EL CONOCIMIENTO CIENTÍFICO: ORÍGENES, MÉTODO Y LÍMITES. En este bloque vamos a estudiar los tipos de conocimiento, para a continuación ver los tipos de saberes; así como los tipos de ciencias y métodos, y el origen de estas. Para terminar analizaremos los límites del conocimiento en general y del científico en particular, así como la cuestión del desarrollo científico. Luego, nos ocuparemos del problema de la verdad. Por último, terminaremos estudiando algunos aspectos de la lógica proposicional, entendida tanto como el análisis de la argumentación válida, como la estructura del pensamiento argumentativo. Lo que vamos a ver pues es Epistemología, que es la parte de la filosofía qué se encarga de averiguar cuál es el origen y los límites del conocimiento; el problema de la verdad; los métodos para obtenerla; la dimensión del conocimiento… Muy ligada a esta tenemos la lógica, que para empezar podríamos decir que es la ciencia que se encarga de analizar la validez de los razonamientos. En este bloque lo que vamos a ver va a ser sobre todo lógica y epistemología. Suelen considerarse como términos equivalentes los conceptos de epistemología y gnoseología, sin embargo, también suele distinguirse entre epistemología como la rama de la filosofía que estudia el conocimiento y gnoseología que analizaría el saber en general, no sólo el filosófico y científico (= saber racional = conocimiento). 1. El conocimiento Definición del conocimiento Se suele entender que el conocimiento consiste en una creencia justificable, objetiva y verdadera. Con esto lo distinguiríamos de: a. la opinión, que es una creencia subjetiva y no justificable, o justificada, y además no estamos seguros de su verdad; y también de b. las creencias de las que si estamos seguros pero no cumplen las otras dos características. De todas formas no todos los filósofos estarían de acuerdo con esto; entre otras cosas por ejemplo, para muchos el conocimiento no es un objeto (un conjunto de teorías), sino una actividad. Tipos de conocimiento a. En función de los fines A la hora de hablar del conocimiento se suele distinguir entre conocimiento teórico y conocimiento práctico, en función de los fines del mismo. El primero tendría como fin describir (señalar características definitorias), explicar( señalar por que tienen las propiedades que tienen, las causas) y predecir( indicar hechos futuros basándonos en la explicación y señalando las condiciones de ocurrencia) de hechos o fenómenos o la realidad. Es “un saber que”, como por ejemplo el conocimiento matemático, filosófico o químico… El práctico tendría como fin indicarnos como actuar: Es “un saber hacer”, como por ejemplo el ético, económico… b. En función de su origen También podemos distinguir entre conocimiento intelectual (o racional) y empírico, en función de su origen. El primero se obtiene independientemente de la experiencia (por ejemplo el que te permitiría saber el valor de x en la siguiente 1 ecuación: 2x + x+ ½ x = 350) y el empírico que se obtiene a partir de la experiencia( como el que permite saber que y cuanto comiste hoy). c. En función de cómo se obtiene: A su vez podemos distinguir entre conocimiento inmediato o indirecto, ( aquel que es fruto de una intuición sensible o intelectual, o dicho de otra forma, sabes que algo “es” por que lo “ves”, lo captas directamente, por ejemplo “ver” que estás en clase, Intuición sensible, I. S., o que “ el triángulo es un polígono”, Intuición intelectual, I. I. ), y el conocimiento mediato o indirecto, aquel se obtiene por medio de un razonamiento, (lo captas indirectamente, a través de un razonamiento, por ejemplo que la x anterior equivale a 100 ).Ya veremos en el bloque de la lógica que hay dos tipos de razonamiento: inducción y deducción. 2. Tipos de saberes Aunque el concepto de conocimiento suela presentarse como sinónimo de saber, voy a referirme con le sólo para designar aquel saber que es sistemático, racional, crítico, “objetivo”, y “verdadero”. Hacerlo así es algo arbitrario, aunque te puedo aportar razones. Te hablaré de saber ordinario o del sentido común; mítico; científico y filosófico, que se distinguirían por su grado de racionalidad, sistematicidad y criticismo (lo de la objetividad y verdad como has empezado a ver es más que discutible). Una cosa más antes de entrar a saco; estos diferentes tipos de saberes han ido surgiendo a lo largo de la historia, pero eso no significa que no estén interconectados, o que una vez que aparezca uno “superior” desaparezcan el resto. 2.1 El saber del sentido común Es el saber más básico y que primero surge, un saber que nos permite enfrentarnos con nuestros problemas cotidianos, captar una realidad ordenada, articulada a través del lenguaje, que es la realidad de lo normal, lo evidente, lo natural, y que comparto con otros, “es común”. Este saber es fundamentalmente práctico, (por ejemplo a través de él, sé como se usa el móvil, pero no tengo ni idea de por qué funciona…) que me permite resolver problemas, y en el que voy a utilizar un criterio pragmático para mantenerlo o desecharlo. Origen: En principio, sus orígenes son: a. la experiencia personal (habilidades y “conocimientos” fruto de la práctica y resolución de problemas de nuestra vida); b. la observación del entorno (no sólo físico, sino también social); y c. las generalizaciones son afirmaciones de carácter general (“el fuego quema”) elaboradas a partir de afirmaciones particulares (“el otro día me quemé el culo”, “el perro salió pitando cuando lo boté al fuego”). Esa experiencia personal es compartida, por eso la llamamos sentido común, de manera que se enriquece y es posible gracias a la incorporación de: d. testimonios fiables (no vamos experimentándolo personalmente todo, la mayor parte de lo que damos por verdadero tiene este origen) que recoge la experiencia acumulada por nuestra sociedad; e. las tradiciones, de las que forman una parte importantísima en las sociedades “primitivas” los mitos; y en las sociedades “modernas” f. los datos aportados por las ciencias Características: Este es una saber: a. de racionalidad variable, es decir, no suele indicar por que las cosas son como dice que son, y cuando lo hace, lo hace de manera insuficiente, poco contrastada y muchas de manera fantástica o alegórica, 2 aunque tampoco podemos decir sea totalmente infundado, o irracional; b. de carácter acrítico, en el sentido de que normalmente no reflexionamos sobre su validez, sólo cuando nos falla, lo cual es útil, ya que nos permite utilizar un abanico amplio de conocimientos, pero que puede llevarnos a considerar como correcto, normal, natural, … errores de nuestros antepasados; c. asistemático, al no ser saberes que formen un conjunto, o sistema interconectado y coherente, sino que lo que ocurre es que unos no guardan relación con otros y/o son contradictorios, como los refranes de nuestra cultura, que por un lado nos dicen que “Al que madruga dios lo ayuda” = es bueno levantarse temprano, y por otro lado nos dicen que “No por mucho madrugar amanece más temprano” = no es bueno madrugar; d. de dimensión práctica y no plenamente consciente, con esto quiero decirte que lo constituyen sobre todo habilidades, para hacer o manejar cosas, o para comportarse, pero también incluye teorías muchas veces implícitas, que dirigen nuestro comportamiento; e. tiene un carácter marcadamente social y en ese sentido relativo, lo que podemos comprobar al viajar y ver que lo que para nosotros resulta obvio, natural y normal (para nosotros es de sentido común) para otras culturas no lo es. 2.2 El Saber mítico: El concepto de mito El concepto mito tiene básicamente dos significados: a. Como objeto magnificado. Hablamos de mito en este sentido para referirnos a la magnificación de personajes, hechos, sociedades u otro tipo de objetos ( p. Ej. Ciertos jugadores de fútbol, o actores, la ciencia actual para algunos, la sociedad norteamericana para muchos latinoamericanos...). El proceso de mitificación sería aquel mediante el cual se crean los mitos de este tipo, en el que se magnifican objetos que poseen cualidades que una sociedad aprecia. Como tal representan un objeto ideal (se resaltan las cualidades apreciables y se ningunean o minimizan las no apreciables, sí se parte de un objeto real). El proceso de desmitificación sería el contrario, y ambos están en marcha continuamente pues los valores sociales cambian. b. Como relato: Hablamos de mito en este sentido para referirnos a aquellos relatos que aparecen ya en las primeras culturas y que ofrecen una explicación de los más variados aspectos (todos los relevantes para una sociedad) recurriendo para ello a fuerzas y fenómenos sobrenaturales. La acción se sitúa en un tiempo “primero” presentando los hechos, situaciones, propiedades de las sociedades actuales como el resultado de aquella actividad, o como una rememoración de esa actividad primigenia(a la que a veces hay que “ayudar” mediante los ritos). Cuando hablamos de saber mítico, nos referimos sobretodo a este segundo sentido de mito. Origen: Ante la variedad (multiplicidad de fenómenos) y la perplejidad (que nos causan muchísimos fenómenos), el ser humano ha sentido la necesidad de buscar un cierto orden y sentido a la naturaleza, su grupo y a sí mismo. Las diferentes culturas han sentido la necesidad de buscar esa explicación, y como primero las articularon fue en forma de mitos. Hoy ne día los mitos nos siguen fascinando, prueba de ello es que los libros más vendidos “son” relatos míticos (El señor de los anillos, Harry Potter…) Características: Como ya vimos en la 1º unidad, repásala, los mitos a. Son relatos; b. Se aceptan por tradición; c. Son el reflejo y la fuente de identificación de una cultura, son pues particulares de cada cultura; d. En ellos aparecen como causas de los fenómenos naturales fuerzas y fenómenos sobrenaturales; e. La acción se sitúa en un tiempo “primigenio”; tienen un caracter acrítico y fantástico; f. Nos presentan una realidad arbitraria, fruto del capricho de las fuerzas sobrenaturales g. Suelen ir asociados a los ritos, que constituyen la forman de “intervenir” en la naturaleza 3 2.3 Saber racional Un poco de historia: Se suele denominar con este nombre al tipo de saber que surgió en Grecia en el siglo VII a. C., y que se va a ir diversificando a lo largo de los siglos hasta dar lugar a dos tipos de saberes (que es a lo que vamos a llamar conocimiento): la ciencia y la filosofía. Al surgimiento de este tipo de saber en las ciudades Jónicas, a través de filósofos – científicos (filo = amigo; sofía =saber) se le suele denominar “paso del mito al logos” y se caracteriza por lo siguiente: a. Se sustituyen las fuerzas y fenómenos sobrenaturales por fenómenos naturales; b. Se pasa a considerar el universo como un “cosmos”, no como un “caos”, en el que todo responde a un orden racional que se puede descubrir a través de la razón humana, ya no hay arbitrariedad; c. La propuesta de explicación y su aceptación no se fundamenta en la tradición o en la revelación divina, sino en la observación y la deducción, es decir, en la demostración racional. El tema estrella de estos primeros filósofos era: la esencia de las cosas, que son de verdad, en el fondo, y ya en siglo VI a. C. había un conjunto de saberes y reflexión sistematizada acerca de la naturaleza, el lenguaje, la historia, organización política, … hasta épocas recientes no va a haber una separación clara entre filosofía y ciencia (esta última se consideraba un parte de la primera); Newton por Ej. va a denominar su teoría como “ Principios de filosofía natural”. 3. LA CIENCIA: CLASIFICACIÓN, ORIGEN Y MÉTODOS DE LAS CIENCIAS: A pesar de lo anterior, te voy a hablar del surgimiento de las ciencias como si estas fueran independientes. Una cosa más, antes ver los diversos métodos que podemos encontrar en las ciencias. Cuando hablamos de la ciencia nos podemos referir al conjunto de conocimientos adquiridos y su correspondencia con la realidad, estaríamos analizando cuales se han adquirido y en que condiciones podríamos decir que se ajustan a la verdad, en ese caso estaríamos hablando del contexto de justificación. Por otro lado podemos referirnos a la actividad individual o colectiva mediante la cual se adquieren tales conocimientos, en este caso estaríamos hablando del contexto de descubrimiento. 4 3.1 Las ciencias formales Origen: Se denomina así a ciencias como la lógica y las matemáticas, cuyo objeto no son los hechos (naturales o sociales) sino ideas o conceptos construidos. A pesar de ello surgen de preocupaciones prácticas (Los números para hacer las cuentas los comerciantes, la geometría para delimitar los terrenos…). Los griegos en el siglo III a. C. ya habían desarrollado ampliamente ambas ciencias estableciendo su método y esquema característico (sistema deductivo en el que a partir de unos axiomas se establecen el resto de proposiciones del sistema). Método deductivo: Todo método, consiste en un conjunto de pasos, reglas, o procesos a seguir para conseguir algo, en el caso de los científicos, para establecer, justificar y/o demostrar verdades, o más concretamente, hechos, hipótesis, leyes y teorías. En el deductivo los pasos serían los siguientes: 1. Se parte del establecimiento de los: a. Los axiomas: que son “primeros principios” que por su “claridad intrínseca” y/o su poder explicativo se aceptan sin necesidad de demostración; y b. Los postulados: que son proposiciones no evidentes ni demostrables, pero considerados como verdaderas. Hoy en día no se distingue entre postulados y axiomas. 2. Se establecen una seria de definiciones y determina el vocabulario y los conceptos. 3. Se establecen las reglas que permiten “derivar”, es decir, formar expresiones o pasar de una a otra. 4. Utilizado las reglas y partiendo de los axiomas y postulados se comienza a demostrar los teoremas que son proposiciones verdaderas que han sido deducidas de otras que son verdaderas (los axiomas, o teoremas previamente demostrados) 5. Comprobación: la comprobación en las ciencias formales no recurre a pruebas empíricas sino a su validez formal, es decir, mostrar que se puede derivar deductivamente de los axiomas (y que cada paso de la cadena deductiva ha sido correcto). 3.2 Las ciencias empíricas Junto a estas ciencias, para algunos autores simples instrumentos, nos encontramos con las ciencias empíricas, que a diferencia de las formales que sólo contenían enunciados formales y por lo tanto no hablaban de la realidad, estas contienen enunciados empíricos, es decir, extraídos de la experiencia y que por ello nos hablan del mundo. En filosofía de la ciencia se suele distinguir entre enunciados observacionales y teóricos. Los primeros serían aquellos que tienen un correlato directo con la experiencia, es decir que exprese una cualidad que pueda ser captable por los sentidos o sea una “magnitud cuantitativa que pueda ser medible de una manera relativamente sencilla y directa” (R.Carnap). Por ejemplo “el agua es incolora” o “Hace 30º grados de temperatura”. Los segundos contienen términos teóricos que se refieren a cualidades o magnitudes no observables, o no observables directamente y que han sido inventadas por científicos para explicar los fenómenos, como por ej., electrón, cuantos, 5 campo electromagnético… Las ciencias empíricas contendrían ambos tipos de enunciados. Dentro de estas podemos distinguir entre las naturales y las sociales. Las ciencias empírico – naturales: Las ciencias empíricas son todas aquellas que se ocupan de los hechos (naturales o sociales), siendo las empírico – naturales, o naturales las que se ocupan de hechos naturales como la biología, física, química… Origen: Muchas de ellas tienen su origen en los primeros filósofos. Eratóstenes había calculado, en el siglo III a. C, con bastante precisión el diámetro de la tierra; Aristóteles es considerado el fundador de la biología; Arquímedes, Ptolomeo, Hiparco…son personajes que hicieron grandes contribuciones a la astronomía, física ...; sin embargo, la forma en que se las concibe actualmente surge de la revolución científica que se inicia en la Europa del renacimiento. La naturaleza deja de ser objeto de admiración para ser objeto de dominio y uso, no interesa el por qué de las cosas (que son) sino el cómo (son), se pasa a tener en cuenta sólo los elementos cuantificables (medibles), y dejan de interesar las cualidades, no importan las “esencias últimas” sino establecer leyes que muestren como se relacionan las propiedades de un suceso o cuerpo. En resumen la ciencia moderna, que se separa definitivamente de la filosofía, y se caracteriza básicamente por: a. El uso del método hipotético – deductivo; b. Tratamiento matemático de la observación; y c. Recurso a la experimentación: Diferencia entre ciencias antigua y moderna Ciencia antigua Ciencia moderna Pretende ofrecer un Conocimiento Sólo puede ofrecer Conocimiento necesario probable Es Demostrativa Es Hipotética Analiza Esencias De cuenta de Fenómenos Busca Causas Busca Leyes Es Finalista (teleológica) Es “Mecanicista” Está Incluida en filosofía Es Independiente de la filosofía Parte de y contiene Presupuestos “No contiene presupuestos metafísicos” metafísicos Tiene un Interés práctico: aplicación Es Sólo teórica técnica. Características y objetivos de la ciencia, hasta y después del Renacimiento. “Tomado” de Ágora. Filosofía 1º bach. C. Tejedor Campomanes. Ed. Sm. Métodos de las ciencias empíricas: Método inductivo: Este ha sido propuesto como método de las ciencias empíricas por algunos autores, como Aristóteles o F. Bacon, y constaría de los siguientes pasos: 1. Observación. Se trata de recopilar cuidadosamente y manera objetiva, todos los datos posibles sobre un campo de estudio. 2. Clasificación. Se trataría de ordenar los datos recabados para ver las posibles relaciones entre ellos. 3. Generalización. Una vez hecho lo anterior, observaríamos que se dan ciertas regularidades entre los fenómenos observados, lo que no aportaría una base para establecer generalizaciones (pasar de afirmaciones de carácter particular a afirmaciones de carácter general, p. Ej. de “el árbol de mi casa tiene raíces”, “los del instituto tienen raíces”… a “los árboles tiene raíces”). 6 4. Deducción de consecuencias de la generalización. Puesto que las generalizaciones son de carácter general, no es posible observarlas, por lo que es preciso deducir afirmaciones de carácter particular y observable que nos permitan verificarla. 5. Contrastación. Idem. Método hipotético deductivo. Una generalización suficientemente contrastada pasaría a convertirse en Ley. Este método presenta dos dificultades graves. a. Recoger datos sin tener ninguna indicación previa acerca de cuáles pueden ser significativos, nos conduciría a tener “sabanas” de datos inoperativos. Además, todo dato “esta cargado de teoría”, es decir es interpretado desde una teoría o universo simbólico, por lo que una observación nunca es neutra (p. Ej. yo sólo podré observar que George tiene una depresión, si previamente se ha desarrollado una teoría psicológica sobre la depresión). b. El otro problema es que una inducción puede ser una base muy floja para establecer una teoría. El filósofo B. Russell (1872 – 1970) lo ilustra con la historia del pavo inductivista. El tal pavo descubrió en su primer día en la granja avícola que comía a las 9 de la mañana. Sin embargo, siendo como era un buen inductivista, no sacó conclusiones precipitadas. Esperó hasta que hubo recogido una gran cantidad de observaciones del hecho de que comía a las nueve de la mañana e hizo estas observaciones en una gran variedad de circunstancias, en miércoles y en jueves, en días fríos y calurosos, en días lluviosos y en días soleados. Cada día añadía un nuevo enunciado observacional a su lista. Por último, su conciencia inductivista se sintió satisfecha y efectuó una inferencia inductiva para concluir: “Siempre como a las 9 de la mañana”. Pero, ¡mira por donde!, se demostró de manera indudable que esta conclusión era falsa, cuando la víspera de Navidad, en vez de darle la comida, le cortaron el cuello. Un razonamiento inductivo con premisas verdaderas había llevado a una conclusión falsa. Para solucionar, en parte, las deficiencias de este método, se adoptó como método de las ciencias empíricas el siguiente. Método hipotético –deductivo: 1. Planteamiento del problema: se parte de un problema, es decir, un hecho cuya explicación se desconoce. Lo primero que hay que hacer es fijar que elementos consideramos relevantes para la solución del problema, y esos elementos se pide que sean cuantificables. 2. Observación: se observan y se recogen datos sobre aquellos elementos considerados como relevantes. 3. Formulación de la hipótesis: Si una vez recogidos y analizados los datos observados con las teorías disponibles sigue sin poderse explicar el fenómeno, se propone una hipótesis (es una suposición que se propone como posible solución del problema, explicación del fenómeno, y que expresa una relación entre fenómenos). Se suele pedir que sea simple y matematizable. Estas son proposiciones de carácter general y por tanto no comprobable directamente sino a través de sus consecuencias. 4. Deducción de consecuencias de la hipótesis: Son proposiciones de carácter particular que se deducen a partir de la hipótesis, y que se suelen presentar como predicciones (si mi hipótesis es cierta, debería ocurrir esto 7 (consecuencia)), y que tienen referirse a aspectos que puedan ser observables y cuantificables. 5. Contrastación: Se denomina así a la comprobación de la hipótesis a partir de la verificación de las consecuencias de la hipótesis. Lo normal es que no consista en una simple observación sino en un experimento (es decir, el científico crea el fenómeno, estableciendo las circunstancias convenientes, seleccionando las características relevantes, manipulando lo que considera oportuno, lo que además suele requerir la utilización de instrumental apropiado). Al ir a contrastar puede ocurrir lo siguiente: a. Que no se puedan observar las consecuencias de la hipótesis. En este caso se descarta como no científica; b. Que la observación refute, no concuerde con la(s) consecuencias deducidas. A esto se le denomina falsación, e implica descartar la hipótesis como falsa; c. Que las consecuencias concuerden con lo observado, en ese caso se denomina verificación, e implica aceptar la hipótesis hasta tanto no se encuentren consecuencias que refuten la hipótesis. Fíjate que a la hora de contrastar lo que pretendemos es comprobar que la consecuencia de la hipótesis, que es una proposición, se corresponde con los hechos observados. Cuando una hipótesis ha sido suficientemente verificada pasa a ser considerada como una ley. Las leyes a su vez se sistematizan (de manera que de una más general pueden ser deducidas otras más particulares) para constituir teorías. Ciencias sociales (empírico - sociales): Son aquellas que se ocupan de los hechos sociales, que tienen que ver con el comportamiento o actividad del ser humano. Dentro de este grupo se encontrarían la psicología, la antropología, la economía, historia, sociología... Aunque la reflexión 8 sobre este tipo de cuestiones es casi tan antigua como la filosofía (ya los sofistas en el s, IV a. C. se habían ocupado ampliamente de estos temas), estas reflexiones habían quedado dentro del ámbito de la filosofía y no es hasta finales del s. XIX d. C. cuando se van a constituir como ciencias. Además, de su relativa inmadurez, las ciencias sociales se caracterizan por lo siguiente: a. Los hechos sociales a diferencia de los naturales pueden ser singulares, y realizados por sujetos que poseen intenciones. Por ello explicar no consiste sólo en señalar las regularidades, como suceden; sino se necesita “comprender”, captar las intenciones; b. Es bastante cuestionable la objetividad de las teorías sociales, pues son elaboradas por sujetos, a los que le es difícil o imposible desprenderse de sus prejuicios, cultura... ¿Cómo garantizar que una teoría antropológica no sea más que la interpretación de los hechos de una cultura desde la cultura del antropólogo?; c. Los hechos sociales además de poder estar teñidos de los prejuicios, ideología, valores del científico…se resisten a la medición, la cuantificación y la manipulación o repetición, por lo que es muy difícil la experimentación. Por ello para muchos el método hipotético deductivo no puede ser utilizado y debe sustituirse por otro, o se niega la cientificidad de estas ciencias. 3.3 Características del conocimiento científico Distinguir entre ciencia y pseudociencia es uno de los temas claves de la filosofía, aquí como aperitivo te ofrezco algunas de las características que se suele considerar que debe tener un conocimiento para ser considerado como científico, o que tiene lo que hoy se considera como ciencia. Una cosa más, las características que a continuación te ofrezco serían las aplicables a las ciencias empíricas, es decir sólo las podemos considerar como características de las ciencias si no consideramos como tales a las formales: a. El conocimiento científico es especializado: Cada vez más el científico es un especialista, un experto, en temas cada vez más específicos y un ignorante, no ya de otras ciencias, sino de partes de su propia ciencia. Además, cada vez se utilizan tecnologías más complejas, y el científico es un experto en el manejo de complejas tecnologías para resolver problemas muy concretos. b. El conocimiento científico aspira a la claridad y la precisión: Se consigue a través de lenguajes especializados (que solo entienden los especialistas) que posibilitan rigor y precisión. Cada concepto está previamente definido y sus conclusiones se han de expresar de forma clara (el especialista ha de saber claramente a que se refiere, sin ambigüedad posible, no hay más que una interpretación posible). c. Es sistemático y metódico: Cada teoría, ley... tiene que ser coherente y estar conectada con otras teorías del sistema, o ciencia a la que pertenezca. Además la investigación no se hace a lo loco, si que es metódica, científicamente demostrado = obtenido con métodos con garantías, comunicables, precisos... d. Es comunicable y público: Es conocimiento público, a libre disposición de todos, para ello hay revistas, foros en los que los científicos deben hacer públicas sus teorías, métodos... Hoy en día esto está algo en entredicho por el afán de empresas y estados, que son quienes pagan a los científicos, en controlar el conocimiento, pues el conocimiento, la tecnología es poder. 9 e. Es fáctico: Es un conocimiento de hechos (facto), pero no hechos dados, que te vas encontrando por ahí, sino que requieren una planificación para poder obtenerlos, reproducirlos... (p. Ej.: Producir un cáncer en un ratón bajo determinadas circunstancias...). f. Es verificable: Es preciso que cada resultado sea comprobable, que cada teoría pueda ser probada por cualquiera, si dispone de los conocimientos y medios técnicos apropiados, para evitar la subjetividad o que sea fruto de la casualidad. g. Es explicativo y predictivo: La ciencia tiene como objetivo la búsqueda leyes que sirvan para explicar y predecir. La predicción siempre se hace sobre la base de una ley, o teoría, y señalando las circunstancias pertinentes (nunca dice que “ocurrirá esto” sin más, sino “si mi ley es cierta y si se dan tales y cuales circunstancia, ocurrirá esto”). h. Es abierto: No hay límites, ni teoría, ni concepto... que no pueda ser modificado: Todo debe estar sujeto a revisión. i. Es racional: Además de las características que viste que debía tener algo para ser racional (universalidad, coherencia, sistematicidad ...) se considera que el conocimiento científico es racional por que sus métodos permiten establecer los medios adecuados para alcanzar eficazmente los fines propuestos. ¿Y qué pasa con los fines que se propone la ciencia? ¿Es racional pretender clonar al ser humano cuando hay tantos seres humanos pasando hambre, o sin padres...?. 4.1 Algunos problemas epistemológicos: Origen y límites del conocimiento científico Ese tema se puede enfocar desde muchos puntos de vista. En cuanto al origen podemos verlo cronológicamente y socialmente, ambos puntos de vista muy interesantes, pero que no vamos ver. En cuanto a los límites ocurre otro tanto de lo mismo. ¿Que es lo que vamos a ver? De manera esquemática: 1. El Valor de las teorías científicas: Reduccionismo, Realismo e Instrumentalismo. 2. El origen y validez del conocimiento: Racionalismo, Empirismo y Criticismo o Apriorismo. 3. El papel del sujeto en el conocimiento: Realismo e Idealismo. 4. El progreso de la ciencia: Concepción heredada, Falsacionismo y Teoría de las revoluciones de T. Kuhn. Conviene conectar esto con lo que veremos en la siguiente unidad dedicada al problema de la verdad. El valor de las teorías científicas: Como ya vimos las ciencias empíricas contienen términos teóricos, inventados por los científicos y muy difíciles, cuando no imposibles, de conectar con términos observacionales. Así mismo las hipótesis son inventadas por estos. Pues bien, si es así, ¿no serán las teorías científicas “cuelgues” de los científicos? ¿Qué relación existe entre las teorías científicas y la realidad? Estas son algunas respuestas: Reduccionismo: todos los términos teóricos, deben y pueden corresponder a entidades o propiedades observables. En consecuencia, las teorías son una especie de fórmula abreviada de lo empíricamente observable. 10 Realismo: Los términos y teorías científicas se refieren – en general – a entidades no observables, pero sí reales; es decir; que poseen existencia real fuera de la mente. Instrumentalismo (o convencionalismo): Las teorías científicas son “instrumentos de cálculo”, con su ayuda se pueden hacer predicciones, pero no se pretende que representen la realidad. La ciencia antigua pretendía saber que son las cosas (esencias), descubrir las relaciones necesarias entre ellas (causas); la moderna sólo pretende describir y explicar como se nos aparecen las cosas (fenómenos) y sus leyes, entendidas estas como regularidades probables, para poder hacer predicciones. Origen y validez del conocimiento: Más de uno ha afirmado que al nacer somos como “una hoja en blanco” que comienza a escribirse según tenemos las primeras percepciones. Pero, la psicología nos muestra que “lo percibido” no es simplemente un reflejo de los estímulos, que hay unas “formas” (de percibir que se “imponen” al objeto percibido) más o menos universales, es decir, que parecen innatas y no provienen de la experiencia ni de un aprendizaje. Por otra parte, ¿Cómo explicar que un bebé de 2 años, o de uno sepa usar adecuadamente las reglas gramaticales de su(s) lengua(s) materna(s) y tu después de ni se sabe la de años estudiando ingles todavía no te las sabes? (Por cierto ese niño, ¿las conoce o sólo las sabe usar? ¿Cómo es posible que las pueda usar si no las conoce?), O ¿Cómo explicar que si no supieras que es un triángulo, y yo te explicara, por supuesto sin dibujos, sino sólo diciéndote lo que es, y te hiciera las preguntas adecuadas sabrías decirme cuanto miden los ángulos de un triángulo sin necesidad de ninguna experiencia?. Racionalismo: Para muchos filósofos la única fuente válida de conocimiento es la razón. Los sentidos, dicen, son una fuente continua de errores, ¿No hemos visto desde pequeños como el sol “salía” y resulta que es una ilusión?, ¿No nos parece que un palo se “camba” cuando lo sumergimos en agua?…pues si respecto de lo que estamos seguros, luego comprobamos que era falso, ¿cómo estar seguro de que no es falso lo que ahora nos parece seguro? Platón, Parménides y una larga lista suscribirían estas palabras. Sin embargo se suele reservar el calificativo de Racionalista para un grupo de filósofos modernos (Descartes, Spinoza…) que afirman lo siguiente: a. La única fuente válida de conocimiento es la razón. (No afirman que toda la información que proviene de los sentidos sea falsa, sino que no podemos estar seguros de ella) b. Lo que conocemos no es la realidad directamente, sino una representación de ella (nuestras ideas o percepciones) c. Existen ideas innatas (no por que nazcamos sabiéndolas, sino por que sí razonamos adecuadamente y sin necesidad de la experiencia, las podemos descubrir en nosotros mismos). Por lo tanto, no todo el conocimiento proviene de la experiencia, es más, sí entendemos conocimiento en el sentido en que lo hemos definido, el conocimiento sólo puede provenir de la razón. d. La evidencia racional es el criterio de certeza: Sí respecto de una creencia estamos absolutamente seguros, no podemos dudar de ella, es “clara y distinta”, podemos estar seguros de su correspondencia con la realidad. Dios lo garantiza. e. La razón no conoce límites, todo lo real es racional. 11 Empirismo: Otro grupo bastante numeroso sostiene que nada podemos encontrar en nuestra mente que no haya pasado primero por los sentidos, incluso los admirados por los racionalista objetos matemáticos, no son más que ideas elaboradas a partir de informaciones provenientes de los sentidos, aunque no se correspondan a ningún objeto percibido, de la misma manera que podemos pensar en sirenas aunque nunca las hayamos visto, ni podamos ver, y sin embargo tal idea ha sido elaborada a partir de la experiencia. Esto también lo suscribirían un número amplio de filósofos, entre ellos Aristóteles, buena parte de los filósofos medievales …, sin embargo igual que ocurre con el racionalismo se suele reservar el término para denominar a grupo de filósofos (Locke, Hume) que son contemporáneos de los racionalistas comparte el punto b. y afirman que: a. El Origen del conocimiento es los sentidos. Todo el conocimiento proviene de los sentidos. b. La experiencia es el límite del conocimiento: No podemos ir más allá de la información que nos proporcionan los sentidos. (De todo lo que no podamos tener percepciones no podemos saber nada, en todo caso podemos creer). c. Todo conocimiento acerca de la realidad es probable, no necesario. Sólo hay dos tipos de proposiciones: las “matters of fact” que son verdades acerca de la realidad, pero que son sólo “verdades probables” y las “relaciones de ideas” que podemos al partir de los sentidos y son “verdades necesarias”, pero no son verdades que nos proporcionen conocimiento, pues simplemente son “relaciones de ideas”, que no ofrecen información sobre la realidad. Son tautologías. Criticismo (o apriorismo): Es la postura defendida por un filósofo llamado I. Kant, que intentó superar las posturas anteriores, y con matices es la postura que parece prevalecer hoy en día en la filosofía y la psicología. Esta postura defiende lo siguiente: f. No podemos ir más allá de la información que nos proporcionan los sentidos. (De todo lo que no podamos tener percepciones no podemos saber nada, en todo caso podemos creer). g. No todo el conocimiento proviene de los sentidos, existen Formas a priori que hacen posible y constituyen la experiencia. h. En toda percepción podemos distinguir entre lo que proviene de los sentidos (el noúmeno o realidad en sí misma) y lo que pone el sujeto (la forma o estructura) que es a priori. El resultado de ello, la percepción es un fenómeno. Algo para parecido a esto proponen los psicólogos de la Gestalt que decían que la percepción se componía de unos estímulos provenientes del objeto y una forma proveniente del sujeto. i. Lo único que podemos conocer es el fenómeno, o realidad tal como se nos aparece, nunca la realidad en sí misma. El papel del sujeto en el conocimiento: Muy relacionada con el punto anterior aparece esta problemática. ¿Es el conocimiento un espejo la realidad?, ¿Conocemos directamente los objetos?, El conocimiento se expresa a través del lenguaje, pero ¿ qué incidencia tiene en este?. 12 Hasta la época moderna (antigüedad y edad media) se consideraba que el sujeto captaba directamente el objeto. Es la postura “natural”, pensamos que existe el mundo en que vivimos y conocemos directamente las cosas tal y como son. Sin embargo en la época moderna pasó a considerarse mayoritariamente que lo que conocemos no es directamente las cosas, sino la representación que tenemos de ellas, lo que conozco no es la mesa que tengo delante, sino “mi percepción de ella”. Se suele denominar realismo (o realismo directo) a la primera postura, mientras que a la segunda se la denomina idealismo (o realismo indirecto). Ahora bien si lo que conozco son sólo las representaciones de la realidad, mis ideas o percepciones de ellas, ¿Cómo puedo estar seguro de que se corresponden con los objetos, o lo real? La primera respuesta que nos damos y que se dio la filosofía es lo que se suele denominar realismo ingenuo: el conocimiento es una reproducción exacta de la realidad, una copia o “espejo de la naturaleza”. Hoy en día, sin embargo, la posición dominante es el realismo crítico (o moderado), que afirma que no puede equipararse sin más lo percibido o conocido con lo real, sino que las teorías se adecuan o se corresponden con lo real. Una tercera respuesta, el idealismo, sería aquella que afirma que el sujeto determina total o parcialmente el objeto de conocimiento, en sentido kantiano, por ejemplo, que afirma que todo objeto de conocimiento lleva impresa la huella del sujeto. El idealismo moderado es una postura muy próxima al realismo moderado. El progreso científico: Una última cuestión, la ciencia avanza que es una barbaridad, pero ¿en qué consiste ese avance?, ¿Las nuevas teorías se añaden a las ya establecidas? ¿En el avance, la dirección del avance, de las ciencias tiene algo que ver los intereses de la sociedad, o de las clases dominantes? ¿Consiste el avance científico en sacar cada vez más verdades del océano de verdades, o no hay verdades que descubrir y el avance científico no consiste sino en resolver problemas de un océano de problemas?. En opinión de buena parte de los filósofos de la ciencia actual, la ciencia se ha mitificado o convertido en un mito en el sentido de que se le han atribuido características que esta no posee y que serían las siguientes: infalibilidad (la ciencia no falla), progreso absoluto (el desarrollo de la ciencia es acumulativo, los nuevos conocimientos se acumulan a los anteriores, y, además, progreso equivale a mejor, y en nombre del progreso todo está permitido), neutralidad (la ciencia no es buena ni mala, los científicos no tienen valores cuando hacen su trabajo), objetividad (lo que dice la ciencia no está condicionado por la cultura que la crea y es una representación exacta de la realidad). (Tenemos prisa y no tenemos tiempo de ver esto con detalle, pero si te interesa mírate el artículo sobre la ciencia del diccionario de filosofía contemporánea de Quintanilla). Pasemos a ver a ahora algunas de las concepciones del progreso científico (que podemos considerarlas como una reflexión sobre estas supuestas características): Concepción heredada: También denominada del “progreso acumulativo”, pues concibe el desarrollo científico de manera análoga a la construcción de un edificio en el que nuevo bloque, o cubo de mezcla (teoría científica) se superpone a las que ya están colocados (aceptadas). Es la concepción defendida por los denominados filósofos del círculo de Viena (R. Carnap; C. G. Hempel…) o continuadores como F. Suppe que nos lo cuenta de esta forma: “La ciencia establece teorías que, de verse ampliamente confirmadas, son aceptadas y siguen siéndolo con relativa independencia del peligro de verse posteriormente disconfirmadas. El desarrollo de la ciencia consiste en la ampliación de dichas teorías a ámbitos más amplios (primera forma de reducción de teorías), en el desarrollo de nuevas teorías ampliamente confirmadas para dominios 13 relacionados con ellos y en la incorporación de teorías ya confirmadas a teorías más amplias (segunda forma de reducción). La ciencia es, pues, una empresa acumulativa de extensión y enriquecimiento de viejos logros con otros nuevos; las viejas teorías no se rechazan o abandonan una vez que sea han aceptado; más bien lo que hacen es ceder su sitio a otras más amplias a las que se reducen”. Falsacionismo: La postura anterior presupone la idea de que las teorías se pueden confirmar definitivamente, pero como ya vimos en el análisis de los métodos el proceso por el que se verifica una hipótesis o una generalización es siempre inductivo, y por lo tanto no descarta lógicamente la posibilidad de que sea falsa por más verificaciones que hagamos. Además sabemos que muchas teorías científicas, que habían sido consideradas por mucho tiempo como verdaderas, posteriormente fueron descartadas. Karl Popper defiende la idea de que no se progresa por verificación sino por falsación. En principio, de lo que si podemos estar lógicamente seguros es que si una hipótesis resulta refutada la podemos descartar definitivamente. De lo que se trataría sería entonces de intentar por todos los medios falsar las teorías, al lograrlo nos veremos forzados a elaborar una nueva hipótesis que resista la falsación, con lo cual cada vez tendremos teorías más “resistentes”, pero eso si, más verosímiles, más cerca de la verdad, pero sólo eso. El falsacionismo afirma que: 1. No se puede demostrar definitivamente que una teoría es verdadera, pero si se puede hacer lo contrario. 2. Toda observación presupone una teoría, puesto que las teorías son previas a la observación. 3. Las teorías surgen de la imaginación humana y sobreviven sólo las más aptas, las que no han podido ser falsadas. 4. Podemos hablar de progreso en el sentido de que las nuevas teorías permiten explicar mejor un mayor número de problemas, tendremos teorías más resistentes, más verosímiles, pero la verdad aparece como inalcanzable (se aceptan las nuevas teorías no por qué se demuestre que son verdaderas, sino por qué no se ha podido demostrar que es falsa, y tiene mayor poder explicativo que la anterior ya falsada) Teoría de las revoluciones científicas: Si le echamos un vistazo a la historia de la ciencia veremos que no parecen cumplirse las concepciones anteriores. Por ejemplo, tanto los defensores de las teorías geocéntricas (aristotélicos) como los de las heliocéntricas (copernicanos) podían tanto confirmar inductivamente, como falsar ambas teorías. Además los enunciados observacionales no eran totalmente fiables, ya que los instrumentos de medida dejaban mucho que desear, y por otro lado los hechos que presentaba cada teoría podían ser interpretados de manera distinta por los defensores de la otra teoría. ¿Y entonces? T. Kuhn propuso la idea de que lo que se sustituye no son las teorías sino los paradigmas. Un paradigma está constituido por un conjunto de: Teorías y leyes (que actúan como generalizaciones simbólicas) básicas y no cuestionadas por la comunidad científica. Los modelos que proveen al grupo de analogías y establecen las entidades que contiene ( y deben ser buscadas y analizadas) la naturaleza. Los instrumentos validos para observar y medir los hechos. Los ejemplares o soluciones tipo que establecen como deben resolverse los problemas. Los valores y normas cognitivas a las que hay que ajustarse para la ciencia progrese y sea aceptado algo como científico. Los métodos aceptables de investigación. Los hábitos científicos. 14 Según Kuhn la ciencia ha pasado por periodos de ciencia normal y ciencia revolucionaria. En los periodos de ciencia normal la comunidad científica acepta y trabaja bajo el paraguas de un paradigma, y el desarrollo científico se parecería mucho al que establece la concepción heredada. Pero ocurre en ese periodo surgen anomalías, es decir, problemas para los que no es fácil encontrar una solución dentro del paradigma. La comunidad científica se esfuerza por resolverlos, pero cuando estos se convierten en enigmas, es decir, por más que se parten la cabeza no hay forma de buscarles una solución satisfactoria, comienzan los periodos de ciencia revolucionaria, o una revolución científica. El acuerdo se rompe en la comunidad científica, es la época del todo vale, y poco a poco van apareciendo paradigmas rivales, que compiten entre si, y con el viejo paradigma. Finalmente uno de ellos es aceptado por la comunidad científica y volvemos a un periodo de ciencia normal. Un par de cosas sobre los paradigmas científicos: a. los paradigmas son inconmensurables, es decir, no pueden ser comparados desde una perspectiva neutral, sólo lo podemos hacer desde uno de los paradigmas, pero al hacerlo así hemos de tener en cuenta que nuestra interpretación de los hechos, de lo que se debe hacer etc. esta marcada por nuestro paradigma. b. Lo que determina sustitución de un paradigma es el acuerdo entre la comunidad científica, la convención, o dicho de otra manera una teoría será científica o más científica dependiendo de lo digan los científicos en un momento dado. Es decir, dependerá más de factores sociológicos y psicológicos que factores racionales. Algunos autores posteriores a Kuhn, como I. Lákatos, han intentado “meter” la racionalidad en la cuestión crucial de la elección de los paradigmas. Así se puede afirmar por ejemplo que no se aceptará un nuevo paradigma si no: explica lo que el anterior, y algo más; incluye nuevas predicciones de hechos; es público (en el sentido que vimos cuando hablamos de las características de la ciencia). Además también se suele decir que aunque los valores sociales marcan la elección de un paradigma, hay una cierta racionalidad en ellos, pues unos permitirán una vida, progreso social… mejor que otros y estos serán los que se impongan. Decíamos que el conocimiento era una creencia verdadera, pero ¿qué es la verdad?, ¿Cómo se obtiene?, ¿Cómo podemos estar seguros de haberla encontrado? Para empezar el concepto se puede entender de dos maneras: a. Propiedad de los hechos u objetos: Siendo así equivale a auténtico, real; y su contrario, la falsedad, sería lo aparente, irreal. Así es como lo entendían los griegos, y pensaban que los objetos tenían cualidades que nos permitían reconocerlos como reales o verdaderos. La búsqueda de la verdad consistiría en un desvelamiento, (o desenmascaramiento), separar lo aparente, lo ilusorio, de lo real. Esto permanecería oculto y sería una labor de la razón, como la que nos permite distinguir entre una moneda falsa y otra auténtica, o saber cual es el movimiento real del sol. b. Propiedad de las proposiciones: Una proposición (o enunciado) es una oración descriptiva que tiene la propiedad de ser verdadera o falsa. Hay dos tipos de proposiciones: - Las formales: No dicen nada acerca de la realidad, no se refieren a hechos, simplemente expresan relaciones entre conceptos, que pueden ser lógicas o matemáticas (por ejemplo: “La suma de los ángulos de un triángulo cualquiera es igual a 180º” Expresa una relación entre el concepto triángulo y el concepto ángulo). En estas la verdad consiste en la coherencia, es decir que no sean contradictorias con otras proposiciones del sistema y/o que se puedan deducir de otras que se sabe que son verdaderas. 15 Las empíricas: Son aquellas que se refieren a hechos (p. Ej. “El Hierro está al Oeste de Gran canaria”). En este caso hay varias formas de entender en que consiste esa propiedad que deben de tener las proposiciones para ser verdaderas: - Correspondencia: Consiste en que la proposición (su significado) sea una copia del hecho que describe. Por ej. “ Tú estas en clase” sería verdadera si se da el hecho que enuncia, es decir tu estás en clase, y falsa si no fuese así, por ej. tu estuvieses viendo O.T.. Sin embargo parece que esto no está tan claro, sino que se acepta simplemente que haya una adecuación, correspondencia entre la proposición y el hecho (por ejemplo: Cuando digo que las proposiciones “Esta mesa es verde” o “ Esta es compacta”, son verdaderas, quiero decir que ocurre que la mesa es irradiada por ondas de luz y esta las refleja con una longitud de onda que el sistema perceptivo humano interpreta como color verde, o que la mesa tiene tal estructura molecular que yo la capto como si no tuviera espacios vacíos. - Coherencia: Similar a lo que dijimos para las formales, salvo que ahora no hablamos de sistema sino de teoría. P. Ej. Sería falso afirmar que la bombilla se enciende en el momento en que yo aprieto el interruptor, ya que sería contradictoria con la teoría de Einstein, según la cual existe una velocidad máxima de transmisión; la de la luz y por tanto requiere un tiempo entre que aprieto y se enciende la luz. - Éxito: Una proposición es verdadera si es útil, si nos permite explicar la realidad, o resolver los problemas de forma satisfactoria. A la postura filosófica que considera que no sólo una proposición, sino una teoría, o hipótesis es verdadera si es útil, o mientras sea útil, se la denomina pragmatismo. - VERDAD Y CERTEZA No hay que confundir verdad con certeza, la primera es una propiedad de las proposiciones, que tal como la hemos definido es objetiva, mientras que la segunda es una propiedad, o más bien estado de quien la contempla, y que consiste en estar seguro de su verdad. Ahora bien, ¿cómo saber que una proposición es verdadera? Muchos han argumentado que el criterio es la evidencia, es decir que estés completamente seguro de que es verdadera: Pero claro, como ya vimos en la unidad dos, estar completamente seguros que sea de una forma (verdadero) no nos garantiza que sea de una forma (verdadero). Nos queda, como vimos, el criterio de la intersubjetividad, pero esto como recordarás no era más que una subjetividad compartida. Hoy en día solemos considerar que algo es verdadero si la comunidad científica está de acuerdo en que así es, y con esto entramos en las relaciones conocimiento – sociedad: Todo conocimiento es una construcción social en dos sentidos: Por un lado la mayor parte del conocimiento que podemos adquirir es un herencia social, forma parte de la cultura que nos es trasmitida (entre otras cosas todo lo que has aprendido en la escuela), y los nuevos conocimientos pasan a engrosar la cultura a la que pertenezcan sus creadores. Por otro lado nada surge de la nada, y nosotros (incluidos los científicos), somos capaces de resolver problemas, ver y descubrir cosas en función de lo que 16 sepamos y de nuestros intereses, pero esto último depende de la sociedad en que vivamos y del proceso de socialización que hayamos vivido. Todo esto es muy importante tenerlo en cuenta pues las repercusiones sociales del conocimiento son enormes, por ejemplo, ya los chinos se dieron cuenta de esto hace milenios y decidieron no dar a conocer el proceso de fabricación de la seda, hoy en día los países ricos son los dueños de la tecnología, el conocimiento de los metales fue lo que propició la victoria de los conquistadores sobre los aborígenes canarios, … Las repercusiones del conocimiento no se limitan al dominio de los avances científico técnicos, a pesar de ser fundamentales en todos los ámbitos de la vida humana, sino que son también importantes a la hora de fijarnos metas, y de actuar en general. Por ello también desde siempre, pero mucho más en la actualidad es importante tener un control sobre el conocimiento socialmente disponible. En este sentido se habla de manipulación del conocimiento, y de ideología (representación de la realidad, que incluye formas de valorar los hechos, formas de percibir los, de explicarlos,…). Ver “Chomsky para principiantes” y, cuando caiga en tus manos, cualquiera de los libros de Eduardo Galeano. POSTURAS ANTE LA POSIBILIDAD DEL CONOCIMIENTO: Otra cuestión bastante importante y relacionada con el tema es la de la posibilidad de conocimiento. En este punto vamos a distinguir dos apartados, por un lado la de las concepciones acerca del progreso de la ciencia, que ya hemos visto en la primera unidad del bloque, y la de las diferentes posturas filosóficas respecto de la posibilidad del conocimiento relacionadas con el tema de la los criterios de verdad. Tradicionalmente se suelen distinguir las siguientes posturas: Dogmatismo: Los que defienden esta postura creen que es posible obtener un conocimiento seguro y universal y tener absoluta certeza de ello, en este sentido sería posible ir ampliando progresivamente nuestros conocimientos, de manera que la construcción del conocimiento sería similar a la de un edificio sin peligro de aluminosis : Un ejemplo de filósofo dogmático es Descartes, que pensaba que con un método adecuado era posible. A veces, caso de Kant, se aplica el término dógmatico para calificar aquellas posturas, o teorías que se elaboraran sin haber hecho un análisis previo de las capacidades humanas para producirlas o sostenerlas. Cuando Kant acusaba a Descartes y al racionalismo de dogmáticos se refería a esto. Escepticismo: Los que defienden esta postura creen que no es posible el conocimiento. Las razones que se suelen dar son bastante variadas, y además se puede mantener sobre cualquier tipo de conocimiento, o sobre una parte de la “realidad”. Una postura un poco menos radical, y más o menos aceptada dentro del ámbito científico es la de que si se pueden obtener conocimientos pero no seguros e indiscutibles y definitivos, sino que todo es revisable (algo así como, es verdadero hasta que no se demuestre lo contrario, cosa que es posible), a esta postura se la suele denominar criticismo. Relativismo: Los que defienden esta postura niegan la existencia de verdades absolutas, válidas en sí mismas independientemente de tiempo y lugar. Toda verdad depende de un contexto, o dicho de otra forma, es válida dentro de un contexto. Perspectivismo: Desde esta postura se afirma al igual que en el relativismo, que la verdad depende de un contexto o perspectiva, pero a diferencia del anterior afirma que es posible encontrar verdades universalmente válidas, absolutas, y cada perspectiva no vendría a ser sino la visión de una parte del todo. 17 Breve historia de “la filosofía y el problema de la verdad”: Los sofistas, allá por el siglo V a C., ante la diversidad de posturas morales, religiosas, políticas, filosóficas habían defendido el “todo vale”, no hay verdades, dioses, normas, formas políticas, leyes… universales, necesarias, auténticas, válidas para todos: Lo bueno, lo malo, lo verdadero, lo correcto … dependerá de los gustos, los acuerdos … de las personas. Platón sin embargo no estaba dispuesto a pasar por esto. Si todo vale, depende de lo que digan en momento determinado, significa que no hay nada bueno, verdadero, auténtico en sí mismo. No habría nada de verdad bueno, auténtico. Platón pensaba que existen esencias, independientes, universales, necesarias, inmutables, que nos permitirían saber que es algo (de verdad). Claro que a cada cual le puede parecer que algo sea de formas contradictorias y cambiantes (bueno, malo…); Pero una cosa es como me parece, que opino de algo, y otra muy distinta es como es, que sé de algo. A esas esencias, a lo que las cosas de verdad son lo llamará Platón ideas. Por ejemplo yo (tu) soy hombre (mujer), pero que significa ser hombre (mujer), en que consiste ser hombre (ser mujer). No es algo que perciba a través de los sentidos, pues lo que yo veo delante del espejo es a Jos (Mª José), algo que además se me presenta diferente cada vez que lo veo, y sin embargo puedo decir he aquí un hombre (mujer). ¿Por qué lo puedo decir, por que puedo estar seguro?: Por qué se que es ser hombre, no este ni aquel, algo de lo que yo sería una copia, un ejemplo, y de lo que yo no agoto su significado, su ser. Algo que es permanente (si se que es “ser hombre”, es algo de lo que puedo hablar aunque no existiera ninguno concreto). Por ello Platón considerará que lo que las cosas son “de verdad” no es algo captable por lo sentidos, sino por la razón, y además tiene que ser eterno, válido necesaria y universalmente. Dicho de otra forma las cosas concretas cambian, pero si cambian dejen de ser lo que eran, llegan ser lo que antes no eran, pero, ¿Sería posible conocer lo que las cosas son, hablar ellas con verdad, si todo cambiase continuamente? Platón distinguía así un mundo verdadero (el de las ideas) y un mundo aparente (el de las cosas concretas). Tienes pues aquí una concepción de la verdad (metafísica u ontológica) referida a las cosas, entendida como lo auténtico, lo real, lo que no falla. Aristóteles, un discípulo de Platón, considerará que lo que existen de “verdad” son lo individuos concretos, no son los elementos de un mundo verdadero, sino que solo aparecen se dan en cada ser concreto, no son más que la forma que tiene cada ser y que hace que sea lo que es. Cada individuo concreto, yo por ejemplo, no es más que una materia con una forma (la de hombre). De Aristóteles no interesa, sin embargo, ahora, su concepción de verdad como propiedad de una proposición: “Decir de lo que es que no es, o de lo no es que es, es falso; decir de lo que es que es, o de lo que no es que no es, es verdadero”. Osea, la verdad consistiría en la adecuación entre lo que decimos y lo que la cosa es, entre lenguaje y realidad, entre las palabras y las esencias. Ahora bien como descubrimos esa adecuación? En principio por la experiencia. Observar repetidas veces que al acercar la mano al fuego no quemamos, no lleva a poder afirmar como verdadero “el fuego quema”. Eso si en última instancia será la razón la que nos lleve a descubrir la causa de que el fuego queme, y por consiguiente de nuestra quemadura. ¿Hay algo más que nos oriente en esa búsqueda? Si: el principio de no contradicción. Aristóteles dirá: “Es imposible que un mismo atributo se dé y no se dé simultáneamente en el mismo sujeto y en mismo sentido”. ¿Por qué?: Por que la realidad no puede ser contradictoria, si lo fuese el conocimiento sería imposible. Platón y Aristóteles presuponían que existía un algo permanente (ideas o formas), permanente y no contradictorio en las cosas mismas, y también que las 18 palabras tienen un significado propio que, en última instancia, no puede ser algo diferente de lo que ese algo es. Por ello todo lo que podamos decir con verdad de una cosa está ya en la idea, forma (esencia): Lo que las cosas son no depende de lo que nosotros digamos, sino a la inversa. Sin embargo a finales de la edad media se consolidando lo que afirmaba Aristóteles: “Lo que existe es los individuos concretos”, hasta llegar a la afirmación (nominalismo) de que las palabras no se refieren a ninguna esencia anterior e independiente de la operación de nombrar, sino que no más que una forma cómoda de referirme a un conjunto de cosas distintas sin tener que nombrarlas a todas y cada una. Pero entonces, ¿Si no tengo acceso a una realidad estable permanente como sé que lo que digo es verdad? Es todo incierto. Descartes va a poner en cuestión todas sus ideas, (entendidas ahora no como lo que las cosas son sino como las representaciones mentales que tenemos de las cosas), para ver si hay algo de lo que no podamos dudar. Es decir hay cosas de la que no estamos seguros por que no las hemos analizado suficientemente, pero ¿hay cosas de las que no pueda dudar aunque quiera, aunque las haya tratado de poner en cuestión? Dicho de otra forma: ¿Podemos tener certezas absolutas, incuestionables? Lo primero que pone en cuestión son las ideas que proceden de los sentidos, ya que hemos visto más de una vez que nos han engañado, y por lo tanto no podemos estar seguros de ellas. Descartes sigue poniendo en duda sus ideas hasta que llega a la que considera incuestionable: Con toda seguridad existe un sujeto con sus pensamientos (ideas). Es decir, es indudable que mientras duda existe un sujeto con sus dudas. Vale, pero, ¿no puedo descubrir más verdades? Desde luego que no recurriendo a la experiencia, no sólo por que no haya engañado más de una vez, sino por que yo no puedo “salir de mi” para comparar mis ideas con la realidad misma. Descartes afirma que en nosotros mismos se encuentran ideas innatas, es decir que estaban en lamente desde siempre, aunque no haya reparado en ellas, como “pienso luego existo”, Ideas que se me aparecen como claras y distintas, que se me imponen sin lugar a dudas. Ya, pero ¿Cómo sé que aquello que no ofrece dudas, y no se debe a mi falta de cuidado, es verdadero? ¿Cómo sé que verdad y certeza coinciden? ¿Es la evidencia un criterio de verdad? Llegados a este punto Descartes recurre a Dios, utilizando entre otros en argumento ontológico. (Dios es el ser (infinitamente) perfecto. Lo que existe es más perfecto que lo que no existe (tendría el fallo de no existir). Por lo tanto Dios necesariamente tiene que existir, ya que sino no sería el ser (infinitamente) perfecto) 19 20