Diario de Mallorca La Almudaina DOMINGO, 3 DE MARZO DE 2013 MEDIO AMBIENTE Lluís Amengual lluisamengual@gmail.com - Twitter: @lluisamengual Entrevista Antoni Bennasar Figueras PROFESOR TITULAR E INVESTIGADOR DEL GRUP DE RECERCA DE MICROBIOLOGIA, DEL DEPARTAMENTO DE BIOLOGÍA DE LA UNIVERSITAT DE LES ILLES BALEARS “La gran mayoría de microorganismos realizan funciones beneficiosas para los humanos” —¿La microbiología entiende de crisis? —La microbiología como actividad que se dedica al estudio e investigación de los microorganismos y los microbiólogos sufrimos la crisis; los microorganismos, no. Es más, como nos demuestra la historia, los microorganismos proliferan en tiempos de crisis económicas y otras situaciones que nos fuerzan a bajar la guardia, poniendo en peligro aspectos elementales de nuestra vida cotidiana como son la seguridad alimentaria y la prevención de enfermedades microbianas, por citar algunos ejemplos. —¿En qué se centran las investigaciones del Laboratorio de Microbiología de la Universitat de les Illes Balears? —Además de seguir con estudios relativos al funcionamiento de las bacterias del medio ambiente y sentar las bases para la identificación de las especies del género de bacterias Pseudomonas, llevamos tres años metidos en la genómica microbiana. Cabe recordar aquí que después de anunciar en marzo del la secuenciación del primer genoma de la UIB, actualmente hemos publicado hasta un total de cuatro genomas y estamos en vías de acabar tres más. Entre estos últimos se encuentra el genoma de Pseudomonas balearica, una especie bacteriana capaz de degradar componentes del petróleo descrita por el grupo y que después de su aislamiento en a partir de muestras de agua de depuradora y sedimento marino procedente de Balears, también ha sido encontrada en el Mar del Norte y en el Océano Pacífico. —¿De qué sirve descifrar el genona? —Descifrar el genoma de un microorganismo es clave para encontrar nuevas aplicaciones en el campo de la biotecnología. Los genomas obtenidos por nuestro grupo se seleccionaron por su interés ambiental y biotecnológico, dado su papel en procesos de desnitrificación biológica y degradación de contaminantes orgánicos. La exploración comparativa de sus genomas nos está permitiendo identificar aspectos desconocidos sobre su biología. Particularmente interesantes son aquellos que hacen referencia a su funcionalidad con respecto a cada uno de los ambientes específicos de procedencia. —¿Cuáles son los retos? —El reto inicial en este proyecto consiste en reunir, catalogar y analizar la información de los genomas de una manera sólida y útil para dar respuesta a cuestiones relativas a cómo varían los genomas de las micobacterias en función del contexto ambiental y de la etapa de evolución del microrganismo. Es indudable el interés inherente del proyecto por delimitar los riesgos que puedan presuponer para la salud la presencia en el ambiente de cepas del género Mycobacterium, tanto desde el punto de vista de la ciencia básica como de sus implicaciones clínicas. El estudio comparativo entre los genomas de las micobacterias ambientales con los de las micobacterias patógenas, constituirá el marco metodológico del proyecto para ayudar a esclarecer las incertidumbres ecológicas y clínicas que plantean las infecciones oportunistas por micobacterias ambientales, la presencia de células o estados de viable pero no cultivable, el carácter de célula persistente, la formación de biopelículas, su tolerancia a múltiples antibióticos o la presencia de sistemas toxinaantitoxina. —¿De qué forma puede la microbiología Antoni Bennasar (a la izquierda) con su colega Jordi Lalucat, en el laboratorio de la UIB. MANU MIELNIEZUK ayudar a remediar espacios degradados como los suelos contaminados? —En ambientes contaminados, la microbiología puede ayudar en la medida en que en la naturaleza existen microorganismos que son capaces de vivir a costa de esos contaminantes. Aunque sólo nos acordamos de su existencia cuando provocan alguna enfermedad (microorganismos patógenos), la realidad es que los microorganismos están en todas partes y la gran mayoría realizan funciones beneficiosas o neutras para los humanos. Un inmenso mundo invisible de actividades que ayudaron a crear la biosfera y que continúan dando soporte a la vida sobre la tierra. Por ello, los microorganismos tienen el potencial para ayudarnos a resolver algunos de los problemas relacionados con la recuperación de recursos naturales y el control de la contaminación en sus diferentes tarjetas de presentación. El descubrimiento de las extraordinarias capacidades de las bacterias ya comenzó a interesar a la industria en las últimas décadas del siglo XX y, en la actualidad, la búsqueda de microorganismos especialistas en la degradación de compuestos químicos tóxicos, y otros residuos peligrosos, sigue siendo una de las áreas con mayor potencial de la biotecnología microbiana. —¿Qué tipo de compuestos son los más difíciles de degradar? —Entre los contaminantes más preocupantes, por su dificultad en su eliminación, po- siblemente están los denominados compuestos xenobióticos. Se trata de compuestos sintéticos con una estructura química que suele diferir considerablemente de la que presentan compuestos orgánicos ya existentes en la naturaleza. En consecuencia, suelen resistirse a la biodegradación, característica que técnicamente se conoce como recalcitrancia del compuesto. La lista es larga e incluye compuestos utilizados como combustibles, refrigerantes, disolventes, plásticos, detergentes, plaguicidas, etc. Por otra parte, el problema de los hidrocarburos del petróleo suele derivar de su uso a gran escala y de los vertidos accidentales. No obstante, al ser compuestos naturales suele existir el “antídoto” en forma de microorganismo o grupos de microorganismos (consorcios) capaces de, con el tiempo suficiente, descontaminar el ambiente afectado. No hay que olvidar los compuestos inorgánicos y un buen ejemplo de contaminación ambiental son los nitratos –sales muy solubles- en acuíferos y aguas superficiales. Sin ir más lejos, en algunas zonas de Balears es común observar cómo en sus acuíferos subterráneos están incrementados los niveles de nitratos, habitualmente como consecuencia de prácticas de ganadería y agricultura intensiva. La desnitrificación biológica mediante microorganismos es un proceso natural de eliminación de los nitratos de especial interés en el campo de la biotecnología ambiental, principalmente en aspectos como la eliminación de los nitratos en aguas potables, residuales o acuíferos. —¿Cómo actúan estos microorganismos en el proceso de descontaminación? —Un aspecto importante sobre el que hay que hacer hincapié es saber el papel que en cada momento los microorganismos juegan en un determinado proceso de descontaminación ambiental. Los microorganismos a veces modifican algunos contaminantes, haciéndolos más tóxicos o movilizándolos, como ocurre con los metales pesados (mercurio, estaño) y en consecuencia provocando efectos no deseados en el ambiente. Por ello, y con la finalidad de prevenir o controlar posibles daños colaterales, es importante la comprensión de estos fenómenos, tarea no precisamente fácil si tenemos en cuenta la complejidad derivada de las múltiples variables físicas, químicas y biológicas –microorganismos incluidos– que intervienen. Finalmente, me gustaría mencionar una idea interesante de utilización de los microorganismos en el control de la contaminación y que implica el uso de las denominadas ultramicrobacterias. Las ultramicrobacterias son formas celulares de pequeño tamaño (aproximadamente , micrómetros de diámetro) y que se encuentran en un estado fisiológico aletargado o durmiente. Las ultramicrobacterias se pueden generar en el laboratorio, simplemente sometiendo células normales a condiciones nutricionales limitantes (para Diario de Mallorca La Almudaina DOMINGO, 3 DE MARZO DE 2013 EL APUNTE La salinización de los ríos Los dos investigadores, observando una muestra, en su lugar de trabajo habitual. MANU MIELNIEZUK entendernos, se les hace pasar hambre) y una vez han sido liberadas y alcanzado el lugar en el ambiente, resucitarlas. Estas estrategias son útiles para producir biobarreras en procesos de biorremediación in situ que previenen el avance de contaminantes hacia acuíferos. En estos casos los contaminantes servirán de alimento a las ultramicrobacterias. En el momento en que las bacterias vuelvan a su estado normal, desarrollarán extensas biopelículas que llenarán los espacios vacíos de la matriz sólida del suelo; obstruyendo el avance del contaminante a la vez que contribuirán a su eliminación. —¿Y con las mareas negras? —La respuesta inmediata frente a un vertido de petróleo implica la aplicación de métodos de contención físicos y tratamientos químicos, así como lavados con materiales absorbentes y con agua a alta presión o la limpieza física de las superficies contaminadas. Después quedan aún cantidades importantes sin eliminar por dichos tratamientos. Es entonces cuando se da paso a los procesos biológicos naturales de eliminación (biodegradación). La intervención de las tecnologías para acelerar el proceso recordemos que se denomina biorremediación o saneamiento biológico. La biorremediación basada en la utilización de microorganismos para eliminar contaminantes del ambiente es, quizás, el método menos espectacular a corto plazo, pero es sin duda el más efectivo a largo plazo en el sentido de la eliminación completa de los restos del vertido. —¿Cómo se desarrolla el proceso? —Si conocemos cómo funcionan las bacterias biorremediadoras autóctonas, los microbiólogos podemos favorecer su crecimiento y acelerar la limpieza del medio ambiente de forma natural. Uno de los factores que limita el proceso de biorremediación es la biodisponibilidad del sustrato, acceso del microorganismo al contaminante. Para facilitarlo se suelen utilizar dispersantes, muchos de los cuales son también de origen microbiano. Además, hay que contar con la capacidad propia de algunas bacterias de producir tensoactivos. Con ello se consigue disminuir el tamaño de las gotas de la emulsión formada y facilitar el transporte del sustrato al interior celular, así como de otros nutrientes. Pues he aquí otro factor limitante: el petróleo prácticamente no contiene nitrógeno ni fósforo y se considera que éstos, junto con el hierro, son los nutrientes limitantes en la degradación del petróleo, por ser sus niveles también bajos en el agua de mar. Estos nutrientes pueden añadirse en un proceso de Viroterapia “Los virus ya fueron probados como agentes contra el cáncer en la década de ” fertilización y estimular así el metabolismo de las bacterias biorremediadoras. —¿Por qué se están empezando a utilizar virus para luchar contra el cáncer? —Las terapias basadas en la utilización de virus en la lucha contra el cáncer –virus oncolíticos– se conocen como viroterapia y efectivamente son objeto de intensa investigación actualmente. De todas formas, la viroterapia no es un concepto nuevo y los virus ya fueron probados como agentes contra el cáncer en la década de . Así, son varios los casos publicados a lo largo de la historia en los que se puede apreciar la peculiar tendencia de los pacientes con cáncer a presentar breves recesos en el curso de su enfermedad cuando padecían una infección viral. En otros ejemplos se describen casos donde mujeres con cáncer de cuello uterino se recuperaban temporalmente cuando se les administraba la vacuna contra la rabia. No obstante, las investigaciones en este campo se abandonaron pronto debido a la falta de eficacia y a problemas de toxicidad. En nuestros días, con la ayuda de los últimos avances en ingeniería genética y una mejor comprensión de la biología del tumor, están siendo manipulados una amplia gama de virus y evaluados en varios tipos de cánceres. La modificación genética de los virus oncolíticos va encaminada a mejorar su especificidad tumoral, es decir, selección de las células cancerosas como objetivo, con la consiguiente replicación y destrucción preferente de las mismas, dejando intactas las células normales. Las investigaciones para asegurar la seguridad y la eficacia de la viroterapia transcurren en paralelo. —¿Porqué virus? —Los virus oncolíticos poseen un tropismo o atracción inherente hacia las células tumorales o se han diseñado de tal manera que se replican y destruyen selectivamente en las células cancerosas. Además, y a diferencia de la quimioterapia que puede disminuir su eficacia con el tiempo; el uso de virus oncolíticos proporciona una continua amplificación de la dosis de partida: al multiplicarse provocando la lisis de las células tumorales y pos- terior liberación de nuevos agentes virales que infectarán a otras células adyacentes de la masa tumoral. Son varios los virus oncolíticos -tales como adenovirus, herpes, vacuna, sarampión, reovirus, virus de la enfermedad de Newcastle, virus Coxsackie o incluso los parvovirus- que han entrado en la fase de ensayos clínicos. Los resultados obtenidos han demostrado ser prometedores en cuanto a su eficacia –principalmente cuando se administran en combinación con fármacos quimioterapéuticos– y seguridad; además con pocos efectos secundarios o colaterales. —¿Y qué hay de las bacterias? —Los investigadores implicados en la lucha contra el cáncer están encontrando en las bacterias una vez más un poderoso aliado. Si volvemos a tirar de hemeroteca, en la literatura científica veremos que la idea no es nueva; y el papel de las bacterias como agentes contra el cáncer fue reconocido hace ya más de cien años. Posiblemente, el informe del médico estadounidense William Coley a finales del siglo XIX, donde describe cómo uno de sus pacientes que sufría de cáncer de cuello comenzó a recuperarse después de una infección con erisipela, sea el primer caso bien documentado del uso de bacterias y sus toxinas para tratar cánceres en fase terminal. Además, Coley desarrolló una vacuna compuesta por bacterias muertas de dos especies, Streptococcus pyogenes y Serratia marcescens, para simular una infección con la fiebre que le acompaña pero sin el riesgo de una infección real. Al parecer esta vacuna se utilizó con éxito para tratar sarcomas, carcinomas, linfomas, melanomas y mielomas. —Haga una recomendación para los tiempos que corren —En el mundo de la investigación al igual que en otros ámbitos de nuestras vidas hay que tener varios proyectos en marcha. La previsión en su justa medida, no obsesiva, va en este sentido. No es bueno dejarlo todo en manos de la improvisación y, aunque la capacidad de improvisar sea en muchas situaciones una virtud, no hay que abusar de ella. En este sentido creo que es muy apropiada la cita del que fuera primer ministro y estadista británico Sir Winston Churchill: “Me voy a preparar la improvisación de mañana”, o lo que es lo mismo, planificar la improvisación. A todo ello añadiría la necesidad de aprender a priorizar. Se dice que uno de los principales defectos de un mal estudiante, un mal directivo o un mal profesor es la improvisación por falta de preparación, originada a su vez por no saber priorizar. La salinización de los ríos es un problema global en países de todo el mundo y genera un gran coste medioambiental y económico, además de suponer un riesgo elevado para la salud global. El cambio climático y el consumo creciente de agua podrían agravar todavía más el panorama futuro, según se desprende de un artículo de revisión publicado en la revista Environmental Pollution por un equipo internacional liderado por los profesores del Departamento de Ecología de la Universitat de Barcelona, Narcís Prat y Miguel Cañedo-Argüelles. El origen de la salinidad en los ríos puede ser natural, debido a la geología del terreno o a la climatología, o bien antropogénico, es decir, generada por vertidos domésticos e industriales, por la actividad minera o por residuos agrícolas y ganaderos, entre otros. En ecosistemas fluviales de todo el mundo, el exceso de sal en los ríos a causa de la actividad humana es un factor que condiciona la supervivencia de organismos y comunidades, la biodiversidad y el equilibrio ecológico de todo el ecosistema, y genera también efectos de carácter económico y problemas de salud pública. Según explica Miguel Cañedo-Argüelles, primer autor del estudio, “este artículo quiere dar una visión integradora y hacer hincapié en la gravedad de los efectos ecológicos, económicos y de salud global que provoca la salinización secundaria”. El experto remarca que se trata de un proceso global: “Se da en muchas regiones del mundo, a pesar de que todavía hay un gran desconocimiento sobre esta problemática”. El ejemplo más extremo de salinización se encuentra en algunos ríos de Australia. “Sin embargo, en este caso sí que se han realizado estudios de ámbito local para diagnosticar de manera clara el problema; en consecuencia, en algunos ríos todos los agentes que hacen uso de sus recursos naturales (agricultores, industriales, etc.) han cooperado para buscar soluciones”. En el continente europeo, el proceso de salinización de ríos por la acción de las personas se está agravando desde hace años. “En España también es un problema”, señala el catedrático Narcís Prat, director del Grupo de Investigación Freshwater Ecology and Management (FEM) de la Universitat de Barcelona. “En la depresión del Ebro, debido a las características del suelo y del tipo de agricultura que se practica, existen ríos todavía más salados que algunos de Australia —explica—, pero aquí las prioridades en la gestión de los recursos hídricos tienen poco en cuenta la conservación de los sistemas fluviales y esta cuestión no se corrige”. Según Prat, este tema todavía es más grave en la región de Murcia: “Allí riegan mucho y hay poca agua, y los ríos son salinos por el efecto del exceso de explotación del agua”. EFE Presa del río Ebro.