Documento 459288

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Unidad 2
Lectura 3
El hipotálamo funciona, básicamente, a través de
regulación homeostática y de reflejos neuroendocrinos
mecanismos
de
De acuerdo con sus características funcionales, los sistemas reguladores
hipotalámicos pueden dividirse en homeostáticos y reflejos. Estos últimos, al igual
que sus pares, los reflejos neuromusculares, implican una respuesta rápida y
transitoria originada por aferencias sensitivas. Lógicamente difieren en la vía de
salida: la rama eferente de los reflejos neuroendocrinos es una secreción hormonal.
Constituyen ejemplos de estos mecanismos la secreción de oxitocina estimulada
por la succión del bebé, la liberación de vasopresina en respuesta a una caída
significativa del volumen plasmático, y, en las hembras de especies con ovulación
refleja (lagomorfos, mustélidos, algunos felinos), el pico ovulatorio de
gonadotropinas desencadenado por el estímulo mecánico (cópula) del cuello
uterino.
Tanto en la regulación de la osmolaridad del LEC como la temperatura
corporal (por citar dos ejemplos), los mecanismos de retroalimentación
tienen un papel fundamental
Los sistemas homeostáticos, como lo sugiere su nombre, tienen la función de
controlar, en forma permanente, una variable fisiológica alrededor de un punto fijo
o de referencia, también llamado set point. Como en los sistemas de control que se
describen en ingeniería, los mecanismos de retroalimentación negativa tienen un
papel clave en el mantenimiento del estado “preseleccionado”. La figura 35-6
describe los mecanismos básicos de funcionamiento de estos sistemas.
Tomemos como ejemplo para la variable controlada la osmolaridad plasmática.
El valor de referencia de ésta es de unos 290 mOsm/kg. Un mecanismo de
recepción/transducción (los osmorreceptores hipotalámicos, ubicados en la región
para ventricular) detecta los cambios en esta variable, por ejemplo, un aumento, y
los “presenta” como señales eléctricas a un integrador, que establece la diferencia
entre el valor actual (en cualquier momento dado) y el valor de referencia o set
point. Esta diferencia se denomina señal de error y cuando alcanza cierta magnitud
el centro integrador pone en marcha mecanismos de control (secreción de
vasopresina y aumento de la reabsorción de agua en los túmulos renales, ingestión
de agua) que corrigen el valor de la variable regulada (osmolaridad) acercándolo al
set point. La nueva situación es detectada por los osmorreceptores (mecanismo de
retroalimentación negativa) que “informan” de los cambios al integrador. Una
nueva comparación entre el valor actual de la osmolaridad y el set point tiene lugar
en él; la disminución de la señal de error hará que los mecanismos de control
(vasopresina, sed) dejen de operar cuando se alcance un valor de osmolaridad muy
próximo al set point.
Este mismo sistema de control homeostático se aplica a otras variables
reguladas desde el nivel hipotalámico, como la temperatura corporal. En
condiciones normales esta variable se mantiene dentro de límites muy estrechos. El
valor prefijado es de alrededor de 36,7º C. Este set point puede presentar
variaciones interindividuales leves, o bien modificarse en un mismo individuo a lo
largo de distintas etapas de la vida. En forma aguda, la presencia de factores
liberados por el sistema inmune (citocinas como las interleucinas 1 y 6, y el factor
de necrosis tumoral alfa) modifica el valor de referencia elevándolo. Los
detectores/transductores son células termosensibles que detectan la temperatura
de la sangre que irriga el hipotálamo anterior y envían señales a neuronas
integradoras (también ubicadas en el hipotálamo anterior y envían señales a
neuronas integradoras (también ubicadas en el hipotálamo anterior) que reciben
señales provenientes de termorreceptores periféricos. De haber una diferencia
entre la temperatura medida y la “prefijada”, se genera una señal de error y se
ponen en marcha mecanismos de control: cuando es necesario aumentar la
temperatura, se incrementa la generación de calor (temblor muscular, aumento de
metabolismo celular) y disminuye su pérdida (vasoconstricción periférica); cuando
la temperatura corporal está aumentada en relación con el set point, disminuye la
generación periférica); cuando la temperatura corporal está aumentada en relación
con el set point, disminuye la generación de calor por parte del metabolismo celular
y aumenta la disipación (vasodilatación periférica, sudación). Los cambios
resultantes en la variable controlada modifican, por retroalimentación negativa, la
información que reciben las células termosensibles y se inicia un nuevo ciclo.
Muchas veces
específicas
los
mecanismos
homeostáticos
incluyen
conductas
Debemos recordar que, además de las respuestas neuroendocrinas y
autonómicas apropiadas, los mecanismos homeostáticos incluyen a menudo
conductas específicas, que colaboran en la consecución de la finalidad perseguida.
La búsqueda de agua o alimentos y el aumento de la actividad locomotriz
(destinado a generar calor) son ejemplos de conductas adaptativas básicas
iniciadas desde el hipotálamo. Otras conductas más complejas, también integradas
a nivel hipotalámico, son las respuestas de agresión o de congelamiento ante una
amenaza (que forman parte de la tríada autonómica-neuroendocrina-conductual del
estrés) y el reflejo de lordosis y otras fases de la conducta sexual, correlato
comportamental del pico preovulatorio de gonadotropinas.
Bases Fisiológicas de la Práctica Média
Best & Taylor
Ed. Médica Panamericana
Pág. 587 a 589
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