Cro´ nica de una muerte inesperada: 25 an˜os sin Andy Warhol

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Med Clin (Barc). 2012;139(3):131–134
www.elsevier.es/medicinaclinica
Reportaje
Crónica de una muerte inesperada: 25 años sin Andy Warhol
Chronicle of an unexpected death: 25 years without Andy Warhol
Julio Montes-Santiago
Servicio de Medicina Interna, Complejo Hospitalario Universitario, Vigo, Pontevedra, España
I N F O R M A C I Ó N D E L A R T Í C U L O
Historia del artı´culo:
Recibido el 19 de enero de 2012
Aceptado el 1 de marzo de 2012
On-line el 6 de mayo de 2012
Y, de repente, la oscuridad
Una compleja y apasionante biografı́a
El 22 de febrero de 1987 fallecı́a súbitamente Andy Warhol. En
2012 se cumplen, pues, 25 años de la desaparición de este genio
inspirador de muchos de los más potentes iconos gráficos y
existenciales del pasado siglo, aún con extraordinaria vigencia
actual. Una multitud de más de 2.000 personas asistió a sus oficios
fúnebres en la Catedral de San Patricio. Despedı́an ası́ a uno de los
personajes que más habı́a contribuido a que Nueva York se
reconociera como la ciudad mundial más universal. Se leyeron
palabras del bı́blico Libro de la Sabidurı́a: «Su esperanza estaba
llena de inmortalidad...». Sonaron acordes de La Flauta Mágica de
Mozart. Muchos de sus amigos y colaboradores, a quienes el
tiempo depararı́a una celebridad similar a la suya -Basquiat,
Haring, Hockney, Lichtenstein, Wyeth- estuvieron presentes,
junto a personalidades como Liza Minnelli o Calvin Klein. Tras
este acto, y en memoria de Andy, se sirvió una comida a 500 «sin
techo». Este habı́a colaborado durante muchos años como
voluntario repartiendo alimentos en comedores sociales para
desfavorecidos. Los bienes de su legado fueron tan numerosos que
la casa de subastas Sotheby’s empleó más de 9 dı́as en un
inventario somero1–3.
La noticia pronto dio la vuelta al mundo pero las circunstancias
de su muerte permanecieron oscuras y ocasionaron un larguı́simo
y enrevesado pleito. En su certificado de defunción, con fecha de
23 de febrero, consta que la causa del fallecimiento está pendiente
de ulterior investigación3. Pasado un cuarto de siglo de su
desaparición, este trabajo se centra en las circunstancias que
rodearon la inesperada y misteriosa muerte de uno de los
referentes artı́sticos fundamentales del siglo XX.
Andrew Warhola nació en Pittsburgh, Pennsylvania, en 1928. Su
padre, Ondrej, era un minero eslovaco emigrante que murió
cuando Andy tenı́a 14 años. Quedó ası́ al cuidado de su madre, Julia,
de rigurosas convicciones religiosas, que marcarı́an para siempre
su vida. En 1949 se licencia en Bellas Artes en el Instituto de
Tecnologı́a Carnegie y se traslada a Nueva York. Allı́ acorta su
nombre a Andy Warhol. Comienza como ilustrador para publicaciones prestigiosas como Vogue, Harper’s Bazaar o The New Yorker.
También diseña escaparates para grandes almacenes y fábricas de
calzados. En esa época ilustra para Harper’s Bazaar un artı́culo de
tı́tulo profético para su vida: El éxito es un trabajo en Nueva York.
Luego se dedica al arte más comercial y gana varias distinciones. De
1952 a 1955 se tiñe el pelo de rubio pajizo y adquiere la
caracterı́stica imagen que le acompañará hasta su muerte. En 1956
expone con éxito la serie Golden Shoes en una galerı́a de la avenida
Madison y participa en una exposición colectiva del MoMA
(Museum of Modern Art).
La década de los 60 contempla su explosión como artista. Se le
reconoce como el más importante representante del Pop Art;
aquel que propugna que los objetos de la vida cotidiana pueden
convertirse en obras de arte. Crea ası́ sus famosas series de Sopas
Campbell, Tomate Heinz, billetes de dólar o botellas de Coca-Cola.
Inicia también los retratos serigrafiados de celebridades, que
continuará en décadas posteriores: Marilyn Monroe, Jackie
Kennedy, Elvis Presley, Liz Taylor, Marlon Brando, etc. También
diseña obras en gran formato, que serán reconocidas como
destacadas creaciones del arte del siglo XX, a veces extremadamente polémicas: las series de catástrofes como Car Crash, Silla
eléctrica, Criminales más buscados o las variaciones sobre La
Última Cena o Mona Lisa. Y también las célebres Cápsulas del
tiempo, cerca de 640 cajas de cartón en que, desde 1974, clasifica
por fechas distintos objetos de la vida cotidiana: libros, ropa,
periódicos, etc1,4–7.
Correo electrónico: julio.montes.santiago@sergas.es
0025-7753/$ – see front matter ß 2012 Elsevier España, S.L. Todos los derechos reservados.
doi:10.1016/j.medcli.2012.03.001
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En 1963 abre cerca de la Avenida Lexington su famoso estudio
The Factory, aunque cambiará de localización varias veces. Será
prolı́fico punto de irradiación artı́stica y cultural, pues en ella
Warhol, además de dinamizador, colaborará con otros artistas
plásticos -Haring, Basquiat, Schnabel, Clemente-, inspirará a
músicos -Lou Reed y su banda, The Velvet Underground,- o
frecuentará a escritores -Malanga, Ginsberg, Tennessee Williams,
Truman Capote, incluso el español Fernando Arrabal-. Además se
realizarán más de 60 films, algunos de los cuales se convertirán en
clásicos underground como Chelsea Girls. En conjunto, The Factory
producirá más de 100.000 creaciones artı́sticas de todo tipo. En la
década de los 70 edita la Revista Interview y en años siguientes
realiza los retratos de Mao y Lenin, los de judı́os célebres (Freud,
Einstein, etc.), de deportistas (Cassius Clay, Pelé, etc.) o los
autorretratos; escribe libros autobiográficos (The Philosophy of
Andy Warhol [from A to B and Back Again], PoPism, The Diaries);
interviene en populares series televisivas (Vacaciones en el mar) y
produce programas para la TV (Los 15 minutos de Andy Warhol).
En todo ese tiempo hasta su muerte será infatigable notario y
privilegiado testigo de cuanta inquietud cultural se geste en Nueva
York. Ası́, por las páginas de sus Diarios8 (noviembre 1976/febrero
1987) desfilan «más estrellas que en el cielo», caracterizadas todas
con pinceladas más o menos ácidas: actores (Redford, De Niro,
Hoffman, Stallone, Schwarzenegger, Nicholson, Pacino, Gibson,
Ford, Gere, Travolta, Liz Taylor, Brooke Shields, Diane Keaton, Kim
Basinger, Grace Jones, Demi Moore, etc.), directores (Scorsese,
Spielberg, Fellini, Fassbinder, etc.), polı́ticos y magnates (Kennedy,
Nixon, Reagan, Rockefeller, Forbes, etc.), diseñadores (Carolina
Herrera, Calvin Klein, Versace, Valentino, etc.), músicos (Sinatra,
Lennon, Dylan, Jagger y los Stones, Sting, Michael Jackson,
Springsteen, Elton John, Ozzy Osbourne, Liza Minnelli, Diana Ross,
Cher, Madonna, los españoles Julio Iglesias, Plácido Domingo y
Miguel Bosé, etc.). Y también otros artistas gráficos con los que
colabora o incluso proyecta a la fama (Rauschenberg, Lichtenstein,
Haring, Basquiat, Schnabel, Yoko Ono, Twombly, etc.). En 1989 el
MoMA le dedica una gran retrospectiva póstuma y en 2009 las
Galerı́as Nacionales de Parı́s ofrecen la magna revisión Le grand
monde d’Andy Warhol4.
Patobiografı́a: hipocondrı́a, dermatitis, cálculos biliares
y disparos (casi) mortales
Como más tarde reconocerı́a el propio Warhol, fue la forzada
inactividad al recuperarse de una grave enfermedad lo que
despertó sus inclinaciones y destrezas artı́sticas. En su caso, Andy
padeció a los 6 años escarlatina, infección dérmica estreptocócica
que se complicó con la presencia de corea de Sydenham o Baile de
San Vito, caracterizado por movimientos anormales e incontrolables, que le obligó a guardar cama 10 semanas. Al regreso a clase
presentó recaı́da de los movimientos anormales. A los 9 y 10 años
presentará otros brotes. Al parecer no hubo secuelas cardiacas.
Durante una de estas convalecencias, un primo regala a la familia
una cámara Kodak con la cual Andy tomará numerosas fotografı́as.
Durante estos prolongados reposos obligados pinta, lee cómics
(Dick Tracy, Superman, etc.), escucha la radio y colecciona
fotografı́as de actores. Como durante su infancia Andy fue muy
enfermizo apenas se relacionó con sus compañeros y desarrolló
una exagerada hipocondrı́a. Huérfano desde la adolescencia, pero
soportando una larga enfermedad paterna -peritonitis tuberculosa-, contrae de por vida una fuerte dependencia psicológica de su
madre1,4.
Ası́ mismo, y para aumentar su retraimiento, durante la
adolescencia comenzará a presentar problemas dérmicos que le
ocasionarı́an depigmentaciones y rosácea rebelde y condicionarán
una insatisfacción crónica con su imagen. Por ello a los 29 años
ingresa en el Hospital Saint Luke para una cirugı́a estética nasal
(probablemente por rinofima)4,9. Para tales problemas dérmicos
omnipresentes consultará a varios especialistas -Burke, Silver- y
ensayará variados remedios -tetraciclinas, retinoides, peróxido de
benzoilo, dietas, polivitaminas, etc.-. En ocasiones parece que tales
problemas se derivan de sensibilizaciones a los pigmentos
pictóricos utilizados en sus obras8. Durante al menos 4 años antes
de morir se sometió a sesiones de lifting facial o recibió inyecciones
de colágeno en la cara para paliar las arrugas. También presentó
alteraciones ungueales para las que seguı́a cuidados regulares de
manicura. También para disimular sus problemas con el cabello
utilizaba sus famosas pelucas. Y aunque estaba orgulloso de ellas y
con capacidad irónica sobre las mismas –como cuando el niño Sean
Lennon, hijo de John y Yoko Ono, le señaló el pelo y Andy afirmó
que era «punk»-, a veces se sintió avergonzado de sus postizos,
como en la ocasión en que una admiradora le arrebató la peluca en
una firma de libros8.
Ası́ mismo, de forma congénita presentaba evidentes hemangiomas escrotales, que condicionarán su vida y su reticencia a
mostrar su desnudez8. Conocida su homosexualidad, y ampliamente publicitada su relación con Jed Harris -aunque no fue el
único-, quizá dichas alteraciones contribuyan a explicar su timidez
en sus relaciones personales y su escasa promiscuidad sexual, que
Andy confiesa repetidamente. En este sentido, se confesó, ante
todo, un voyeur8. También es posible que este retraimiento
explique que Warhol no desarrollara sida, a pesar de su gran
temor a adquirirlo y que le llevó a evitar a amigos como el fotógrafo
homosexual Robert Mapplethorpe8 (muerto de neumonı́a por
Pneumocystis jiroveci en el seno de sida). También debido a este,
además de varios actores de The Factory, murió su amigo Keith
Haring y el abuso de las drogas fue el causante de la muerte de su
también amigo y colaborador Jean-Michel Basquiat.
Con respecto a las drogas, Andy nunca probó la heroı́na, aunque
coqueteó varias veces con la cocaı́na. De una de ellas se tiene
testimonio directo por su amigo y biógrafo Bob Colacello en una
sesión en que también participó Mick Jagger1. En cuanto al alcohol,
reconoce varias veces que ha bebido demasiado, incluso hasta la
embriaguez, si bien al dictar los Diarios parece extraordinariamente lúcido e incluso relata cómo trabaja incansablemente en sus
obras. En cualquier caso, Andy nunca consideró un problema el
alcohol, cosa que sı́ reconoce por ejemplo en otros amigos como
Lou Reed, del que afirma que asiste a Alcohólicos Anónimos. Sin
embargo, sı́ fue un adicto a los barbitúricos y las anfetaminas8. El
origen de su adicción paradójicamente fue inducido por la
prescripción médica de un preparado anfetamı́nico, para una
supuesta obesidad en 1963 (Obetrol1, conocido como speed). Tras
ello Andy se hizo adicto al Dexamyl1 (preparado con anfetamina y
barbitúrico, del cual hay testimonios de que tomaba al menos 2
comprimidos al dı́a), ası́ como al Seconal1 (secobarbital) para el
insomnio. También reconoció que tomaba habitualmente
Valium1 (diacepam), que intentó dejar pero no pudo. Incluso
en las últimas lı́neas anotadas en sus Diarios8 reconoce que ha
ingerido 2 comprimidos de Valium1, Seconal1 y otros 2 de
Aspirina1. A ello deben añadirse sustancias como Demerol1
(meperidina) o morfina para aliviar los dolores producidos por las
crisis biliares.
En 1968, Valerie Solanas, una actriz feminista radical le
descerrajaba a bocajarro varios tiros. Gritando desesperadamente
que lo hacı́a porque Warhol controlaba su mente, alcanzó ası́ sus 15
minutos de gloria, que su célebre vı́ctima habı́a popularizado como
una especie de derecho de todo mortal. Los disparos alcanzaron
varios órganos y en el Hospital Columbus presentó una parada
cardiaca de la que fue reanimado por masaje cardiaco abierto por el
equipo del Dr. Rossi e intervenido durante 6 horas, con
esplenectomı́a1,4,10,11. Sus cicatrices constituyeron años más
tarde célebres fotografı́as de Richard Avedon. Le obligaron a usar
corsés protectores de por vida. Tanto en los largos meses de
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El expediente Warhol: las circunstancias de su muerte y el
embrollo tras su fallecimiento1,3,12–15
El 20-02-1987 Warhol ingresaba en el Hospital de Nueva York
para una colecistectomı́a semiurgente. El 5 de dicho mes, y tras una
trasgresión dietética en un restaurante japonés, se habı́an
recrudecido sus molestias abdominales esporádicas. El 14, y tras
asistir a la Discoteca Tunnel, en compañı́a del músico de jazz Miles
Davis, presentó un intenso dolor en el hipocondrio derecho. Al dı́a
siguiente acudió a su quiropráctica habitual para un masaje, pero
este le agravó el dolor. Consultó entonces a su dermatóloga -Dra.
Karen Burke-, quien aconsejó la realización de una ecografı́a. Andy
pidió Demerol1 pero ella solo le prescribió un preparado de
paracetamol con codeı́na. Warhol, sin embargo, encontró e ingirió
por su cuenta 2 comprimidos de Demerol1. Tras una primera
ecografı́a en la que se observó una vesı́cula inflamada, se le remitió
al Dr. Cox. Andy se resistió pero al no remitir el dolor acudió a este
el dı́a 18. Tras repetir la ecografı́a, que confirmó el diagnóstico, y
perdurar el dolor, aceptó la intervención. Ingresó el dı́a 20 por la
tarde en la habitación 1204 del piso 12 del Pabellón Baker del
Hospital de Nueva York y se inscribió con el seudónimo de Bob
Roberts. Su secretaria, Pat Hackett, en la anotación final de los
Diarios8, refleja que Bárbara, la enfermera que le atendió, quedó
extrañada de que Andy recordara su número de Seguridad Social.
La intervención se realizó el 21, duró cerca de 3 h, encontrando su
cirujano -Dr. Bjorn Thorbjarnavson-, la vesı́cula gangrenada.
También reparó una hernia de la pared abdominal, secuela de
intervenciones anteriores. Tras 3 h en postanestesia, fue transferido a la habitación. A las 16.00 le visitó el Dr. Cox y a las 19.30
también su cirujano. Por indicación del Dr. Cox quedó a partir de las
20.00 al cuidado de una enfermera privada sugerida por el hospital,
Min Chou, con 11 años de experiencia. Andy permaneció tranquilo
viendo la TV y a las 21.30 telefoneó a su asistente Paige Powell.
Durante este tiempo las constantes fueron estables (también a las
22.00 y 2.00) y la enfermera lo comunicó telefónicamente al
Residente de Cirugı́a (1.00). Andy dormı́a. A las 4.00 también
consta estabilidad, pero se sospechó que tal nota fue añadida con
posterioridad. Sin embargo, a las 4.30 su enfermera lo notó más
pálido. A las 5.45 comenzó con cianosis y disnea. Min Chou no pudo
despertarlo y avisó al personal del hospital. Este realizó maniobras
de reanimación durante 45 minutos aunque con dificultad en la
intubación por presentar ya rigor mortis. A las 6.31 fue
pronunciado oficialmente muerto. A mediodı́a, la CNN difundı́a
mundialmente la noticia1,3,12-15.
En su certificado -firmado por el Dr. Beverly Leffers, de la Oficina
del Jefe Examinador Médico de Nueva York- consta que la causa de
la defunción está pendiente de posterior estudio. Tras la autopsia,
que no aportó datos estructurales relevantes, oficialmente fue
atribuida por el hospital y también por el Dr. Eliott Gross, Jefe del
Cuerpo Médico de la Ciudad de Nueva York, tras investigaciones
internas, a fibrilación o arritmia cardiaca ventricular. Sin embargo,
el Departamento de Salud de Nueva York y la Oficina Legal del
Distrito de Manhattan iniciaron pesquisas por presunta negligencia. No se encontraron evidencias de acción presuntamente
criminal, pero el Departamento de Salud consignó varias posibles
deficiencias1,3:
1. Su enfermera probablemente no estaba presente cuando
empezaron las dificultades respiratorias, no recogió adecuadamente las constantes y no fue supervisada convenientemente
por el hospital.
2. No se evaluó de forma correcta preoperatoriamente a Warhol,
por ejemplo notando su desnutrición (peso: 58,3 kg; altura:
180,3 cm), y se le administró cefoxitina a pesar de que era
alérgico a la penicilina, con el consiguiente riesgo de una
reacción indeseable, aunque no consta que se produjera.
3. No se llevó un control cuidadoso del balance de lı́quidos, se
observó un dispositivo de flujo de orina malfuncionante que no
fue sustituido y desde las 0.00 hasta las 5.00 no se registraron
adecuadamente las constantes vitales ni la dosis de morfina.
Ası́ pues, el informe inicial del Dr. Dvoskin, del Departamento de
Salud -luego parcialmente rectificado-, apuntaba que el fallecimiento de Warhol se relacionarı́a con insuficiencia cardiaca debida
a intoxicación hı́drica.
Sin embargo, el hospital, en un detallado informe de 35 páginas,
negó taxativamente las negligencias e intentó paralizar tales
demandas, aunque admitió que las enfermeras podrı́an haber
visitado al paciente más regularmente15. Además no renovó el
contrato de Min Chou. No obstante, el Departamento de Salud y los
abogados de los herederos de Warhol decidieron proseguir con la
demanda16,17. La vista se realizó casi 4 años después, exonerando al
hospital, pero se selló con un acuerdo extrajudicial por el cual este
entregó a los herederos de Warhol –sus hermanos John y Paul
Warhola- unos 3 millones de $.
Muerte súbita y alteraciones hidroelectrolı́ticas:
consideraciones actuales sobre la muerte de Warhol
En estadı́sticas de la época de la muerte de Warhol se cifraban
en 400.000 las muertes súbitas anuales en EE.UU.18. Actualmente
en el mundo se estiman en 4-5 millones19. El caso de Warhol
cumple los requerimientos de muerte súbita, que exigen, cuando es
presenciada, que se produzca dentro de la hora siguiente al inicio
de sı́ntomas19. Su autopsia no mostró cardiopatı́a ni otros datos
relevantes, achacándose la muerte a arritmia ventricular.
Sin embargo, la pregunta que surge es: pudo evitarse? Ya en
tiempos de Warhol la mortalidad tras colecistectomı́a rutinaria
era baja en el Hospital de Nueva York (0,2%)3 pero hoy se hubiera
elegido seguramente una colecistectomı́a laparoscópica, con
apreciable disminución de la morbimortalidad20. Aun ası́ el
examen de las circunstancias de la muerte de un personaje
tan notorio permite extraer ciertas enseñanzas aplicables al
presente:
?
convalecencia, como posteriormente, reiteró el anhelo de haber
muerto entonces para convertirse en un mito similar a sus
adorados Elvis, Marilyn, John Kennedy o John Lennon, cuyas
imágenes tanto popularizó con sus serigrafı́as.
En cuanto a sus largos padecimientos vesiculares por los
cálculos biliares, probablemente existı́a cierto componente hereditario, pues su padre fue intervenido de vesı́cula 14 años antes de
su muerte. El primer brote que le obligó a ser hospitalizado ocurrió
en 1973, pero declinó la operación y fue tratado con dieta y reposo.
Como declaró el Dr. Denton S. Cox, su amigo y médico de cabecera
desde 1960 hasta la muerte de Andy, rechazó la intervención en
otras ocasiones por su temor invencible a los hospitales, tras la
pavorosa experiencia de los disparos. Por ello se automedicaba
frecuentemente, bien para procesos banales –resfriados-, bien para
epigastralgias o insomnio. No obstante, en 1981 fue hospitalizado
por neumonı́a1.
Es curioso constatar cómo este terror a la medicina oficial, a
pesar de que acudiera con alguna regularidad a la consulta del Dr.
Cox, le llevó a adoptar remedios de dudosa eficacia para sus
dolencias, como dietas vegetarianas modificadas, vitaminas y
cinesiterapia (bajo los consejos de la quiropráctica Dra. Linda Li). Y
también a dejarse directamente estafar por un tal Dr. Bernsohn,
quien le convence de que instale en su casa ciertos caros cristales
dotados de propiedades extraordinarias -por ejemplo para
ahuyentar cucarachas, con estrepitoso fracaso- o que los lleve
como amuletos en pulseras o bolsillos para protegerse de las
enfermedades8.
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1. No se documenta muerte súbita en ninguno de los miembros
supervivientes o difuntos de la familia Warhola. Ello hace
improbable la existencia de una canalopatı́a familiar (por
ejemplo sı́ndrome de Brugada).
2. Los padecimientos cardiacos previos –fiebre reumática, parada
cardiaca previa- al parecer no condicionaron sintomatologı́a
importante, pero pudieron constituir lesiones subclı́nicas
predisponentes. En este sentido, como se enfatiza recientemente, deben cuidarse la valoración e instauración de medidas
efectivas (por ejemplo betabloqueo perioperatorio en cardiopatı́a isquémica) en pacientes con antecedentes de cardiopatı́a
sometidos a cirugı́a no cardiaca21.
3. Pudo existir un inadecuado balance de lı́quidos, evidenciado en
una ganancia de 10 kg en la autopsia, respecto del ingreso (de
58,3 a 68,1 kg).
4. Ello, unido a cierta desnutrición -ı́ndice de masa corporal de
Warhol: 17,9-, pudo favorecer alteraciones hidroelectrolı́ticas
(disminución de Mg++ y/o K+), modificadoras del intervalo QT y
predisponentes de arritmias22.
5. No se controló estrictamente la medicación, sobre todo la
morfina. Esta, junto con las circunstancias operatorias, ocasiona
a veces sı́ndrome de secreción inadecuada de vasopresina e
intoxicación hı́drica. Además Warhol era adicto a las anfetaminas, de conocidos efectos arritmogénicos. En España, un estudio
reciente registra consumo de tales sustancias en el 0,5% de las
muertes súbitas autopsiadas en personas entre 25 y 49 años23.
La impresión final es que se descuidaron detalles postoperatorios que verosı́milmente ocasionaron alteraciones hidroelectrolı́ticas favorecedoras del inesperado desenlace. Con el ejemplo
de Warhol como paradigma para evitar la pérdida de vidas, nunca
se insistirá lo suficiente en la ajustada evaluación de las
circunstancias de cada paciente. En este caso, aunque generalizable
a otros, por ejemplo, la apreciación de posibles interacciones entre
fármacos, la adecuación de su uso al estado nutricional, la
valoración de las cardiopatı́as previas y la adopción de actuaciones
con evidencia cientı́fica21, etc.
Los abogados de Warhol clamaron que su muerte pudo ser
evitada. A los 25 años de esta quizá debamos concederle la razón
cuando una vez manifestó: «No puedo decir nada sobre la muerte
porque no estoy preparado para ella»24.
Conflicto de intereses
El autor declara no tener ningún conflicto de intereses.
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Noviembre-enero.
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