República de Colombia Corte Suprema de Justicia Sala de Casación Civil CORTE SUPREMA DE JUSTICIA SALA DE CASACIÓN CIVIL Bogotá, D.C., dos (2) de mayo de dos mil trece (2013).- Ref.: 11001-0203-000-2012-02792-00 Se decide el conflicto de competencia negativo suscitado entre los Juzgados Segundo Civil Municipal de Calarcá, perteneciente al Distrito Judicial de Armenia, y Décimo Civil Municipal de Neiva, adscrito al Distrito Judicial de la misma ciudad, para conocer del proceso ejecutivo singular de mínima cuantía que promueve SERVICIOS COOPERATIVOS, COOPSER contra JOSÉ TORRES DÍAZ. ANTECEDENTES 1. La cooperativa demandante pretende el cobro de las obligaciones emanadas de un contrato de mutuo en el que se pactó que previa la solicitud del mutuario al mutuante para que éste autorizara que el pago fuera válido en Calarcá, tal lugar sería el del cumplimiento de las obligaciones nacidas de ese contrato, a pesar de que aquella se encuentra domiciliada en Bogotá y el ejecutado tiene su domicilio en Neiva. 2. Mediante providencia del 18 de julio de 2012, el Juzgado Segundo Civil Municipal de Calarcá, lugar en que se presentó a reparto el libelo inicialista, manifestó carecer de competencia, rechazó de plano la demanda y remitió la actuación a los Juzgados de Neiva, por considerar que aceptarla lesionaría el derecho de defensa del demandado, a quien le resultaría más oneroso desplazarse a esa localidad a atender el proceso. La mencionada autoridad judicial destacó que en el contrato base de la ejecución no se estableció como único lugar para el cumplimiento de sus obligaciones el municipio de Calarcá, pues se facultó al deudor para pagar desde cualquier sitio del país mediante consignación en una cuenta bancaria que allí mismo se precisó. Al analizar tales aspectos, junto con la información relativa al domicilio de las partes, y el lugar de celebración del contrato de mutuo –Bogotá- concluyó que aquél municipio “es una ciudad sin dependencia de origen y efecto con el contrato” (fl. 10). Finalmente, señaló que el querer radicar la competencia en Calarcá “se erige en un acto habilidoso ejecutado por la parte actora, con abuso evidente de su posición dominante, frente a la parte más débil, por lo cual, bien puede predicarse, que el domicilio contractual pactado en el contrato de mutuo, resulta inoponible constitucionalmente al aquí demandado” (fl. 11). 3. A su turno, el Juzgado Décimo Civil Municipal de Neiva, en auto de 8 de octubre de 2012, provocó el conflicto de competencia y remitió las diligencias a la Corte para lo pertinente, a propósito de lo cual argumentó que el operador jurídico que está ASR 2012-02792-00 2 llamado a conocer del litigio es el Juez de Calarcá, toda vez que esta localidad es el sitio que los contratantes escogieron para el cumplimiento de las obligaciones derivadas del contrato. 4. En auto de 31 de enero de 2013 se admitió el conflicto y se dispuso el traslado para que las partes intervinieran, oportunidad que aprovechó la parte ejecutante para solicitar que se respetara la autonomía de la voluntad de las partes en la celebración del contrato de mutuo con apoyo en varios precedentes de la Corte Suprema de Justicia en punto de la competencia reglada en el numeral 5° el artículo 23 del Código de Procedimiento Civil. CONSIDERACIONES 1. Corresponde a esta Sala dirimir el conflicto de competencia que enfrenta a los Juzgados Segundo Civil Municipal de Calarcá y Décimo Civil Municipal de Neiva, con arreglo a lo reglado en los artículos 28 del Código de Procedimiento Civil, 18 de la Ley 270 de 1996 y 7º de la Ley 1285 de 2009, toda vez que tales despachos pertenecen a diferentes distritos judiciales. 2. La actuación que motiva este pronunciamiento pone en contienda los fueros personal y contractual consagrados en los numerales 1º y 5º del artículo 23 del Código de Procedimiento Civil, referidos en concreto al proceso de ejecución atrás reseñado, por lo que resulta apropiado para resolver este conflicto, destacar que, en la medida en que no se trata de fueros ASR 2012-02792-00 3 privativos, ante la concurrencia de ellos en un asunto particular, corresponde al demandante elegir entre uno y otro. En otra ocasión, manifestó esta Corporación que “[l]a regla general, ha sostenido la Corte de tiempo atrás, para determinar la competencia por el factor territorial, es la consagrada en el numeral 1° del artículo 23 del Código de Procedimiento Civil, esto es, ‘el domicilio del demandado’, fuero que, también se ha insistido, no excluye la aplicación de otras normas que regulan el factor territorial de competencia (cfr. auto de 29 de enero de 1998, Exp. 6962). “Es así que el numeral 5° del citado artículo 23 establece que en los procesos a que diere lugar un contrato serán competentes, a elección del demandante, el juez del lugar de su cumplimiento y el del domicilio del demandado. Sobre el particular ha dicho la Corte que ‘cuando el proceso tiene por hontanar un contrato, despunta en materia de competencia territorial un fuero concurrente, toda vez que amén de tener cabida el principio general que se rige por el lugar del domicilio del demandado, también la tiene el del cumplimiento del contrato, uno de los cuales puede escoger, ad libitum, el actor. Es lo que preceptúa, en suma, el numeral 5° del artículo 23 ejusdem (auto 056 de 3 de marzo de 1994)’ ” (auto de 22 de junio de 2012, Exp. 2011-0249800). 3. En el caso que se analiza, el primer juez al que se le asignó por reparto el asunto renegó de la competencia para conocer de él con sustento en que tal determinación afectaría los ASR 2012-02792-00 4 derechos del ejecutado, en la medida en que éste se encuentra domiciliado en un municipio diferente al de la sede judicial en que la demanda fue presentada, temática respecto de la cual esta Corporación ha insistido en que ante la presencia de fueros concurrentes, cuando el demandante ha efectuado su elección, “la competencia se torna en privativa, sin que el funcionario judicial pueda a su iniciativa eliminarla o variarla, a menos que el demandado fundadamente la objete mediante los mecanismos legales que sean procedentes’” (auto de 11 de marzo de 2013, Exp. 2012-02877-00), esto es, con la proposición del recurso de reposición que se presente contra el auto admisorio de la demanda, o el de mandamiento ejecutivo según sea el caso, o la interposición de la excepción previa correspondiente, escenarios propicios para efectuar el ejercicio hermenéutico que pretendió realizar el Juez Civil Municipal de Calarcá, esto es, con la mira puesta en el plano constitucional, pues, previamente a que se controvierta, tal acuerdo de voluntades se presume válido y no puede ser desconocido por la autoridad judicial. Adicionalmente, se observa que el título que se pretende ejecutar es un contrato de mutuo de dinero con intereses, en el que se estipuló que sería la localidad de Calarcá, previo el cumplimiento de unas condiciones, el lugar de cumplimiento de las obligaciones originadas en él, lo que permitiría soslayar legítimamente la regla general de competencia, esto es, la del domicilio del demandado, pues a pesar de que ambos criterios fueran concurrentes (el fuero personal y el contractual), el que debería primar es el que haya escogido el actor en ejercicio de la potestad que el ordenamiento jurídico le ASR 2012-02792-00 5 reconoce, es decir el forum destinatae solutionis, o dicho en otras palabras, el del lugar de cumplimiento de la obligación. No obstante lo anterior, se observa en el documento en que se plasmó el contrato de mutuo (fl. 3 cd. 1), que el pacto del domicilio contractual no fue puro y simple, sino condicionado, y que los hechos a los que se sometió el surgimiento de esa consecuencia (que el pago se realizaría legítimamente en Calarcá), no están acreditados en el proceso. En efecto, allí se plasmó que “el Mutuario se obliga a respetar las siguientes condiciones: a) Que el sitio de pago o sitio de cumplimiento de las obligaciones incorporadas en este Contrato de Mutuo es la ciudad de Calarcá (Quindío) en la dirección que le autorice el Mutuante al Mutuario previa solicitud del Mutuario para cada abono o pago, al Gerente del Mutuante o a la persona que la ley o el juez autoricen a recibir por él, o a la persona diputada por el Mutuante para el cobro, en los términos del artículo 1634 del Código Civil…” Ahora bien, como en el expediente no obra prueba alguna que demuestre la petición que el mutuario le habría cursado al mutuante para que éste le autorizara realizar el pago en Calarcá, ni que el mutuante le haya concedido tal autorización, el pacto del domicilio contractual necesariamente decae y ha de aplicarse entonces el criterio general, consagrado en el num. 1º del artículo 23 del Código de Procedimiento Civil, esto es, que el juez competente por el factor territorial para conocer del proceso ASR 2012-02792-00 6 en que se ejecuten las obligaciones nacidas de dicho contrato es el del domicilio del demandado. 4. Con apoyo en las consideraciones precedentes se concluye que en el caso concreto que ocupa la atención de la Sala no se presenta la concurrencia de fueros, y que acertó el Juez de Calarcá al determinar que no es competente para conocer del proceso previamente identificado y diagnosticar que debe tramitarse ante el Juez de Neiva, a quien, en consecuencia, se le remitirá la actuación para que prosiga con el proceso. DECISIÓN Por lo expuesto, la Corte Suprema de Justicia, Sala de Casación Civil, RESUELVE el conflicto de competencia surgido entre los Juzgados mencionados, en razón de lo cual señala que corresponde conocer del proceso ejecutivo promovido por SERVICIOS COOPERATIVOS, COOPSER contra JOSÉ TORRES DÍAZ, al Juzgado Décimo Civil Municipal de Neiva. En consecuencia, devuélvase el expediente a dicha oficina judicial para lo de su competencia, de lo cual se informará mediante oficio al Juzgado Segundo Civil Municipal de Calarcá. Notifíquese y cúmplase. ARTURO SOLARTE RODRÍGUEZ Magistrado ASR 2012-02792-00 7