EVALUACIÓN INTEGRAL DE LA CUENCA DEL RÍO BRAVO USANDO UN SISTEMA DE INFORMACIÓN GEOGRÁFICA Luis Bravo Inclán 1, Javier Sánchez Chávez 1 y Oscar Lemus Ramírez 2 1 Coordinación de Tratamiento y Calidad del Agua y 2 Coordinación de Riego y Drenaje, Instituto Mexicano de Tecnología del Agua, Paseo Cuauhnáhuac 8532, Col. Progreso, Jiutepec, Mor., 62550 México, D.F., Tel. y fax (3) 19-4281. E-mail: lubravo@tlaloc.imta.mx. RESUMEN El estudio del destino y transporte de nutrientes y agroquímicos en aguas superficiales y subterráneas, permite apoyar la toma de decisiones con el fin de prevenir la contaminación no puntual. Se describe el proceso de capturar y adaptar la información básica de México y EE.UU. en un sistema compatible para su uso en un Sistema de Infomación Geográfica (GIS). La información digitalizada que se obtuvo, sirvió para modelar la hidrometría del río Bravo y Pecos por medio de SWAT-GRASS, que consistió de: topografía, datos climáticos, suelo, uso del suelo, etc. En 1996, se logra la primera corrida de la cuenca del río Bravo. El paquete SWAT posee la capacidad suficiente para simular varias subcuencas por un periodo de años. Sin embargo, el aplicar esta herramienta ha probado ser difícil y requiere de un equipo interdisciplinario. A pesar de ello, se recomienda ampliamente continuar con esta línea de investigación, con énfasis en la modelación de la calidad del agua. INTRODUCCIÓN Con frecuencia, las instituciones responsables de combatir la contaminación del agua, se enfrentan con dificultades para cumplir su labor, debido a la gran variedad de fuentes y tipos de contaminación. Hace algunos años, la contaminación del agua fue percibida como un problema local, creado principalmente por fuentes puntuales de contaminación, fácilmente identificables y regulables. Sin embargo y a nivel mundial, en la medida en que se han controlado las fuentes puntuales de contaminación, la contaminación difusa ha cobrado mayor preocupación, por la dificultad de su control y por el impacto que provoca en los acuíferos, drenes, lagos y embalses. La contaminación difusa o no puntual, se caracteriza por no identificarse fácilmente los puntos de descarga. Frecuentemente, la presencia de contaminantes difusos no está asociada de manera directa a la aplicación -intencional o no- de los mismos. Este tipo de contaminación también se caracteriza por su naturaleza intermitente; una intensa lluvia suele ser el factor determinante, a diferencia del flujo de la descarga más regular y localizada de las fuentes puntuales. Desde la década de los 60, el incremento en el uso de fertilizantes en la agricultura, ha favorecido el transporte de nutrientes hacia ríos, embalses y acuíferos. El exceso de fósforo (P) y nitrógeno (N) en los lagos y presas, ha provocado una alta productividad fitoplanctónica y, por ello, el deterioro de la calidad del agua en los mismos (Bravo, 1995). Por otro lado, la toxicidad de los plaguicidas para la biota acuática y su persistencia en el ambiente por períodos de tiempo variables, ilustra la necesidad de estudiar estos compuestos de manera integral. El estudio del destino, transformación y transporte de nutrientes y agroquímicos utilizados como fertilizantes y plaguicidas tanto de aguas superficiales como subterráneas, permite evaluar y apoyar la toma de decisiones con el fin de prevenir la contaminación por fuentes difusas. Para estimar la calidad del agua en amplias regiones como son las cuencas hidrológicas, los modelos de simulación, acoplados con Sistemas de Información Geográfica (GIS), representan herramientas poderosas para el análisis y evaluación de la contaminación proveniente de fuentes puntuales y no puntuales de contaminación. Dos naciones y ocho estados (tres en los EE.UU. y cinco en México) reclaman el uso de las agua de la cuenca río Bravo. Se estima que unas 10 millones de personas dependen de las aguas del río para usos agrícolas, municipales e industriales (Lurry et al., 1998). Dada la importancia de esta cuenca, se requiere contar con información electrónica georeferenciada (GIS) del sistema, con el fin de realizar análisis cuantitativos de diversas actividades de planeación y manejo; por ejemplo, análisis de escenarios de sequía, operación de embalses, programas de identificación de carga de contaminantes, y de mejoramiento y restauración de la calidad del agua en cuencas, etc. Este estudio se inició como un proyecto de cooperación entre la Estación Experimental Agrícola de Texas (TAMUS), de la Universidad de Texas A&M, por un lado, con un grupo norteamericano a cargo de el Dr. R. Srinivasan, y la Comisión de la Conservación de Recursos Naturales de Texas (TNRCC); y, por otro lado, por el Instituto Mexicano de Tecnología del Agua (IMTA); el Instituto Nacional de Investigaciones Forestales y Agropecuarias (INIFAP); y la Comisión Nacional del Agua (CNA). Este trabajo tiene como objetivo el describir el proceso de capturar y adaptar la información temática básica de México y EE.UU. en un sistema compatible para su uso en un GIS. Con esta información y para la cuenca del lado norteamericano, se compararon los resultados hidrológicos obtenidos por simulación, contra los datos actuales, registrados en estaciones de la U.S. Geological Survey (USGS). En una etapa posterior, la base de datos puede servir para aplicar un modelo de calidad del agua (SWAT), que permita simular el transporte de fuentes no puntuales de contaminación en la cuenca del río Bravo. ANTECEDENTES Modelos matemáticos para investigar fuentes no puntuales La aplicación de los modelos matemáticos en áreas agrícolas, así como de otros usos del suelo, ha evolucionado en la escala espacial estudiada y en la complejidad para representar las interacciones que ocurren en una cuenca hidrológica. A continuación, y debido al auge que estos modelos han tenido en los EE.UU., se da un breve resumen histórico del desarrollo de modelos que investigan fuentes no puntuales de contaminación. A principios de los 80 surgió el modelo llamado Chemicals, Runoff and Erosion from Agricultural Management Systems (CREAMS) (Knisel, 1980). Es un modelo a nivel parcela, desarrollado para simular el impacto del manejo del suelo en relación con: agua, sedimento, nutrientes y pesticidas. De 1980 a 1985, fueron desarrollados varios modelos a partir de este modelo original. En 1984, el modelo Environment Policy Integrated Climate (EPIC) fue originalmente diseñado para simular el impacto de la erosión en la producción agrícola. Este modelo ha evolucionado incluyendo la evaluación de fuentes difusas de contaminación; la simulación se realiza a escala puntual o de parcela, esto es, definiendo la parcela como una unidad homogénea que tiene: a) Uso de suelo definido (un sólo cultivo); b) Suelos homogéneos; c) Lluvia y clima espacialmente uniforme; y d) Prácticas agrícolas sin variaciones (Arnold et al., 1994; Németh, 1996). Otra línea consistió en la modificación de CREAMS para simular la complejidad de las cuencas con variaciones en edafología, uso del suelo y prácticas agrícolas. Como resultado, se desarrolló el Simulator for Water Resources in Rural Basins (SWRRB), para simular las fuentes no puntuales de contaminación en tiempo contínuo, esto es, con variaciones diarias. Este modelo permite la subdivisión de cada cuenca en máximo diez subcuencas. A finales de la década de los 80, el SWRRB fue utilizado para cuencas pequeñas (cientos de km2) y se enfatizó la modelación de aspectos de calidad del agua. Debido a la necesidad de simular cuencas extensas, a principios de los 90 se desarrolló el modelo Soil and Water Assessment Tool (SWAT). Dicho modelo es la continuación de un esfuerzo a largo plazo para modelar fuentes no puntuales de contaminación, realizado por el Servicio de Investigacion de Agricultura (ARS) de los EE.UU. Este modelo es de tiempo contínuo y permite evaluar impactos del manejo de los recursos naturales a largo plazo, como por ejemplo la sedimentación de embalses incluso, por más de 50 ó 100 años (Arnold et al., 1994). Como ejemplo de un estudio en cuencas, se puede mencionar que cerca de Dallas, Texas, se utilizaron imágenes de satélite para crear una base de datos utilizada en un Sistema de Información Geográfica (GIS). Con dicho sistema se estudiaron 14,760 km2 de terreno, que comprenden ocho cuencas de abastecimiento de agua. Se utilizaron imágenes del satélite Landsat para determinar el cambio histórico de 1974 a 1986, del uso del suelo en cuencas; con el uso del GIS, estos datos fueron combinados con otras variables, como tipo de suelo y precipitación, para predecir la pérdida de suelo en cada cuenca. Las cargas de N y P fueron también calculadas usando coeficientes de exportación de nutrientes (DelRegno y Atkinson, 1988). Chen et al. (1994) desarrollaron una aplicación que integraba un modelo de transporte de P acoplado a un GIS denominado Geographic Resources Analysis Support System (GRASS). El modelo simulaba la carga de fósoro utilizando un balance de masas diario y con base en el área, e incorpora los efectos de la lluvia, topografia, propiedades del suelo, fertilización, aplicación de desechos animales y manejo agrícola. Las predicciones incluyeron: volumen de escorrentía, transporte de sedimentos y concentración de P disuelto y asociado a partículas. Los autores recomiendaban que es esencial identificar y priorizar la producción de P e identificar las diferencias de esta producción en diferentes zonas dentro de una cuenca dada. Es por medio de este proceso, que se pueden identificar áreas fuente de mayor liberación de P, y así identificar zonas de tratamiento prioritario, con el fin de optimizar los beneficios de una mejor calidad del agua con recursos económicos limitados. Bravo (1995) y Olvera et al. (1998) evaluaron el estado trófico de la presa Madín y Valle de Bravo, respectivamente. Con base en un modelo simplificado se estimaron las cargas de fósforo (LP) y nitrógeno (LN) procedentes de cuenca, por dos métodos: por fuentes puntuales y por fuentes no puntuales. Se resalta que éstos métodos dan información sobre la importancia cuantitativa de los factores que influyen en la calidad del agua de una cuenca, ya que permiten evaluar las causas de la LP y LN, de acuerdo con su ubicación y el orden de importancia; por tanto, se convierten en herramientas que permiten resaltar las medidas prioritarias de atención en programas de mejoramiento ambiental de cuencas. Descripción del modelo SWAT El modelo SWAT fue desarrollado para simular el comportamiento de grandes cuencas que tienen un uso del suelo principalmente agrícola. Las principales aplicaciones de SWAT incluyen la planeación de cuencas para el control de la erosión y sedimentos en cuencas complejas y el análisis de calidad del agua con compuestos provenientes de fuentes dispersas, como son los nutrientes (N y P) y los pesticidas (Srinivasan y Arnold, 1994). Estos compuestos pueden transportarse con el agua y/ó asociados a las partículas (sedimentos suspendidos). SWAT es un modelo hidrológico contínuo en el tiempo, con resolución temporal de un día. Está concebido para predecir el impacto de prácticas de manejo del agua en cuencas extensas, incluyendo: erosión y calidad del agua. Tiene capacidad de simular simultáneamente varias subcuencas (hasta 2,500) por un período de 100 años o más. Los mayores componentes de este sistema son ocho: hidrología, clima, sedimentación, temperatura del suelo, crecimiento de las cosechas, pesticidas, nutrientes y manejo agrícola. Además, una característica de SWAT que lo hace una herramienta eficiente en la modelación de cuencas, consiste en la posibilidad de enlazar las bases de datos generadas de un GIS, con el modelo mismo. Sistemas de Información Geográfica (GIS) Los GIS crean una relación entre la información de los recursos naturales y su ubicación geográfica, al conectar los datos con el lugar físico. Los usos de los GIS involucran costos relacionados con la tecnología empleada. Así mismo, la información que se requiere para realizar un análisis es muy amplia. Como cualquier otra herramienta, la calidad del análisis involucrado por esta aplicación es sólo tan buena como la calidad de los datos de entrada al sistema. Aún con dichos requerimientos, los GIS continúan representando una alternativa muy importante en el campo de la evaluación de los recursos naturales. El modelo SWAT ha sido enlazado a un Sistema de Información Geográfica denominado Graphical Resources Analysis Support System (GRASS), altamente interactivo y orientado a la graficación de la información generada en dos y tres dimensiones. El SWAT-GRASS es una herramienta para el análisis y desarrollo de información mediante despliegue espacial. GRASS es un GIS de uso general realizado por el Cuerpo de Ingenieros de la Armada de los EE.UU. (U.S. Army, 1991). Este GIS es adecuado para evaluar los impactos de la agricultura, el manejo forestal y el uso del suelo, entre otros, en grandes extensiones. GRASS provee bases de datos tanto espaciales como de atributos, que se organizan en archivos tipo base de datos (de modo tabular), así como la herramienta necesaria para manipular y transferir datos al modelo SWAT. Así mismo, GRASS permite crear nueva información al integrar las capas de información y mostrar los datos originales desde diferentes perspectivas. Dado el impacto tanto ambiental como en salud humana de las fuentes no puntuales de contaminación, existe la necesidad de desarrollar GIS para evaluar los efectos de nutrientes y pesticidas a nivel cuenca. Con la combinación de GRASS y la modelación con SWAT se puede predecir el destino de nutrientes, así como del transporte de sedimentos. DESCRIPCIÓN DE LA ZONA DE ESTUDIO La cuenca del río Bravo/río Grande es una de las 100 mayores cuencas del mundo. El río es conocido como río Bravo para la gente de México y como río Grande para la gente de los Estados Unidos. Es un sistema único ya que forma una frontera natural entre los dos países. Por décadas, esta zona fronteriza ha sido un área de actividad económica y actualmente está experimentando un cambio muy rápido impulsado por el Tratado de Libre Comercio (TLC). Dicha actividad industrial y agrícola está favoreciendo una creciente presión en las ya afectadas aguas del río Bravo y las comunidades económicas que se sustentan en esta región. Los retos del manejo local de las aguas no sólo incluye el abastecimiento de agua, sino también la calidad del agua, con problemas como: sistemas de tratamiento de agua insuficientes, desarrollo industrial y demográfico rápido, y contaminación por metales pesados procedentes de áreas mineras abandonadas (Hansen et al., 1996). El río Bravo separa a México del estado de Texas por un tramo de más que 1,400 km. La región tiene una población de más que 3.4 millones de habitantes dentro de una franja de 100 km de cada lado de la frontera. Existen varias poblaciones y actividades agrícolas dentro de las dos regiones más prominentes, el Valle del Alto río Bravo y el Valle del Bajo río Bravo. El Valle del Alto río Bravo es dominado por las ciudades de El Paso y Ciudad Juárez, que tienen una actividad agrícola que ocupa un área de aproximadamente 40,000 hectáreas. El Valle del Bajo río Bravo se extiende desde McAllen hasta Brownsville, tiene un área agrícola de cerca de 800,000 ha, de la cual una tercera parte se encuentra bajo irrigación (TWRI, 1994). En los últimos 30 años, ambas regiones han experimentado aumentos tanto en población como en actividades industriales. El desarrollo de la industria maquiladora ha proporcionado empleos y mejorado las condiciones económicas en esta parte del país, pero también ha empeorado las condiciones ambientales a lo largo de la frontera. Por otro lado, las actividades agrícolas han provocado la salinización de los suelos y contaminación de los aquíferos y aguas superficiales por pesticidas y fertilizantes. Así mismo, la agricultura ha sido el principal consumidor de agua por mucho tiempo. Actualmente, la creciente población municipal e industrial, representa una fuerte competencia por el recurso hídrico. Clima El clima en la porción septentrional de la cuenca es generalmente caliente y árido, volviéndose más tropical en la parte sur. La precipitación media anual en el área de Ciudad Juárez/El Paso es de 200 mm; en Acuña/Del Río es de 460 mm; en Nuevo Laredo/Laredo de 510 mm y en Matamoros/Brownsville de 650 mm (CILA, 1994). En las regíones más áridas muchos de los arroyos tributarios son intermitentes (Lurry et al.,1998). Fisiografía El río se divide en tres tramos distintivos, con base en sus características geológicas, fisiográficas, clímáticas y bióticas (CILA, 1994): a) el tramo superior.- Se extiende desde la frontera de Nuevo México hasta la Linda y se sitúa dentro de la provincia biótica de Chihuahua; b) el tramo medio o Sección del Bajo Cañón.- Se extiende desde La Linda hasta el sur de Ciudad Acuña/Del Río, se sitúa en una zona transicional entre tres provincias bióticas: la Chihuahuense al oeste, la Balconiana al este y la Tamaulipeca al sur; y, c) el tramo bajo o Sección Plana Costera.- Se extiende hasta el Golfo de México. Esta área abarca la provincia biótica Tamaulipeca. Hidrología El río Bravo nace en las montañas de San Juan, al sur de Colorado; fluye hacia el sur a través de Nuevo México y entra al territorio del estado de Texas aproximadamente a 32 km al noroeste del área de Cd. Juárez/El Paso, y a partir de este punto se convierte en la línea divisoria internacional entre México y los EE. UU (figura 1). La longitud del río es de 3,059 km. La superficie aproximada de la cuenca del río Bravo es de casi 600,000 km2 (Srinivasan et al., 1997). Según la CILA (op. cit.), del área total de la cuenca, aproximadamente 230,327 km2 de territorio están ubicados en los EE. UU. y 226,177 km2, en México, drenan hacia el río Bravo, una parte significativa de la zona corresponde a cuencas cerradas (endorréicas). Los tres principales embalses presentes en la corriente principal del río Bravo son: Elephant Butte, Nuevo México, y las presas Internacional La Amistad y la Internacional Falcón, ambas entre Texas y México, en los estados de Coahuila y Tamaulipas, respectivamente. Actividades económicas y calidad del agua A nivel de cuenca, se estima que unos 10 millones de personas dependen del río para usos como la agricultura, la industria, el abastecimiento de agua con fines domésticos, de recreación y diversión (Lurry et al.,1998). Las principales áreas agrícolas donde se deriva agua del río Bravo con fines de riego, incluyen Ciudad Juárez/El Paso, Piedras Negras/Eagle Pass y Valle del río Bravo aguas abajo de la presa Falcón. En el tramo ubicado entre Nuevo Laredo/Laredo hasta el Golfo, el río constituye la principal fuente de abastecimiento de agua potable para aproximadamente el 98% de la población (CILA, 1994). De las 3,500 maquiladoras distribuidas en el país, aproximadamente 2,000 están localizadas en la frontera México-Estados Unidos. La SECOFI estima que el 98% de éstas carecen de sistemas de tratamiento de aguas residuales. Sin embargo, no existe ninguna revisión sistemática de las cantidades exactas, tipos y destinos de las descargas por las maquiladoras y su relación con la calidad del agua (TNRCC, 1994). SUBCUENCAS: Río Pecos PRESA ELEPHANT BUTTE PRESA RED BLUFF Río Bravo PRESA LA AMISTAD Río Conchos PRESA FALCÓN Figura 1. Zona de estudio, cuenca del río Bravo METODOLOGÍA El primer paso que se realizó en el estudio consistió en encontrar y adquirir las bases de datos naturales para cada lado de la cuenca. El GIS utilizado fue el GRASS desarrollado por el Cuerpo de Ingenieros de la Armada de los EE.UU. (U.S. Army, 1991). Todos los mapas y bases de datos fueron formateados de tal modo que pudieran ser utilizados directamente en la interface GIS de SWAT, desarrollada por Srinivasan et al. (1994). El manejo y adecuación de las bases de datos con SWAT-GRASS fueron realizados en una estación de trabajo SUN SPARCStation 20 en ambiente UNIX. Topografía Para México, los archivos de altura y pendiente fueron construidos a partir de los modelos de elevación digital (DEM) del INEGI, a una escala de 1:250,000. La resolución vertical de estos mapas es de un metro. Los DEM se encuentran divididos en archivos digitales de un grado de latitud por un grado de longitud. Por tanto, con el programa r.patch de GRASS se unieron 44 mosaicos en total para cubrir el área de estudio mexicana. Asímismo, a partir de los DEM de la U.S. Geological Survey (USGS), se armaron y unieron los mosaicos topográficos de EE.UU. con los de México (figura 2). Aunque el tamaño de celda horizontal de estos datos es de 100 x 100 m, éste mapa fue reclasificado a una resolución de 500 x 500 m, con el fin de reducir la intensidad computacional para éste análisis a gran escala. Con el uso del programa r.watershed de GRASS y con la topografía del área de estudio, se hizo la división por subcuencas. Se llegaron a realizar varias corridas, con el fin de que las subcuencas del lado mexicano fueran comparables en tamaño a las de los EE.UU., basadándose en las Unidades Hidrologicas de Área (HUA) de 4 dígitos, de acuerdo con la USGS. Para poder correr el modelo SWAT, la cuenca del río Bravo se distribuyó en 232 subcuencas, que resultaron mayores a 200 km2 (figura 3). Datos climáticos Los información climática mexicana fue obtenida de la base de datos del Servicio Meteorológico Nacional (CLICOM) de la CNA. Se tomaron datos diarios de precipitacion, temperatura máxima y mínima para 87 estaciones climáticas. Se escogieron las estaciones con diez o más años de registro. En general, se tuvo información de finales de 1935 a mediados de 1980 con un promedio de 19.5 años. Por otro lado, las estaciones climáticas de los EE.UU. fueron 48 y se obtuvieron del Servicio Nacional del Clima (NWS). Además de los parámetros climáticos ya mencionados, se incluyó la radiación solar. Los datos de ambos países fueron sintetizados anualmente, por medio del Weather parameter calculator (WXPARM) (Williams, 1992). Colorado Colorado Nuevo México Nuevo México Texas Chihuahua Chihuahua Durango Texas Coahuila Nuevo León Tamaulipas Figura 2. Mapa topográfico de la cuenca del río Bravo. Las altitudes van de 0 a 3,500 msnm. Durango Coahuila Nuevo León Tamaulipas Figura 3. Mapa de subcuencas e hidrología de la cuenca del río Bravo. Suelos Para los EE.UU., las bases de datos y mapas de suelo utilizan un sistema digitalizado desarrollado por el Servicio de Conservación de Recursos Naturales (NRCS) y la Base de Datos Edafológica, Geográfica y Estatal (STATSGO), a escala 1:250,000. El mapa de la STATSGO está ligado al modelo SWAT, a través de la interface de GIS. Por tanto, fue necesario crear una base de datos y mapa para el lado mexicano, que fuera compatible al formato y estructura de la STATSGO. Para México, las cartas edafológicas en papel y las bases de datos fueron obtenidas del INEGI (SPP, 1981). En 1995, en INIFAP se digitalizaron las cartas y se capturó en hoja de cálculo la información edafológica de la zona. Esta información se complementó con datos de muestreo de núcleos de suelo, proporcionados por la CNA e INIFAP. Sin embargo, éstos datos sólo tenían información sobre la textura de los suelos (porcentaje de arcilla, limo y arena) esto es, con una clasificación de tipo FAO. Con esta información, otros parámetros del suelo, tales como: la densidad de la masa (bulk density), capacidad disponible de agua, y conductividad eléctrica, que se requieren para modelar con SWAT, fueron calculados usando un programa de computadora (MUUF) desarrollado por Baumer et al. (1994). Cada punto de muestreo disponible fue adaptado al formato requerido en el sistema SWAT-GRASS. Para el lado mexicano, se obtuvieron 197 archivos de éste tipo (tabla 1). El mapa de suelo para la cuenca del río Bravo se muestra en la figura 4. Hidrología y datos de estaciones hidrométricas La hidrología se obtuvo con base en los DEM y del comando r.watershed de GRASS (figura 3). Uso del suelo Se utilizó un mapa de uso del suelo que incluye a Canadá, EE.UU. y México generado con base en imágenes de satélite por la empresa Sistema de Recursos de la Tierra (EROS Data Center), en proyección métrica (albers igual al área). El mapa original tenía un alto nivel de categorías, por lo que se reclasificó en 9 tipos de uso de suelo (figura 5). En la tabla 2 se muestra el área de acuerdo al uso del suelo de la cuenca. Del área total predominan tres tipos: pastizal/matorral y pastizal con una superficie conjunta 77.2% del área y bosque perenne con 13.7%. El uso de tipo agrícola sólo ocupa un 5.8% del área total. Puesta en marcha del modelo y análisis de resultados De los diversos mapas y bases de datos desarrolladas para la cuenca, las entradas requeridas por SWAT fueron consultadas utilizando la interface SWAT-GRASS (Srinivasan et al., 1994). Durante la simulación del caudal del río Bravo, se contaba con la información de las estaciones hidrométricas del lado de los EE.UU., proporcionados por la USGS. Para el periodo de 1965 a 1989, se obtuvo la información del río Bravo en el estado de Nuevo México y del río Pecos para el mismo estado y Texas (Srinivasan et. al., 1997). Para evaluar el comportamiento del modelo, se utilizaron gráficas de serie de tiempo y regresión lineal. Tabla 1. Ejemplo de un archivo que contiene los datos de suelo, requeridos para simular con el sistema SWAT-GRASS. Cuenca del río Bravo Estado:CH:MX0001: 1 Núm. de polígono: Clave del mapa (INEGI) LONGITUDE LATITUDE DEPTH (mm) BULK DENSITY MOIST (g/cc) BULK DENSITY DRY (g/cc) AVAILABLE WATER CONT. SAT. CONDUCTIVITY (mm/hr) ORG. CARBON (weight %) CLAY (weight %) SILT (weight %) SAND (weight %) ROCK FRAGMENTS (vol. %) SOIL ALBEDO (moist) SOIL ALBEDO (dry) EROSION K SALINITY (EC, form 5) WILTING POINT (vol. %) FIELD CAPACITY (vol. %) REACTIVITY (pH) 683137 G13-1-01 -107.10 28.00 10.00 1.24 1.24 0.15 3.212 2.06 36.00 40.00 24.00 0.00 0.12 0.12 0.32 0.00 22.24 37.53 5.90 200.00 1.24 1.24 0.15 3.212 2.06 36.00 40.00 24.00 0.00 0.12 0.12 0.32 0.00 22.24 37.53 5.90 690.00 1.29 1.29 0.12 1.004 1.29 48.00 28.00 26.00 0.00 0.12 0.12 0.32 0.00 27.08 39.33 6.10 1250.00 1.37 1.37 0.10 0.517 0.53 54.00 20.00 26.00 0.00 0.12 0.12 0.32 0.00 29.44 39.27 6.90 Tabla 2. Distribución de uso del suelo en la cuenca del río Bravo Categoría de uso del suelo 1.2.3.4.5.6.7.8.9.- Pastizal/Matorral Bosque perenne Pastizal Agricultura Bosque deciduo Bosque mixto Cuerpos de agua Urbano Pantanos TOTAL: Superficie (km2) 422,708 82,246 39,692 34,519 9,019 7,293 1,982 954 343 598,756 Porcentaje de cobertura 70.6 13.7 6.6 5.8 1.5 1.2 0.3 0.2 0.1 100.0 Colorado Colorado Nuevo México Nuevo México Texas Texas Chihuahua Durango Sin datos Urbano Agrícola Pastizal Pastizal matorral Bosque deciduo Bosque perene Bosq mixto Cuerpos de agua Pantanos Chihuahua Coahuila Durango Nuevo León Tamaulipas Figura 4. Mapa de suelos de la cuenca del río Bravo Coahuila Nuevo LeónTamaulipas Figura 5. Mapa de uso del suelo de la cuenca del río Bravo RESULTADOS En las figuras 6 y 7 se observa la comparación de las series de tiempo de los flujos anuales observados y simulados en las estaciones de Otowi Bridge y Cochiti. Es evidente de que el modelo SWAT-GRASS explica bien la tendencia general de los datos en el tiempo. En la tabla 3, se presenta una semejanza aceptable entre el gasto promedio anual observado y simulado para las dos estaciones, con coeficiente de correlación (r) de 0.96 y 0.71, respectivamente. En la figura 8 se muestra la gráfica de tiempo de los datos observados y simulados en el efluente del embalse Elephant Butte. Las operaciones del embase no fueron incorporadas en SWAT-GRASS, y ésta es la razón por lo cual las curvas no se parecen mucho. Cabe destacar que las predicciones de SWAT-GRASS pueden verse como el flujo ‘natural’, sin la influencia del ‘factor humano’. Se aprecia que la operación del embalse tiende a suavizar la curva del gasto. Sin embargo en el largo plazo, el flujo promedio predecido por SWAT-GRASS (59.8 m3/s) es dos veces mayor que el flujo observado (26.4 m3/s, tabla 3). Esto puede deberse a que algunas extracciones de agua del embalse pueden no estar incluidas en la modelación. En la tabla 3, el valor de r más bajo corresponde a la estación Elephant Butte (0.27), que implica que no hay semejanza entre las dos curvas, que es resultado de lo comentado arriba. Tabla 3. Análisis de regresión lineal de los datos hidrométricos observados y simulados en la cuenca alta del río Bravo Río / Estación hidrométrica n Bravo / Otowi Bridge Bravo / Cochiti Bravo / Elephant Butte Pecos / Red Bluff 11 25 25 25 Gasto promedio observado (m3/s) 32.4 41.7 26.4 2.8 Gasto promedio simulado (m3/s) 45.6 47.4 59.8 42.8 r (coeficiente de correlación) 0.96 0.71 0.27 0.73 La figura 9 muestra los datos observados y simulados aguas arriba del embalse Red Bluff, río Pecos. Los datos de flujo observado muestran muy poco gasto en dicha estación (2.8 m3/s), la cual fue estimada 15 veces mayor por el modelo (42.8 m3/s). Lo anterior se puede explicar por la pérdida excesiva de agua en los canales de desvío usados para irrigación, o por pérdidas de transmisión del río, que no fueron tomadas en cuenta en el proceso de modelación. 120 Gasto promedio anual (m 3/s) 100 Q observado Q simulado 80 60 40 20 0 65 66 67 68 69 70 71 72 73 74 75 76 77 78 79 80 81 82 83 84 85 86 87 88 89 90 Año Figura 6. Gasto promedio anual (Q) observado y simulado en la estación Otowi Bridge, río Bravo 120 Gasto promedio anual (m 3/s) 100 Q observado Q simulado 80 60 40 20 0 65 66 67 68 69 70 71 72 73 74 75 76 77 78 79 80 81 82 83 84 85 86 87 88 89 90 Año Figura 7. Gasto promedio anual (Q) observado y simulado en la estación Cochiti, río Bravo 140 Gasto promedio anual (m 3/s) 120 Q observado 100 Q simulado 80 60 40 20 0 65 66 67 68 69 70 71 72 73 74 75 76 77 78 79 80 81 82 83 84 85 86 87 88 89 90 Año Figura 8. Gasto promedio anual (Q) observado y simulado en el efluente del embalse Elephant Butte, río Bravo 160 Gasto promedio anual (m 3/s) 140 Q observado 120 Q simulado 100 80 60 40 20 0 65 66 67 68 69 70 71 72 73 74 75 76 77 78 79 80 81 82 83 84 85 86 87 88 89 90 Año Figura 9. Gasto promedio anual (Q) observado y simulado cerca del embalse Red Bluff, río Pecos DISCUSIÓN Los mapas de subcuencas y de uso de suelo cuentan con superficies diferentes (584,003 km2 y 598,756 km2, respectivamente). Es posible que esta situación se deba, en parte, al manejo de una imagen raster la cual no es tan exacta en sus bordes exteriores; además en el caso de uso del suelo, existe un área que no se incluyó, que estaba catalogada como ‘ausencia de dato’. Otro problema que se enfrentó consistía en que, al digitalizarse los mapas en dos países, las fronteras entre México y EE.UU. no embonaban perfectamente. Estas islas tampoco se contabilizaron. En su tramo final, el río Conchos pasa cerca del borde exterior de la cuenca. Esto provoca que el programa r.watershed asume que este caudal se sale de la cuenca en la zona oeste del Bajo Conchos. Se trató de corregir esta anomalía añadiendo tres capas en el borde exterior de la cuenca, con el comando r.grow de GRASS. A pesar de ello, el problema no se corrigió, posiblemente por la baja resolución utilizada del DEM. Sin embargo, la resolución que se utilizó (de 200 m) va en función del tiempo necesario para modelar la cuenca entera, con una mayor resolución el tiempo de simulación se verá desfavorablemente incrementado. SWAT posee la capacidad suficiente para simular simultáneamente várias subcuencas por un período de 100 años o más. Sin embargo, esta capacidad del modelo es tanto su fortaleza como su debilidad, ya que el aplicar esta herramienta a una cuenca internacional ha probado ser difícil. Una de las mayores limitantes para el uso directo del modelo norteamericano, consistió en la adaptación y uso de la información edafológica digital del país, así como estimar algunos datos no accesibles, requeridos por el modelo SWAT. Debido al uso de clasificaciones totalmente distintas (FAO versus STATGO) en México y los EE.UU., respectivamente, se acudió a expertos en edafología de la TAMUS, para complementar de modo satisfactorio la información mexicana requerida. Así mismo, en el país no se cuenta con estadísticas de la frecuencia de lluvias máximas en 0.5 y 6 horas, que se requieren por un período mínimo de 10 años. Esta información permite modelar más finamente la cantidad de agua transportada por un río durante épocas de tormenta. CONCLUSIONES Y RECOMENDACIONES La integración del sistema SWAT-GRASS ha probado ser un modelo hidrológico y de calidad del agua, efectivo para colectar, manipular, visualizar y analizar la entrada y salida de datos, por lo que se recomienda su uso en las cuencas del país. Los datos de gasto promedio anual predecidos por SWAT-GRASS para las estaciones del río Bravo, antes del embalse Elephant Butte, se comparan satisfactoriamente con los datos observados en las estaciones hidrométricas, con valores de r de 0.96 y 0.71 para las estaciones Otowi Bridge y Cochiti, respectivamente. La simulación hidrométrica en el efluente del embalse Elephant Butte tiene que ser revisada. El flujo promedio predecido en esta estación por SWAT-GRASS, es dos veces mayor que el flujo observado; además, en el análisis de regresión lineal, el valor de r da un valor muy bajo (0.27). Se recomienda incorporar en la simulación los datos sobre: operación del embalse, desvío del agua para uso agrícola, entre otros, con el fin de calibrar la simulación. Aplica la misma recomendación para el río Pecos. En México, los servicios de información ambiental, como cartografía digitalizada e inventarios son insuficientes, requieren de un fuerte impulso en su actualización y una adecuada difusión y comercialización. Por lo tanto, se debe atender la necesidad de crear un inventario sistematizado de productos aplicados y prácticas agrícolas, que incluya información completa y confiable acerca de los mismos. De otra manera, resulta difícil la aplicación de modelos de migración de contaminantes y la obtención de resultados confiables. Se recomienda contar con un equipo interdisciplinario bien capacitado, además del software requerido, que permita desarrollar Sistemas de Información Geográfica (GIS), conectado a un paquete(s) de modelación (como SWAT-GRASS), necesarios para conocer y predecir el comportamiento ambiental de cuencas, apoyando así, la toma de decisiones en el manejo integral regional de México. Se recomienda considerar los ventajas y desventajas de utilizar un GIS y paquetes de modelación de cuencas que sean factibles de correr en computadoras personales de alto rendimiento (por ejemplo, y por lo menos, equipo tipo Pentium con 200 mhz de velocidad, memoria RAM de 128 megabytes y disco duro de 10 gigabytes), en vez de utilizar estaciones de trabajo. Se requiere afrontar la problemática asociada a la creación de bases de datos para el modelado a nivel cuenca. Por tanto, se recomienda la instrumentación del sistema SWAT/GRASS, para lo cual, se hace necesaria la obtención y adecuación la información temática digitalizada faltante, capacitación del personal del IMTA y otras instituciones, y adquisición de hardware necesario. AGRADECIMIENTOS Se agradece a la Dra. Anne M. Hansen y al Dr. Hector Quiñones, por su gran interés y atinada decisión para que el IMTA participara en el curso de GIS y SWAT/GRASS, realizado, en la TAMUS. Así mismo, se reconoce el interés y apoyo brindados por éstos investigadores, para el desarrollo del presente estudio. Además, se agradece el apoyo del Dr. Raghavan Srinivasan, cuya asesoría fue siempre una guía inapreciable para nosotros. Al Dr. Charles Allan Jones, director de la TAMUS, por su incondicional apoyo durante los tres meses de estancia en los EE.UU. Hacemos extensiva nuestra gratitud a la M.Sc. Angela K. Miller, coordinadora del proyecto GIS del río Bravo/río Grande, de la TNRCC, que auspició nuestra estancia en el estado de Texas, durante el desarrollo del proyecto de cooperación. REFERENCIAS Arnold, J.G., Williams, J.R., Srinivasan, R., King, K.W., y Griggs, R.H. (1994). SWAT (Soil and Water Assessment Tool). USDA, Agricultural Research Service, Grassland, Soil and Water Research Laboratory, Temple, Texas, 92 pp. Bravo, I.L. (1995). Estudio limnológico de la Presa Madín, Méx., con énfasis en su estado trófico y en el manejo de cuenca. Tesis de Maestría en Ciencias, Biología. Facultad de Ciencias, UNAM. México, 103 pp. Chen, Z., Storm, D.E., Smolen, M.D., Haan, C.T., Gregory, M.S. y Sabbah, G.J. (1994). Prioritizing Nonpoint Source Phosphorus Loading Using a GRASS-Modeling System. Water Res. Bull., 30(4): 589-594. CILA (1994). 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