Extensión del alcance de las mediciones

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Extensión del alcance de las mediciones
Este número narra una fascinante historia (“Medición de la
resistividad detrás del revestimiento,” página 2) acerca de
un equipo de profesionales que enfrentó desafíos aparentemente inalcanzables y que finalmente, como usted verá,
resultó éxitoso.
La historia comenzó a mediados de la década de 1980,
cuando una fuerte contracción del gasto de la industria de
exploración y producción (E&P, por sus siglas en inglés) nos
hizo pensar seriamente en la “innovación a bajo costo.”
Fueron convocados varios grupos de trabajo que produjeron
117 nuevas ideas, de las cuales se han implementado 91. El
tema más candente fue la obtención de registros de un
modo efectivo desde el punto de vista de los costos. No ha
de sorprender que la idea más apreciada de las 117 presentadas fue la adquisición de registros durante la perforación,
la cual se comenzó a adoptar a partir de entonces. Pero la
idea número 12 parecía tan interesante como aquélla: ¿por
qué no obtener registros cuando ya se ha asentado el revestimiento y el tiempo del equipo de perforación no representa un impedimento? El entusiasmo se atemperó cuando
varios nos dimos cuenta de que las dos mediciones más
importantes serían la resistividad y la presión, las cuales
parecían obstáculos imposibles de superar. También era una
época en que debíamos administrar con prudencia nuestros
fondos de investigación y desarrollo. Estudiamos ambas
ideas, pero no construimos prototipos.
A principios de la década de 1990, aumentó el gasto de
E&P y nuevamente dirigimos la mirada hacia nuestra cartera de buenas ideas no llevadas a la práctica. Aquella idea de
las mediciones de resistividad detrás del revestimiento era
una de las tres principales. Al mismo tiempo, un equipo de
profesionales que trabajaba en Clamart, Francia, bajo la
dirección de Paul Béguin recién había terminado la primera
fase de un programa muy alentador que había logrado un
éxito técnico, pero había sido un completo fracaso de comercialización. Queríamos ofrecerle al equipo la posibilidad
de desarrollar un proyecto que fuera un triunfo de comercialización si superaba con éxito los aspectos técnicos. No fue
fácil convencerlos, pues todos ellos conocían claramente las
dificultades del desafío. Por fin, la confianza del equipo en
si mismo prevaleció y el proyecto comenzó en 1992.
Fue evidente desde un principio que este proyecto sería
mucho más arduo que el que acababan de finalizar. Como se
explica en el artículo, la cuestión no es el principio de la
medición en sí, que se basa en medir la corriente que se
fuga fuera del revestimiento, sino el nivel de ruido extraordinariamente bajo que puede tolerar cualquier técnica de
medición. Recuerdo que cuando visité al equipo a fines de
1993 y observé el cartucho de la electrónica de la herramienta bajo una montaña de ropa en el laboratorio, les pregunté si estaban preocupados acerca del espionaje industrial. Me respondieron que el cambio de temperatura que se
producía al abrir la puerta del laboratorio generaba un ruido
varias veces mayor que el que puede tolerar la medición. Un
prototipo podía dar buenos resultados, pero el siguiente,
aunque idéntico a los ojos del observador, podía entregar
lecturas totalmente inexactas: un verdadero zoológico lleno
de problemas sin resolver. Recuerdo el Desplazamiento de
Paul y el Factor K de Marie-Therese, entre muchos otros de
estos especímenes.
Estos problemas no resueltos, que básicamente tenían que
ver con fuentes de ruido que ninguno de nosotros comprendía, impidió que la herramienta avanzara a la siguiente fase
clave de nuestro proceso de desarrollo del producto. Los gerentes comenzaron a preocuparse acerca de si finalmente
lograríamos hacerla funcionar. En ese entonces, pensaba
que un buen manejo de riesgos era un factor clave para el
éxito del desarrollo de un producto, y aún pienso así. Sin
embargo, nuestra gente de manejo de riesgos de procesos
consideraba este proyecto como el más riesgoso, y tuvimos
que dedicarle horas para convencerlos de que no debíamos
renunciar.
Afortunadamente, el equipo seguía pensando que podía
hacer funcionar la herramienta. Un progreso lento pero
constante permitió crear un prototipo exitoso, y esto alentó
al equipo y a los gerentes lo suficiente como para mantener
vivo el proyecto. Varios miembros con mucha experiencia
clave del área técnica comenzaron a contribuir con el proyecto, y nuestra comprensión de las distintas fuentes de ruido mejoró notablemente como para reducir la confusa multitud de problemas a unos pocos problemas predecibles.
¡Finalmente, el equipo lo logró! El resultado es la herramienta que se presenta en el primer artículo de este número.
El siguiente capítulo de la historia será similar: otro equipo, en otro centro tecnológico, está lidiando con las mediciones de presión a través del revestimiento. Tras varios
altibajos parecidos a los de la medición de la resistividad
detrás del revestimiento, el equipo también ha de tener
éxito. Otras mediciones se hallan en camino, las que seguramente plantearán tantos desafíos como las dos primeras.
Philippe Lacour-Gayet
Científico en Jefe, Schlumberger Limited
Philippe Lacour-Gayet ingresó como ingeniero en el centro de investigación
y desarrollo (R&D, por sus siglas en inglés) de Schlumberger en 1974, en
Clarmant, Francia. Se ha desempeñado en el manejo de las operaciones en
Londres, Inglaterra; y Tokio, Japón; y ha dirigido los centros de investigación
y desarrollo de Clamart; Fuchinobe, Japón; Palo Alto, California, EUA; y
Ridgefield, Connecticut, EUA. Actualmente se desempeña como Científico
en Jefe, a cargo de los centros de investigación y desarrollo para todo
Schlumberger. Philippe obtuvo un doctorado en física de la Universidad de
Paris-Sud en Orsay, Francia.
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