Arquitectura griega

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Arquitectura griega
Extraído de Escuelapedia
La arquitectura pre-helénica floreció en las islas del mar Egeo y se extendió hasta Grecia, lugar donde se
desarrolló. La arquitectura griega sufrió influencias orientales traída por los hititas y los fenicios. Las
principales ciudades fueron Tirinto y Micenas. Las civilizaciones egeas datan de un periodo de 2000 a
3000 a.C. La isla de Creta, la mayor de las islas del mediterráneo, fue el palco para el desarrollo de sus
obras y tenía como una de las edificaciones de mayor importancia el Palacio de Cnosos (alrededor del
2000 a.C.). En la tumba de Midas podemos apreciar los más antiguos de techos a dos aguas, de donde se
deriva el frontón griego.
Además de los fenicios, un hecho que condujo a la arquitectura griega fue la invasión de los dorios. La
arquitectura griega no trajo consigo ninguna herencia de las bóvedas micénicas y basó todas sus
construcciones en el simple modelo trilitico (tri –tre; lithos –piedra). El uso de hierro en el trabajo de
piedra permitió la perfección de los cortes y el progreso en la escultura y arquitectura. Lo que se puede
percibir es que el desarrollo gradual de los equipamientos y de los utensilios de uso de los artistas tuvo
influencia directa en el resultado formal encontrado en las edificaciones de la época. Primeramente los
instrumentos de trabajo eran formados de sílex de bronce y no eran capaces de trabajar las piedras
eficazmente. La ausencia de hierro dio origen a un tipo de mampostería ciclópea. Las herramientas de
hierro permiten, en un segundo estadio, enfrentar el problema de la construcción dando origen a un nuevo
concepto constructivo.
Los edificios griegos fueron hechos de bloques horizontales sostenidos por muros y columnas
con la construcción de pilar y dintel. Prácticamente no hubo curvas o arcos. La simetría era
característica de los edificios y se logró en parte a través de un proceso conocido como éntasis diseñado
para eliminar las ilusiones ópticas. Los edificios de la arquitectura griega fueron sobre todo templos con
una concepción religiosa. Los primeros templos fueron construidos de ladrillos de madera y barro, pero al
final del siglo VI a.C., llegaron a ser construidos de piedra caliza.
El mármol, que puede ser trabajado y pulido a la perfección, se volvió cada vez más utilizado. Los templos
no se hicieron para dar cabida a las congregaciones, su propósito inmediato era recoger la estatua de un
dios. Una sala individual era precedida de un atrio servía para ese propósito. Los templos fueron
construidos, por lo general, en una plataforma con tres escalones que le daba acceso. En los templos más
hermosos, los cuatro lados del edificio estaban rodeados por una columnata llamada peristilo. La entrada
principal estaba orientada hacia el este. El conjunto de las fachadas oriental y occidental se veía coronado
por el frontón.
Amarraban las piedras con abrazaderas de hierro y las juntas se presentaron con extrema perfección de la
forma, siendo establecidas por medio de palancas. Los techos eran empleados y todas las piezas de
madera sufrieron el esfuerzo de compresión. Los azulejos fueron hechos de barro o porcelana.
Acostumbraban a cubrir la cerámica o mármol con estuco pintado. La pintura de los edificios tenía un
doble propósito: para colorear y para resaltar todos los relieves. También pintaron las estatuas al ser
también una parte importante en la arquitectura. Las construcciones obedecen a una fisionomía
relativamente permanente constituida por: embasamiento, columnas y entablamento; las columnas, a su
vez, eran subdivididas en algunos casos en: base, fuste, capitel, entablamento (arquitrabe, friso y cornisa).
Las columnas fueron evolucionando en tres órdenes clásicos principales: dórico, jónico y corintio.
Entre las edificaciones, las más características de la civilización griega fueron el teatro, el odeón, el ágora,
además de gimnasios, estadios e hipódromos. Acrópolis era una ciudadela construida sobre una montaña
sobre la cual eran implantados los templos más representativos de la civilización.
Órdenes griegos
Cuando hablamos de órdenes de construcción, estamos definiendo conjuntos de soluciones decorativas y
constructivas que se presentan de acuerdo a una cierta coherencia de las medidas y proporciones. Existen
tres órdenes clásicos definidos: orden dórico, orden jónico y orden corintio respectivamente.
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Dórico: era simple y transmite una impresión única de solidez y fortaleza. La columnata no tenía
ninguna base, y está ubicado en la plataforma. La superficie del fuste era dividida (anchura) en estrías
largas y cóncavas. El capitel se mantuvo estable, con forma similar a una libreta y con el apoyo de un
ábaco (sirve para disminuir la brecha entre las columnas) cuadrada y lisa. El arquitrabe también liso, no
soporta directamente a la cornisa, habiendo un friso entre ellos. Entre los ejemplos de templos dóricos se
encuentran las edificaciones de Atenas en Corintio, Zeus en Olimpia, Teseo y Partenón en Atenas y Apolo
en Delos.
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Jónico: Introducido a través del Mar Egeo. Era más ornamentado y pulido que el dórico. Destacan las
volutas con forma de rollo de papel sobre el capitel en sustitución del ábaco cuadrangular. El arquitrabe
se compone de tres planos horizontales. Entre los ejemplos de templos jónicos: Artemisa en Efeso,
Dinisio en Teos, Erecteión en la Acrópolis de Atenas.
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Corinto: capitel ornamentado con hojas de acanto que rodeaban la parte inferior del capitel. Los griegos
lo consideraron como una variante más ostentosa y lujosa del orden jónico. El fuste quedaba mejor
distribuido con ligero perfeccionamiento sobre el anterior orden clásico.
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