Astro-labia - La Jornada Michoacán http://www.lajornadamichoacan.com.mx/2009/03/23/... PAOLA D'ALESSIO Y SNADRA AYALA* A diferencia del lado cercano de la Luna, el lejano presenta muchos cráteres debido a que en el primero lava del interior ha fluido por la superfucie Foto: NASA Hay evidencia que sugiere que entre 3 mil 800 y 4 mil 100 millones de años atrás, la Luna y los planetas rocosos pasaron por un periodo en el que fueron bombardeados por rocas gigantes. Aunque las colisiones de este tipo eran muy comunes cuando apenas se estaban formando los planetas (hace unos 4 mil 500 millones de años), este evento es peculiar porque un número enorme de choques se concentraron en un tiempo astronómicamente muy corto. Las implicaciones de este evento son muy interesantes; sin embargo, la evidencia de lo que se conoce como el “cataclismo lunar” o el “bombardeo tardío intenso” (LHB, por sus siglas en inglés) es aún controvertida. Hoy veremos de qué se trata este asunto. En la Tierra tenemos algunos cientos de kilos de rocas lunares. La mayoría de estas rocas fueron recolectadas durante las misiones estadunidenses Apolo, unas cuantas por las misiones Luna, de la antigua Unión Soviética, y otras más han caído literalmente del cielo o más bien de la Luna, después que choques con meteoritos produjeran algunos de sus muchos cráteres y pusieran en órbita pedazos del suelo lunar. Estas rocas encierran un montón de información acerca de la composición química de la superficie lunar, que resulta crucial para construir un modelo coherente del origen de la Luna. Además, al determinar sus edades se les puede poner fecha a algunos hechos importantes de la historia de la Luna. Al chocar un meteorito con la Luna se forma un cráter de impacto. Parte del suelo lunar se derrite en este evento, y cuando se enfría y se solidifica, se forman rocas. 1 of 3 08/27/2009 11:51 AM Astro-labia - La Jornada Michoacán http://www.lajornadamichoacan.com.mx/2009/03/23/... Cuando se determinan las edades de muchas de estas rocas provenientes de la Luna, resulta que la mayoría de los cráteres en nuestro satélite parece que se formaron entre 400 y 700 millones de años después que se formara la Luna. Esto se interpreta como que la Luna fue intensamente bombardeada en un periodo de tiempo relativamente corto, comparado con la edad del Sistema Solar. Se han propuesto varias explicaciones para este bombardeo tardío. Una de ellas, bastante aceptada hasta hace algunos años, era que Urano y Neptuno tardaron más tiempo en formarse que los demás planetas. Cuando se formaron, desestabilizaron la parte externa del Sistema Solar, mandando hacia el interior un montón de los plutones y plutinos como los que aún hoy pueblan el cinturón de Kuiper, más allá de Neptuno. Pero ahora surge la pregunta ¿por qué Urano y Neptuno se podrían haber formado tarde? La razón es que ahí donde se encuentran actualmente, la densidad del disco de gas y el polvo del que se formó el Sistema Solar debe haber sido muy baja, y los modelos de formación planetaria muestran que se necesitarían unos miles de millones de años para que estos planetas gigantes alcanzaran los tamaños que tienen actualmente. Bien, pero ahora surge otro problema: gracias a las observaciones del telescopio espacial Spitzer, entre otras, sabemos que los discos duran poquito (apenas unos 10 millones de años), de manera que de haberse formado en sus lugares actuales, a Urano y Neptuno no les hubiera alcanzado el tiempo para volverse gigantes. Otra explicación es que todos los planetas gigantes se formaron más o menos al mismo tiempo, a distancias parecidas a donde se encuentran Júpiter y Saturno hoy día (entre cinco y 10 veces la distancia entre la Tierra y el Sol), donde la densidad en el disco era bastante mayor. Una vez formados, se fueron moviendo hasta llegar a donde están ahora en un proceso llamado “migración planetaria”, que se debió a la interacción de los planetas con el gas y con los planetésimos (rocas gigantes de entre decenas y centenas de kilómetros). La migración misma habría acelerado el proceso de crecimiento de los planetas gigantes, permitiéndoles capturar más gas que si simplemente se hubieran quedado en una órbita fija. Mientras los planetas gigantes migraban, debieron pasar por zonas donde el efecto de su gravedad combinada podría haber desestabilizado el Sistema Solar completo. Esto habría forzado a una reconfiguración de las órbitas de los planetas. También habría perturbado fuertemente al cinturón de asteroides, entre Marte y Júpiter, y al cinturón de Kuiper, más allá de Neptuno, donde se encuentran planetésimos congelados. Así, las órbitas de muchos de estos planetésimos se volvieron muy alargadas, siendo literalmente lanzados hacia la zona interna del Sistema Solar, llenando de cráteres los planetas internos y sus lunas. Este fenómeno explica, además, por qué el cinturón de asteroides tiene menos asteroides de los predicen los modelos, y por qué hay algunas anomalías en la distribución de objetos en ambos cinturones. Otra hipótesis es que en lugar de la migración de los planetas gigantes, lo que produjo el LHB fue un quinto planeta, o Planeta V, que se habría formado entre Marte y el cinturón de asteroides. Se propone que la órbita de este hipotético Planeta V sería inestable, de modo que se fue volviendo más y más alargada, hasta que el planeta empezó a interactuar con los asteroides. La interacción funcionaría de modo similar a lanzar con una enorme resortera a los asteroides hacia la parte más interna del 2 of 3 08/27/2009 11:51 AM Astro-labia - La Jornada Michoacán http://www.lajornadamichoacan.com.mx/2009/03/23/... Sistema Solar, donde colisionarían con la Luna y los planetas rocosos. Sin embargo, la propia idea de la existencia de un LHB no convence a todo el mundo. Una de las críticas más fuertes que ha recibido es que aunque las rocas lunares recolectadas por las misiones Apolo provienen de zonas distintas, todas están suficientemente cerca entre sí, de modo que podrían provenir del mismo cráter. Simulaciones numéricas muestran cómo el material derretido por un impacto fuerte se salpica para todas partes. Entonces, las edades similares de las rocas lunares traídas a la Tierra por el ser humano podrían deberse a que todas ellas se formaron en el mismo único evento, y no en cráteres distintos. Mientras se establece a ciencia cierta si ocurrió o no el bombardeo, los astrónomos siguen proponiendo posibles explicaciones. Esto es muy interesante, porque cada modelo no sólo explica el LHB, sino también otras características que se pueden estudiar y comprobar. Si no se comprueban, el modelo se descarta, pero si se confirman, podría ser un paso más hacia entender nuestros orígenes. *CRyA, UNAM; ITESM Anterior Siguiente Periódicos: La Jornada | La Jornada Guerrero | La Jornada Jalisco | La Jornada Morelos | La Jornada de Oriente | La Jornada San Luis Medios asociados: BBC Mundo | The Independent | Radio Nederland | Gara | Página/12 | Clarín Copyright © 2004-2009 Editora de Medios de Michoacán S.A. de C.V. Todos los Derechos Reservados. Derechos de Autor 04-2004-100711403800-101. 3 of 3 08/27/2009 11:51 AM