LAS OPERACIONES DE CONCENTRACIÓN INCOMPATIBLES CON EL MERCADO COMÚN Vicente Jaime Pastor - vicente.jaime@uv.es Amparo Soler Domingo - amparo.soler-domigo@uv.es Universitat de València Reservados todos los derechos. Este documento ha sido extraído del CD Rom “Anales de Economía Aplicada. XIV Reunión ASEPELT-España. Oviedo, 22 y 23 de Junio de 2000”. ISBN: 84-699-2357-9 1 TÍTULO: LAS OPERACIONES DE CONCENTRACIÓN INCOMPATIBLES CON EL MERCADO COMÚN AUTORES: JAIME PASTOR, VICENTE y SOLER DOMINGO, AMPARO CORREO ELECTRÓNICO: vicente.jaime@uv.es amparo.soler-domigo@uv.es DIRECCIÓN: Avda. de los Naranjos, s/n. Edificio Departamental de Económicas, Departamento de Economía Aplicada. Valencia INSTITUCION: Departamento de Economía Aplicada I- Universitat de València-Estudi General. Resumen: El presente trabajo se inserta en el ámbito de los estudios sobre la política cominitaria de la competencia, concretamente, del control de concentraciones. La investigación efectuada consiste en estudiar las operaciones de concentración que la Comisión de las Comunidades Europeas ha declarado incompatibles con el mercado comun en los diez años de vigencia del Reglamento de control de concentraciones con la finalidad de analizar los motivos de tal denegación y establecer las correspondientes similitudes y diferencias entre las operaciones. Tras una breve descripción con carácter instrumental del Reglamento de concentraciones, se pasa al análisis de las operaciones, concluyendo que el criterio de la omisión se ha ido sofisticando y Aeconomicizando@ con el transcurso del tiempo. 2 LAS OPERACIONES DE CONCENTRACIÓN INCOMPATIBLES CON EL MERCADO COMÚN1 Vicente Jaime Pastor y Amparo Soler Domingo Vicente.Jaime@uv.es/Amparo.Soler-Domingo@uv.es Departamento de Economía Aplicada I Universitat de València 1. Introducción La política de competencia comunitaria ha sido estudiada con profusión. La literatura al respecto, tanto económica como jurídica, es muy abundante de manera que es fácil encontrar numerosos análisis tanto de las prácticas restrictivas de la competencia como del abuso de posición dominante como, más recientemente, del control de las concentraciones empresariales. Centrándonos en este último, la práctica totalidad de estudios tratan sobre el análisis de la normativa reguladora (el Reglamento 4064/89, disposiciones de desarrollo y modificaciones) así como su aplicación a las operaciones que, por sus características, han sido objeto del interés de la Comisión resolviéndose, en la mayor parte de los casos, de manera favorable; es decir, con la autorización de la operación, bien en sus términos iniciales, bien sometida a determinadas condiciones o compromisos de las empresas implicadas. Este trabajo, insertándose en el ámbito de estos análisis, adopta una perspectiva distinta a la habitual; en lugar de partir de las operaciones que han sido autorizadas por la Comisión, fija su atención en aquellas que fueron declaradas incompatibles con el mercado común: doce2 en los diez años de vigencia del Reglamento, lo que supone el diez por ciento de las operaciones notificadas. Su finalidad es, por tanto, analizar, a través del estudio de dichas operaciones, cuáles fueron los motivos que decidieron declararlas incompatibles con el mercado común -en definitiva, prohibirlas- y comprobar las posibles similitudes y diferencias entre ellos. 2. La concentración empresarial y la política comunitaria de competencia 1 La presente ponencia está basada en el trabajo de investigación de Tercer Ciclo del mismo título que, redactado por Amparo Soler y dirigido por el prof. Vicente Jaime se defendió en el Departamento de Economía Aplicada de la Universidad de Valencia en octubre de 1999. 2 Sin embargo, para la realización del presente trabajo sólo se han tomado en consideración las once primeras, ya que la última Decisión (correspondiente al asunto Volvo/Scania de 15 de marzo de 2000) no ha sido oficialmente publicada a la fecha de su elaboración. 3 Las operaciones de concentración de empresas en la Unión Europea han mantenido una tendencia creciente desde los años ochenta -si bien con altibajos puntuales- hasta el extremo de que el Informe sobre la competencia de 1998 habla de una Aoleada de fusiones@ que no presenta síntomas de agotamiento. El cuadro siguiente muestra la evolución de las fusiones y absorciones en las que participó alguna empresa comunitaria entre los años 1987 y 1998; puede comprobarse el fuerte crecimiento experimentado entre 1987 y 1990 así como la recuperación a partir de 1994 -truncada únicamente en 1996- lo que vendría a corroborar la dependencia de este tipo de operaciones de la coyuntura económica. El curso de las operaciones también parece estar influido por los impulsos de integración económica; así, parte del aumento de las fusiones que se producen entre 1987 y 1990 puede deberse a la aprobación del Acta Única Europea y del programa para la consecución del mercado interior -junto a cierta aceleración debida, posiblemente, a la entrada en vigor a finales de ese año de la normativa comunitaria sobre control de concentraciones- mientras que el crecimiento a partir de 1997 podría venir parcialmente explicado por la inminente puesta en marcha de la unión económica y monetaria, tal y como señala el XXVIII Informe sobre política de la competencia. Año Operaciones 1987 1988 4.242 1989 6.945 1990 7.003 1991 6.607 1992 6.605 1993 5.740 1994 6.334 1995 6.810 1996 6.327 1997 7.097 1998 7.600 Fuente: European Economy También resulta interesante destacar cómo la distribución sectorial de las operaciones ha ido variando con el tiempo. En 1993 las fusiones en el sector industrial (incluida la construcción) suponían el 56,7 por ciento del número total de operaciones frente al 42,4 por ciento en el sector servicios. Tres años después las proporciones se invierten; tomando como base las operaciones realizadas entre 1996 y 1998, las fusiones en este último sector supusieron el 52,7 por ciento del total, mientras que las del sector secundario cayeron al 45 por ciento, siendo las actividades de banca, servicios financieros y seguros quienes experimentan el crecimiento mayor con 7,2 puntos Ahora bien, en el plano microeconómico, la primera cuestión que surge al introducirse en el campo de la 4 concentración empresarial es la que se interroga sobre los motivos que impulsan a las empresas a aumentar de tamaño mediante la absorción de otras firmas; lo que Jacquemin denomina el Acrecimiento externo@3. En general, las ventajas que obtiene la empresa como resultado del aumento de su tamaño -entendiendo éste como el aumento de la capacidad productiva- son bien conocidas y han sido ampliamente estudiadas por la economía industrial: los beneficios derivados de la explotación de las economías de escala (resultado de las modificaciones en la división del trabajo en el seno de la empresa, el mejor aprovechamiento de los activos fijos ...) el deslizamiento por la curva de experiencia de la firma (que permite obtener costes unitarios menores cuanto mayor es la producción anterior) y las economías de alcance, que se presentan cuando el coste de producir los bienes conjuntamente es menor que la suma de los costes de producir separadamente. 3 Jacquemin, 1994: 47 5 A estos factores4 Jacquemin añade dos: el que el crecimiento a través de la fusión Ase apoya en activos en curso de explotación y corresponde a un rendimiento más rápido, que contrasta con los largos plazos de maduración de las inversiones [y] la adquisición de un competidor aumenta de forma inmediata la cuota de mercado del comprador y agranda la salida para sus productos sin crear una capacidad adicional que podría verse en la imposibilidad de hallar una demanda correspondiente@5. Estas ventajas, junto con la escasa integración empresarial en el espacio europeo y la percepción de que era necesario contar con empresas de gran tamaño para poder competir con las firmas norteamericanas y japonesas, es lo que hizo que en el Tratado de Roma no se incluyera ninguna previsión acerca de la regulación de la concentración empresarial, a pesar de que el primero de los Tratados comunitarios, el Tratado CECA de 1951, en su art. 66 sí que contenía el requisito de autorización previa para las operaciones de concentración entre empresas pertenecientes al sector siderúrgico. Hay que esperar hasta 1989 para que se apruebe la norma que somete las concentraciones empresariales a control previo, el Reglamento del Consejo 4064/89, limitándolo a las operaciones que superen determinados umbrales. Aún así, la propia norma no oculta sus simpatías por este tipo de operaciones cuando en su exposición de motivos señala que: A... pueden aumentar la competitividad de la industria europea, mejorar las posibilidades de crecimiento y elevar el nivel de vida de la Comunidad A. Sin embargo, el legislador comunitario era consciente de los importantes cambios resultado de la aprobación en 1986 del Acta Única Europea, especialmente de la consecución del mercado único cuando apunta que: Ala supresión de fronteras interiores conduce y conducirá a importantes reestructuraciones de empresas en la Comunidad, en particular, en forma de operaciones de concentración A, que en el límite podían poner en peligro la competencia en el mercado común. 4 Para una descripción de los motivos de concentración empresarial conectados con las economías de escala, ver González y Gálvez, 1995: 63 y 64. 5 Jacquemin, cit. : 47 6 Ello no quiere decir, sin embargo, que anteriormente, la Comisión no hubiera intentado controlar las operaciones de concentración ante la amenaza que podían suponer para la libre competencia; y así, en el Memorándum sobre el problema de concentración en el Mercado Común, de 1 de diciembre de 1965 proponía aplicar a determinadas concentraciones empresariales el artículo 86 del Tratado de Roma que prohíbe el abuso de posición dominante. En 1971, y con motivo de la Decisión Continental Can6, la Comisión puso en práctica este procedimiento y aunque el Tribunal de Justicia en sentencia de 1973 anuló la Decisión por no estar suficientemente motivada, vino a confirmar, esencialmente el razonamiento de la Comisión. En ese mismo año, la Comisión presentó el primer texto para la aprobación de una norma específica que regulara las operaciones de concentración, al que se sucederían otros varios durante los dieciséis años siguientes, debido a la resistencia de los Estados miembros a ceder las competencias en esta materia a la institución comunitaria. En 1987, la sentencia Philip Morris7 que no excluía la aplicación del artículo 85 del Tratado de Roma, que prohíbe los acuerdos entre empresas, a las concentraciones contribuyó a suavizar las objeciones de los países más reticentes, de manera que, tras alcanzar un compromiso sobre el tamaño de las operaciones de concentración que serían objeto de control comunitario, en diciembre de 1989 se aprobó el Reglamento 4064/89 que entraría en vigor casi un año más tarde: en septiembre de 19908. 3. El Reglamento (CEE) núm. 4064/89 sobre el control de operaciones de concentración entre empresas El Reglamento 4064/89 es la norma básica comunitaria que regula las operaciones de concentración empresarial. Con el transcurso del tiempo, la Comisión ha añadido una serie de disposiciones accesorias -las comunicaciones interpretativas- que, junto a la jurisprudencia del Tribunal de Justicia, han ido precisando el contenido y la aplicación de algunos conceptos que resultaban confusos, siendo, por tanto, de difícil interpretación. Cuestiones tales como el cálculo del volumen de negocios, el propio concepto de concentración, el de empresa afectada por la operación, la definición del mercado relevante, han sido, entre otros, objeto de dichas comunicaciones. No es objeto del presente trabajo llevar a cabo un análisis del Reglamento; nos limitaremos, por tanto, a señalar aquellos aspectos que resulten de interés para el posterior estudio de las operaciones declaradas incompatibles. 6 Decisión de 9 de diciembre de 1971, DOCE serie L núm. 7, de 08/01/1972 7 British American Tobacco Company Ltd. y R. J. Reynolds Industries, Inc. c. Comisión de las Comunidades Europeas (Philip Morris), asuntos acumulados 142/84 y 156/84, Rec. 1987, pp. 4487 y ss. (CEATJCE 1988, 39). 8 Puede darnos una idea del alejamiento de las posiciones entre la Comisión y los Estados miembros la diferencia en los umbrales que defendía cada una de las partes: mientras que el texto presentado por la Comisión en 1988 proponía el control previo de todas las concentraciones con una facturación mundial superior a los 1.000 millones de ecus y un volumen de negocios en el mercado comunitario superior a los 100 millones, los Es tados miembros exigían la elevación del primer umbral hasta los 10.000 millones de ecus (Bello Martín-Crespo, 1997: 889-90) 7 En esencia, el Reglamento establece la necesidad de someter a autorización previa, por parte de la Comisión, a determinadas concentraciones empresariales. Para ello, la operación debe reunir determinadas características: $ debe ser una operación de concentración. El art. 2 define una serie de procedimientos para conseguirla, sea mediante la fusión entre empresas, sea consiguiendo el control a través de la adquisición de derechos o mediante pactos, contratos u otros instrumentos que permitan ejercer a una empresa una influencia decisiva sobre la composición de los órganos de administración de otras o las decisiones de éstos. $ la operación debe tener dimensión comunitaria. Es decir, el tamaño de las empresas implicadas (o afectadas, en la terminología del reglamento) debe superar determinados umbrales. El criterio empleado para medir la dimensión de la operación es el volumen de negocio, que en líneas generales coincide con la facturación neta de las empresas. Los umbrales establecidos en el reglamento 4064/89 han quedado modificados por el Reglamento 1310/97; el cuadro siguiente establece una comparación entre ambos9: Umbral Principal 9 Reglamento 4064/89 Reglamento 1310/97 La facturación conjunta en el mercado mundial debe superar los 5.000 millones de euros. La facturación conjunta en el mercado mundial debe superar los 2.500 millones de euros De minimis La facturación individual de al menos dos empresas en el mercado comunitario debe superar los 250 millones de euros. $ La facturación individual de al menos dos empresas en el mercado comunitario debe superar los 100 millones de euros. $ La facturación conjunta debe superar en cada uno de tres Estados miembros los 100 millones de euros. $ En esos tres Estados, el volumen de negocios individual de, al menos, dos empresas debe superar los 25 millones . Transnacionalidad Ninguna de las empresas debe facturar más de los 2/3 de su cifra de negocios comunitaria dentro del mismo Estado miembro. Ninguna de las empresas debe facturar más de los 2/3 de su cifra de negocios comunitaria dentro del mismo Estado miembro El Reglamento 1310/97 se refiere a operaciones de concentración que dejen sentir sus efectos en varios Estados miembros. En consecuencia, lo que hace es añadir nuevos umbrales a los anteriores, de manera que operaciones que de acuerdo con los criterios de tamaño del Reglamento 4064/87 quedaban al margen del control comunitario ahora deben superar, además, los criterios del nuevo Reglamento. Se trata, por tanto, de una doble comprobación. 8 El umbral principal tiene como finalidad calibrar el alcance de la operación en el ámbito mundial; el umbral de minimis pretende eliminar las operaciones que no tengan un impacto significativo en el mercado comunitario; por último, el de transnacionalidad excluye aquéllas operaciones en que intervengan empresas cuya actividad se realice prioritariamente dentro del mismo Estado miembro teniendo, en todo caso, un efecto doméstico. Los valores anteriores no tienen como finalidad prejuzgar sobre si la operación supone un obstáculo para la competencia, lo que sólo puede establecerse tras la correspondiente investigación. Su finalidad es discriminar entre las operaciones que son objeto de interés por parte de la Comisión y aquéllas que, en su caso, caen dentro de la jurisdicción de los Estados miembros. Sin embargo, la separación entre unas y otras no es absoluta, ya que si un Estado lo cree conveniente, puede solicitar la intervención de la Comisión para operaciones que, no superando los umbrales mencionados, creen una posición de dominio en el territorio de ese Estado que afecte al comercio intracomunitario. En tal caso, la Comisión dispone de las mismas facultades que si la operación tuviera dimensión comunitaria. $ Queda sometida a autorización previa. Si las empresas implicadas comprueban que superan los umbrales establecidos deben comunicar, obligatoriamente, el proyecto de concentración a la Comisión, que es la única facultada para autorizarla o prohibirla. A partir del momento en que recibe la comunicación, la Comisión dispone de un mes para llevar a cabo lo que se denomina un análisis preliminar de la operación durante el cual comprueba si no crea o refuerza una posición de dominio Ade resultas de la cual la competencia efectiva sea obstaculizada de forma significativa en el mercado común o en una parte sustancial del mismo@ (art. 2.2 del Reglamento 4064/98). Para ello, el Reglamento enumera un conjunto de criterios a considerar sobre las características y consecuencias de la operación; esencialmente, la estructura de los mercados afectados, la existencia de barreras de entrada, la competencia real o potencial por parte de otras empresas (estén o no situadas en el mercado común) la posición de las empresas implicadas, y las posibilidades de elección de los consumidores. Asimismo requiere que se examine la evolución del progreso técnico; pero éste debe ir en beneficio de los consumidores y no puede constituir un obstáculo para la competencia. Si, concluido el análisis preliminar, la Comisión no aprecia que a consecuencia de la operación se produzca u perjuicio para la competencia, dicta una Decisión no oponiéndose a la concentración y declarándola compatible con el mercado común, de resultas de la cual, a las tres semanas las empresas pueden continuar con el proceso. Pero si, como resultado del examen preliminar, a la Comisión se le plantean dudas, inicia el procedimiento de control para el que dispone de cuatro meses adicionales (en definitiva, la Comisión dispone de un plazo máximo de cinco meses para pronunciarse). Como resultado del procedimiento, la Comisión puede: declarar compatible la operación; declararla compatible únicamente si se somete a determinados compromisos que deben asumir las empresas afectadas para poder llevarla a cabo; declararla incompatible con el mercado común, lo que supone, en la práctica, que la operación de concentración no puede efectuarse. En tal caso, la Comisión puede ordenar la desconcentración, si la 9 operación se hubiese ejecutado e imponer multas de hasta 10 millones de euros10. En los casi diez años de vigencia del Reglamento (concretamente, hasta 31 de marzo de 2000) se han notificado 1.301 operaciones, habiendo dictado la Comisión1.234 decisiones finales. De éstas, 1.167 fueron en la primera fase (como resultado del examen preliminar) mientras que se inició el procedimiento de control en 76 ocasiones, de resultas del cual se prohibieron las doce operaciones que constituyen el objeto del presente trabajo. El cuadro siguiente muestra la evolución del control comunitario de las operaciones de concentración; puede comprobarse cómo el número de operaciones notificadas ha mantenido una tendencia creciente multiplicándose por 2,65 entre 1995 y 1999. Año Notificaciones Operaciones compatibles Procedimiento de control Operaciones incompatibles 1990 12 5 1991 63 54 6 1 1992 60 51 4 1993 58 52 4 1994 95 84 6 1 1995 110 98 7 2 1996 131 113 6 3 1997 172 128 11 1 1998 235 226 12 2 1999 292 263 20 1 2000* 73 68 5 1 Total 1.301 1.142 76 12 * Datos hasta 31 de marzo. Fuente: Comisión de las Comunidades Europeas , DG IV 4. Las operaciones de concentración incompatibles con el mercado común Como se decía en el apartado anterior, la Comisión ha declarado la incompatibilidad de una operación de concentración con el mercado común, lo que en la práctica equivale a prohibirla, en doce ocasiones en los diez años de existencia de una regulación comunitaria al respecto. A continuación se resumen los datos esenciales de las once operaciones cuya Decisión está disponible y que son: < 10 Aérospatiale-Alenia/De Havilland Una recopilación de los motivos de crítica al Reglamento 4064/89 aparece en Alonso Soto (1999): 306 10 < < < < < < < < < < MSG Media Service Nordic Satellite Distribution RTL/Verónica/Endemol Gencor/Lonrho Kesko/Tuko Saint Gobain/Wacker-Chemie/NOM Blokker/Toys R Us Bertelsmann/Kirch/Premiere Deutsche Telekom/Beta Research Airtours/First Choice 4.1 Asunto núm.IV/M.053 Aerospatiale-Alenia/De Havilland (Decisión de la Comisión de 2 de octubre de 1991, DOCE L 334 de 5 de diciembre de 1991). Corresponde a un proyecto de concentración en el sector aeronáutico. Aerospatiale, una firma francesa y Alenia, una empresa italiana que ya habían constituído en 1982 una agrupación de interés económico denominada Aviones de Transporte Regional (ATR), principal fabricante mundial de este tipo de aparatos, tenían la intención de adquirir De Havilland, la división canadiense de Boeing y segundo fabricante mundial en el sector. La Comisión se centró en el análisis de los aviones turbohélice, segmentando el mercado en tres partes: aviones pequeños (hasta 39 plazas) medianos (hasta 59) y grandes (más de 60) determinando que la capacidad era el criterio esencial para definir los mercados de producto y llegando a la conclusión que en el segmento de aviones medianos, la cuota conjunta de las dos empresas era de 64% en el mercado mundial y del 72% en el comunitario, mientras que en el de los aviones grandes era del 76% en el mundial y del 74% en el comunitario, siendo que el competidor inmediato en cada caso (Fokker en el primero, con el 17% y British Aerospace en el segundo con el 20%) tenían cuotas sensiblemente inferiores. La Comisión apreció, además que la concentración concedía ventajas adicionales a ATR/De Havilland al poder estar presente en todos los mercados, pudiendo efectuar descuentos cruzados para pedidos grandes (de varios tipos de aviones) y que aumentaría mucho su base de clientes, con la peculiaridad de que el cliente queda cautivo del suministrador una vez que éste ha elegido el proveedor; es decir, la posición de dominio sería duradera (a título de ejemplo, la suma de clientes entre ATR y De Havilland era de 80; Saab tenía 27 y Fokker, 50). El mercado presentaba importantes barreras de entrada, ya que la creación de un nuevo modelo de avión partiendo de cero requiere unos siete años hasta que entra en producción. En consecuencia, y dado que cabía esperar una estabilización del mercado en la década de los 90 (el tirón de la demanda resultado de la desregulación del mercado USA -y que indujo la entrada de ATR- se había llevado a cabo en los años 80) no cabía esperar ingresos de nuevos competidores. Por último, el ahorro en costes resultado de la racionalización de los repuestos y de la concentración de los servicios de comercialización y mantenimiento era muy reducido y la posición de ATR no le obligaba a trasladarlos a los consumidores. Antes al contrario, se corría el riesgo de que ATR disminuyera 11 precios para expulsar a los competidores para luego volver a aumentarlos. En consecuencia, la Comisión declaró la operación incompatible. 4.2 Asunto núm.IV/M.469: MSG Media Service (Decisión de la Comisión de 7 de noviembre de 1994, DOCE L 364 de 31 de diciembre de 1994). El proyecto consistía en la creación de una empresa conjunta denominada MSG Media Service entre tres firmas: Bertelsmann (una importante empresa alemana de medios de comunicación) Kirch (principal distribuidor alemán de películas y programas de TV) y Deutsche Telekom, la empresa pública alemana de telecomunicaciones. MSG tenía dos finalidades: la creación de toda la infraestructura técnica necesaria para la TV de pago (sistema de descodificadores de señal y acceso condicional de abonados) y el suministro de los servicios de gestión comercial y administrativa en el ámbito de las comunicaciones (gestión de abonados y relaciones con las cadenas de TV proveedoras). La Comisión consideró que la operación afectaba a tres mercados: el de servicios administrativos y técnicos para la TV de pago, el de la propia TV de pago y el de las redes de TV por cable. Respecto del primero, la TV de pago necesita una potente estructura técnica y administrativa que consiste, esencialmente, en el descodificador con el sistema de acceso a abonados y el de gestión de éstos (facilitar los descodificadores a los abonados, controlar su acceso, gestionar los abonos y liquidar cuentas con empresas de TV). Respecto del segundo, la TV de pago es un mercado independiente de la TV comercial o pública: en la primera hay una relación directa entre la cadena y el telespectador, mientras que en la segunda, la relación es entre la cadena y la industria publicitaria. La digitalización de la TV aunada al teléfono o a las redes de cable permite disponer de un canal de retorno, lo que posibilita la interactividad (comunicación entre el espectador y el proveedor), siendo el mercado potencial en Alemania de más de 10 millones de telespectadores. Respecto de las redes de TV por cable, se trata de un mercado independiente de la TV satélite tanto técnica como financieramente. La Comisión estimó que la creación de MSG supondría la formación de un monopolio de hecho en el mercado de los servicios técnicos cerrándolo a la competencia, ya que la única cadena existente de TV de pago, Premiére (que también podría prestar estos servicios) era propiedad de Bertelsmann, Kirch y Canal Plus. La instalación de la infraestructura por un tercero es una gran inversión que exige un gran riesgo, imposible de asumir razonablemente si MSG estaba consolidada. En este sentido, Telekom disponía ya de una red de cable con más de 13 millones de hogares conectados (el 90% de todas las conexiones en Alemania); además tenía el monopolio de la telefonía fija, de manera que controlaba los principales medios para la interactividad, mientras que Bertelsmann, a través de su control de los Círculos de lectores disponía de un sistema privilegiado para distribuir la TV de pago. En el mercado de la TV de pago, además de la posición de Premiére, ya mencionada, Kirch era el principal proveedor de películas y programas de TV; junto con Axel Springer Verlag controlaba también los derechos de transmisión del fútbol, con lo que su posición de partida era muy sólida. Aunque las partes propusieron compromisos, la Comisión estimó que se trataba de simples declaraciones de intenciones sin ningún contenido estructural sobre la operación que no resolvían el problema.En consecuencia, declaró a la operación incompatible. 12 4.3 Asunto núm.IV/M.490: Nordic Satellite Distribution (Decisión de la Comisión de 19 de julio de 1995, DOCE L 53 de 2 de febrero de 1996). La operación consistía en la creación por Norsk Telekom, una empresa noruega controlada por Telenor (que es a su vez propiedad del Estado noruego y el principal proveedor de servicios telefónicos en ese país), TeleDanmark, el operador danés de telecomunicaciones, propiedad al 50 % del estado danés y Kinnevik -un grupo privado sueco con intereses en varios sectores, entre otros los de TV y telecomunicaciones- de una empresa conjunta, Nordic Satellite Distribution (NSD) que operaría en el mercado de suministro de capacidad de transpondedor11 y en el de la transmisión y distribución de cadenas de TV, distribuyendo paquetes de cadenas de TV vía satélite y aplicando un sistema de transmisión digital y de codificación conjunto a los países nórdicos. La Comisión estimó que habría tres mercados de producto: suministro de capacidad de transpondedor a los organismos de radiodifusión, distribución directa de TV de pago y explotación de redes TV por cable. En su valoración de la operación la Comisión estimó que NSD controlaría una infraestructura integrada encargada de la prestación de servicios de TV, disponiendo del derecho de transmitir algunas de las cadenas más importantes. Concretamente, por sí o por sus empresas matrices, controlaría la mayor parte de la capacidad de distribución vía satélite, ya que de un total de 30 transpondedores disponibles, NSD alquilaría 19. Los otros satélites de comunicaciones (Astra y Eutelsat) no competían con NSD, ya que las cadenas que emiten son extranjeras. Además, gracias al vínculo con Kinnevik, NSD podía distribuir las cadenas más populares. No estaba previsto que la capacidad de transpondedor creciese en los próximos 3 o 4 años; y aunque la digitalización permite el aumento de la capacidad de los satélites entre 5 y 10 veces al poder comprimir la señal, ello exigía la sustitución de los equipos receptores de las redes de cable y en los domicilios de los abonados, lo que necesita importantes inversiones en el primer caso y gastos adicionales en el segundo, con lo que pasarían varios años hasta que la opción fuese efectiva. En consecuencia, debido a su control sobre la mayor parte de la capacidad de transpondedor, los vínculos con Kinnevik y los vínculos con las empresas matrices operadoras de TV por cable, NSD podría impedir la entrada de competidores. 11 Muy en síntesis, los transpondedores son los aparatos que, instalados en los satélites de telecomunicaciones, permiten la transmisión de la señal sea telefónica, de TV, etc. Estos aparatos, propiedad generalmente de la empresa que explota el satélite, se alquilan a los organismos de radiodifusión (emisoras de radi, cadenas de TV, operadores telefónicos). 13 En lo referente al mercado de redes de TV por cable, se estimó que crecería lentamente en los próximos años ya que, en los países nórdicos, la mayor parte de las zonas rentables, donde está concentrada la mayoría de la población, estaban cableadas. En el mercado danés no era posible la entrada, ya que TeleDanmark tenía el monopolio legal sobre la infraestructura de la TV comercial por cable (hasta 1995). Los operadores de TV por cable tendrían que distribuir obligatoriamente el paquete de programas de NSD y, dada la posición de ésta en el mercado de los transpondedores, se verían obligadas a negociar con NSD en lugar de hacerlo directamente con las cadenas ya que al tratarse de mercados conexos, el dominio en el primero conduce al dominio en el segundo. En consecuencia, quedaba poco espacio para un competidor; la operación bloqueaba de hecho el acceso al mercado. Las partes argumentaron que la homogeneización de sistemas de transmisión y codificación sería beneficiosa para los consumidores; la Comisión, admitiendo este argumento, adujo que para ello no era necesaria la integración vertical que se derivaba de la operación. En consecuencia, la declaró incompatible. 4.4 Asunto núm. IV/M.566: RTL/Veronica /Endemol (Decisión de la Comisión de 20 de septiembre de 1995, DOCE L134, de 5 de junio de 1996) En este caso, la operación carecía de dimensión comunitaria, produciéndose la intervención de la Comisión a instancia de Holanda, al comprobar que afectaría al comercio entre Estados miembros. La operación consistió en la creación de una empresa conjunta, Holland Media Groep (HMG) por tres empresas: RTL, una firma luxemburguesa propietaria de los canales de TV RTL 4 y RTL 5; Veronica, una asociación pública holandesa que en enero de ese año había pasado a ser una cadena comercial, y Endemol, el mayor productor independiente holandés de programas de TV. La finalidad de HMG era la elaboración de programas de TV para emitirlos bien directamente, bien a través de sus socios o de terceros12 La Comisión consideró que la operación repercutía en tres mercados: el de difusión de TV, el de la publicidad televisada y el de la producción independiente de programas, y que afectaría al comercio entre Estados ya que Atodo cambio en la estructura del mercado televisivo neerlandés tiene un efecto, al menos indirecto, en el mercado belga@. Se trata, además, de tres mercados conexos: la cuota de audiencia en el primero es determinante para establecer la posición de las empresas en el mercado de la publicidad lo que, a través de los ingresos que genera, permite la compra de programas atractivos, reforzando a su vez las posibilidades de captar más audiencia. La TV pública holandesa es bastante peculiar, ya que los emisores son las distintas asociaciones públicas promovidas por iglesias, partidos políticos, etc, que se reparten el tiempo de emisión. Veronica era una asociación pública que emitía en los canales de la TV pública holandesa; antes de su conversión a cadena comercial era la mayor, con más de un millón de miembros -casi el doble que cualquiera de las 12 Hay que tener presente que, al no tratarse de una operación de dimensión comunitaria, HMG estaba constituida, ya que en tal caso, las empresas promotoras del proyecto no están obligadas a comunicarlo previamente. 14 siete restantes. Las dos emisoras de RTL emitían por cable absorbiendo el 32 % de la audiencia. Los efectos de la entrada de RTL habían sido muy importantes: la cuota de la TV pública cayó del 80 al 53 por ciento a los tres años del inicio de las emisiones de RTL 4. Veronica, que con el pase a cadena comercial podría haber sido el principal competidor de RTL, quedaba aliada con ésta mediante la operación. La combinación de los tres canales les permitiría coordinar la programación, lo que no podía hacer la TV pública -ya que los emisores responden a distintos intereses- con lo que la posición dominante de Veronica y RTL se iría reforzando con el tiempo. El vínculo con Endemol les aseguraba el acceso preferente a los mejores programas del principal productor de TV y por último, Veronica publicaba el semanario de TV más importante de Holanda, con el que podía influir en las preferencias de los teleespectadores. Como consecuencia de la posición privilegiada en el mercado de las audiencias, la Comisión estimó que HMG alcanzaría rápidamente una cuota en el mercado de la publicidad de entre el 60 y el 66 por ciento que iría aumentando con el tiempo. Respecto del mercado de la producción independiente de programas para TV, Endemol era líder, al contar con un 50% mientras que las restantes empresas productoras no superaban el 10 por ciento. La creación de HMG suponía el establecimiento de un vínculo estructural con las entidades de radiodifusión más importantes, Veronica y RTL. Además, el acuerdo HMG-Endemol garantizaba la compra a ésta última de una serie de producciones, de forma que Endemol quedaba verticalmente integrada hacia abajo; la participación en HMG era estratégica y no financiera. El resultado fue la declaración de incompatibilidad, aunque la Comisión no ordenó la desconcentración sino que las partes propusieran compromisos. 4.5 Asunto núm. IV/M.619: Gencor /Lonrho (Decisión de la Comisión de 24 de abril de 1996, DOCE L 11, de 14 de enero de 1997). Gencor era un grupo minero-metalúrgico británico, cuyas actividades en el sector del platino llevaba a cabo Implats, una división de la empresa, mientras que Lonrho era un grupo financiero de la misma nacionalidad con intereses en distintos sectores, entre otros el de la minería; su filial LPD recogía las actividades de Lonrho en esta industria. La operación consistía en la toma de control conjunta de Implats y LPD en dos fases; en la primera Gencor y Lonrho adquirirían el control conjunto de Implats; ésta, posteriormente, obtendría el control exclusivo de LPD. La operación afectaba al mercado de los metales del grupo del platino, de ámbito mundial, y que recoge diversas sustancias tales como el platino, el rodio, el paladio, el rutenio y otros con aplicaciones en automoción, joyería, industrial, etc. No obstante, aquí estudiaremos solo el primero ya que es el más importante. El platino se emplea sobre todo en automóviles para los catalizadores de gases de escape (32 %), como catalizador de procesos químicos industriales (20 %) y en joyería (38 %). Se trata de un producto con una demanda muy rígida y cuyo precio está determinado, esencialmente, por su propia oferta y demanda, ya que en las aplicaciones en que se emplea carece de sustitutivos. El suministro de platino se lleva a cabo mediante extracción y refinado en un 80 %; sólo el 20 % se obtiene del reciclaje y 15 recuperación. El principal país proveedor es Suráfrica, dónde están los mayores productores: además de LPD e Implats, hay una tercera empresa, Amplats. Amplats controlaba el 50 % de las reservas surafricanas; Implats y LPD eran, respectivamente, la segunda y la tercera firma, con el otro 50 por ciento. Rusia, el segundo país proveedor, dispone de un 10 % de las reservas mientras que el resto se encuentra en EE.UU. y Canadá, con el 5 % en conjunto. La Comisión estimó que Amplats, Implats, LPD y Rusia formaban un oligopolio ya que: $ $ $ La demanda de platino tiene un crecimiento moderado, es inelástica al precio y los compradores tienen muy poco poder de mercado al estar muy dispersos. La oferta está muy concentrada, el producto es homogéneo y la tecnología de producción está bien consolidada. Los mercados son transparentes en precios, presentando importantes barreras de entrada financieras (la puesta en marcha de una nueva explotación requiere una inversión no inferior a 100 millones de dólares). Llegando a la conclusión de que la operación generaría un duopolio de hecho entre Amplats, por un lado e Implats/LPD por otro, ya que Rusia operaba vendiendo sus reservas, que se agotarían en dos años. El resultado sería que quedarían sólo en el mercado Amplats e Implats/LPD con una estructura de costes muy similar. La operación eliminaría al tercer operador, LPD, eliminando también la amenaza competitiva de éste, creando además una gran empresa de bajos costes y gran capacidad de influir sobre el mercado. Las partes presentaron compromisos, pero éstos solo afectaban a la conducta de las empresas y no a la estructura del mercado. La Comisión se opuso a la operación declarándola incompatible. 4.6 Asunto núm. IV/M.784: Kesko -Tuko (Decisión de la Comisión de 20 de noviembre de 1996, DOCE L 110, de 26 de abril de 1997). La operación, carente de dimensión comunitaria, consistió en la compra del 56´3 % del capital de Tuko, una sociedad finlandesa de distribución de bienes de consumo diario, por Kesko, otra sociedad de la misma nacionalidad que también operaba en dicho sector. La Comisión apreció que la operación podía afectar al comercio entre Estados miembros y, de acuerdo con lo dispuesto en el art. 22 del Reglamento de concentraciones, inició el procedimiento de control. Para ello, investigó tres mercados de distribución de bienes de consumo diario: la distribución al por menor, el mercado cash & carry y el mercado mayorista. La estructura de las dos empresas era muy similar; ambas estaban formadas por cadenas voluntarias de minoristas (los minoristas-K y los minoristas-T, respectivamente). Estos minoristas quedaban ligados por contratos con los órganos centrales de las sociedades que, si bien en principio tenían como finalidad la compra y promoción de productos a mayor escala de lo que podían hacer los minoristas individualmente, de hecho permitían homogeneizar comportamientos, limitando la independencia de los 16 minoristas en áreas tales como compras, promoción, política de ventas y de marcas, etc. Aunque los contratos suscritos no suponían la exclusividad para el aprovisionamiento de los minoristas (éstos podían recurrir a otros proveedores) los sistemas de descuento progresivo de Kesko constituían un incentivo para asegurar la fidelidad de los minoristas. Kesko, asimismo, era propietaria de la mayoría de locales comerciales de su red (el 60 %) que arrendaba a los minoristas-K. Los que operaban en locales propios no podían transferirlos a terceros sin la autorización de Kesko, lo que concedía a la empresa central un gran control sobre la cadena. De hecho, Kesko tenía todo un sistema de incentivos y desincentivos que estimulaba la permanencia de los minoristas en la cadena, dificultando o haciendo muy costosa la salida. Además, Kesko distribuía entre sus clientes las tarjetas K (tarjetas de compra en sus establecimientos) que le permitían obtener mucha información sobre los hábitos de compra. Por último, tenía productos con marca propia que empleaba como amenaza en las negociaciones con proveedores, obteniendo así mejores precios que cualquiera de sus competidores. Por tanto la fusión restringiría el comportamiento de éstos, impidiendo, además la entrada de nuevos. El mercado de bienes de consumo diario está muy concentrado en la Unión Europea; la media es del 18 %.Tras la concentración, Kesko ocuparía al menos el 55 % del mercado, triplicando las ventas de su inmediato competidor, lo que Agenera una presunción de posición dominante, que se ve reforzada por la posición de ambas empresas en lo que respecta a los establecimientos minoristas, el control de una parte significativa de los locales comerciales finlandeses aptos para este tipo de establecimientos y los sistemas de distribución@. En lo que respecta al mercado cash & carry, presenta también una elevada concentración en Finlandia. Los clientes de esta modalidad son clientes cautivos; son, sobre todo empresas de restauración que, por sus limitadas capacidades financieras y de almacenamiento, compran cantidades pequeñas con frecuencia. La cuota de mercado conjunta de Kesko y Tuko estaba próxima al 80 %. La posición combinada en ambos mercados le daba un gran poder a Kesko frente a los productores con lo que era poco probable que se produjesen nuevas entradas. El aumento del poder de compra de Kesko operaría como una poderosa barrera que impediría el acceso, reforzada por su control de los locales comerciales disponibles13, con lo que la posición dominante probablemente se iría reforzando con el tiempo. Kesko propuso compromisos, pero la Comisión los estimó insuficientes y, en consecuencia, declaró incompatible la operación. 4.7 13 Asunto núm. IV/M.774: Saint-Gobain /Wacker-Chemie/NOM (Decisión de la Comisión de 4 de diciembre de 1996, DOCE L 247 de 10 de septiembre de 1997). La apertura de un local comercial de tamaño medio (en torno a los 1.000 m) en Finlandia es un proceso complejo que requiere la revisión del planeamiento urbanístico además de otros permisos, lo que hace que puedan transcurrir tres años desde la solicitud hasta la autorización. 17 La operación consistía en la creación de una empresa en participación entre la división de carburo de silicio de Saint Gobain, la división gemela de Wacker-Chemie y NOM con la finalidad de comprar los activos de ESD, otra filial de Wacker-Chemie que disponía de una planta de fabricación de carburo de silicio en Delfzjil (Holanda) y otra de procesado en Grefrafh (Alemania). Saint Gobain es una gran empresa de productos químicos e industriales francesa; Wacker-Chemie es un grupo químico alemán controlado por Hoechst AG (una de las mayores empresas químicas del mundo) mientras que NOM es una empresa de desarrollo económico propiedad del Gobierno holandés. El carburo de silicio es un producto que tiene distintas aplicaciones industriales. La Comisión decidió separar distintos mercados de producto de acuerdo con los usos y las diferencias en cuanto a tipologías de clientes, canales de distribución y posibles sustitutivos. Así distinguió seis mercados: carburo de silicio para fines metalúrgicos, carburo de silicio bruto cristalizado, carburo de silicio para usos abrasivos, para usos refractarios y para otras finalidades. La tecnología para fabricar carburo de silicio es bien conocida y de fácil acceso; no es, pues, una barrera. No obstante las inversiones necesarias son elevadas debido, esencialmente, a la regulación ambiental en Europa. Entre 1980 y 1990, el sector atravesó una crisis en el espacio económico europeo (EEE) que supuso el cierre de algunas fábricas y la concentración de otras; y, aunque la producción no era suficiente para nutrir toda la demanda, las importaciones eran escasas; el 85 % del material se producía dentro del EEE. Saint-Gobain era el mayor productor y procesador de este material en el mundo estando especializado en productos de alta calidad, lo que le permitió obtener beneficios incluso durante el periodo de crisis. Wacker-Chemie tenía el mayor horno del mundo en Delfzjil; y aunque también fabricaba productos de alta calidad, elaboraba una proporción importante de carburo metalúrgico, que sufrió la competencia de las importaciones procedentes de China. La ventaja de Wacker-Chemie estribaba que tenía resueltos los problemas ambientales, lo que no ocurría con el resto de los competidores europeos, que eran de reducido tamaño. Las importaciones suponían una competencia mínima excepto en dos casos: el carburo de silicio metalúrgico y el carburo de silicio cristalizado bruto, en que son importantes, de manera que la Comisión excluyó estos mercados, indicando que la operación ni creaba ni reforzaba una posición dominante, concentrándose en los mercados de carburo de silicio para usos abrasivos y para usos refractarios. En el primer caso, el carburo de silicio para abrasivos, la cuota conjunta de las partes tras la concentración sería del 60-70 %, ocho veces superior a la de su inmediato competidor. Pero además, el poder de mercado resultaba mayor de lo que indicaban las cifras; las partes eran las únicas que ofrecían la gama completa de productos dentro de este mercado. Además, el propio proceso de producción es en sí mismo un obstáculo a la entrada, ya que en el proceso se fabrican automática y simultáneamente todos los tipos de carburo de silicio; es decir, un productor no puede entrar únicamente en el mercado de abrasivos sino que debe entrar en todos a la vez para obtener ingresos suficientes, ya que el descarte de las calidades que no utilizase elevaría sus costes prohibitivamente. Las importaciones no suponían una amenaza ya que incluso China, el mayor país productor, carecía de 18 la tecnología y los medios necesarios para entrar en este mercado (a diferencia del carburo de silicio bruto y metalúrgico); lo mismo ocurría con los productores de la Europa oriental que además presentan una escasa fiabilidad en las entregas. Los clientes son todos pequeños y carecen de poder de compra Algo similar ocurre con el carburo de silicio procesado para aplicaciones refractarias; tras la operación, las partes serían el principal productor en el EEE, con una cuota de mercado del 60-70 %, y en algunos segmentos sería el único proveedor, creando una posición dominante duradera. Las partes alegaron que el importante porcentaje de costes fijos sobre los totales les obligaba a explotar las fábricas a plena capacidad para diluirlos; se veían forzados a replicar a las importaciones para no perder cuota de mercado. Sin embargo, la Comisión hizo notar que las importaciones sólo eran significativas en los dos mercados que excluyó; en los más rentables (usos abrasivos y refractarios) eran muy escasas, al ser productos complejos y de alta calidad. La principal fuente de competencia era la que se daba entre las partes que, obviamente, desaparecería si se llevaba a cabo la concentración. Las partes argumentaron las dificultades de las plantas de Wacker-Chemie implicadas en la operación; es decir, si la concentración no se llevaba a cabo, las instalaciones de Wacker-Chemie cerrarían con lo que su cuota de mercado iría a parar, de todas maneras, a Saint Gobain; la prohibición de la operación no impediría la concentración en el mercado (la denominada excepción de empresa en dificultades que contempla el Reglamento). A ello la Comisión replicó que, incluso si se cerraran las plantas de Delfzjil y Grefrath, la situación sería menos mala que la que resultaría de la concentración, ya que Saint Gobain no tenía capacidad para atender rápidamente el hueco dejado por el cierre de instalaciones. Los precios aumentarían y el aumento de precios haría atractivo el mercado europeo tanto para los otros productores internos como para los extranjeros. En consecuencia Saint-Gobain recogería parte de la cuota de mercado de Wacker-Chemie pero no toda, como sería el resultado de la operación caso de ejecutarse. Las partes propusieron la supresión de los derechos antidumping que gravaban las importaciones lo que la Comisión consideró inaceptable; el resultado es que se prohibió la operación. 4.8 Asunto núm. IV/M.890: Blokker/Toys AR@ Us (Decisión de la Comisión de 26 de junio de 1997, DOCE L 316, de 25 de noviembre de 1998). Se trataba de una operación sin dimensión comunitaria en que la Comisión intervino, al igual que en el Asunto RTL/Veronica/Endemol, a instancia del gobierno holandés. En síntesis, la operación consistía en la compra por Blokker (el principal minorista de juguetes holandés) de los establecimientos de la firma estadounidense Toys AR AUs mediante una serie de contratos por los que Blokker adquiría todos los activos y existencias de la segunda y la propiedad de seis establecimientos mientras que otros tres se los quedaba en arriendo. Además, Blokker adquiría el derecho a usar en exclusiva la marca y el sistema comercial de Toys AR@ Us en Holanda. En este país, la mayor parte (el 80 %) de las ventas de juguetes se efectúa en establecimientos especializados. Antes de la operación, Blokker disponía de una cuota de mercado de 55-65 %, de manera que AEsta elevada cifra genera por si sola una presunción de posición de dominio, especialmente si se compara con la estructura fragmentaria del mercado@ (considerando 59). Blokker 19 además, disponía de tres formulas de distribución, que se distinguían por la gama de productos ofrecidos y el tamaño de la población en que se implantaba el centro de ventas pero que, en todo caso, se ubicaban en los cascos urbanos. La fuerza comercial de Blokker era tal que los proveedores (fabricantes o importadores) de juguetes consultados indicaron que no se planteaban siquiera la introducción de un nuevo producto en Holanda sin contar con Blokker. Toys ARAUs entró en el mercado con una fórmula distinta (las megatiendas) basada en grandes superficies localizadas en el extrarradio de las ciudades con una amplia gama de productos siempre disponibles. Sin embargo, en su entrada en el mercado holandés cometió una serie de errores que mermaron su capacidad competitiva, disponiendo solo de una cuota de entre el 3 y el10 %. La Comisión estimó que la combinación entre ambas firmas elevaría la cuota de Blokker hasta el 6070% y que reforzaría mucho la posición de Blokker al permitirle entrar en una nueva fórmula, las megatiendas de Toys AR@Us, complementaria con las que ya tenía, bloqueando todavía más el mercado. Por último, el contrato de adquisición le permitía acceder a la central de compras de Toys AR@ Us y emplear una marca muy conocida. Las partes alegaron la doctrina de excepción de empresa en dificultades. En síntesis, esta viene a decir que la Comisión autorizara la operación si la empresa adquirida abandonaría el mercado de todos modos, la cuota de mercado de la empresa adquirida iría inevitablemente a manos de la adquirente y no hay otra alternativa más que la adquisición. Sin embargo, la Comisión estimó que había otros posibles compradores de los centros de Toys AR@ Us distintos de Blokker, con lo que desestimó el argumento, ordenando que Blokker se desprendiera de una parte de sus activos para restablecer la competencia efectiva. 4.9 Asuntos núm. IV/M.993: Bertelsmann/Kirch/Premiere y núm. IV/M.1027: Deutsche Telekom/Beta Research (Decisiones de la Comisión de 27 de mayo de 1998, DOCE L 53 de 27 de febrero de 1999). Mediante dos decisiones la Comisión prohibió las fusiones Bertelsmann/Kirch/Premiere y Deutsche Telekom/Beta Research. Estos proyectos pretendían la adquisición del control conjunto del proveedor de TV de pago Premiere y de la sociedad Beta Digital, hasta entonces controladas sólo por Kirch, por parte de CLT-UFA ( vinculada al grupo Bertelsmann) y Kirch, así como el control conjunto de Beta Research, también hasta entonces controlada exclusivamente por Kirch, por parte de CLT-UFA y Deutsche Telekom. Estas dos operaciones habrían constituido el marco de la TV digital de pago en Alemania. Première adquiriría una situación de monopolio en cuanto plataforma de programas y en la comercialización de la plataforma. Se habría creado, por otra parte, una posición dominante entre Beta Digital en el sector de los servicios técnicos para la TV de pago y de Deutsche Telekom para su red por cable y, además, Deutsche Telekom habría reforzado su posición dominante en el sector del cable . Los compromisos propuestos por las partes no se consideraron suficientes para resolver los numerosos problemas de competencia detectados. 20 La Comisión decidió prohibir el proyecto de adquisición por parte de CLT-UFA y Kirch del control conjunto del proveedor de TV de pago Première y de la sociedad Beta Digital, hasta ahora controlada exclusivamente por Kirch. Este proyecto de fusión tenía por objeto desarrollar Première a través de una cadena digital de pago conjunta y comercializar una plataforma que aunase las actuales actividades digitales de Kirch y la tecnología D-Box suministrada a Première por Kirch. Paralelamente, la Comisión también decidió prohibir el proyecto de adquisición por parte de CLT-UFA, Kirch y Deutsche Telekom del control conjunto de la sociedad Beta Research, hasta ahora controlada exclusivamente por Kirch. Con esta operación Deutsche Telekom habría creado una plataforma técnica de distribución digital de programas de TV de pago a través de su red de cable y habría prestado los servicios técnicos necesarios para la explotación y difusión de programas de TV digital de pago por medio de la tecnología Beta de acceso de Kirch y de su descodificador D-Box. En la última fase del procedimiento las partes se declararon dispuestas a introducir ciertos cambios en los proyectos, pero no los suficientes para solventar los graves problemas de competencia hallados por la Comisión. El 26 de mayo de 1998, en una última tentativa, la Comisión intentó llegar a un acuerdo con las partes. Su solución fue rechazada por una de las partes implicadas . 4.10 Asunto núm. IV/M.1524: Airtours/First Choice (Decisión de la Comisión de 22 de septiembre de 1999, DOCE L 93, de 13 de abril de 2000). La operación consistía en la adquisición de First Choice por Airtours mediante la compra de todo el capital de la primera. Ambas empresas son touroperadores asentados en el mercado británico. El mercado relevante, según la Comisión, era el de paquetes turísticos a destinos cercanos, entendiendo por tales los que están a menos de tres horas de vuelo. Se trata de un mercado muy concentrado, en que los principales operadores (Thomson, Thomas Cook, Airtours y First Choice) absorben el 80 % de las ventas. Todas son empresas verticalmente integradas, ya que tienen líneas aéreas y distribuyen directamente al consumidor mediante una red propia de agencias de viaje minoristas. La Comisión estimó que la operación crearía una posición dominante colectiva en el mercado, según la cual Aresulta racional para los miembros del oligopolio, al adaptarse a las condiciones del mercado adoptar conductas individuales que reduzcan significativamente la competencia, entre otros y les permita actuar, en gran medida, independientemente de los competidores, sus clientes y los consumidores@ (considerando 54). A juicio de la Comisión, el mercado de viajes vacacionales a destinos cercanos reúne las características de un mercado de oligopolio: $ $ Producto homogéneo: todos los viajes combinan el transporte y el alojamiento y dependen de la compra en grandes cantidades, ya que los márgenes son reducidos. Por lo tanto el producto está muy estandarizado. Escaso crecimiento de la demanda: aunque hay cierta volatilidad asociada al ciclo, se esperan en los próximos años aumentos entre el 3 y el 4 %. 21 $ $ $ $ Rigidez en la demanda al precio: aunque el precio es un argumento importante para elegir un touroperador u otro no lo es tanto a la hora de decidir el gasto. Por tanto, los operadores podrían subir los precios, si se pusieran de acuerdo, sin perder ventas. Estructuras de costes semejantes: los estudios de la Comisión revelaron que aunque las economías de escala son importantes, pierden fuerza a partir de un tamaño medio: Acuando un operador está establecido, y ha alcanzado un tamaño crítico, las economías de escala en la adquisición de pasajes de avión o estancias de alojamiento dejan de ser importantes@ (considerando 99) Transparencia en precios. Los cuatro grandes touroperadores operan en los mismos mercados turísticos de destino; por tanto, mientras planifican la temporada tienen cierto conocimiento de las actividades mutuas. Una vez iniciada la campaña el conocimiento es total, a través de los folletos de venta. Obstáculos de acceso al mercado: desde 1997 el mercado ha experimentado una fuerte reestructuración a través de concentraciones y de la integración vertical. La Comisión señaló que el acceso al mercado no solo debe ser posible sino también viable; es decir, el nuevo entrante debe poder adquirir a corto plazo el tamaño suficiente para competir. Los pequeños operadores no pueden hacerlo, ya que la integración vertical lo impide: no tienen bastante volumen de negocio para adquirir o arrendar una flota aérea de tamaño adecuado. Tampoco pueden llegar a tener red propia de distribución, dependiendo de las grandes redes que les obligan a pagar comisiones que son casi el doble de las que pagaban hace tan solo tres años. Tras la operación la cuota de mercado de los tres primeros operadores pasaría del 70 % actual al 85 % siendo que la cuota del cuarto es solo del 5 %. Además, la desaparición de First Choice como proveedor para operadores de menor tamaño (la línea aérea de First Choice ofrecía pasajes de avión excedentes a terceros) aumentaría aun más el poder de mercado de las grandes empresas. En consecuencia, la desaparición de First Choice como competidor reforzaba los aspectos oligopolísticos del mercado al eliminarla de los tres niveles de la cadena de producción y distribución (líneas aéreas-touroperador-agencia de viajes minorista), y que los operadores menores no tendrían la fuerza necesaria, con lo que precios y beneficios amentarían. La Comisión se opuso a la operación. 5. Conclusiones Terminado el análisis de las operaciones de concentración que la Comisión ha declarado incompatibles con el mercado común, procede extraer algunas conclusiones. En primer lugar, y como paso previo, hay que destacar el escaso número de veces que la Comisión se ha pronunciado negativamente sobre una operación de concentración; durante el periodo de vigencia del Reglamento de concentraciones, la Comisión ha aprobado un total de 1.164 operaciones. Tan sólo en once ocasiones (doce, contando con la Decisión Volvo/Scania)la Decisión ha sido denegatoria, lo cual constituye un número notablemente reducido. Ello podría ser un indicador de que la política de competencia comunitaria, al menos en su vertiente de control de concentraciones, es poco eficaz, sobre todo si tenemos en cuenta las importantes oleadas de 22 fusiones, absorciones, tomas de control, etc. desatadas a raíz de la entrada en vigor del mercado único y de la unión monetaria europea, esta última todavía no concluida y a las que se hacía referencia al inicio de este trabajo. Sin embargo, esto no es necesariamente cierto. Las cautelas que emplea la Comisión durante todo el procedimiento y la marcada preferencia por las soluciones negociadas -la Comisión se inclina por que sean las propias empresas quienes propongan medidas y adquieran compromisos que permitan que la operación se lleve a cabo sin perjuicio para la situación competitiva en el mercado único- explicarían, en buena medida, el reducido número de asuntos en los que ha sido necesario llegar a la prohibición. Además de la naturaleza de la operación, la concentración de dos o más empresas mediante la formación de una entidad común o la toma de control de una por la otra, se sitúan en los sectores económicos más variados, los mercados relevantes son de distintas características y proceden de un buen número de países comunitarios. Sin embargo, y aun dentro de esta variedad, surgen algunos puntos de confluencia: la mitad de las operaciones estudiadas pertenecen al sector de los medios de comunicación, concretamente, al audiovisual; otras dos, al sector de la distribución comercial y una al de los servicios turísticos. Por tanto, tan sólo la tercera parte de los casos corresponde a empresas industriales, de sectores tan dispares como el aeronáutico, el minero metalúrgico y la química industrial. Sin embargo, sería engañoso clasificar a las siete primeras sin más dentro del sector servicios. Al menos, no responden a los trazos generales que caracterizan a estas actividades (intensivas en trabajo, con una reducida inversión etc.) Se trata, de hecho, de sectores en que la inversión es muy elevada (constituye, en la mayor parte de los casos estudiados, una barrera a la entrada) y donde el factor tecnológico desempeña un papel destacado (ello es cierto incluso para las actividades de distribución comercial: la tecnología de Kesko/Tuko en forma de organización empresarial, sistemas de distribución y de fidelización de la clientela, desarrollo de marcas propias... constituye una efectiva barrera de entrada). Algo similar ocurre en el Asunto Airtours/First Choice, donde la integración vertical es, en palabras de la propia Comisión una condición necesaria para la viabilidad de la entrada en el mercado. Destaca también -aunque esto constituye más una sospecha que un hecho demostrable- que las operaciones denegadas se planificaron cuidadosamente no sólo para obtener las correspondientes ventajas en costes derivadas del aumento de tamaño y aprovechamiento de las economías de escala, sino también, y especialmente, con la decidida intención de crear o reforzar una posición de dominio sobre el mercado que habría situado a la entidad resultante a una gran distancia de sus competidores -en algún caso, incluso, la Comisión se refiere a un bloqueo efectivo del mercado. Ello se desprende del propio estudio que lleva a cabo la Comisión; prácticamente no hay ámbito analizado en que la operación no resulte inaceptable desde el punto de vista de defensa de la competencia. Incluso en los casos en que las empresas matrices proponen compromisos para restablecer la situación de competencia, éstos resultan de tan escasa entidad y tan difíciles de comprobar efectivamente, que la Comisión se ve obligada a rechazarlos. Probablemente, unos compromisos más profundos -de carácter más estructural, en la terminología de la Comisión- habrían vaciado de contenido la operación, lo que viene a evidenciar la naturaleza y finalidad de ésta. Algo similar ocurre con la otra vía de escape que ofrece el art. 2 del Reglamento de concentraciones: el que la operación contribuya efectivamente al progreso técnico y económico y que éste redunde en una 23 parte sustancial en beneficio de los consumidores. Pues bien, tan sólo en dos de los asuntos estudiados (Deutsche Telekom/Beta Research y Nordic Satellite Distribution) la operación podía contribuir a dicho progreso. Sin embargo, los aspectos monopolísticos de la operación hicieron dudar seriamente a la Comisión de que dichos avances fueran a repercutir, de alguna manera, sobre los consumidores. Es importante también señalar cómo los análisis de la Comisión han ido ganando en riqueza y profundidad. De hecho, los asuntos que componen el objeto de estudio del presente trabajo se extienden durante toda la década de los años 90 (desde octubre de 1991, fecha de la primera decisión de incompatibilidad -Asunto Aérospatiale-Alenia/De Havilland- hasta septiembre de 1999 asunto Airtours/First Choice). En los primeros asuntos, la Comisión se limitaba a certificar la existencia de una posición dominante como resultado de la operación, siendo el elemento clave la cuota de mercado que obtendría la nueva entidad (obviamente, también se analizaban cuestiones tales como la competencia potencial, la existencia de un poder compensador por parte de los compradores, etc.). Sin embargo, especialmente la última decisión habla de una Aposición dominante colectiva@, es decir de una posición dominante que no detenta una única firma, sino que resulta de la cuota conjunta de varias empresas. La comisión advierte la posibilidad de que se constiyuya un oligopolio -que estas empresas coordinen sus comportamientos- y aun tratándose de una amenaza potencial, decide prohibir la operación (lo mismo ocurre en el Asunto Gencor/Lonrho). Asistimos, por tanto, a una variación sustancial de la posición comunitaria; en puridad, si se sospechara de la existencia del oligopolio, es decir, de la coordinación del comportamiento de las empresas, la vía a seguir sería la del art. 85 que prohíbe los acuerdos entre empresas; de hecho, tal ha sido el proceder de este órgano durante muchos años. La postura reciente, como se desprende de nuestro análisis, es impedir la posibilidad, no tanto de que el comportamiento anticompetitivo se produzca -esto es imposible- sino a impedir las operaciones que lo propicien o faciliten. En todo caso, será necesario continuar investigando en este ámbito ya que la reducida -hasta el momento- disponibilidad de asuntos incompatibles hace que las conclusiones generales sean, al menos, arriesgadas. 6. ANEXOS Asunto Mercados geográficos Mercados de producto Aérospatiale-Alenia/De Havilland Mundial Aviones turbohélice de transporte regional (distancias cortas) de entre 20 y 70 plazas MSG Media Service Nacional (Alemania) Servicios técnicos a la TV de pago, difusión de TV de pago y explotación de redes de TV por cable Nordic Satellite Distribution Nacional (Países escandinavos) Transmisión vía satélite de TV, TV de pago a domicilio y explotación de redes de TV por cable RTL/Veronica/Endemol Nacional (Holanda) Difusión de TV, publicidad televisada y producción de 24 programas para TV Gencor/Lonrho Mundial Metales del grupo del platino en sus diversas aplicaciones: industriales, inversión y joyería Kesko/Tuko Nacional (Finlandia) Mercados mayorista y minorista de bienes de consumo diario St.Gobain/Wacker Chemie/NOM Mundial Carburo de silicio en sus diversas aplicaciones industriales Blokker/Toys AR@ Us Nacional (Holanda) Minorista de juguetes Bertelsmann/Kirch/ Premiere Nacional (Alemania) Servicios técnicos a la TV de pago; TV de pago Deutsche Telekom/Beta Research Nacional (Alemania) Servicios técnicos a la TV de pago; TV por cable Airtours/First Choice Nacional (Reino Unido e Irlanda) Operadores en el mercado de viajes vacacionales de corta distancia (Mediterráneo) Fuente: Soler Domingo (1999) Asunto Aérospatiale-Alenia /De Havilland MSG Media Service Nordic Satellite Distribution RTL/Veronica/Endemol Gencor/Lonrho Kesko/Tuko Saint B Gobain/Wacker Chemie/NOM Barreras de acceso al mercado Financieras: altos costes de inversión asociados al lanzamiento de un nuevo avión. Financieras: elevada inversión Estratégicas: restricciones en los contratos de alquiler de los decodificadores. Financieras: elevados costes de inversión para la emisión por satélite Naturales: imposibilidad de duplicar la infraestructura de cable Legal: monopolio de la telefonía de Deutsche Telekom Legal: limitaciones a la concesión de emisoras comerciales por cable Estratégica: integración vertical de Endemol Financieras: la minería de platino requiere fuertes inversiones Natural: dominio de las fuentes de mineral Financieras: considerables inversiones para entrar con una nueva marca Legal: limitaciones de acceso a locales comerciales Estratégica: productos de marca propia, mercados conexos Financieras: e fuerte inversión para la construcción de una fábrica de procesado de carburo de silicio. Técnicas: el procesado de los productos más rentables es muy complejo Legales: requisitos medioambientales muy estrictos Estratégicas: llenado del mercado por Blokker Blokker/Toys R Us Bertelsmann/Kirch/Premiere Financieras: necesidad de grandes recursos para la creación de otra Deutsche Telekom/Beta Research plataforma de programación. Barreras estratégicas: necesidad de entrar con una empresa verticalmente integrada. Airtours/First Choice Fuente: Soler Domingo (1999) 7. Referencias bibliográficas: 25 Alonso Soto, R. (1999): Derecho de la competencia (III). El control de las concentraciones de empresas, en Uría, R. y Menéndez, A.[eds.] (1999): Curso de Derecho Mercantil. Cívitas, Madrid. Bello Martín-Crespo, M.P. (1997): Seis años de defensa de la competencia en concentraciones de empresas realizadas en la CE. Revista de Derecho Mercantil, n1 224, pp. 887-912. Comisión de las Comunidades Europeas (1999): Mergers and acquisitions. European Economy, Supplement A, n12, febrero. 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