QUINTO MANDAMIENTO Evangelium vitae, 63: “Una atención especial merece la valoración moral de las técnicas de diagnóstico prenatal, que permiten identificar precozmente eventuales anomalías del niño por nacer. (...) Estas técnicas son moralmente lícitas cuando están exentas de riesgos desproporcionados para el niño o la madre y están orientadas a posibilitar una terapia precoz o también a favorecer una serena y consciente aceptación del niño por nacer”. Pero la mentalidad eugenésica que acepta el aborto selectivo “es ignominiosa y totalmente reprobable, porque pretende medir el valor de una vida humana siguiendo sólo parámetros de ‘normalidad’ y de bienestar físico”. Donum vitae I, 6: “Las técnicas de fecundación in vitro pueden hacer posibles otras formas de manipulación biológica o genética de embriones humanos, como son: los intentos y proyectos de fecundación entre gametos humanos y animales y la gestación de embriones humanos en útero de animales; y la hipótesis y el proyecto de construcción de úteros artificiales para el embrión humano. Estos procedimientos son contrarios a la dignidad del ser humano propia del embrión y, al mismo tiempo, lesionan el derecho de la persona a ser concebida y a nacer en el matrimonio y del matrimonio. También los intentos y las hipótesis de obtener un ser humano sin conexión alguna con la sexualidad mediante ‘fisión gemelar’, clonación, partenogénesis, deben ser considerados contrarios a la moral en cuanto que están en contraste con la dignidad tanto de la procreación humana como de la unión conyugal”. La dignidad de la vida da lugar a un principio inviolable: toda vida humana debe ser respetada, lo que exige que se proteja y defienda también la concebida y aún no nacida. Ab-ortus: es “privar de nacimiento”; aborior: es matar. Por lo tanto abortar significa matar a un ser de la especie humana. Por rigor intelectual se ha de rechazar otra terminología falsa (ej.: “interrupción voluntaria del embarazo”, pues en el aborto no hay posibilidad de reanudar la vida como lo implica la palabra “interrupción”). La condena del aborto es ya una demanda científica, dado que los avances de la medicina muestran que, desde la concepción, el cigoto tiene su propio código genético, de forma que constituye un individuo distinto de su madre. Desde el inicio de la ética y de la ciencia médica, el aborto ha sido condenado. Ejemplo: el primer Código ético de la medicina, el Juramento Hipocrático (siglo V antes de Cristo): “Jamás daré a nadie medicamento mortal, por mucho que me lo soliciten; ni administraré abortivo a mujer alguna”. También existen Abundantes condenas de los Padres. Ejemplos: Didaje 1 No. V, 2: “No matarás a tu hijo en el seno de la madre”; Tertuliano: “Es un homicidio anticipado el impedir el nacimiento; poco importa que suprima la vida ya nacida o que se la haga desaparecer al nacer. Es un hombre el que está en camino de serlo” (Apologeticum IX, 8). Se aplica la Excomunión “latae sententiae” si se produce el aborto, tanto para la madre, doctores, y quienes aconsejaron (CIC 1398). 1 La Didaje, es un escrito, de los años 100 d.C aproximadamente. CCE 2268: “El quinto mandamiento condena como gravemente pecaminoso el homicidio directo y voluntario. El que mata y los que cooperan voluntariamente con él cometen un pecado que clama venganza al cielo”. CCE 2297: “El terrorismo que amenaza, hiere y mata sin discriminación es gravemente contrario a la justicia y a la caridad”. Es intrínsecamente perverso, nunca justificable, aunque se trate de eludir el juicio moral justificándolo ideológicamente. “La tortura, que usa de violencia física o moral, para arrancar confesiones, para castigar a los culpables, intimidar a los que se oponen, satisfacer el odio, es contraria al respeto de la persona y de la dignidad humana”. La “legítima defensa”, no se opone al quinto mandamiento, aunque pueda seguirse la muerte del injusto agresor, pero se requieren estas condiciones: 1) que el agresor intente causar un mal muy grave; 2) que se trate de verdadera agresión física (no bastan las amenazas a no ser que se esté seguro de que son el preludio de la agresión); 3) que la agresión sea, en verdad, injusta; 4) para defenderse legítimamente no se requiere que el agresor actúe de modo voluntario (se puede defender de una persona cuerda o no cuerda); 5) que el agredido no tenga otro medio para defenderse (huir...); 6) que la reacción defensiva sea inmediata a la agresión (no venganza); 7) debe guardar la “moderación debida”. Investigación científica en ciencia médica: El magisterio insiste en que debe atenderse no sólo a las posibilidades técnicas, sino que el científico también ha de considerar si se adecuan o no a los principios éticos. Pío XII (Discurso 13.09.1952) asentó tres principios que deben regular la experimentación: el interés de la ciencia (la ciencia y la investigación deben asentarse en el orden de los valores); el bien del paciente (el hombre no es dueño absoluto de su vida, por lo que no puede disponer a capricho de ella); el interés de la comunidad (valorar los bienes físicos y morales para el futuro de la humanidad). Argumentos complementarios sobre el aborto: Desde el momento de la fecundación, se inicia una vida humana, de forma que lo concebido no es una mera masa gelatinosa ni un cúmulo de células, sino una vida distinta del óvulo y del espermatozoide, que inicia un proceso biológico de intensa actividad y que está destinada a desarrollarse hasta la edad adulta. Este ser vive independientemente de la madre, la cual sólo le ofrece el alimento. Es, pues, un individuo. Pero no cabe hablar de un individuo de la especie humana que no sea persona: el feto no es “algo” sino “alguien” (“persona” es un concepto filosófico y no biológico). A menudo se oye afirmar que existe en ciertos supuestos un “conflicto de derechos”: vencería el derecho de la madre frente al derecho a nacer del feto aún no nacido, por ejemplo cuando se trata de una violación que ocasiona un embarazo no deseado, o cuando corre riesgo la vida de la madre (en este caso cabría considerar al no nacido como “injusto agresor”). PERO no cabe hablar de conflicto de derechos cuando se trata de la vida de una persona. La madre tiene derechos sobre el hijo, pero no puede disponer del derecho fundamental a vivir de un ser distinto del suyo, cual es el hijo. Además, en ningún caso cabe hablar de “injusto agresor”, dado que el hijo es totalmente inocente. Si intervención médica a la mujer absolutamente necesaria para su vida y conlleva la muerte del feto: puede lícitamente someterse a ella (muerte del hijo soportada, tolerada, sufrida, no directamente querida). Humanae vitae 14: “Debemos declarar una vez más que hay que excluir absolutamente, como vía lícita para la regulación de los nacimientos, la interrupción directa del proceso generador ya iniciado, y sobre todo el aborto directamente querido y procurado, aunque sea por razones terapéuticas. Hay que excluir igualmente (...) la esterilización directa, perpetua o temporal, tanto del hombre como de la mujer; queda además excluida toda acción que, o en previsión del acto conyugal, o en su realización, o en el desarrollo de sus consecuencias naturales, se proponga, como fin o como medio, hacer imposible la procreación”. 1.- ¿en qué consiste la mentalidad eugenésica en las técnicas de diagnóstico prenatal? Es aceptar el aborto selectivo. Porque pretende medir el valor de una vida humana siguiendo sólo parámetros de ‘normalidad’ y de bienestar físico”. Quiere decir que si el niño que va a nacer, ya viene con problemas de salud, ya sea físicos o psíquicos, entonces lo puedo abortar. 2.- Muchas mujeres que abortan, alegan a su favor que “ellas pueden hacer con su cuerpo lo que quieran”, ¿científicamente esto es cierto? Falso, gracias a los avances de la medicina, estos muestran que, desde la concepción, el cigoto tiene su propio código genético, de forma que constituye un individuo distinto de su madre. 3.- ¿en la Biblia no existe la frase exacta “no abortaras”, sin embargo que pensaban los primeros cristianos sobre el aborto? En la Didajé dice “No matarás a tu hijo en el seno de la madre”; Tertuliano: “Es un homicidio anticipado el impedir el nacimiento; poco importa que suprima la vida ya nacida o que se la haga desaparecer al nacer. Es un hombre el que está en camino de serlo”. 4.- Juzgue el siguiente caso: El 6 de enero de este año, a mediodía, Mansilla golpeó una vez más a su mujer. Empezó en la calle: venían de llevar al dispensario al hijo de ambos, de dos años y medio, con pulmonía. Gladis le había pedido plata para los remedios y él se encolerizó. Por algún motivo, en esa pareja la violencia se desencadenaba cuando ella pedía dinero por el chico. Cuando llegaron a la casa donde vivía Gladis –con sus padres, en el barrio Villa Unión, de la capital cordobesa–, Mansilla entró con ella y –según la reconstrucción que admitieron los jueces– la arrinconó, la tomó por la garganta y apretó (el examen forense certificó las marcas en el cuello de Gladis). Entonces, según Judith Brenta, abogada defensora de la acusada, “él tomó un cuchillo que había sobre la mesa; ella atinó a arrebatárselo y lo apuñaló”. Los puntazos, en el pecho, fueron mortales. Gladis, agarrada por la garganta, no tenía otro modo de repeler el ataque.” ¿Hubo legítima defensa? Si, según los requerimientos. 5.- ¿si me someto a un experimento científico que pone en riesgo mi vida, solo para saber si mi cuerpo esta “súper dotado” para soportar cualquier cosa, obro correctamente? No, estoy obrando de manera errónea, y también quien me somete al experimento.