TECNOLOGÍA EN EL RIEGO SOSTENIBLE DE CAMPOS DE GOLF El agua es un bien cada vez más limitado, siendo una obligación de todos contribuir a su gestión sostenible para cada uno de sus diferentes destinos. Los campos de golf y las áreas verdes en general constituyen en España un consumidor creciente de agua, pero no por ello son culpables de su escasez. Además en relación al espectacular y a veces polémico crecimiento del golf en España –340 campos, 497 clubes y 300.047 golfistas federados a fecha 1 de enero de 2007-, beneficiado, sin duda, por un clima mediterráneo que permite su práctica durante todo el año, por el empuje de una industria turística de primer orden mundial y por una demanda que parece inagotable, hay que afirmar en su defensa que está reportando numerosos empleos y un alto valor añadido en los territorios donde se ubican los campos. No obstante, el cambio climático sinónimo de una escasez de agua cada vez mayor y de restricciones frecuentes para el riego, obliga a la adopción urgente de políticas de ahorro, reutilización, así como, a la promoción de ayudas e incentivos para el empleo y buen uso de las tecnologías más avanzadas del riego de campos de golf. Soluciones, en consecuencia de todo lo anterior, que son prioridad de todos y que deberían satisfacer las necesidades del sector a la vez de asegurar el máximo rendimiento por unidad de agua. Entre las medidas necesarias, quizá la de mayor calado, haya sido la aprobación reciente de normas que obligan a que el riego de los campos de golf se realice con agua reciclada o proveniente de pozos de agua no potable. El empleo de nuevas fuentes, sobre todo, de las residuales, elimina al tiempo un grave problema ambiental, acercándonos de esta manera a la consecución de un riego sostenible de nuestros campos de golf. Pero no debemos olvidar que un campo bien diseñado, con una tecnología de riego avanzada, así como, con una correcta instalación, gestión y mantenimiento puede consumir menos de la mitad de agua que otro en condiciones ordinarias. Los esfuerzos en ambas líneas deben ser constantes y compartidos por todos los agentes implicados. En el primer caso, con inversiones en nuevas plantas depuradoras, incluso puntualmente desaladoras, así como investigando en tratamientos más eficientes y de menor coste económico. Por otro lado, el trinomio diseño – producto - instalación es crucial, requiriendo el mismo de una mayor profesionalización y especialización de proyectistas e instaladores, así como, de la innovación permanente de los fabricantes de tecnología con destino al riego. En este sentido, La Asociación de Fabricantes de Riego Españoles – AFRE – en colaboración con la Asociación Española de Greenkeepers y algunos especialistas de las mejores universidades del Estado, como novedad, pondrá en marcha durante 2007, un programa de formación que incluirá jornadas técnicas, cursos y publicaciones especializadas. Creemos que el diseño de un campo de golf debe estar completamente integrado en el ciclo del agua y en su entorno natural. Desde una perspectiva ecológica, -1- debe adaptarse a las características del entorno. Disponer de una información climática, hidrogeológica, edafológica y biológica es esencial para la planificación y gestión del riego. Los campos de golf deben potenciar y no destruir las características medioambientales y paisajísticas de las áreas donde se instalan, preservando las especies arbóreas autóctonas de cada área y aplicando el uso de especies de césped menos exigentes en agua. Asimismo, se debería aprovechar la construcción de nuevos campos de golf para la recuperación paisajística y social de algunas zonas o áreas degradadas. En muchos campos de golf existentes se pueden constatar deficiencias en el diseño o en el funcionamiento de las instalaciones. Podríamos citar, como ejemplo, presiones de trabajo superiores a las recomendadas o la baja eficacia y eficiencia en la aplicación del agua. Asimismo, dada la amplia extensión de los campos – entre 45 y 80 Ha - y la topografía irregular de los mismos, si queremos conseguir una correcta distribución del agua serían recomendables dos o tres cabezales de riego, siendo lo habitual uno exclusivo. Nuevos métodos o técnicas, como el riego subterráneo, la fertirrigación, la xerojardinería, la automatización integral de los sistemas de riego, la instalación de equipos aptos para aguas más agresivas o de redes de drenaje que permitan recuperar cualquier excedente de agua que se genere por la lluvia y del riego, deberían generalizarse y ser acompañadas por una mayor planificación y control por parte de las administraciones competentes. De esta manera, se podrían evitar medidas drásticas como la suspensión del riego que consideramos inadecuada para afrontar la falta de agua, ya que supone la pérdida mano de obra y de terrenos difíciles de recuperar. Sólo con el desarrollo del conjunto de actuaciones mencionadas y el acercamiento del golf y de sus instalaciones a aquellos sectores sociales detractores o desconocedores de este deporte, se podrá seguir avanzando en su popularización gradual y sensibilizar a la sociedad española sobre su importancia socioeconómica, así como, de los esfuerzos crecientes que el Mundo del Golf está asumiendo para afrontar con la máxima eficacia y respeto la escasez de agua. Velázquez,27-28001 MADRID Telf: (+34) 914263894 Fax: (+34) 914321293 E-mail: afre@afre.es Web: www.afre.es -2-