INTRODUCCIÓN Dentro del conjunto de actuaciones que conforman la práctica educativa, la evaluación es, para muchos, uno de los elementos que provocan mayor inquietud y recelo, no sólo entre el alumnado sino también en sus padres y en el profesorado en general, constituyendo, a su vez, un elemento de discordia entre los mismos la forma en que se plantea y desarrolla esta evaluación, así como el sentido que se da a sus resultados. Posiblemente, esto se pueda explicar en parte por la gran confusión que existe en torno al concepto de evaluación, a sus elementos y a sus funciones, que van más allá de la percepción errónea, muy generalizada, que la identifican como una simple calificación del alumno de cara a su promoción o no. Para cambiar esta visión es necesario mejorar el conocimiento que sobre la evaluación tiene en general la comunidad educativa, como paso previo para que pueda ser entendida y valorada como lo que realmente es: una herramienta que facilita el aprendizaje y que conduce a la mejora de los resultados educativos. Es decir, la evaluación debe entenderse como un proceso al servicio de la educación y la enseñanza, integrándose en el quehacer diario del aula y el centro educativo. Tiene en esta etapa una evidente función formativa, sin carácter de promoción ni de calificación del alumnado. Se convierte así en punto de referencia para la adopción de medidas de refuerzo educativo o de adaptación curricular, para el aprendizaje de los alumnos y para la corrección y mejora del proceso educativo. 1. LA EVALUACIÓN DE LOS PROCESOS DE APRENDIZAJE DEL ALUMNADO DE EDUCACIÓN PRIMARIA 1.1. Concepto de evaluación Evaluar es asignar un valor a algo, juzgar. De entre las muchas definiciones que existen de evaluación, vamos a resaltar la que formula Tenbrink (1981): <<Evaluación es el proceso de obtención de información y de su uso para formular juicios que a su vez se utilizarán para tomar decisiones.>>. Las decisiones educativas se toman sobre la base de unos juicios, y los juicios, a su vez, se emiten sobre la base de una información. La interdependencia de estos tres conceptos (decisiones, juicios, información) define esencialmente la evaluación. 1 En este sentido, la evaluación puede conceptualizarse como un proceso dinámico, continuo y sistemático, enfocado hacia los cambios de las conductas y rendimientos, mediante el cual verificamos los logros adquiridos en función de los objetivos propuestos. Cuando evaluamos estamos realizando tanto una medición (obtención de información) como una valoración (emisión de un juicio). Una y otra dimensión cumplen funciones diferentes en el proceso total de evaluación. A través de la medición constatamos el estado actual del objeto o situación que queremos evaluar. A través de la valoración realizamos una comparación entre los datos obtenidos en la medición que reflejan el "cómo es" el aspecto a evaluar, y unos determinados parámetros de referencia que reflejan bien el "cómo era" o el "cómo debería ser" dicho aspecto. Una y otra dimensión son necesarias para que exista una buena evaluación. Esta forma de entender la evaluación implica tres tareas básicas: o o o Recoger información sobre las situaciones a evaluar. Una pretensión fundamental de la evaluación es conseguir informaciones pertinentes para conocer la eficacia de la acción. Realizar juicios de valor apoyados en los datos obtenidos y en las metas previamente seleccionadas. Orientar y reconducir la acción didáctica y los procesos de aprendizaje individuales. De esa evaluación no sólo surgirá una atinada y precisa comprensión sino una intervención más efectiva. 1.2. La evaluación en la Educación Primaria 1.2.1. Carácter de la evaluación Teniendo en cuenta la normativa vigente y basándonos en la LOE, en el Decreto 230/2007, de 31 de julio, por el que se establece la ordenación y las enseñanzas correspondientes a la EP en Andalucía (art.11), y en la Orden de 10 de agosto de 2007, por la que se establece la ordenación de la evaluación del proceso de aprendizaje del alumnado de EP en la Comunidad Autónoma de Andalucía (art.2), se puede afirmar que la evaluación en la EP será: a) Global: pues teniendo en cuenta los diferentes elementos del currículo va referida al conjunto de capacidades expresadas en los objetivos generales de la etapa y los criterios de evaluación de las diferentes áreas del currículo. Estos objetivos y criterios, adecuados a las características propias del alumnado y al contexto sociocultural del centro, serán el punto de referencia permanente de la evaluación. En este sentido, los criterios de evaluación de las áreas serán referente fundamental para valorar el grado de adquisición de las competencias básicas. b) Carácter continuo: considerándose un elemento inseparable del proceso educativo, mediante el cual los docente recogen la información de manera permanente acerca del proceso de enseñanza y aprendizaje de su alumnado. c) Carácter formativo, regulador y orientador: lo cual supone que la actividad evaluadora ya no puede quedarse en la simple medición de lo que los discentes han aprendido después de un período de enseñanza, sino que también debe servir para indagar en el modo en que aprenden; para detectar, en el momento en que se producen, los problemas o las dificultades de aprendizaje; para identificar cuáles son las prácticas de enseñanza más adecuadas o efectivas. Y todo ello para poder decidir 2 qué es lo que deben hacer, tanto el profesorado como el alumno, para conseguir unos mejores resultados en el proceso de aprendizaje. Y sin duda alguna el más claro exponente de este carácter formativo, regulador y orientador en la evaluación de la EP lo encontramos en la novedosa propuesta de la LOE al plantear la Evaluación de diagnóstico (art. 15)), la cual se realizará, de acuerdo con la normativa vigente, a partir del curso 2008/09 a todo el alumnado cuando finalice el segundo ciclo de la EP, no teniendo efectos académicos, y sí un carácter formativo y orientador para los centros e informativo para las familias y para el conjunto de la comunidad educativa. A su vez, debemos tener en cuenta que los docentes no evaluarán sólo los aprendizajes del alumnado, sino también los procesos de enseñanza y su propia práctica educativa. 1.3. Evaluación del proceso de enseñanza-aprendizaje El procesos de evaluación de enseñanza y aprendizaje van conjuntamente sincronizados. Con él pretendemos constatar en qué medida los logros o dificultades se deben a los alumnos y su situación personal y en qué medida se pueden deber al acierto del diseño de las programaciones. Centrándonos en el proceso de aprendizaje, reseñamos que para poder evaluar adecuadamente nos debemos plantear dos preguntas importantes: ¿qué evaluar? Y ¿cuándo evaluar? Dejando el ¿cómo? Para los procedimientos y estrategias. 1.3.1. ¿Qué curricular evaluar?: evaluación de la competencia Entendemos por competencia curricular lo que un alumno es capaz de hacer o conocer con relación al currículum que se desarrolla y se aplica para ellos. Es decir, sería la evaluación de las capacidades y competencias en relación con los objetivos y contenidos que se planifican y se desarrollan en su ciclo o nivel educativo, incluyendo los objetivos propios de las áreas. La evaluación del nivel de competencia curricular de un discente supondría descubrir las capacidades conseguidas para acometer nuevos objetivos educativos y aprender nuevos contenidos de aprendizaje (dentro de una concepción constructivista del aprendizaje). Estos criterios de evaluación no son directamente evaluables, sino que es necesario diseñar algunas tareas para comprobar que las capacidades y contenidos se han alcanzado en el grado propuesto. Es por esto por lo que los centros educativos, dentro de una política de autonomía de los mismos, tienen que establecer los criterios de evaluación de ciclos o áreas tomando como punto de partida los establecidos por las administraciones con competencias en materia educativa. Hay que tener presente que, para evaluar correctamente una competencia curricular, no sólo hay que analizar los contenidos conceptuales sino también los procedimentales y actitudinales. Según esto tendríamos que tener en cuenta a la hora de evaluar la competencia curricular: 3 Con referencia a la evaluación de los contenidos conceptuales: éstos se refieren a conceptos, hechos o datos. La evaluación de hechos y datos plantea menores dificultades que la evaluación de la comprensión conceptual. Datos como fechas, nombres, fórmulas químicas o verbos irregulares son bastante fáciles de evaluar por medio de preguntas directas. Estas preguntas nos proporcionan fácilmente información sobre si el alumno sabe o no sabe esos hechos o datos, no hay niveles intermedios de respuesta. Para esta evaluación podemos utilizar tareas de evocación (se pide al alumno que recupere una información de su memoria sin darle indicios o pistas) o de reconocimiento (el alumno marca la respuesta correcta ante varias alternativas), que son las más sencillas. La evaluación del aprendizaje de conceptos. Evaluar la comprensión es más difícil que medir el nivel de recuerdo. Algunas tareas para la evaluación de conceptos pueden ser (Coll, 1992): definición del significado; reconocimiento de la definición; exposición temática; identificación de ejemplos, aplicación a la solución de problemas... Con referencia a la evaluación de contenidos procedimentales: su sentido es comprobar su funcionalidad, es decir, evaluar si el alumno es capaz de utilizar el procedimiento en otras situaciones. Lo que debe evaluarse respecto a los procedimientos es, fundamentalmente, un doble aprendizaje (Coll, 1992): Que se posee conocimiento suficiente referido al procedimiento, es decir, se sabe qué acciones o decisiones lo componen, en qué orden deben sucederse, bajo qué condiciones... El uso y aplicación de este conocimiento en situaciones particulares. En referencia a la evaluación de las actitudes: tendremos que tener en cuenta que las respuestas son verbales o comportamentales. Las respuestas verbales (decir) pueden ser engañosas (el alumno contesta lo que el profesor espera de él). Sería más importante evaluar las actitudes de forma indirecta a partir de comportamientos observables (sentir); opiniones, creencias... Con referencia a la evaluación de contenidos procedimentales: su sentido es comprobar su funcionalidad, es decir, evaluar si el alumno es capaz de utilizar el procedimiento en otras situaciones. Lo que debe 1.3.2. ¿Cuándo evaluar? El proceso de valuación es, como se ha dicho, un proceso continuo y global. Los datos obtenidos a lo largo del ciclo y de la etapa, deben permitir conocer el grado de desarrollo alcanzado por los alumnos en relación con los objetivos y contenidos básicos. La gran mayoría de los autores (R. Tyler, B. Bloom, G. De Landsheere, B. Maccario) agrupan los diferentes objetivos y funciones de la evaluación entres grandes categorías: La Evaluación Predictiva o Inicial (Diagnóstica). La Evaluación Formativa. La Evaluación Sumativa. 4 Los tres tipos de evaluación no son en absoluto excluyentes, sino complementarios, y cada uno posee una función específica en el proceso de enseñanza-aprendizaje. 1.3.2.1. Evaluación inicial Al comienzo de la EP los tutores de los grupos de alumnos realizarán una evaluación inicial de los mismos. Dicha evaluación incluirá los datos relativos a su escolarización en educación infantil y la historia escolar correspondiente, junto con los datos médicos o psicopedagógicos que revistan interés por la vida escolar, y quedará reflejada en el expediente académico. Dicha información deberá completarse con otros datos obtenidos por el propio tutor. Los fines o propósitos de la evaluación Diagnóstica o Inicial, son (Pérez-García, 1989): 1. Establecer el nivel real del alumno antes de iniciar una etapa del proceso enseñanza-aprendizaje dependiendo de su historia académica. 2. Detectar carencias, lagunas o errores que puedan dificultar el logro de los objetivos planteados. 3. Detectar objetivos que ya han sido dominados, a fin de evitar su repetición. 4. Diseñar las actividades remediales. 5. Dar elementos para plantear objetivamente ajustes o modificaciones en el programa. 6. Establecer metas razonables a fin de emitir juicios de valor sobre los logros escolares; y con todo ello poder adecuar el tratamiento pedagógico a las características y peculiaridades de los alumnos. 1.3.2.2. Evaluación continua o formativa Es la que se realiza durante el desarrollo del proceso de enseñanzaaprendizaje para localizar las deficiencias cuando aún se está en posibilidad de remediarlas. De forma continua el maestro utilizará las distintas situaciones educativas para analizar los progresos y dificultades de los niños, con el fin de ajustar la intervención educativa para que se estimule el proceso de aprendizaje. Lso objetivos didácticos serán el referente inmediato de la evaluación continua para su reelaboración. La Evaluación Formativa o continua no debe basarse únicamente en pruebas formales, sino que debe incluir la observación de la actividad y el análisis de tareas. Los fines o propósitos de la Evaluación Formativa o continua son: 1. Retroalimentar tanto al alumno como al docente acerca del desarrollo del proceso enseñanza-aprendizaje. 2. Distinguir lo que el alumno o grupo ha dominado. 3. Mostrar al profesor la situación del grupo en general y del alumno en particular. 4. Detectar el grado de avance en el logro de los objetivos. 1.3.2.3. Evaluación final o sumativa A lo largo del curso escolar existen determinados momentos en los que todos los profesores que imparten clase al mismo grupo de alumnos se reúnen para hacer una valoración conjunta de la marcha del grupo y de la situación particular de cada alumno con respecto a su proceso de aprendizaje. Estas reuniones son las sesiones de evaluación. Al normativa establece que, durante el curso escolar, se celebrarán al 5 menos tres sesiones de evaluación y que la última de estas sesiones tendrá el carácter de evaluación final del curso. Para ello, se pueden tomar datos de la evaluación formativa, es decir, los obtenidos durante el proceso, y añadir a éstos otros obtenidos de forma más puntual, y así determinar el grado de consolidación de los objetivos y contenidos propuestos. También se hará constar si se han tomado medidas extraordinarias. La Evaluación Final tiene como finalidad principal la calificación del alumno y la valoración del proceso educativo, del programa desarrollado, de cara a su mejora para el período académico siguiente. En este sentido, los resultados de la evaluación se expresarán en la EP en los siguientes términos: IN, SU, BI, NT, SB, considerándose calificación negativa el Insuficiente y positivas todas las demás. Entre los fines o propósitos de la Evaluación Sumativa destacan los siguientes: 1. 2. 3. 4. 5. Hacer un juicio sobre los resultados de un curso, programa… Verificar si un alumno domina una habilidad o conocimiento. Proporcionar bases objetivas para asignar una calificación. Informar acerca del nivel real en que se encuentran los alumnos. Señalar pautas para investigar acerca de la eficacia de una metodología. Por último cabe señalar que esta evaluación final está muy relacionada también en la práctica real educativa con la obligatoria comunicación a las familias. Así, después de cada sesión de evaluación, el tutor del grupo debe informar por escrito a cada alumno y a sus padres o tutores legales el aprovechamiento académico del alumno y sobre la marcha de su proceso educativo. Asimismo, al finalizar cada ciclo o curso, ha de informarles, también por escrito, sobre los resultados de la evaluación final. Esta información debe incluir, al menos, las calificaciones obtenidas en las distintas áreas o materias, la decisión acerca de la promoción al ciclo o curso siguiente, las principales conclusiones sobre lso progresos y dificultades que se hayan detectado en su aprendizaje, y las medidas educativas que se consideren más adecuadas para solucionarlas. 2. Evaluación del proceso de enseñanza No sólo debe evaluarse el proceso de aprendizaje del alumnado, sino también el proceso de enseñanza, incluyendo dentro de este apartado lo siguiente: o o o o Currículum: la validez de la programación de las actividades, de los recursos materiales y personales, de los tiempos y espacios, los criterios de evaluación aplicados... Profesorado: analizando su propia práctica docente. Centro educativo: su autonomía, participación, clima institucional, su organización, gestión... Propio sistema educativo: su referencia normativa más directa la encontramos en el Título VI de la LOE referida a la propia evaluación de todo el sistema educativo. Igualmente reseñar que la LOE, en su Título III, referido al Profesorado, y más concretamente en su Capítulo I, artículo 91, referido a las funciones del profesorado, se detalla expresamente que entre otras será un cometido del profesorado tanto la 6 evaluación del proceso de aprendizaje del alumnado, como la evaluación de los procesos de enseñanza. A su vez, más adelante, en su artículo 106, sobre evaluación de la función pública docente, se detalla que con el fin de mejorar la calidad de la enseñanza y el trabajo de los profesores, las Administraciones educativas elaborarán planes para la evaluación de la función docente. 3. CONCLUSIÓN En síntesis la evaluación se concibe en el nuevo marco de la reforma como un proceso continuo, formativo y global, que se refiere tanto al aprendizaje como a la enseñanza, y cuya función principal consiste en iluminar la toma de decisiones para la mejora del proceso de enseñanza-aprendizaje. Esta concepción de la evaluación pone en manos del maestro y de los alumnos la posibilidad de reflexionar sobre su enseñanza y su aprendizaje. Y para ello es necesario que en la práctica docente la evaluación se transforme efectivamente en un elemento cotidiano que se desarrolla en el transcurso de las actividades habituales del aula. La puesta en práctica de esta concepción de la evaluación es, sin duda, un reto para la mejora de la calidad de la enseñanza. 4. BIBLIOGRAFÍA Álvarez, J. (1985). Didáctica, currículo y evaluación. Ensayo sobre cuestiones didácticas. Barcelona: Alamex. Casanova, M. A. (1992). La evaluación, garantía de calidad para el centro educativo. Zaragoza: Edelvives. Santos, M. (1993). La evaluación, un proceso de diálogo, comprensión y mejora. Málaga: Aljibe. 5. NORMATIVA LEGAL Ley Orgánica 2/2006, de 3 de mayo, de Educación (BOE 4-5-2006) Orden ECI/2571/2007, de 4 de septiembre, de evaluación en Educación Primaria 7