Página 172 Ambito Financiero - Colección Novedades Fiscales Buenos Aires, martes 4 de diciembre de 2007 S i bien los dividendos y utilidades que distribuyan las sociedades anónimas, y demás sociedades de capital, revisten la calidad de no computables a los efectos de la determinación de la materia gravada por la Ley de Impuesto a las Ganancias (LIG), esto no implica que en la actualidad los dividendos distribuidos estén fuera del alcance de dicho tributo. En efecto, la Ley 25.063(1) agregó un artículo a continuación del 69 de la Ley de Impuesto a las Ganancias (en adelante artículo 69.1) incorporando al citado gravamen lo que doctrinariamente se conoce como impuesto de igualación. Este impuesto de igualación constituye un régimen de imposición cedular sobre los dividendos y utilidades distribuidos por las sociedades de capital, con vigencia a partir del 31/12/98. El propósito perseguido por el legislador puede vislumbrarse en las palabras del senador Verna, quien en los debates parlamentarios sostuvo que “…se procura evitar que los beneficios impositivos derivados de exenciones o tratamientos preferenciales para las empresas se trasladen a los accionistas o participantes en el capital de las mismas en el momento de distribuirse las utilidades que están exentas en cabeza de tales sujetos. Con ello se intenta eliminar una fuente de elusión, además de que se considera que tales franquicias alteran la equidad horizontal y vertical desde el punto de vista económico…”. Si bien ya han pasado varios años de la sanción de la Ley 25.063, la incertidumbre que se originó con la introducción del impuesto de igualación no ha sido subsanada aún. Ello se debe principalmente a que la normativa que lo rige es muy escueta y poco precisa en la terminología que utiliza, dando lugar a distintas interpretaciones, lo cual va en contra de la certeza que debiera regir esta materia. Lo que se propone a continuación es un recorrido por las principales disposiciones de este régimen, a los efectos de concluir con un ejemplo en el cual se visualice la metodología de determinación del gravamen, conforme a la interpretación de la normativa analizada. EL IMPUESTO DE IGUALACION ¿EN QUE CONSISTE? El artículo 69.1 de la LIG establece que: “Cuando los sujetos comprendidos en los apartados 1,2,3,6 y 7 del inciso a) del artículo 69, así como también los indicados en el inciso b) del mismo artículo, efectúen pagos de dividendos o, en su caso, distribuyan utilidades, en dinero o en especie, que superen las ganancias determinadas en base a la aplicación de las normas generales de esta ley, acumuladas al cierre del ejercicio inmediato anterior a la fecha de dicho pago o distribución, deberán retener con carácter de pago único y definitivo, el treinta y cinco por ciento (35%) sobre el referido excedente.” “A efectos de lo dispuesto en el párrafo anterior, la ganancia a considerar en cada ejercicio será la que resulte de detraer a la ganancia determinada en base a la aplicación de las normas generales de esta ley, el impuesto pagado por el o los períodos fiscales de origen de la ganancia que se distribuye o la parte proporcio- La Ley 25.063 introdujo un régimen de imposición cedular en Ganancias Principales aspectos acerca del impuesto de igualación nal correspondiente y sumarle los dividendos o utilidades provenientes de otras sociedades de capital no computados en la determinación de dicha ganancia en el o los mismos períodos fiscales…”. MECANISMO DE CALCULO En base a la normativa transcripta, a continuación se expone el mecanismo a seguir para determinar si existe excedente sobre el cual practicar la retención con carácter de pago único y definitivo del impuesto de igualación (ver Cuadro 1). Hay ciertos puntos que merecen ser comentados respecto del esquema de determinación planteado. 1. Ganancia impositiva acumulada al cierre del ejercicio anterior a) Según surge del artículo 69.1 de la ley, las ganancias a considerar son las “…determinadas en base a la aplicación de las normas generales de esta ley…”. Es decir que si hay determinadas leyes que otorgan un tratamiento diferente a ganancias o gastos al que establece la LIG, este tratamiento particular no deberá ser tenido en cuenta en la determinación del impuesto de igualación. Al respecto podemos citar el Dictamen (DAT) 16/01(2) , donde el Fisco concluyó que no deberán tener incidencia en la determinación del impuesto de igualación conceptos que tuvieren su origen en normas ajenas a la propia LIG, como puede ocurrir, por ejemplo, con las detracciones producto de beneficios acordados por leyes promocionales, como ser la Ley 24.196 de promoción minera. Por no detraerse los citados beneficios promocionales se arribará a un resultado impositivo mayor, el cual al ser comparado con el contable dará lugar a una menor diferencia sometida al régimen del artículo 69.1, ello por no considerar la incidencia de factores ajenos a los emergentes de la propia ley del gravamen. El Tribunal Fiscal de la Nación, en autos Cerro Vanguardia SA(3) , concluyó que los dividendos en exceso de la utilidad impositiva pagados a beneficiarios del exterior se encuentran alcanzados por el impuesto de igualación, aun cuando la sociedad pagadora goza del certificado de estabilidad fiscal instituido por la Ley 24.196. Ello dado que dicho beneficio comprende únicamente a los emprendimientos mineros considerados como empresas inscriptas que desarrollan las actividades promovidas, y no a los accionistas o socios, por ser sujetos diferenciados de la em- Escribe Martín R. Caranta(*) presa, por lo que su inclusión hubiera requerido una mención expresa en la norma respectiva. Tiempo más tarde, la Sala V de la CNACAF confirmó dicho pronunciamiento(4) . Considerando este antecedente jurisprudencial, hay ciertas cuestiones que merecen ser destacadas. Es cierto que la ley de inversiones mineras garantiza la estabilidad fiscal de la sociedad y no del accionista. Pero no es menos cierto que la reforma introducida por la Ley 25.063 establece que se deben considerar sólo las ganancias determinadas el total acumulado. Nos inclinamos por la primera postura, ya que el espíritu de la norma es alcanzar, a través de los beneficiarios de las utilidades distribuidas, a aquellas ganancias que no tributaron el impuesto en cabeza de la sociedad. Al no distribuir la totalidad de los resultados contables, no resulta coherente efectuar la comparación con la totalidad de la utilidad impositiva acumulada. 2. Impuesto determinado por el o los períodos de origen de la ganancia que se distribuye El segundo párrafo del art. 69.1 establece que la ganancia de cada ejercicio a considerar será aquella “…que resulte de detraer a la ganancia determinada en base a la aplicación de las normas generales de esta ley, el impuesto pagado por el o los períodos fiscales de origen de la ganancia que se distribuye…” (el subrayado es propio). En nuestra opinión, por impuesto pagado debe entenderse impuesto determinado, dado que lo que se está haciendo es Cuadro 1 Ganancia impositiva acumulada al cierre del ejercicio anterior a la distribución de utilidades Menos Impuesto determinado en el o los períodos de origen de la ganancia que se distribuye Más Dividendos o utilidades de otras sociedades de capital. Igual Monto a comparar con el resultado distribuido por aplicación de la LIG. Es decir, que para determinar el impuesto de igualación en este caso no se deberán efectuar las detracciones que establece el régimen de promoción, debiendo ser el impuesto de igualación nulo si no hubiesen otras diferencias entre el balance contable y el fiscal. En este contexto, el hecho de que no sea de aplicación el impuesto de igualación no obedece a “no vulnerar la estabilidad fiscal del accionista”, sino a que las detracciones para arribar al impuesto de igualación que deben aplicarse son aquellas que provienen de la LIG, y no de la ley de inversiones mineras. b) La norma menciona las “…utilidades (…) acumuladas al cierre del ejercicio inmediato anterior a la fecha de dicho pago o distribución…”. Podría suceder que el pago de dividendos o utilidades se efectúe tan sólo por una parte de los resultados contables. Así pues, a los efectos de la comparación que debe realizarse, se podría tomar una proporción de la ganancia impositiva acumulada, la cual surgirá de la confección de papeles de trabajo a tal efecto, o bien realizar la comparación con una especie de conciliación entre el resultado contable que se distribuye y el resultado impositivo acumulado. El resultado contable tiene deducido el Impuesto a las Ganancias en función del método de lo devengado, si la conciliación se hiciese considerando el impuesto pagado, se estaría utilizando el método de lo percibido, con lo cual dicha conciliación resultaría imperfecta. 3. Dividendos o utilidades de otras sociedades de capital Surge de la ley que se deberán sumar a la ganancia impositiva determinada “…los dividendos o utilidades provenientes de otras sociedades de capital no computados en la determinación de dicha ganancia en el o los mismos períodos fiscales…”. El propósito buscado fue no gravar dos veces -la segunda mediante la retención- los beneficios que ya fueron gravados con el impuesto en cabeza de la sociedad que dispuso esa distribución. Como ya hemos mencionado, para la determinación de Ganancias los dividendos y utilidades de otras sociedades de capital resultan ser no computables, dado que ya fueron incididos por el impuesto en la sociedad que los distribuye. Un tema a considerar es qué sucede con las sociedades que ejercen control, control conjunto o influencia significativa en otros entes en los cuales han invertido. En estos casos, el resultado de la controlante por la inversión realizada se determina por el método del Valor Patrimonial Proporcional (VPP). Es decir, el resultado en la inversora se irá devengando juntamente con el de la sociedad en la cual ha invertido, no siendo relevante la distribución de dividendos. Cuando se produzca la distribución por parte de la sociedad emisora, no habrá impacto en los resultados de la inversora, sino que operará una disminución de la inversión, originándose una permuta entre la inversión permanente y el medio de cobro del dividendo, quedando el patrimonio sin variaciones en su cuantía. La inquietud que se plantea es si al pagar sus propios dividendos, la sociedad inversora podrá reflejar, en la base de cálculo del impuesto de igualación, la ganancia que obtuvo en las sociedades que controla o en las que ejerce influencia significativa, mediante la aplicación del método del VPP. No podemos obviar que el artículo 69.1 habla de dividendos y utilidades -estos últimos abarcan al resultado VPP-, ambos provenientes de sociedades de capital. Así las cosas, a nuestro entender resulta claro que ambos tipos de resultados por inversiones tienen identidad de tratamiento. Si el legislador no distinguió al redactar la norma, no corresponde tampoco que el lector haga distinción alguna. Sobre este tema fue consultado el Fisco en el marco de las reuniones del Grupo de Enlace AFIP - Consejo(5) , quien opinó que el término utilidades de otras sociedades que contempla el artículo 69.1 del texto legal involucra al VPP. No obstante, años más tarde la Dirección de Asesoría Técnica(6) consideró que las sumas a adicionar a la utilidad impositiva determinada involucran estrictamente a dividendos percibidos y no al VPP contable. DIFERENCIAS ENTRE EL BALANCE CONTABLE Y EL BALANCE FISCAL La distribución de los resultados de las sociedades se hace en base a las ganancias líquidas y realizadas que surgen de un balance comercial. Entre este balance y el fiscal puede haber diferencias, las cuales pueden ser temporarias o permanentes, en función de la terminología del método del impuesto diferido. Cuando se distribuyan resultados contables que contengan diferencias temporarias, se deberá aplicar el impuesto de igualación, cuyo efecto nunca será recuperado por el accionista incidido, aún cuando se produzca su reversión futura. Esta situación no está prevista en la ley ni en su reglamento. La Administración ha dado cuenta del tema en el Dictamen (DAT) 1/06(7) , al considerar que “…las diferencias temporarias, que si bien se compensan en el tiempo, quedarán sujetas a la retención si resulta un excedente de utilidades contables distribuidas por sobre las impositivas…”. Para el caso de la asignación de honorarios al directorio, síndicos y miembros de consejos de vigilancia, y a efectos de evitar una diferencia permanente y también una retención innecesaria del impuesto de igualación, se podría provisionar el importe de dichos honorarios que serán aprobados por la asamblea de accionistas o reunión de socios, según corresponda. De esta manera, los honorarios disminuirán el resultado contable, dado que pasarán por el Estado de Resultados, y la comparación con el resultado impositivo arrojará una menor diferencia entre ambos. APLICACION INICIAL DEL REGIMEN El artículo incorporado a continuación del 118 del texto legal establece, a modo de norma de transición, que a los efectos del impuesto de igualación, “…las ganancias gravadas a considerar serán las determinadas a partir del primer ejercicio fiscal finalizado con posterioridad a la entrada en vigencia de dicha norma y los dividendos o utilidades que se imputarán contra la misma, serán los pagados o distribuidos con posterioridad al agotamiento de las ganancias contables acumuladas al cierre del ejercicio inmediato anterior a la referida vigencia…”. Interpretamos que la intención del legislador es evitar la aplicación retroactiva de la norma, y para ello dispuso agotar el saldo acumulado -anterior a la aparición del régimen- de utilidades contables susceptibles de ser distribuidas. Así es como sólo corresponderá comenzar a practicar la retención con las distribuciones que excedan ese monto acumulado. 1. Quebrantos anteriores al 31/12/98 En virtud de lo normado en el artículo citado en el punto precedente, a nuestro entender los quebrantos impositivos anteriores a la entrada en vigencia del impuesto de igualación no deben ser considerados en el resultado impositivo para el cálculo de la retención(8) . El Fisco fue consultado al respecto en una de las reuniones del Grupo de Enlace AFIP - Consejo(9) concluyendo que a estos efectos la comparación debe realizarse antes del cómputo de los quebrantos. Posteriormente, al expedirse en el Dictamen (DAT) 40/03(10) la opinión fue revertida, al afirmar que “…se deberá considerar como ganancias gravadas computables aquellas sobre las que se determina el impuesto de marras, es decir netas de los quebrantos acumulados al inicio del primer ejercicio fiscal de vigencia de la mentada norma legal…”. TRATAMIENTO DE LOS QUEBRANTOS POSTERIORES AL 31/12/98 A efectos de analizar cuál Cont. en pág. 173