Individuos e individualismo en la sociedad post

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TEMA
MONOGRÁFICO
VICIOS
COTIDIANOS Y CONTEMPORÁNEOS
Tal vez uno de los vicios más
arraigados de la juventud es
la pereza mental, la lozanía
excesiva que muchas veces se
traduce en indiferencia.
En esa medida, sería útil concientizar a los jóvenes
de su rol como ciudadanos, de su responsabilidad
como actores sociales en el rumbo de la nación,
de sus posibilidades de participación como líderes
de ideas frescas e iniciativas productivas. Así
será posible salir del encierro de las pantallas
para compartir espacios comunes, combinar la
realidad virtual de los juegos con la exigencia
intelectual de los foros públicos, cambiar el len-
guaje técnico del chat por nuevas posibilidades
de interacción, ojalá atravesadas por los detalles
que esculpen la realidad cotidiana.
Todo exceso es perjudicial, incluso cuando se trata
de licencias que dicen facilitar el conocimiento y
de facilidades tecnológicas que venden una forma
cómoda de relacionarse. Por eso es tan importante volver al contacto «en vivo y en directo»,
tomar las riendas de la vida propia, cuestionar,
proponer y actuar de acuerdo a una de las virtudes
más especiales: la espontaneidad. o
Laura HENAO
Periodista
BOGOTÁ
Individuos e individualismo
en la sociedad post-moderna
Introducción
ser individual: el paladín de la nueva
época de libertades de todo tipo.
Individuo moderno e individuo
post-moderno
por muchos como post-moderna,
vive con las categorías de la modernidad, pero sin los valores de
la misma. Tal es el caso que nos
ocupa: el individualismo.
Las características fundamentales
de este ser —que surge fundamentalmente con el nacimiento de las
ciudades y alcanza su mayoría de
edad con la Revolución Francesa—,
son la libertad, el derecho y el culto
a la razón.
El individuo post-moderno parece
tener un accionar diferente al que
tenía el moderno. En la modernidad, el individuo vivía apegado a
normas y reglas de vida que entendía eran universales, ya que había
cierta homogeneidad que regía la
racionalidad occidental.
La sociedad actual, considerada
En la modernidad, el individuo surge
como una liberación de las estructuras sociales, religiosas y políticas.
Ya no es más siervo de la gleba
en un sistema social estático, pero
tampoco responde a una estructura
religiosa omnímoda ni a un sistema
político donde el Rey era señor de
vidas y haciendas. Se levanta así el
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revista de pensamiento y opinión no 68
Tener amigos con los
que pasar el tiempo
y compartir la vida
crea un espacio de
sentido y pertenencia
que ilumina la vida.
El profundo apego a la familia, la
solidaridad con los demás, la pertenencia a instituciones sociales de
promoción cultural, etc. son algunas de las señales que nos dicen
cómo era la vida de los individuos
VICIOS
COTIDIANOS Y CONTEMPORÁNEOS
modernos. En la post-modernidad,
estos elementos que marcan la identidad de los individuos comienzan
a diluirse.
El individuo post-moderno luce ser
astro y universo. Los ámbitos de su
accionar parecen alcanzar los límites de sus intereses estrictamente
personales. Parecería que estamos
asistiendo al nacimiento de un Yo
de proporción inimaginable, en
función del cual girará la sociedad:
yo quiero, yo pienso, yo digo, yo
mando... Esa nueva expresión del
individuo, crea un fenómeno que
conocemos como individualismo
descarnado. Ya que sugiere un ser
que, desconectado de su corporeidad, entiende el mundo en función
de sus necesidades y no en función
de su condición de relaciones con
otros seres. Pero también nos devela
un individuo solo y frágil. A merced
de las más tremendas crisis de identidad y de sentido que jamás haya
vivido ser humano alguno.
Algunas ideas que pueden ayudar
Frente al panorama que describimos
no queda otra solución que recuperar algunos de los valores de
la modernidad y traerlos a la vida
post-moderna para iluminar con
ellos la vida de los que, atrapados
en el individualismo, no encuentran
sentido a su existencia. Algunos de
estos valores son:
1. La amistad: tener amigos con los
que pasar el tiempo y compartir la
vida crea un espacio
de sentido y pertenencia que ilumina
la vida.
VALTENCIR MALDONADO
El individuo
post-moderno luce ser
astro y universo.
TEMA
MONOGRÁFICO
2. La solidaridad:
ser solidarios con
los que no tienen la
misma suerte material
o afectiva nuestra,
ayuda a incrementar
la experiencia de
estar vivos y permite
alcanzar niveles de
satisfacción personal
invaluables.
3. La soledad planificada: dejar espacio para estar solo
con uno mismo y
escuchar nuestra
voz interior, es una
forma de acercarnos
a nuestro más íntimo
El profundo apego a la familia, la solidaridad con los demás, la
pertenencia a instituciones sociales de promoción cultural, etc.
tienden a diluirse en el individuo post-moderno.
Parecería que
estamos asistiendo
al nacimiento de un
Yo de proporción
inimaginable,
en función del cual
girará la sociedad:
yo quiero, yo pienso,
yo digo, yo mando...
sentido de existir y desde ahí buscar
nuestro particular y único camino
en la vida.
Conclusión
En síntesis, el individualismo en
tanto expresión de los logros alcanzados por el individuo en su
emancipación de las estructuras de
opresión social es bueno y deseable.
Pero cuando el individualismo convierte al ser humano que lo vive en
un ser sin sentido, que olvida que
todos compartimos la existencia y
que como tal, nos necesitamos los
unos a los otros para construir la
vida, entonces necesita ser intervenido desde lo más profundo de
nuestro ser con una buena dosis
de «otredad», de presencia de los
otros en nuestra vida a través de la
amistad, la solidaridad y la búsqueda
interior de nuestro verdadero yo,
que siempre estará en relación a
un tú y a un nosotros. o
Alina J. BELLO DOTEL
Profesora de Ética de la PUCMM
STO. DOMINGO (REPÚBLICA DOMINICANA)
revista de pensamiento y opinión no 68
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