Capítulo I Caracterización «Sólo sabrán Ustedes qué es Filosofía, cuando sean realmente lósofos, (…) Filosofía es lo que vamos a hacer juntos.» García Morente, Lecciones Preliminares de Filosofía La primera cuestión de la Filosofía es la misma Filosofía; de allí la imposibilidad de denirla antes de entrar de lleno en su estudio. El gran problema es que carece de un concepto unívoco de lo que ella es. Pero esta dicultad no debe constituir en absoluto un obstáculo infranqueable. Más bien debería presentársenos como un estímulo. En torno a esta vieja pregunta, que suscita nuevas respuestas cada vez que es formulada, lo mejor que se puede hacer con ella es Filosofía. Al intentar dar respuesta a esta pregunta haremos indefectiblemente, Filosofía. La Filosofía Filosofía La Filosofía es un pensamiento que se vuelve sobre sí mismo, que se repliega sobre sí. Por eso se convierte también en su propio problema. Parece que hubiera caído en un círculo vicioso. Toda losofía se dene ella misma con su realización: qué es en cada caso Filosofía hay que intentarlo, hay que ponerlo en práctica. Y así, sobre la base de los propios intentos, podremos luego percibir qué es lo que en el mundo nos hace frente como Filosofía. Entonces ¿Qué es Filosofía? Es algo más que una pregunta que requiere una respuesta. Es, al igual que una puerta, el símbolo más puro de lo ambiguo, ya que puede signicar tanto un límite, una salida o una entrada. «Preguntar es un camino», dice Heidegger, que ha de ser transitado por quien pregunta, preguntando. En este sentido, el saber losóco, al no ser un saber clausurado, permitirá preguntar, ya no desde la ficción del que pregunta sospechando la existencia de respuestas establecidas y aceptadas, sino desde la autenticidad. Esto vuelve a la pregunta no sólo auténtica, sino también dramáticamente necesaria y comprometida. La actitud crítica genera momentos decisivos que requieren nuevas respuestas, nuevas maneras de mirar, nuevas maneras de actuar, porque va de la mano de la libertad, con la necesidad de cuestionar, de preguntar por los fundamentos, por los intereses, por la búsqueda de poder que hay detrás de los actos humanos, por la necesidad de desmiticar, develar y por qué no de-construir, para luego construir. La Filosofía suele ser caracterizada como el constante preguntar ¿por qué? o como una práctica del mero razonar, pero su particularidad esencial no está exclusivamente en su proceder racional, argumentativo, sino en una actitud, en una disposición. Ella implicaría colocarse en una actitud crítica respecto de ese mundo con el que hasta ahora se han relacionado cotidianamente y aceptado tal cual se les presentaba. Hacer Filosofía es ensayar el hábito del extrañamiento de lo obvio, de la pregunta develadora de lo que no se ve a simple vista, de la incomodidad frente a lo aceptado como normal. Hacer Filosofía signica poner los pies fuera del plato, andar por las márgenes de lo establecido. 10 Filosofía Ciencia y Filosofía Debemos descartar a la Filosofía concebida como un cúmulo de conocimientos que progresa y mejora. La Filosofía no es una ciencia, porque la ciencia posee un saber descriptivo, denitorio y clasicatorio que intenta una especie de inventario de la realidad, para así poder mediante la explicación y la predicción, conocer y controlar la naturaleza y los procesos sociales. En cambio, la Filosofía tiene como función el cuestionamiento crítico de la realidad, convirtiéndola en problema, suprimiendo así el trato ordinario para con ella. Por eso, es necesario señalar la falta de clausura en los problemas losócos, el carácter provisional de los contenidos losócos y también dejar en claro que lo constante deber ser la búsqueda de sentidos y la generación de interrogantes. Hay un espacio indefinido donde ciencia y filosofía se confunden, en cuestiones donde la ciencia se pregunta sobre su objeto de estudio, pero de una manera esencial. Es cierto que las Ciencias Naturales plantean problemas tales como ¿qué es el mundo? ¿cuál es el origen del hombre? ¿qué es el tiempo? ¿qué es el espacio? Pero a los cientícos no les corresponde responder a estos interrogantes en cuanto lósofos. Porque son cuestiones que no tienen una respuesta denitiva. En el lósofo la inquietud traducida en pregunta es mucho más importante que la respuesta. El tiempo como problema no es exclusividad de la Filosofía y de la Ciencia, sino que es pensado desde la literatura, el cine y la historieta Biblioteca Clarín de la Historieta, Oesterheld-Breccia, Mort Cinder, Bs. As., 2004 11 Filosofía Tampoco podemos decir que la Filosofía tenga un método, así como el del cientíco pudiendo ser éste la observación y la experimentación. Un método, para un lósofo, es el camino que toma para llegar a su n propuesto. Podemos decir que hay tantos modos de hacer losofía como lósofos, cada lósofo tiene su método o su manera de losofar. La Filosofía es una práctica especulativa, teórica, en tanto es una creación racional, pero no se queda sólo en la pura teorización, escindida totalmente de los hechos, sino que está fundada sobre la realidad y a ella se dirige su crítica. En cuanto a su objeto de reexión, éste es innito o, por lo menos, no conoce límites más que los humanos. Ninguna esfera, ni ámbito de lo real, está fuera de su pensamiento. En cambio, la ciencia se presenta como un todo organizado, dividida en ciencias particulares con sus determinadas esferas de objetos de estudio claramente establecidos. Las ciencias necesitan partir de supuestos, el más importante de ellos es el de la capacidad del hombre para conocer la realidad (el cientíco dice «en algún momento hemos de dejar de preguntar para poder responder»). La ciencia es, en este sentido, dogmática: procede a investigar sus hechos dando por sentado que existe la posibilidad de descubrir las relaciones que los rigen. La Filosofía, en cambio, puede llegar a negarse a sí misma y declararse inútil e imposible. El saber de la ciencia es un saber organizado, sistemático. Pretende ser denitivo esto es, que sus preceptos y/o sus leyes sean válidas para todo tiempo, lugar y para todos los casos. Fundamentalmente, sus leyes pretenden ser objetivas, es decir, que no deje lugar para la interpretación subjetiva de sus signicados. Hay tantos puntos de vista como lósofos, o por lo menos tantos como escuelas losócas. La Filosofía no está nunca hecha del todo; está en permanente proceso, con la particularidad de que cada pensamiento se plantea originalmente los problemas que pretende encarar. Las conquistas de la ciencia suelen sumarse y se constituyen un cuerpo único que se acrecienta por la contribución de los descubrimientos individuales, controlados y utilizados inmediatamente por los otros; las conquistas de la losofía son, en cambio de otro género: no se suman, se excluyen y constituyen el patrimonio del lósofo que las logra, patrimonio intransferible. La gura de Isaac Newton (1642-1727) es representativa de la Física moderna y cristalizó la capacidad del hombre para conocer las leyes que gobiernan los cuerpos 12 Filosofía Actividad Observen, averigüen y respondan: ¿Quiénes fueron Anaximandro y Copérnico? ¿Qué diferencias hay entre sus concepciones del universo? ¿Se puede hablar de progreso cientíco? Anaximandro veía la Tierra como un cilindro otante, en cuya supercie superior vive el hombre Primitiva representación del universo de Copérnico 13 Filosofía La ciencia tiene una pretensión de progreso, es decir, que con el paso del tiempo intentan construir teorías más exactas, más abarcadoras, que explican mejor que sus predecesoras los hechos del mundo. El saber de la Filosofía se debe a la cultura que le dio origen, para la cual en denitiva fue creada. Hoy podemos utilizar el pensamiento de los griegos del siglo V a.C, para interpretar hechos actuales. Pero, cuando leemos a los antiguos, lo hacemos desde nuestro presente, resignicando sus contenidos y poniéndolos al servicio de nuestros cuestionamientos. Así, el pensamiento losóco es original en todo momento, es una tarea que debe llevar a cabo uno por sí mismo. Ideología y Filosofía Supongamos por un momento que hay algo llamado conocimiento cotidiano, que se va acumulando sin que nos propongamos deliberada o conscientemente adquirirlo, que es el resultado de nuestra experiencia diaria. Se trata, entonces, de un saber que proviene de nuestro contacto corriente con las cosas y con las personas, un producto de lo transmitido por el medio y por los medios. Es también un conocimiento socialmente establecido que forma parte de una comunidad, el que se tiene por el sólo hecho de pertenecer a ella. También está atravesado por factores emocionales, extra - teóricos que por lo general impiden representarse las cosas tales como son, por ejemplo, los prejuicios raciales o sexuales. A esto lo llamaremos ideología. Ideología, o concepciones globales de la realidad, es una concepción del mundo que puede tener su origen en una determinada fe religiosa, o en una opción política o económica, pero siempre es una manera de comprender el mundo. La ideología, congura una visión de la vida, una concepción del hombre y dota de sentido a las acciones humanas. 14 Jean Paul Sartre, un lósofo comprometido con los problemas de su época Filosofía objeto de discusión y de análisis. Podríamos decir entonces, que la ideología intenta ser una respuesta sobre la realidad que pretende instalarse, que tiene intenciones de homogeneizarse, que se publicita a sí misma como la interpretación acertada e inmejorable del hombre y del mundo. El modo de ser de la Filosofía es distinto. La pregunta de la Filosofía es movilizadora, desmisticadora, crítica, deconstructiva. También está referida a cuestiones valorativas, de sentido, de comprensión, pero no quieren instalarse como únicas, vienen a cuestionar las intenciones últimas de los dogmas. La ideología es el resultado de una elaboración desde una determinada perspectiva, unilateralmente. No hay árbitro posible que pueda mediar entre ideología y que sea reconocido como tal por las partes en disputa. Lo característico del pensamiento losóco es sostener una doctrina o un dogma o una teoría. Pero, como contrapartida, ofrece razones que, si bien no prueban su respuesta, permiten la discusión y la crítica. En este sentido, la Filosofía se acerca a la ciencia y se muestra reacia o tiene poca simpatía por aquellos que dicen saber pero son incapaces de argumentar racionalmente. A través de las respuestas fundamentadas es que la Filosofía trata de superar la unilateralidad y la parcialidad propias de la ideología. También hay una zona de grises entre la Filosofía y la ideología, y no sólo por la existencia de cuestiones comunes: algunos lósofos pueden llegar a armar sus doctrinas de un modo por demás dogmático, con ciego fanatismo ideológico. En general cuando se pasa a un «ismo», la Filosofía se transforma en ideología. Las ideologías son combatidas siempre desde otra ideología (Inspirado en el personaje de Quino, Mafalda) Las ideologías o concepciones del mundo pueden, muchas veces, dar respuestas más o menos dogmáticas que deben ser aceptadas por provenir de alguna autoridad. Desde el punto de vista losóco, las mismas preguntas reciben respuestas críticas, es decir, respuestas fundamentadas racionalmente que puedan ser También puede ocurrir que una concepción del mundo busque sustentarse en teoría cientícas o ideas losócas a n de obtener 15 Filosofía Las ideologías políticas invitan a la acción Escena de nes del siglo XIX (que también podríamos ubicar hoy) Un propagandista político arengando a los obreros en huelga 16 Filosofía cierta rigurosidad y ganar prestigio. Los orígenes de la Filosofía Mucho se ha dicho sobre los motivos que originan en el hombre la necesidad de hacer Filosofía. Las opiniones son variadas y cada una tan valiosa como la otra. El asombro cumple un papel fundamental en nuestro acceso a la Filosofía. Hace Filosofía aquel que posee la capacidad de asombrarse. Muchas preguntas nacen del asombro porque losofar es como vivir maravillado pero no ante el hecho extraño e inédito sino, básicamente, ante lo cotidiano. Un poco como los niños, el lósofo es el que sigue asombrándose de las pequeñas cosas, que investiga aquello que todos consideran lo más conocido: asombrarse es ya sospechar un problema en aquello que se conoce. El hecho de que haya mundo cuando bien pudo no haber nada es, sin duda, la cuestión más movilizadora para el hombre. Se trata del asombro ante la vida diaria, ante la existencia. Esto lleva al hombre a la búsqueda de respuestas. La pregunta de Leibniz ¿por qué hay algo en vez de nada?, representa el hecho de asombrarse de que haya algo frente a la existencia, frente a la vida, a pesar de que aceptar es mucho más simple y probable. El extrañamiento como primera actitud losóca 17 Filosofía «Para los niños, el mundo (y todo lo que hay en él) es algo nuevo, algo que provoca su asombro. No es así para todas las personas. La mayor parte ve al mundo como algo muy normal. Precisamente en este punto los lósofos constituyen una honrosa excepción. Un lósofo jamás ha sabido habituarse del todo al mundo. Para él, el mundo sigue siendo algo desmesurado, enigmático y misterioso.» Jostein Gaarder, El mundo de Sofía A través de la Filosofía volvemos a hacer del mundo algo misterioso, algo sobre lo que vale la pena reexionar, algo sobre lo que vale la pena hacernos preguntas como si fuera la primera vez que lo vemos. Se trata de volver a ser niños asombrados, curiosos e incómodos ante la respuesta facilista. Las situaciones límite son consideradas como motivo de reexión. En tanto seres humanos, estamos siempre viviendo en una situación de tiempo, espacio y circunstancias. Las situaciones cambian, se suceden, pero hay ciertas situaciones en la vida que son, por su esencia, permanentes e idénticas para todos los hombres: la muerte, el miedo, el dolor, la culpa, el azar, etc. A estos momentos Jaspers los llama situaciones límites, que no se pueden evitar. Son insuprimibles, inmodicables en la vida humana, no se las puede cambiar y estas situaciones le enseñan al hombre sus límites. La auténtica Filosofía que surge de la conciencia de las situaciones límites provoca en el hombre el impulso de pensar sobre sí mismo, su vida, su relación con su cuerpo, con los otros y con el mundo. El sentido común no se equivoca cuando dice de un hombre que sabe tomar las cosas con losofía cuando, en medio de las peores de las desgracias, mantiene la capacidad de comprensión y asume los duros golpes del destino. Ser lósofo es saber juzgar bien las cosas. 18 La contemplación de la naturaleza puede impulsarnos a losofar Filosofía Como Descartes señaló «basta juzgar bien para obrar bien». La muerte es otro motivo que impulsa al hombre a hacer Filosofía. El hombre es el único ser que tiene la representación de la muerte. Tomar plena conciencia de este hecho, tiñe de cierto carácter doloroso a la existencia humana, pues sabemos que ha de parar irremisiblemente en la muerte. Quizá, si la vida no tuviera dolores ni tuviera término, el hombre no habría losofado ni se hubiera preguntado por qué la vida es así como es. La impotencia, era para Epicteto el origen de la Filosofía. El origen del pensar está en la toma de conciencia de la propia impotencia e incapacidad respecto del control de nuestras vidas. El hombre debe aprender a distinguir entre las cosas que no dependen de él, como ciertos aspectos de su cuerpo, la reputación, los bienes, la pobreza, para dedicarse a atender únicamente aquello que sí dependen de él, como la sabiduría, la virtud, etc. Debe ser indiferente respecto de aquello que no está en su poder, y debe ser capaz de discernir la diferencia. Debe buscar las causas por las que se producen los conictos, condenar las opiniones simples y desconar de ellas. La angustia es, para muchos, lo que nos mueve a pensar. La angustia no debe confundirse con el miedo ni con otros estados anímicos parecidos. La angustia no es angustia de esto o de aquello, es un peculiar temple de ánimo mediante el cual se nos maniesta la nada. La angustia es siempre angustia de nada. La nada de la que venimos, la nada hacia la que vamos, el pensar que podríamos no haber sido nunca, es decir, que podríamos haber sido nada. La angustia es como un miedo sin objeto, un estado de zozobra sin que podamos decir ante qué. 19 Azulejo romano del siglo IV en el que se representa a la muerte La angustia que ésta nos produce nos lleva a losofar Filosofía Problemas fundamentales y disciplinas losócas Los problemas no se presentan aisladamente a la consideración del pensador sino que están íntimamente conectados. Se reafirma así una íntima unidad del pensamiento losóco. Problema del ser: expresa la curiosidad por saber las condiciones en las que se dan los seres del universo, su origen, su nalidad, el modo de ser y de existir. Las disciplinas que se ocupan de este problema son la Metafísica, la Ontología, la Teoría de los Objetos, la Antropología Filosóca, etc. En cuanto a la clasicación tampoco hay unanimidad en cuanto a la división y determinación de las disciplinas losócas. Y más allá de los posibles cuestionamientos, una clasicación paradigmática (por su notable permanencia) es la que diseñó Christian Wolf en el siglo XVIII. Filosofía Especulativa Problema del conocimiento: se trata de establecer la posibilidad y los modos en que acontece el conocimiento de los objetos del mundo y de los otros. Se ocupan de él la Lógica, la Gnoseología, la Teoría del Conocimiento o Epistemología, etc. Problema del valor: se formulan preguntas entorno a las valoraciones, a las virtudes que proyectamos sobre los objetos, los actos y las personas. Las disciplinas que se ocupan de ello son la Ética, la Estética, la Filosofía de la Religión, la Filosofía del Derecho, la Axiología, etc. Lógica Teoría del conocimiento Gnoseología Epistemología Metafísica general u Ontología Metafísica Metafísica especial Filosofía de las ciencias particulares Ética Filosofía Práctica Estética Pero las distintas clasicaciones no deben engañar acerca de la indisoluble unidad del conocimiento losóco, es decir, acerca de los estrechos vínculos que relacionan a todos los problemas entre sí. La Filosofía tal como hemos visto, pretende ser un saber unitario. 20 Teodicea Cosmología Antropología Filosóca de la historia del derecho de las matemáticas de la política del lenguaje de la educación Filosofía También es posible hacer una clasicación teniendo en cuenta la índole o el objeto al que las preguntas losócas se reeren. ¿quién soy?, ¿qué es el hombre?, ¿qué lo diferencia Antropología Filosóca de los animales? ¿qué es el conocimiento?, ¿qué es la verdad?, ¿cómo puedo conocer? Gnoseología Este quehacer no se limita al entorno más próximo de nuestro tráco con los objetos sino que está dirigido a la realidad toda en función de alcanzar una comprensión plena de la realidad, de realizar una reexión que pueda comprender concretamente no sólo a ella misma sino al universo, al mundo existente, a los otros y a nosotros. ¿cómo debo actuar?, ¿las reglas de conducta y los valores son universales o cambian?, ¿qué es el bien? ¿qué es lo bello?, ¿la belleza es algo objetivo o subjetivo? Filosofía Política Lógica Entonces la Filosofía no es un pensar en otras cosas sino un reexionar sobre las mismas cosas pero de otra manera, haciendo efectivo lo que se suele denominar el Síndrome de Extrañamiento ante lo cotidiano. ¿qué es la ciencia?, ¿la ciencia es un conocimiento verdadero y objetivo?, ¿es la mejor forma de conocimiento?, ¿cómo surgen las teorías cientícas? Epistemología Estética Estos tiempos, asumida o no la Postmodernidad, se presentan con una conmovedora irrupción de la pluralidad, de la diversidad, lo que, de alguna manera, constituye su logro máximo. Esta puede ser vista como la crisis de la razón moderna: la multiplicidad de sentidos, que permite que cada uno se apropie de lo propio y que esa sea su bandera de liberación de la pretensión cienticista de lo unívoco y objetivo. ¿existe Dios?, ¿qué es la realidad?, ¿existe el alma? Metafísica Ética Sentido y n de la Filosofía ¿qué es la política?, ¿cuándo un gobierno es legítimo?, ¿cómo surge la sociedad y las distintas formas de gobierno? Así presentada, la Filosofía es concebida como un medio para la comprensión de las relaciones de las cuales somos partícipes y que, por ende, nos afectan. Según esto la Filosofía, a partir de su actitud crítica, viene en socorro de los hombres en el esfuerzo intelectual, para no volver a aceptar, sin reexión y por simple hábito, las ideas. A través de la reexión, cambiar las condiciones del conocimiento, replantearnos el mundo y, así, apropiarnos de sus sentidos. ¿qué es un razonamiento?, ¿cuándo un razonamiento es correcto? 21 Filosofía Biblioteca La Filosofía debe operar como desenmascaradora de relaciones y desmiticadora de ciertos supuestos respecto de lo real que se aparecen como irrefutables o inmutables, aportando un tipo de reexión desacostumbrada y generando una renovación en la visión que de la realidad se tenga, como resultado del extrañamiento necesario para hacer de lo obvio una pregunta. La intención entonces es plantear un problema: la realidad como problema. Para el ser humano, la Filosofía es un conocimiento inevitable Actividad Reunidos en grupos de trabajo, piensen y escriban preguntas que estén dirigidas a cuestionar aspectos obvios de la cotidianeidad: Por ejemplo: ¿Qué es el mal? ¿Somos todos iguales ante la ley? Etc. 22 Filosofía Actividades e ineludible. Para reexionar: «Existir significa pura y exclusivamente losofar, aunque losofar no signique siempre hacer losofía. Y, en efecto, filosofar significa primordialmente, para el hombre, afrontar con ojos abiertos el propio destino y plantearse claramente los problemas que resultan de la justa relación consigo mismo, con los demás y con el mundo. Signica, no ya limitarse a elaborar conceptos o a idear sistemas, sino elegir, decidir, comprometerse, apasionarse: vivir auténticamente y ser auténticamente sí mismo. Por cierto, a este losofar, que es el único originario, verdadero y eterno losofar, le ofrece una ayuda preciosa el trabajo técnico de los lósofos, con su tradición secular de investigaciones, experiencias y mitos. Las doctrinas losócas que se han sucedido a lo largo de los siglos ponen al hombre en posesión de los instrumentos indispensable para entender e interpretar a sí mismo y al mundo, y asumir la actitud del verdadero losofar, es decir, del auténtico existir.» «Por ello es que la enseñanza de la Filosofía no apunta a quienes esperan recibir una doctrina consagrada como la única verdad, sino a personas a cuya responsabilidad se apela para que ejecuten con independencia su propio criterio, del que cada uno debiera hacer uso. De otro modo, la consecuencia es fatal e ineludible, podríamos ser víctimas del impersonal que se encarga de pensar por nosotros. ¿Será acaso que la responsabilidad de la existencia es demasiado pesada, molesta y gravosa y preferimos cedérsela a los sostas de cualquier especie que prometen facilitárnosla? La Filosofía no puede asimilarse, ni es prescripción ninguna; al contrario, en el estudio de la Filosofía debiera enseñarse el arte de vivir sin recetas, el arte de pensar con la propia cabeza y no de prestado.» Adolfo Carpio, Principios de Filosofía N. Abbagnano, Introducción al existencialismo 23 Filosofía Breve reseña histórica Las respuestas de nuestros primeros sabios Se conviene en considerar que la Filosofía y la ciencia, como reexión metódica y sistemática, nacen en la civilización griega hacia el siglo VII a.C. Inicialmente no se puede diferenciar entre ambas. Thales de Mileto: opinaba que el agua era el origen de todas las cosas; posiblemente haya llegado a esta conclusión al observar cómo el agua se convertía en hielo o vapor y cómo estos volvían a convertirse en agua. Por cierto, algo de razón tenía, pues hoy sabemos que el agua es el principal componente de todos los seres vivos. Se trata de una forma de pensar racional que se distingue del pensamiento mágico-religioso. Mediante él, el hombre intentaba dar respuesta a las preguntas que se hacía, la mayoría de las cuales estaban referidas a los fenómenos naturales. Por ejemplo ¿por qué llueve? o ¿por qué no crecen las plantas en determinada época del año? o ¿por qué se produjo el terremoto? Anaxímenes de Mileto: creía que el aire era la materia prima. Él conocía la teoría de Thales pero se preguntaba «muy bien, es posible que el agua sea el origen de todo, pero el agua a su vez ¿de dónde procede?» Su respuesta era que el agua no era más que aire condensado. Esto se observaba con claridad cuando llovía pues el agua de la lluvia procedía del aire. La explicación a tales preguntas se realizaba a través del mito, que es un relato sobrenatural, cuyos personajes son dioses que explican los fenómenos naturales y sociales. Así, el enamoramiento era explicado por la inuencia de Afrodita, la guerra por el accionar de Ares, la primavera por el regreso de Proserpina del Hades, el viento por los soplidos de Eolo. Empédocles: este lósofo pensaba que un solo elemento (agua, aire o lo que fuere) no era suciente para explicar la existencia de tanta variedad de cosas ni tampoco para explicar los innumerables cambios por los que pasan las cosas. Consideró que la materia prima no era un solo elemento sino cuatro: aire, agua, tierra y fuego. Estos elementos se unían para formar las cosas y se separaban cuando ellas morían o se destruían. Para los primeros lósofos, estas explicaciones míticas eran inadecuadas y consideraron apropiado recurrir al pensamiento racional y a la experiencia sensible para encontrar las respuestas. De esta manera dieron los primeros pasos para el surgimiento del pensamiento racional, independizando el saber de la religión. Había también dos fuerzas que operaban en este proceso: el amor y el odio. El amor unía y el odio separaba. De acuerdo con la proporción en que cada elemento se combinaba con otro surgían las diferentes cosas. Siguiendo el noble efecto del asombro, los primeros lósofos (llamados también sicalistas o siócratas, debido a que preguntaban sobre la naturaleza o Phycis en griego) se plantearon la pregunta fundamental sobre el origen del mundo, sobre aquello que constituía la realidad ¿por qué había algo y no más bien nada? Ese algo que constituía todo ¿qué era? ¿de dónde venía? Demócrito: este lósofo te sorprenderá aún más que los anteriores porque, aunque no lo creas, es el padre de la teoría atómica. Por supuesto, no como la conocemos actualmente, pero fíjate si no 24 Filosofía es bastante parecida: decía que todas las cosas estaban formadas por átomos (átomo signica indivisible). Pensaba que había varios tipos de átomos que diferían en forma y tamaño. Precisamente esta diversidad era la que permitía innitas combinaciones. Así se podían explicar mejor los cambios y la gran variedad de objetos. No sólo los objetos materiales sino también el alma estaba formada por átomos. Cuando uno moría, tanto el cuerpo como el alma, se deshacían en estos átomos que así quedaban sueltos para volver a combinarse y formar otras cosas (un pez, una or, una piedra, etc.) Los problemas fueron haciéndose más complejos y las respuestas también. Por ejemplo, para Pitágoras, el componente último y constitutivo del universo era el número. El número era pensado como una unidad mínima de materia, un punto en el espacio. Esto tenía como consecuencia inmediata pensar en un universo ordenado en clave matemática y que sólo podía ser conocido por quienes estuvieran instruidos en ése saber. En este contexto es que los griegos inventaron la palabra «losofía» y su empleo como término comienza en el círculo socrático. Por su etimología signica amor a la sabiduría y la tradición cuenta que fue Pitágoras (a quien suele atribuirse el origen de la palabra) quien concibió al lósofo como un enamorado de la sabiduría, no como un poseedor de ella. La tradición debe ver en ello las limitaciones humanas en el conocimiento y el reconocimiento de estos límites. Ahora el problema era ¿cómo conocer? ¿cómo tener conocimiento? Heráclito de Éfeso, otro pensador presocrático, se vio atormentado por esta pregunta. El sabio de Éfeso había observado que en la naturaleza todo cambia, nada se mantiene inmóvil, las cosas se rompen y se corrompen. En consecuencia, el conocimiento del mundo no es posible, porque lo que aprendemos, habrá cambiado mañana. 25 Ruina de la ciudad de Efeso, en Grecia, patria de Heráclito Es de Heráclito la célebre armación «no podemos bañarnos dos veces en el mismo río», como expresión máxima del cambio continuo. Pero no se trata de un cambio continuo caótico, sino que todo cambia en su contrario: así lo caliente se vuelve frío, lo joven se vuelve viejo, etc. Se puede tener un saber, el saber de cómo las cosas cambian, de ése orden, de ése frágil equilibrio que se oculta tras la máscara del uir de las cosas entre un ser y un no ser. El sentido de la respuesta está, una vez más, dirigido a la comprensión del funcionamiento de la Naturaleza, de la vida del hombre en el mundo. Filosofía La gura de Sócrates (470 a.C. – 399 a.C.) es legendaria. Nació y vivió en Atenas. Dueño de una personalidad muy seductora, era enigmático e irónico. Se paseaba por las calles topándose con las personas con quienes pasaba largas horas conversando. De esta manera enseñaba, pues para él la forma de enseñar no era dictando cátedra sino haciendo que la misma persona dedujera lo que tenía que saber. Se hacía pasar por tonto y hacía preguntas que la otra persona iba respondiendo. Así mostraba que el conocimiento en realidad está dentro de uno, como adormecido, hasta que sale a la luz gracias a la labor del maestro. En cambio, Parménides de Elea, dará una respuesta opuesta: sólo es posible conocer aquello que permanece siendo siempre lo mismo. Sólo se puede tener conocimiento de lo inmutable. Resuelve el problema armando que el cambio constante de la realidad es sólo una ilusión de nuestros sentidos. La consecuencia de esta armación es que se desautoriza a la percepción como fuente de conocimiento y se privilegia a la razón porque ella puede hacer abstracción de las contingencias del mundo y ver más allá de lo mutable. Éste es un paso que más adelante será fundamental para diferenciar la Filosofía de la ciencia. Este modo de preguntar ha sido llamado mayéutica, que signica «partero de almas» y se comparaba así con su madre que había sido partera de hombres. Así como su madre ayuda a una mujer a dar a luz a su hijo, el maestro ayuda al alumno a que éste dé a luz los conocimientos que están dentro suyo. Esos conocimientos estaban referidos a los valores morales. Sócrates creía que existían virtudes objetivas y no relativas a las personas y que todos conocemos pero que no sabemos que interiormente están en nuestro saber. Así es que los hombres juzgan sus actos como valerosos y, a pesar de la diversidad de las condiciones en que esos actos se dan, existe algo que es común a todos ellos y que se constituye en la denición de la valentía. Su lucha fue denodada contra los Sostas, unos sabios viajeros que ociaban como maestros de la Retórica y que privilegiaban las formas del discurso y no las virtudes morales del orador. Parménides Demócrito 26 Filosofía Su máxima era que «todo es relativo», aprendizaje que era legado de sus viajes, en los cuales fueron testigos de la diversidad de leyes y de reglas morales que regían los distintos pueblos. Son diversas las fuentes de inspiración del pensamiento platónico. Una de ellas es el pensamiento pitagórico, expresado en el letrero que colgó en la puerta de su Academia en Atenas: «Nadie entre aquí si no sabe geometría». Sócrates descubrió el concepto, esa idea que expresa de manera abstracta los caracteres objetivos y universales de un hecho o cosa. Así se negaba a reconocer que los hombres fueran justos según su antojo: hay una idea de justicia y todos sabemos cual es, sólo nos falta reconocerla. Para obrar bien, sólo hay que conocer el concepto correcto, tengo que reconocerlo en mí. Esto es lo que se da en llamar optimismo gnoseológico. Es que el saber geométrico ejemplificaba el tipo de conocimiento considerado como verdadero, era el auténtico conocimiento cientíco. Era el conocimiento que daba la razón, independientemente de los sentidos. Con sus preguntas e ironía que ponían en ridículo a cualquiera frente a una multitud de personas y su cuestionamiento severo sobre las formas viciadas de gobernar que estaban primando en Atenas se ganó la enemistad de poderosos. Así, se lo acusó de «corromper a los jóvenes y de introducir nuevos dioses», una acusación infame, una calumnia, sólo destinada a desprestigiarlo y anular sus duras críticas. Fue condenado por una escasa minoría, a beber cicuta o el exilio. Actividad «La reputación que yo haya podido adquirir no tiene otro origen que una cierta sabiduría que existe en mi. ¿Cuál es esta sabiduría? Quizá es una sabiduría puramente humana y corro el riesgo de no ser, en otro concepto, sabio, al paso que los hombres de que acabo de hablaros son sabios de una sabiduría mucho más que humana. Nada tengo que deciros de esta última sabiduría, porque no la conozco, y todos los que me la imputan mienten y sólo intentan calumniarme». Platón, Apología de Sócrates Pero, para dar su última lección al pueblo de Atenas, decidió morir bajo las leyes que siempre respetó. El exilio para un griego era peor que la muerte. Signicaba renunciar a su lengua, a su tradición, a sus costumbres y, por sobre todo, un gesto de desapego a las leyes que rigieron toda su vida. Lean atentamente, reexionen y relacionen con la actitud crítica de Sócrates. Sócrates no escribió sus lecciones, todo lo que de él sabemos se lo debemos a su el alumno Platón, quien mediante los Diálogos ha relatado las experiencias que su maestro le legó. 27 Filosofía Platón, inuenciado por Heráclito, también ve en este mundo un lugar del que no es posible aprender porque cambia y se corrompe. No hay ciencia posible de las cosas sensible. También, toma parte del legado de Parménides y, por ello, arma que sólo se puede conocer aquello que permanece inmutable, es decir, libre de cambio. Ciencias Prácticas: son aquellas que estudian el obrar humano. Resultan de la observación de las acciones de los hombres con la intención de comprender y de perfeccionar su vida en la polis. También en orden de mayor a menor: la Política como la ciencia del recto vivir en comunidad y la Ética como la ciencia del recto vivir individual. Estas dos vertientes conuyen en las deniciones socráticas. Entonces Platón cree descubrir que en realidad el hombre es un habitante de dos mundos: uno, el sensible del que participa durante su vida humana, que cambia que se corrompe y del que forma parte su cuerpo mortal; y otro que está compuesto por las ideas inmutables, libres del tiempo y de la corrupción del mundo material y del que participa nuestra alma, cuando no está en nuestro cuerpo. Ciencias Poéticas: la extrema particularización del saber porque se ocupa de hechos únicos, irrepetibles, contingentes, sobre los que no se puede establecer ninguna ley, regla o norma única. Es un saber referido a la producción de un objeto particular, son las Bellas Artes. En la Edad Media, el pensamiento religioso tiñó la búsqueda de conocimiento. El cristianismo hegemonizó las prácticas cientícoreexivas. Así fue que la razón, como instrumento de conocimiento, cedió terreno a la revelación de una verdad que era dada por la divinidad. El alma inmortal en su vida incorpórea conoce la perfección de un mundo ordenado según el saber racional de la geometría, allí contempla las ideas de Bien, de Justicia, etc. y cuando da vida a un cuerpo las olvida. Sólo mediante los actos de este mundo o un maestro que nos guíe podremos recordar la perfección de las ideas y realizarlas en este mundo. La Iglesia pasó a ser considerada como la institución capacitada para establecer el saber supremo. Única intérprete autorizada de los conocimientos del mundo, pensado como una creación divina. Aristóteles, alumno de Platón, es el primero en sistematizar el conjunto de las ciencias, establece distinciones y clasicaciones que aún mantenemos. Identica una jerarquía ontológica de las ciencias relacionadas con los grados de abstracción del conocimiento. La Naturaleza dejó de escudriñarse para pasar a ser comprendida desde la Biblia, que contenía la palabra de Dios que explicaba el origen, la conformación y la nalidad del hombre, el mundo y el universo. Ciencias Teóricas: se trata del conocimiento más abstracto que se obtiene de contemplar (mirar con la razón) los objetos naturales del mundo. En orden de mayor a menor universalidad encontramos a la Física, las Matemáticas, la Metafísica. La Filosofía sigue siendo considerada la madre de todas las ciencias pero su práctica se hallaba supeditada al saber de la Teología: era la razón al servicio de la fe. 28 Filosofía En la Modernidad, después del gran revuelo provocado por el Humanismo del Siglo XIII que intentaba recomponer el lugar del hombre en la naturaleza, y de una razón independiente del la divinidad, y del Renacimiento del Siglo XV, que también estaba orientado a recuperar su acceso directo al mundo para estudiarlo, para comprenderlo y así también reanudar la búsqueda del saber postergado por los siglos de la Edad Media. Así es como se recompone el andar de las ciencias, que en su auge de logros y efectividad, logran una rápida autonomía, no sólo de la religión, sino fundamentalmente del saber losóco que el saber especulativo a la observación directa. Será la figura de Galileo, en este sentido, paradigmática. Su enfrentamiento con la Iglesia signicó tener que negar sus armaciones basadas en observaciones, para adherir a los dichos de la Biblia que negaba la posibilidad de que la Tierra no fuera el centro del universo. A pesar de ello, es Galileo, quien sienta las rmes bases de la Física moderna, determinando el estudio de un objeto especíco y aplicando sobre él una metodología: experimentos y observaciones que resultaban en mediciones, cálculos y predicciones. Para Leonardo da Vinci (1452-1519), el hombre es el centro del mundo, síntesis del universo Reproducción de una página de sus cuadernos 29 Filosofía Posteriormente ocurre lo mismo con Lavoisier quien establece la posibilidad cierta de la Química como una ciencia autónoma. También la Biología y, en consecuencia la Medicina, logran progresar notablemente gracias a la desacralización del cuerpo humano y de la Naturaleza en general. Ya en el siglo XIX, las Ciencias Sociales siguiendo los pasos de las Ciencias Naturales y Exactas que avanzaban conadas en su posibilidad de obtener conocimiento cierto, también se autonomizaron de la Filosofía. Este proceso tiene como fundamento la creencia de que el conocimiento se da a través de la observación y experimentación, es decir, la metodología de la ciencia. Esto genera el desarrollo de las ciencias particulares y la consecuente transformación de la vida en el mundo. Finalmente, lo que fuera la madre de todas las ciencias, se quedó sin ciencias, pero se reservó para sí y para los demás, una actitud examinadora permanente. Algunas de las preguntas que se plantean los lósofos son muy difíciles de responder 30 Filosofía Actividades 1. Realiza una lista con las palabras que no se conocen y organiza un glosario buscando su signicado en diccionarios y en libros de la asignatura. Luego coteja, discute sus signicados en grupo. 2. Confecciona un cuadro que establezca las distinciones centrales entre Filosofía, Ciencia e Ideología. Completa la tarea trayendo un recorte de periódico que corresponda con cada una de ellas. 3. Observa detenidamente las viñetas y elige una de ellas para dar su opinión fundamentada sobre la Filosofía. Escriba una breve fundamentación de su elección. 31 Filosofía 4. Selecciona un fragmento de un diálogo platónico y representar en grupos. Justica la elección y especica los elementos de contenido losóco en ellos presente. 5. Organiza una lámina con recortes de periódicos donde se expresen problemas actuales que la Filosofía pueda abordar desde su práctica reexiva y fundamentada. 32