MINISTERIO DE SALUD SERVICIO DE SALUD VALPARAISO - SAN ANTONIO DEPTO. PROG. SOBRE EL AMBIENTE CC.JCG/ING.ABG MANTENCIÓN DE FOSAS SÉPTICAS Una mantención adecuada de las fosas sépticas es la mejor prevención para asegurar una normal operación del sistema y para evitar costosa y muchas veces difícil reposición del pozo absorbente o de los lechos de infiltración. Una fosa séptica para una vivienda privada requiere limpieza por lo menos cada dos años. En todo caso es recomendable efectuar una inspección una vez al año. Cuando el espesor del fango depositado sobre el fondo de la fosa séptica se aproxima a los 2/3 de la distancia entre el radier y la boca del tubo de salida o entre aquél y la parte inferior del tabique deflector, la fosa necesita limpieza. Un listón largo con un trozo de tabla de más o menos 2"x4" clavado en un extremo, y envuelto dicho listón en una longitud de unos 0.50 m desde la punta que se sumerge en el líquido permite medir el espesor del fango y de la costra. El aspecto de las partículas que contiene el efluente que pasa por la cámara distribuidora de drenes es también un buen indicador del estado de rendimiento de la fosa. Una limpieza oportuna evita que los sólidos pases en exceso al sistema de infiltración y lo obstruyan. Las fosas deben ser limpiadas por empresas registradas en los Servicios de Salud o por los equipos de ESVAL. Debe comprobarse periódicamente que los estanques de los camiones limpia fosas no tengan filtraciones y que el vaciado se haga en forma sanitaria en los lugares autorizados por este Servicio de Salud o por ESVAL en cámaras designadas para este objeto. Los pozos o zanjas en que pudieran verter su contenido estos vehículos, deben estar a no menos de 70 metros aguas abajo de cualquier noria para extraer agua y ser cubiertos, cada vez, con una capa de tierra apisonada de no menos de un metro de espesor. En ningún caso debe rasparse el interior de una fosa séptica que ha sido vaciada. El material que queda adherido a sus paredes y fondo hace las veces de siembra bacteriana y de ayuda para recuperar la actividad biológica de la fosa. El hipoclorito de sodio usado en lavanderías inhibe la acción bacteriana, debiendo por lo tanto conectar el desagüe de ésta dependencia o establecimiento con la cámara final de distribución de los drenes o con el pozo absorbente sin pasar por la fosa séptica. Los detergentes y desinfectantes que se usan en los hogares en forma normal no tienen efecto negativo sobre la flora bacteriana anaeróbica que efectúa la descomposición de la materia orgánica. En cambio la sal o salmuera que se agrega a una fosa en servicio tiende a producir impermeabilizaciones en el material absorbente. No plantar arbustos ni árboles junto al campo de drenes, porque sus raíces penetran por las junturas de los tubos o por sus perforaciones, obstruyendo el sistema. Uno de los objetivos de diseño más importantes de los sistemas de tratamiento individual es el tratamiento efectivo del agua residual, de modo que no provoque condiciones nocivas ni tenga impacto alguno sobre los usos beneficiosos de las aguas subterráneas de la zona. Los principales constituyentes a considerar son la DBO5, los sólidos suspendidos, el nitrógeno, el fósforo, las bacterias y los virus. La mantención de las cámaras interceptoras de grasas y aceites es similar a las fosas sépticas, con la diferencia de que el período de limpieza es mucho más breve, debido a la colmatación a que están expuestas, no excediendo un tiempo mayor a dos meses. FILTROS Resumen de problemas comúnmente encontrados en la filtración del agua residual y medidas para su control: a) Aumento de la turbiedad: Se registran niveles inaceptables de turbiedad en el efluente del filtro, aunque no se haya alcanzado la pérdida de carga final. Para controlar el aumento de los niveles de turbiedad del efluente, se suelen añadir productos químicos y polímeros antes de la entrada al filtro. El punto de adición del producto químico o polímero debe determinarse mediante ensayos. b) Formación de bolas de fango: Las bolas de fango están constituídas por aglomeraciones de flóculos biológicos, suciedad, y el propio medio o medios filtrantes. Si no se eliminan irán aumentando de tamaño hasta formar grandes masas que a menudo se sumergen en el lecho filtrante reduciendo la efectividad de las operaciones de filtrado y de lavado. La formación de bolas de fango puede controlarse por procesos auxiliares de lavado, tales como el uso de aire o el lavado superficial en dirección de la corriente, con/o seguidos por, lavado solamente con agua. c) Acumulación de grasas emulsionadas: La acumulación de grasa emulsionada en el interior del lecho filtrante aumenta la pérdida de carga y reduce, por tanto, la duración del ciclo. Tanto el empleo de aire como los sistemas de lavado superficial con agua ayudan a controlar el problema. En casos extremos puede ser necesario instalar un sistema un sistema específico de lavado o lavar el filtro con vapor. d) Desarrollo de grietas y contracción del lecho filtrante: Si el lecho filtrante no se lava correctamente, los granos del medio llegan a cubrirse de una película. Al comprimirse el filtro se desarrollan grietas especialmente en las zonas laterales. Finalmente, incluso pueden formarse bolas de fango. Este problema puede controlarse mediante un adecuado lavado a contracorriente y arrastre con aire. e) Pérdida del medio o medios filtrantes (mecánica): Con el tiempo, parte del medio o medios filtrantes puede perderse durante el lavado a contracorriente y a través del sistema del fondo del filtro (cuando se haya deteriorado el soporte de grava o el fondo del filtro esté incorrectamente instalado). La pérdida mecánica del medio filtrante puede minimizarse por medio del emplazamiento adecuado de las canaletas para el agua de lavado y de los sistemas del fondo del filtro. La utilización de deflectores especiales ha dado resultados satisfactorios. f) Pérdida del medio o medios filtrantes (funcionamiento): Dependiendo de las características de los flóculos biológicos, es posible que se peguen a ellos granos del medio filtrante formando agregados lo suficientemente ligeros para poder ser arrastrados durante el lavado. Este problema puede minimizarse mediante la adición de aire auxiliar y/o un sistema de agitación con agua. g) Amontonamiento de grava: Pueden producirse amontonamientos de la grava cuando las diversas capas del soporte de la grava se vean alteradas por la aplicación de caudales excesivos durante la operación del lavado a contracorriente. Para superar este problema puede utilizarse un soporte de grava con una capa adicional de 50-70 mm de material de alta densidad tal como ilmenita o granate. INSTRUCCIONES ACERCA DEL ASEO Y DE LA DESINFECCIÓN DE LOS ESTANQUES DE ALMACENAMIENTO DE AGUA POTABLE 1.- El aseo y la desinfección de los estanques de agua potable se hará por lo menos con una frecuencia de una vez al año, salvo que circunstancias especiales recomienden limpiezas más frecuentes. 2.- El método a seguir es el siguiente: 2.1.- Abrir la llave principal de desagüe o en su defecto abrir las llaves de las líneas de distribución hasta que se produzca el vaciamiento total del estanque. 2.2.- Se hará, luego, raspado o escobillado de los muros interiores y del fondo, cuidando al sacar las materias adheridas, de no deteriorar dichas paredes y fondo. 2.3.- Se extraerán todas las sustancias extrañas acumuladas durante la limpieza y se harán los enjuagues necesarios para evacuar toda suciedad, cuidando especialmente de emplear para este efecto el ducto de desagüe del estanque y no las tuberías de distribución. 2.4.- Una vez lavado el interior del estanque, se cerrarán las llaves de desagüe y se procederá a su desinfección con cloro en solución con una concentración de 20 mg de cloro por litro de solución y habiendo copado la capacidad del estanque con agua. Esta solución desinfectante puede prepararse utilizando hipoclorito de sodio comercial en las cantidades que se indican a continuación, de acuerdo a la concentración del mismo: Hipoclorito de Sodio Comercial Cantidad a usar por m3de agua (%) (ml) 1 2000 5 400 10 200 15 134 20 100 2.5.- Luego de agregada la cantidad adecuada de solución de cloro, se dejará por lo menos una hora la solución en reposo con el fin de permitir actuar al compuesto desinfectante. 2.6.- Luego se abrirán las llaves una a una a fin de desinfectar también la red de distribución, hasta el vaciado completo del estanque. 2.7.- Se procederá finalmente al nuevo llenado de los estanques con agua ya apta para el consumo. 3.- Complementariamente, es cuidado en el cierre sanitario, estado de las tapas o cierres dependerá de la calidad del extraños, roedores, aves, etc. necesario tener un especial y frecuente la adecuada mantención y supervisión del de los estanques, ya que su hermeticidad agua, evitándose el ingreso de cuerpos CONTROL DE DESECHOS INDUSTRIALES LÍQUIDOS Los desechos industriales son los materiales sobrantes en estado sólido, líquido o gaseoso que se producen en los lugares de trabajo. Su composición y cantidad varía según el tipo de industria y los procesos utilizados. Los desechos que se producen en la industria son responsabilidad del empresario, quien debe disponer de ellos lo más rápidamente posible, sin ocasionar problemas de salud a la población, al sistema de alcantarillado, a las instalaciones y a los procesos de plantas de tratamiento de aguas, ni contaminar las fuentes de éstas Los materiales sólidos no pueden descargarse en el sistema de alcantarillado; deben eliminarse del desecho líquido antes de su disposición final. Ejemplos: desechos de metales, escorias, aserrín, cenizas y restos alimenticios. Los desechos gaseosos constituídos por por gases o polvos, y que generalmente se dispersan en la atmósfera sin tratamiento, causan contaminación del aire. En cualquier proceso industrial se presentan productos finales a pesar de lo bien diseñadas y eficientes que sean las operaciones. Estos desechos industriales, así como los producidos por la actividad vital del personal de la fábrica, deben tratarse y disponer de ellos adecuadamente para que las sustancias químicas tóxicas y los organismos contenidos no presenten riesgos para la salud del personal del establecimiento, la población de los alrededores, la vida vegetal o animal, el suelo y el agua de la zona. Los desechos líquidos pueden ser descargados en el sistema de alcantarillado si su volumen es pequeño o han sido sometidos a un tratamiento adecuado. Las aguas industriales de desecho pueden contener materia mineral suspendida, coloidal y disuelta; sólidos orgánicos; ser excesivamente ácidas o alcalinas; con concentraciones altas y bajas de colorantes; materiales inertes; agentes tóxicos y bacterias patógenas. Al verter los desechos industriales líquidos en un curso de agua pueden provocar en éste alteraciones físicas, químicas y biológicas en el agua, consecuencias que se reducirán si los desechos líquidos crudos se someten a un tratamiento de depuración previo.