Página 1 de 4 DICTAMEN Nº 42 # Nº. 42/1996, de 14 de noviembre.* Expediente relativo a revisión de oficio por declaración de nulidad de pleno derecho del Decreto del Ayuntamiento de Cuenca por el que se nombra funcionario de carrera de dicho Ayuntamiento a J.L.M.R. ANTECEDENTES El Pleno del Ayuntamiento de Cuenca en sesión celebrada el 26 de junio de 1989, acordó la ampliación de la oferta de empleo correspondiente al ejercicio 1989 con la inclusión en la misma, entre otras, de una plaza correspondiente al Grupo A, Escala de Administración Especial, subescala Técnica, clase Técnicos Superiores, denominación: Periodista. cuyas bases del concurso oposición, aprobadas en sesión plenaria el 4 de septiembre de 1989, exigían a los aspirantes "estar en posesión del título de Licenciado en Ciencias de la Información o equivalente ...". En fecha 26 de febrero de 1990, J.L.M.R presentó solicitud de admisión a las pruebas selectivas para la cobertura de la citada vacante. En dicha solicitud señala como título exigido por la convocatoria el de "Periodista" y como centro de expedición del mismo la "Escuela Oficial de Periodismo de Madrid". Celebrado el Concurso-Oposición, resultó aprobado J.L.M.R. que, de acuerdo con la propuesta del Tribunal Calificador, fue nombrado funcionario de carrera para el desempeño de una plaza de Técnico de Administración Especial (Periodista) por Decreto de la Alcaldía de fecha 29 de marzo de 1990, número 684, tomando posesión de dicha plaza el 1 de abril de 1990. Una vez que la Interventora del Ayuntamiento de Cuenca formuló reparos a la nómina de J.L.M.R., al constar la carencia de título de Licenciado en Ciencias de la Información y, previa la emisión de diversos informes por el Secretario del Ayuntamiento y la Subdirección General de Régimen Jurídico Universitario del Ministerio de Educación y Ciencia, el Pleno del Ayuntamiento de Cuenca acordó iniciar expediente de revisión de oficio, el 1 de julio de 1996, del Decreto nº. 684 de 29 de marzo de 1990, por el que se nombra Técnico de Administración Especial a J.L.M.R. por el motivo de ser el acto de contenido imposible. EXTRACTO DE LA DOCTRINA No son admisibles los defectos, en cuanto a la tramitación del expediente de revisión de oficio, denunciados por el interesado en su escrito de alegaciones. La no abstención de la Interventora del Ayuntamiento de Cuenca, recusada por el Sr. M.R., no afecta al presente procedimiento, por cuanto su intervención se produce en una fase previa a su inicio y en el ejercicio de sus funciones fiscalizadoras del destino de los fondos públicos y, el acierto o no de su intervención, es ajeno al objeto del presente dictamen. El acuerdo del Pleno por el que se inicia el procedimiento de revisión de oficio del Decreto de la Alcaldía de 29 de marzo de 1990, número 684, recoge expresamente como causa de la nulidad de pleno derecho la de tratarse éste de un acto de contenido imposible y, por ello, sobre tal extremo ha de versar el presente dictamen. La imposibilidad a que se refiere el artículo 47.1.b) de la Ley de Procedimiento Administrativo de 1958, vigente en el momento de acordarse el acto sometido a revisión, y el artículo 62.1.c) de la Ley 30/1992, de 26 de noviembre, de Régimen Jurídico de las Administraciones Públicas y del Procedimiento Administrativo Común, no es la ineficacia para producir ningún efecto sino la Página 2 de 4 falta de idoneidad para producir los queridos por los intereses públicos que justifican la producción del acto administrativo, debiendo advertir que no se trata de decidir si el nombramiento contravino norma legal o reglamentaria, por cuanto la mera infracción legal, no puede suponer el vicio de nulidad a que se refieren los citados artículos. CONSIDERACIONES I El presente dictamen se emite con carácter preceptivo, al versar sobre un procedimiento de revisión de oficio de actos declarativos de derecho e imponerlo así el artículo 53 de la 7/1985, de 2 de abril, Reguladora de las Bases del Régimen Local, 102 de la Ley 30/1992 y artículos 1 y 57 de la Ley 8/1995. II Iniciado el procedimiento de revisión de oficio en virtud de acuerdo del Pleno del Ayuntamiento de Cuenca adoptado el 1 de julio de 1996, resultan aplicables a dicho procedimiento las previsiones del artículo 102 de la Ley 30/1992, de 26 de noviembre, de Régimen Jurídico de las Administraciones Públicas y del Procedimiento Administrativo Común, que remite al Título VI de la misma Ley en cuanto a la tramitación de dichos procedimientos. A la vista del expediente remitido a este Consejo puede afirmarse que se han cumplido los trámites esenciales del procedimiento legalmente previsto, en especial el de audiencia a los interesados, por lo que procede analizar la hipotética concurrencia de la causa de nulidad. No son admisibles los defectos, en cuanto a la tramitación del expediente de revisión de oficio, denunciados por el interesado en su escrito de alegaciones. La no abstención de la Interventora del Ayuntamiento de Cuenca, recusada por el Sr. M.R., no afecta al presente procedimiento, por cuanto su intervención se produce en una fase previa a su inicio y en el ejercicio de sus funciones fiscalizadoras del destino de los fondos públicos y, el acierto o no de su intervención, es ajeno al objeto del presente dictamen. La ausencia del expediente, que se le puso a disposición, de documentos aportados por el propio interesado no lesiona su derecho a la defensa, por cuanto dichos documentos le eran conocidos y ahora se encuentran incorporados al expediente. Tampoco la falta de foliado del expediente, de no encubrir la privación de algún documento esencial, puede invalidar el procedimiento, aun cuando haya que resaltar la conveniencia de que los expedientes desde su incoación procedan a la numeración de los documentos que lo integran, como garantía de la inalterabilidad del expediente. III El acuerdo del Pleno por el que se inicia el procedimiento de revisión de oficio del Decreto de la Alcaldía de 29 de marzo de 1990, número 684, recoge expresamente como causa de la nulidad de pleno derecho en la que se entiende incurso dicho Decreto, la de tratarse éste de un acto de contenido imposible. Sin perjuicio de otra consideraciones que hayan de hacerse, sobre tal extremo ha de versar el presente dictamen. El artículo 47.1.b) de la Ley de Procedimiento Administrativo de 1958, vigente en el momento de acordarse el acto sometido a revisión, establecía la nulidad de pleno derecho de los actos administrativos "que tengan un contenido imposible". Con igual dicción el actual artículo 62.1.c) de la Ley 30/1992, de 26 de noviembre, de Régimen Jurídico de las Administraciones Públicas y del Procedimiento Administrativo Común, establece igual nulidad de pleno derecho para los actos "que tengan un contenido imposible". Esta identidad de formulaciones legales evita tener que considerar cuál sea la norma aplicable al acto objeto de revisión y permite la aplicación al Página 3 de 4 presente supuesto de la abundante doctrina y jurisprudencia generadas por el precepto de la Ley de 1958. Es unánime la doctrina y jurisprudencia al entender que se vicia de nulidad el acto administrativo si por imposibilidad física, material, lógica o por su contenido ambiguo resulta de imposible ejecución. En el presente supuesto, el Decreto de nombramiento del Sr. M.R. como funcionario fue innegablemente ejecutado, habiendo tomado éste posesión de su puesto y habiendo ejercido las funciones propias del mismo. Sin embargo, debe advertirse que la imposibilidad a que se refiere el precepto legal no es la ineficacia para producir ningún efecto sino la falta de idoneidad para producir los queridos por los intereses públicos que justifican la producción del acto administrativo. En el presente supuesto se trataría de determinar si el nombramiento del Sr. M.R. para la plaza de Técnico de Administración Especial (Periodista), sin que éste ostentase la titulación de Licenciado en Ciencias de la Información, permitía el cumplimiento de la finalidad pública perseguida por ese nombramiento, debiendo advertir que no se trata de decidir si el nombramiento contravino norma legal o reglamentaria, por cuanto la mera infracción legal, la imposibilidad legal, no puede suponer el vicio de nulidad a que se refieren los citados artículos 47.1.b) de la Ley de Procedimiento Administrativo de 1958 y 62.1.c) de la Ley 30/1992, si no se quiere renunciar a establecer una frontera entre el supuesto de nulidad de pleno derecho y los de anulabilidad, tal y como ya advirtió el Tribunal Supremo entre otras en Sentencia de 9 de diciembre de 1986 (R.J. A. 7212). Desde la perspectiva expuesta debe señalarse que resulta cierto que, en virtud de lo dispuesto en el artículo 2 del Decreto 2325/1974, de 20 de julio, sobre convalidaciones a profesionales del periodismo, se convalidan a los periodistas inscritos en el Registro Oficial el primer ciclo de la Facultad de Ciencias de la Información, Sección de Periodismo, convalidándose el segundo ciclo, que permite acceder a la licenciatura, previa la superación de una tesina o, en su caso, mediante la valoración del historial profesional y académico de los interesados. En el presente supuesto el Sr. M.R. sólo obtuvo la convalidación del primer ciclo, tal y como él mismo acreditó documentalmente con su solicitud, por lo que no puede estimarse que ostentase título de licenciado en Ciencias de la Información. Es lo cierto sin embargo, que el artículo 1 del citado Decreto 2.325/1974, establece que "los periodistas inscritos actualmente en el Registro Oficial tendrán la plenitud de los derechos profesionales legalmente establecidos" y el artículo 1 del Decreto 744/1967, de 13 de abril, del Estatuto de la Profesión Periodística, en la redacción dada por el Real Decreto 1.926/1976, de 16 de julio, establece que "A todos los efectos legales son periodistas: a) Quienes figuren inscritos en el Registro Oficial de Periodistas en la fecha de promulgación del presente Real Decreto. b) Los licenciados en Ciencias de la Información -Sección Periodismo- una vez colegiados en la Federación Nacional de Asociaciones de la Prensa o inscritos en el Registro Oficial de Periodistas". Suponen tales normas, al menos, que a los periodistas inscritos en el Registro Oficial con anterioridad a la entrada en vigor de ambas normas -julio de 1974-, se les reconoce legalmente capacidad para el ejercicio de las funciones que les son propias y que corresponden a los licenciados en Ciencias de la Información -Sección Periodismo-. No puede por ello afirmarse que la cobertura de un puesto de periodista reservado a funcionario por quien aparece inscrito en el Registro Oficial de Periodistas desde el 7 de septiembre de 1973, supuesto del Sr. M.R., aun cuando carezca del título de licenciado en Ciencias de la Información, imposibilite el Página 4 de 4 cumplimiento del interés público que llevó a la administración autora del acto a la convocatoria y cobertura de la plaza. No se aprecia, en consecuencia de lo antedicho, que el acto sometido a revisión pueda calificarse como de contenido imposible, por lo que no procede la declaración de nulidad de pleno derecho del mismo. A mayor abundamiento, es lo cierto que la convocatoria de la plaza, definitivamente cubierta por el Sr. M.R., exigía como titulación de los aspirantes la de licenciado en Ciencias de la Información "o equivalente". Dados los términos del artículo 1 del Texto Refundido del Estatuto de la Profesión Periodística y de igual artículo del Decreto 2.325/1974, de 20 de julio, no resulta dudoso afirmar que la inscripción en el Registro Oficial de Periodistas se constituye, igualmente que la licenciatura en Ciencias de la Información, como título habilitante para el cumplimiento de las funciones propias del periodista, por lo que no resulta equivocado afirmar que el título "equivalente" al que se refiere la convocatoria pueda serlo la citada inscripción en el Registro Oficial. Como consecuencia, el acceso del Sr. M.R. a la plaza convocada resultaría plenamente ajustado a la convocatoria sin que se produzca carencia de título para el ejercicio de la plaza de periodista ocupada en su momento, lo que reafirma la improcedencia de la revisión de oficio instada. IV No siguiéndose el procedimiento de revisión de oficio por causa diferente a la analizada en la consideración anterior, no procede el análisis de los restantes motivos de nulidad de pleno derecho recogidos en la Ley de Procedimiento Administrativo. Debe advertirse sin embargo, por haber sido objeto de análisis en los informes obrantes en el expediente administrativo, y por cuanto el acuerdo de Pleno de iniciación del expediente incluye, además, el traslado del mismo al Ministerio Fiscal por si los hechos fueran constitutivos de delito, que la causa de nulidad contenida en el antiguo artículo 47.1.b) de la Ley de Procedimiento Administrativo y en el actual 62.1.d) de la Ley 30/1992, los actos que sean constitutivos de infracción penal o se dicten como consecuencia de ésta, requiere para su apreciación la previa existencia de sentencia que aprecie la concurrencia del delito, presupuesto que falta en el presente caso. No procede tampoco el análisis de la posible concurrencia de causa de anulabilidad del acto, pues ni esta ha sido instada, ni por lo antedicho pudiera apreciarse y, en todo caso, ha transcurrido con exceso el plazo de cuatro años establecido en el artículo 103.1.b) de la Ley 30/1992 (artículo 110.2.b) de la Ley de Procedimiento Administrativo de 1958). En virtud de lo expuesto, el Consejo Consultivo de Castilla-La Mancha es de dictamen: "Declarar improcedente la revisión de oficio del Decreto de la Alcaldía de Cuenca de 29 de marzo de 1990, número 684, por el que se nombra funcionario Técnico de Administración Especial a J.L.M.R. No obstante V.E. y el Ayuntamiento de Cuenca, en la resolución del procedimiento de revisión de oficio incoado, teniendo en cuenta que el artículo 102.1 de la Ley 30/1992, de 26 de noviembre, de Régimen Jurídico de las Administraciones Públicas y del Procedimiento Administrativo Común requiere dictamen favorable de este Consejo para declarar de oficio la nulidad de los actos señalados en el artículo 62.1 de la citada Ley, procederán como estimen más acertado". Este es nuestro dictamen, que pronunciamos, emitimos y firmamos en el lugar y fecha indicados en el encabezamiento.