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SOL
SERÍA EL ECO
Sería el eco que regresa de nuevo
La duda constante
El camino zigzagueado
Para qué me presumes
Tus intenciones
Palabras por medios eléctricos
Ausencias
Necesidad de hoy
El físico
El cuántico
La naturaleza que presumes
Para qué descontrolar las pausas
Tierra infinita
Te leo lejano
Impreso
Estático
Me confundes y trotas dentro de mí
Para qué
Para cuándo
Necesito
Saber
Necesito la fuerza
Te veo de lejos
Te respiro a millones de frases
Me despido
Con la esperanza
Que pases algún día y me resuelvas la duda
Ariana Escudero
(ArquiTECtura)
ALAMAR
¿Qué te pasó? ¡Tus bracitos!
Los cruzas y no hablas,
volteas y miras a todos lados.
Te ves sola ¿Acaso estás sola?
Qué tiene tu voz, ¿Por qué no la trajiste?
Tríptico Azul (Tercera Serie) No. 9
Publicación del Taller de Literatura del
Instituto Tecnológico de Tijuana
¿Por qué las fuentes se te rompieron?
¿Por qué me haces preguntas?
¿Acaso? No, jamás pasaría.
Eres niña de hielo y cuando no de vapor.
Chamarrita y pasitos.
Lo ves, no pasa nada,
un abrazo fuerte
aunque se marchen los pasos.
¿Verdad que te quedó bien el apretón?
No lloras lo sé, aún miras a todos lados
y te ocultas detrás de alguien.
Sigues sin decir palabra, así que las diré por ti.
Que te va bien el nombre,
que lo abrevias para hacerlo vivo,
para dar luz y alegrarte. Por eso eres sol.
Pero se bien que te va mejor completo.
Yo por mi parte te guardaré el secreto.
Y no diré que tu nombre es soledad.
Sereno
(ArquiTECtura)
ALAMAR, Tríptico Azul (Tercera Serie) Desde 1998. Publicación del Taller
de Literatura del Instituto Tecnológico de Tijuana. Editores: José Jesús Cueva
Pelayo, Enrique Comer B. e Isaac Sereno. Con el apoyo de la Oficina Editorial.
Se aceptan colaboraciones. Sesiones de trabajo los viernes de 12 a 16 hrs. en
la biblioteca de la Unidad Tomás Aquino. Visita en http://poe.matikai.com y
http://alamar.matikai.com las versiones en PDF. Los trabajos y comentarios
pueden entregarse en la Oficina Editorial de nuestro Instituto en Av.
Tecnológico s/n Fracc. Tomás Aquino, Tijuana B. C. México, o enviar a las
direcciones electrónicas: sereno@matikai.com, alamar@matikai.com.
v6 n9
Noviembre 2005
En galería.Poema acomodado en Microsoft Word.
Isaac Sereno, estudiante de Arquitectura.
“Yo no sé si Dios existe, pero si existe, sé que no le va a
molestar mi duda”.
—Mario Benedetti
UN VIAJE
Allá por los caminos de asfalto, en uno de los
camiones de paso, venía con mis hijos y mis sobrinos, los traía
pa’cá para Tijuana, mi hermano nos esperaba en la central, le
enviaron un dinero de negocios y pues tuve que cargar con
toda mi gente y la de él, porque se vino antes debido a otras
cuestiones.
No supe cuánto dinero era, pero que fueron varias
pacas sí, las acomodé entre el equipaje y entre las ropas de los
chiquillos, ¿y para qué tanto dinero mami?, me preguntaban
con la ingenuidad infantil tan bonita que tienen mis sobrinos y
mis niños, -es para papi-, les decía sin malicia para que no se
asustaran, -pero nadie lo tiene que saber ¿de acuerdo?,
escóndanlo bien…
que me había acomodado entre los pantalones y cuando
terminé de poner todo en la mesa me fui con mis niños.
Desvalijaron a todos los pasajeros, pero sin duda yo fui la
más amolada, mis lágrimas de cocodrilo hicieron que se
largaran los chicos malos y nos dejaran volver al camión.
¡¿Es todo?! -gritaron con cara de asombro.
Sí. ¿Ya de dónde voy a sacar más?
Y mientras abrazaba a mis tesoritos uno de ellos dijo
-¿y no les vas a dar éste?- abriéndose la chamarrita y dejando
en descubierto una paca, la cual abrigué rápidamente y le dije
que no al tiempo que tapaba su boca.
¡Shh! Nadie se quite la chamarra. ¿Entendido? Estos
señores son malos, nomás quédense calladitos que si no, me los
echan ‘pal barranco.
Si tía, si mami -dijeron todos medio asustados todavía.
Al llegar a nuestro destino fui inmediatamente a
quejarme de esto con el oficial que resguardaba la salida y yo
estaba aún lloriqueando por los cuantos miles que me habían
quitado, a lo que la gente chismosa respondió humildemente
dándome sus limosnas porque traía conmigo cinco niños y
pues sin dinero para comer, estas personas lindas (y
metiches) me cooperaron suficiente para una buena taquiza
como para cinco adultos. Y cuando le di las gracias en voz
alta a una ancianita que me ofrecía un billete de cinco dólares
en pulso tembloroso, me dice mi sobrinito mostrando el
puño de dinero con las dos manos:
¿Estos no alcanzan tía?
En una de las paradas que hizo el camión se subieron
unos sujetos extraños y nos bajaron en plena rumorosa a todos
los viajantes. Eran asaltantes.
Nelia Gómez Acosta
(CBTis 116 participante del
Taller de Literatura)
¡Bájese señora!, -me dijeron en tono ofensivo- ¡y a
todos sus chamacos también! -Bajaron el equipaje y cuando
encontraron mis maletas vieron el dinero oculto entre los
trapos:
IRONÍA
¡¿De quién es esta maleta?!
Le soy fiel a la soledad,
No quise responder pero mi niña la menor dijo
rápidamente -es de mi mami- , pues lo tuve que aceptar, y
empezaron a revisar si traía más dinero conmigo.
soy testigo de mis caricias y besos suspendidos,
frases frías y largas noches,
de desnudar mi corazón frente al espejo inerte.
Ya señor, por favor, déjeme algo siquiera para
comprar comida cuando lleguemos, traigo cinco niños mire ya
van a llorar…
Vanidad sólida dispersa
entre mis poros,
de cegarme de arrogancia y vestirme
de irónica melancolía sólo para darme cuenta
que estoy sola todavía.
Pues cállelos doña, porque si andan llorando, con la
bala que les meta y los tire al barranco ya ni dinero para comer
va a ocupar…
Y yo pues les hice señas con las manos para que
dejaran de llorar mientras me sacaba por voluntad los fardos
Bus. Dibujo a pluma por Isaac Sereno (ArquiTECtura)
Verónica Lara Pedraza
(ArquiTECtura)
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