Dar forma al espacio: procesos de abstracción en la escultura Por Sandra Accatino La escultura es una forma tridimensional en el espacio. Al esculpir o modelar una forma, también se crea y hace visible el espacio que la rodea. Al mismo tiempo, y esto es particularmente evidente en algunas de las esculturas presentes en la exposición, la forma se revela a partir de la exacerbación del contraste y del juego con el espacio, que también conforma la escultura. En gran medida, la abstracción que alcanzan las figuras permite desarrollar la tensión entre el espacio y la forma. Así ocurre, por ejemplo, en el proceso de creación de El caballo, la escultura más conocida de Raymond Duchamp-Villon. Raymond Duchamp-Villon Raymond Duchamp-Villon Pequeño caballo (1911) El caballo (1914) Bronce, 43.6 por 41 cm. Colección Peggy Guggenheim, Venecia La posibilidad de ver imágenes fotográficas de caballos en movimiento y la superposición entre el caballo, símbolo tradicional de la energía, y la máquina que, en ese momento, comienza a reemplazarlo, crean esta forma dinámica, que da cuenta del movimiento en el espacio del animal. E. Muybridge, Animal locomotion, 1887. 1 Esta fascinación por las imágenes del movimiento del caballo y su relación con las formas abstractas de las nuevas máquinas, influenciará también a otros artistas como Henri Gaudier-Brzeska y Umberto Boccioni, que representan de mánera más o menos abstracta la imagen de un caballo en los mismos años que Duchamp-Villon, es decir, durante la Primera Guerra Mundial, que marcará el fin de la participación del caballo como fuerza de combate y también la de Duchamp-Villon, Gaudier-Brzeska y Boccioni, que no sobrevivieron a la Gran Guerra. Henri Gaudier-Brzeska (1891-1915) Dibujo abstracto (1914) Tate, Londres Umberto Boccioni, Dinamismo de un caballo corriendo + casas) (1914-15), 112.9 x 115 cm. Colección Peggy Guggenheim, Venecia A la luz de la máquina y de la fotografía, también la visión del ser humano se transforma. Puesta en relación con la velocidad y la trasformación constante que hacen evidentes la nuevas máquinas, la imagen del hombre se vuelve dinámica y cambiante, al mismo tiempo que los espacios y tiempos de contemplación se estrechan y mediatizan: el cine y el espectáculo masivo instalan, ya en esta época, nuevas formas, más dinámicas y efímeras de relacionarse con las obras de arte. Umberto Boccioni Formas únicas de la continuidad en el espacio, Bronce, 112 x 40 x 90 cm, colección privada 2 Marcel Duchamp Desnudo (estudio),Joven triste en un tren (1911–12) 100 x 73 cm. Colección Peggy Guggenheim, Venecia Tal como las máquinas y las imágenes fotográficas muestran a los artistas aspectos y soluciones compositivas inéditas, que ellos utilizarán como fórmulas de abstracción, las soluciones figurativas de otras obras de arte también abren nuevas posibilidades de abstracción de las formas y de su relación con el espacio que las rodea. Así, por ejemplo, la estilización de las formas del pájaro en la Maiastra de Brancusi deriva de la representación del dios Horus (que el artista podía observar en la sección egipcia del Louvre) y está sin duda vinculada también al Balzac de Rodin (en cuyo taller Brancusi trabajó) que, al igual que el Maiastra, fue concebido como un bloque que, en su verticalidad, corta el espacio. Diversos autores han relacionado también la simplicidad y estilización de las formas de la escultura de Brancusi con los sombreros utilizados por los bailarines durante el estreno en París en 1910 del Pájaro de fuego de Stravinsky. Constantin Brancusi Maiastra, 1912 (?) Dios Horus Altura 73.1 cm Sección egipcia (Louvre) Colección Peggy Guggenheim, Venecia 3 Auguste Rodin Sombrero utilizado por los bailarines durante Monumento a Balzac el estreno en París en 1910 del Pájaro de fuego 1893-1897. Bronce de Igor Stravinsky. Es posible entrever un proceso similar al descrito para el Maiastra de Brancusi, en Mujer que camina de Alberto Giacometti, cuya abstracción del cuerpo femenino deriva de Hombre dando un paso, también de Auguste Rodin, una obra en la que el escultor francés convierte en propuesta estética la afición y fascinación por los fragmentos escultóricos antiguos que había caracterizado el arte desde el Renacimiento y en la que estos artistas percibieron también un modelo de abstracción. Alberto Giacometti Auguste Rodin Mujer que camina (1932) Hombre dando un paso Bronce, Altura 144.6 cm (1877 -1900), bronce Colección Peggy Guggenheim, 86.36 centímetros Venecia Museo d’ Orsay Nike di Samotracia Mármol, 2, 45 m. 200-180 a.C Louvre 4