FENOMENOS CLINICOS E HISTOLOGICOS ASOCIADOS A LA MAGNITUD DE LA FUERZA ORTODÓNCICA Octavio González*, Liliana Otero**, Jose Ariza***, Desirée Champsaur***, Carlos Forero***, Angélica Martínez***, Orlando Martínez***, María Victoria Martin***, Patricia Maza***, Lina Quintero***, María Irene Rodríguez***, Adolberto Torres***, Erika Simanca***, David Peña***. * Odontólogo, Magíster en genética, docente postgrado ortodoncia Pontificia Universidad Javeriana. ** Ortodoncista, Magíster en genética docente postgrado ortodoncia Pontificia Universidad Javeriana. *** Residentes de Ortodoncia, Pontificia Universidad Javeriana. INTRODUCCIÓN El movimiento dental ortodóntico es una reacción biológica de los tejidos dentoalveolares a aplicaciones intencionales de fuerzas externas. Esto significa que las terapias mecánicas ortodόnticas deben tener en cuenta las restricciones y posibilidades del sistema biológico. Hoy en día, todas estas terapias han sido usadas basándose en el empirismo clínico y no existen bases biológicas para el movimiento dental. Los tratamientos de ortodoncia buscan la mayor cantidad de movimiento dental sin causar daños irreversibles en las raíces, la pulpa, el hueso alveolar o el ligamento periodontal 1. La presente revisión bibliografiíta se realizo con el fin de analizar las fuerzas óptimas descritas desde los aspectos clínicos, histológicos y moleculares. HALLAZGOS CLÍNICOS Más de 45 años atrás, Smith y Storey 2,3 concluyeron que no es una sola fuerza sino un grupo de fuerzas o presiones que resultan de los movimientos ortodónticos. Varios estudios han tratado de modelar las reacciones del diente y de sus tejidos de soporte al ser cargado con fuerzas ortodónticas por medio de diferentes análisis como el análisis de estrés foto elástico, estudios en animales, modelos matemáticos que representan situaciones in vivo, holografía láser, y elementos finitos; aunque cada método de estudio tiene sus desventajas4. Una de las preguntas más importantes a resolver es la relación que existe entre la magnitud de fuerza por área de superficie radicular y la cantidad de movimiento dental. Esta pregunta no ha sido aún resulta. Koenig en 1989 determinó la gran variabilidad existente entre los sistemas de fuerzas resultantes (usando un modelo de simulación ) debido a los momentos generados por las características del alambre (materiales, grosor, etc.) dentro del slot del bracket, Kurol y col en 1996 realizaron un estudio en humanos midiendo las fuerzas de inclinación y rotación en premolares y determinaron que la fuerza aplicada era significativamente diferente a la considerada ideal 62.5 cn., En otro estudio Choy y col 2000, investigaron mediante un modelo finito tridimensional la magnitud de la fuerza ideal y concluyeron que esta depende del tamaño radicular y de la densidad y forma del hueso y es individual para y col cada paciente, pero Pilon 5 (1996) se formularon esta pregunta y encontraron en un modelo animal (perros Beagle) que existen otros factores diferentes a la magnitud de la fuerza (diferencias individuales de densidad ósea, metabolismo óseo, y recambio celular en el ligamento periodontal) en la cantidad de movimiento dental. Algunos autores creen que las fuerzas oclusales funcionales pueden afectar la cantidad del movimiento dental pero Terespolsky6 y col. (2002) creen que las fuerzas oclusales no afectan la cantidad del movimiento dental como respuesta a las fuerzas ortodónticas. Se cree que existen dos vectores de fuerzas (intrusivo y extrusivo) que actuan en direcciones opuestas durante la oclusión, además el movimiento masticatorio es muy corto como para afectar el movimiento. Kjellberg H. en 1995 pudo demostrar que la fuerza oclusal y masticatoria, sobre todo a nivel de molares es un factor decisivo en las fuerzas resultantes aplicadas en ortodoncia. Cuando se trata de mover los dientes, los tratamientos de ortodoncia actuales siempre tienen en cuenta los alambres ya que este es el medio por el cual se aplica la fuerza necesaria para mover los dientes con la ayuda de los bracket o las bandas. Dos tipos de fuerzas pueden ser realizadas por medio del alambre: una fuerza translacional y una fuerza torsional. La fricción entre el alambre y la ranura del bracket es el punto enemigo particularmente en el momento de realizar el cierre de espacios. Las fases tempranas del tratamiento donde se enfoca en la nivelación y el alineamiento de los dientes. Es durante esta etapa donde los alambres producen su mayor fuerza y mueven los dientes la mayor distancia. módulos elásticos cambiaban con los dobleces. Estas propiedades de los alambres súper elásticos pueden producir fuerzas más estables durante periodos más largos de tiempo en comparación con otros alambres7. En 1981, el Dr. Charles Burstone describió la elasticidad producida por varios alambres como el de acero inoxidable, Flexiloy™, beta-titanio, y níkel titanio. En estas aleaciones, los Daskalogrannakis y Mc Lachlan en 1996, reportaron que fuerzas ligeras de 70gr tenían igual o mejor efecto en la velocidad de movimiento en la retracción canina. Reitan en 1957, Trabajos recientes8 han recomendado que las fuerzas óptimas para cerrar espacios como en los casos de retracción canina para cerrar el espacio de extracción del premolar es una fuerza de 150gr con resortes cerrados de níquel titanio. Los resortes de 150gr resultaron ser más efectivos que los de 100gr. pero no más efectivos que los de 200 gr. Este trabajo confirmó otros hallazgos previamente encontrados9 donde los resortes de níquel titanio producían un cierre de espacios más consistente que los elásticos o cadenetas. Esto pudo ser corroborado con los hallazgos encontrados por Nattrass10 y col, quienes confirmaron que las fuerzas realizadas con cadenetas elásticas eran altas pero luego de las 24 horas descendían sin embargo este decenso no se observaba con los resortes de níkel titanio. La literatura al respecto reporta resultados inconsistentes en este tema. Algunos sugieren que los alambres de níquel-titanio son superiores en la magnitud y estabilidad de la fuerza liberada, en contraste otros demuestran que es igual a la producida por los de acero. Al respecto no existe un instrumento de medición ideal para valorar la magnitud de la fuerza y los efectos de esta fuerza sobre el hueso y el periodonto. Redlich (2003) sugiere que no solamente se debe considerar las fuerzas generadas por el alambre, sino también las originadas por la fricción dentro del bracket. reportó que fuerzas mayores a 100gr resultan en un retraso del movimiento dental11. Kuhlberg (2003), describe la importancia de considerar el diseño del aparato, los materiales usados y la respuesta individual biológica antes de recomendar una fuerza ideal en ortodoncia Iwasaki y col. buscaron medir el desplazamiento dental para condiciones mecánicas de individuos diferentes, estudiando jóvenes entre 12 y 16 años (2 hombres, 3 mujeres), midiendo retracción canina del día 0– 84, se colocó una fuerza compresiva de 4 KPa en un canino y 13 KPa en el otro canino observando que en el primero hubo un movimiento de 2,41 mm al día 84 y en el otro un movimiento de 3,52 mm por lo tanto, sugirieron que son mejores las fuerzas de 13 KPa (60 gr)11. Ren 12 en el 2003, realizó una revisión de literatura con el propósito de concluir cual es la magnitud de fuerza óptima para mover los dientes. El estableció la imposibilidad de determinar la magnitud ideal debido a cuatro factores: 1. Dificultad de medir los cambios celulares directamente en el ligamento de un diente sometido a fuerza ortodóncica. Las fuerzas que son aplicadas a las coronas dentales, son distribuidas sobre toda la superficie de soporte. Desde el punto de vista celular, la distribución de la tensión (fuerza por unidad de área), la distorsión del ligamento periodontal y la deformación del hueso (presión) son factores críticos de analizar debido a que la respuesta de remodelación esta directamente relacionada con los niveles de tensión y presión dentro del periodonto. 2. Los estudios fallan en controlar el tipo de movimiento. En la mayoría de los experimentos se realizan movimientos de inclinación que generan distribución tanto de presión como tensión en el ligamento periodontal. Clínicamente se observa que la corona y la raíz del diente se mueve en diferentes rangos y aun en diferentes direcciones. El centro de rotación, que es quien determina el rango del movimiento de la corona y la raíz, es difícil de determinar y varía mucho durante el movimiento. Por todo esto es difícil y hasta casi imposible reproducir un movimiento de inclinación. 3. El movimiento ortodóncico se ha dividido en cuatro fases: fase inicial, fase de reposo, fase de comienzo y fase lineal, pero no se han podido medir las magnitudes de fuerza para cada período, en cada individuo. 4. Alteraciones individuales en humanos, no permiten concluir: entre mayor fuerza mayor movimiento dental. La respuesta a la fuerza al parecer, está representada por muchos factores, que inducen el movimiento dental. En esta forma se han reportado rangos de movimiento similares con fuerzas óptimas de 150 a 200cN, y con fuerzas de 50-100cN. No se puede establecer un dato específico de la fuerza óptima necesaria para mover un diente. Se describieron cuatro modelos alternativos de relación entre la magnitud de fuerza y la rata de movimiento. El primer modelo sugiere que existe un umbral que se activa en cierto nivel de fuerza. Todas las fuerzas por encima de este umbral tendrán la misma rata de movimiento. No encontraron diferencias en movimientos de inclinación en premolares humanos con fuerzas de 50 cN y 100 cN. Es decir, en humanos un movimiento dental efectivo puede producirse con niveles bajos de fuerza, y fuerzas de gran magnitud, no necesariamente producen un movimiento más rápido. y 40 días es bien tolerado por la pulpa dental14. En el segundo modelo, está indicado también un umbral de fuerza. Con fuerzas por encima de este umbral, se asume una relación lineal dosisrespuesta. Altos niveles de fuerza son más eficientes en el movimiento dentario. El promedio de velocidad máxima de retracción canina es de 0.29 mm/semana cuando la magnitud de la fuerza es de 272 cN, aunque la magnitud de la fuerza no es el factor decisivo para la tasa de movimiento dental. Cualquier fuerza dentro de un rango de 104 a 454 cN podría inducir la respuesta biológica necesaria en los tejidos periodontales, para que se produzca el movimiento dental final. El aumento en la frecuencia de reactivación del aparato lleva a una disminución en la tasa de movimiento. También el tipo de aparato tiene un efecto sobre la velocidad13. En el tercer modelo, se propone que fuerzas por encima de cierto umbral son necesarias para inducir movimiento. Una relación dosis – respuesta existe en un bajo rango de fuerzas hasta cierto nivel. Cuando se alcanza dicho nivel, y se aumenta la fuerza aplicada se produce una disminución en la rata de movimiento y, en ocasiones, cesa completamente. Este fenómeno puede estar relacionado con la inducción de hialinización en el ligamento periodontal. Sin embargo no han sido publicados estudios que apoyen esta idea. Desde un punto de vista biológico, es factible que fuerzas muy altas disminuyan la diferenciación de células y causen hialinización tisular. Ambos procesos dificultan el movimiento dental y afectan la interacción célula-matriz. Se concluye que el último modelo fue el más apoyado por datos experimentales y clínicos, pero su razonamiento puede verse empañado por la falta de datos experimentales disponibles en el uso de fuerzas gran magnitud. La fuerza ideal para retraer canino en el maxilar es de 100 a 200 gr13. Datos histológicos revelan que las fuerzas extrusivas, aplicadas por 1040 días utilizando un aparato fijo seccional con una fuerza inicial de 75 gr. no causa cambios patológicos en el tejido pulpar. Además una fuerza extrusiva de 4.5oz con elásticos por 10 Anne14 y col (1989), sugirieron que existe una gran variación en la reacción del periodonto en pacientes jóvenes y adultos en términos de población celular y vascularizaciόn del periodonto. Esto da como resultado en un periodonto adulto en una fase de hialinizaciόn, que causa un aumento en el tiempo de tratamiento. Fuerzas menores de 100 gr. producen movimientos dentales pequeños en el alvéolo, fuerzas de 100 – 1500gr, producen movilidad dental gracias a la deformación del alvéolo, a los 500 gr. de fuerza se observa deformación elástica de hueso alveolar. Tabla 1. Conversiones de medidas de fuerza 1 onza = 28.3 gramos 1 onza = .98066 centiNewton (cN) = 28.3 gramos 1 centi-Newton (cN) = 0.01 newton 1 Newton = 0.225 onzas de fuerza. 1 onza de fuerza = 4.448 Newton 1 onza de fuerza por pulgada = 0.113 metro de Newton 1 metro de Newton = 8.851 onza de fuerza por pulgada Tabla 2. Cantidad de aplicación de las fuerzas Ligeras: de menos de 25gr. Para intruir incisivos si se hace más fuerte se produce isquemia y necrosis Medias: entre 25-50gr. Para extruir incisivos. Intensas: entre 50-75 gr. translación (gresión) y rotación. Para Muy intensas: > 75 gr. Para distalizar molares. Dirección de aplicación de fuerzas Inclinación: fuerzas ligeras y continuas. Translación: fuerzas intensas. Llevar los dientes de adelante a detrás sin rotación. Rotación: fuerzas disipantes. Movimientos del diente alrededor de su eje largo. Intrusión: fuerzas muy ligeras. Movimientos del diente en el alveolo. Extrusión: fuerzas ligeras o medias. Movimientos fuera del alveolo. Torque: fuerzas intensas. Movimientos de la raíz sin movimiento de la corona. HALLAZGOS HISTOLÓGICOS Lew Kenneth 15 y colaboradores en el año 1989, realizaron un estudio para determinar los efectos de la extrusión dentaria sobre el volumen de los microvasos, áreas endoteliales y fenestraciones en el ligamento en la zona apical del molar. En este estudio se aplicó por, medio de un aparato ortodóntico, una fuerza de 1 N sobre el primer molar superior de 30 ratas durante 30 minutos. Se observó aumento del volumen vascular de los capilares, de la superficie endotelial, incremento de las fenestraciones en el endotelio y en el ligamento periodontal diámetro de los vasos sanguíneos, concluyendo que pocos minutos de aplicación de fuerzas pueden producir efectos visibles microscópicamente en los tejidos vasculares apicales. Wehrbein y col (1995)16 realizaron un estudio sobre el cadáver de una mujer, quien estuvo bajo tratamiento ortodóncico durante 19 meses antes de su deceso. Esta oportunidad, única en la historia de la ortodoncia, se aprovechó para realizar un estudio sobre la respuesta histológica humana al tratamiento ortodóncico. Se hizo un estudio retrospectivo con la historia clínica de la paciente para conocer el tipo de tratamiento y los movimientos a los que habían sido sometidos los dientes escogidos para estudiar. Se efectuaron cortes histológicos de los siguientes dientes: primer premolar superior derecho (PM1 R); primer molar superior derecho (M1 R), segundo molar superior derecho (M2 R), primer premolar superior izquierdo (PM1 L), primer molar superior izquierdo (M2 L) y segundo molar superior izquierdo (M2 L). En el PM1 R se realizó un movimiento mesial de 5 mm, con una rotación de 0º y movimiento de traslación, observándose daños de los tejidos duros y en el 1/3 cervical se observó perforación ósea hacia el lado vestibular. Sobre el M1 R se efectuó un movimiento mesial de 4 - 5mm, con una rotación de 0º y se produjo un movimiento de traslación; se observó resorción marcada en el lado de presión de la raíz mesovestibular, una perforación ósea por palatino del 1/3 coronal de la misma raíz y discontinuidad del hueso alveolar por palatino y en el 1/3 medio vestibular. Al M2 R se le realizó un movimiento mesial de 4mm con rotación de 5º produciéndose un tipping no controlado, se hallaron zonas extensas de reabsorción y reparación, con mayor intensidad en la raíz mesovestibular, sin embargo no se observó gran daño de los tejidos duros. En el PM1 L se produjo un movimiento mesial de 2mm con una rotación de 43º haciendo un movimiento de inclinación no controlado e intrusión de 1 – 2mm; sobre este se observó reabsorción más intensa en la porción disto-palatina de la raíz (lado de presión) y se observó aposición de nuevo cemento en la parte distovestibular de la raíz (lado de tensión) y en el primer tercio de la raíz; se observó la presencia de osteoblastos en la porción central de la raíz. Sobre el M1 L se efectuó un movimiento mesial de 5mm, una rotación de 8º, produciendo un tipo de movimiento de traslación. Se observó reabsorción pronunciada con escasa reparación, la cual se extiende hasta la dentina, se puede ver como las raíces meso y distovestibular penetran la cortical ósea y algunas áreas de fenestración. Al M2 L se le realizó un movimiento mesial de 4mm con una rotación de 0º produciéndose un movimiento de traslación, observándose extensas áreas de reabsorción en el área mesovestibular y además procesos de reabsorción y reparación en las raíces. Se observa la raíz meso-vestibular penetrando en la cortical del seno maxilar, también existe la presencia de osteoclastos y no se ven células inflamatorias en la mucosa del seno. A pesar que en este estudio no se especifica la cantidad de fuerza que se aplica sobre los dientes, es muy valioso porque permite conocer las reacciones histológicas que se producen con el tratamiento de ortodoncia. En 199617, Long A. y colaboradores en un estudio realizado en 10 gatos investigaron la degeneración de las fibras nerviosas en el ligamento periodontal, lo que se relaciona con zonas de hialinización y reabsorción ósea. Después de 12 semanas de aplicar fuerzas ortodónticas de 2N de magnitud, los mecano-receptores muestran reducción en la sensibilidad; probablemente como resultado de la desorganización de la matriz colágena e injurias a las terminaciones nerviosas. Se observó reducción del número de axones de las fibras mielínicas, especialmente en las zonas mesial y distal. Tanto al tercer día como en la semana 12 no se observan cambios significativos en el ligamento periodontal; la longitud radicular se encontró disminuida en 0.5 mm después de aplicar fuerzas ortodóncicas. A los 3 días de aplicar fuerzas se encuentran áreas de hialinización, asociadas a las zonas de compresión, polimorfonucleares, se evidencia reabsorción radicular, zonas irregulares de hueso alveolar, remodelación de hueso alveolar y de cemento. King G. y colaboradores,18 en el año 1997, estudiaron cambios en el hueso alveolar y movimiento ortodóntico en ratas después de remover la aparatología ortodóntica; en donde se estudiaron 144 ratas Sprague-Dawley a los que se le aplicó una fuerza de 40 gr. durante 16 días para mover mesialmente el primer molar superior. Los molares tratados se movieron distalmente mas rápido que el grupo control (3.5 vs 5.0 µm por día). Además el mismo grupo se observaron osteoclastos en el lado mesial y osteoblastos en distal. Se concluyó que la remodelación ósea continúa durante varios días después de remover la aparatología ortodóntica. Katzhendler y colaboradores19 en un estudio realizado en ratas en 1999, encontraron áreas hemorrágicas extensas, vasos sanguíneos dispersos, extravasación sanguínea excepto en apical, fibras colágenas desorganizadas, áreas de edema, tejido cicatrizal y zonas de hialinización, después de aplicar fuerzas intrusivas con una magnitud de 20,58 +/- 1.88gr. Faltin (2001)20, realizó un estudio por medio de microsopio electrónico de transmisión, para observar la ultraestructura del cemento y del ligamento periodontal humano posterior a la aplicación de fuerzas intrusivas continuas. Se tomaron 12 premolares de 6 pacientes, que estaban indicados para exodoncia, dividiéndose en 3 grupos: 2 dientes para el grupo control, al que no se la aplicó fuerza, 5 dientes a los que se les aplicó 50cN de fuerza y 5 dientes a los que se les aplicó 100cN, durante 4 semanas. Las mayores alteraciones se encontraron en la región apical, en el citoplasma se observó desarreglo de organelos y fragmentación celular. Se encontraron polimorfonucleares y áreas hialinizadas, además de extravasación de eritrocitos, así como también cementoblastos activos, lo que sugería la reparación del cemento y fibroblastos en degeneración. A pesar que los cambios celulares eran similares en ambos grupos experimentales, los hallazgos en el grupo de 100cN fue mucho más intensa y en este grupo los daños fueron irreparables, mientras que en el grupo de 50cN los daños eran aún reversibles, por lo que en este estudio se concluye que la fuerza ideal en ortodoncia es de 50cN. Konno y col (2001)21 en un estudio realizado en 144 ratas, evaluaron la fuerza intermitente en el tratamiento ortodóntico mediante la aplicación de 40 gr. de fuerza durante 1 hora por 14 días, a través de la cementación bilateral de un dispositivo lingual, en los primeros molares superiores. El estudio arrojó que las fuerzas intermitentes y continuas incrementaron el número de osteoclastos para los días 3, 5 y 7; mientras que las fuerzas continuas incrementaban la superficie osteoclástica para los días 3 y 14. Contrario a lo que ocurrió con el grupo continuo (donde se mantuvo elevado), el número de osteoclastos en el grupo intermitente descendió en el día 14. Los osteoclastos cubrieron significativamente más el área en la superficie mesial en el grupo de fuerzas continuas que en los otros dos grupos (continuas y control) para los días 3 y 14. Se concluyó que la fuerza ortodóncica aplicada durante una hora de las 24 horas del día, estimula los osteoclastos en sitios de compresión pero no estimula movimiento ortodóncico o reabsorción radicular. Terespolsky M. y En el 2002 colaboradores22 estudiaron el efecto de las fuerzas oclusales funcionales en el movimiento dental ortodóncico, en 27 ratas. Ellos demostraron que al aplicar fuerzas linguo-intrusivas de 19 +/ 1.6gr, se presenta: reabsorción de esmalte y dentina, daños al ameloblasto y odontoblasto, lesiones necróticas en el ligamento periodontal, muerte celular, edema, infiltrado inflamatorio, hemorragia, después de 2 semanas de aplicar las fuerzas ortodónticas. Al relacionar las fuerzas ortodónticas con las oclusales, estas últimas permiten mantener el espacio del ligamento periodontal, por el contrario al estar en hipofunción se dan desórdenes en la síntesis y degradación de colágeno; asociado con ensanchamiento del ligamento periodontal, mineralización ósea, aumento de formación ósea en la cresta alveolar y reabsorción ósea. Kohnon 23 en el 2002, en un estudio realizado en 40 ratones, a los que se aplicaron fuerzas continuas de 1.2, 3.6, 6.5, y 10gr, por medio de un alambre de NiTi, durante 4 semanas; encontraron disminución en el diámetro del ligamento periodontal, al aplicar 1.2 - 3.6gr, durante 7 y 14 días. se encontraba disminuido, había ausencia de tejido hialinizado, presencia de células multinucleadas (sugestivas de osteoclastos) sobre la superficie ósea y se observaba reabsorción del tejido mineralizado; En este mismo período, al aplicar 6.5 gr. se encontró una limitada zona de hialinización y reabsorción ósea en las zonas circundantes del hueso y del ligamento periodontal; a los 7 días con 10gr. se encontró colapso del ligamento periodontal (la raíz toca la superficie ósea), zonas de hialinización, y de reabsorción ósea; a los 14 días con 10gr. de fuerza se encontraron hallazgos similares que a los 7 días, pero con zonas de reabsorción radicular, y grandes lagunas en el cemento. Böhl M. y colaboradores 24 en el 2004, en un estudio en 15 perros Beagles, a los cuáles se les aplicó una fuerza constante de 25cN durante 7 y 14 días, encontraron que en el primer día las fibras del ligamento periodontal se encontraban elongadas en las zonas de tensión y comprimidas en la zona de presión y la actividad osteoblástica y osteoclástica estaba aumentada en ambas zonas. Entre el día 4 y 20, se observaron pequeñas zonas de hialinización (células con núcleos picnóticos), distorsión y desorganización de fibras del ligamento periodontal y mayor actividad osteoblástica en las Zonas de tensión. De 40 a 80 días se observaron superficies óseas irregulares en el lado de presión, zonas extensas de hialización (denominadas parches por su apariencia histológica) de 50 µm 450 µm. En la investigación se concluye que existen diferencias interindividuales entre los especímenes de la muestra, que la rata clínica del movimiento dental es directamente proporcional a la reabsorción osteoclástica, que a mayor zonas de hialinización en el ligamento periodontal más lento es el movimiento dental y finalmente se cuestionan si la hialinización focal depende de la fuerza o del estrés producido. TABLA RESUMEN Muestra Tiempo de observación Fecha Autores Niveles de fuerza 1952 Smith y Storey 1957 Reitan - - 100 gr. 1967 Andresen y Johnson 16 pacientes 12 semanas 200 gr vs 400 gr 1969 Hixon y col. 8 pacientes 8 semanas 1970 Hixon y col. 6 pacientes 8 semanas 1974 Boester y Johnston 10 pacientes 10 semanas 300 gr vs 0 a 1500 gr 300 gr vs 0 a 1000 gr 55 gr, 140 gr, 225 gr, 310. 1980 Andreasen y Zwanziger 14 pacientes 10 semanas 1996 Daskalogrann akis - 4 semanas 1998 Tanna y col. - - 100 gr a 1500 gr 2000 Iwasaki y col. 5 pacientes 12 semanas 18 a 60 cN 2004 Ren y col. Modelo matemáti co - 100 a 500 cN HALLAZGOS CLINICOS 8 4 a 10 175-300 pacientes semanas gr. 100 gr a 150 gr vs 400 a 500 gr. 60 gr (13 KPa) – 70 gr Resultados Mayor desplazamiento de los caninos en comparación con los molares con ambas fuerzas. Fuerzas mayores a 100 gr producen un retraso en el movimiento Niveles altos de fuerza producen 2.5 mas de desplazamiento dental que las fuerzas ligeras. Mayores fuerzas producen mayor desplazamiento hasta 300 gr. Mayores fuerzas producen mayor desplazamiento. 55 gr de fuerza producen menos desplazamiento dental que fuerzas mayores. Fuerzas mayores de 140 gr no aumentaban el desplazamiento. Fuerzas mayores producen mayores desplazamiento molar Retracción canina se produce a 1.22 mm/mes., fuerzas ligeras de 70 gr son mejores para retracción canina. 100 gr de fuerza producen movimientos menores el alveolo, fuerzas mayores a 500 gr produce deformación elástica del LP 18 cN producen un movimiento dental efectivo Fuerza ideal para el movimiento es de 104 a 454 cN 1989 Lew Kenneth y col HALLAZGOS HISTOLÓGICOS Modelo 30 1N animal minutos 30 ratas Pocos minutos de aplicación de fuerzas pueden producir efectos visibles microscópicamente en los tejidos vasculares apicales A pesar que en este estudio no se especifica la cantidad de fuerza que se aplica sobre los dientes, es muy valioso porque permite conocer las reacciones histológicas que se producen con el tratamiento de ortodoncia. 1995 WEHRBEIN H, et al 1 humano 19 meses (retrospec tivo) - 1996 Long A. y col Modelo animal 12 semanas 2N A los 3 días de aplicar fuerzas se encuentra áreas de hialinización, asociadas a zonas de compresión, PMN, se evidencia reabsorción radicular, zonas irregulares de hueso alveolar, remodelación de hueso alveolar y de cemento. 10 gatos 1997 King G. y col 144 ratas 16 días 40 gr. Se concluyó que la remodelación ósea contínua durante varios días despues de remover la aparatología ortodóntica. 1999 Katzhendler y col Modelo animal 2 semanas de aplicación y 27 semanas de reparació n 4 semanas 20,58 +/1.88 gr Áreas hemorrágicas extensas, vasos sanguíneos dispersos, extravasación sanguínea excepto en apical, fibras colágenas desorganizadas, áreas de edema, tejido cicatrizal y zonas de hialinización La fuerza ideal en ortodoncia es de 50 cN. 10 ratas hembras 2001 Faltin 12 premolares Grupo 1: 100 cN Grupo 2: 2001 Konno T. y col 144 ratas 1 hora 50 cN 40 gr. durante 14 días La fuerza ortodóntica aplicada durante una hora de las 24 horas del día, estimula los osteoclastos en sitios de compresión pero no estimula movimiento ortodóntico o reabsorción radicular. 2002 Terespolsky M. y col 27 ratas - 19 +/ 1.6 gr, Las fuerzas oclusales, estas mantienen el espacio del ligamento periodontal, por el contrario al estar en hipofunción se dan desórdenes en la síntesis y degradación de colágeno; asociado con ensanchamiento del ligamento periodontal, mineralización ósea, aumento de formación ósea en la cresta alveolar y reabsorción ósea. 2002 Kohnon 40 ratones 7 a 14 días 1.2, 3.6, 6.5, y 10 gr. 2004 Bohl M. y col 15 perros Beagle 1-80 días 25cN A mayor cantidad de fuerza mayores cambios en el ligamento periodontal Se concluye que existen diferencias interindividuales entre los especimenes de las muestra, que la rata clínica del movimiento dental es directamente proporcional a la reabsorción osteoclástica, que a mayor zonas de hialinización en el ligamento periodontal mas lento es el movimiento dental y finalmente se cuestionan si la hialinización focal depende de la fuerza o del estrés producido. 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