GUÍA PRÁCTICA DE PRIMEROS AUXILIOS EN ADULTOS 25_ está consciente, intentando obtener la mayor cantidad de información posible por si dejara de estarlo. Se anotarán, y posteriormente se trasmitirán a los servicios sanitarios, los siguientes datos: • Nombre y apellidos. • Edad real o aproximada. • Características especiales: si es un niño, mujer embarazada, personas con traqueotomías, invalido, etc. • Constantes vitales (pulso y respiración). • Alergias a algún medicamento. • Localización del dolor. • Hormigueos, descargas eléctricas, entorpecimiento de las piernas... • Si existe hemorragia la cantidad aproximada y el origen de la misma. • Si se está realizando la reanimación cardio-pulmonar, tiempo desde la parada y tiempo que se lleva realizando la maniobra. • Si existe intoxicación por fármacos o productos tóxicos, cuándo y qué cantidad, y si hubo vómitos. • Actuaciones de primeros auxilios realizadas y respuesta del paciente a ellas. • Enfermedades que padezca o haya padecido. • Si lleva algún informe médico encima o medicación que toma habitualmente (anticoagulantes, insulina, etc.). II. PRIMEROS AUXILIOS EMERGENTES 2.1. OBSTRUCCIÓN DE LA VIA AEREA POR UN OBJETO. MANIOBRA DE HEIMLICH Cuando un objeto obstruye la permeabilidad de la vía aérea, compromete la vida. En la reanimación cardiopulmonar veremos la forma de abrir las vías en el caso de una víctima supuestamente inconsciente, donde será la propia lengua del accidentado la que impedirá la entrada de aire. En este caso, va a ser un objeto el que va a entorpecer el paso del aire hacia los pulmones, pudiendo la víctima estar consciente o no. Antes de continuar, recordemos por un momento la anatomía de las vías respiratorias. Éstas se dividen en dos partes: vías respiratorias altas y bajas. La boca, nariz, faringe y laringe constituyen las vías respiratorias altas. Traquea, bronquios y bronquiolos las vías bajas. Habitualmente las obstrucciones se localizan en las vías altas, con lo que la obstrucción es total. Una vez que el objeto pasa de la traquea, la obstrucción es parcial pues el objeto suele alojarse en el bronquio derecho, permitiendo la ventilación del izquierdo. La obstrucción de la vía aérea por un cuerpo extraño suele ir acompañada por el estado de consciencia de la víctima y la ingestión accidental de un cuerpo, bien comida u otros objetos, causa de la asfixia. Si estamos presentes observaremos cómo la víctima lleva sus manos al cuello, signo universal de atragantamiento y asfixia. Si no estuviéramos presentes en el preciso momento del atragantamiento, la observación del lugar puede darnos una pista de vital importancia. ¿Qué hacer entonces? NIÑOS CON MÁS DE 4 AÑOS Y ADULTOS En un niño grande o en un adulto, realizaremos la Maniobra de Heimlich para estas edades (Figura 2). Esta maniobra pretende desalojar cualquier obstáculo de las vías aéreas mediante un brusco aumento de presión intratorácica. La maniobra de Heimlich tiene diversas modalidades, según esté la víctima de pie o acostada. 28 M. F. VIZCAYA, M. A. FUENTES, J. M. DOMÍNGUEZ, M. LILLO Y S. SORIANO Persona de pie o sentada Persona tumbada Figura 2. Maniobra de Heimlich en niños mayores de cuatro años y adultos • Si la víctima está de pie: el auxiliador se colocará detrás de ella, colocando los brazos por debajo de los de la víctima. Seguidamente cerrará la mano alrededor del dedo pulgar en forma de puño, lo colocará horizontalmente con el dorso de la mano hacia arriba y el pulgar justo por debajo del esternón. La otra mano la colocará sobre el otro extremo del puño. En esta posición tirará bruscamente hacia él comprimiendo el abdomen en sentido ascendente varias veces seguidas. • Si la víctima está sentada: el auxiliador se colocará detrás de ella con las rodillas flexionadas para estar a la altura más correcta, y procederá como en el caso anterior. • Si la víctima está en el suelo: el auxiliador lo estira boca arriba, colocándose a horcajadas sobre sus muslos, con la palma de la mano encima del ombligo y la otra mano sobre la primera. De esta forma comprimirá hacia abajo en dirección ascendente bruscamente varias veces. El auxiliador ha de colocar la cabeza de la víctima ladeada para facilitar la salida de objetos. GUÍA PRÁCTICA DE PRIMEROS AUXILIOS EN ADULTOS 29 En todos los casos las maniobras pueden repetirse varias veces seguidas y acompañándose de la búsqueda y retirada de objetos de la boca. Si todo esto no fuera suficiente o la víctima permaneciera inconsciente o tomara una coloración violeta, practicaríamos varias insuflaciones con la intención de alojar el posible objeto en las vías bajas, permitiendo una ventilación parcial. Si tras extraer el cuerpo extraño no respirara practicaríamos la R.C.P. (que estudiaremos en el punto 3 de este capítulo). 2.2. SEMIAHOGADOS El semiahogamiento o asfixia por inmersión, se produce porque un medio líquido obstruye o desencadena la obstrucción del paso del aire al interior de las vías aéreas. Existen dos tipos de ahogamiento: • Ahogamiento seco: Se produce un laringoespasmo (contracción y cierre de la laringe) por lo que el agua no llega al interior del árbol bronquial y la muerte se produce por ausencia de ventilación e hipoxia; también se denomina ahogamiento blanco, por el aspecto pálido de la víctima. • Ahogamiento húmedo: Hay aspiración de líquido a los pulmones tras la fase inicial de laringoespasmo, por estímulos de la hipoxia (baja concentración de oxígeno en la sangre) y la hipercapnia (aumento de la concentración de dióxido de carbono en la sangre) en el centro respiratorio de la inspiración; se denomina ahogamiento azul y representa el auténtico cuadro de asfixia por inmersión. Inicialmente, tras la inmersión total en el agua, la víctima presa del pánico inhibe su respiración mientras lucha y se agita violentamente. La agitación poco a poco desaparece mientras pequeñas cantidades de aire salen de los pulmones y de la misma forma grandes cantidades de líquido son tragadas y aspiradas. Los vómitos están frecuentemente asociados en relación a la ingestión de gran cantidad de líquido. Finalmente desaparecen todos los reflejos de la vía aérea y el agua penetra pasivamente en la tráquea, sucumbiendo y produciéndose la parada cardiaca. En todos los semiahogados se produce, en mayor o menor intensidad, un cierto grado de hipotermia, que en cierta forma protege al cerebro de la hipoxia; esto es importante, ya que no se debe abandonar la reanimación de un ahogado basándose en su frialdad. En ocasiones, el traumatismo suele ser el acontecimiento principal que precipita la inmersión; a menudo coexisten lesiones cervicales y torácicas, que no son advertidas y conducen a consecuencias desastrosas. 30 M. F. VIZCAYA, M. A. FUENTES, J. M. DOMÍNGUEZ, M. LILLO Y S. SURIANO La actuación ante una persona semiahogada será: 1. Sacar del agua si se está preparado para ello. Auxiliadores no entrenados pueden morir intentando sacar a otra persona, al no poder con su peso, o al ser sumergidas por el accidentado en su desesperación por agarrarse a algo. Lo mejor es intentar arrojarles una cuerda o un salvavidas. 2. Permeabilizar la vía aérea como se indica en el capítulo de la Reanimación Cardio-Pulmonar. Es primordial la adecuada limpieza de la vía aérea antes de proceder a la ventilación y el manejo del paciente como si existiera lesión de la columna cervical ante la sospecha de algún daño por inmersión, como suele ocurrir en piscinas o acantilados al chocar contra el suelo. 3. Iniciar ventilación/oxigenación como se indica en el apartado de la Reanimación Cardio-Pulmonar. Recordar que los vómitos pueden tener lugar en más del 50% de los semiahogados durante la resucitación. 4. Si la víctima se encuentra en Parada Cardio-Respiratoria habrá que iniciar las maniobras de Reanimación Cardio-Pulmonar. 5. Cuidar la hipotermia cubriendo al accidentado con ropas secas. El tiempo convencional de límite de resucitación (30 minutos aproximadamente) debe ser ignorado hasta que la temperatura central supere los 30°C. En niños los límites con respecto a la resucitación todavía son más prolongados. Las víctimas de ahogamiento que presentan hipotermia severa deben ser sometidos a una rápida y continuada reanimación hasta que se logre actividad cardiaca. Las maniobras para drenar el líquido de los pulmones son ineficaces y potencialmente peligrosas; deberán ser abandonadas debido a que pueden provocar el vómito o la aspiración. 2.3. REANIMACIÓN CARDIOPULMONAR BÁSICA (RCP) La Reanimación Cardio-Pulmonar (RCP) es el conjunto de maniobras encaminadas a revertir una Parada Cardio-Respiratoria (PCR), evitando que se produzca la muerte por lesión irreversible de los órganos vitales. El daño cerebral es factible cuando se detiene la circulación durante más de 4-6 minutos. El objetivo de la RCP es obtener una oxigenación y un flujo sanguíneo suficiente para evitar la muerte cerebral. Se define la Parada Cardio-Respiratoria como la interrupción brusca, "inesperada" y potencialmente reversible de la respiración y de la circulación espontáneas. GUÍA PRÁCTICA DE PRIMEROS AUXILIOS EN ADULTOS 31_ Una parada cardio-pulmonar puede estar producida, o bien por una parada cardiaca, o bien por una pulmonar. • Parada cardiaca. La parada cardiaca es el cese repentino de los latidos cardiacos. Ésta puede estar ocasionada por un fallo primario del corazón, originado en el mismo, o por un fallo secundario, originado en otro/s órgano/s o sistema/s y que afecta al corazón como un órgano más. • Parada respiratoria (apnea). Varios son los accidentes que pueden provocar una parada respiratoria: asfixia, ahogamiento, intoxicación por medicamentos, monóxido de carbono, golpe de calor y shock eléctrico. Más específicamente, las causas de asfixia pueden ser: 1. Insuficiencia de oxígeno en el ambiente por humo, gases tóxicos, etc. 2. Obstrucción de las vías aéreas por: - Cuerpos extraños. - Lengua retraída hacia la laringe. - Edema de las vías respiratorias. - Laringoespasmo. - Aspiración de contenido gástrico por vómito. 3. Secreciones en las vías aéreas en los casos de semiahogamiento o edema pulmonar. 4. Interferencia con la respiración por traumatismo torácico o depresión del centro respiratorio mediante fármacos o drogas. 5. Interferencia con la circulación en casos de: - Shock eléctrico. - Infarto de miocardio. - Envenenamiento por monóxido de carbono. Para determinar la existencia de una Parada Cardio-Pulmonar diferenciaremos la parada cardiaca de la pulmonar. DIAGNÓSTICO DE UNA PARADA CARDIACA • Pérdida brusca de la consciencia. • Ausencia de pulsos en las grandes arterias (carótida, femoral, humeral, etc.). Son signos adicionales: • La presencia de apnea (ausencia de respiración) o patrón respiratorio ineficaz. • Cianosis (coloración azulada de la piel, sobre todo en labios y zonas distales). • Frialdad en las extremidades • Dilatación pupilar. 32 M. F. VIZCAYA, M. A. FUENTES, J. M. DOMÍNGUEZ, M. LILLO Y S. SURIANO DIAGNÓSTICO DE UNA PARADA RESPIRATORIA POR CAUSA MECÁNICA a) Completa: - Ausencia de paso de aire. No se oye flujo. Dificultad para insuflar aire. Incapacidad para toser. Escasa o nula expansión torácica. Tiraje supraclavicular, que es el hundimiento al inspirar de la piel que hay entre los hombros y el cuello, e intercostal, que es el hundimiento al inspirar de la piel que hay entre las costillas. b) Parcial: - Ausencia de ruidos respiratorios y/o presencia de ruidos respiratorios extraños: • Ronquido (hipofaringe). • Estridor (laringe). • Sibilancia (bronquial). • Gorgoteo (cuerpo extraño). - Si existe, capacidad para toser. Independientemente de la causa que origine la Parada Cardio-Respiratoria deben de iniciarse de inmediato las maniobras de RCP, con el fin de intentar revertiría y/o mantener la oxigenación cerebral hasta la llegada de los servicios de emergencia. Las posibilidades de recuperación van a depender, entre otras cosas, del tiempo transcurrido entre la parada y el inicio de la RCP. La RCP es un eslabón de la Cadena de la Vida, la cual engloba la secuencia de acciones que tienen que llevarse a cabo, lo más rápidamente posible, ante la sospecha de una PCR. Esta cadena está compuesta por cuatro eslabones, que son: Primer eslabón: Alerta Inmediata. Está simbolizado por un teléfono como expresión de todos los elementos que lo componen: - Necesidad de valorar los signos vitales. - Alertar a los servicios de emergencias a través del 112, número de teléfono de emergencias común en toda la Comunidad Europea. Segundo eslabón: RCP Básica. Inicio inmediato, antes de 4 minutos, tras la PCR para que mediante la sustitución parcial de la circulación, ventilación y oxigenación de los tejidos se pueda esperar la llegada de los servicios de emergencia sin que se produzca la muerte. GUÍA PRÁCTICA DE PRIMEROS AUXILIOS EN ADULTOS 33^ Tercer eslabón: RCP Avanzada. Desfibrilación precoz, antes de los 810 minutos e inicio de la administración de fármacos y ventilación mecánica. Cuarto Eslabón: Servicios de Cuidados Intensivos. Es el último eslabón, en el cual se estabiliza al accidentado en el hospital y se actúa sobre las causas que desencadenaron esa situación. LA RCP BÁSICA Como comentamos en el Capítulo I, el ABCDE de la evaluación de un accidentado y la actuación de emergencia reside siempre en los puntos que recogimos en la tabla 3 (pág. 23). Sobre estos puntos vamos a explicar la RCP. Cuando una persona sufre una PCR lo primero que va a ocurrir es que va a perder la conciencia, por lo que iniciaremos la diferenciación de esta situación con otras, evaluando inicialmente este hecho. Disability Evaluar inicialmente el Nivel de Consciencia (D), preguntándole al accidentado si nos escucha, o pellizcándole en el cuello o pecho. Deberemos estar atentos a cualquier respuesta, tanto verbal como a cualquier gesto, movimiento, por mínimo que sea, signo de dolor al pellizco, etc. Si no responde, habrá que pedir ayuda inmediatamente y seguir con el proceso de evaluación-actuación. Airway Mantenimiento de la permeabilidad de la vía aérea. a) Colocación de la cabeza. Si la persona está inconsciente, es probable que la lengua obstruya la vía aérea impidiendo el paso de aire o que exista algún objeto extraño que lo impida. Inicialmente procederemos a la apertura de la vía aérea mediante la maniobra de hiperextensión frente-mentón. Para ello, el auxiliador, situado a un lado de la víctima traccionará con una mano del mentón, manteniendo firmemente con la otra mano la frente, lo que producirá la extensión de la cabeza y el desplazamiento de la mandíbula hacia arriba y adelante. En caso de sospecha de lesión cervical se debe utilizar la triple maniobra. 34 M. F. VIZCAYA, M. A. FUENTES, J. M. DOMÍNGUEZ, M. LILLO Y S. SORIANO b) Limpieza de la boca (Figura 3). La limpieza de la boca se ha de realizar manualmente con el dedo en gancho, buscando posibles objetos causa de obstrucción (chicles, caramelos). Así mismo se retirará la dentadura postiza si existiera. Limpiaremos además, las secreciones existentes en la boca (vómitos) con la ayuda de gasas, pañuelos, etcétera. Figura 3. Limpieza de la boca Si tras la realización de estas actividades no se hubiera obtenido una vía aérea permeable, es decir, que permita el paso libre de aire, se ha de sospechar la presencia de uno o más objetos en las vías respiratorias. Para solucionarlo se realizará la maniobra de Heimlich (ver el apartado 1 de este capítulo). Si no se consiguió con esta maniobra una respiración espontánea, se ha de pasar al siguiente punto. Breathing Respiración artificial. La respiración artificial tiene por objeto hacer llegar aire hasta los pulmones del accidentado que se encuentra en PCR. Tres son las técnicas de respiración artificial, de las cuales sólo la primera se considerará en situaciones de primeros auxilios: boca a boca, mediante el uso de un ambú y mediante ventilación mecánica. Se considera que la respiración boca a boca es idónea para la actuación de primeros auxilios por: • Conseguir un aporte de aire de alrededor de 1000 ce en cada insuflación. • Permitir apreciar en todo momento la distensión del tórax del accidentado, lo que nos indica que la inspiración es adecuada o, en su caso, la existencia de obstáculos a la entrada de aire en los pulmones. Para realizar la respiración boca a boca o boca a nariz, el accidentado debe estar tendido sobre su espalda (decúbito supino). Hiperextender el GUÍA PRÁCTICA DE PRIMEROS AUXILIOS EN ADULTOS 35 cuello colocando, a ser posible, bajo los hombros una chaqueta o toalla. El auxiliador, arrodillado a la derecha de la víctima, cierra las fosas nasales (la boca en el caso de la técnica boca a nariz) con el pulgar y el índice de su mano izquierda; con estos mismos dedos de su mano derecha le sujeta la mandíbula, tirando de ella hacia arriba, mientras el codo del brazo derecho descansa suavemente sobre el pecho del accidentado (Figura 4). Figura 4. Colocación de la cabeza y cierre de las vías aéreas para la respiración boca a boca En esta posición el socorrista inspira profundamente, sella con su boca la del accidentado y le insufla el aire durante 1,5-2 segundos (Figura 5). A continuación, retira su boca para permitir el vaciamiento de los pulmones (Figura 6). La cantidad de aire que se insufla no ha de ser mayor a 1000 ce, ya que existe el riesgo de que el aire llegue a estómago, se provoque el vómito, y la sustancia gástrica llegue a vías respiratorias. Si existiera agua en los mismos, la cabeza de la víctima habría de estar lateralizada para facilitar la salida de la misma. Figura 5. Insuflación del aire 36 M. F. VIZCAYA, M. A. FUENTES, J. M. DOMÍNGUEZ, M. LILLO Y S. SURIANO Figura 6. Comprobación del vaciamiento de los pulmones En cada insuflación se comprobará que la ventilación es adecuada por: • La elevación y descenso sucesivos de la pared del tórax (de 2 a 3 cm). • Al oír y sentir cómo sale el aire al exhalarlo la víctima pasivamente. • Al sentir el auxiliador en sus propias vías aéreas la resistencia de los pulmones de la víctima al expandirse. Este movimiento completo debe repetirse con una frecuencia de 16 a 20 veces por minuto, es decir, al mismo ritmo de la respiración normal del socorrista. Si el inicio de este proceso no fuera acompañado de una rápida recuperación de la respiración espontánea, se habrá de valorar la posibilidad de una parada cardiaca. De confirmarse ésta, se pasaría al punto siguiente. Debe de evitarse la realización de la ventilación artificial con excesiva cantidad de aire o con excesiva rapidez y frecuencia de insuflación, ya que estas maniobras pueden provocar la desviación del aire administrado hacia el esófago y el estómago, haciéndolo inútil para la ventilación y favoreciendo la posibilidad de un vómito brusco, seguido del paso del contenido digestivo a las vías respiratorias (broncoaspiración). En caso de vómito se debe poner de lado la cabeza del accidentado, presionar con delicadeza sobre el estómago y limpiar los restos con un pañuelo y el "dedo en gancho" y continuar con la RCP. Circulation Masaje cardiaco. El masaje cardiaco debe aplicarse siempre que se observe la falta de pulso y del latido cardiaco. Para evaluar la ausencia de latidos cardiacos actuaremos como indicamos en el Capítulo I: localizando la arteria caro- GUÍA PRÁCTICA DE PRIMEROS AUXILIOS EN ADULTOS 37 tida en el cuello, situada a dos dedos por debajo, y de forma lateral a la "nuez de Adán". El masaje cardiaco se basa en la posibilidad de comprimir el corazón contra la columna vertebral, ejerciendo presión sobre el tercio inferior del esternón, forzando de esta manera la salida de la sangre que contiene en su interior, y llenándose a continuación. Esta maniobra realizada de forma repetitiva semeja una contracción cardiaca (Figura 7). Figura 7. Masaje cardiaco Técnica Una vez comprobada la ausencia de pulso y de latido cardiaco se tumbará al accidentado boca arriba, sobre un plano duro. El socorrista, arrodillado a la derecha del accidentado (si es diestro), localizará la punta del esternón con la mano izquierda. Localizando a continuación con la mano derecha la zona donde se ejercerá la compresión, dos dedos por encima de la punta del esternón. 38 M. F. VIZCAYA, M. A. FUENTES, J. M. DOMÍNGUEZ, M. LILLO Y S. SORIANO Por encima de los dos dedos colocará el talón de la mano derecha. Colocando a continuación el talón de la otra mano sobre la primera y entrecruzando los dedos; las palmas de las manos no deben tocar el pecho de la víctima, y los codos estarán rígidos, sin doblar. Para lograr esta situación el reanimador deberá estar en una posición adecuada. Si el accidentado se encuentra en una cama y no se disponen de taburetes, se arrodillará en el borde de la cama. En esta postura el socorrista deja caer el peso de su propio cuerpo comprimiendo el esternón de 4 a 5 cm. Haciendo fuerza sólo y exclusivamente sobre el talón de la mano. Manteniendo las manos en su sitio, retirar la compresión para permitir que el corazón se vuelva a llenar. Las compresiones se realizarán de forma rítmica, contando "y uno, y dos, y tres, y cuatro", siendo el tiempo de compresión y descompresión 1:1. Se continuará hasta que aparezca pulso o lleguen medios humanos y materiales que permitan realizar la RCP Avanzada. Para realizar al mismo tiempo la respiración artificial y el masaje cardiaco se realizarán: 1. Con un solo reanimador Ciclos de 15 compresiones, dos ventilaciones, hasta un total de cuatro, momento en el que se valorará la existencia de pulso carotídeo. Intentamos obtener de 80 a 100 compresiones por minuto. GUÍA PRÁCTICA DE PRIMEROS AUXILIOS EN ADULTOS 39 2. Con dos reanimadores Ciclos de 5 compresiones, una ventilación, hasta un total de cuatro, momento en el que se valorará la existencia de pulso carotídeo. Intentamos obtener de 80 a 100 compresiones por minuto. 40 M. F. VIZCAYA, M. A. FUENTES, J. M. DOMÍNGUEZ, M. LILLO Y S. SORIANO MANTENER EN POSICIÓN ENCONTRADA (si no representa riesgo) VICITMA SUPUESTAMENTE INCONSCIENTE OBSERVAR Y VIGILAR SI ¿RESPONDE A LOS ESTÍMULOS? PIDA AYUDA: 112 NO ¿RESPIRA? | SI POSICIÓN LATERAL DE SEGURIDAD NO ¿TIENE PULSO CENTRAL PALPABLE? INSUFLACIONES PROFUNDAS BOCA A BOCA O BOCA NARIZ 10 respiraciones/minuto SI NO NO MIRE LA HORA PEDIR AYUDA: 112 POSICIÓN RCP SI SI ¿SOSPECHA TRAUMA CRANEAL O CERVICAL? TRACCIÓN MANDÍBULA FIJANDO REGIÓN CERVICAL ¿RETORNÓ LA RESPIRACIÓN? NO FRENTE-MENTON ¡ LIMPIEZA DE LA VÍA AÉREA, SI PROCEDE REANIMACIÓN CARDIOPULMONAR DOS REANIMADORES 80/100 COMPRENSIONES p/m 1 ventilación cada 5 comprensiones UN REANIMADOR 80/100 COMPRENSIONES p/m 2 ventilaciones cada 15 comprensiones ¿COMIENZA A RESPIRAR? ¿PRESENTA ALGÚN MOVIMIENTO? NO SI CADA 4 MINUTOS VALORAR SE RETORNA PULSO NO ¿EXISTE PULSO CAROTIDEO? A diferencia de anteriores recomendaciones, en la actualidad no se considera necesaria la comprobación periódica de la posible recuperación del pulso carotideo, sino que se debe continuar las secuencias 2:15 o 1:5 hasta la evidencia de ventilación espontánea o de movimientos espontáneos del accidentado. Ruano, M.; Perales. N. Manual de soporte vital avanzado. Comité español de RCP. SI GUÍA PRÁCTICA DE PRIMEROS AUXILIOS EN ADULTOS 41_ CUÁNDO NO REALIZAR LA RCP • Cuando la muerte sea evidente. Por ejemplo: fractura craneal con salida de masa encefálica. • Evolución terminal del paciente (medio hospitalario). • Cuando se sepa que han pasado más de diez minutos desde la parada cardiaca, a excepción de niños, ahogados, electrocutados y accidentados hipotérmicos. • Cuando la RCP demore la atención a otras víctimas con mayor probabilidad de supervivencia (en accidentes de múltiples heridos). CUÁNDO SUSPENDER LA RCP • Cuando se obtenga respiración y circulación espontánea. • Ante enfermedad irreversible e incurable confirmada (medio hospitalario). • Confirmación de haber iniciado la RCP diez minutos después de la parada, a excepción de niños, ahogados, electrocutados y accidentados hipotérmicos. RIESGO DE CONTAGIO DURANTE LA RCP El riesgo de contagio de enfermedades al realizar la RCP es despreciable. El contagio a través del boca a boca no ha sido nunca documentado y, además, la saliva no está incluida entre los mecanismos de trasmisión del SIDA ni de la Hepatitis B, contagiados a través de la sangre. 2.4. HEMORRAGIAS Y SHOCK HIPOVOLÉMICO 2.4.1. HEMORRAGIA Se habla de hemorragia cuando se produce una salida de sangre fuera de los vasos sanguíneos como consecuencia de la rotura de los mismos, en cualquier parte del cuerpo. Según sea o no visible la salida de la sangre, las hemorragias pueden ser: externas (vemos salir la sangre de la herida) o internas (no vemos salir sangre). 42 M. F. VIZCAYA, M. A. FUENTES, J. M. DOMÍNGUEZ, M. LILLO Y S. SURIANO Actuación (hemorragia externa) • • Aflojar la ropa. Averiguar de dónde sale la sangre, quitando la ropa y limpiando la sangre o suciedad. • Comprimir directamente la herida con un trapo limpio, y elevar el miembro afectado (si la hemorragia se produce en el brazo o la pierna). • Si no cesa, buscar y comprimir la arteria de referencia. • Excepcionalmente, si la vida del paciente está en peligro, debe colocarse un torniquete. 2.4.2. EL SHOCK La pérdida abundante de sangre (no siempre visible), el frío, el miedo, golpes recibidos durante el accidente y ciertas enfermedades, en particular las cardiacas, repercutirán en la circulación sanguínea. En cualquiera de estas situaciones el herido puede estar pálido, tener frío, sus extremidades se enfrían (pies, manos, orejas, nariz); está angustiado, tiene sed. La presión sanguínea se reduce en las arterias, el corazón late más deprisa y con menos fuerza; el pulso radial es débil y rápido (más de 100 latidos/minuto), imposible o muy difícil de palpar: es el shock (también conocido como choque o colapso). Se define el shock como un estado de insuficiencia circulatoria periférica aguda causada por la alteración de la regulación circulatoria o pérdida de líquido circulante. Los signos y síntomas van a ser: • La víctima está pálida: conviene observar sobre todo la mucosa del interior de los labios y el interior del párpado inferior. • Tiene frío: las extremidades se han enfriado (manos, pies, orejas, nariz) y puede tiritar. • El pulso está acelerado y es difícil de localizar a nivel de las pequeñas arterias; si no se encuentra en la muñeca hay que buscarlo en el cuello (carótida), o en la ingle si la víctima va poco vestida. La observación de un sólo signo de los mencionados anteriormente debe hacernos actuar. Actuación • Tumbar a la víctima en posición horizontal (de espaldas si está consciente, o en posición lateral de seguridad, si está inconsciente); en esta posición la sangre circula mejor y puede aportar oxígeno al cerebro. GUÍA PRÁCTICA DE PRIMEROS AUXILIOS EN ADULTOS 43_ • Elevar las piernas del herido, echado de espaldas. • Buscar una hemorragia externa (oculta a veces por la ropa, sobre todo en invierno o tiempo frío) y detenerla. • Interrogar al herido o a los presentes. Un golpe, incluso poco violento, puede provocar una hemorragia interna; además, la víctima puede verse afectada por una enfermedad cardiaca y sufrir dolor torácico. • Arropar a la víctima y evitar cualquier movimiento. • Avisar a los servicios sanitarios, pues el tratamiento del shock necesita cuidados médicos especializados. El transporte debe hacerse bajo vigilancia médica. • La colocación del herido en la camilla y el transporte del mismo deberán hacerse siempre con la víctima en posición horizontal (ver Capítulo VI). 2.5. POLITRAUMATIZADO, TRAUMATISMO CRÁNEO-ENCEFÁLICO E INCONSCIENCIA 2.5.1. POLITRAUMATIZADO Definición Es la aparición de múltiples lesiones traumáticas en una persona, debido a un accidente o acto provocado que, o bien todas en su conjunto o al menos una de ellas es capaz de producir riesgo vital y alteraciones hemodinámicas. Debemos diferenciarlo de otras dos entidades como Policontusionado y Polifracturado, aunque tienen puntos en común la diferencia es importante. • Policontusionado implica la aparición de lesiones traumáticas de carácter leve y cuya suma no produce riesgo vital ni alteraciones hemodinámicas para el accidentado. • Polifracturado implica la aparición de lesiones traumáticas agudas pero sin alteraciones hemodinámicas. Incidencia • Según la Organización Mundial de la Salud (OMS) en el mundo se producen diez millones de heridos y unos trescientos mil muertos al año en accidentes de tráfico que conllevan unos enormes gastos