 5 VII Informes Especiales un proceso arbitral a fin de solicitar al árbitro o Tribunal Arbitral la reducción de su prestación, el reajuste de los precios o –si no fueran viables las alternativas anteriores– la resolución del contrato3. Bajo tales consideraciones tenemos que el Reglamento le da la potestad a las entidades de establecer o no fórmulas de reajuste; constituyendo, así, una facultad de las entidades definir la fórmula del reajuste en las bases o el contrato. 3. Condiciones para establecer un reajuste Las condiciones para reconocer un reajuste en la contraprestación a favor del contratista, en un contrato de bienes, son las siguientes: a) Que se trate de contratos de tracto sucesivo o de ejecución periódica o continuada. b) Que la contraprestación se haya pactado en moneda nacional. En el caso de contratos de bienes expresados en moneda extranjera, no procede el reajuste, salvo que los bienes estén sujetos a cotización internacional o que su precio esté influido por esta. c) Que las bases o el contrato hayan pactado la fórmula de reajuste. d) Que se tome como referencia el índice de precios al consumidor, salvo que se trate de bienes sujetos a cotización internacional o cuyo precio esté influido por esta, caso en que no se aplicará tal limitación. En relación con la existencia de un contrato que ha contemplado la posibilidad de reajuste de precios, mas no ha establecido la fórmula respectiva, debe partirse de la premisa de que la entidad, en uso de sus atribuciones, optó por reconocer tal reajuste y que tal decisión debe haber considerado el cumplimiento de los requisitos contemplados en la normativa de contratación pública, señalados precedentemente. Ahora bien, la manifestación de voluntad de la entidad de reconocer un reajuste de precios debe haber sido plasmada en las bases del proceso, razón por la cual forma parte integrante del contrato. En ese sentido, no podría sostenerse que la ausencia de la fórmula implica que se un proceso devaluatorio o inflacionario, entre otros casos. El hecho extraordinario será aquel que está alejado de lo que frecuentemente sucede como situación normal o corriente; en cambio lo imprevisible está vinculado con lo que ordinariamente puede esperarse, esto es, lo que surge del razonamiento común y corriente de los seres humanos. 3. La parte perjudicada, tiene el derecho de pedir al juez —en el caso de los contratos del Estado, al árbitro— la revisión del contrato, para que reduzca la prestación o aumente la contraprestación, a fin de hacer cesar la excesiva onerosidad. De darse estas condiciones se podrá revisar el contrato pero respecto a las prestaciones por cumplirse, debido a que las ya ejecutadas constituyen hechos consumados que no dan derecho a revisión. 3 Opinión N.° 126-2009/DTN VII 6 hayan variado las condiciones del contrato; por lo que el contratista estaría facultado, en caso de considerarlo pertinente, para someter la controversia a conciliación y/o arbitraje, según lo establecido en el contrato y en la normativa de contratación pública. En relación con lo indicado, podría incorporarse al contrato la respectiva fórmula a efectos de hacer efectivo el reajuste, siendo que en caso el contratista no se halle de acuerdo, podrá someter la controversia a conciliación y/o arbitraje, según lo establecido en el contrato y en la normativa de contratación pública. 4.Fórmulas de reajuste en los contratos de ejecución periódica o continuada de bienes y servicios En el caso de contratación en moneda nacional de bienes y servicios, siempre que se trate de contratos de tracto sucesivo (suministro de bienes) o ejecución periódica (servicios que mensualmente se paga), es posible incorporar fórmulas de reajuste, conforme a la variación del índice de precios al consumidor que establece el INEI. En estos casos no es obligatorio incorporar siempre el reajuste, ya que es una decisión que debe establecerse internamente por la entidad, al momento de elaborarse el expediente de contratación. Cabe resaltar que por ello es necesario que se analice las condiciones del mercado respecto de lo que se va a contratar, pues su omisión puede acarrear problemas en la ejecución del contrato. Por tal razón, cuando estamos frente a contratos de ejecución inmediata (compraventa de bienes o servicios que se agotan con una sola actividad) no procede incluir la posibilidad de reajuste de precios. Al respecto, es importante precisar que desde la perspectiva de la ejecución de los contratos, estos se dividen en contratos de “ejecución única” y contratos “de duración”. Así, Messineo señala que un contrato será de ejecución única4, cuando se ejecuta en un solo acto que agota su finalidad, en tanto que será “de duración”5 4 “Algunas veces, el contrato comporta una sola ejecución en cuanto esta ejecución agota su razón de ser. En este caso se llama de ejecución única o instantánea, con lo que se quiere significar, no que el contrato recibe ejecución inmediata —esta es otra cosa: véase supra, n.10— sino que el contrato se ejecuta en un acto, es decir, con una solutio única, y con esto mismo queda agotado”. MESSINEO, Francesco. Doctrina General del Contrato, Ediciones Jurídicas Europa-América, Buenos Aires, 1952, p. 429. 5 “En contraposición se perfila la categoría del contrato “de duración”, de tracto sucesivo, o de ejecución continuada o periódica, que es aquel en que “el dilatarse” del cumplimiento por cierta duración es condición para que el contrato produzca el efecto querido por las partes y satisfaga la necesidad (durable o continuada) que las indujo a contratar; la duración no es tolerada por las partes sino que es querida por ellas, por cuanto la utilidad del contrato es proporcional a su duración (…) Por tanto el elemento tiempo, en cuanto duración, o mejor dicho el distribuirse de la ejecución en el tiempo constituye aquí el carácter peculiar del contrato: el tiempo no sirve tanto para determinar el momento de la iniciación de la ejecución (y, por consiguiente, no es un Actualidad Gubernamental N° 86 - Diciembre 2015 cuando su ejecución se distribuye en el tiempo para alcanzar el fin requerido por las partes. A su vez, los contratos “de duración” se subdividen en contratos de “ejecución continuada” y contratos de “ejecución periódica”. Messineo6 señala que un contrato es de ejecución continuada cuando “la prestación (por regla general, de hacer, pero también de no hacer) es única pero sin interrupción (locación, arrendamiento, suministro de energías comodato o similares), y es de ejecución periódica cuando “existen varias prestaciones (por regla general, de hacer), que se presentan en fechas establecidas de antemano (por ejemplo, renta y contrato vitalicio; venta en uno de sus particulares aspectos: arg. art. 1518, parágrafo), o bien intermitentes, a pedido de una de las partes (ejemplo, cuenta corriente, apertura de crédito en cuenta corriente, seguro de abono)”. Dicho lo anterior, debe indicarse que el numeral 1 del artículo 17 del Reglamento permite que en los contratos de ejecución periódica o ejecución continuada –de bienes o servicios, pactados en moneda naciona– se establezcan fórmulas de reajuste, con la finalidad de cubrir la variación del precio de las prestaciones pactadas, producto de la distribución de la ejecución de dichas prestaciones en el tiempo. Asimismo, es necesario tener presente que el reajuste de los pagos al contratista tendrá como límite la variación del índice de precios al consumidor que establece el Instituto Nacional de Estadística e Informática (INEI), correspondiente al mes en que debe efectuarse el pago. De esta manera, la previsión de fórmulas de reajuste en las bases o en el contrato, permite que durante la ejecución contractual se mantenga una adecuada relación de equivalencia entre las prestaciones ejecutadas por el contratista y el pago que la entidad debe realizar por estas. No obstante, corresponde a cada entidad determinar si en una contratación en particular de bienes o servicios de ejecución periódica o continuada, pactada en moneda nacional, resulta necesario o no considerar fórmulas de reajuste en las bases o en el contrato, a efectos de cubrir una posible variación de precios durante la ejecución contractual. De otro lado, el segundo párrafo del numeral 1 del artículo 17 del Proyecto de Reglamento establece que “cuando se trate de bienes sujetos a cotización internacional o cuyo precio esté influido por esta, no término o no es sólo un término), sino más bien un elemento —esencial (no accesorio) y esencial para ambas partes— por el que se determina la cantidad de la prestación, el dilatarse o el reiterarse de la ejecución (la duración del elemento causal) y también el momento en que el contrato termina. De esto se sigue que el contrato comporta la ejecución sin interrupción para el periodo que las partes determinen o ejecuciones repetidas.” Ibídem, pp. 429-430. 6 Ibídem, p. 431. Área Contrataciones del Estado, Abastecimiento y Control Patrimonial se aplica la limitación del Índice de Precios al Consumidor a que se refiere el párrafo precedente”. (El resaltado es agregado). Como se aprecia, en las contrataciones de bienes sujetos a cotización internacional o cuyo precio esté influido por esta, el reajuste de los pagos al contratista puede ser superior a la variación del Índice de Precios al Consumidor que establece el Instituto Nacional de Estadística e Informática (INEI), a diferencia de los bienes que no se encuentran sujetos a cotización internacional, en los cuales el reajuste se encuentra limitado por la variación de dicho índice, como se ha precisado en el punto anterior. Resulta pertinente precisar que el reajuste de los pagos al contratista en las contrataciones de bienes sujetos a cotización internacional o cuyo precio esté influido por esta, presupone un contrato de ejecución periódica o continuada, en el que la distribución de la ejecución de las prestaciones en el tiempo pueda determinar la variación del precio pactado. Ahora bien, la disposición citada genera algunas interrogantes: en primer lugar, qué se entiende por bienes sujetos a cotización internacional o cuyo precio esté influido por esta y, en segundo lugar, cómo se realiza el reajuste. a) En cuanto a la primera interrogante, debe indicarse que la Subdirección de Estudios Económicos y de Mercado del OSCE ha realizado el estudio Bienes sujetos a cotización internacional o que su precio está influido por esta ¿Cuáles son o como delimitarlos?, en el que establece los criterios para determinar cuáles son los bienes que se encuentran sujetos a cotización internacional o que su precio está influido por esta. En el punto 2.3 del referido estudio se señala que los bienes sujetos a cotización internacional son “bienes transables, cuya estructura de costos se ve afectada por precios internacionales que se forman producto de las volatilidades de los mercados globales de commodities. No siempre se puede concretar su comercialización entre mercados de distintas naciones pero la naturaleza de estos bienes permite la libre transacción en las economías internas para que sobre todo las necesidades básicas sean cubiertas”. (El resaltado es agregado). Asimismo, en el punto 2.4 del estudio, respecto de los bienes transables, se precisa que “estos bienes pueden, a su vez, ser insumos de procesos productivos con mayor nivel de industrialización y/o sofisticación, lo que introduce volatilidades en los precios en distintos momentos del tiempo para conseguir como resultado, precios exactos de los productos finales.” En esa medida, en el punto 3.1 del estudio se indica que “para determinar hasta qué punto el precio de un bien está sujeto a cotización internacional o influenciada por este, se tiene que definir en qué consisten sus respectivos procesos de producción. Esto, debido a que la estructura de costos es el centro de la cotización y está directamente vinculada con los insumos y los procesos de producción utilizados para elaborar los bienes transables”, identificándose los niveles de procesos de producción que a continuación se detallan, y precisándose que “hasta el nivel 3, estos bienes transables están sujetos a cotización internacional o sus precios influidos por este”7: (i) Commodities: “todo aquel bien básico, materia prima, o producto genérico, que se puede transar por medio del trueque o la compra y/o venta; lo cual genera un mercado en particular (oferta y demanda) de dicho producto”. (ii) Derivados del proceso de producción: “se generan durante la producción conjunta de una materia prima (commodity) con otros productos intermedios, estos bienes resultantes no se pueden dejar de producir y corresponden a excedentes del bien en transformación para su uso comercial”. (iii)Derivados del commodity: “que no solo se produce por la nueva transformación de una materia prima, ya esté procesada o no; sino que también indica, en sus oscilaciones de oferta y demanda (y, por lo tanto, de sus precios), alta dependencia del comportamiento del bien básico del cual deriva para determinar el comportamiento de sus precios en los mercados”. (iv)Productos manufacturados: “se generan por medio de un proceso industrial sofisticado (ya sea sobre una materia prima y/o un producto semielaborado), para poder obtener un bien acabado que ha perdido en gran mayoría sus características iniciales, dando origen a un producto diferenciado y con mayor valor agregado”. conforme se incrementa el nivel o fase de producción, esta influencia es más débil, debido a que se pierde la mayoría de las características iniciales”. b) En cuanto a la segunda interrogante, esto es, cómo se realiza el reajuste en el caso de bienes sujetos a cotización internacional o cuyo precio esté influido por esta, partiendo de lo establecido en el primer párrafo del numeral 1 del artículo 17 del Reglamento, debe indicarse que el reajuste se realiza teniendo en consideración el precio al que se cotiza el bien el mes en que se realizará el pago al contratista. Para tal efecto, en las bases o en el contrato debe haberse previsto la posibilidad de reajustar los pagos al contratista, sin necesidad de establecerse una fórmula para tal efecto, pues el reajuste estará dado por la variación del precio al que se cotiza el bien en el mes en el que se efectuará el pago, como se ha indicado en el párrafo anterior. Por último, el numeral 1 del artículo 17 del Reglamento establece que “no son de aplicación las fórmulas de reajuste cuando las bases establezcan que las propuestas se expresen en moneda extranjera, salvo el caso de los bienes sujetos a cotización internacional o cuyo precio esté influido por esta”. De acuerdo con la disposición citada, no cabe establecer fórmulas de reajuste cuando la propuesta sea expresada en moneda extranjera, a menos que se trate de bienes sujetos a cotización internacional o cuyo precio se encuentra influido por esta, situación en la cual sí cabría el reajuste de los pagos al contratista. Finalmente, en el punto 4 del estudio se concluyó que “(…) a fin de delimitar cuáles serían los bienes sujetos a cotización internacional, con el fin de aplicar lo dispuesto en el Artículo [17 del Proyecto de Reglamento], se propone utilizar, como base, la relación de productos (commodities) que se comercializan a través de las diferentes Bolsas de Productos del mundo”, y a partir de este listado incluir los productos derivados “hasta el nivel 3”, pues “(…) si bien los bienes transables en cuya elaboración depende de una materia prima que se cotiza en mercados internacionales, están sujetos a cotización internacional, 7 A manera de ejemplo, podemos señalar el proceso simplificado de producción del azúcar. El azúcar es un commodity que se produce a partir de la caña de azúcar, de este proceso de producción se desprende la miel (virgen), que sería el “derivado del proceso de producción”. Luego, a partir del azúcar se produce azúcar blanca, azúcar rubia y azúcar refinada, así como alcoholes, los cuales constituyen los “derivados del commodity”. De acuerdo al estudio solo hasta este nivel se puede hablar de bienes sujetos a cotización internacional o que su precio se encuentra influido por esta. Por tanto, en este ejemplo, los “productos manufacturados” que se pueden elaborar a partir del azúcar blanca, azúcar rubia, azúcar refinada y los alcoholes, como bebidas gaseosas o golosinas, y licores o productos farmacéuticos, ya no podrían ser considerados como bienes sujetos a cotización internacional o que su precio se encuentra influido por esta. Actualidad Gubernamental VII En virtud de lo expuesto, debe indicarse que en los contratos de bienes de ejecución periódica o continuada, pactados en moneda nacional, podrá aplicarse fórmulas de reajustarse a los pagos al contratista, siempre que en las bases o en el contrato se haya previsto tal posibilidad. Dicho reajuste tendrá como límite la variación del índice de precios al consumidor que establece el Instituto Nacional de Estadística e Informática (INEI), correspondiente al mes en que debe efectuarse el pago. Asimismo, en las contrataciones de bienes sujetos a cotización internacional o cuyo precio esté influido por esta, el reajuste de los pagos al contratista puede ser superior a la variación del índice de precios al consumidor que establece el Instituto Nacional de Estadística e Informática (INEI). Se consideran bienes sujetos a cotización internacional o que su precio se encuentra influido por esta a aquellos bienes transables que se cotizan a nivel internacional en bolsas de productos, y sus derivados hasta el tercer nivel de producción. Este reajuste presupone un contrato de ejecución periódica o continuada, en el N° 86 - Diciembre 2015 VII 7 VII Informes Especiales que la distribución de la ejecución de las prestaciones en el tiempo pueda determinar la variación del precio pactado. Igualmente, presupone que en las bases o en el contrato se haya previsto la posibilidad de realizar el reajuste. Cuando se trate de una contratación de bienes sujetos a cotización internacional o cuyo precio esté influido por esta, en la que la propuesta fue expresada en moneda extranjera por requerimiento de las bases, también podrá reajustarse los pagos al contratista. 5. Fórmulas de reajuste en contratos de obra pactados en moneda nacional En lo que respecta a la ejecución de obras en moneda nacional, la inclusión de fórmulas de reajuste es obligatoria. En el caso de ejecución de obras deberá aplicarse fórmulas polinómicas, utilizando para tales efectos los índices unificados de precios de la construcción que publica el INEI. La elaboración y aplicación de las fórmulas polinómicas se sujetan a lo dispuesto en el Decreto Supremo N.° 00179-VC y sus modificatorias, ampliatorias y complementarias. Así, en el primer párrafo del numeral 2 del artículo 17 del Proyecto de Reglamento, se establece lo siguiente: “En el caso de contratos de obras pactados en moneda nacional, los documentos del procedimiento de selección establecen las fórmulas de reajuste. Las valorizaciones que se efectúen a precios originales del contrato y sus ampliaciones son ajustadas multiplicándolas por el respectivo coeficiente de reajuste “K” que se obtenga de aplicar en la fórmula o fórmulas polinómicas, los Índices Unificados de Precios de la Construcción que publica el Instituto Nacional de Estadística e Informática (INEI), correspondiente al mes en que debe ser pagada la valorización (…)”. (El resaltado es agregado). De esta manera, la normativa de contrataciones del Estado ha establecido que, en los contratos de obra pactados en moneda nacional, las bases necesariamente deben considerar fórmulas de reajuste de las valorizaciones a ser pagadas al contratista. Ahora bien, de acuerdo con el artículo citado, tanto las valorizaciones correspondientes a las prestaciones originalmente pactadas en el contrato, como a aquellas prestaciones adicionales que la entidad ordene ejecutar al contratista, se ajustarán multiplicándolas por el coeficiente de reajuste “K” que se obtenga de aplicar en las fórmulas polinómicas, los índices unificados de precios de la construcción que publica el Instituto Nacional de Estadística e Informática (INEI), correspondientes al mes en que debe ser pagada la valorización. VII 8 De ello se desprende que el coeficiente “K” es un elemento determinante en el reajuste de las valorizaciones. Asimismo, resulta claro que el valor de “K” se obtiene al aplicar los índices unificados de precios de la construcción establecidos por el INEI, correspondientes al mes de pago de las valorizaciones, en las fórmulas polinómicas. En esa medida, para realizar el reajuste de las valorizaciones se utilizará el valor de “K” que se obtenga de la aplicación de dichos índices de precios en las respectivas fórmulas polinómicas, independientemente de si el valor obtenido resulta positivo o negativo. Por tanto, el reajuste procede aun cuando el valor de “K” sea negativo. Al respecto, resulta pertinente precisar, que al establecer fórmulas para el cálculo del coeficiente de reajuste “k”, se buscó equilibrar el valor de los elementos que intervienen en una construcción a la fecha correspondiente al mes de pago de la valorización, es decir, que se pague su valor real, toda vez que su valor nominal habría variado desde que se contrajo la obligación hasta que se produjo su pago, buscando, de esta manera, el restablecimiento del equilibrio y la proporción de las prestaciones asumidas. De esta manera, si los índices de precios correspondientes a la fecha de pago aumentan en relación con el índice correspondiente a la fecha de la valorización, el contratista tiene derecho a que se le pague un mayor monto para poder cubrir el valor real de la prestación. Dicho equilibrio también debe mantenerse en la situación contraria, por lo que, si el índice correspondiente a la fecha de pago disminuye en relación con el índice correspondiente a la fecha de la valorización, la entidad tendrá el derecho de pagar solamente el monto que represente el indicado valor real. En este punto, debe indicarse que el segundo párrafo del numeral 2 del artículo 49 del Reglamento precisa que “tanto la elaboración como la aplicación de las fórmulas polinómicas se sujetan a lo dispuesto en el Decreto Supremo N.° 01179-VC y sus modificatorias, ampliatorias y complementarias”. Así, de acuerdo con la normativa de contrataciones del Estado, las fórmulas polinómicas que se utilizarán para el reajuste de las valorizaciones a ser pagadas al contratista, son aquellas establecidas en el Decreto Supremo N.° 011-79-VC. En cuanto a las deducciones por los adelantos otorgados, debe indicarse que el Decreto Supremo N.° 011-79-VC, modificado por los Decretos Supremos N.os 017-79-VC y 06-86-VC, regula la aplicación de las deducciones por la entrega del adelanto para materiales y el adelanto directo. En tal sentido, y en concordancia con lo expuesto en los numerales precedentes, Actualidad Gubernamental N° 86 - Diciembre 2015 cuando al aplicar las fórmulas correspondientes para las deducciones de los adelantos de materiales o adelantos directos el valor de la deducción resulte negativo –es decir, cuando K < Ka o Imr < Ima–, tal deducción negativa se suma como positiva al reajuste de la valorización. Cabe precisar, que las deducciones negativas se producen porque el coeficiente de reajuste del mes en que se otorgó el adelanto directo (Ka) es mayor al coeficiente del reajuste de la valorización (K), o porque el índice unificado del material (Imr), de un mes posterior al adelanto, es menor que el correspondiente a la fecha en que se otorgó el adelanto respectivo (Ima); por consiguiente, en lugar de deducirse debe sumarse al reajuste de la valorización. Por tanto, en la ejecución de obras pactadas en moneda nacional, para el reajuste de las valorizaciones a ser pagadas al contratista se utilizará el valor de “K” que se obtenga de aplicar en las fórmulas polinómicas previstas en el Decreto Supremo N.° 011-79-VC, los índices de precios unificados de la construcción que publica el INEI, correspondientes al mes en que debe ser pagada la valorización. Ello independientemente del valor de este coeficiente de reajuste, por lo que el reajuste procede aun cuando el valor de “K” sea negativo. Y, cuando como consecuencia de la aplicación de las fórmulas de reajuste correspondientes, el valor de la deducción por los adelantos otorgados resulte negativo, el mismo, en lugar de deducirse, debe sumarse al reajuste de la valorización, conforme a lo previsto en el Decreto Supremo N.° 011-79-VC, modificado por los Decretos Supremos N.os 017-79-VC y 06-86-VC8. 6.Fórmulas de reajuste en los contratos de consultoría de obras en moneda nacional En el caso de contratos de consultoría de obras pactados en moneda nacional, los pagos se sujetan a reajuste por aplicación de fórmulas monómicas o polinómicas, según corresponda, las cuales deben estar previstas en los documentos del procedimiento de selección. Para tal efecto, el consultor calcula y consigna en sus facturas el monto resultante de la aplicación de dichas fórmulas, cuyas variaciones son mensuales, hasta la fecha de pago prevista en el contrato respectivo, utilizando los índices de precios al consumidor publicados por el Instituto Nacional de Estadística e Informática (INEI) a la fecha de facturación. Una vez publicados los índices correspondientes al mes en que debió efectuarse el pago, se realizan las regularizaciones necesarias. 8 Opinión N.° 076-2010/DTN